Necesidades sociales en alava (1986)

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GOBIERNO VASCO DEPARTAMENTO DE TRABAJO, SANID

N ecesidades sociale en Alava

SERIE ESTADISTICAS Y DOCUMENTOS DE TRABAJO N째 11



EUSKO JAURLARITZA - GOBIERNO VASCO Lan, Osasunketa eta Gizarte Segurantza Saila Departamento de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social

NECESIDADE S SO C I A L ES EN ÁLAVA

VITORIA- GASTEIZ 1986 SERVICIO CENTRAL DE PUBLICACIONES DEL GOBIERNO VASCO


SERIE : ESTADISTICAS Y DOCUMENTOS DE TRABAJO N? 11 Títulos de la misma serie: N°

N? N° N° Ni, N" NiNiN"

1.- Memorándum de Datos Básicos de la Salud en Euskadi (1982) 2.- Población Hospitalaria Psiquiátrica. Años 1980-1981 (Alava y Guipúzcoa) (1984) 3.- Encuesta a los Psiquiatras sobre el Plan de Salud Mental (1984) 4.- Asistencia Domiciliaria (1984) 5.- Integración Laboral de Minusválidos (1985) 6.-Gitanos en el Casco Viejo de Vitoria-Gasteiz (1985) 7.- Mesa Redonda sobre Servicios de Diagnóstico para Minusválidos (1985) M.-- SIDA: Informan ¡Ó¡i aclualiiada para el profesional sanitario (1985) 9.- Ancianos en R^ sidc ncias (1985)

Ni, 10.- Esluclio de Creciini(•nlo en 13ill^ao 09S6) Ni- 11.- Necesidades Sociales en Alava ( I OS(i1

F:IISAUJ :\ IIRI.ARII /. r\ ARI :IIALPEN-/ FRBIT /II NAGUSIA SERVI C IO DE. PUBLI CACIONE S DE:l I IIRIE.RNO VASCO

Ioy 1:,:,n, a, S«-- a,la, SA I SR N111 N1 7542 244.0 ...... 1'.g"1 VI 40/85 1.i l:a--i, N....rill l,I,- 1481,

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El trabajo que presentamos fue encargado por el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Alava al Servicio Internacional de Información sobre Subnormales a comienzos de 1984 y se concluyó en mayo de 1985. Ha sido dirigido por Ramón Saizarbitoria (SIIS) y realizado por Luis Sanzo (Gobierno Vasco) y Julio Díaz (SIIS) con la colaboración de Elena Martín (Diputación Foral de Alava). Las entrevistas que sirven de base al estudio fueron hechas por Juan Carlos Ansótegui, Nieves Azcona, Victorino García, W Carmen Inchaurraga, Mikel López de Lacalle, Lourdes Martínez y Nélida Ruíz de Azúa. El tratamiento informático fue llevado a cabo por OROIKOR en San Sebastián, la corrección final de pruebas corrió a cargo de Mikel Esnal y el trabajo de delineación lo realizó José Mari Aramburu.

Vitoria- Gasteiz, abril 1980



INDICE Págs. INTRODUCCION : Antecedentes del estudio .......................

9

1. ASPECTOS METODOLOGICOS ...............................

1

1.1. VALORACION DE METODOS ALTERNATIVOS ................

17

1.1.1. La técnica de obtención de datos . Razones para abandonar el método tradicional de encuesta .............................. 1. Las razones económicas ................................ 2. Dificultades propias de la encuesta .......................

17 18 18

1.1.2. El difícil concepto de necesidad. La búsqueda de un principio ope rativo .................................................

1!)

1.1.;3. El método utilizado ..................................... 1.1.4. La concreción práctica del mctodo para el estudio ole las nrcesida;les

2;i

1.2. El, ESTUDIO DEFINI TIVO ................................... 1.'2.1. Investigación de las necesidades sociales en Alava ............ Principales campos de investigaci ()11 ...................... La definición de la muestra ............................ La organización del trabajo de campo .................... Los errores no de nnieslrco ............................

26) 26 2() '2!)

2. LA POBLACION NECESITADA DE APOYO ....................

SI

2.1. LOS MENORES CON PROBLEMAS ...........................

13

2.1.1. Estructura de la población detectada ........................ 1. Estimación de la población afectada ...................... 2. Distribución por comarcas .............................. 3. Distribución por edad ................................. 4. Distribución por sexo .................................

Ti 33 31 36, 39

2.1.2. Principales problemas personales y sociales de los menores ..... 1. Problemas socio - familiares .............................. 2. Difi¿ultades de tipo ocupacional ......................... 3. Otros trastornos o problemas asociados ...................

11 41 43 45

I. 2. 3. 4.

-5-


4. Problemática socioeconómica ............... ........... 5. Familia ............................................. 2.1.3. La institucionalización de los menores con problemas .......... 1. Menores con antecedentes de institucionalización ........... 2. Tipo de institución de ingreso y número de años de internamiento 3. Motivos de ingreso en la institución ......................

47 49

2.2. LAS FAMILIAS PROBLEMATICAS ............................ 2.2.1. Características generales de las familias problemáticas y de sus componentes ........................................... 1. Descripción de las familias ............................. 2. Descripción de los componentes de las familias problemáticas.

57

2.2.2. Problematica social de las familias ......................... I. 1.1 dinu usion global de la necesidad: los individuos afectados ;?. l.a picsencia de enli rnietlades i ionicas ................... {. La incidencia de las loxironuuuas ....................... 1. El paro ............................................. 5. La presencia de nieuores con prohlernas .................. (i. Los trastornos en el coniport: uniento intra y extrafamiliar. Los malos tratos y la delincuencia ...........................

68 li!) 70 7:1 76 8(1

2.2.3. Los procesos de desinstituc ionalización ...................... 1. Estimación y características de las familias afectadas......... 2. Características de la institucionalización ...................

90 91 91

2.3. DEl•'ICIEN'l'I;S, ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS ..........

95

2.3.1. Caracterización general ................................... 1. Definición del colectivo ................................ 2. Deficientes físicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados .. 3. Deficientes mentales ................................... 4. Enfermos mentales .................................... 5. Deficientes sensoriales ................................. ti. Resto de enfermos, deficientes y ancianos ................. 7. Los mayores de 65 años ...............................

95 95 103 108 109 110 113 1 13

2.3.2. Las causas de la deficiencia ...............................

11,1

2.3.31. Variaciones comarcales ...................................

114

2.3.4. Sexo y edad de los deficientes y enfermos crónicos ...........

130

2.3.5. Las posibilidades de ayuda con que cuentan los deficientes , enfermos crónicos y ancianos necesitados en su entorno social ......

142

2.3.6. Institucionalización ......................................

146

2.3.7. Aislamiento de los ancianos ...............................

150

2.3.8. Vida relacional de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados .................................................

153

2.3.9. Barreras arquitectónicas ..................................

1(iO

2.3.1(1. Situación general en cuanto alimentación, aseo y limpieza .....

164

2.1111. Situación económica ....................................

165

2.3.12. Situación de los deficientes , enfermos crónicos y ancianos necesitados

171

51 51 53 54

57 57 65

82

2.4. DROGALCOHOL ............................................

185

2.1.1. I ntroduccüm ...........................................

185

-6-


2.4.2. Características generales del consumo de drogas .............. 1. Incidencia del consumo en los diferentes grupos de reclasificación 2. Los afectados con problemas en el pasado ................ 3. Localización del consumo .............................. 4. Tipo y grado de consumo ..............................

186 186 181) 1912) 197

2.4.3. Estructura de la población afectada ......................... 1. Edad ............................................... 2. Sexo .. ............................................. 3. Edad y sexo ......................................... 4. Sexo y estado civil ................................... 5. Ocupación .......................................... (i. Situación económica personal ........................... 7. El grupo familiar .....................................

200 202 204 205 207 210 214 214

2.4.4. Repercusiones del consumo ............................... 1. Repercusiones familiares ............................... 2. Repercusiones sociales ................................. 3. Cuidado personal ..................................... 4. Repercusiones en la ocupación . . . ....................... 5. Institucionalidad ......................................

217 218 218 219 220 220

2.5. EL PARO ..................................................

223

2.5.1. Los parados en los grupos de reclasificación : algunas consideracio nes sobre los bloques dogralcohol y paro . . ..................

223

2.5.2. Las grandes cifras del empleo y el paro . Distribución espacial del paro en el territorio .....................................

225)

2.5.3. La edad y el sexo de los parados . El paro como problema de la ¡u ventud y la incorporación de la mujer en el mundo laboral .....

2211

2.5.4. Estado civil y relación con el cabeza de familia ..............

229

2.5.5. Niveles de conocimiento o experiencia profesional ............

230

2.5.6. En qué se ocupan los parados .............................

232

2.5.7. Nivel de ingresos y situación económica personal .............

2:3;3

3. RESUMEN Y CONCLUSIONES ................................

2:17

3.1. RESUMENES ...............................................

2;39

3.1.1. Familias problemáticas ...................................

239

3.1.2. Menores ..............................................

211

3.1.3. Ancianos y minusválidos .................................

250

3.1.4. Drogalcohol ............................................

259

3.1.5. El paro ...............................................

268

3.2. CONCLUSIONES ........................................... 3.2.1. Conclusiones relativas a familias problemáticas y menores ......

27:3 27:3

3.2.2. Conclusiones sobre la situación de las personas discapacitadas . ancianas ..............................................

277

3.2.3. Conclusiones relativas a los problemas de drogalcohol .........

28.5

3.2.4. Conclusiones sobre el paro ...............................

289

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INTRODUCCION: ANTECEDENTES DEL ESTUDIO



Este es el primero de una serie de informes basados en dos trabajos de campo llevados a cabo uno a nivel de toda la Comunidad Autónoma y el segundo a nivel del territorio histórico de Araba. El primer trabajo , realizado durante los años 83 y 84 tenía como objetivo determinar la dimensión del problema de la discapacidad, es decir, pretendía calcular el volumen de la población afectada por algún tipo de discapacidad de tipo psíquico , físico o sensorial , las posibles variaciones regionales en las tasas de prevalencia , así como las características y situación general de dicha población de cara fundamentalmente a la evaluación de sus necesidades. La base de este Estudio la constituían por un lado los Registros principales de diagnóstico existentes en Euskadi -INSERSO, Centro de Orientación y Diagnóstico de Sanidad , etc...- y por otro, los Padrones Municipales de Habitantes , que como es sabido a partir de 1975 contaban con apartados específicos para recoger la información que interesaba al Estudio. Razones que serán analizadas en posteriores informes con todo detalle conducen a la constatación de un hecho que de todas formas plantea escasas dudas , como es la poca fiabilidad de los resultados cuantitativos y cualitativos obtenidos a partir de tales bases estadísticas . La metodología aplicada tenía en cuenta sin embargo esta circunstancia y los datos obtenidos en base tanto a los Registros como al Censo de la Población constituían únicamente el primer paso para el conocimiento cuantitativo y cualitativo de la población discapacitada. En efecto, el Registro Unico constituido a partir de los ficheros mencionados y del Censo de la Población sirvió para definir el colectivo de personas "posiblemente discapacitadas " que, posteriormente , a través de una Encuesta diseñada expresamente para ese fin serían "redefinidos" para constituir una población que podríamos denominar "probablemente discapacitada" y que sería la que constituiría el objeto del Estudio. 1)e alguna forma este trabajo sigue nreloclolr,gicanu nte líneas propues por tas el 1)11SS (1) británico -a partir de la Investigación de Anielta Harris (1971)-; una especie de guía ("do it yourse II") para que las autoriclades locales pudiesen cumplir con su obligación , marcadas por la Seccir"m 1 de la 1,ey de 1970, de informar acerca del número de personas discapacitadas en sus arcas administrativas. La diferencia principal entre el método seguido por nosotros y los Estudios de las "Autoridades locales británicas" ( Local authority chronic sick and disabled persons surveys ), consiste en que la "población posible" o "población riesgo " que en nuestro caso se detectaba a través de los Registros y del Censo de la Población, se obtenía en Gran Bretaña a través de una Encuesta Postal de identificación general.

( 1) Department of Health and Social Security.

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Ni nuestro método ni el recomendado por el DHSS sirven para identificar a toda la población discapacitada ya que las posibilidades de fuga en ambos casos son bien evidentes . En el nuestro se "pierden " las , personas discapacitadas que no han acudido a un Centro de Diagnóstico de los consultados y que tampoco indicaron su condición -ellos o quien atendiese al agente censal- en el momento de cumplimentar los datos del padrón, mientras que en Gran Bretaña se "pierden " los casos que no responden a la Encuesta Postal. Teóricamente la posibilidad de fuga es mayor en el segundo caso, ya que resulta más cómodo cumplimentar el padrón - o menos sencillo eludir el trámite del enmpadronamiento- que contestar una Encuesta por más que los objetivos de la misma estén bien explicados y sean convincentes. De la literatura inglesa cunsulla(la se (leducian (los Itecbus importantes que aparenlenlente favorecian la adopcion del nelodo propugnado por el I )I ISS. En efecto, en el interesante estudio de Malcolm,J. Brown y Ric 13owl en el que se analizan más (le 15() investigaciones llevadas a cabo en el Reino Unido por las autoridades locales parece deducirse que la entrega postal de cuestionarios atrae un mayor índice de respuestas que la recogida de datos a través de entrevista personal (2). Por otra parte el importante trabajo de Amelia Harris (3) basado en la Encuesta Nacional de 1971, puso de manifiesto que "menos de la mitad de los enfermos crónicos y discapacitados eran conocidos por sus autoridades locales y sólo el 12(1/o estaban recogidos en sus ficheros". Datos procedentes de una realidad más próxima que la británica (4) indican sin embargo que en el caso de las discapacidades, y máxime en edades inferiores a los 65 años, las tasas de "registrados" no difieren tanto de las tasas de prevalencia teórica.

Además, al margen de que las autoridades locales británicas utilizaban en muchos casos personal voluntario en sus entrevistas directas -entre otras cuestiones que afectan a su metodología- se ponía en duda, se prejuzgaba más bien, que el índice de respuestas en las encuestas postales tuviese, aplicándolo en la Comunidad Autónoma, un grado de éxito en relación al método de (2) Malcolm J. Brown and Ric Bowl. "Study of Local Authority chronic sick and disabled persons survevs". Social Services Research Group. Social Services Unit Birmingham llniversily, 1976, pag. 3. (3) Amelia Ilarris. "Handicapped an(1 Impaired in Great Britain" . London, HMSO, 1'171. 1 Ver por ejemplo "Estudio comparativo de la prevalencia de la deficiencia mental en dnersos v en varias provincias españolas", de Fernando I)iaz Fermindez y luan Jesus Gestal Otero, Comunicaciúu presentada en la "Segunda Reunion Anual de la Sociedad Española de Epiden1iologia

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entrevista directa, comparable al que aparentemente se obtiene en eran Bretaña. Por estas razones, y ante la posibilidad de recurrir a los datos del Censo de la Población para una primera identificación, fundamentalmente se optó por el método que hemos descrito con anterioridad. Ambos métodos, el nuestro y el del URSS, permiten analizar la situación del colectivo de discapacitados -de parte del colectivo al menos- que no están registrados y que por lo general constituyen la población que no recibe ningún tipo de atención por parte de los Servicios Públicos, y que suele ser evidentemente la que suscita mayor interés de estudio.



1. ASPECTOS METODOLOGICOS



1.1. VALORACION DE METODOS ALTERNATIVOS En el momento de procesar los datos de este primer trabajo se recibió el encargo de la Diputación de Araba de realizar un Estudio sobre la necesidad de servicios sociales en el territorio histórico de Araba, excluyendo VitoriaGasteiz y Llodio, con el fin fundamental de analizar la posible existencia de desequilibrios o de una excesiva dependencia respecto a la capital en la prestación de servicios a las zonas rurales y semi-urbanas de la provincia. Planteada en estos términos la demanda, la aproximación metodológica al fenómeno puso a priori de relieve dos problemas de importancia: en primer lugar, la elección de la técnica de obtención de los datos de base sobre necesidades sociales; en segundo lugar, la definición del siempre polémico concepto de necesidades sociales y su,conexión con el de demanda. La resolución de estos dos problemas dio lugar a la concreción de un método nuevo de investigación.

1.1.1. LA TECNICA DE OBTENCION DE DATOS. RAZONES PARA ABANDONAR El, METODO TRADICIONAL DE ENCUESTA Desde un principio, se pensó evitar el procedimiento de Encuesta y recurrir a algún otro procedimiento alternativo que aún perdiendo fiabilidad resultase operativo ofreciendo naturalmente la posibilidad de contar con una base de datos suficiente que hiciera posible la planificación de servicios a corto plazo. Teniendo en cuenta q ue el 90 "/o de los municipios alaveses cuentan con -contra el 54 No en Bizkaia y el 48 en Gipuz-

menos de 2.000 habitantes

(1)

(1) Sin contar, lo que favorecía todavía más el interés del ensayo, con que cada municipio está integrado a su vez por núcleos de población más reducidos. Por ejemplo, Aiala o Ayala que rebasa los 2.000 habitantes se compone de 25 núcleos de los que el más importante, Okendo, cuenta con 767 habitantes.

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koa-, es decir, que la mayoría de la población que se trataba de estudiar residía en núcleos cuya dimensión propicia el conocimiento de los problemas sociales que aquejan a sus vecinos, se consideró que podría ser útil el intento de recoger sistemáticamente la información que se pretendía a través de consultas con grupos cualificados de personas de cada municipio, sin necesidad de recurrir a la encuesta domiciliaria a una muestra de familias. Dado el reducido tamaño poblacional a investigar -unos 50.000 habitantes-, se consideró también viable intentar investigar a todo el conjunto poblacional. Las razones que nos llevaron a buscar un método alternativo al ya tradicional de encuesta pueden sintetizarse en dos grupos: razones de tipo economico v razones de tipo inetodologico. La exposición de estas razones es de utilidad, no solo poi olrecet la jnslificacion Ieorica del rechazo al uso del tuelotlo de eucuesla, sino lantbien por introducir algunos de los motivos chic nos impulsaron a abrir otras vías especificas de trabajo.

1. Las razones económicas Sin llegar a realizar un análisis comparativo de costes de carácter exhaustivo, todo parecía indicar que la obtención de información a través de Encuesta resultaría considerablemente más cara que el método alternativo. En efecto, la localización de 8200 personas mayores de 65 años o con algún problema o enfermedad que le convierte en potencial demandante de servicios sociales, que es el resultado obtenido por'nosotros, hubiera reclamado la visita de unos 13.000 domicilios aproximadamente que, sin contar los rechazos, hubiera representado 1.500 días de encuestador y un coste aproximado del trabajo de campo de 9 millones de pesetas, frente a los 2 millones que costó el que realmente se llevó a cabo.

2. Dificultades propias de la Encuesta Al margen de lo económico y de la existencia de cierto riesgo a la saturación o a la disminución del interés del público para colaborar activamente en las Encuestas, problema éste que empieza a preocupar a los investigadores americanos (2), lo cierto es que la entidad de los problemas que se pretendían investigar no son precisamente fáciles de abordar a través de entrevistas directas.

('_» La generalizacion del uso de la Encuesta como método para tratar de entender la conducta humana, como instrumento para el diseño de políticas tanto en el sector público coma en el privado, ha sido reconocida durante largo tiempo. La posibilidad de que las encuestas planteen dificultades debido a los cambios en la sociedad v en su aceplacion se ha convertido rrcienten^ente en materia de inicies.

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"La cooperación -pasiva o activa- de los encuestados y de la comunidad en que viven es la condición sine qua non para la investigación (...). Sin embargo a juzgar por la experiencia que mis colegas y yo hemos tenido en la Columbia University School of Public Health haciendo un estudio sobre la adolescencia en un bien conocido ghetto, pensarnos que los proyectos de investigación relacionados con las "patologías" de los suburbios o con desviaciones de la conducta deberían estar preparados para enfrentarse con este tipo de problemas. La situación no es desesperada pero es seria y merecedora de una seria consideración. Irónicamente en una situación caracterizada por la gran demanda de investigación en áreas de interés público como la pobreza, la salud y la enfermedad o la juventud o el consumo de droga, la resistencia a las encuestas está creando serias dificultades e incluso haciéndolas imposibles" (3).

Las conclusiones que se presentan a lo largo del estudio en relación con temas como la delincuencia, la prostitución, la conflictividad familiar o personal hubiesen resultado muy difíciles de conseguir a través de la entrevista con los más directamente afectados. Hubiesen carecido, por otro lado, de la dimensión sociológica que el método adoptado de valoración de problemas ha permitido establecer con un nivel mínimarnente aceptable de homogeneización. Por otra parte, también nos preocupaba, al margen de los aludidos problemas de "saturación" derivados de la relativa prodigalidad de las consultas, sobre todo en el caso de las personas afectadas por alguna discapacidad, las falsas expectativas que tiende a crear una Encuesta entre la población necesitada de algún tipo de apoyo social, al interpretar que se Ie solicitan datos de cara a alguna pensión o ayuda de otro tipo, hecho que pudimos constatar claramente en la que acabamos de realizar de cara al Estudio de la situación de los discapacitados a nivel de Comunidad Autónoma. Finalmente, si la simple localización ele los problemas ele clic apacidacl o enfermedad crónica plantea problemas a nivel de I?acuesta, muchas mas dificultades entraña la valoración que las necesidades de la poblacioo :^ traves ele entrevistas que necesariamente tienen la concisic",n como requisito indispeu sable. 1';n efcto, junto a la tendencia a ocultar necesidades potenciales, eviclen te en el caso de determinados problemas eslignuttizadores, puede darse t:un bién la de acentuar los problemas o ele dar una visión equivocada de los mismos con el fin de pretender algún tipo de ayuda o prestaci(,n.

1.1.2. EL DIFICIL CONCEPTO DE NECESIDAD. LA BUSQUEDA 1)E UN PRINCIPIO OPERATIVO El término necesidad ha sido criticado desde siempre por su ambigúedad o imprecisión . La incorporación de la economía al campo de la salud primero y de los servicios sociales más tarde ha servido , aparentemente, para (3) Eric ]osephson. "Resistence to community surveys. Social problems". The lonn-nal of the Society for the Study of Social Problems, n." 18, I97o, pág. 117.

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introducir cierta disciplina o rigor en la terminología y en la definición de los conceptos al uso. En efecto, la economía ha podido sentirse un poco ciencia exacta en contacto con la disciplina y falta de rigor general en el manejo de términos y conceptos en el campo de los servicios sociales. Aunque es evidente que el término necesidad nunca dejará de ser relativo y que su definición dificilmente podrá evitar los juicios de valor, los intentos de sistematización son continuos. El más importante es quizá el de distinguir entre necesidades sentidas o "autopercibidas" (self-perceived need) -que corresponde al felt need de Bradshaw o al perceived peed de Kohn y White- y la necesidad normativa (normalive nee(1) que iiul^lica una valoracion profesional y la comparación o confron lacion (mtt delet ntin;tdos esl:tudares de acepl:u ion general. I,a necesidad de dinero puede ser percibida por trucha gente pero tal necesidad no lime pur que corresponder con la que la politica social establece a partir de determinado nivel (le renta o de cualquier otro parámetro normativo. En realidad lo que el administrador y el planificador desean es llegar a concretar las necesidades en los términos pretendidos por Donabedian (4), es decir, calcular la necesidad "equivalente a recursos". En definitiva lo que se trata es de saber en cuántas camas de geriátrico se traducen las necesidades de los ancianos y en cuántas pesetas se traducen dichas camas. Por otra parte, las necesidades sentidas o percibidas tampoco se ven libres de ese esquema. El padre de un niño deficiente percibe o siente que su hijo necesita una escuela especial y un anciano siente que necesita una plaza en un asilo si, como suele ser el caso, lo que la sociedad les ofrece a quienes tienen sus características son plazas de asilo o de escuela especial. l videntemente hay otras formas de expresar recoge en las Encuestas que tratan de definir por funcionales de la población, pero generalmente suele el tamaño del colectivo que constituye la clientela determinado.

las necesidades y así se ejemplo las limitaciones ser con el fin de calcular potencial de un servicio

Queremos decir que en realidad el de necesidad es un concepto cada vez más ligado y determinado en consecuencia por las características de los servicios existentes, de manera que como señala Mildred Blaxter (5) en ocasiones el problema de determinar las necesidades de un colectivo se confunde con el problema de diseñar los criterios de selectividad para determinados

(1) A. 1)onabedian . "Aspect uf medical care administratiun specifying requirements foi health care ". Cambridge, Massachusetts , 1Iarvard llniversity I'ress , I976. (:i) M. Rlaxter : - 1,11e nie ; uiing uf disabilily. Suciulugv uf social anil medical c;ue series''. I,undnn , Ileinennuin , 1980.

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servicios. De la misma manera que algunas instituciones definen su función y clientela en términos de su propia estructura y de su propia ideología o en función de los recursos disponibles . La frontera entre salud y enfermedad o entre normalidad y discapacidad, entre necesitado y no necesitado es así drástica, sin solución de continuidad posible. Se es necesitado, si se rebasa una edad determinada , se es beneficiario de una prestacion económica, si el cociente intelectual está un par de puntos por debajo de determinado límite.

Así pues, a pesar de los esfuerzos , el término necesidad sigue siendo relativo y difícil de determinar el concepto de necesidad social. No le falta razón a jean Marie Diem ( 6) cuando afirma que a pesar de las esperanzas que se han puesto en los estudios de necesidades , el término " necesidad" sigue utilizándose más por comodidad de lenguaje que por convicción . En cualquier caso, y esto es lo que nos interesaba señalar , las técnicas de aprehensión de las necesidades son particularmente inciertas . El método más sencillo consiste en pedir a la gente que exprese sus necesidades , pero esta vía -opina Diemtiene muchas posibilidades de fracasar (7), aunque evidentemente interrogar a la gente sobre lo que piensan y desean en el terreno social constituya un progreso considerable. En el camino hacia el objetivo de que las poblaciones sean tratadas como verdaderos sujetos y no como objetos, se considera que los métodos de encuestas participativas suponen un avance importante, aunque no convenga olvidar sus limitaciones , entre las que destaca la ambigüedad de la concertación entre asociados tan desiguales como los políticos, los técnicos y los simples ciudadanos. Ya se ha señalado anteriormente la dificultad añadida que representa el hecho de que las necesidades se expresen en relación a los servicios u presta ciones existentes . Diem expresa algo de esto cuando dice (lue (le hecho necesidades y respuestas forman un conjunto complejo y l)( y por boy nadie puede afirmar cuál de los (los términos provoca la aparicit)n del otro, v siguiendo a A. Nison , piensa que es imposible limitarse, sin pecar de superche ría, al simple interrogatorio de las poblaciones . Por ello conviene interesarse asimismo por las estructuras de producción de respuestas y por las e^peclativas de las instituciones sociales.

(ti) J. M. Diem . " Les equipements sociaux clans I'actiun sociale". Paris, Les 1?ditions ESF, 1978, pág. 95. (7) Diem habla de la dificultad que entraña concretamente obtener información en los medios más desfavorecidos , dado que se necesita cierta capacidad de expresión y cierto nivel socio - cultural para proceder a un análisis de la propia situación . Por otra parte señala la necesidad de tener en cuenta el problema de la validez de las respuestas, dado que abandonan los ejemplos en los que es enorme la distancia entre una opinión formulada en un momento determinado y el confrontamiento real en un momento posterior.

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1.1.3. EL METODO UTILIZADO El método utilizado en el estudio ha procurado, en la medida de lo posible y dentro de las limitaciones metodológicas generales señaladas, objetivizar la definición de las necesidades sociales a través de una serie de pautas de actuación complementarias: 1. Elección de unos grupos representativos de discusión, constituidos por personas "socialmente adecuadas y legitimadas" para definir los problemas y necesidades sociales (le la población en estudio. Iu.s (1lteiius p;11;1 definir ;i 1111;1 persona conuo "socialntenlr adecuada y legilinrid:l" so11 le11er 1111 ;1 preu nci;1 social positiva en el are;1 de estudio, co11ocer adecu;lclantenle a la lnayoria de los hahilanles de dicha área y ofrecer una clisposici^"^1t social positiva hacia la probletn;ilica social (le la rana, aunque sin rellejar perspectivas vitales y sociales globales excesivamente alejadas de los criterios dominantes, juzgados como normales dentro de ella. Para optimizar la obtención de información, se requirió la formación de grupos de discusión diferenciados en aquellos casos en que pudieran existir problemas relacionados con la existencia de visiones del mundo sustancialmente diferentes. Este fue el caso de la edad, organizándose grupos de discusión de adultos y grupos de discusión de jovenes. En otros casos, resultó necesario prescindir de la colaboración inhibitoria ante ciertos problemas, el alcoholismo en particular. La mujer adulta, buena conocedora de su entorno social y preocupada por él, se convirtió así en el interlocutor básico de nuestros entrevistadores. 2. Delimitación previa del ámbito global y general a considerar. A fin de evitar problemas de falta de homogeneidad en los datos a recoger, se diseñó globalmente el marco general ante el cual los grupos de discusión debían posicionarse. En esa línea, los entrevistados conocían cuál era la perspectiva general con que el equipo de estudio se enfrentaba ante la definición de un problema como problema social. Esta dimensión operativa, si bien podría haber resultado coactiva e inhibitoria, resultaba necesaria a fin de obtener datos mínimamente ajustados y representativos para el conjunto de problemáticas en estudio. En definitiva, puede decirse que nos encontramos ante una definición de necesidad social objetivizada que podría ser como sigue: "necesidad o problema socialmente valorado como tal por un grupo representativo de una determinada área sociológica -entendida ésta como área de convivencia social estructurada-, de acuerdo con un marco preestablecido de carácter general, diseñado para delimitar a un nivel muy global los ámbitos de interés del equipo en estudio". Estos ámbitos de interés reflejarían, por su lado, las áreas tradicionales de los servicios sociales.

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1.1.4. LA CONCRECION PRACTICA DEL METODO PARA EL ESTUDIO DE LAS NECESIDADES Señalando las dificultades del método de Encuesta de cara a la valoración de las necesidades sociales no se quiere en absoluto dar a entender que el método utilizado por nosotros vaya a superarlas. Muy al contrario, es necesario aceptar de entrada que no es así, que tales dificultades no desaparecen y que prácticamente desde cualquier punto de vista el nuestro es un método del que cabe esperar mayores errores y menos precisiones que a través de un método de investigación tradicional, al menos en teoría.

Ahora bien, desde una perspectiva de análisis coste-eficacia se quería valorar, repetimos, si con un esfuerzo considerablemente menor no se podrían obtener resultados peores pero válidos para un primer planteamiento del problema que posteriormente habría que ahondar con estudios específicos de cada subsector y/o de cada zona geográfica. En líneas generales la aplicación práctica del método descrito consistió en reunir grupos de personas a nivel de pueblo y a nivel de barrio en los núcleos de población más importantes con quienes se discutía la problemática de su contexto social. Se procuraba reunir , en grupos diferentes , representantes de instituciones directa o indirectamente comprometidas en la Acción Social, de jóvenes, de asociaciones con fines específicos y en general con personas que pudieran aportar datos sobre la problemática social de sus convecinos. Se procuraba que los grupos se formasen con unas ocho personas, respetando dicha cifra como la óptima para la organiracion de grupos de de lit discusión (8), el número de reuniones variaba en cada caso en isnras. Asi, por riqueza o pobreza de la problemática que emanase de las ejemplo , si revisados los informes de las reuniones se consideraba que la incidencia de la drogadicción era baja, se hacía Io posible para contactar con "grupos especializados " que facilitasen informació n al respecto. A estas personas se les explicaba en primer lugar el objetivo del Trabajo y se les aseguraba la confidencialidad de los datos que suministrasen. A continuación se trataba en cada caso de establecer lo que el grupo v el equipo entendían por personas necesitadas . A este respecto hay que aclarar que los miembros del equipo hacían lo posible por suministrar información (le manera que una visión determinada por las instituciones y recursos existentes no condicionase excesivamente las respuestas . Así, por ejemplo, si se trataba de analizar las necesidades de un anciano, se procuraba que el tema no se debatiese entre dos alternativas extremas como la desatención y el interna(8) Cfr. Gerald Honiville, Roger lowell and asociates. " Survev London, Heinemann , 1982, pág. 18.

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research prac(lce".


miento, sino que en caso de necesidad, se informaba sobre la posibilidad de utilizar fórmulas alternativas como servicios de compañía, asistencia domiciliaria, centros de día, etc. No se intentó llegar a una definición de enfermedad, o de discapacidad o necesidad. En principio con las reservas aludidas, se respetaba la definición implícita de cada grupo de manera que se consideraba que un enfermo mental o un alcohólico era la persona así considerada por su entorno y que un individuo tiene necesidad de alguna ayuda cuando las personas que le rodean así lo consideraban. Para tener la seguridad de que cada uno de los grupos ignoraría el iuenor niiinero posible de personas necesitadas, el equipo iba provisto del coiresl,on(lieitle padron de habitantes y se pasaba lista a cada una de las personas inscritas. Guando el grupo opinaba que la persona en cuesliun siilria de alguii problenla o tenia alguna necesidad, se cunfplimvntaba el cuestionario preparado para sistenlativ.ar la recogida de infornmcion. La aplicación, en tanto que pre-test, del método en una localidad de cierto tamaño en la provincia alavesa fue realizado con éxito -a pesar de no basarse en listados padronales sino en un recorrido de casas- en Araia.


1.2. EL ESTUDIO DEFINITIVO

Un factor que trastocó la aplicación del programa inicialmente previsto -estudio completo de los habitantes de la provincia de Alava, exceptuados los municipios de Vitoria y Llodio- fue el interés que el encargo de Diputación supuso para la Dirección de Bienestar Social del Gobierno Vasco en tanto que posible ensayo de cara a la puesta a punto de una metodología sencilla y eficaz aplicable posteriormente en otras zonas de la Comunidad Autónoma. El programa inicialmente previsto se amplió en dos direcciones, acordándose, en primer lugar , incluir también en el estudio a las zonas urbanas -con lo que se hacía imposible operar sobre la población total-, y en segundo lugar, completar el análisis con la valoración de la oferta de servicios sociales existentes en la provincia. El resultado del estudio sería tanto, por ello, una evaluación de la metodología a adoptar en el estudio de necesidades como de las políticas a diseñar por la Administración Pública de cara a la cobertura de las necesidades sociales del conjunto de la población alavesa. A continuacic"an sintetizamos los principales aspectos metodológicos a tener en cuenta en la realización práctica del estudio final.

1.2.1. INVESTIGACION DE LAS NECESIDADES SOCIALES EN ALAVA Cuatro aspectos resultan de interés desde una perspectiva metodológica en el análisis del estudio sobre necesidades sociales: la definición de los grandes campos de estudio, la elección de la muestra de áreas geográficas a estudiar, la organización del trabajo de campo y la valoración de los errores no de muestreo.

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1. Principales campos de investigación La recogida de datos se organizó de tal manera que se obtuviera información sobre los grupos tradicionales que conforman el campo de los servicios sociales. Sin perjuicio de incidir en aspectos que serán tratados con mayor profundidad en capítulos posteriores, puede decirse que cinco grandes bloques fueron delimitados para organizar la recogida y tratamiento de los datos: enfermos y ancianos necesitados, familias problemáticas, desempleo, infancia y juventud y drogalcohol. Además de buscar una exacta descripción de las características y niveles de gravedad de cada tipo de problema, los rspeclos sociales que se pretendían en general medir en relación con dichos I,rol^len^;is sois los siguientes: i) Limitaciones de movilidad e independencia física que exigen la ayuda de otras personas.

b) Problemas de desocupación -laboral o escolar-, asociados o no a otros problemas de fondo. c) Repercusiones relacionales -familiares o extrafamiliares- de los problemas sociales. d) Problemas económicos y de vivienda. e) Problemas de soledad, alimentación, limpieza, etc. f) Experiencias de institucionalización.

En gran medida para trascender la tradicional diferenciación de áreas por la etiología de los problemas, la organización del tratamiento de los datos trató de tener en cuenta estas consecuencias de los problemas, definiéndose en función de ellas unos grupos de reclasificación que trascendían los modelos habituales de acercamiento a los problemas sociales. Esta perspectiva resulta novedosa y necesaria, si bien choca con los esquemas tradicionales y con una estructura de la oferta de servicios sociales diseñada en función de esos esquemas.

2. La definición de la muestra liado el principio de universalidad del método -todos los habitantes de una determinada zona geográfica deben ser investigados-, la unidad muestra¡ no viene constituida por el individuo sino por la localidad. En un primer momento -cuando sólo se pensaba aplicar el estudio a las zonas no urbanas-, resultaba viable estudiar al conjunto de localidades, realidad inviable sin embar-

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go al aplicar el trabajo al conjunto provincial. La obtención de una muestra fue por ello necesaria , realizándose de acuerdo con el carácter urbano, semiurbano o rural de las distintas localidades:

a) Zona urbana Se consideró zona urbana a las localidades de Amurrio, Llodio v Vitoria. En dichas localidades fueron realizadas muestras bifásicas de acuerdo con el siguiente procedimiento: - Elección de barrios significativos, tanto desde el punto de vista social como territorial. A estos efectos. las localidades de Llodio v Amurrio fueron consideradas como una sola unidad territorial. - Elección de unidades representativas -partes de secciones, secciones o agrupaciones de secciones- que mantengan la estructura social global del barrio. La base para la selección de estas unidades lo constituyó el Indice sintético de status socioprofesional de la Diputación Foral de Alava, en el caso de Vitoria, y la utilización conjunta de las tasas de paro y de envejecimiento de la población, en el caso de Llodio y Amurrio. Un aspecto de interés de las muestras obtenidas fue su carácter geográficamente homogéneo: se eligieron, en efecto, zonas compactas más que grupos o manzanas dispersos.

Por lo tanto, cada barrio constituyó una unidad muestra¡ a partir de la cual se obtuvo la muestra representativa correspondiente. En la mayoria de los casos, sin embargo, fue preciso reducir la muestra prevista dados los condicionamientos de tiempo y presupuesto, aunque manteniendo su nivel de representatividad. Posteriormente, a efectos de explotación de datos, la muestra de Llodio y Amurrio fue incorporada a las realizadas para las restantes zonas de la cuadrilla de Ayala, mientras que los distintos barrios de Vitoria quedaban agrupados en dos grandes zonas -Vitoria clase media-baja y baja; Vitoria clase media-alta y alta.

b) Zona semi- urbana o intermedia Se definió como zona intermedia al conjunto de localidades con una población entre 500 y 5.000 habitantes. En este caso, dada la importancia de estas localidades para la reestructuración comarcal de los servicios sociales, fueron estudiados 14 de los 17 pueblos afectados, no desechándose sino algunas de estas localidades en las cuadrillas de Zuya y Laguardia, dado el número más elevado de localidades de estas características en esas cuadrillas.

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c) Zona rural Se consideró zona rural al conjunto de localidades con una población inferior a 500 habitantes . En este caso , se procedió a un muestreo estratificado por comarcas y tamaño de la población de forma que la muestra abarque al menos a un 10 °/o de la población de cada estrato. En el cuadro 1 aparece el diseño general por cuadrillas -unidad básica a la hora de estudiar los niveles de prevalencia de los distintos problemas-, de la muestra utilizada, señalándose también los distintos índices de ponderación utiliv.ados para aplicar los datos inuestrales a la población alavesa total. 1?I cale ulo (l(• los niveles de error tnuestral nos seit a la que, en ningún caso, dichos niveles snpel; ut 1`1 1 ;3!/n.

1)ISI?N() MLJI S'I'Rnl, I'oblacion

nrea ) e1^1 r:lfic:l

Pol)lacion maestreada

P(mderacion

105.678 1 .106

5 .9311

17,8

56,4

7,8

t3.089 43.531

1.562 2.213

27,6 1!),7

5.812 3.435

5. 812 614

5,6

903 2.718

582

total

VITORIA CLASE. MEDIA BAJA Y BAJA Barrios Pueblos

VI FORIA ('I,ASL MEDIA ATTA Y Al TA -. Barrios clase media - Barrios clase alta

SALVATIERRA - Localidades mayores de 500 h .

- Localidades menores de 500 h.

1,0

('AMPEZO Localidades mayores de 50)) h . Localidades nlellores de [0 0 h.

9113

1,0 1 7

AYA[ ',\ Llodio Annn - rio Oras mayores de 500 h . Localidades menores de 500 h.

1,AGtIARI)IA 0y Ó11 0 (ras localidades mayores de 50(1 h.

21.224

4.214

8.119 2 .320

2.498 1.553

3.929

762

5,o 3,3 1,5 5,2

2.1 50

2.150

1,0

1.621

3,8

h.

3.073

3.1 59 806

111a'ole s i l e 500 h . Localidades menores de 500 h .

2.955

2.397

1, 2

2.771

355

7,8

1 . 3 31 1 7:);3

1 . 111 63:1

I , 1) 7,1

Localidades

menores

(le

500

1.11YA 1,1 N:111(l:Ides

1,5

AÑANA Localidades Illav(II'(`s de 500 h. Localidades menores de 50)) 11

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3. La organización del trabajo de campo El trabajo de campo se realizó entre los meses de marzo y junio de 198-l, corriendo a cargo de un jefe de campo y de cinco entrevistadores especializados -especialistas en ciencias sociales-. En los últimos meses del trabajo, el número de entrevistadores se amplió a siete. Dichos entrevistadores se encargaron de la detección y selección de los grupos de discusión, de la organización de la recogida básica de información así como de la dirección de reuniones finales de trabajo con los miembros de los grupos de discusión. Dichas reuniones, centradas en el estudio general de la situación social de las distintas áreas en estudio, dieron lugar a la recopilación de información cualitativa complementaria que, en muchos casos, permite comprender mejor la realidad de los servicios sociales a nivel local. La elección de técnicos superiores para la realización de estas tareas podría ser puesta en duda . Sin embargo , la experiencia demuestra que el nivel de responsabilidad , conocimiento y capacidad de auto-organización requerido para la realización del trabajo supera lo exigible a técnicos menos cualificados. Es cierto, sin embargo, que algunas fases del trabajo -recogida de individuos problemáticos , por ejemplo- acaban resultando rutinarias. Este es quizá uno de los mayores peligros observados de cara a la correcta obtención de la base de datos necesaria para el estudio.

4. Los errores no de muestreo Mediante el nt(•(odo utilizarlo los errores m) de ¡mies(¡(,() son cuando inenos evidentes. 1,a diferente prevalencia de los I,roblentas puede venir candi donada muy c•laranienle por las c.uaclenslicas del grupo 5 por la p.nticul:u manera que seis miembros tengan de enjuiciarlos. Asi poi (,templo, en (urea,, generales, los hombres se muestran mas laxos que las mujeres :i la hora de valorar los problemas derivados del alcohol y los adultos mas estrictos que 1()", jovenes cuando se trataba de considerar otros consumos.

El deseo de ocultación -o si se quiere el complejo de clelacimn juega evidentemente un papel importante particularmente a la hora de Sena lar pro blemas mal considerados en el contexto social corno es el caso de la drogadic cion y ambos factores junto con otros deben ser necesariamente responsables, al menos parcialmente, de las diferencias halladas en las tasas de prevalencia de la población "necesitada" al margen naturalmente de otros factores, etiologicos esta vez, responsables también de las diferencias geográficas, en mayor o menor medida. El problema-de las diferencias en las tasas de prevalencia atribuibles a errores no de muestreo no es exclusivo naturalmente de la rnetodología emplea-

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da. Señalemos como referencia que Brown y Bowl ( 9) en su estudio sobre las Encuestas realizadas por las autoridades locales para la detección de enfermos crónicos y discapacitados informa de tasas que varían entre el 0 , 2 ',/o de la población y el 5()' "/o. Sin que este hecho sirva de excusa en cada caso se tratará de analizar el significado de las diferencias que se encuentren en los resultados comarcales.

(!» M,h (IIm 1

ISru^ti u ; Ilü

RoYN 1. ( )¡,.

il.

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2. LA POBLACION NECESITADA DE APOYO



2.1. LOS MENORES CON PROBLEMAS 2.1.1. ESTRUCTURA DE LA POBLACION DETECTADA Para describir rápidamente , en una primera aproximación, las principales características de los menores con problemas detectados en el trabajo de campo, hemos considerado como variables más importantes la edad, el sexo y la comarca . Al igual que en otros capítulos del estudio, hemos optado por la adopción de la comarcalización implícita en el sistema de cuadrillas, siguiendo para ello las razones teórico - prácticas ya mencionadas En cuanto al sexo y a la edad , las clasificaciones elegidas son las tradicionalmente utilizadas en estudios relativos a menores , distinguiéndose a groso modo -por lo que hace referencia a la edad - tres períodos : la primera infancia - hasta los cuatro ,fos la infancia - hasta los catorce años - y la adolescencia - hasta los dieciocho años--. A continuación , sintetizamos los resultados Huís destacables relativos a estas variables.

1. Estimación de la población afectada Puede estimarse , dando por válida la hip^itesis mas pesimista (1 ), en 91 ,1 los menores alaveses considerados problemáticos por su entorno social respec tivo. Esta cifra representa un 11,()' por ni¡¡ del total de poblador comprendida entre 0 y 18 años en el Territorio Histórico de Alava. A fin de interpretar correctamente esta cifra , debemos tomar previamente en consideración un (1) Esto es, la hipótesis de que los diez casos detectados en pueblos menores che 5()11 habitantes -correspondientes a sólo 2 familias- responden al azar, iendiendose en estas localidades a una prevalencia nula de las problemáticas propias de la infancia y de la juventud. Bajo esta hipótesis, sólo.se computarían los casos efectivamente registrados. Si bien considera mos esta hipótesis como la más verosímil, es probable que implique en la realidad una muy ligera subestimación de los efectivos totales.

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aspecto derivado de la metodología empleada en la recogida de información: lo que caracteriza realmente a los niños y jóvenes detectados es su aspecto globalmente conflictivo más que los elementos puntuales que pueden estar asociados a tal situación. En esa línea, la cifra mencionada adquiere una dimensión más sociológica que estadística: los menores detectados destacan antes que nada por quedar al margen , globalmente y de manera significativa, de los procesos normales de interacción y reproducción social validados en la cultura en que se insertan -lo cual quiere decir, sobre todo, la cultura dominante-, más que por reflejar trastornos o problemas aislados cuantificables. Este aspecto deberá recordarse cuando se hable en apartados posteriores de tenlas cono) el fracaso escolar o la desocupar ion ya que é stos no se abordarán en 1 aiffi4 que ptobleuuts especificas susceptibles de afectar a toda la población, tiioo en t.uilo qne problemas puntuales asociarlos a un colectivo particular de la sor iedad, los menores con problemas. „t rlitnension relativa del porcentaje indicado es de dificil estinu dada la casi total ausencia de estudios comparables a nivel del Estado Espanol. I;n realidad, las estimaciones realizadas a ese nivel carecen de una base nuninrt, limitándose a aproximaciones muy globalizadas (2). Sea como fuere, es preciso señalar que las aproximaciones relativas a la ratio efectiva entre menores institucionalizados y menores realmente necesitados de tutela -las cuales oscilan , sin gran rigor eso sí, entre un 20 y un 33,3 "/u-, coinciden a groso modo con la ratio obtenida en nuestra provincia -213/914, esto es un 23,3 "/(-. En esta relación influyen , sin embargo , numerosos elementos -nivel de renta, oferta de plazas, políticas de institucionalización o de desinstitucionalización , etc....- que hacen inviable saber la incidencia comparativa real del problema . Sólo cabe decir, por lo tanto, que Alava respondería a las cifras a priori esperables, lo cual no deja de ser importante -la tendencia a exagerar las cifras de prevalencia de los problemas es en efecto moneda común.

2. Distribución por comarcas La distribución de los menores detectados por comarcas es la que se muestra en el cuadro 2.1.1. La casi totalidad de los menores residen en la cuadrilla de Vitoria, la cual abarca ella sola el 90,2 "/o del total de población diagnosticada. Las comarcas rurales y semi urbanas -inclusive Ayala- no suponen en conjunto sino mt !),}i "/n del colectivo total, no superando ninguna cuadrilla el 5 "Vn del efectivo global -Ayala solo representa el 3,7 "/) y Salvatierra el 2,1i "/n.

(2) Ilolnvio ;\ nnnrin Iñil;o: "('uanlilicaeiun alnoxinuul ;r (Ie Ios '('(toles nruµin;ulos••. (' ua^l^ rnus INi\S ele :\tiisten^ la N A(riun Smial, numero 1 1, afeo 1981, pagina 1 i, INi\S.

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La población de menores problemáticos parece ser, por lo tanto, una población casi exclusivamente urbana. Esto, al menos, en una primera aproximación. Un análisis más profundo debería revelarnos, no obstante y en primer lugar, si ello es atribuible en exclusiva a la dimensión urbana de la sociedad alavesa y/o a unas mayores tasas de prevalencia de los problemas en las zonas urbanas. En segundo lugar , debería plantearse el tema de si es realmente el factor urbano per se quien determina una mayor propensión al problema.

Cuadro 2.1. 1.-MENORES CON PROBLEMAS POR COMARCA DE RESIDENCIA Comarca de residencia

Total

Salvatierra Zuya

24 (i

Ayala Añana Laguardia Campezo

34 t 12 10

Vo

0,7 3,7

Prevalencia por 11%oo

1,1

0,4

3,0

1,3 1,1

5,(i

TOTAL PROVINCIA

1:1,! ^ 1,8

Zona media - baja Vitoria Zona media alta Vitoria

737 87

TOTAL VITORIA

821

ALAVA

91 t

80,I

19,7 I,s

I:;,; 100

11,6

empezar a dar alguna respuesta a estos interrogantes conrpa raudo la población prohlemalira de las comarcas y en el caso de Vitoria, de las dos grandes zonas que componen la ciudad- con la poblacion total entre y 18 años de cada una de ellas, esto es, analizando las clislintas lasas (le prevalencia del problema . A este nivel, la generalizada desviacion ele las distintas tasas comarcales en relación con el indicador global alaves -clara mente: perceptible al observar el cuadro 2.1.1.- es el elemento a priori mas llamativo. Esta desviación refleja, a nuestro entender , una clara falta de unifor midad en la generación de dificultades - o en la interpretación de la existencia de esas dificultades-, que trasciende en parte cl factor urbano . A primera vista en efecto , si exceptuamos el caso anómalo de la cuadrilla de Campezo (3), la notable diferencia entre la tasa de Vitoria y la correspondiente a las demás cuadrillas en su conjunto -13 ,7 por mil frente a un 4,8 por mil, esto es una (3) La alta tasa de prevalencia existente en esta cuadrilla debe atribuirse a la conjunción de dos factores anómalos : la escasez cuantitativa de población joven en la cuadrilla ^ la presencia de familias conflictivas con numerosos miembros.

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tasa 2,85 veces superior- parece confirmar la influencia del factor urbano en la génesis de los problemas. La realidad, sin embargo, ofrece ciertos matices. De una parte, a nivel de Vitoria las tasas de prevalencia carecen de la más mínima homogeneidad -19,7 por mil en los barrios de clase media-baja y baja; 3,8 por mil en el resto de los barrios, es decir una tasa inferior al indicador general de las cuadrillas no estrictamente urbanas-; de otra parte, a nivel de la provincia, las tasas reflejan a veces mayor prevalencia de problemas en zonas con menor índice de urbanización, así por ejemplo las cuadrillas de Salvatierra -9,7 por mil- o de la Rioja -5,6 por mil-, que las más urbanizadas, tal es el caso de Ayala con una tasa baja de prevalencia -3,2 por mil. A modo (le síntesis, debe señalarse que, efectivamente, el hecho de que un !)O,2 "1 de ntei,ures conllictivos resida en Vitoria es atribuible, no sólo a la MM 10 concenlracion poblacional en la capital, Si¡¡() principalmente a una mayor propensic",n al I,roble,na, aspecto clac se destaca claramente al comparar las lasas vilorianas y las lasas de otras cuadrillas. No obstante, ello no debe atribuirse directamente a la ciudad per se sino a factores ligados a los procesos y condiciones de vida propios de los habitantes de los barrios o pueblos peor dotados de la provincia -a nivel puramente hipotético, la mayor incidencia del paro sin recursos, del alcoholismo, de la incapacidad, etc...- procesos y condiciones que, eso sí, agudizan las situaciones de inadaptación a nivel urbano. Estos factores explican, en primer lugar, por qué los barrios más desfavorecidos de Vitoria alcanzan una tasa de prevalencia de problemas que casi dobla a la general, circunstancia que, unida al factor demográfico, sitúa en dichos barrios a nada menos que el 80,611/o del total de menores alaveses con problemas, hecho que hace de estas zonas el centro del problema, al menos en términos cuantitativos. También explican, en segundo lugar, por qué los problemas son mayores en ciertas áreas semi-urbanas en las que la incidencia de los procesos negativos mencionados es importante -Araya, Salvatierra, Oyón (4)- que en los barrios acomodados de la capital e, incluso, que en ciertas áreas industriales, hasta hace algunos años relativamente prósperas -Amurrio o el mismo l,lodio-. En esas áreas, sin embargo, la incidencia del problema sólo aparece al valorar datos relativos ya que el escaso tamaño poblacional de las cuadrillas afectadas esconde, a nivel cuantitativo, la presencia de trastornos, en especial si tenemos en cuenta la inclusión en el estudio de estas cuadrillas de grupos de población estrictamente rural, entre la que resulta raro detectar -al menos siguiendo la metodología adoptada- casos problemáticos.

3. Distribución por edad La distribución de los menores con problemas según la edad puede ser fácilmente comparada con la estructura general de edad de los alaveses meno(t) A título indicativo puede señalarse (Iue en esas tres localidades la tasa media de prevalencia de Itrohlenris se sitiia en 10,5 Imi n,il.

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res de 18 años, analizando para ello las distintas tasas de prevalencia por edad en relación con la tasa media general (5).

Cuadro 2.1. 2.-MENORES CON PROBLEMAS POR EDAD Edad

0-4 años

Total

°b,

Prevalencia por %o

10-14 años

129 314 230

25,2

TOTAL 0-14 años

673

73 ,6

1 1,1

15-16 años

155 86

17,0

17,1

17 años y más

9 ,4

!),1

TOTAL 14 AÑOS Y MAS

241

26,4

13,2

TOTAL GENERAL

J14

5-) años

14,1 34,3

100

9,3 1

11,6

Siguiendo esta metodología , de acuerdo con los datos del cuadro 2.1.2., puede observarse un gran paralelismo entre las dos estructuras por edades, con muy ligeras excepciones , aunque con separaciones -de carácter positivo 0 negativo- que revelan la existencia de sobrepuntas de problemas a ciertas edades y subpuntas a otras. En base a ello , puede decirse que nos encontramos ante una distribución relativamente clásica en la que resulta más numeroso el grupo en edad escolar - los menores entre 5 y 14 años representan el 59,5,)/o del total -. Si a este grupo le añadimos los menores en edad preescolar -un 14,1'/a del total-, la población detectada entre O y 1,1 años representa cerca de las tres cuartas partes del colectivo total. La otra cuarta parte escaria con^puesla por los jóvenes en edad laboral o pre - laboral -15 17 años. El análisis de las sobrepuntas detectadas en la comparación de las estructuras específicas y general por edades aporta algunos datos meas de interés. En lo que hace referencia a la población mayoritaria, esto es la población preescolar y escolar, es de notar la existencia de unas tasas nuis elevadas de prevalencia entre los 5 y los ') años -13,(i por ni¡¡- que en los períodos 0-4 años y 10-14 años -entre 9,3 y 9,7 por mil respectivamente-. La primera fase de inserción en la red escolar agudizaría aparentemente, por ello, los procesos de inadaptación. La segunda sobrepunta a destacar, esta vez

(5) A estos efectos , una tasa de prevalencia similar a la media representaría el equilibrio absoluto, representando por el contrario grandes desviaciones respecto a esa media desequili brios, de carácter positivo si la tasa es superior a la media , o negativo si la tasa es inferior a la media.

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mucho más marcada ya que se eleva a 17,1 por mil , es la que se observa en el grupo de edad de 15-16 años . En estas edades parece evidente el efecto del paso del período de escolaridad obligatoria a una nueva situación ocupacional, caracterizada por la decisión de proseguir la escolaridad o empezar a insertarse en las redes laborales o pre-laborales . La crisis personal -de identidad y de capacidad - que ello representa para muchos jóvenes incide de manera decisiva en la intensificación de los conflictos . Estos, como veremos, tienen ya -además- una dimensión cualitativa diferente , mucho más intrínseca al propio individuo . La alta tasa observada explica por qué, además, la tasa general de prevalencia de problemas es mayor entre jóvenes de más de 14 años -13,2 por mil- que en menores de esa edad - 1 1,1 por mil. Conil>iu;uulo entre si el grupo de edad - limitado ya esta vez a (los grandes grupos N. la conuur,i de residencia, obtenemos los (latos del cuadro los cuales hacen referencia en exclusiva a tasas de prevalencia.

Cuadro 2 .1.3.-MENORES CON PROBLEMAS POR COMARCA DE RESIDENCIA Y EDAD (PREVALENCIAS %o ) Comarca de residencia

Menores de 14 años

Mayores de 14 años

Total

10,2 2,5 2,0 5,4 18,1

ti,3 0,0 5,3 5,7 4,9 4,5

9,7 4,4 3,2 3,0 5,(i 13,9

4,6

5,3

4,8

Zona media-baja Vitoria Zona media-alta Vitoria

18,7 3,8

23,3 3,9

19,7 3,8

'T'OTAL VITORIA

13,0

15,9

13,7

ALAVA

11,1

13,2

1 1,(i

Salvatierra "Luya Ayala Añana Laguardia

Campezo TOTAL PROVINCIA

6,0

El ya detectado aumento relativo del nivel de problemas en el grupo de mayores de 14 años se repite de nuevo, tanto en lo que hace referencia al conjunto de la población de la cuadrilla de Vitoria como al resto de las cuadrillas consideradas como un todo. Analizando estos aspectos más en profundidad surgen algunas observaciones dignas de mención. En lo relativo a menores de 14 años, las tasas mayores son las de los barrios medio-bajos de Vitoria -18,7 por mil-, Campezo -18,1 por mil- (6) y Salvatierra -10,2 por ((i) Ver Nata 3.

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mil-. El resto de las zonas tienen tasas muy reducidas, casi siempre inferiores en un 50"/o a la media general. A este respecto destaca notablemente la muy reducida tasa de Ayala -2,5 por mil. Introduciéndonos en el caso de los mayores de 14 años, obtenemos resultados relativamente similares ya que Vitoria -zona media-baja- y Salvatierra siguen monopolizando los índices mayores de problemática. Aparece, sin embargo, una diferencia notable, esto es, el aumento de la desproporción en las tasas de prevalencia, casi tres veces mayor en el caso de Vitoria -23,3 por mil frente a 8,3 por mil en Salvatierra-. Esto sugiere la idea de que la agudización de los problemas a partir de los 14 años es sobre todo perceptible en las grandes ciudades, mucho más abiertas a desarrollar grupos con pautas de comportamiento desviadas. Esta situación también parece darse en ciertas zonas semi-urbanas en las que las tasas de los menores de 14 años resultaban muy bajas -Ayala, Llodio y Añana, Nanclares-, si bien en estos casos los indicadores se mantienen muy por debajo de los que se detectan en Vitoria -5,3 por mil en Ayala y. 5,7 por mil en Añana-. Por el contrario, en el caso de La Rioja y Salvatierra, comarcas con tasas más elevadas que las anteriormente mencionadas, no resulta perceptible el cambio, manteniéndose una mayor similitud en los indicadores de los diferentes grupos de edad.

4. Distribución por sexo A priori, muchos factores deberían hacer suponer una prevalencia de los problemas de los menores similar entre hombres y mujeres. En particular, el gran peso proporcional del grupo de menores de 1,1 años -entre el cual se puede sostener la hipótesis del equilibrio intersexual de problemas, dado el carácter generalmente extrínseco, en este período de la vida, de los procesos de marginación-, permitiría dar por supuesta una relativa homogeneidad al respecto. No ocurre así, sin embargo, en la práctica, como muestra el cuadro 2.1.4. La tasa de prevalencia resulta ser claramente superior en el caso de los hombres -13 , 7 por mil frente a 9,4 por mil entre las mujeres -, aspecto que se traduce en una notable sobrerrepresentación estadística del sexo masculino, el cual constituye el 60,7 "/o de la población total afectada.

Cuadro 2.1.4.-MENORES CON PROBLEMAS POR SEXO Sexo

Hombres

Prevalencia

Total

Mujeres

554 360

TOTAL

!) 14

60,7

39,3 100

- 39 -

13,7 9,4 11'(-)


La mencionada sobrerrepresentación masculina se traduce, de acuerdo con los datos del cuadro 2.1.5., en un índice de masculinidad de 153 "/o. Cuadro 2.1. 5.-MENORES CON PROBLEMAS POR SEXO Y EDAD (PREVALENCIA POR Noo ) Indice Masc. total

Prov .

11,1

128

103

131

13,2

270

126

300

11,6

15:3

I09

1110

Hombres

Mujeres

Total

Menores de I I anos

12 , 1

10,0

Mayores de I I años

18,8

7,a

I't) I AI.

1;4,7

!), I

Edad

Vitoria

Cuadro 2.1.Ii. -MENORES CON PROBLEMAS POR COMARCA I)E RESIDENCIA Y SEXO (PREVALENCIA %o) Comarca de residencia

Hombres

Mujeres 9,7 3,6 3,3

Total '),7

Salvatierra Zuva .\y ala Allana Laguardia

9,7 5,2

5,3

1,5 5,4

5,6

Campezo

15,5

12,2

13,9

4,4)

4,7

4,8

Zona media- baja Vitoria Zona media-alta Vitoria

23 ,1 5 ,1

16,2

1 ),7

2,4

3,8

TOTAL VITORIA

16,4

10,8

13,7

AI,AVA

13,7

9,4

11,6

TOTAL PROVINCIA

3,0 4,11

4,4

3,2 3,0

Si tenemos en cuenta la edad, las diferencias destacan palpablemente ya que el mencionado índice pasa nada menos que de 270 "/o entre los mayores de 14 años a 128 "/o entre los menores de dicha edad. Los factores que explican estas variaciones son diversos pero aparecen con nitidez en el cuadro mencionado. En el caso de los mayores de 14 años, dos factores complementarios contribuyen al aumento del índice: de una parte, el aumento de las tasas de prevalencia masculinas -se pasa del 12,1 por mil en menores de 14 años al 18,8 por mil en mayores de 14 años-; de otra, el descenso paralelo de las tasas de prevalencia femenina -10 por mil frente a 7,3 por mil-. Este cambio está, sin duda, ligado a la creciente influencia, conforme aumenta la edad de variables intrínsecas a la persona -retraso intelectual, nivel de inconformismo

- 40 -


activo, etc...- con prevalencia superior en el sexo masculino, y a la paralela pérdida de importancia de las variables extrínsecas, más homogeneizadoras. El cuadro 2.1.6 nos muestra, además de la influencia del factor edad, la influencia de la variable localización. La comparación de los índices de masculinidad nos muestra que es en Vitoria donde se observan los mayores niveles de sobrerrepresentación masculina, en especial en el caso de los mayores de 14 años. La estructura por sexos es, por el contrario, más equilibrada en los pueblos de la provincia. El cuadro 2.1.6, que nos ofrece los datos de prevalencia a nivel de cuadrilla, confirma los aspectos ya mencionados.

2.1.2. PRINCIPALES PROBLEMAS PERSONALES Y SOCIALES DE LOS MENORES La valoración de los principales problemas de los menores estudiados se realiza a continuación tomando como punto de partida la problemática socio-familiar de estos menores, a partir de la cual se estudian la dimensión ocupacional, la presencia de trastornos sociales y de salud asociados, la situación socio-económica y la estructura familiar. La edad y el lugar de residencia se utilizan como variables independientes de análisis. Los resultados más destacables se describen a continuación.

1. Problemas socio - familiares Los cuadros 2.1.7 y }i resumen los principales problemas socio familiares de los menores alaveses. l)estacan tres grandes tipos de situaciones, dos de ellas relacionadas con problemas familiares graves. El principal grupo de problemas detectado podría definirse genéricamente como de desatención familiar, realidad que sufriría un 56,2 "/o de los niños y jóvenes con problemas. 1)entro de este grupo, los niños "orillados" a nivel social y familiar constituirían el problema principal -61,51 "/o de los casos-. Las situaciones graves de desatención -quedarse solo en casa con poca edad, falta de medios personales para la atención de los niños, incluida la pérdida de tutela representarían el segundo problema de importancia -33,3 "/o de los casos-. Por último, se daría un 5,2 "/o de casos de sobreexplotación laboral por parte de los padres. El segundo gran grupo de problemas, por su parte, tendría relación con situaciones de violencia socio-familiar: fugas, malos tratos, discusiones violentas, etc... Estos aspectos afectarían al 13,7 "/o del total de menores problemáticos. Quedaría un resto -un 30,1 ')/o del total de menores-, el cual no sufriría problemas notables a nivel familiar.

- 41 -


Las diferencias en función de la edad reflejan dos aspectos susceptibles de ser mencionados. En primer lugar, un aumento entre los mayores de 14 años de las personas sin problemas socio-familiares notables -39,8 °/n de los casos frente a 26,6 "/o en los menores de dicha edad-, aumento cuyo correlato lógico es un menor nivel de problemas de desatención o violencia familiar; en segundo lugar, sin embargo, se da entre los mayores de 14 años una agudización de ciertos problemas graves, particularmente por lo que hace referencia a los casos de sobre-explotación laboral y, sobre todo, de fugas del domicilio. Por el contrario, las situaciones de malos tratos y de orillamiento familiar resultan más frecuentes en los menores de 14 años.

Cuadro 2 . 1.x. MENORES CON PROBLEMAS SOCIO-FAMILIARES SEGUN LA EDAD Menores 11 años

Mayores 1.1 años

Total

Pl oblenrts "/

"Total

Sin problemas o NC Desatención ( 1) Perdida de tutela

Total

"/u

Total

"Ve

179

26,6

96

39,8

275

30,1

75

20 18 (i1 19

17,0 15,3 51 ,7 1(i,0

95 7(i 316 27

18,5 14,8 61,5 5,2

Sobreexplotación ( 2)

255 8

18,9 11 , 7 64,4 2,0

Falta de atención socio - fam.

396

58 ,9

118

49,()

514

56,2

Violencia interfamiliar (3)

78

20

79,( i 20,4

8

Fugas

19

29, 6 70,4

86 39

68,8 31,2

Crisis familiares graves

98

14,5

27

11,2

125

13,7

Orillamiento socia - familiar

TOTAL

58

100

673

241

100

914

100

(I) IncIuve situaciones lit les cuino quedarse solo en casa con poca edad, recurrir a terceros para atenderle, etc. ('1) Incluye Irrbajo sin tener edad laboral. (3) Incluye malos tratos, discusiones violentas, ele'.

Por lo que hace referencia al factor residencia, lo cierto es que tanto en esta variable como en las que se considerarán en adelante sólo resulta relevante estudiar la situación de la provincia ya que la estructura vitoriana es, inevitablemente, casi similar a la general, dado el porcentaje de afectados con residencia en la capital. Dicho esto, algunos datos son destacables a nivel de los pueblos de la provincia, entre los que podemos señalar un menor número de personas sin problemas familiares -24,411/o, frente a 30,7"1/o en Vitoria- y una mayor incidencia de las situaciones de orillamiento del niño y de sobreexplotación del menor -88,3 "/n del total de casos de falta de atención familiar -18,9n/n frente a 13,1 "/o--. 1?n este último punto, es también destacable una

- 42 -


mayor presencia de casos de malos tratos 88,2 % del total de situaciones familiares graves frente al 65,7 "/o de Vitoria-. Estos resultados reflejan, de alguna manera, una mayor gravedad de los casos detectados en los pueblos, que matiza la existencia en ellos de unas tasas de prevalencia muy inferiores a las vitorianas.

Cuadro 2.1.8.-MENORES CON PROBLEMAS SOCIO-FAMILIARES SEGUN EL LUGAR DE RESIDENCIA Provincia

Vitoria

Total

P ro bl emas Total

%

Total

'%

Total

"lo

22

24,4

253

30,7

275

30,1

2 4

3,9 7,8

93 72

95 76

18,5 14,8

40

78,4

276

316

61,5

5

9,9

22

20,0 15,6 59,6 4,8

27

5,2

Falta atención socio - famil .

51

56,7

463

56,2

514

56,2

Violencia interfamiliar

15

88,2

71

65,7

11,8

37

34,3

86 39

68,8

2

Crisis familiares graves

17

18,9

108

13,1

125

13,7

TOTAL

90

Sin problemas o NC Desatención Pérdida de tutela Orillamiento socio - familiar

Sobreexplotación

Fugas

100

824

100

914

31,2

100

2. Dificultades de tipo ocupacional De los menores con problemas el 4911/o reflejan dificultades de tipo ocupacional, existiendo una clara correlación entre gravedad del problema familiar mayor tendencia a ofrecer una problemática ocupacional. Esto refleja, ante todo, la alta valoración del "status" ocupacional en la definición social de un menor como problemático, aun en ausencia de situaciones socio-familiares desfavorables. En la variable ocupacional, el principal factor de discriminación es el de la edad. En efecto, mientras sólo un 37 "/o de los menores de 14 años refleja problemas ocupacionales, esta cifra sube al 83 "/o en el caso de los mayores de dicha edad, siendo de destacar también la existencia en este colectivo de una correlación de sentido opuesto a la ya mencionada: a mayor problemática familiar, mayor problemática ocupacional. Los principales problemas detectados entre los mayores de 14 años hacen referencia al fracaso escolar -41 "/o del total de adolescentes lo sufren-, el callejeo o pandilleo -35 "/o del total- y al paro -33 "/o del total-. Paro, fracaso escolar y pandilleo se unen así íntimamen-

-43-


te en este colectivo de jóvenes. La incidencia de problemas es mucho menor entre los menores de 14 años, destacando también sin embargo el callejeo -27 "/o de casos- y la desocupación escolar o desescolarización -14 "/o de casos-. Estos graves problemas inciden sobre todo en colectivos en los que los entrevistados no señalan situaciones anómicas intrínsecas.

Cuadro 2.1.9.-MENORES CON PROBLEMAS OCUPACIONALES SEGUN EDAD Y PROBLEMATICA SOCIO-FAMILIAR tiro problemas

n/h

I.alta de atencion

Crisis familiares

1'/,

Problemas orupanonales

Pot :d

total M E N O R E 5

Total

Total

"G.

No constan Si constan

42 58

273 123

10

76

103

31

22

78 22

425 248

37

14. )TAI,

179

100

396

100

98

100

673

100

( 4) (17) ( 5) ( (i)

19 22 1

(19) (22) ( 1)

93 181 45 30

76

Desocupacion laboral Desocupación escolar Callejeo y pandilleo (1) 1 Fracaso escolar v sim. I Institucion especial

-

M A Y O R E S

No constan Sí constan

18 78

19 81

21 97

18 82

1

4

26

96

40 201

17 83

TOTAL

96

100

118

100

27

100

241

1111)

(43) (42) (40)

I!) 36

(1(i)

4

Institucion especial

(20)

23

(31) (51) (19)

20 8 2 -

(74) (30) ( 7) -

8)) 84 100 42

94 181

34 tili

220

57 43

77 48

62 38

449

51 41)

275

100

514

100

125

loo

914

100

Desocupación laboral Desocupación escolar Callejeo y pandilleo 1 Fracaso escolar y sim.

T No constan O Sí constan

76 95

3 1

41 40 38 I I)

74 92 3 1

53 51 41) 24

(42) (53) ( 2) 2)

17 67

20 25

ti))

14 54 Iti

20

20 37 62 24

294

86

100 5

77 31 8 -

465

38 73 18 12

40 42 50 21

(14) (27) ( 7) ( 4)

(33) (35) (41) (17)

T A TOTAL L

(1) Faltas frecuentes a clase, callejeo en edad escolar, pandilleo de carácter pre-delincuente.

Al igual que en lo relativo a problemas familiares, la provincia también destaca por la mayor presencia de problemas ocupacionales entre los menores -76 ')/o de afectados frente a 46 0/ en Vitoria-. Los principales problemas detectados son el fracaso escolar -36 ('/o de casos frente a 14 % en Vitoria- y el callejeo -32 "/o de casos, aunque también 29 0/ de casos en Vitoria-. Los problemas de desocupación laboral son similares en ambas zonas, oscilando alrededor del 10 "/o. Por contra, la desescolarización sólo es notable en Vitoria -11')/o de casos.

- 44 -


Cuadro 2.1. 10.-MENORES CON PROBLEMAS OCUPACIONALES SEGUN LUGAR DE RESIDENCIA Y PROBLEMATICA SOCIO -FAMILIAR Sin problemas o n/c

Falta de atención

Crisis familiares

P ro bl emas ocupac i ona l es Total

P R O V 1 N C I A

V 1 T O R 1 A

x'91

Total

"n

Total

Total

No constan Sí constan

23 77

11 41)

22 78

(i

35

22

21

17

11

65

68

70

TOTAL

22

100

51

10(1

17

LOO

90

100

Desocupación laboral Desocupación escolar Callejeo y pandilleo Fracaso escolar y sim . Institución especial

2 10 7 5

(27) ( 9) (46 ) (32) (23)

1 10 22 12

( 2) (20) (43) (24)

3 -

(I8) (53) (29) -

11) 2 29 34 17

54

100

5

(i

35 12 59 41 29

3 25 .55 30

5 -

27 82 46 -

15

3 43 47 25

(I I ) ( 2) (32) (3(i)

(I9)

No constan Si constan

89 1 64

35 (i5

283 180

(il 31)

71 37

(i(i

34

443 381

TOTAL

253

IOII

463

1()()

108

100

824

1 Desocupación laboral Desocupación escolar Callejeo y pandilleo Fracaso escolar y sim . Institución especial

35 74 125 34 18

(14) (29) (49) (13) ( 7)

18 17 93 58 3(i

( 4) ( 4) (20) (13) ( 8)

17 18 19 1

(I(i)

70 1)1 236 111 55

94 181

34

294 22 0

57 43

77 I8

62 38

46.5)

51

(i(i

449

19

275

100

514

1()()

125)

100

911

lo))

T No constan O Sí constan T A TOTAL.

21 45 76

21 11

IO 1)

52 32 20

46 49 51 a

(17) (I8) ( 1)

46

18 24 62

29 14

91

(11) (29) (14) ( 7)

Un último dato destacable es la fuerte asociación existente entre callejeo -desescolarización- y no señalamiento de algún tipo de problema familiar. En cierto sentido , este dato introduciría un específico grupo problemático: el de los que sufren desatención por parte familiar básicamente a nivel ocupacional -ocio , escuela , trabajo, etc...-. En este caso , sin embargo la desatención trascendería lo meramente familiar y afectaría a otros ámbitos de lo social -la escuela, la empresa , etc...

3. Otros trastornos o problemas asociados Cerca de la mitad de los menores -44,8 "/o- presenta otros trastornos o problemas asociados. Al igual que en lo relativo a los aspectos ocupacionales, los problemas son mayores en los adolescentes con 14 años y más -58,9 ('/o de afectados- que en los más jóvenes -39,7 "/o- de afectados. También en este caso, entre los mayores de 14 años se da una estrecha correlación positiva entre gravedad de la problemática familiar y alta incidencia de trastornos. Dos

- 45 -


son los aspectos más detectados : descuido en la ropa y en la presencia física y presencia de trastornos psíquicos -agresividad , trastorno mental , etc...-. En el caso de los menores de 14 años es también notable la presencia de efectos de malnutrición -22,7 "/, del total de casos-, lo cual no deja de ser especialmente preocupante. El peso de los trastornos psíquicos es especialmente alto entre los mayores de 14 años, asociándose claramente con situaciones familiares graves. Esta realidad revela un alto nivel de agresividad personal en estos grupos familiares. Por el contrario, entre los menores de 14 años, el mayor nivel de problemas, tanto sociales como personales, se asocia claramente , más que a violencia o malos tratos, a la falta de cuidado y atención familiar . En estos casos, las nulas situaciones familiares inciden en un momento importante de los indicadores de malnutrición -37,4 "/o de casos-, trastornos psíquicos -31,1 de casos- y suciedad -62,4 "/o de casos. En términos geográficos, la situación sigue siendo peor en la provincia que en Vitoria -61,1 "/" de casos problemáticos en la provincia frente a 43,0 "/o en Vitoria-. La diferencia es sobre todo digna de mención en la presencia de trastornos psíquicos, mucho más perceptibles a nivel provincial -41,1 "/o del total de menores frente a 19,4l'/o en Vitoria-. Por el contrario, en Vitoria es más palpable la existencia de problemas sociales asociados a la desatención o la miseria -malnutrición, aspecto descuidado, etc.

Cuadro 2.1. 11.-OTROS TRASTORNOS ASOCIADOS A LOS MENORES CON PROBLEMAS SEGUN EDAD Y SITUACION SOCIO -FAMILIAR (%)

Trastornos asociados

Sin problemas sucio - familiares Total

'T'otal menores prob .

"A, grupo

Falta atenciún familiar

Total

% grupo

Crisis familiares graves Total

grupo

Total Total

grupo

9

5,0

253

1i3,1)

5

5,1

267

39,7

; ti 1

2,8 3,4 -

-

153

1,0

254

5,1

129

22,7 37,8 19,2

2

1,1

37,4 ( 12,4 31 ,1 1,0

1 5

( )tras enfermedades

148 247 123 4

-

-

(i

(1 )

Votal mayores prob.

39

411,1)

77

115, 3

26

(6,3

142

58,9

Efectos malnutrición Aspecto sucio o des. Consumo droga y alcoh .

37 18

-

53 -

44,9 -

18 -

-

Intentos suicidio

-

-

-

1

41

26

-

34,8 -

-

3,7 96,3 -

108 18 fié 1

44,8 7,5 0,4 28,2 (1,4

:130

1)4,2

31

21,8

-109

41,8

Electos malnutrición Aspecto sucio o des. Consumo droga y alcoh . Intentos suicidio Otros trast . psíquicos

Otros tris( . psiquicos D tras enfermedades TOTAL

1,(i

1 1

38 , 11 18,8 1,1) 1,0

18

17,5

- 46 -

66,7

1


Cuadro 2.1. 12.-OTROS TRASTORNOS ASOCIADOS A LOS MENORES CON PROBLEMAS SEGUN LUGAR DE RESIDENCIA Y SITUACION FAMILIAR

Trastornos asociados

Sin problemas socio-familiares Total

Grupo

Falta atención familiar Total

Crisis familiares graves

"/,, Grupo

Total

"6, Grupo

Total Total

9o Grupo

Total problemas provincia

14

63,6

28

54,9

13

76,5

55

01,1

Efectos de malnutrición Aspecto sucio y descuid. Consumo droga y alcohol Intentos de suicidio Otros trastornos psíquicos Otras enfermedades

5 7 2 3

22,7 31,8 9,1 13,6

6 10

22 4

11,8 31,4 43,1 7,8

1 1 13 -

5,!) 5,9 76,5 -

11 24 1 37 7

12,2 26,7 1,1 41,1 7,8

Total problemas Vitoria

34

13,4

302

65,2

18

16,7

354

43,0

Efectos de malnutrición Aspecto sucio y descuidado Consumo droga y alcohol Intentos de suicidio

34 -

13,4 -

142 287 -

30,7 62,)) -

18 -

16,7 -

142 33!) -

17,2 41,1 -

Otros trast. psíquicos

-

-

142

30,7

18

16,7

16))

19,4

Otras enfermedades

-

-

-

-

-

-

-

-

TOTAL

48

17,5

330

114,2

31

24,8

409

44,8

4. Problemática socio - económica Se observa con claridad el alto nivel de problemática existente a este nivel ya que el 64,4 0/ de los menores se encuentra con algún problema de este tipo. A diferencia de los trastornos descritos con anterioridad , sin embargo, las dificultades son más claras entre los menores de 14 años que en el resto de menores -75 ,2 % y 33, 5 l'/o de casos respectivamente-. Esto es interesante ya que revela una no asociación directa excesiva entre problemática social y problemática personal a nivel de jóvenes en edad laboral o pre-laboral, en especial si se estudian los casos más graves -en este grupo no consta ninguna problemática de este tipo-. Todo lo contrario ocurre en el caso de los más jóvenes, tal y como veremos. La gravedad de las situaciones de pobreza en la generación de problemas resulta evidente si estudiamos el caso de los niños menores de 14 años. En este caso , se observa que el 52,8 "/o de éstos se encuentra en esta situación, con el agravante de que en dos de cada tres casos la pobreza económica se une a déficits graves relativos a la vivienda. En un sentido amplio, los problemas económicos graves -no exclusivamente pobreza- afectan al 71,5 % de estos niños mientras que los problemas graves de vivienda afectan al 49 ')/o del colectivo . Un último dato a resaltar es la más estrecha vinculación entre pobreza y las situaciones definidas a nivel social como muy graves o, por el

- 47 -


c'11,111111

'.I.I:;. PROBLEMAS SOCIO- ECONOMICOS DE LOS MENORES SEGUN EDAD Y SITUACION SOCIO -FAMILIAR (%) 1'.11)4

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1111 \I

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1),1

!X

x

M'I

I,1.1


contrario, como poco problemáticas . Esto (la lugar a entender ( que la pobreza n) crea, necesariamente , el conflicto familiar o social pero que , cuando I(1 crea, (o agudiza. En el caso de los mayores de 1 1 años, los probienias econonlicos gran (•s "solo" afectan al 34,1 "/n de los jóvenes mientras que los prohlenlas ele i^ ien(la inciden en un 22,911%) de los casos. Puede sostenerse , por ello, la hipotesis (le una menor relación pobreza-conflicto en este grupo, al menos a primera lista. A nivel comarcal , la problemática solo resulta algo mayor en la pro\ in cia que en Vitoria - 72,3 "l(( de afectados frente a 63,7 -. Sin embargo, la gravedad de los problemas es mucho mayor en Vitoria , tanto a nivel estricta( mente económico - 47,3'!4, de casos de pobreza en Vitoria, 2 1,1 "Yo en provincia - como de vivienda -44,1 "/o de casos de déficits graves en Vitoria, 18,9 "/o en la provincia -. Aparte de esto , el dato quizá atas llamativa es lit irnos estrecha relación existente en Vitoria entre pobreza v situaciones familiares muy conflictivas -65,711%) de casos.

5. Familia 5. 1. Estructura familiar Por ultimo algunos aspectos de estructura familiar también (rolen set mencionados. han primer lugar es notable la I,resent 1.1 de 1111 alto porcentaje de familias atípicas, entre los niños y jovenes contlictis os, tal alestigu;In los cuadros 2.1. I5 y 16.

de

ec a g id a

s, dest.1( ,ord(( (calla I:1,'! fanrihas tllgerle \ Ia11r111.1, 11r1 has,((I.IS e11 ('oni(( eta de pie\e1, ('1 relaciones generacionales primarias directas los nle nal e`, de porcentaje de familias atipic:ls es superior culi( 1 1 .n)1 :18,1 ,Al ele casos frente a 26,2111n etl los ui,Is'ores (le 1 1 inllll^en(I(( III I• sta V 8 riacrurl lar r fr ecln•ncia ( I (• h rluilia.s Inallopare nt;d('s ^, v(I(I(' t((d((, de relaciones inhahituales de convivencia en base al parentes( (( I,.1 (apela( ian tilas estrecha entre tipo de familia v problematic,l familiar es 1.1 (lile se (lote( ta l In 35 % (le famili as

este tipo han sido

t

normales glandes grupos: familias ta( ionales 8,2 "/u , familias che "solteros" 8,1

entre familia monoparental v aumento de los indices en especial entre los niños menores de I'1 años 132,:1

de

(Iesatencion Ialnilial,

las situar( i(ms s de desatención, representando este tipo de familias s()lo (•I 22,1 "/'' del talar de familias). de

A nivel regional, la provincia registra también mayor número de situa atribuibles al mas or protag((nisnlu ciones atípicas -44,5 ('/o frente a 31 frente relativo de las familias monoparentales con menor problemática -35,h a 19,8 "/,, en Vitoria-. Es de destacar, sin embargo, que se trata de familias monoparentales "normales", esto es, familias de viudos/as (( separados/as.

4()


Cuadro 2.1.15.-PORCENTAJE DE FAMILIAS ATIPICAS SEGUN EDAD Y SITUACION SOCIO-FAMILIAR DEL MENOR

Familias atípicas

Sin problemas socio- familiares Total

Total menores de 11

°G. Grupo 1,1

2

Falta atención familiar Grupo

Total 230

58,0

Crisis familiares graves

Total

Total

'Yo Grupo

Total

t Grupo

25

25,5

257

38,1

56

8,3 14,1 8,3

Fam. trigeneracional

-

-

14,1

-

Fam. bigeneracional inc Fam. de "soltero" Relaciones inhab. de parentesco (1 )

-

-

0 92 36

-

23,2 9,1

3 20

3,1 2(1,4

95

I,I

46

1I,6

2

2,0

50

7,4

2

5

56

Total mavures de I I

'21

21,9

1,2

35,6

-

-

63

20,2

Fam. trigeneracional

111 2

-

-

-

-

24

20,3

-

-

-

19,8 2,1 -

18

15,3

-

-

19 20 18

7,9 10,8 7,5

-

-

-

-

-

-

-

-

32(1

3.5,0

75 121 74 50

8,2 13,2 8,1 5,5

Fam. bigeneracional inc.

Fam. de "soltero" Relaciones inhab. de parentesco TOTAL

23

8,3

272

53,0

25

20,0

Fam. trigeneracional Fam. bigeneracional inc.

19 2

0,9 0,7

56

116 54

10,9 22,6 10,5

2

0,7

46

!I

3 20 2

2,4 16,0 1,0

Fam, de "soltero"

Relac. inhab. parentesco

(1) Convivencia con otros familiares.

Cuadro 2.1. 16.-PORCENTAJE DE FAMILIAS ATIPICAS SEGUN LUGAR DE RESIDENCIA Y SITUACION SOCIO -FAMILIAR DEL MENOR

Familias atípicas

Sin problemas socio - familiares Total

TOTAL. PROVINCIA

"/o Grupo

Falta atención familiar Total

'9o Grupo

Crisis familiares graves Total

'9o Grupo

Total Total

"/o Grupo

5

22,7

30

5 8,8

5

29,4

40

44,5

Fam. trigeneracional Fam. bigeneracional inc. Fam. de "soltero " Relac. inhab . parentesco

1 2 2

4,5 9,1 !I,1

2 27 1

3,9 52,9 2,()

3 2

17,6 11,8

3 32 5

3,3 35,6 5,(i

TOTAL VITORIA

18

7,1

242

52,3

20

18,5

280

34,0

Fam. trigeneracional Fam. bigeneracional inc. Fam. de "soltero " Relac. inhab . parentesco

18 -

7,1 -

54 89

-

-

45

11,7 19,2 11,7 9,7

20 -

18,5 -

72 89 74 45

8,7 10,8 9,0 5,.5

T( )TAL

23

8,3

272

53,0

25

20,0

320

35,0

Fam. trigeneracional Fam. bigeneracional inc. Fam. de "soltero " Relac. inhab. parentesco

19 2

(i,)

(1,7

56 116 54

0,7

46

3 20 2

2,4 16,0

2

10,9 22,0 10,5 !I,O

75 121 74 50

8,2 13,2 8,1 5,5

54

- 50 -

1,6


5.2. Tamaño familiar La observación del cuadro 2.1.17 nos sugiere también información de interés acerca del tamaño de las familias de los menores. Destaca el elevado porcentaje de familias que, tanto en Vitoria -48,2 "/(y como en la provincia -54,4 superan los seis miembros. De hecho, el tamaño medio de la familia supera claramente las medias normales, al oscilar en torno al 6,11-6,13 en Vitoria y 5,90 en la provincia. La familia del menor con problemas aparece así como atípica, no sólo en relación a su estructura tipo sino también en relación con su tamaño medio.

Cuadro 2.1 .17.-TAMAÑO DE LAS FAMILIA S DE LOS MENORES SEGUN LUGAR DE RESIDENCIA Provincia

Vitoria

Total

T amaño d e l a fami l ia Total

°/i,

O/u Acum.

Total

9n

^^Y Acum.

Total

°Yo

'Vo Acum.

NC 3-5 miembros 6-7 miembros 8 miembros y más

41 35 14

45,6 38,9 15,5

100,0 54,4 15,5

37 390 285 112

4,5 47,3 35,6 13,6

100,0 95,5 48,1 13,6

37 431 320 126

4,1 47,2 35,0 13,7

100,0 95,9 48,7 13,7

TOTAL

90

-

824

-

914

100

x

100 5,90

100 6,13

-

ti, l 1

2.1.3. LA INSTITUCIONALIZACION DE LOS MENORES CON PROBLEMAS _ Resulta claro que uno de los peligros del menor inadaptado es acabar ingresando en una institución. En la práctica, esta posibilidad es un hecho real como veremos a continuación analizando los antecedentes de institucionalización de los menores. En relación con este tema, se analizará también el tipo de institución de ingreso y el motivo del ingreso.

1. Menores con antecedentes de institucionalización Un 48,9 % del total de menores cuenta con antecedentes de institucionalización en Alava, siendo esta cifra mucho más alta en el caso de los tal y como menores de 14 años que en el resto -57 , 4 %o frente a 33,6 muestra el cuadro 2.1.18.

- 51 -


Cuadro 2.1. 18.-ANTECEDENTES DE INSTITUCIONALIZACION DE LOS MENORES SEGUN LA EDAD Y LA SITUACION SOCIO - FAMILIAR Sin problemas socio-familiares Total

"/o

Falta atención familiar Total

179

396

Con antecedentes Sin antecedentes

75 104

237 159

Lolal maynms I-1

96

Total menores 14

('nn ;inlrrrdvnlra

Sin ,inlrrrdrnlrs

11,9 58,1

^ti

I

f( )1 Al,

275

Con antecedentes

112 IIi3

Sin antecedentes

'9n

II,'/

'1'1 l

111,7

281 233

°/n

74 2,1

.17,3 12,7

-.

27

71 51

Total

57,4 42,6

386 297 241

--

si

33,6

11)1)

160

iiii,4

914

125 51,7 115,3

Total

673 75,5 24,5

27

5I 1

59,3

Total 98

59,8 411,2

118 18,!

Crisis familiares graves

59,2 4(1,8

467 447

5 1,1

48, 1

En el caso de estos menores, la correlación positiva entre institucionalización y problemática socio-familiar es evidente, pasando el porcentaje de institucionalizados de 41,9 0/ en familias sin problemas socio- familiares a 75,5 % en familias en situación de grave crisis. En los casos de mayores de 14 años, la correlación no mantiene en absoluto el mismo signo.

Cuadro 2.1 .19.-ANTECEDENTES DE INSTITUCIONALIZACION DE LOS MENORES SEGUN EL LUGAR DE RESIDENCIA Y LA SITUACION SOCIO -FAMILIAR Sin problemas socio- familiares Total TOTAL PROVINCIA

22

Con antecedentes Sin antecedentes

5 17

TOTAL VITORIA

253

Con antecedentes Sin antecedentes

107 146

TOTAL.

275

Con antecedentes Sin antecedentes

112 163

°/n

Falta atención familiar Total

"/o

51 22,7 77,7

31 20

42,3 .57,7

250 213

60,8 39,2

%

3 14

71 37

17,6 82,4

74 51

Total

"/o

39 51

43,3 56,7

824 65,7 34,3

428 396

51,5) 48,1

914

125 54,7 45,3

Total

90

108 54,0 46,0

514 281 233

Total 17

463

40,7 59,3

Crisis familiares graves

59,2 40,8

467 447

51,1 48,9

Valorando el aspecto geográfico, el elemento más sustancial es la mayor tasa de institucionalización de los menores vitorianos -51,9 t"/o frente a 43,3 t"/o

- 52 -


de los de los pueblos-. Unicamente en los casos de desatención evidente -fundamentalmente en menores de 14 años-, parece darse en la provincia un proceso amplio de institucionalización. Este dato contrasta claramente con la imagen de mayor riesgo social del menor residente en los pueblos de la provincia que se ha diseñado en el apartado 2.

2. Tipo de institución de ingreso y el número de años de internamiento Estos dos aspectos están claramente condicionados por los factores de edad y residencia como muestran los cuadros 2.1.20 y 21.

Cuadro 2.1.20.-INSTITUCIONES OCUPADAS POR MENORES CON ANTECEDENTES DE INSTITUCIONALIZACION POR EDAD Y SITUACION SOCIO-FAMILIAR Sin problemas socio - familiares Total

"/" Grupo

Falta atención familiar Total

"/n Grupo

237

Total menores 14

75

Red prov . y mun . (1) Red estatal y Para - estatal (2)

56

74,7

19

25,3

Total mayores 14

37

Red prov. y mun .

18

18,7

14

51,3

Crisis familiares graves

Total

"/n Grupo

7.1

147

02,0

111

371,11

74

8

19,2

311

81,8

Total

°/" Grupo

386

1010

277

71,8

I1)^I

28 2

HI

--

11

Total

-

),

12,1

--

55

07,!1

71

107

Red estatal y Paraestatal

'I'OTAI.

281

112

Red. prov . y ntun . Red estatal y

74

Iiti,1

155

55,2

71

Para - estatal

38

33,4

1211

11,8

1)

Iol)

11)3

G I

-

101

.15,1

(1) Las Nieves , La Paz, Preventorio , Ayuntamiento, ... (2) El Carmen , Oblatas, Nuevo Futuro, ... Número medio de años internamiento institucionalizados actuales: Menores de 1-1 años: 2,51) años; Mavon's de 14 años: 1,45 años.

Se comprueba, en efecto, que la red provincial y municipal se ha especializado en la atención de menores de 14 años, acogiendo al 71,8 "/o del total de internos menores de dicha edad -frente a sólo 32,1 "/o de jóvenes de más de 14 años-. Por otro lado, ha tendido a cubrir la demanda surgida en la provincia -94,9 % del total- en mayor medida que la surgida en Vitoria

- 53 -


-62,1 l)/o del total -. Por el contrario, la red estatal ha concentrado sus esfuerzos en los adolescentes y ha incidido diferencialmente más en la población vitoriana, en especial en problemas relacionados con la falta de atención familiar y la falta de recursos económicos (33,6 tl/o y 50,4 0/u de internos de estas categorías lo han sido en esta red).

Cuadro 2.1. 21.-INSTITUCIONES OCUPADAS POR MENORES CON ANTECEDENTES DE INSTITUCIONALIZACION POR LUGAR DE RESIDENCIA Y SITUACION SOCIO - FAMILIAR Sin pinl,leiiias sucio lanulcues folal

4u t ;nipo

I.il^a alrn(lon familiar

T otal

F( Y VAL PROVINCIA

5

Red prov . e mun .

3

)>)),0

31

Red estatal v Para - estatal

2

40

-

31

TOTAL VITORIA

107

Red prov. v nnm . Red estatal v Paraestatal

71

66,1

3),

33,ti

TOTAL

'Yu t;nipo

oral

"/s lirupo

100

3

100

-

-

-

71

124

49,6

126

50,4

281

Iolal

Total

90

Grupo

a9

:1

250

1 12

l'risis lauuliares graves

37

94,9

2

5,1

428

71

100

-

-

266

>2,1

1112

37,9

467

74

Red prov. y mun. Red estatal v

74

Gti,1

155

55,2

74

100

303

)i4,9

Para estatal

38

33,9

126

44,8

-

-

164

35,1

Numero medio de años de internamiento institucionalizados actuales: Provincia : 3,90; Vitoria: 2,311.

En cuanto al número medio de años de internamiento, éste es mayor entre menores de 4 años -2,59 años frente a 1,95 años- y entre originarios de la provincia -3,90 años frente a 2,30 años-. Esto refleja, en cierta medida, una mayor tendencia a la institucionalización de los usuarios de centros de la red provincial y municipal, tendencia que no parece tener relación directa clara con la necesidad real y que puede perjudicar gravemente a las nuevas generaciones de menores conflictivos.

3. Motivos de ingreso en la institución Los motivos de ingreso en la institución pueden observarse en los cuadros 2.1.22 y 23.

- 54 -


Cuadro 2.1.22.-MOTIVOS DE INGRESO POR EDAD Y SITUACION SOCIO-FAMILIAR Sin problemas socio - familiares

Palla atención familiar

C risis familiar e s graves

total

1,1 Total

Y

Total menores 14

75

Pobreza Desatención

57 -

76,0 -

Malos tratos

-

-

Tutela Comportamiento N/C

18 -

Total mayores 14

37

Pobreza Desatención Malos tratos Tutela

1 36 -

Comportamiento

N/C

100

24,0 100 2,7 97,3

-

I o(al

"Y

237

100

5f

)ti¡]

23,6

74

4,1 95,9

1

-

-

71

51,5

-

17,3

44

100

-

122 18 11

7,6

A,

Fotal 380

-

122 o

9,

11

111,7

-

-

81

-

-

-

-

-

-

2 36 G

4,0 81,8

13,6

15 14,5 18,1 31,0

00 51i 71

100

-

100

100

1

1,2 5

2 72

88,0

0

7, 1

En ellos destacamos varios elementos de importancia. Por lo que hace referencia a menores de 14 años, las principales causas de internamiento están relacionadas de hecho con factores de desatención familiar, incluida la tutela -46,1 11/o de los casos-. Menor importancia cuantitativa -no así cualitativatienen los ingresos por pobreza -15,5 "/o del total de casos, causa básica de

Cuadro 2.1.23.-MOTIVOS DE INGRESO POR LUGAR 1)E RESIDENCIA Y SITUACION SOCIO-FAMILIAR Sin problemas

falla 11101 ion

soc a/ la llll l lali . s

la111iiial

1 ot

it)TAI, PROVINCIA

al 5

100

5

100

Pobreza Desatención

--

Malos tratos Tutela Comportamiento N/C

-

TOTAL VITORIA

107

Pobreza Desatención Malos tratos Tutela Comportamiento N/C

Y

11,1,11

31

V,

(' ns¡% Ianuhall •ti gl:i v l•t

11^I11

1 olal

100

1

IOO

39

1

1(111

8 {

I•'i

-

-

17 II

10(1

2510

53 -

49,5 -

54 -

50,5 -

53 107 54 36

- 55 -

fo^.il

.51.8 35,5 100 21,2 42,8 21,6 14,11

17 -

-

II

71

100

128

71 -

-100 -

-

-

5:3 5:3 71 107 108 :¡ti

"i 100 7(1,5

7,'i 13,(

28 , 2 1031 12,4 12,4 10,0

25,0 25,11 8,11


ingreso en el grupo de personas sin problemas sociofamiliares-, por malos tratos -18,411/o del total- o por trastornos de comportamiento personal -2411A) de casos-. Por el contrario, la causa básica y casi única de ingreso entre mayores de 14 años está relacionada precisamente con este último factor de ingresos por problemas de comportamiento. Si comparamos el caso vitoriano con el del resto de las cuadrillas alavesas, puede observarse un mayor número de ingresos de menores de la provincia atribuibles a pobreza -20,5 "/n frente a 12,4 ')/(r- y a falta de atención, con perdida de tutela o no -' 1,3 "/u frente a 37,1 "/u-. Por el contrario, los ingresos de menores vitorianos son proporcionalmente mayores por problemas de frente a II "/n en los pueblos y de malos tratos I li,l1 "/íl Ilviffi. .1 (PA, en los pus bloc.


2.2. LAS FAMILIAS PROBLEMATICAS En el trabajo de recogida de información, realizado en los distintos pueblos alaveses, fue incluido un epígrafe destinado a obtener una visión global de la problemática del grupo que debe considerarse básico en términos de socialización reproducción social, esto es, la familia (1). Con ello, se pretendía enmarcar y completar los datos de carácter individual que constituían el objetivo central del análisis, con la esperanza de detectar aquellos grupos familiares que "per se" constituyeran un problema social no exclusivamente en tanto que suma de las diversas problemáticas de sus miembros. 1,1 presente capítulo pretende ofrecer una breve descripción de las características v proble mas de estas familias, consideradas en su barrio o en su pueblo como global mente problemáticas o conflictivas.

2.2.1. CARAC'Ii RISTICAS GENERALES 1)1 LAS FAMILIAS PROBLF,MATICAS Y DE SUS COMPONENTES 1. Descripción de las familias Para aproximarnos a la descripción general de las familias problemati cas se ha realizado un análisis de las variables tamaño familiar, clase de familia y lugar de residencia. A continuación, ofrecemos los resultados más destacados de este análisis:

(1) Se adopta aquí la conceptualización de familia utilizada por la Dirección de Estadística del Gobierno Vasco en " Familias y núcleos familiares" , Censo de Población v Vivienda 1981 de la Comunidad Autónoma de Euskadi , tomo ti, pág. XXXV.

- 57 -


1. 1. Estimación de las fámilias p roblemáticas De acuerdo con la hipótesis de trabajo adoptada ( 2), puede inferirse que residen actualmente en Alava unas 793 familias consideradas problemáticas por su entorno social respectivo . Esta cifra supone un 11 por mil del total de familias alavesas , cifra que, si bien puede parecer escasamente importante, tiene una indudable dimensión cualitativa : existe, de hecho, un núcleo marginal de familias con cierta presencia social que, como veremos, plantean un cuadro de trastornos sociales y personales acumulados tal que, inevitablemente, deben constituir un núcleo preferente (le atención en el estudio de las medidas de política social a adoptar por las instituciones.

/. '. /)lchibnr ron /por comarcas La distribución de las Iantilias detectadas por comarcas es la clue viene reflejada en el cuadro 22.I. La peculiar distribución de la población alavesa explica , en parte por sí misma , el que un K i "/o de las familias detectadas se localicen en Vitoria. A pesar de ello , parece claro que existe también una mayor presencia relativa de estas familias en la capital , ya que la prevalencia de estos problemas es doble en Vitoria que en la provincia - 12,6 por mil frente a 6,3 por mil -. No obstante, al igual que ocurría en otros capítulos del estudio (3), esta diferencia oculta dos importantes realidades: la concentración de problemas preferentemente en ciertas á reas de la capital y la trascendencia relativa de la presencia de familias conflictivas en algunas cuadrillas . La observación de las tasas de prevalencia de familias problemáticas en cada área refleja, en efecto y en primer lugar, una mayor presencia de estas familias en los barrios de clase media-baja y baja de Vitoria por mil frente a sólo 7,5 por mil en las zonas de clase media y alta- y, en segundo lugar , tasas altas en las cuadrillas de Salvatierra , Laguardia y Campezo -12,1, 11,3 y 10,2 por mil respectivamente , tasas superiores como venlos a la de los barrios medios y altos de Vitoria y, en general, cercanas a la media alavesa -. Por el contrario, los índices son notablemente inferiores en las comarcas del noroeste alavés, no superándose en estas zonas prevalencias del 4 por mil -Ayala, "huya y Añana-. La división geográfica de Alava en dos grandes zonas parece confirmarse de nuevo, trascendiendo esta división el problema o continuum rural - urbano. Las conclusiones perfiladas en el capítulo sobre menores inadaptados parecen pues ser perfectamente aplicables también en este área. (2) L t hiputesis de trapajo disenada asume los signienles hechos: La influencia del azar en la aparición de familias problema ticas localizadas en pue bloc menores de 1(111 habitantes. La necesidad de aplicar un indice coniun de prevalencia pala el conjunto de ponla clones enlm 100 y 00 habitantes.

(a) \'ci rIpilulo de " Menutes con piohlemas

- 58 -


Cuadro 2.2.1.-FAMILIAS PROBLEMATICAS POR COMARCA DE RESIDENCIA Comarca de residencia

"y„

Total familias

Salvatierra

30

Zuya

Prevalencia %o familias

3,8

12,1

-1,4

3,8 2,9 11,3 10,2

5

3,2

Ayala Añana Laguardia

35 5 33

Campezo

11

4,2 1,4

TOTAL PROVINCIA

119

15,o

6,3

Zona media-baja Vitoria Zona media - alta Vitoria

497 177

62,7

22,3

1(i,(i 7,5

TOTAL VITORIA

674

85,0

12,6

Alava

793

100

11,0

Cuadro 2.2. 2.-FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN TAMAÑO Y COMARCA DE RESIDENCIA . PORCENTAJES HORIZONTALES Y FRECUENCIAS 1-2 miembros .i 5 miembros G 7 miembros 8 y + miembros

'I'o)al

C omarca d e resi d encia Total

"/n

total

12 -1

•11)

II)

.3.3

81)

1

211 -

23

61)

1 I

12

55

)

)

18 7

'111 II 211 27

I, I

t

I8

I'(lEAI. PIUOVINCIA

15

13

61

51

zona media baja Vitoria zona media-alta Vitoria

71

11

148 111)

3)) 02

TOTAL VI'T'ORIA

71

11

258

Alava

843

II

Familias no problemáticas 19.32!)

27

Total

"/o

Salvatierra

3

10

'huya

7

--

Ayala Arana

1aguard111 ('ampeao

-

I

"I'o(a1

%

5

17

I

Total

`,i1

111

11111

5

II)I1

35

100

811

11111

1)

4:4

100

I

!)

II

II)))

2)

1.

!)

II!)

14)II

1)) 38

1:311

7)o

)'1'7

11111

07

177

11111

38

1 `.

:4'2

1.30

1!)

1 71

II)II

322

10

11:1

31

112

18

7014

1011

43.834

01

1.1110

I

72.11/

100

2} 1 1

8

7.833

11

1.3. Tamaño familiar El tamaño familiar de las familias problemáticas constituye la primera de sus características diferenciales . En esa línea, un 49 % del total de estas familias se caracterizan por su tamaño familiar elevado -6 miembros o más-,

- 59 -


no ascendiendo este porcentaje sino a un 12 % entre el conjunto de las familias alavesas. Por el contrario, mientras un 88 % de estas últimas familias tienen un tamaño igual o inferior a cinco miembros, sólo el 51 % de las familias problemáticas se encuentran en esta situación. En definitiva, el tamaño medio de la familia problemática es sustancialmente más elevado que el de una familia normal: 5,42 miembros en el primer caso, 3,68 en el segundo, es decir un tamaño superior en un 55 %. Si tenemos en cuenta la comarca de residencia, podemos señalar ciertas diferencias entre la provincia y Vitoria. Es, en efecto, en Vitoria donde puede observarse el mayor porcentaje de familias mayores de ti miembros -51 "/o frente a ;l;l '/o en los pueblos de la provincia-, aunque también en éstos, como vemos, el porcentaje de lainilias numerosas resulte claramente superior a la media alavesa --12 "/o--. Con la excepción (¡el caso atipico de Añana, puede de hecho señalarse una cierta correlación positiva entre prevalencia de problemas y tamaño familiar. Así destaca la media de componentes de las familias problemáticas de los barrios obreros de Vitoria -6,19- o de las cuadrillas de Campezo -5,30- y Salvátierra -5,30-, claramente superiores al 3,68 del conjunto de familias alavesas.

Cuadro 2.2. 3.-TAMAÑO MEDIO DE LAS FAMILIAS PROBLEMÁTICAS POR COMARCAS Tamaño medio fam. problem. A

Tamaño medio fam. normal. B

Campezo

5,30 4,50 4,11 7,80 4,70 5,30

3,72 3,80 3,85 3,54 3,40 3,39

TOTAL PROVINCIA

4,85

3,71

+ 131

Zona media-baja Vitoria Zona media-alta Vitoria

()"19

4,98

3,67 3,67

+ 169 + 136

TOTAL VITORIA

5,87

3,67

+ 160

Alava

5,72

3,68

+ 155

Comarca de residencia Salvatierra Zuya Ayala Añana Laguardia

Desviación A/B '7 + + + - + + +

142 118 107 220 138 156

Un último dato destacable es que, a pesar de acercarse las medias de los distintos tipos de familia -normales y problemáticas- en ciertas cuadrillas, en todas ellas el tamaño familiar de las familias problemáticas resulta superior al tamaño medio del conjunto de las familias.

- 60 -


1.4. Clase de familia Una característica diferencial de las familias problemáticas estriba en la importancia relativa de las distintas clases que las conforman. El que un 46 ('/() del total de estas familias esté constituido por familias monoparentales o extraparentales y sólo un 54 ('/o por núcleos familiares tipo -matrimonios con o sin hijos, personas solas, etc...- revela una notable discrepancia en relación con la estructura familiar habitual. Si bien es difícil calcular el protagonismo real de las distintas clases de familias en la población alavesa total, dada las distintas definiciones estadísticas utilizadas en los estudios censales, lo cierto es que puede estimarse el porcentaje de familias atípicas detectado en, al menos, de tres a cinco veces superior al de la población normal, lo cual da constancia de la importancia del fenómeno diferencial. El análisis de la distribución por tipos de estas familias atípicas refleja el papel que desempeña el fracaso en la constitución -o en el mantenimiento- de una unidad matrimonial normal. En este sentido, de las 364 familias atípicas detectadas, 293 responden a este concepto, esto es, un 80,5 °/u de los casos. El grupo más importante es el de las familias cuya cabeza de familia es un separado -casi siempre una separada-. Este grupo representa un 18 % del total de familias problemáticas y un 39 % del total de familias atípicas. Le sigue el colectivo denominado "familias de soltero", esto es, familias en las que el cabeza de familia es un soltero, casi siempre de hecho también, al igual que en

Cuadro 2.2.4.-FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN CLASE Y COMARCA DE RESIDENCIA FAMILIAS MONOPARENTALES 1) SIMILARES -_

_

1111,11

C omarca

F, separados

F. viudos

Total

N^I

Total

Ss

F. solteros

Total

Salvatierra Luya Ayala

8

1 .,

10

Añana

-

1'. eolr:l p : ll

°Vs

Total

1111:11

'Vs

Total

1

I

I

1 2.1

I'

°G.

17 00 tV

11111111:111'ti

1 ,i.l

1 ,I.d

/

ti, .. 12

1

I(I

11111

II) 11

IS

100 11111

Illl)

-

2

II)

1

O(I

1

1

(i

2

laguardia

1

2

10

18

-

-

-

1

1

.10

52 1,1

.1.1

Campezo

17 7

62

52

17

18

11(1 (6,3)

100

(.1.0)

278

P)7

101)

T. PROVINCIA

Zona media-baja Vitoria Zona media-alta Vitoria T. VITORIA

ALAVA

18 (11,95)

15

12 (0,63)

10

12

-

53 (0,99)

8

131) (2,43)

19

71 (0,98)

1

142

18

In

(0,li)

(;i,1)

2111

18 28

.55

-

(1;)41)

17

18

131)

53

20 (I,0(i)

73 (1,3(1)

11

93 (1,28)

12

40

83 7

(),8(i)

.58 (0,80)

Entre paréntesis, datos de prevalencia (%o ).

- 61 -

7

ti

I I

1011 1011

17

(4

53

177

100

302 (5,115)

15

372

5.,

071 (12,1i)

100

304 (.5,(13)

40

.51

793 (11,0)

10(1

(6;)5)

129 (5,07)


el caso de los separados, una mujer. Este colectivo representa un 12 % del total y un 25,5 % de las familias atípicas. Relacionado con los grupos anteriores está el grupo denominado "familias extraparentales", en realidad familias en las que están presentes componentes no directamente vinculados a los miembros del núcleo familiar. En la práctica, se trata de hecho de casos en que la madre soltera o separada ha abandonado o ha tenido que deshacerse temporalmente de los hijos. Este grupo supone un 7 "/o del total de familias problemáticas y un 16 "/o del total de familias atípicas. Frente a este conjunto tipológico de familias sin base matrimonial por problemas relacionales entre los cónyuges -reales o potenciales-, las familias sin base matrimonial por problemas de fallecimiento de uno de los cónyuges familias de viudos no suponen sino 71 casos, esto es, un 9 "/o del total de familias problemáticas y 11ii 19,5 "/o (¡el de familias alipicas. Si consideramos el factor localización, destaca un mayor protagonismo porcentual de las familias monoparentales o extraparentales en las cuadrillas de la provincia que en Vitoria -52 "/o frente a 45 "/o-. Esta diferencia debe atribuirse principalmente a un mayor porcentaje de familias de viudos -15 "/o frente a 8 "/"- ya que el resto de las familias atípicas tienen un peso similar -37 %-. Sin embargo, la distribución interna de este último grupo -al que hemos llamado familias sin base matrimonial por problemas relacionales- es muy diferente en Vitoria y en la provincia ya que mientras en la capital es mayor el peso de las familias separadas -19 )/o frente a 10 "/o en la provincia-, en la provincia es mayor el peso de las familias de solteros -17 "/o frente a 11 "/o en Vitoria-. Un dato a destacar con énfasis, sin embargo, es que estos porcentajes hacen referencia a la estructura interna de las familias problemáticas. Si lo que se pretende valorar es la prevalencia real de cada situación en relación con el conjunto poblacional, entonces Vitoria destaca por tener índices superiores a los provinciales en todos los casos. No obstante, mientras estos índices son relativamente similares en relación con algunas clases de familia -de viudos, de solteros o extraparentales-, en otros casos son muy superiores. Así ocurre en el caso de las familias de base matrimonial normal -5,56 por mil casos en Vitoria y 3,3 por mil en la provincia-, y sobre todo, en el de las familias de separados -2,43 por mil en Vitoria y 0,63 por mil en la provincia-. En definitiva, a estos dos grupos cabría pues atribuir la ya considerada mayor prevalencia de familias problemáticas observadas en Vitoria. Cruzando las variables clase y tamaño familiar obtenemos los datos reflejados en el cuadro 2.2.5.

El dato rnás significativo estriba en la diferencia de sentido existente entre familias atípicas y familias normales en cuanto a tamaño familiar. Así, mientras las familias normales tienen un tamaño familiar superior a la media de las familias problemáticas -6,53 miembros frente a 5,72-, todos los tipos de familias mono o extraparentales se encuentran por debajo de esa media . Ello no quiere decir, sin embargo , que tengan un tamaño familiar bajo:

- 62 -


de hecho, con la excepción de las familias de viudos, las demás clases de familias superan claramente el tamaño familiar medio del conjunto de familias alavesas. Cuadro 2.2. 5.-FAMILIAS PROBLEMÁTICAS SEGUN CLASE Y TAMAÑO DE LA FAMILIA FAMILIAS MONOPARENTALES

Tamaño 1-2 m. 3-5 m. 6-7 m. 8 y + M. TOTAL

Fam. viudos

Fam. separad. Fam. solteros

Fam. extrap .

Total

Total

Total

"/o

"/o

Total

Vs

-

-

-

53

91

46

65

8

11

2 98

1 (i9

38

17 -

24 -

24 18

17

54

41 .58

13

1

1

5 -

71

100

142

100

93

100

58

^i

^,I t.

5,32

Total Total

Fam. normales So

Total

Total

'/o

Total

38

48 197

13 54

125

9 29

86 322

41

9 -

100 19

27 fi

143 123

33 29

24:3 142

31 17

100

3(4

100

421)

100

793

100

4,32

6,53

4,75

11

5,72

1.5. Origen étnico de las familias La tercera característica propia de las familias problemáticas tiene que ver con su origen étnico. De acuerdo con los datos del cuadro 2.2.6., contrariamente a lo que cabría esperarse, destaca el hecho de que más de las tres cuartas partes de estas familias -78,2 0/ exactamente- pertenecen a la mayoría cultural en Euskadi. Frente a ésta, las familias gitanas, portuguesas o norafricanas no suponen sino un 21,8 t'/o del total. Cuadro 2 . 2.6.-FAMILIAS PROBLEMÁTICAS: ORIGEN ETNICO DE LA POBLACION FAMILIAS ATIPICAS (1) ORIGEN

Fam. afee .

Mayoría étnica Minorías étnicas

60 2

TOTAL

62

Mayoría étnica Minorías étnicas

266 36

TOTAL

302

Mayoría étnica Minorías étnicas

326 38

TOTAL

364

"/o grupo

96,8 3,2

Pers. afec . 254 (i

grupo

Fam. afee.

97,7 2,3

55 2

1.257 214

85,5 14,5

1.471 89 ,6 10,4

1.511 220

lo grupo

96,5 3,5

57

260 88,1 11,9

FAMILIAS NORMALES

291 81

1.731

346 83

291 23

o grupo

Falo. afee.

°/.. grupo

92,7 7,3

115 4

96,0 :1,1

314 78,2 21,8

372 87,3 12,7

Pers. afee.

1.744 743

119 70,1 29,9

2.487 80,7 19,3

429

1. Incluye todo tipo de familias monoparentales o extraparentales. Tamaño medio familias minorías étnicas: 8,1. Tamaño medio resto de las familias prob.: 5,3.

- 63 -

2.03.5 776 2.801

TU'l'A1.

5 57 117

672 121 793

.545 29

"/o grupo 94,9 5,1

574 82,1) 17,4

674 72,7 27,3

Pers. al(,

3.001 957

75,8 24,2

3.958 84,7 1.5,3

3.546 986 4.532

78,2 21,8


El recalcar estas diferencias tiene el objetivo de eliminar la tendencia a asimilar familias problemáticas y minorías culturales . Esto es cuantitativamente inexacto , aun cuando sea cierto que en términos relativos la prevalencia de problemas sea de 8 a 10 veces superior entre estas últimas familias. La pertenencia a una minoría étnica es, efectivamente , un factor clave en la marginación social de un grupo familiar , pero no es, con mucho , el factor cuantitativo decisivo. Algunos datos complementarios merecen ser comentados en relación con las familias pertenecientes a minorías culturales ya que éstas ofrecen tres características de interés : en primer lugar , una concentración casi absoluta en Vitoria -117 de los 121 casos- y un mayor peso relativo de estas familias en la capital -17,4 "/o del total de familias problemáticas frente al 3,4 % provincial-; en segundo lugar, una mayor tendencia a reflejar estructuras familiares normales - 19,3 "/o del total de las familias problemáticas normales frente a sólo 10,4 "/o del de familias atípicas-, aspecto que quizá ayude a comprender la diferencia de prevalencia de familias problemáticas normales entre Vitoria y la provincia ; en tercer lugar y último, un tamaño familiar medio muy superior, no ya al del conjunto de familias alavesas, sino al del resto de familias problemáticas -8,1 miembros frente a 5,3.

1.6. Condiciones materiales de vida Pero sin duda la característica fundamental de las familias problemáticas radica en sus condiciones materiales de vida. En el cuadro 2.2.7. se analizan estas condiciones de vida, a través de la consideración de la situación económica general y de la vivienda. Se comprueba que un 58,1 "/o de las familias estudiadas se encuentran en una situación de gran precariedad, destacando como problema fundamental el económico -55,4 "/o de familias afectadas frente a 23,5 "/o de familias con problemas de vivienda.-. Los problemas económicos detectados pueden considerarse graves en un 31,2 "/o de familias y muy graves, rozando situaciones de miseria, en nada menos que en 24,3 "/o de las familias. El recurso a terceros se hace en estos casos obligatorio para sobrevivir. La presencia de problemas socio-económicos es mayor en Vitoria que en la provincia ya que éstos afectan al 59,4 "/o de las familias vitorianas y sólo al 51,3 "/o de las familias residentes en los pueblos. Estos problemas están presentes con mayor intensidad cuantitativa en Vitoria tanto en lo relativo a situaciones económicas desfavorables -56,7 "/o de familias afectadas frente a 48,8 "/(y-- como a problemas de vivienda -24,8 "/o de familias con problemas de vivienda frente a 16,8 "/o en la provincia-. No obstante, la gravedad de los problemas socio-económicos resulta mayor entre las familias de la provincia -27,8 "/o de casos de pobreza en la provincia, 23,7 "/o en Vitoria. Valorando la estructura familiar, las situaciones socio-económicas difíciles son más frecuentes entre las familias de estructura típica, alcanzándose en

- 64 -


estos casos porcentajes similares en Vitoria y en la provincia -62,9 %o y 61,4 % de familias afectadas respectivamente-. El nivel de los indicadores baja en el caso de las familias atípicas aunque se mantienen altos, en especial en Vitoria -55 %) de familias afectadas frente a 41,9 "/o en la provincia-. Las situaciones más graves de miseria y pobreza afectan, por su parte, muy particularmente a un colectivo, el de familias normales de la provincia -36,9 %o de casos- y en menor medida al resto de familias -en torno a un 23 ('/o en Vitoria, sin grandes variaciones interfamiliares aunque con una problemática de vivienda mucho más acusada entre las familias normales; 19,3 0/ en las familias atípicas de la provincia. Cuadro 2.2.7.-PROBLEMAS SOCIO -ECONOMICOS DE LAS FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN TIPO DE FAMILIA Y LUGAR DE RESIDENCIA Familias atípicas Problemas socio - económicos

Familias normales

Total

Fam. "/o Gru. Pers. "/o Gru. Fam. "`" Gru. Pers. "/o Gru. Fam. "5 Gru. Pers. "Y, Gru.

PROVINCIA Situación económica dificil Sit. eco . dificil y mala viv . Pobreza Pobreza y mala vivienda Problemas excl. de vivienda TOTAL

9 4 9 3 1

14,5 6,5 14,5 4,8 1,6

28 12 35 15 5

10,8 4,6 13,5 5,8 1,9

11 1 12 9 2

19,3 1,9 21,1 15,8 3,5

72 10 69 56 11

22,1) 3,2 22,0 17,8 3,5

20 5 21 12 3

16,8 4,2 17,7 10,1 2, 5

IOO 22 104 71 lO

17,4 3,8 18,1 12,4 2,8

26

41,1)

95

36,5

35

(i 1,4

218

69,4

61

51,3

313

54,5

51) 36 53 18

19,5 11,1) 17,6 6,0

228 196 356 107

15,5 13,3 24,2 7,3 -

104

28,)) 6,2 4,8 19,1 4,8

633 285 107 712 178

25,4 11,6 1,3 28,6 7,2

103 59

24,2

23 18 71 18

71 89 18

10, 5 13,2 2,7

861 481 463 819 178

21,8 12,2 11,7 20,7 4,5

166

55,0

887

60,3

234

62,9

1 1)15

77,11

400

50, 1

2.802

70,8

68 40 62 21 1

18,7 11,0 17,0 5,8 0,3

256

14,8 12,0 22,6 7,1 0,3

115

26,8 5,(i

25,2 10,5

30 80 20

7,0 18,7 4,7

6,3

503 567 890 191

21,3 11,1 12,5

27,4 (i,8

92 101 21

23,1 8,1 11,6 12,7 2,7

')61

24

705 295 176 768 181)

183

208 391 122 5

192

52,8

982

116,8

26!)

62,7

2.133

76,1

46)

58,)

3.115

VITORIA Situación económica difícil Sit. eco . difícil y mala viv. Pobreza Pobreza y mala vivienda Problemas excl. de vivienda TOTAL

8,1)

TOTAL Situación económica dificil Sit. eco . difícil y mala viv . Pobreza Pobreza y mala vivienda Problemas excl. de vivienda TOTAL

64

19,6

1,3 (i8,7

2. Descripción de los componentes de las familias problemáticas El análisis de los componentes de las familias problemáticas, que completa la visión de la estructura general de las familias, ha tenido en cuenta las variables de edad, residencia, origen étnico y pertenencia a familias con problemas socio-económicos. A continuación, resaltamos los aspectos más sobresalientes detectados.

- 65 -


2. 1. Estirnacion de la poblacion afectada Una de las consecuencias lógicas derivadas del ya considerado alto tamaño familiar de las familias problemáticas es un mayor peso relativo de estas familias en términos de población afectada -17 por mil del total poblacional- que en términos de familias propiamente dichas -11 por mil del total de familias-. Por efecto de la también señalada correlación positiva entre tamaño familiar y mayor prevalencia de problemas, las zonas más afectadas destacan 1)141 Su fuerte prevalencia de personas componentes de familias problemáticas, ,olursaliendo al respecto la zona media baja y baja de Vitoria en que la por Inil del total. Las tasas son también lnenrionad.i I)obLtciun :dc:uv.;t 1111 I ^,_' 1)141 11111 , (:alupezo -15,8 por 11111 .111.1,, siu t•Inli.ttg,), i ,n ti;11\,Ilie11:1 11111 lo1 lentas, 1,1% dil^'renr'ias entre zonas 1.'1,11 11(11 11111 I..tgr1.1Id1.1 dilelem ia, en las 1)1(-Valen( i:IS dle laluilias problerllaticas en gem•I;II, .1 las .t);udi/:111.15 11 111ati/.alas, ,egr11I II), vasos \ 1'11 eualg11ie1 forma 1111ni1nalnenle, 1)141 las Iencl:t, vil el lantano 1111.1114) (lr L1.s familias ploblenlaticas a nivel de 1 uadrilla . No merece por e11o la pena insistir en este tema, aunque si seta;llar que el laman)) familiar bacI• aumentar al 87,1 I'Vo el porcentaje de personas afectadas por 1•I problenui residentes en la capital.

POBI.ACION 1';N FAMILIAS PROBLEMATICAS POR COMARCA I)E RESIDENCIA l'omarca

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82.

l )i.llnhttriun de la fntblacion a/eeiudu se;;111(1 la edad Isla diSlribucion puede observarse en el cuadro 2.2.9. Si bien desarrolla, en lineas )4enerales, una estructura poblacional Sinli lar a la alavesa considerarla en su t onjtlnlo, la población conlponenle de familias pr14blentaliras destaca 1)4)1 ,u nla\ol juventud. /\S1, la poblaeiotl nu•nOI de ?1 ;In4), Ile4:t a leplesrnt;ll 1111 111,1; "o vil di1 bas familias nlir ' nlras en el

- 66 -


conjunto alaves no supone sino un 43,1 11/0 del total. l)or el contrario, la población mayor de 65 años en esas familias resulta mucho menor que en el conjunto -3,2 11/" frente a 8,5 a pesar de ser la tasa de envejecimiento alavesa ya de por sí muy baja. A pesar de darse un mayor porcentaje de adultos entre 25 y 64 años en la población general -48,4 "/n frente a 13,2 11/o en las familias problemáticas -, puede señalarse por último una cierta homogenei dad estructural a ese nivel entre las dos poblaciones. El análisis puede afinarse más analizando tasas generales de prevalencia por edad. De acuerdo con estos datos, destacan mucho más claramente las sobrepuntas relativas perceptibles en el grupo de edad de O a 1-1 años -21,5 por mil- y sobre todo, en el de 15 a 24 años -28,8 por ni¡¡-. En sentido opuesto , la subrepresentación de los demás grupos de edad se hace más acusada ya que la mayor prevalencia observada en otros grupos de edad -I3,!I por mil en el grupo de 40 a 64 años- no sólo es notablemente inferior a la de los grupos jóvenes sino a la propia media general de las familias problemáticas -17 por mil.

Cuadro 2.2 9.-POBLACION EN FAMILIAS PROBLEMATICAS POR COMARCA DE RESIDENCIA Y EDAD 0 1,1 an(1,

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11111

28,8

Estamos así ante un caso de población muy joven -aunque aparente mente afectada por la tendencia general decreciente en la evolucion de la natalidad-. Este aspecto está, sin duda, estrechamente ligado al alto tamaño familiar que ha sido observado en esta población, el cual puede ser traducido por lo tanto en la presencia relativa de un mayor número de hijos en las familias problemáticas.

- 67 -


Profundizando en las diferencias observadas entre los grupos de 0-14 años y 15-24 años y que, provisionalmente han sido atribuidas al descenso de la natalidad, puede observarse que existe una fuerte correlación en la dirección de las tasas de prevalencia de los grupos 0-14 años y 25-39 años y las relativas a los grupos 15-24 años y 40-64 años, grupos que reflejarían la realidad de la estructura padres-hijos habitual. De hecho, en ambos casos, el primer grupo de edad viene a representar cerca de dos veces el segundo. Puede, por ello, sostenerse la hipótesis de que, en realidad no es la natalidad quien explicaría las diferencias registradas sino la mayor prevalencia de problemas en familias con hijos en período adolescente o juvenil. La dinámica conflictiva en la relación intergeneracional, patente a familiares. estas edades, aguidizaria así los Acudiendo a la perspectiva geográfica, pueden señalarse unas líneas estructurales muy similares en las distintas zonas, aunque con un peso mayor del colectivo adulto en la provincia -40,5 "/o de personas entre 15 y 64 años frente a 35,2 "/o en Vitoria- y un peso mayor del colectivo joven en Vitoria -62,5 "/o de menores de 25 años frente a 56,1 "/o en la provincia.

En realidad, estas diferencias pueden atribuirse al menor tamaño familiar de las familias problemáticas de la provincia. Vitoria reflejaría, por ello, con mayor perfección el modelo de población joven descrito anteriormente.

2.3. Influencia del origen étnico y de los problemas socio-económicos Volviendo a los cuadros 2.2.6. y 2.2.7. podemos señalar otros dos elementos poblacionales característicos, asociados al tamaño familiar diferencial de los distintos grupos: el mayor peso relativo de las personas pertenecientes a minorías culturales y a familias problemáticas con problemas socio-económicos que el de las familias respectivas. En el primer caso, el 15,3 "/o del total de familias corresponde a un 21,8 % del total de personas; en el segundo, el 58,1 "/o del total de familias corresponde al 68,7 "/o del total de personas afectadas. Un mayor tamaño familiar se asocia así a la pertenencia a una minoría cultural o a una situación económica o de vivienda desfavorable, aumentando el peso específico real de los grupos familiares afectados.

2.2.2. PROBLEMATICA SOCIAL DE LAS FAMILIAS Los trastornos de tipo social y personal que afectan a las familias problemáticas han sido investigados tanto a nivel familiar global, como a nivel de los componentes de la familia. Como variables independientes , han sido

- 68 -


utilizadas, en el caso de las familias, las variables clase de familia y situación socio-económica, definiéndose cuatro grandes tipos de familias: familias atípicas -es decir monoparentales o extraparentales-, con o sin problemas económicos y de vivienda y familias normales, con o sin problemas económicos y de vivienda. En el caso de los individuos, la variable utilizada ha sido la edad. Como variables dependientes, han sido observadas las situaciones de enfermedad, el paro, la presencia de toxicomanías, la conflictividad de los menores y la existencia de trastornos de comportamiento a nivel intra y/o extrafamiliar. Antes de entrar, sin embargo, en materia, nos ha parecido útil valorar globalmente el impacto de la presencia de problemas a nivel personal, partiendo de la base de que, por definición, todas las familias se caracterizan por tener registrados como necesitados al menos uno de sus miembros.

1. La dimensión global de la necesidad: los individuos afectados 1.1. Estimación de los individuos afectados En el cuadro 2.2.8 puede analizarse el porcentaje de individuos con problemas o necesidad , detectados en el estudio en relación con el conjunto de componentes de las familias problemáticas. Esta cifra asciende, para el total de familias estudiadas , a un 54,6 "/o. Más de la mitad de las personas observadas se encontrarían así en situación de conflicto o necesidad en estas familias problemáticas, cifra más de dos veces superior a la media alcanzada para Alava en su conjunto. Como era de prever, las familias problemáticas se definen pues prioritariamente por tener más problemas y necesidades en su seno.

1.2. Distribución geográfica A nivel regional, parece mantenerse una estrecha asociación entre porcentaje de problemas personales y prevalencias de familias problemáticas. Así, el 62,1 "/o de los miembros de estas familias en la zona obrera y popular de Vitoria se encontrarían en situación de necesidad, posicionándose los porcentajes de Campezo y Salvatierra en 54,2 y 62,3 "/o respectivamente. Con la excepción de Zuya, las demás zonas tendrían porcentajes cercanos o por debajo del 40 "/o, incluida la cuadrilla de Laguardia. Considerando ahora en exclusiva a las personas con problemas, obtendríamos la prevalencia de personas con necesidades sociales reales, miembros de familias problemáticas, sobre el total de residentes en Alava. El índice ascendería globalmente al 9,3 por mil. Más allá de esta media, podrían definirse tres tipos de situaciones a nivel de comarcas o zonas geográficas: - Zonas con tasas de prevalencia muy superiores a la media.

- 69 -


Se incluiría con exclusividad en este grupo a la zona media-baja y baja de Vitoria, la cual prácticamente dobla el índice medio alavés -17,4 por mil frente a 9,3 por mil.

- Zonas con tasas de prevalencia en torno a la media. Se incluiría en esta zona a las cuadrillas orientales alavesas, Campezo y Salvatierra, con unas tasas de prevalencia de 8,6 y 10,7 por mil respectivamente. -Zonas con bajas tasas de prevalencia Eti csle grupo eslarian el resto (le zonas y cuadrillas, alcanzándose en algunas de ellas indices inuv Fajos 1,1 por inil en Ayala, 2,5 por mil en Zuva, Icor 11111 en l:1 zona Inedia y alta de Vitoria . li 2,6 por 11111 en Ana11a caso de I,aguar(li:1 relll•jaria 1111a posicion internu•clia entre los grupos dos V (res, situal1dose su lasa ele Irevalencia en 6,3 por ntil, es decir, cifras casi siempre (los veces superiores a las ele las cuatro zonas mencionadas.

2. La presencia de enfermedades crónicas 2. 1. Estiniacion y caracterislicas de las familias afectadas Cerca de dos tercios de las familias -un 63,9 "/1r- tienen en su seno al menos a un enfermo crónico. Esta cifra es mucho más alta en Vitoria que en la provincia -66,8 "/o frente a 47,9 "/o-, a pesar de que los porcentajes de situaciones graves de dependencia resulten similares en ambas zonas -8,3 y 8,4 % de situaciones de dependencia graves, aunque con mayor gravedad en la provincia al afectar principalmente al cabeza de familia estas realidades de dependencia-. En general, los índices porcentuales por tipo de familia son superiores en Vitoria en todos los casos, salvo en el de familias atípicas con problemas. Un último dato a destacar es la escasez de casos de dependencia grave del cabeza de familia -0,9 "/o de casos, aunque todos ellos detectables en la provinciai,9 % frente a 0,0 "/o en Vitoria. Por tipo de familia, las familias con problemas socio-económicos destacan claramente sobre las demás -83,4 "/o y 79,9 "/o de afectación en las familias atípicas y normales con problemas frente a 36,9 "/o y 43,1 "/o en las familias respectivas sin problemas. Curiosamente, sin embargo, las situaciones más graves son porcentualmente más frecuentes en las familias sin problemas socio económicos -12,:3 y 13,1 "/o de casos de dependencia grave frente a 9,4 y 2,2 "/o en familias con problemas-. En cualquier caso, la asociación situación económica/grave enfermedad resulta un dato claro que completa la percepción de una muy alta prevalencia de situaciones de enfermedad en lodos los grupos familiares estudiados. La enferniedacl sería así un elemento decisivo en la considrraci(nt de una familia como probleniMica.

- 70 -


Cuadro 2.2. 10.-FAMILIAS PROBLEMATICAS CON ENFERMOS A SU CARGO POR TIPO DE FAMILIA Y LUGAR DE RESIDENCIA

S ituación enfermedad

F. atipicas con problemas

F . atípicas sin problemas

F. normales con problemas

Total

Total

Total

"/u g.

'9n g.

>8> g.

F. nonnak's sin problemas Total

^/> g.

Total Vital

PROVINCIA Dependencia grave del cabeza de familia (1)

Dependencia grave de otros miembros

(1

-

2

5,6

-

1

11,4

1

1,ti

7

521

12

2

5,7

411,2

1 14

2,8

Otra situación

38,8

lO

45,8

5

22,7

17

39,5

TOTAL

12

46,2

'17

47,2

22

Ii2,^1

t.

27,3

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17,'1

-

-

-

-

-

-

18 130

10,8 78,3

18 28

13 ,2

Otra situación

20,)

193

82,5

2(1 13

31,2

5(i 3!I1

8,3 58,5

TOTAL.

148

811,1

Ni

:13,8

193

82,5

03

15,7

15(1

lili,8

Depen . grave cab . familia Depen . grave otros miemb . Otra situación

18 112

-

2 19

1,2

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59 111

7,1

71,11

II,) 12,5 30,0

7

!1,4

TOTA1.

00

83;1

13,1

111-,

VITORIA Dependencia grave del cabeza de familia Dependencia grave de otros miembros

-

11,5

TOTAL. 1 2

1,5 (1,7

.12

11,1 21,1

2051

77,;

1 20 18

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:o>»

215

-,v,!1

Ii'I

6:1

(1) Dependencia grave: Dos o mas en codigo de independencia lisi( ¡.

2.2. Prevalencia de las en,f rmedadec: en su conjunto y por tipos de en/erme'/ai/ La importancia de las situaciones de enfermedad puede ser medida ct)n más precisión estudiando las tasas de prevalencia entre la población de las distintas enfermedades. Valoradas en su conjunto, estas alcanzan una tasa de 133 por mil, cifra que resulta cinco veces superior a las eslinulciunes (lne suelen hacerse para la población general. La poblaci(1 de las familias pi-()1e máticas sería, pues, una población muy particularmenle tocada por la enferme dad. Por grupos de edad, las prevalencias tienden a aumentar con la edad, produciéndose sin embargo un corte brutal a partir de los 40 años, alcanzando la cronicidad al 34 % de las personas entre 40 y (i4 años y al 52,4 I'/I1 de los mayores de dicha edad. No obstante, uno de los datos más graves estriba en los muy altos niveles detectados entre la población infantil y juvenil. Que un 5,2 ('/o de los niños menores de 14 años y un 7,1 °/o de los situados entre 15 y 24 años se encuentren aquejados de enfermedades crónicas debe ser, sin duda, motivo de reflexión sobre el estado de salud de este colectivo.

Por tipos de enfermedad, las deficiencias físicas constituyen el núcleo principal, afectando al 65 por mil del conjunto poblacional en estudio. Estas

- 71 -


enfermedades inciden , sin embargo , casi exclusivamente en los grupos de más de 40 años , alcanzando proporcionalmente niveles muy elevados en el colectivo de 40 a 64 años. La débil diferencia ahí observable entre este colectivo y el hace suponer una de mayores de 65 años -23,5 "/o de casos frente a 27 , 2 aspecto que puede edad , de grupo sobrepresencia de estos problemas en este consumo niveles de altos con los explicarse -como veremos - relacionándolo -39,0 0/o viscerales de alcohol detectados en esas edades. Las deficiencias casos % de ligadas en gran medida al alcoholismo , tal y como atestigua el 18,3 de cirrosis -, las afecciones cardio- respiratorias - 18 II/(>--, las deficiencias del aparato locomotor -39 "/(Y-- y las deficiencias mixtas de órganos viscerales y del aparato locomotor - 7,5 "/o- constituyen los cuatro grandes tipos de deficiencias físicas detectados entre la población en estudio.

Cuadro 2.2. 1 1.-POBLACION AFECTADA POR ENFERMEDADES CRONICAS PERTENECIENTES A FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN TIPO DE DEFICIENCIA Y EDAD 15-24 años

0-14 años

40-64 años

25-39 años

65 y + años

Total

Tipo de deficiencia

Total

/o

Total

"/"

Total

"/"

Total

"/o

Total

"/o

Total

Deficiencia fisica Deficiencia mental Enfermedad mental Deficiencia sensorial

20 23 19 19

1,3 1,5 1,2 1,2

1 70 3 18

0,8 5,6 0,2 1,4

8 22 20 -

1,3 3,5 3,2 -

226 1 117 19

23,5 0,1 12,2 2,0

40 37 -

27,2 25,2 -

295 116 196 56

6,5 2,6 4,3 1,2

Total personas afectadas

80

5,2

90

7,1

31

4,9

326

34;0

77

52,4

604

13,3

"/"

Cuadro 2.2. 12.-TIPOS DE AFECCIONES DETECTADAS ENTRE LA POBLACION ENFERMA Deficiencias físicas Afecciones cardio-respiratorias Cirrosis Otras relacionadas con órganos internos Def físicas estrictas Mixtas físicas y órganos internos Otras

18,0 18,3 20,7 34,2 7,5 1,4

Deficiencias sensoriales

"/o grupo

Auditivas Visuales Del lenguaje

Deficiencias mentales

"/o grupo

96,4 1,8 1,8

Borderlina Ligero Moderado Grave

Enfermedades mentales Trastornos psicóticos Trastornos neuróticos viol. Otros trastornos neuróticos Desviaciones sexuales Convulsiones

- 72 -

% grupo

81,9 17,2 0,1)

"/o grupo 11,7 24,5 42,4 2,0 111,4


Las enfermedades de tipo mental, a veces difíciles de discernir claramente en su tipología, afectan por su parte, y en conjunto, al 69 por mil de la población estudiada, distinguiéndose una prevalencia de 26 por mil de casos de deficiencia mental y de 43 "/o de casos de enfermedad mental estricta. Mientras la deficiencia mental parece incidir sobre todo en los grupos de edad de menos de 39 años, alcanzando en ellos cotas inusuales entre el 15 y el 56 por mil, la enfermedad mental empieza a alcanzar niveles elevados a partir de los 25 años y, sobre todo, de los 40 años -122 por mil entre 40 y 64 años y 252 por mil en los mayores de 65 años-. La tipología de estas enfermedades refleja, en el caso de la deficiencia mental, una fuerte presencia de trastornos de tipo ligero -81,9 % del total de casos-, mientras, en el ámbito de la enfermedad mental, se ofrece un cuadro más complejo. Destaca, al respecto, el 42,4 "/o de casos de trastornos neuróticos no violentos, de 24,5 "/o de trastornos neuróticos violentos y el 11,7 "/o de casos de psicosis. De cualquier manera, la prevalencia de deficiencias y trastornos mentales debe considerarse como extraordinariamente alto e inusual.

Por último, las tasas de prevalencia de deficiencias sensoriales (12 por mil) resultan mucho más cercanas a las habituales en la población general, si bien el que afecten principalmente a los grupos de edad más jóvenes hace suponer la existencia de una cierta sobrerrepresentación en estos grupos de edad.

3. La incidencia de las toxicomanías 3. 1. Estimación y características de las familias afectadas La incidencia del consumo de drogas y alcohol es otro de los hechos destacables en las familias problemáticas , 43,3 "/o de las cuales se encuentran afectadas por el problema , sin que a este nivel puedan destacarse diferencias notables entre Vitoria y la provincia. De nuevo, sin embargo, la gravedad de las situaciones parece ser mayor en la provincia ya que en 35,3 "/o de los casos es uno o ambos cónyuges quienes están afectados, frente al 25 "/o de Vitoria. En general suele ser uno de los cónyuges el que tiene el problema -21 ,4 "/o del total de familias-, aunque de hecho en 5,2 "/o de los casos el problema afecta a los dos cónyuges . A diferencia de lo anterior , en Vitoria suelen ser más frecuentes otras situaciones de consumo de drogas y/o alcohol -18,3 "/o frente a 7,6 "/o-, en general problemas de consumo entre hijos u otros familiares. Por tipos de familias , aún siendo el problema grave en todos los grupos ya que el nivel más bajo de afectación es del 15,4 %, los mayores porcentajes de incidencia afectan a las familias de estructura normal , con o sin problemas, aunque de hecho pueda observarse un mayor porcentaje entre las primeras -62,1 "/o frente a 46 , 9 "/o-. La presencia de toxicomanías constituiría , por ello,

- 73 -


en estas familias uno de los principales elementos disarmónicos. En los demás grupos, el porcentaje más elevado -35,6 "/i)- se detecta entre las familias atípicas con problemas en Vitoria. Debe señalarse además que, en las familias atípicas, la presencia de una problemática socio-económica también parece incidir en una mayor incidencia del consumo de drogas o alcohol. Este debe destacarse ya que la presencia de la problemática socio-económica no sólo afecta en un aumento del consumo sino también en la gravedad de éste -47,6 "/o de casos de consumo entre los cónyuges en familias normales con problemas frente a 24,4 "/o en las familias sin problemas; 20,8 "/o de casos en las familias atípicas con problemas frente a 2,4 "/o en las familias atípicas sin problemas.

Cuadro 2.2.13.-FAMILIAS PROBLEMATICAS AFECTADAS POR PROBLEMAS DE TOXICOMANIA , SEGUN TIPO DE FAMILIA Y LUGAR DE RESIDENCIA

Situación de afección

F. atipicas con problemas

F. atipicas sin problemas

Total

Total

F. normales con problemas Total

"66

F . normales sin problemas Total

%

Total Total

"/o

Provincia Cabeza de familia y esp. Otras en que aparece afectado el cabeza de familia o esposa Otros casos TOTAL

1

3,9

2

5,6

1

2,9

1

4,6

5

4,2

3 -

11,5 -

2 ti

5,6 16,7

19 3

54,3 8,(6

13 -

59,1 -

37 9

31,1 7,6

4

15,4

10

27,9

23

(i5,8

14

63,7

51

42,9

-

-

-

-

36

15,4

-

-

36

5,3

3(i

23

21,7 13,9

28

211,(1

72 36

30,8 15,4

25 36

18,1 44,2

133 123

19,7 18,3

59

35,6

28

20,6

144

61,(i

Vitoria Cabeza de familia y esp. Otras que afecten al cabeza de familia o esposa O(ros casos TOTAL Cabeza de familia N esp.

(i1

44,2

292

43,3

1

0,5

2

1,2

37

13,8

1

0,(i

41

5,2

3!)

Otras que afecten al cabeza de familia o esposa Otros casos

23

20,3 12,))

2 34

1,2 19,8

91 39

33,8 14,5

38 36

23,8 22,5

170 132

21,4 16,7

TOTAL

63

32,8

38

22,2

167

62,1

75

46,9

343

43,3

3.2. Tipo de toxicomanías La población toxicómana constituye el 9,09 % del total de miembros de familias problemáticas, cifra muy elevada en comparación con los datos obtenidos para el conjunto poblacional. Por tipos de consumo, existiría un 8,08 11/1) de

- 74 -


consumidores habituales de alcohol, un 1,48 "/o de consumidores habituales de drogas blandas y 1,21 "/o de consumidores de drogas duras. Usando esta variable, puede destacarse la muy elevada cifra de consumidores de 40 a 64 años -26,7 % del total de población afectada-, cifra que contrasta con el escaso nivel de consumo de los mayores de 65 años -1,4 "/o-. En estos grupos de edad, la única fórmula de consumo es el alcohol. Por el contrario, en los grupos de edad de 15 a 39 años ya es posible detectar el consumo de otras drogas. En estos grupos, aún sin llegar a los extremos señalados para el colectivo de 40 a 64 años, el nivel de consumo debe ser considerado alto y muy preocupante, en especial entre los jóvenes de 15 a 24 años -8,49 % de consumidores frente a 6,96 "/o entre 25 y 39 años-. En este grupo de edad, el consumo de drogas duras es elevadísimo, afectando al 4,29 % de la población, cifra muy cercana al consumo de alcohol -4,84 %-. El consumo habitual de drogas blandas también resulta alto -3,81 % de la población- confirmando la peligrosa situación del colectivo. En el grupo de 25 a 39 años, el nivel de consumo resulta menor, destacando sobre todo el uso de alcohol -6,96 mezclado con el consumo de drogas blandas -3,01 ('/o- o, en casos puntuales -0,16 "/o-. Un último dato preocupante es el 1,96 ('/o de casos de consumo habitual y ostensible de alcohol entre menores de 14 años.

Cuadro 2.2.14.-POBLACION TOXICOMANA PERTENECIENTE A FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN TIPO DE TOXICOMANIA Y EDAD 0-14 años

15-24 años

2 5-39 años

.10 - G-1 años

lis y + años

"Total

Toxicomanía Total

"/(,

Consumo de alcohol Consumo drogas blandas Consumo drogas duras

3 -

1,% -

Afectados

3

I,!)ti

"/n

Total

"ls

Total

7a

Total

7o

Total

°/..

1i1 48 54

1,84 3,81 1,29

44

ti,!)(,

3,111 (),1(i

251, -

21i,(i7 -

2 -

1,30

111 1

36i 67

8,08 1,18

-

.55

1,21

107

8,49

11

11,116

~)Si

26,(17

2

I,:16

112

!!,0!)

Total

3.3. Situación ocupacional de los afectados Un dato interesante consiste en analizar la situación ocupacional de la población toxicómana. De acuerdo con los datos del cuadro 2.2.15, podemos distinguir la situación existente en base a la edad de los toxicómanos. Empezando por los mayores de 25 años, observamos que un 72,2 "/o de éstos se encuentran en activo, 19,5 % se dedican a sus labores y un 8,3 ')/o se encuentran incapacitados. El dato de mayor interés estriba en la valoración de la situación de los activos,

- 75 -


comprobándose que de 100 activos mayores de 25 años toxicómanos sólo un 41,3 "/o realiza un trabajo normal, dedicándose otro 25,2 "/o a trabajos marginales y quedando el 33,5 "/o restante en situación de paro. Esta realidad es mucho más grave, no obstante, en el colectivo de menores de 25 años ya que, por un lado, el nivel de actividad alcanza un 97,3 "/o -sólo existe un 2,7 %o de estudiantes- y, por otro, sólo un 1,9 "/o de los activos está realizando un trabajo normal. El resto o bien realiza trabajos marginales -35,5 "/o del total- o bien, y sobre todo, está simplemente en paro -62,6 "/o del total-. Si valoramos la baja tasa de escolarización, podemos concluir que la desocupación constituye el modo principal de vida de los jóvenes toxicómanos pertenecientes a familias problemáticas. El caldo de cultivo para la delincuencia y la continuación de los procesos de consuelo ilegal alcanzan por ello unas condiciones objetivas difícilinenle igualables en estos jOvenes alre(Iedor de 105 casos.

Cuadro 2. 2.1 5.-TOXICOMANOS EN FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN EDAD Y SITUACION OCUPACIONAL 25)

años

25 años y más

Total

Situacion ocupacional

Total

grupo

°a'

"Total

"io grupo

"h,

Total

V grupo

'lo

ACTIV( )S Trabajo normal Trabajo marginal Paro TOTAL ACTIVOS

2 38 )i7

107

1,9 35,5 62,0

100

1,8 34 ,0 00;)

97,3

9(1 55 73 218

41,3 25 ,2 33,5 10 0

29 , 8

92

18,2 24,2

93 141 )

72,2

325

28 ,3 28,6 43,1 100

22,3 22,0 34,0

78,1)

INACTIVOS Sus labores

-

-

59

19,5

51)

Incapacitado o jubilado

-

-

25

8,3

25

-

-

3

100

412

Estudiante

3

TO'T'AL INACTIVOS

a

T

OT

AL

1111

2,7 2,7 100

84

27,8

302

87

14,3 (i,1 0,7 21,1 100

4. El paro 4. 1. Estimación y características de las familias afectadas En el apartado anterior, el paro aparece como la realidad vivida por buena parte de los toxicómanos pertenecientes a familias problemáticas. Esta realidad hiriente trasciende, sin embargo, los límites de la toxicomanía y afecta de hecho a dos de cada tres familias problemáticas -64,7 "/o del total de familias, tal y coleo puede verse en el cuadro 2.2.16.

- 76 -


A diferencia de las variables de enfermedad y toxicomanías, las realidades de paro son más frecuentes en Vitoria que en la provincia -66,2 /,, de en especial por lo que hace referencia a los familias afectadas frente a 56, 3 problemas más graves -34,3 "/o de familias con el cabeza de familia en paro frente a 21 %o en la provincia-. Por tipos de familia , las situaciones de paro son particularmente acusadas en el caso de las familias con problemas socio económicos -91 , 9 "/o de familias normales y 7 1,9l'A de familias atípicas afectadas-. En estos dos grupos se concentran de hecho los problemas graves de paro entre el cabeza de familia -58,4 ('/o de familias afectadas entre las familias normales, 50,5 "/o entre las familias atípicas -. Por el contrario, entre las familias sin problemas socio - económicos , los altos porcentajes de presencia de realidades de paro -alrededor de 40 "/o de familias afectadas - están, prácticamente en exclusiva, relacionadas con situaciones de paro de otros miembros de la familia, hijos principalmente.

4.2. Caracterúticas de los individuos afectados A nivel de individuos , el paro alcanza al 22,8 "/o del total de población. Esta cifra adquiere su dimensión real si estimamos la tasa de paro realmente existente entre la población . Adoptando la hipótesis de una tasa alta de Cuadro 2.2.16.-FAMILIAS PROBLEMATICAS CON PARADOS A CARGO POR TIPO DE FAMILIA Y LUGAR DE RESIDENCIA

Situación de paro

F. atipicas con problemas Total

grupo

F. atípica: sin problemas Total

grur

F _ normales con problemas

F . normaltsin problemc-

To al

Total

grupo

ropo

T tal

Total

n p

PROVINCIA Sólo cabeza de fam . Cabeza de familia otros miembros Otros miembros TOTAL

I I

2

7.7

(i

:S

23,1 19,2

2 21

58,;

13

50,O

23

63.'^

^.r

17,1 25,7

7

-

14

I.t;

42

I l.h

VITORIA Sólo cabeza de fam . Cabeza de familia c otros miembros Otros miembros

TOTAL TOTAL. Solo cabeza de fam . Cabeza de familia s

-

-

-

>;

22,7

-

53.6 21,7

4.

-

NO

36

33,1

KI

341, 11 34,4

i3

3 i,i

17>t 21

125

75,3

15

;33,1

LLS

15,3

i1

:341, 1

111,

2

1,0

-

-

t,2

2:1,1

-

-

4

15)

-

-

I'42

R !)

otros miembros Otnu miembros

49,5 21,1

2

1.2

-41

I1,

3ri,4

'Si

35,4 33,E

4144

It)TAL

1 fi

71,1)

t^41

4).'

.17

11,11

i"

- 77 -

I .

21..1 l.'

!.'

^4


1>odemos coincidir en calcular la mencionada lasa de paro actividad - 1(1 de la población activa, cifra que por sí sola revela la en torno a 11n los activos pertenecientes a familias problemáticas. de ocupacional realidad Si el paro es una evidente realidad en todo el colectivo activo -el porcentaje de parados no baja del 15 "/0 del conjunto poblacional total en ningún caso-, éste es mucho más patente entre los jóvenes entre 15 v 24 años, ¡ tlcan^,íucinse en ese grupo de edad un porcentaje de 5 1,5 "/n de paro sobre la poblar ion total. Aun manteui ( ndos ( ntuv alto, el nivel baja a '? U,(1'/ en el 1;11141 de 2 . 1 :i!t ,111)45 N ;t I S , t+ "ií (n el grupo (le 10 a ti) anos. \'•d)41ando 1•I 11ISel d1 1 54( 111 n( 1.1 l,1bo1,11, puede dv(itse (1111• eI 10,' d1• lib., 4,IIado, 1,1154 .111 a( 1u.11menl ( 511 4111114-1 empleo 451.1b14, drslat ando al 1454(( 10 110 •,4414 el g:1,1 "^, d4 joven(s 111(11)4145 d4 '.^ 1 anos (• 11 esa sil11a( ion sine quo esta t.,tlidad I(pt4s4nla p,na I)4s lanlbl^ 11 I1)•, 4(11( lrnlaj45 411 (01110 ,11 :lll .111)45 1 In .154(( lo de 1111 (145 es valotcn (.I peso de Ios 4a1.1dos r11,1vo14s de (1114' podlt,tnlo5 dert)4minal como paladas (structtira l(s , est() 4s, pIrsona5 11114 Est( grup)4 5114)411( 11n 2,1 "/n de la poblaci ó n total v 1111 no buscan empleo 9,:1 "/(1 del (oh '(tivo de parados, d4slacando por su tendencia a crecer conformo a11nt(nla la edad . Asi, en el colectivo (1e mayores de 10 años, este grupo 1441(54111,1 el (I4- la pobla(i ot1 total v el 36,11 "A del total de parados. FA palo pa1(c( c)4nv4ttir54 asI (n una forma 4sp4cilica de vida.

orupuriounl por <irupos dc c•dud R(sulta inler(sanl4 prolun ( Iii.,1r en algunos aspectos d4 la sit11acinII o( 114,1 iollal I41 grande s gt up)4s de (dad de Ios pararlos perlrn((i4nl4s a 1.1n11Ii,1s 41411)1ent,ti(,as. ;\s1, en 41 cuadro 2 .2.I8 portentos estudiar la sit11acion uI) ion,tl 1ca1 del (ol((tivo. 1 •n .-(2,1 ',' (I( Ios pma (lo5 (le Ios mt'nores de 25 años y un de los nlavor(5 de Osa edad - no hac('n absolutamente nada. Oteo 1 I,!1 "/11 se de(li(a a trabajos de caracter marginal, incluido el ser\ irlo (l1 1, ttt4slico, )4 a trabajos (v4n(u;d4s o eSporadico% (1114 Sólo p(rntit(n oblen4l pe(111eno5 ingresos. I•;n 451( grupo) es mayor (1 porc4nlaj4 de ntayor(s 114 '.^.^ anos alh•cl,(los lill,li frente a :1 I,K "61.-. r4114j;utdo la funcion de s11pe1\15en( 1.1 (I4 este ligo de actuaciones. Sol() un 2'!4i de los parados --exclusi5,11nente nI(nor4s de '2.-) años- ayuda o trabaja 411 casa. Una situaei(on similar se da con Ios 1111(• s4 dedican a (Risillas d4 I^rttttaci(1tt 1111 :1'7"/1 ) del lolal d4 parados, rs(Insi^ant4nle 111( natos (I4 ,111)45 I':s1)4 (5, canto \'414111)45, patri (11.11 mente dtant.Iti(o poi (nanl)4 la o1(II.1 lab)4t,l (1114 obI( (n estos pata(lu5 4s 11111\ Iin111,d.1 N es( asat11enl( (11.11i1i(arla.

78 -


4.4. Nivel de cualificación de los parados El nivel de cualificación de los parados pertenecientes a familias problemáticas puede estudiarse en el cuadro 2.2.19. Empezando por el colectivo de menores de 25 años, podemos señalar que sólo un 4,9 "/o posee una experiencia laboral estable, adquirida toda ella en trabajos de peonaje. El resto de la población carece de experiencia alguna pero también de cualificación técnica específica: así 48,9 ')/o de los parados carecen de estudios primarios, otro 45,4 "/i sólo dispone del certificado de estudios

Cuadro 2.2.18.-SITUACION OCUPACIONAL REAL DEL COLECTIVO DE PARADOS EN F AMILIA S PROBLEMATICAS POR EDAD 15-24 años

+ 25 años

Total

SITUACION Total No hace nada Hace cursillos o similares

Trabajos esporádicos o eventuales Trabajos marginales incluido servicio doméstico Ayuda o trabaja en casa

n/o

430 38 107

57,3

154

20,5

21

2,8

750

TOTAL

Total

"/o

112

39,4

5,1

-

-

14,3

75 97

100

-

284

Total

°/u

52,4

26,4

542 38 182

34,2

251

24,3

-

21

2,0

100

1.031

3,7

17,6

100

Cuadro 2.2.19.-NIVEL CULTURAL OCUPACIONAL DEL COLECTIVO DE PARADOS EN FAMILIAS PROBLEMATICAS 15-24 años

Total

+ 25 años

Nivel Total

No

Total

n/u

Total

SIN EXPERIENCIA LABORAL ESTABLE No tiene estudios primarios Estudios primarios completos

367 337

48,9 44,9

4 1 5 -

0,5 0,1 0,7 -

-

36 -

4,9 -

166 20

FP, BUP incompletos FP, BUP completos Estudios medios o sup . incompletos Estudios medios o sup . completos

59

39

-

-

11,2 36,4 0,4 0,1 0,5 -

58,5 7,0

202 20

19,5 1,9

20,8 13,7

426 376

4 1 5

CON EXPERIENCIA LABORAL ESTABLE Peonaje Obreros cualificados.

750

TOTAL

- 79 -

100

284

100

1.034

100


primarios y sólo un 0,8 "/o dispone de estudios secundarios completos. Nadie de estos parados tiene unos estudios superiores completos. Esta realidad se reproduce para los mayores de 25 años, aunque en este caso un 65,5 "/o del colectivo haya tenido una experiencia laboral mínimamente estable. Esta experiencia se ha reducido, en un 89,3 "/o de los casos, a trabajos de peonaje y sólo en un 19,7 "/o de los casos a trabajos de obrero especializado. Del 35,5 "/o que crecen de experiencia laboral estable, sólo un 38,6 "/o tienen certificado de estudios primarios, careciendo el resto de cualquier tipo de estudios.

5. La presencia de menores con problemas 5. 1. Estimación y características de las familias afectadas El estudio de la variable " menores con problemas" inicia el análisis de las situaciones desviadas en la relación intra y extrafamiliar de los miembros de las familias problemáticas . En tanto en cuanto dicha variable resulta un indicador útil de anomía familiar, puede considerarse como muy elevada la proporción de familias afectadas por el problema -31,3 "/o del total-. Considerando en conjunto las variables de localización y clase de familia , los porcentajes más altos de incidencia afectan a las familias normales con problemas socio-económicos y a las familias atípicas sin problemas afincadas en Vitoria -55,6 y 46,3 "/o de casos respectivamente -. Porcentajes altos pueden observarse también entre las familias con problemas socioeconómicos de la provincia, atípicas o no -38,8 "/o y 25,7 "/o respectivamente -. Curiosamente , sin embargo, en las familias atípicas de Vitoria con problemas socio - económicos, el porcentaje de problemas resulta mucho más bajo -10,8 La única explicación plausible puede encontrarse en el papel que dentro de este grupo juegan las familias de separados , entre los cuales es posible que pueda darse un menor nivel de conflictividad interfamiliar . De cualquier manera, debe señalarse que en todos los tipos de familia, ya sea en Vitoria o en la provincia, los porcentajes detectados resultan muy superiores al que cabría observar en el conjunto de las familias alavesas -alrededor de un 1 "/o.

5.2. Prevalencia del problema y situaciones conflictivas de origen Las últimas consideraciones realizadas en el párrafo anterior se confirman al valorar el peso que representan los menores inadaptados residentes en familias problemáticas -548 personas- sobre el total de menores problemáticos detectados en el conjunto de Alava -914 personas-. La cifra asciende a un

- 80 -


60 0/u. Se comprueba así la terrible desproporción existente en el hecho de que una colectividad que no representa sino a un 1,7 % de la población total albergue en su seno al 60 "/o del total de menores considerados problemáticos en toda la provincia. Las cifras hablan por sí mismas.

Cuadro 2.2. 20.-FAMILIAS PROBLEMATICAS CON MENORES INADAPTADOS SEGUN TIPO DE FAMILIA Y LUGAR DE RESIDENCIA

Lugar de residencia

F. atípicas con problemas

F_ atípicas sin problemas

Total

Total

8

PROVINCIA

"/u grupo

30,8

F. normales con problemas

' 9n grupo

1

grupo

Total

2,8

F. normales sin problemas Total

"tu grupo

9

25,7

1

4,6

Total Total

Su grupo

19

1ti,))

VITORIA

18

10,8

63

46,3

130

5.5,6

18

13,0

229

34,0

TOTAL

26

13,5

61

37,2

139

51,7

1))

11,9

248

31,3

Cuadros 2.2.21 y 21 bis.-MENORES CON PROBLEMAS PERTENECIENTES A FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN TIPO DE PROBLEMA Y EDAD 0-14 años

15-17 años

Total

P ro bl ema No consta problema familiar Desatención Violencia familiar TOTAL

"/o

Total

"/o

5^1 .51

1:1,5 13,5

10,7 11,7

5,0

37

9,3

207 227 111

26,3

145

36,3

518

28,3

Total

%

153 173

10,0 11,3

77 -403

Total

5,9

NOTA: Se utiliza la categorización que aparece en la sección de menores.

Problemas de desatención

Problemas de violencia

"/o grupo

'% grupo

Falta de medios personales para cuidar Quedarse sólo con poca edad

Orillamiento Sobre explotación laboral padres Otras;

43 , 6 36, 6 62,6 12,3 17,6

Malos tratos Fugas

- 81 -

83,8 16,2


Los 548 menores mencionados representan, por su parte, al 28,3 "/o del total de menores en familias problemáticas. La prevalencia de este tipo de problemas resulta así extraordinaria en estas familias, reflejando su profunda estructura disfuncional. Por edad, el porcentaje de afectados resulta mayor en el colectivo de 15 a 17 años que en el de menores de esa edad -36,3 % de casos frente a 26,3 "/o-. Esta diferencia parece en parte atribuible al aumento pero sobre de los procesos de desatención familiar -13,5 "/o frente a 11,3 violencia familiar, las cuales tienden a todo al aumento de las situaciones de doblar prácticamente su incidencia en la adolescencia -de 5 "/o antes de los 14 años a 9,3 "/o después-. Analizando más detenidamente las situaciones internas conflictivas, pueden destacarse, dentro de los procesos de desatención, las situaciones de orillamientu -62,69/o de los casos de desatención-, la falta de medios para cuidar de los hijos -13,6 "/o-, el abandono de los hijos en casa con poca edad -36,69/o- o procesos de sobreexplotación laboral por parte de los padres -12,2 "/o.

6. Los trastornos en el comportamiento intra y extrafamiliar . Los malos tratos y la delincuencia

6. 1. Trastornos en el comportamiento intra-familiar

La aplicación de las variables de desatención , sobreexplotación o malos tratos al conjunto de las relaciones familiares , y no sólo a la relación padreshijos, revela un panorama aún más sombrío ; un 71 "/o de las familias problemáticas se incluirían en este grupo de trastornos sociales. Este 71 "/o se distribuiría en 33,1) "/o de casos de grave desatención o crisis relacional entre los padres o entre éstos y los hijos, 32, 9 "/o de casos de malos tratos -20 , 9 %r afectando tanto al cónyuge como a los hijos y 4,2 "/o de familias afectadas por problemas de abuso económico del padre hacia la mujer y/o los hijos. La importancia del problema aparece más palpablemente si consideramos el hecho de que en todos los grupos de familias y en las dos zonas en estudio -Vitoria y la provincia- al menos el 4011/o de las familias refleja situaciones de crisis o violencia. Pero de hecho, salvo en ciertos casos especiales, lo cierto es que de 50 a 95 % de las familias -según los grupos- se encuentran en esa situación. A ese respecto, destacan la mayor prevalencia de problemas de Vitoria -71,9(1/o de familias afectadas a 65,51)/o en la provincia- y de las familias normales, en especial con problemas socio-económicos asociados -84,1 "/o y 73,2 "/o de casos problemáticos-. Las familias atípicas sin problemas económi-

-82-


cos también reflejan situaciones críticas -79,7 ('/o de familias afectadas -, mientras que sólo las familias atípicas con problemas -quizá por las razones señaladas en otros apartados - se mantienen por debajo del 50 t'/o de familias afectadas por el problema. Valorando sólo los casos de malos tratos, los porcentajes resultan mucho más similares , oscilando entre el 25 y el 40 0/ de las familias

Cuadro 2.2.22.-TRASTORNOS EN EL COMPORTAMIENTO INTERFAMILIAR POR FAMILIAS, TIPOS Y LUGAR DE RESIDENCIA

Tipo de trastorno

F. atípicas con problemas Total

"/o grupo

F. atípicas sin problemas Total

"/o grupo

F. normales con problemas Total

"/.. grupo

F. normales sin problemas Total

"/o grupo

Total Total

15 grupo

PROVINCIA Malos tratos tratos a mujer e hijos Malos tratos a mujer o hijos Desatención o mala relación con mujer y/o hijos Sobreexplotación o desatención económica hacia mujer o hijos TOTAL

1

3,8

3

11,5

4

15,4

-

8

22,9

5

22,7

14

11,8

9

25,0

6

17,1

5

22,7

23

19,3

11

30,6

t6

45,7

2

9,1

33

27,7

3

11,5

-

-

3

8,(i

2

9,1

8

6,7

11

42,2

20

55,6

33

94,3

I4

63,6

78

65,5

18

10 ,8

-

-

18

7,7

15

11

81

12,))

3 (i

21,7

36

26,5

71

3)1,3

-

-

143

21,2

18

19,8

81

39 ,6

99

42,3

:18

27,5

23ti

35,0

-

-

-

-

5

2,1

20

14,5

25

3,7

72

43,3

117

86,1

193

82,1

103

71,(i

485

71,9

19

9,9

-

-

26

9,7

50

31,3

95

12,0

39

20 ,3

45

26,2

77

28,6

5

3,1

166

20,9

22

11,5

92

53,5

115

42,8

40

25,0

261)

33,1)

8

3,0

22

13,8

33

4,2

137

79,7

226

84,1

117

73,2

563

71,0

VITORIA Malos tratos a mujer e hijos Malos tratos a mujer o hijos Desatención o mala relación con mujer y/o hijos Sobreexplotación o desatención econ. hacia mujer o hijos TOTAL TOTAL Malos tratos a mujer e hijos Malos tratos a mujer o hijos Desatención o mala relación con mujer y/o hijos Sobreexplotación o desatención económica hacia mujer o hijos TOTAL

3

1,(i

83

43,3

- 83 -


afectadas (4). Algunos últimos aspectos a tener en cuenta resultan ser el alto índice de familias con problemas económicos interfamiliares entre el grupo de familias normales sin problemas socio-económicos -13,8 % de casos- pero, sobre todo, la consideración teórica del papel negativo que en la generación de los problemas desempeña el cabeza de familia, en general un hombre.

6.2. Trastornos en el comportamiento extrafamiliar Si las situaciones de crisis intrafamiliar definen a las familias problemáticas quizá con mayor perfección que cualquier otra variable , lo cierto es que, como puede verse en el cuadro 2.2.23, no son los únicos motivos de tensión en la relación social de los componentes de las familias problemáticas.

En este sentido , un 45 "/o de las familias desarrollan formas de relación extrafamiliares desviadas , destacando al respecto el 34,9 "/o de familias asociadas a las redes de prostitución , delincuencia o tráfico de droga . Si bien este fenómeno también está presente en la provincia -y dentro de ésta, en casi todos los grupos familiares -, alcanzando al 5,9 % de las familias problemáticas, lo cierto es que el fenómeno de la delincuencia es sobre todo palpable en Vitoria, ciudad en que afecta al 40,1 % del total de familias problemáticas. Estos comportamientos están muy ampliamente difundidos en todos los grupos familiares -en todos los casos afectan a más del 20 % de las familiaspero, a igualdad de situación , afectan más a familias normales que a familias atípicas y, dentro de éstas, a familias con problemas socio - económios que a familias sin problemas . Se pasa por ello del 20,6 % de las familias atípicas sin problemas al 57,3 Yo de las familias normales con problemas económicos, pasando por el 31,9 % de las familias atípicas con problemas económicos y el 39,9 "/o de afectación de las familias normales sin problemas. Es de notar el fondo de agresividad social asociado al problema de la delincuencia . En la provincia, donde lógicamente resulta socialmente más difícil emprender una vida social de tipo delictivo , el fondo social que está en la base del conflicto se traduce en un alto índice de agresividad en la relación extrafamiliar -22,7 % de casos de este tipo-, mientras que en Vitoria éste se canaliza directamente hacia el conflicto radical o delincuencia . Tal vez es, sin duda, la explicación del menor índice de relaciones agresivas exclusivas detectado en Vitoria -7,9 %i-. Aún así , la ciudad sí parece aumentar los niveles de agresividad y conflicto social tal y como parece deducirse del menor porcentaje de familias con problemas extrafamiliares detectado en la provincia -28,6 frente a 48 % en Vitoria. (4) Debe señalarse que, en algunos casos -especialmente los relativos a familias atipicas- la información hace referencia a situaciones directamente anteriores o, incluso relacionadas, con los procesos de ruptura matrimonial.

- 84 -


Cuadro 2.2.23.-TRASTORNOS EN EL COMPORTAMIENTO EXTRAF AMILIAR POR FAMILIAS, TIPO Y LUGAR DE RESIDENCIA

Tipo de trastorno

F. atípicas con problemas

F. atipicas sin problemas

F . normales con problemas

F. normales sin problemas

Total

Total

"/o grupo

Total

"/o grupo

Total

-

-

2

9,1

7

5,})

"/o grupo

"/o grupo

Total Total

/o grupo

PROVINCIA Comportamiento delictivo (delincuencia y/o prost .) Otras formas de violencia social (1)

1

3,8

4

11,1

4

15,4

5

13,9

7

20,1)

11

511,0

27

22,7

TOTAL

5

19,2

!)

25,11

7

20,0

13

59,1

34

28,0

53

31,9

28

20,6

134

57,3

55

39,9

270

4)),1

-

-

-

-

53

22,6

-

-

53

7,9

.53

31;)

28

20,6

187

79,9

55

39;)

323

48,11

.54

28,1

32

I8,)>

134

4!),8

57

35,1,

277

34,!)

4

2 ,1

5

2,9

6))

22,3

II

6/)

811

10,I

58

30,2

37

21,5

194

72,1

08

12,5

357

15,0

VITORIA Comportamiento delictivo (delincuencia y/o prost .) Otras formas de violencia social TOTAL

TOTAL Comportamiento delictivo (delincuencia y/o prost .) Otras formas de violencia social TOTAL

(1) Incluye principalmente graves situaciones de agresividad social en las relaciones extralamili:ot"s.

Relación entre trastornos intra y extrafamiliares Analizando la relación entre trastornos intra y extrafamiliares, obtenemos los datos del cuadro 2.2.24. De su análisis puede deducirse que cuando más grave es la situación intrafamiliar de una familia, mayor propensión existe a desarrollar pautas desviadas de relación extrafamiliar, en general, y pautas delictivas, muy en particular. A ese nivel, la asociación entre malos tratos familiares y delincuencia es especialmente patente. Sin embargo, debe decirse también que la presencia de malos tratos no implica siempre la aparición de pautas delictivas, ni siquiera la aparición de problemas extrafamiliares . En un sentido contrario, trastornos extrafamiliares también pueden aparecer sin problemas intrafamiliares previos.

- 85 -


Otro dato a señalar es que las familias en situación más grave de crisis social -malos tratos en casa y vivencia de situaciones delictivas- constituyen ni más ni menos que un 16,8 "/o del total de familias problemáticas.

Cuadro 2.2 .24.-RELACION ENTRE TRASTORNOS INTRA Y EXTRAFAMILIARES Trastornos extrafamiliares Trastornos intraf.uniliares

Delictivos (1) total

Otros

Total

'¡-(,(al

/o G.

Total

"/o G.

133

45,2 I(i,8*

35

11,9 -1,1*

168

57,1 21,2*

Otros

82

30,5 10,3*

25

9,3 3,2*

107

39,8 13,5*

N/C

62

27,0 7,8*

20

8,7 2,5*

82

35,7 10,3*

277

34,9 34,9*

80

10,1 10,1*

357

45,0 45,0*

Malos tratos (2)

TOTAL

(1) Incluye los comportamientos delictivos definidos en el cuadro 2.2.23. (2) Incluye los trastornos definidos en el cuadro 2.2.22 como malos tratos y/o sobreexplotación o desatención económica. (*) Prevalencia sobre el total de familias, considerado en su conjunto.

Toxicomanía y trastornos en el comportamiento familiar Los cuadros 2.2.25 y 26 nos orientan sobre otra relación de interés, la relación entre toxicomanía y trastornos intra y extrafamiliares.

Cuadro 2.2.25.-RELACION ENTRE TOXICOMANIAS Y MALOS TRATOS (% TOTAL FAMILIAS CON PROBLEMAS INTERFAMILIARES) Situación cabeza de familia Cabeza toxicómano Cabeza no toxicómano

TOTAL

"/o malos tratos 54,8 45,2

1 OO

"/o otros problemas 36,4

63,6 100

- 86 -

Familias afectadas 253 310 5(),; t

44,9 55,1


A ese nivel, si bien evidentemente la relación resulta muy compleja y no unidireccional, parece claro que la presencia de consumo de drogas y alcohol en la familia se asocia, a igualdad de situaciones, con una mayor gravedad de los problemas intra y extrafamiliares -malos tratos, delincuencia, etc...-. Esta relación es más acusada en lo que se refiere al binomio toxicomaníadelincuencia, lo cual es probable deba atribuirse al problema de tráfico y consumo de drogas -61,7 "/o de los procesos delictivos están correlacionados con la presencia de consumo ostensible de drogas o alcohol en la familia.

Cuadro 2.2 .26.-RELACION ENTRE TOXICOMANIAS Y COMPORTAMIENTOS DELICTIVOS (% TOTAL FAMILIAS CON PROBLEMAS EXTRAFAMILIARES) Presencia toxicomanías en la familia SI NO TOTAL

Comportamiento delictivo

Otros comportamientos asociales

Familias afectadas

43,8 56,3

209 148

62,8 37,2

100

100

58,5 41,5

357

A pesar de lo dicho, debe insistirse en que lo mencionado no implica que el consumo de drogas en general , cree necesariamente problemas familiares y sociales. Así, el 55,1 "/o de las familias afectadas en su seno por problemas intrafamiliares tienen un cabeza de familia no alcohólico y el 41,5 "/o de las familias con problemas extrafamiliares no parece tener problema alguno de toxicomanías en su seno. Simplemente cabe decir que en las familias con problemas de toxicomanías tienden a agudizarse los problemas cuando éstos aparecen si bien éstos también aparecen -y con fuerza- por otras causas, no debiéndose atribuir por ello directamente el origen de los problemas a circunstancias personales tales como el alcoholismo o la drogadicción.

Medio-ambiente vital de los menores La consideración de la importancia de los problemas intra y extrafamiliares en las familias problemáticas nos ha llevado a la elaboración del cuadro 2.2.27 para analizar el medio-ambiente vital de los menores miembros de familias en tanto que indicador del riesgo social que éstos viven. El cuadro anterior describe tres posibles situaciones en cuanto al medio ambiente familiar -situaciones muy graves, caracterizadas por la presencia de situaciones sociales , delictivas y/o de malos tratos a miembros de la familia; situaciones graves, definidas como realidades de desatención, y situaciones

- 87 -


familiares normales-. Estas situaciones se han cruzado con las variables de edad y de caracterización de los menores, en términos positivos o negativos, como problemáticos . Las conclusiones que pueden extraerse de la observación del cuadro resultan llamativas: sólo un 19,39/o de los menores en familias problemáticas viven en medios familiares normalizados ; otro 33,2 "/o padece situaciones graves de desatención y, por último , el 47,5 "/o restante vive ambientes familiares terriblemente degradados - 13,4 "/o de los menores en familias delincuentes que abusan de los malos tratos, 16,1 "/o en familias delincuentes ron otros problemas intrafamiliares ; 12,8 "/o en familias no delincuentes pero que practican malos tratos a la esposa y/o hijos y por último , 5,29/o en situaciones similares a la anterior pero asocia d as a problemas extrafamiliares d( a};Iesi\ idad social . I,as siluaciouls lilas de); radadas p:u-ecen ser mucho Iras o111u111s (• 11111 los };lupas (Il adolesc11111s mayores (le I) anos, ya que estos las sufren 111 1111 (i:i,.t I'/o de los rasos "salo" 13,6 "/o (le casos entre los menores de de sus dicha (.dad, los (halls, sin 1iihargo, sufren Inri de la 1rlul1 ('s (r).

11ero lo 11 as llihnativo, \ quita lo Iras tragico, que una gran parte de los menores que viven estas condiciones difíciles de existencia no han sido, signif cativamente , considerados como problemáticos . Así, de los 92() menores vivien-

C'uadro 2.2 .27.-MENORES PERTENECIENTES A FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN EDAD, CARACTER PROBLEMATICO Y AMBIENTE SOCIO - FAMILIAR (1) Menores de 11 años I'ruhlenlalico' fatal \IIpI111'1111'

1'\II.Ili1111111.11

11111.11.1111111:11

\I111111'llll'

(11'111 11\ 11

.11111\11

(lo,

1'\(1;11;1 I111I I;Ir

11

;

(1111h11'lllas

.1111 h11'llll'

\Illhn'1111'

1'\"al; lllllllarl's

11111;It.

abuso

111(r;I1a1111lial

(11'

11

\

!11

11 ;1111

\

h idos

11

IIITAI, SI1t]A1'Il)NES MI1Y GRAVES 11111Illalll (llar

d1'sall'llr ll nl

plohll'nr.l, r\11.ILunlhan's

1111\I SI111A('111NIS GRAVES

(5)

11,11

I!I

1,7

11

.11,2

total

77

6,8

IIIK

1 I,I)

'120

14,5

2:))

IS,II

1,9

76

1,11

(54

12,(1

IV 111

o

667

13,11

5'23

41.1

523

.11,1

(5

11,11

I3)'

12,0

179

11,1

(58

13,2

1.`14

(9,1

(1,5

(2,3

(9,2

365

32,3

27

sin

I.IX

KbS1'(1 III': Si 11lAl'l(INI'S I (1 I A 1

A+R "ls

111a¡

bato, sin problemas e\(ratamiliares

\Illhll'1111'

"s

5'

111;1111\

;Ihll\ll

II

Total

1'1111

n"a, alool iones intraLunilia I (IIII\

1 PIal

;\

A

1'

111x1

dl ` I ll 111'11

No problenlaticos

I6,1 103

11111

177 1.1:411

21,5 1110

.1))

111 21

III 1.53:4

2'',.1 1(1)1

I'n1111.1 111.11 saIS1. (.11 1.1 1) ,1x11, 11)11 I,1 1`(Ia(I, de la (14'Sit1l•n (' iOl1 a 11),, 111x111~ Irat()s:'

- 88 -


Mavnu ti de

I'roblematic,is

Ambiente extrafamiliar delictivo e intrafamiliar de abuso y/o mal trato Ambiente extrafamiliar delictivo con otras situaciones intrafamiliares

1 I

Nn pn^blemau^u,

total

anuti

Iu)al

t'

(

#I)"'i

focal

1111.11

11rl.Il

Total c

{i

II)

1.1,1

72

28,2

!)I

22,1i

,1)

II,l

18

12,4

55

21,)i

Ti

I8•i

12

11

-

25

9,8 01

16,0

218

12,8

25:1

G3,,1

1)'2O

17,6

Otros problemas extrafamiliares y ambiente intral. abuso y/o malos tratos

-

Ambiente intralamiliar de abuso y/o mal trato, sin problemas extrafamil.

36

21,8

28

1 I,I)

73

SU,3

180

70,0

71

II),))

17

18,1

TOTAL SITUACIONES MUY GRAVES

Ambiente intrafamiliar desatención con o sin problemas extrafamiliares TOTAL SITUACIONES GRAVES RESTO DE SITUACIONES TOTAL.

21)

71

11),))

17

18,1

GO

1

0,7

'28

11,0

1

1,5

100

25.5

100

36

1 18

29, .5

1i1I

,2

1 18

21),5

1,11

U,2

21)

7,1

400

100

:172 1,93I

111,2 101

Categorización realizada de acuerdo con los cuadros '5.2.22, 2.1 y 24.

do situaciones familiares muy graves sólo 252, un 27,4 °/o, han sido recogidos como problemáticos , mientras que, de los 641 menores viviendo situaciones graves, sorprendentemente quedaban recogidos como problemáticos 229, esto es, 35,7 "/o. A ello cabe añadir el 18 "/o de casos problemáticos detectados en familias sin problemas internos graves para concluir (lile, muy probablenlente, la problemática del menor en Alava es mucho mas grave y acusada que I(t reflejado en el capítulo correspondiente . De hecho, poclenlos afirmar en base a los datos anteriores quc, por un menor considerado probleliLitR o, existen al menos otros dos Inés en grave situació n de riesgo por vivir en Lintilias legra dadas o que no atienden bien a los hijos.

ó.3. Analisis de la población delincuente El análisis de la población delincuente debe constituir nuestro libo) objetivo en este largo apartado dedicado a los trastornos de comportantirntn social . En el cuadro 2.2.28 vienen recogidos algunos datos al respecto. Un 9 "/o del total de componentes de las familias problemáticas parecen dedicarse a actividades delictivas , 65,6 "/" de los cuales directamente a través de actividades como robos , atracos, tráfico de droga, etc ., y el 34,4 "/n restantes a través de la inserción en el mundo de la prostitución . Ello representa en el primer caso un 5,9 "/o del total poblacional y, en el segundo, un 3,1 "/o. Las cifras son , como puede comprobarse , sustancialmente altas y, por ello, de nuevo preocupantes.

- 89 -


Por edad, el grupo más 25-39 años - 19,1 % del total , importancia de la prostitución también son altas en los grupos - 13,6 "/o-, destacando en estos

afectado aunque en este de edad casos la

por las actividades delictivas es el de en gran medida ello se deba a la colectivo-. Las cifras de implicados de 15-24 años -10 ,9 %r y 40- 64 años importancia de la delincuencia pura.

La alta tasa de delincuentes puros entre 15 y 24 años -9,5 %,- no deja de ser alarmante, reflejando un aumento en relación con las generaciones anteriores . El efecto del paro -palpable también en los altos niveles que alcanza la prostitución en el grupo de 25- 39 años- parece claro . La preocupacit"m ante estos hechos es tanto mayor cuanto que ya se detectan casos de delicuencia precoz -1,2 t'/o de situaciones delictivas habituales y graves en La delincuencia juvenil constituye así un grave probletumores de 1 , 1 anos ma en el colectivo de familias problemáticas, en especial si consideramos que se tienden a reproducir -aumentándolos en cuanto a número de afectados- los procesos delictivos vividos por un cierto número de adultos en estas familias.

Cuadro 2.2.28.-GRUPOS MARGINALES PERTENECIENTES A FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN TIPO PRINCIPAL DE ACTIVIDAD DELICTIVA PRACTICADA Y EDAD 0-14 años

15 - 24 años

25-31) años Total

"/i

40-04 años

65 y + años

Total

Total

`lo

Total

"Vs

9,8

-

-

268

5,9

36

3,8

-

-

139

3,1

130

13,6

407

9,0

Total

"Vs

Total

Vs

Total

Actividades ligadas a la delincuencia

18

1,2

120

9,5

36

5,7

94

Actividades ligadas a la prostitución

-

-

18

1,4

85

13,4

TOTAL AFECTADOS

18

1,2

138

10,9

121

19,1

Ss

2.2.3. LOS PROCESOS DE INSTITUCIONALIZACION Dadas las características del colectivo de familias problemáticas que hemos definido en el apartado anterior -a las que no es ajena la rofunda depresión económica e incluso miseria en que viven estas familias- (6), resulta probable que exista una fuerte presión hacia la demanda de servicios sociales y, en particular, hacia el ingreso en centros de internamiento. A continuación, analizaremos en qué medida esta hipótesis se confirma en la realidad. (ti) Según un cuadro posterior (2.2.31), un 11) 9/n de las familias al menos viven en una situacünt de autvntica stthalinnvnlación.

- 90 -


Cuadro 2.2. 29.-FAMILIAS PROBLEMÁTICAS CON MIEMBROS CON ANTECEDENTES DE INSTITUCIONALIZACION SEGUN LUGAR DE RESIDENCIA Y TIPO DE FAMILIA Antecedentes de instituciona l ización

F. atípicas con problemas

F. atípicas sin problemas

F. normales con problemas

Total

Total

Total

"/o

grupo

"/o grupo

'9.. grupo

F. normales sin problemas Total

grupo

Total Total

%

grupo

PROVINCIA Con antecedentes Sin antecedentes

3 23

TOTAL

26

11,5 88,5 100

5 31

13,9 86,1

11 24

36

100

35

136

100

125 109

136

100

234

31,4 68,6

100

5 17 22

22,7 77,3 100

24 95 119

20,2 79,8 11)0

VITORIA Con antecedentes Sin antecedentes

36 130

TOTAL

166

21,7 78,3 100

53,4 46,6 100

61 77 138

44,2 55,8 100

222 452 674

32,9 67,1 100

TOTAL Con antecedentes Sin antecedentes

39 153

TOTAL

192

20,3 79,7 100

5 67 172

2,9 97,1 100

136 133 269

50,6 40,4 100

66

94 160

41,3 58,8 100

246 547 793

31,0 69,0 100

1. Estimación y características de las familias afectadas En términos de familias , un 31 0/o de las familias problemáticas tiene o ha tenido a algún miembro internado voluntaria o involuntariamente en un centro o institución . Esta cifra resulta muy elevada , en especial si tenemos en cuenta la juventud de la población estudiada . El porcentaje de familias afectadas resulta claramente superior en Vitoria que en la provincia -32,9 "/o de familias afectadas frente a 20 , 2 "/(r-. Por tipos de familia , los mayores porcentajes se encuentran , en general , en las familias de estructura normal , destacando el 50,6 "/o de las familias normales con problemas socio - económicos -41,3 "/o en las familias sin problemas -. La influencia del factor económico parece resultar decisivo también en las familias atípicas , explicando la diferencia de incidencia del problema en las familias con problemas socio- económicos -20,3 "/o frente a 2,9 "/o de las familias sin problemas -. Con alguna pequeña matización, esta estructura puede observarse tanto en Vitoria como en las cuadrillas de la provincia.

2. Características de la institucionalización En el cuadro 2.2.29 puede estudiarse el número de personas miembros de familias problemáticas efectivamente institucionalizadas. Este número asciende como puede verse a 433, cifra que representa un 9,6 "/o de la población

- 91 -


total. Este porcentaje resulta extraordinariamente alto, confirmando con creces las hipótesis sobre niveles de institucionalización del colectivo perteneciente a familias problemáticas. Por tipos de centros, destaca sobremanera el porcentaje de personas ingresadas en servicios para la infancia y la juventud -6,2 "/o del total de la población-. Este porcentaje resulta especialmente alto en el grupo de menores de 14 años -13,5 (%)-, aunque sigue siendo muy alto en el grupo de 15 a 24 años -5,7 %)-, en especial si tenemos en cuenta que sólo quedan internados en dichos centros los menores de edad. Teniendo en cuenta este factor, el porcentaje real de internados entre los jóvenes de 15 a 17 años subiría de hecho a una cifra eleva(lisima ---IK O/o-. Teniendo en cuenta estas prevalencias, no resulta exhalo comprobar (Iue los institucionalizados en centros de menores originarios de familias problemáticas constituyen de hecho el 59,79/o del total de menores con antecedentes de institucionalización en la provincia. El segundo tipo de institución frecuentado por los componentes de familias problemáticas resulta ser, probablemente sin la menor paradoja, la cárcel.

Cuadro 2.2.30.-CENTROS DE INTERNAMIENTO DE MIEMBROS DE FAMILIAS PROBLEMATICAS 0-14 años

15-24 años

25-21) años

40-1,4 años

65 y + años

Total

Tipos de centros Total

Total

"'1

Total

Wo

Total

"6,

Total

"b

Total

'1

-

4,1 -

49 279

6

1,1 (i,2 (),1 2,4 0,1

4,1

433

9,6

Unidades o centros psiquiátricos Centros de menores Residencias de ancianos Cinceles Otras centros (1)

207 -

13,5 -

2 72 38 1

O,2 5,7 3,O () ,2

1 36 -

0,2 5,7 -

46 37 3

4,8 3,9 0,3

-

I"( I Al. AFI-klAU( )S

207

13,5

115

9,1

37

5,9

68 (')

7,1

6

6

6

111

(1) Generalmente centros sanitarios con muy acusado carácter asistencial. (`) Repetidos 18 casos.

Un 2,411/o de la población total de estas familias ha pasado o está actualmente en ella. En las edades de 15 a 64 años es donde se encuentran las mayores tasas de prevalencia por edad, variando del 3 0/o del grupo de 15 a 24 años -una tasa elevada- al 5,7 % del grupo de 25 a 44 años, pasando por el 3,9 (7o del colectivo adulto entre 40 y 64 años. Realmente, resultan muy altos los índices de encarcelamiento detectados tanto en edades juveniles como en las primeras fases de la edad adulta. Un tercer tipo de institución frecuentado son las unidades psiquiátricas, aunque el porcentaje de afectados -1,1 Yo- resulta sorprendentemente bajo,

-92-


salvo quizá entre los del grupo de 40 a 64 años -4,8 "Yo-. En nuestra opinión, la baja tasa detectada sólo sería posible -teniendo en cuenta las tasas tan altas de drogadicción, alcoholismo, trastornos mentales observados- por una infradeclaración de estos casos o, quizá, por una notable falta de atención a estos grupos por el sistema sanitario o ambas cosas.

Del resto de instituciones , sólo mencionar el 4,1 % de ancianos atendidos en residencias , una tasa relativamente similar a la existente a nivel del conjunto de la población. Teniendo en cuenta todos los factores mencionados, podemos analizar los índices globales de institucionalización por edad. A este nivel, con la pequeña excepción del grupo de edad 40-64 años -en que resulta alto el contacto con los servicios psiquiátricos-, podemos destacar una realidad digna de debate: cuanto más joven resulta la población más alto resulta también el índice de institucionalización. ¿Es esto realmente positivo? La respuesta desborda quizá el marco del estudio pero plantea una cruda realidad. Se está creando una cultura de la institución -el internado, el reformatorio, el cuartel, la cárcel, el psiquiátrico- que parece responder con claridad a la vida de un grupo muy particular: las familias problemáticas.

Cuadro 2.2. 31.-PROBLEMAS DE ALIMENTACION Y SUCIEDAD EN LAS FAMILIAS PROBLEMÁTICAS SEGUN TIPO DE FAMILIA Y LUGAR DE RESIDENCIA

Problema

P. normales F. normales F . atípicas F. atípicas con problemas sin problemas con problemas sin problemas °/n

I'. ali dadas

I ulal

"/n g.

'Fnlal

18,5 --

116 -

2)1,2

22

18,5

I I1,

21,2

1:3,))

117 71

17,1 111,5

74:1 676

17,1

18

13,))

188

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2.3. DEFICIENTES , ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS 2.3.1. CARACTERIZACION GENERAL Los enfermos crónicos, minusválidos y ancianos constituyen el colectivo más importante de la demanda de servicios sociales en sentido estricto, o si se quiere, integran el grueso de la población usuaria de los servicios asistenciales clásicos. Evidentemente las personas que sufren alguna enfermedad o discapacidad o han rebasado cierta edad, constituyen una población riesgo que de alguna manera indicará el volumen del esfuerzo asistencial necesario. En ese sentido hemos tratado de recoger información -ver en el cuestionario Bloque 1- de todas las personas aquejadas de enfermedades crónicas (1), deficiencias y que han rebasado el límite convencional de los 65 años. Esta población, que constituye la primera aproximación a la demanda asistencial en razón de discapacidad y minusvalía, la constituyen 32.782 personas en el territorio histórico de Alava, es decir, casi el 12,5 % de la población total.

1. Definición del colectivo Evidentemente no todas estas personas tienen necesidad ni demandan una ayuda o apoyo social superior al ordinario. La mayoría de quienes superan los 65 años no tienen ningún problema especial e incluso muchas de las personas con alguna deficiencia física o sensorial, alrededor de la mitad de las registradas, tampoco tienen problemas importantes para desenvolverse con normalidad en la vida diaria. (1) Naturalmente se ha recogido información de aquellas personas que padecían una enfermedad -una supuesta enfermedad- conocida por nuestros informantes. No vamos a insistir en la precariedad de nuestras bases metodológicas ya expuestas en el capítulo correspondiente. -

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Las 32.782 personas que constituyen la "población riesgo" las hemos dividido en cinco grandes grupos que obedecen a las siguientes características:

GRUPO A. Deficientes físicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados Está constituido por aquellas personas que tienen una deficiencia física más o menos importante como problema principal y que en razón de su avanzada edad tienen asimismo alguna discapacidad grave.

GRUPO 11. Deficientes mentales Reúne a quienes tienen una deficiencia mental como problema principal.

GRUPO C. Enfermos mentales Forman el grupo quienes están aquejados de una enfermedad mental que dificulta gravemente o impide su integración social.

GRUPO D. Deficientes sensoriales Está constituido por ciegos y en términos generales por ambliopes que encuentran dificultades importantes en la vida cotidiana, así como por sordos, hipoacúsicos y afectados por problemas de lenguaje que tienen asimismo graves dificultades de integración sociolaboral imputables a problemas de comunicación.

GRUPO E. Resto de enfermos crónicos, deficientes y ancianos Constituyen más de la mitad de la población que teóricamente está afectada por alguna enfermedad o deficiencia o han rebasado los 65 años. Forman el grupo los enfermos crónicos, deficientes y ancianos que no tienen problemas importantes para desarrollar una vida normal.

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2. Deficientes físicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados Es evidente que muchas personas que padecen una deficiencia física pueden no tener ninguna discapacidad o que ésta sea muy leve. Una deficiencia mecánica en un dedo, por ejemplo, no tiene en general consecuencias importantes a nivel funcional. A la hora de recoger información se rechazaron este tipo de deficiencias de manera que se tendía a establecer la dificil frontera entre "normalidad" y "deficiencia" aceptando como normales deficiencias que se han señalado con criterios evidentemente subjetivos como poco importantes. Para delimitar mejor el grupo de cara a la definición de la demanda de servicios sociales, nos apoyamos en dos criterios fundamentales, como son la movilidad y la dependencia física.

GRUPO A. Deficientes físicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados 01. Personas encamadas.

02. En silla de ruedas. 03. Físicamente dependientes. 04. Necesitadas de ayuda. 05. Precisan alguna ayuda. 06. Discapacitadas para el trabajo. En primer lugar recogíamos a las personas encamadas, cuya dependencia física no plantea evidentemente ninguna discusión. El segundo subgrupo está constituido por las personas obligadas a desplazarse en silla de ruedas. En este caso, el grado de deficiencia también es evidente, pero no así la discapacidad y menos todavía la minusvalía. En los cuadros 2.3.5, 6 y 7 hemos relacionado la movilidad con la independencia física a fin de centrar en lo posible el grado de discapacidad de las personas que se nos declaraban como enfermos o deficientes. En el primero de ellos podemos observar que de las casi 33.000 personas recogidas para ese concepto, 22.000 tienen una movilidad normal, es decir, alrededor del 70 "/o, 7.000, aproximadamente el 20 "/o anda sin ayuda, pero tiene dificultades, no pudiendo seguir el paso de los demás; cerca de 3.000 personas -2.828- es decir, algo menós que el 9 % anda con muletas, bastones o apoyándose en alguien y el resto que no llega al 3 "/o precisa de silla de ruedas o está encamado.

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Sin embargo, en el cuadro 2.3.7 observamos que más del 60 "/o de las personas con dificultades para andar son físicamente independientes, es decir, que su deficiencia física no les plantea problemas importantes en su vida cotidiana. Del total de las personas teóricamente deficientes, enfermas o que han rebasado 65 años, casi el 80 "/o son independientes, más del 10 0/o precisa ayuda para la realización de tareas domésticas, el 3 % no puede realizar esfuerzos físicos relativamente importantes pero cotidianos, una proporción similar tiene problemas muy concretos en tareas ordinarias, como atarse los zapatos por ejemplo, aproximadamente el 2 % precisa ayuda para comer, asearse, vestirse, etc., y una proporción similar es totalmente dependiente. Es teniendo en cuenta la relación entre los factores movilidad e independencia fisica cono heinus fornurclo el (;11111'( A. Como ya se ha indicado, el primer subgrupo lo constituyen las personas encanadas que evidentemente carecen de movilidad y son físicamente dependientes. En segundo lugar hemos incluido las personas que necesitan silla de ruedas para sus desplazamientos.

Este subgrupo no es tan uniforme como el anterior, puesto que abarca dos categorías muy diferentes, la de quienes precisan de la ayuda de otra persona para poder desplazarse y la de quienes tienen una relativa autonomía. En total hemos contabilizado 583 personas en esta situación y de ellas más del 77 "/o pertenecen a la categoría de no autónomas. Es por esta razón que a nivel de análisis general no hemos hecho distingos entre ambos grupos. El tercer subgrupo lo constituyen los deficientes enfermos o ancianos muy dependientes físicamente, es decir, aquellos que no pueden comer, lavarse o vestirse o hacer uso del WC por sí mismos o que no pueden estar solos, excluyendo evidentemente a los que pertenecen a los dos subgrupos anteriores.

El cuarto subgrupo tiene una menor dependencia física. Está integrado por quienes tienen problemas puntuales para realizar tareas imprescindibles, atarse los botones por ejemplo o los zapatos, o tienen limitaciones para realizar esfuerzos físicos que se consideren habituales. El quinto subgrupo tiene una relativa autonomía, pero necesitaría ayuda para realizar tareas domésticas elementales. Finalmente hemos recogido aquellas personas deficientes o enfermas que aún sin tener problemas de independencia física en razón de su deficiencia o enfermedad no pueden trabajar o lo hacen en condiciones especiales o marginales.

Estos seis subgrupos integran pues la categoría o GRUPO A de enfermos crónicos, deficientes físicos y ancianos necesitados que representan en total una población que ronda los ocho mil individuos, es decir, algo así como el 3 "/o de la población total de Alava.

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3. Deficientes mentales Hemos dividido las deficiencias mentales en cuatro categorías, la de los límites, personas con importante grado de autonomía, pero cuyo retraso mental es notorio en el medio en que vive, la integrada por individuos afectados por una deficiencia más grave, pero que en cualquier caso son, a juicio de los informantes, capaces de mantener una conversación, una categoría de deficiencia aún más grave pero sin llegar a la idea que en la comunidad se tiene de lo que es un subnormal profundo y finalmente el subgrupo de los deficientes mentales profundos. Evidentemente la división pretende recoger de algún modo la diferencia entre deficientes límites, medios, severos y profundos.

En total -cuadro 2.3.1.- se han encontrado 1.219 deficientes mentales a los que habría que añadir otros 117 -1.336 en total- a quienes sus convecinos han señalado la deficiencia mental como problema secundario ya que como puede apreciarse esta vez en el cuadro 2.3.3. en el GRUPO B de deficientes mentales se han incluido el 91,2 % del total, estando el resto en otras categorías, siendo la más importante quienes se encuentran en sillas de ruedas, que recoge al 4,4 "/o de todos los deficientes mentales y que podrían ser en buena parte paralíticos cerebrales. (2) R. Knight y M.D. Warren . " Physically disabled people living at home: a study of numbers and needs". Departament of Health and Social Security . Report on Health and Social Subjet 13. London . Flor Majesty ' s Stationery O ffice.

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La prevalencia total de la deficiencia mental se sitúa pues en torno a un 5 por mil que constituye, esta vez sí puede afirmarse con más seguridad, una cifra baja si hacemos caso de las tasas más utilizadas. En efecto, aceptando el 1 "/o teórico de Tarjan, tendríamos que reconocer que tan sólo hemos localizado la mitad de los deficientes mentales alaveses. Ahora bien, es preciso tener en cuenta que en muchos trabajos epidemiológicos serios no se alcanza esa cota del 1 "/o y que en esta cuestión de los números de la deficiencia mental ha habido cierta tendencia a sobrevalorar el problema, seguramente con intenciones muy loables, pero que puede tener consecuencias negativas evidentes. Sobre este particular es interesante la lectura del ya también algo mítico trabajo de Jane R. Mercer "The myth of 3 % prevalence" (3) donde da también cuenta de la investigación llevada a cabo por ella misma en Riverside, estableciendo una tasa del 7,2 por mil para deficientes con un C.I. -que éste de los límites es la clave del problema- por debajo de 70. También hemos de decir que en Alava, a partir del Padrón, se contabilizan tan sólo 1.053 deficientes mentales, es decir, el 3,95 por mil y sumando a esa población los registrados en los diferentes Centros de Diagnóstico 1.859, lo que hace el 6,97 por mil. Pero claro, de esta última cifra hay que descontar entre otros a los fallecidos que en su día fueron registrados, ya que los ficheros de Registros principales están sin depurar. En cuanto a la importancia de cada subgrupo dentro del total, diremos que los dos primeros, los límites y quienes en general son capaces de mantener una conversación reúnen a más del 70 %, el 20 "/o aquellos de quienes en términos generales se dice que no razonan mucho, y finalmente el resto constituido por quienes como mucho sólo entienden alguna palabra.

Lo más importante a reseñar a este respecto es la importancia de este último grupo al que habría que añadir buena parte de las personas cuya deficiencia mental ha sido señalada como problema secundario y que han quedado incluidas en el subgrupo de "en silla de ruedas" dentro del apartado de deficientes físicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados. Si sumáramos el subgrupo de "profundos" y el de deficientes en silla de ruedas tendríamos un total de 151 individuos que representan más del 11 "/o del total de personas con una deficiencia mental como problema principal o secundario.

4. Enfermos mentales En el capítulo de enfermos mentales hemos recogido exclusivamente aquellos casos en que se nos hablaba de problemas graves, tratando de hacer (3) J.R. Mercer . "The myth of 3 % prevalence ". Sociobehavioral Studies in Mental Retardation ". Washington , American Association of Mental Deficiency , 1973, págs. 1-17.

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la dificil distinción con los trastornos de tipo neurótico . En síntesis , lo que se ha intentado es deslindar las personas que aún teniendo el comportamiento afectado , permanecen dentro de los límites socialmente aceptables de aquellos cuya personalidad parece desorganizada. Un primer subgrupo lo constituyen pues las psicosis que afectan (cuadros 2.3.1 . y 4) a 696 individuos -2,62 por mil de la población- y el segundo un colectivo más reducido , 356 individuos -1,33 por mil - que sin ser definidos como psicóticos , sí se dice de ellos que tendrían problemas para trabajar en condiciones ordinarias o que tienen algún problema de independencia física. En total el grupo suma 1.052 personas , es decir , el 3,95 por mil de la población , y por establecer algún término comparativo el 86(1/o de quienes limen fina deficiencia mental como problema principal. Esas 1.052 personas no son evidentemente todas las que se nos han señalado como afectados por problemas o trastornos mentales. En total -seguimos en el cuadro 2 . 3.1- los censados con enfermos mentales han sido 2.683 individuos que representan el 1 u/u de la población , pero la mayoría, 1.198, han sido relegados al resto de enfermos mentales que no plantean problemas importantes . Eso sí , a las 1.052 personas se podrían añadir aquellos casos en los que el trastorno mental se ha considerado problema secundario, como por ejemplo medio centenar de encamados , una veintena que usan silla de ruedas, etcétera.

5. Deficientes sensoriales El capítulo de deficientes sensoriales consta de cuatro subgrupos. El primero lo constituyen quienes están afectados por problemas de visión muy graves que les plantean problemas muy graves también de cara a su autonomía personal. Se trata de personas que no pueden moverse solas o que únicamente se orientan en un entorno conocido , requiriendo a menudo la ayuda de otros. El segundo subgrupo está integrado por personas que a pesar de su ceguera pueden llevar una vida más o menos independiente y el tercer subgrupo lo forman quienes tienen problemas de independencia física o de integración laboral debido a sus graves problemas de visión. El primer subgrupo representa el 0,52 por mil de la población total, el segundo el 0,57 y el tercero el 0,24 lo que totaliza una prevalencia del 1,33 por mil, con 352 personas en el territorio histórico de Alava. La tasa es posiblemente baja -también hay que tener en cuenta que algunos deficientes sensoriales irían incluidos en otros capítulos - pero parece que debe ajustarse bastante bien a la realidad si tenemos en cuenta algunos datos de prevalencia existentes. En el estudio del SEREM sobre la población

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minusválida (4) donde se analizan varias investigaciones confrontándolas con las estimaciones de organismos de indudable prestigio, se dice "pensamos que la incidencia del 1,631% es la estimación más correcta que hoy podemos ofrecer". En la República Federal Alemana los estudios de necesidades se han solido basar en tasas de 1,22 por mil deficientes visuales, aunque trabajos recientes ( 5) establecen como más probable la de 1,67. Claro que también hay que tener en cuenta en este tema la importante variabilidad resultante de la diferencia cíe criterios a la hora de establecer los límites del concepto "trastornos de visión ". I?n cualquier caso nuestra tasa de 1,33 por mil recoge casos inuy graves que se dividei ^ en la siguiente forma : 138 personas ciegas con I^^obletuas gl ; aves de indo u nd^ n( la ( ; I!I :^ / del to(al), 150 sin problemas igual: graves de imlepemlenci;i ^ir nesenlan un:i pioporci( ll 1'22,1) "/,) ' li l antl^liol^es con (Ili(lllla(Ies ele cara a su inlegrat ' itolt sociolaboral ( es (lecil, el 18,'2 "/1j restante). Finalnu nle, el catarlo subgrupo esta integrado por personas que a causa de sus problemas de audición y lenguaje tienen muy serias dificultades de cara a su integración sociolaboral. Reúne a 275 individuos, lo que representa el 1,03 por mil de la población total . Una vez más tenemos que insistir en la dificultad de valorar la idoneidad de la cifra, sobre todo por la gran variabilidad de las tasas estimativas existentes y que es debida a la falta de acuerdo sobre los limites del concepto . Señalaremos a título de ejemplo que la OMS establece en 0,777 la prevalencia de la "sordomudez " en Europa y que los ya citados expertos del SEREM consideran la tasa media del 1,73 por mil como "una cifra no excesiva". También es interesante hacer constar que al margen de los deficientes sensoriales consignados como tales se han identificado muchos más -en total según nuestras estimaciones habría 2.204 deficientes sensoriales en Alavapero que han sido integrados en otros grupos, bien porque la deficiencia no es grave (res(o de deficientes sensoriales) o porque no se ha considerado su prohlennt principal. Fn realidad (ver cuadro 2.3.3) los deficientes sensoriales del GRUPO D representan sólo el 28,511/o de todos los deficientes sensoriales de mayor o menor grado y la mitad de los que con una deficiencia sensorial como causa principal o secundaria tienen problemas importantes que afectan gravemente su situación sociolaboral, es decir, pertenecen a alguno de los GRUPOS A, B, C o D.

(1) I )iaz Casanova, Gama I Iernundez. y Pablo Mesa. ''La población minusválida espanola. l?slinmciones cuantitativas''. Boletin de Estudios y Documentación del Serem, nnnografia n " 8, p;ig. 23. (5) W. Nave v otros. "Incidente ancl lypes ol visual handicap in school ahe rhildren in Ihe Federal I(epublic oI (;ennany: Iirsl results ol a smvev oI 21.111111 sludenls Inlernalional lonin•il ol It(hal)ililalion I(eseaitli, vol. (i, n." 1, yaks. 500 503.

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6. Resto de enfermos, deficientes y ancianos En los referidos grupos hemos reunido un total de 11.042 personas que representan el 41,43 por mil de la población alavesa. Todos ellos son deficientes, ancianos o enfermos crónicos gravemente afectados. Además hemos identificado otras 21.740 personas, es decir, casi tres veces más, que tenían alguna característica que, en principio, les hacía merecer el calificativo de "población riesgo". Este grupo designado como resto se compone de los siguientes subgrupos: En primer lugar, el "resto de deficientes fisicos". 5.957 individuos que tienen alguna deficiencia física evidente, es decir, de cierta importancia pero que no les afecta de manera importante en su movilidad e independencia física y que tampoco les resulta o resultaría impedimento grave a juicio de sus convecinos para desarrollar una actividad normal para su edad. En el cuadro 2.3.3. podemos observar que estos deficientes representan el 45 "/o del total de quienes tienen una deficiencia física como problema principal o secundario. El segundo grupo lo constituye el resto de enfermos mentales, integrado por 1.292 personas. Son pues más de la mitad del colectivo total de personas a las que se les ha atribuido un trastorno mental como problema principal o secundario. Sin embargo, siempre a juicio de nuestros informantes, el trastorno en cuestión no les plantea problemas especiales en su vida relaciona) y si bien pueden constituir parte de la demanda de servicios psiquiátricos y psicológicos de apoyo, no consideramos que se les deba de tener en cuenta a la hora de valorar el volumen de la demanda de servicios sociales. El resto de deficientes sensoriales está integrado por 161 individuos. 1?I colectivo -ver cuadro 2.3.3- representa casi el 8(1 "/u -el 79,2 exactamentede quienes sufren de una deficiencia sensorial como problema principal secundario. En realidad las personas incluidas en el GRUPO 1) deficientes sensoriales no llegaban a representar cl 301'/n de toda la población que de fina u otra forma se ve afectada por un trastorno de tipo sensorial. Es decir, que habitualmente los trastornos, sobre todo los no extremadamente graves, de la vista y del oído, constituyen problemas asociados o añadidos a otro problema de orden físico o psíquico valorado como principal.

7. Los mayores de 65 años Merece la pena detenerse en el análisis de los datos que se refieren a las personas que han rebasado los 65 años. Son en total 22.410 personas, es decir , el 8,4 % de la población total alavesa . De ellas 14.124, es decir , el 63 %, pertenecen al grupo de "resto de mayores de 65 años", lo que viene a indicar que no tienen ningún problema físico ni psíquico que no sea normal para su

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edad . Otras 3.623 personas mayores de 65 años -ver cuadros 2.3.1 y 3pertenecen a otros "restos ", es decir, tienen problemas o deficiencias físicas, mentales o sensoriales -sobre todo problemas físicos 3 . 238 personas- pero que no suponen una limitación importante para desarrollar las actividades normales de su edad . Este segundo grupo representa el 16,2 "/o del total de las personas mayores de 65 años. En total los dos grupos que reúnen a las personas mayores de 65 años sin patología alguna o con patologías leves representa pues el 79,2 "/o de las de ese grupo de edad . Ello equivale a decir que el restante 20,8 "/o tienen un problema importante . En efecto, en el cuadro 2 . 3.3 podemos apreciar que el 17,7 "/o de los mayores de 65 años tienen una enfermedad crónica o una deficiencia invalidante -el 1,1 "/o están encamados -, el 2,3 "/o tienen una enfermedad mental también grave y el 0,8 "/o la responsabilidad de su invalidez reside en una deficiencia de tipo sensorial. El dato m ás importante a retener es de todas formas esa proporción del 20,3 "/o de las personas de más de 65 años que precisan de una ayuda importante para poder desenvolverse en su vida diaria.

2.3.2. LAS CAUSAS DE LA DEFICIENCIA Nunca es apropiado hablar de causas cualquiera que sea el fenómeno que se considere y menos tratándose de algo tan complejo como las deficiencias. Sería además pretencioso hacerlo desde nuestra base de conocimientos. De todas formas , dado que con el objeto de precisar la naturaleza de las deficiencias , preguntábamos por la enfermedad " causante " de la misma, exponemos los datos obtenidos por si tuvieran algún interés. En síntesis , podemos observar que casi la mitad de la "población riesgo" tiene alguna enfermedad . Las más numerosas son las que dan origen a una deficiencia de tipo mecánico que afecta a más del 10 "/o de la población riesgo, exactamente 3.576 personas . Les siguen en orden de importancia los problemas respiratorios que según nuestros datos los padecen 1.623 personas, problemas de columna 1.464 personas -alrededor del 5 "/o en ambos casos- y los susceptibles de ser englobados bajo el término senilidad. Siguen en orden de importancia las afecciones de corazón , 1.271 personas , y de los órganos internos en general , 1.281, es decir, prácticamente el 4 "/o de toda la "población riesgo" (ver cuadros 2.3.8, 9 y 10).

2.3.3. VARIACIONES COMARCALES En los cuadros 2.3.11 y 12 hemos recogido la distribución comarcal de deficiencias y enfermedades . En líneas generales poco se puede decir al margen de que las tasas de prevalencia parecen algo inferiores en Vitoria que en el conjunto de Alava.

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Cuadro 2 . 3.13.-DEFICIENCIA Y ANCIANIDAD Deficientes y enfermos

% Mayores de 65 años en la población

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Salvatierra

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TOTAL

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8,3

Vitoria


Aunque es dificil medir la variabilidad geográfica de fenómenos de tan baja incidencia como los que analizamos en este capítulo, podemos arriesgarnos a señalar una mayor incidencia de discapacidades en determinadas cuadrillas como Laguardia-Rioja, Campezo y Añana. Este hecho podría deberse a que la recogida de información en la capital y en los núcleos de población importantes en general ha planteado más dificultades que en los pueblos pequeños, pero también podría ser el resultado de la relación entre el índice de envejecimiento de la población y la prevalencia de deficiencias y enfermedades. Las tasas correspondientes a cada tipo de deficiencia y su distribución en cuadrillas las hemos recogido en el cuadro 2.3.14 para una más fácil apreciacion de la correlación señalada, reunimos en el cuadro 2.3.13 las tasas totales y la 1luportancia relativa de la población de más de 65 años sobre la población total.

La de Alava es una población joven en la que los mayores de 65 años representan el 8,3 "/o. En Guipúzcoa y Vizcaya ese sector de la población viene a suponer aproximadamente el 10 "/o. Cabe señalar también que la población de los municipios importantes, Gasteiz-Llodio, es más joven que la de las cuadrillas integradas por pueblos de reducido número de habitantes. En Vitoria los mayores de 65 años representan el 7,6 "/o de la población y en el resto del territorio el 10,6 %. Si de este resto eliminásemos también la cuadrilla de Ayala, la proporción de personas que han rebasado los 65 años en Salvatierra, La Rioja, Campezo, Zuya y Añana sería de 13,4 por cada cien habitantes.

De igual forma la tasa de deficientes y enfermos crónicos que para el total de Alava es de 41,45 por mil resulta ser 38,22 en Vitoria. En el resto de Alava es de 50,5 y si exceptuamos Ayala, es decir, para el conjunto de Salvatierra, La Rioja, Campezo, Zuya y Añana asciende a un 62,13 por mil. Este hecho que ponen de relieve todas las investigaciones realizadas sobre el tema debe tener su fundamento en la mayor incidencia de incapacitaciones en la población de edad avanzada. Por ello es lógico que manteniéndose constante el resto de los factores, una población con una tasa de prevalencia de ancianos superior a la media contará también con tasas más elevadas de discapacidad.

Al margen de lo señalado, las tablas en las que se recoge la distribución comarcal de las deficiencias y enfermedades crónicas no precisan de mayor comentario. Advertimos una vez más, eso sí, que la población de las cuadrillas es muy reducida para sacar conclusiones respecto a la variabilidad de fenómenos que como las deficiencias mentales o las sensoriales tienen tasas de prevalencia inferiores al 1 So. En los cuadros 2.3.14 y 15 hemos distribuido las enfermedades consignadas por cuadrillas. Aunque cualquier conclusión que sacásemos sería aventu-

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rada, sí debemos señalar que junto a afecciones como los síndromes paralíticos o las deficiencias de tipo mecánico que se distribuyen con cierta regularidad hay otras que presentan diferencias que podrían ser significativas. Es el caso de las amputaciones más numerosas en Ayala respecto a la media del territorio y menos frecuentes en las clases alta y media de Vitoria. Asimismo, puede ponerse en duda que los habitantes de las zonas alta y media de Vitoria precisamente están libres de la cirrosis, pero lo que es evidente es que si la padecen no lo manifiestan, y lo mismo cabe decir de las deficiencias de aspecto físico, con ser como es obvio más evidentes. Sin embargo, todo parece indicar que existe una variabilidad geográfica real en la prevalencia de las discapacidades. Si nos atenemos a conceptos tan objetivos dentro del capítulo de la movilidad por ejemplo, como son el de personas encamadas y en sillas de ruedas, vemos que el conjunto de personas que se encuentran en esta situación representa en Vitoria el 2,7 por mil -577 personas- mientras que en Salvatierra alcanza el 6,5 por mil "-60 personas- y el 8,2 por mil en Campezo -30 personas en una población de 3.651 habitantes-. Pensamos que en este caso la dificultad en la delimitación del concepto o las reticencias a la hora de declarar la situación -que puede entenderse en el caso de algunas enfermedades- no pueden explicar las diferencias que expresan los resultados encontrados. En el cuadro 2.3.16 hemos reunido los datos referentes a los problemas de movilidad que afectan a la población alavesa y que ya han sido analizados anteriormente en relación al problema de la independencia fisica. En total el 1,08 por mil de la población alavesa se halla encamada, el 1,69 se ve obligada a estar en silla de ruedas sin capacidad para manejarse por sí misma, el 0,49 también está en silla de ruedas pero tiene autonomía para moverse sola, el 10,63 precisa de muletas o bastones para sus desplazamientos y el 26,38 no necesita de ayuda pero anda con dificultad, es incapaz de seguir el paso de los demás. En total esta población suma el 40,27 por mil de los habitantes del territorio. Ese mismo colectivo integrado por las personas con alguna dificultad para la marcha representa el 38,24 en la clase alta de Vitoria, el 34,32 en la clase baja, 40,43 en los pueblos y 36,19 en el total de Vitoria. En el resto, Salvatierra, el 51,80, Ayala 41,30, La Rioja 70,70, Campezo 59,43, Zuya 74,92 y Añana 55,17. Como ya se ha indicado la media de Alava es del 40,27 por mil, es decir, casi 11.000 personas. También hemos indicado con anterioridad que no todos los problemas de movilidad se consideraban como fuente de discapacidad. Por ello se han contabilizado separadamente los problemas de movilidad de las personas con problemas de dependencia física o discapacidad laboral (que englobamos bajo el término "deficientes") de los que afectan al resto de personas sin llegar a hacerles físicamente dependientes. En los tres primeros grupos -cuadros 2.3.16

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y 2.3.17- es decir "encamados" y "en silla de ruedas" obviamente van todos incluidos en el grupo "deficientes". Reducidos de esta forma los problemas de movilidad a los que limitan el desenvolvimiento normal de las personas pasan de representar el 40,27 por mil de la población al 24,03 y la distribución por comarcas resulta la siguiente: Vitoria clase alta y media 21,33, baja 24,36. Total Vitoria 21,10. En Salvatierra 32,87, Ayala 25,38, La Rioja 46,12, Campezo 40,75, Zuya 39,12 y finalmente Añana el 36,84. Como dato más relevante podemos señalar que en La Rioja, Campezo o Zuya los problemas de movilidad con consecuencia de incapacitación tienen una in^porl.uuia similar al total de problemas de movilidad graves y leves que se clan en la capital. 1)icho de otra forma, los problemas de movilidad con resultado de incapacidad alcanzan en determinadas cuadrillas tasas de prevalencia que pueden llegar a ser incluso el doble que en otras zonas geográficas.

También la distribución de deficientes y enfermos según el grado de dependencia presenta diferencias geográficas de cierta importancia, aunque no tan notables como las que observamos en el caso de la movilidad (ver cuadros 2.3.18, 19 y 20). Ya se ha indicado que a nivel de territorio el 26,25 por mil de la población -7.000 personas- tienen algún grado de dependencia física. El 31,89/o de tales personas -3.500 aproximadamente- necesitarían una ayuda para la realización de tareas domésticas; el 9% -unas 1.000 personas- no pueden realizar esfuerzos fisicos de relativa importancia pero cotidianos; el 11 % requiere ayuda para cosas muy concretas, pero también cotidianas, atarse los zapatos, por ejemplo -1.200 personas- y una proporción que afecta al 5,3 y 6,2 respectivamente precisa ayuda para satisfacer sus necesidades básicas, lavarse, comer, etc..., 582 personas, o es totalmente dependiente, 688 personas. La tasa de prevalencia de personas con algún grado de dependencia que, recordémoslo, es de 26,25 para el total del territorio , alcanza los valores más altos de La Rioja 46,83 por mil, Zuya 44,19 y Campezo 38,35.

También cabe resaltar el hecho de que entre los deficientes y enfermos crónicos de la zona alta de Vitoria sea precisamente donde se dé una de las mayores proporciones de personas físicamente dependientes, aunque la mayoría de ellas pertenezcan al grupo que menores apoyos precisa.

2.3.4. SEXO Y EDAD DE LOS DEFICIENTES Y ENFERMOS CRONICOS La población aquejada de alguna enfermedad crónica o deficiencia se divide en partes iguales entre hombres y mujeres. Sin embargo , dentro de cada tipo de deficiencia la proporción varía de manera considerable. En el grupo de

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- 133 -


deficientes físicos por ejemplo la proporción de mujeres afectadas sería mucho más numerosa que la de los hombres si no fuera porque precisamente en el grupo "discapacitados para el trabajo" más del 80 % del total * está constituido por hombres. Evidentemente hay aquí una cuestión muy subjetiva y es que probablemente a igualdad de deficiencia física existe una tendencia a valorar más la discapacidad en el varón , al menos de cara a la integración laboral . Repetimos que si en el grupo de deficientes físicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados en el que las mujeres representan el 50,4 °/o del total , descontamos los discapacitados para el trabajo, pasan a representar el 59,5 %. el grupo "defcientes nu males" como suele ser tradicional , resulta mas elevada la proporci( iu de hombres que la de mujeres (63,1 y 36,9 respecti vaunente) sobre todo en los niveles altos, ya que a nivel de profundos la proporción tiende a igualarse.

Curiosamente en el grupo "enfermos mentales" ocurre exactamente al revés, que predominan las mujeres sobre los hombres en proporción similar pero opuesta a la que resulta en el de deficientes mentales. En efecto , el 36,2 de los enfermos mentales son hombres y el 63,8 mujeres. Estos datos dan pie a interpretaciones muy diversas que justificarían un estudio en profundidad tendente a aislar los factores que supuestamente condicionan la variabilidad en las tasas de prevalencia en función del sexo. Generalmente el hecho de que la esperanza de vida en edades avanzadas sea mayor entre mujeres que entre hombres, o lo que es lo mismo, que sea mayor la proporción de mujeres que la de hombres a partir de cierto límite de edad da pie a pensar que en la población anciana las mujeres han de tener menos problemas de salud , puesto que su buena salud precisamente explicaría que vivan más que los hombres. En el cuadro 2.3.27 podemos observar que si el 33,6 0/o de los mayores de 65 años con deficiencias fisicas son varones, la proporción es bastante más elevada en la población total que rebasa esa edad y más todavía -44,5- entre la que no padece ninguna deficiencia ni enfermedad . Es decir, que más bien podría decirse que los hombres que consiguen alcanzar los 65 años lo hacen en mejores condiciones de salud que las mujeres. En el cuadro 2.3.27 bis advertimos asimismo que a medida que avanza la edad es mayor la proporción de mujeres en el colectivo: entre 65 - 69 años el 49,2 % son hombres y el 31,6 "/o de mujeres han rebasado los 80. Sin embargo, el desequilibrio en la representación entre sexos es mayor si tenemos en cuenta únicamente a las personas con discapacidades importantes , de manera que entre las personas de más de 80 años y discapacitadas concretamente los hombres representan únicamente el 26,7, mientras que en el grupo que no sufre de discapacidades graves y han rebasado el límite de los 80 años los

- 134 -


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Cuadro 2.3. 23.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS . DISTRIBUCION SEGUN SEXO Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

TOTAL

GRUPO A O1 02 03 04 05 06

4.106 52 164 69 852 1.313 1.656

4.046 216 360 156 970 1.986 358

8.152 268 524 225 1.822 3.299 2.014

25,9 0,3 1,0 0,4 5,4 8,3 10,5

23,8 1,3 2,1 0,9 5,7 11,7 2,1

24,9 0,8 1,6 0,7 5,6 10,1 6,1

50,4 19,4 31,3 13,2 46,8 39,8 82,2

49,6 811,6 68,7 86,8 53,2 60,2 17,8

100,() 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 1()0,0

GRUPO B 07 08 09 10

773 430 128 156 59

453 244 77 79 53

1.226 674 205 235 112

4,9 2,7 0,8 1,0 0,4

2,7 1,4 0,5 0,5 0,3

3,7 2,1 11,11 0,7 0,3

63,1 63,8 62,4 66,4 52,7

36,9 36,1 37,6 33,6 47,3

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

GRUPO C 11 12

381 270 111

672 427 245

1.053 697 356

2,4 1,7 0,7

4,0 2,5 1,5

3,2 2,1 1,1

36,2 38,7 31,2

63,8 61,3 68,8

100,0 100,0 100,0

GRUPO D 13 14 15 16

375 103 78 50 144

256 37 73 14 132

631 140 151 64 276

2,4 0,7 0,5 0,3 (1,9

1,5 0,2 0,4 0,1 0,8

1,99 0,4 0,5 (1,2 0,8

59,4 73,6 51,7 78,1 52,2

44,1 26,4 48,3 21,9 47,8

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

GRUPO E 17 18 19 20

10.223 3.231 445 288 6.259

11.523 2.731 755 172 7.865

21.746 5.962 1.200 460 14.124

64,5 20,4 2,8 1,8 39,5

118,0 16,1 4,5 1,0 46,4

66,3 18,2 ;11,7 1,4 -13,0

47,0 54,2 37,1 62,6 44,3

53,0 45,8 (12,9 37,4 55,7

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

TOTAL

15.858

16.950

32.808

48,4

51,7

100,0

100

100

100

hombres están más representados, alcanzando un 33,8 l1/0. Algo similar ocurre a todas las edades. Esta conclusión se deduce también de un estudio del INSF.IZM en Haute Normandie ( 1) realizado con buen rigor científico. I)e él deducen sus autores que la prevalencia de patologías asociadas a una incapacidad es siempre más elevada entre las mujeres (de más de 65 años naturalmente ). En las enfermedades de la visión (al margen de los trastornos de la refracción) las cardiopatías isquémicas, la artrosis de miembros y los trastornos mentales, la prevalencia entre las mujeres es como mínimo el doble que la observada entre los hombres . Los hombres tienen únicamente tasas superiores en enfermedades de las glándulas endocrinas , del aparato respiratorio y del aparato digestivo. Por otra parte , la población de más de 65 años que representa, según queda dicho, alrededor del 9 0/o de la población total viene a suponer el 41 de todas las deficiencias y el 47 0/ de las deficiencias de tipo físico. En relación a la edad , puede decirse que por debajo de los cinco años el grupo de deficiencias importantes es el de las físicas -56,9 0/o de las deficien-

- 137 -


cias a esas edades- y el de las psíquicas -41,2 "/o-. En el grupo de 5 a 14 años, es decir, en la edad escolar, las deficiencias de carácter psíquico son las que plantean la mayoría de los problemas, puesto que afectan al 86,7 "/o del total de deficientes de ese grupo de edad. Entre 15 y 40 años la deficiencia mental va perdiendo importancia relativa a medida que aumenta la de las deficiencias fisicas: entre 35 y 39 años, por ejemplo, los deficientes mentales representan el 42 "/o del total de deficientes y los fisicos el 51,8 "/o. A partir de los 40 años es cuando van adquiriendo importancia las deficiencias y enfermedades que producen discapacitaciones laborales. En efecto, en el grupo de clelic¡entes en edades comprendidas entre 40 y 65 años, los discapacitados para el trabajo integran el 38,2 "/o del total de deficientes del grupo, representando los deficientes físicos en general el 77,3 "/o. Los deficientes mentales solo representan el 4,4 "/o y las enfermedades mentales comienzan a

Cuadro 2.3. 24.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS . DISTRIBUCION POR EDADES

GRUPO A 01

02 03 114 05 06

0-4 años

5-14 años

15-24 años

25-39 años

40-64 años

65-69 años

29 1 7 21

34 4 1 27 2 -

193 60 -

253 5 29 54 87 78

3.803 3 61 40 530 1.290 1.879

673 7 41 9 159 457 -

215 129 32 44 10

23 9 7 7 -

-

67

8 58

70-79 años 1.493 77 168 43 553 652 -

80 y + anos

NS

TOTAL

1.669 175 160 123 409 802 -

2 2 -

8.149 268 523 223 1.822 3.298 2.015

-

4 4 -

1.221 672 202 235 112

GR111'O 11 07 08 09 II)

21 15 5 1

339 228 77

408 235

30

63 42

205 56 13 82 54

GRUPO C II 12

1 1

-

2 1 1

22 II) 12

504 218 286

13 12 1

344 299 45

158 149 9

7 ti 1

1.051 695 356

GRUPO 1) 13 11 1.5

18 1 17

32 1 31

8

397 56 89

8 2 5

16

-

102 51 30 3 17

-

629 140 149 64 276

TIYTAI. A+11+('+1)

51

391

635

GRUPO E 17 18 19 211

23 23 -

483 293 8I 108 -

412 328

l O'I AI.

71

87:1

1.0.17

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1

64 30 21 10 3

488

4.919

717

1.907

1.929

13

11.050

56)) 344 187 38 -

2.522 1.746 579 19)) 7

6.122 979 76 57 5.010

9.162 1.658 191 42 7.271

2.401 590 20 7 1.781

51 52

21.745 5.961 1.200 460 14.124

1.057

7.141

11.83!1

11.069

1.330

lis

32.795

2 1 5

- 138 -

50

-


constituir un problema de discapacitación importante, puesto que afecta al 10,251% del total de deficientes comprendidos en esas edades. Como es evidente, la edad está relacionada con la prevalencia de las enfermedades mentales. A partir de los 70 años se deja ver con claridad la influencia de las demencias seniles verdaderas o supuestas, que vienen a producir el 18 %o de las deficiencias registradas entre los 70 y los 79 años. Vistas las mismas cosas desde otra perspectiva, podemos decir que más del 45 % de todas las deficiencias fisicas se concentran en el grupo de 40-64 años, que sin embargo abarca al 20 %o de la población. También el mismo grupo reúne a más del 60()/o de las deficiencias sensoriales y casi la mitad de las enfermedades mentales. El grupo de 5-24 años reúne por su parte a más del 60 % de los deficientes mentales , siendo así que a nivel de población total representa el 35,1 0/

Cuadro 2. 3.25.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS . DISTRIBUCION POR EDADES. (PORCENTAJES) 0-4 años

5 - 14 años

15-24 años

25 - 39 años

40-64 años

65 - 69 años

17,3 0,1 1,2 0,8 10,8 26,2 38,2

9,8 0,1 0,6 0,1 2,3 6,1

93,9 1,0 5,7 1,3 22,2 63,1

44 2,6 II,/

11,3 11,1 II1I !1,1

:1,2 1,7 10 1.0

70 - 79 años

GRUPO A 01 02 03 04 06 06

39,2 1,3 9,5 28 ,4 -

56,9 2,0 13, 7 41,2 -

3,9 0,5 0,1 3,1 0,2 -

8,7 1,0 0,3 6,9 0, 5 -

18 ,3 5,7 6,4 0,8 5,4

30,4 9,5 10,6 1,3 9,1

24,1 0,5 2 ,8 5,1 8,3 7,4

57,8 1,0 11,1 1/,8 16,0

51,1 0 ,1 0,8 0,5 1,1 17,3 25,3

GRUPO 8 01 08 09 10

28,4 20,3 6,8 1,3

41 , 2 29 , 4 9, 6 2,0

38,9 26,1 9,0 3,4 0 ,4

86 , 1 58 ,3 19 ,7 1,7 1,0

39,0 22,4 6,6 6,0 4,0

64 ,3 31,0 10,7 9,9 6,6

19,4 5,4 1,2 1,7 5,1

42,0 11,5 2,1 16,8 11,1

2,9 1,f1 114 I0,U,, 11,1

GRUPO C 11 12

1,3 1,3

2,0 2,0

-

-

0,2 0,1 0,1

0,3 0,2 0,1

2,1 1,0 1,1

4,5 2,1

10,2 4,4 5,8

11,7 02 -

1,8 1,1 0,1

2,1 2.1

2,4

6,8 2,9 3,9

3,1 0,1 3,1

5,0 0,2 4,8

0,1 0,2 0,1 04

1,6 04 0,2 1,0

5,4 0,8 0.8 1,2 0,7 2,7

8,1 1,1 1,8 1,0 4,1

0,1 0,1 -

1,1 0,3 0,7 0,1

I1.1 04 0,3 -

GRUPO 0 13 14 15 16

2,1 4,6 1 0,3 4,3

TOTAL A+B+C +D GRUPO E 17 8 19 20 TOTAL

100 2

-

5,9

09

46,3 100

66,1

100

39.3 31,3 6,3 1,7 -

53,1 324 17,7 3,6 -

33,9 23.5 1,8 2,5 0,2

-

100

-

100

-

100

78,3 4,0 8,8 2,3 29,0 34,2

38,5 4,0 3,1 2,9 9,4 10,5

86,5 9,1 0,3 G,4 1,2 41,6

TOTAL

NS/NC 3,1 3,1

15,4 164

24,9 0,8 1,G 01 6,0 111,1 6.1

13,8 2,4 4,1 2,0 15,5 211,9 111.2

II1:I

61

:111,11

11,3

6.1

:1931

1,/ 2,1 1,11 II1/ 11.3

11 1 6,1 I11 2,1 1,1)

0,2

60 ,7 100 -

11,3 0,3 1,5 0,3 1,8 4,4

80 y - años

-

- 139 -

10,5 100 89,5 14,3 1,1 0,9 73,2 100

-

18,0 15,1 2,3

3,1 3,5 0,7

11,2 1,l 0,5

III,/ 11.7 1, 5

!x.1,!1 46.7 1.1

:1,2 2.1 1,1

!1,5

3,4 1,6 ,1

2,4 1.2 0,7 0,1 04

5,3 2,1 1.6 0,2 0,9

-

-

1.9 04 0,5 0,2 0,0

5,1 1,3 1,4 0,6 2,5

44,6 100

20,0 100

33,7

100

55,4 13,6 0,5 0,4 41,2

80,0 80,0

66,3 18,2 3,7 1,4 43,0

-

05 0,2

4,2 100 85,8 168 0,9 0,3 65,8 100

-

100

-

100

-

100

I2,3

:1.7

-


Cuadro 2.3. 26.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS. DISTRIBUCION POR EDAD. (PORCENTAJES) 25-39 anos

40-64 anos

3,1 1,9

15

2,4 1 1,5 3,7

O,1

0,2

2,),

46,7 1,1 11,7 17,9 29,1 ;19,1

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11,8 8,1 1 , I 18,9

8,')

11,2 (1,1

2,1 1,1

18,0

0,3

0-4 años

GRUPO A 01 02 113 04 (1,5

0,4 0,1 1,1 1,2 -

5-14 anos

0,4 0,8 0,5

Oli 1;1(1114 ) II (11 08

1,1

GR1ll'O (' I I 12

0,1

GRUl'() 1) 13 11 15

0,7 -

16

--

'l'OTAI. A+l)-fC l)

15-24 años

5,5

-3,0

6.5-69 años

8,3 2,6

7,8 4,0 8,7 13,9

1'i,l,

1,11 1,:1 1,5 3,0

15,8

70-79 años

80 y + anos

18,3 28,7 32,1 19,3 311,-1 19,8

20,5 65,3 30,6 55,2 22,5 21,3

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5,1 0,7 11,2

1,3 1,3 l,li 1,8

03,1 40,0 59,7 78,1 73,2

1,3 1,4 3,4 0,4

(1,11

1,.5

5,8

4,1

44,5

GRUPO E 17 18 19 20

0,1 0,4 -

2,2 4,9

1,9 5,.5 5,5 3,9 -

2,6 5,8 15,6 8,3 -

TOTAL

0,2

2,7

3,2

Población TOTAL

6,9

18,3

16,8

2,1)

6,8

23,5 -

100

0,9

31,4 80,3

0,3

NS/NC TOTAL

15)) 21,1

(1,7

101) 11111

2,5

0,9 0,3

10,2 21,4 14,1 15,(i 1,1

16,2 37,1 20,1 4,7 6,2

-

1011 100 100 100 100

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17,3

17,5

0,1

101)

11,6 29,3 48,3 41,3 0,1

28,2 16,4 6,3 12,4 35,5

42,1 27,8 15,9 9,1 51,5

11,0 9,9 1,7 1,5 12,6

(1,2 0,4

IOO 100 100 100 100

3,2

22,7

20,9

33,8

13,2

(1,2

100

22,1)

26,7

3,0

4,4

1,6

-

100

IOII

Cuadro 2.3. 27.-DEFICIENTES Y ENFERMOS CRONICOS MAYORES DE 65 AÑOS . DISTRIBUCION SEGUN SEXO Hombres

Mujeres

Total

Deficientes fisicos Total deficientes Sin problemas

33 ,6 33,4 44,5

66,4 66,6 55,5

100 100 100

Población total (65 años ) en Alava

41 ,5

88,5

100


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- 141 -

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Cuadro 2.3. 27.BIS.-DISCAPACIDAD EN LOS MAYORES DE,.65 AÑOS. DISTRIBUCION POR EDAD Y SEXO (PORCENTAJES) Sin discapacidad

Total

Con discapacidad

ad Edad 65-69

70-79 80 y +

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

Hombres

Mujeres

47,6 44,9 33,8

52,4 55,1 66,2

42,6 36,8 26,7

57,4 63,2 73,3

49,2 44,9 31,6

50,8 55,1 68,4

2.3.5. LAS POSIBILIDADES I)E AYUDA CON QUE CUENTAN LOS DEFICIENTES, ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS EN SU ENTORNO SOCIAL Más del 90 "/o del total del colectivo de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados cuenta con el apoyo de algún familiar directo con el que convive. En total, casi el 95 "/o tiene la posibilidad de una ayuda estable, sea en su propio domicilio o fuera del mismo, no llegan al 2 "/o -unas 192 personasquienes reciben una ayuda calificada como inestable y únicamente representan el 1 "/o -116 personas- quienes en el mejor de los casos pueden contar con un apoyo muy inestable. Evidentemente no se pretende señalar con esta afirmación que la necesidad de apoyo queda definida por este último colectivo, aunque sí puede plantearse como hipótesis de trabajo que constituye el grupo en el que habría que centrar una acción de urgencia.

Al centrarse la práctica totalidad del colectivo dentro del grupo que cuenta con una ayuda familiar estable dentro de su propio domicilio, es imposible apreciar variaciones significativas a nivel de distintos tipos de deficiencia o a nivel de cuadrillas. En principio cabe pensar que los enfermos mentales constituyen un grupo especialmente necesitado de apoyo. Observando el cuadro 2.3.29 vemos en efecto que en este grupo la proporción de quienes reciben ayuda familiar en su propia casa, 75,7 "/o, es notablemente inferior que en la media total de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados, donde como se ha señalado es el 89,1 "/o. La diferencia puede deberse en parte a que en el caso de los enfermos mentales es mayor el porcentaje de casos en los que la estabilidad y forma de ayuda nos es desconocida. En efecto, haciendo abstracción de la población de la que se carece de información, el 83,9 "/o de los enfermos mentales tienen ayuda familiar en su propia casa y el 91,4 "/o en la media total, es decir, que la diferencia se reduce sustancialmente, pero sigue

- 142 -


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- 143 -

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- 144 -

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Cuadro 2.3. 30.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS . AYUDA QUE RECIBEN EN SU ENTORNO SOCIAL. DISTRIBUCION COMARCAL C. afta

C. baja

Pueblos

Total

Salvanerra

Avala

Rioja

Campezo

Luya

A単ana

Total

2 . 861 17

3.646 56

189

6.696 133

430 12

1.284

607 6

212 1

298

327

9.854 152

28

28

56

1

18

2

5

1

EN SU CASA Estable Inestable

Muy inestable Desconocida

83

5

5

FAMILIAR FUERA

DE SU CASA Estable Inestable

71 21

Muy inestable

28

138

7

216 21

23

44

50 1

16 1

2

1

22

2

28

15 2

1 7

371 32

31

Desconocida NO FAMILIAR Estable Inestable Muy inestable Desconocida

78

117

195

3

15

2

5 1

242 1 4 2

2 2

NS/NC

61

88

14

163

34

33

15

19

3

8

275

TOTAL

3.225

4.073

210

7.508

505

1.394

709

262

315

349

11.052

Cuadros 2.3.31.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS. AYUDA QUE RECIBEN EN SU ENTORNO SOCIAL. DISTRIBUCION COMARCAL. (PORCENTAJES) VITORIA

EN SU CASA Estable Inestable Muy inestable Desconocido

Savanena

Ayala

Rioja

Campezo

Luya

A単ana

Total

85,1 2.4 0,2

92.1

85,6 0,9 0,3

80,9 0,4 1,9 1,9

91,7

93,7

89,2 1,4 0.8 0,1

2.9 0.3 0,4

4,6

3,2

1,1 0,1 0,3

6,1 0,4 0,4

4.6 0,6

2,0 2,0

3,4 0,3 0,3

2,6

0,6

1,1

3,1

0,8

1,5 0,3

7,3

0.9

C. afta

C . baja

Pueblos

Total

88 , 7 2 ,4 0,9

89,5 1,4 0,7

90 , 0

89,2

2 ,2 0,6 0,9

3,4

3,3

2 ,4

2,9

1,8 0.7

1,3

0.3

FAMILIAR FUERA DE SU CASA Estable Inestable Muy inestable

Desconocida NO FAMILIAR Estable Inestable Muy inestable Desconocido NS/NC TOTAL

0.4

1 ,9 100

2,2 100

6,7 100

2,2 100

6,7 100

- 145 -

3.1

0,3 0,3 2,4 100

2.1 100

100

100

2,3 100

2,5 100


existiendo y es de tenerse en cuenta , máxime si consideramos que el desconocimiento de la situación constituye por sí mismo un síntoma desfavorable. Por último cabe decir que no existen diferencias significativas en lo que se refiere a la posibilidad de ayuda en función de la zona de residencia. En este sentido , parece que la ayuda familiar definida como estable por el entorno social es la situación generalizada sin diferencias apreciables en función de que el medio sea rural o urbano.

2.3.1). INS TITUCIONAL IZACION

En total henos contabilizado 1.131 personas ingresadas en instituciones entre las casi 33.000 que constituyen los grupos A, 13, C, 1) y E, es decir, en el total de personas aquejadas de deficiencias incluso leves o que simplemente han rebasado los 65 años . En términos porcentuales la cifra representa el 3,5 % del total. En el colectivo restringido formado por deficiencias y enfermedades que implican una discapacidad importante encontramos 602 personas , lo que sobre el total de 11 .000 representa el 5,5 %. La incidencia de la institucionalización en el Grupo " Resto" integrado exclusivamente por deficientes leves y personas mayores de 65 años sin deficiencias ni enfermedades , constituye el 2,4 %. Es decir, que en este grupo los ingresos en institución representan aproximadamente la mitad que en el colectivo de discapacidades importantes.

La diferencia es evidentemente significativa , pero no debe ocultar el hecho de que prácticamente la mitad de las personas institucionalizadas no tienen enfermedades o deficiencias importantes que les suponga una limitación funcional medianamente severa. El grupo que con más frecuencia relativa ingresa en institución lo constituye sin duda alguna el de los deficientes mentales profundos y a nivel global el de los enfermos mentales. En este último grupo el 17 % se encuentra ingresado en alguna institución y otro 16 % ha estado ingresado con anterioridad. Parecida proporción alcanza la tasa de ingreso de las personas que utilizan silla de ruedas. Es de destacar el hecho de que la proporción de institucionalizaciones sea sensiblemente similar entre las personas encamadas -2,6 O/(>-- y entre los ancianos que no tienen ninguna enfermedad o deficiencia, incluso de grado leve -2,8 "/o-, lo que a simple vista no deja de ser un contrasentido. La distribución comarcal de las personas institucionalizadas indica con bastante claridad la ventaja que supone residir en Vitoria para evitar el ingreso

- 146 -


Cuadro 2.3. 32.-INSTITUCIONALIZACION No ha estado ingresado

Estuvo ingresado

Ingresa por períodos

GRUPO A 01 02 03 04 05 06

7.695 260 439 218 1.596 3.235 1.947

97

2

29 20 48

2

GRUPO B 07 08 09 10

1.097 642 185 196 74

4 1 2 1

GRUPO C

699

165

9

177

1.050

11 12

457 242

102 63

5 4

132 45

696 354

GRUPO D

620

13 14 15 16

139 148 64 269

Está ingresado

NS/NC

Total

304 7 82 4 181 27 3

47

8.145 267 521 222 1.822 3.299 2.014

118 29 16 35 38

2

3

16 15 16

2

3

1

1.221 672 203 234 112

626 139 149 64 274

2

3

Total A+B+C+D

10.111

266

11

601

52

11.042

GRUPO E 17 18 19 20

20.953 5.830 1.002 430 13.691

125 27 97

67

529 56

67

53

46 30

1

5

397

31

21.741 5.958 1.198 460 11.125

TOTAL

31.064

391

78

1.131

II!)

31.783

9

36

en un Centro Asistencial : si el territorio, excluida la cuadrilla de Vitoria, representa en población el 2(i,3 "/o del total, las personas con deficiencias y enfermedades ingresadas en instituciones que no proceden de dicha cuadrilla vienen a representar el 45 % si se tiene en cuenta exclusivamente las deficiencias graves. Considerando también el Grupo E "Resto" la proporción aun siendo importante se reduce al 35 %. Este hecho vendría a indicar que el "riesgo" de ingreso es mayor en la provincia que en la capital en términos generales, pero que se invierte la tendencia en los casos en que no existen problemas importantes de independencia física. Así, hemos podido observar que de todos los mayores de 65 años sin problemas -"resto" de ancianos- que están ingresados en instituciones , tan sólo el 16 % proceden de la provincia. Así pues, las tasas de institucionalización son menores en la capital cuando la deficiencia -en alguna medida la necesidad objetiva de atención- es importante y mayor cuando no existen problemas importantes de independencia física.

La tasa de institucionalización más elevada entre deficientes y enfermos con discapacidades importantes resulta en la cuadrilla de Campezo, donde el

- 147 -


14 % están ingresados. Le siguen en importancia La Rioja con un 11 %. Las tasas más reducidas se dan en Añana, Vitoria pueblos y ciudad zona de clase baja con sólo un 3 % de personas ingresadas. Utilizando el término comparativo anteriormente establecido, diremos que en estas zonas la tasa de institucionalización entre personas con discapacidades graves e importante dependencia fisica es sensiblemente parecida a la que resulta entre la población que ha rebasado los 65 años y no tiene ninguna discapacidad en el total del territorio de Alava. Estos hechos indican evidentemente dos cuestiones de indudable importancia. Por un lado que la institucionalización constituye una solución que muchas veces se adopta por razones que nada tienen que ver con la discapacida(I de las i)ersunas afectadas y en segundo lugar que la centralización de servicios en la capital alavesa provoca en alguna medida la necesidad de que las personas residentes en el resto del territorio ingresen en instituciones al no poder hacer uso de tales servicios en régimen de externado. También puede

Cuadro 2.3. 33.-INSTITUCIONALIZACION (PORCENTAJES) No ha estado ingresado

Estuvo ingresado

GRUPO A 01 02 03 04 05 06

94,5 97,4 84,3 98,2 87,6 98,1 96,7

1,6 0,6 2,4

GRUPO B 07 08 09 10

89,8 95,5 91,1 83,8

0,3 0,2 1,0 0,4

GRUPO C 11 12

66,6

GRUPO D 13 14 15 16

99,0 100 99,3 100,0 98,2

Ingresa por periodos

1,2

9,9 0,1

66,1

65,7 68,4

15,7 14,7 17,8

0,9 0,7 1,1

Está ingresado

NS/NC

Total

3,7 2,6 15,7 1,8 0,9 0,8 0,2

0,6

100 100 100 100 100 100 100

9,7 4,3 7,9 15,0 33,9

0,2

0,5 0,8

0,9

16,9 19,0 12,7 0,5

100 100 100 100 100 100 100 100

0,5

0,7

1,1

100 100 100 100 100

0,7

Total A+B+C+I)

91,6

2,4

0,1

5,5

(1,5

100

GRUPO E 17 18 19 20

96,4 97,9 83,6 93,5 96,9

(1,6 0,5 8,1

0,3 0,2 4,4

0,3 0,6

0,1

2,4 0,9 3,8 6,5 2,8

(1,2

100 100 100 100 100

TOTAL

91,8

1,2

0,2

;1,5

0,4

100

- 148 -


deducirse que muchas personas, las que rebasan los 65 años y no tienen problemas importantes de independencia física concretamente, ingresan con mayor facilidad en la capital por carecer, presumiblemente, de apoyos que se encuentran en los pueblos con una relativa mayor facilidad.

Cuadro 2.3.34.-INSTITUCIONALIZACION (PORCENTAJES) No ha estado ingresado

Estuvo ingresado

GRUPO A 01 02 03 04 05 06

24, 8 0,8 1,4 0,7 5,1 10,4 6,3

24,8

2,6

7,4 5,1 12,3

2,6

GRUPO B 07 08 09 10

3,5 2,1 0,6 0,6 0,3

1,0 0,3 0,5 0,2

GRUPO C

2,2

42,2

11,5

11 12

1,5 0,7

26,1 16,1

6,4 5,1

GRUPO D 13 14 15 16

2,0 0,4 0,5 0,2 0,9

Ingresa por períodos

Está ingresado

NS/NC

Total

26,9 0,6 7,2 0,4 16,0 2,4 0,3

39,5

24,8 0,8 1,6 0,7 5,6 10,1 6,1

10,4 2,6 1,4 3,1 3,4

1,7

13,4 12,6 13,4

3,7 2,1 0,6 0,7 0,3

1,7

3,2

15,6 11,7 4,0

2,1 1,1

0,3

2,5

1,9 0,1

0,1

0,.1 0,2

0,2

2,5

(),8

Total A+ B+C+D

32,6

68,0

1d,1

53,2

13,7

33,7

GRUPO E 17 18 1!) 20

67,4 18,8 3,2 1,4 44,1

32,0 7,0 24,8

86,1) 11,5 68,11

t(i,8

56,3 :01,2

66,3

0,2

li, t

211,1

1:1,1

TOTAL

100

100

1,9 4(1,1 2,6 15,1

1,1

10(1

10(1

18,1 3,8

100

Cuadros 2.3.35.-INSTITUCIONALIZACION. DISTRIBUCION COMARCAL. GRUPOS A, B, C, D VITORIA C. alta

C . baja

Pueblos

Total

No ha estado ingresado Estuvo ingresado Ingresa por periodos Está ingresado NS/NC

2 .956 65

3.807 98

204

6.961 163

202

124 46

7

333 46

TOTAL

3.223

4.075

211

7509

Salvaoerra

Ayala

Rioja

Campeto

Luya

Añana

Total

450 4 1 49

1.293 30

222 4 37

281 10 3 30

326 14

69 3

580 41 7 78 3

10119 266 11 606 52

504

709

263

324

350

350

- 149 -

10

11.054


Cuadro 2.3. 36.-INSTITUCIONALIZACION. DISTRIBUCION COMARCAL. GRUPOS A, B, C, D, E C. alta

C. baja

Pueblos

Total

Salvatierra

Ayala

Rioja

Campezo

Zuya

Añana

Total

No ha estado ingresado Estuvo ingresado Ingresa por periodos Está ingresado NS/NC

8 .556 90 28 341

12.182 151 14 389 91

679

21.417 241 42 737 91

1.442 11 1 110

3.713 52 5 91 6

1.690 54 16 103 8

837 9

1.100 15

41

873 10 14 33

20 15

31.072 392 18 1.135 120

TOTAL

9015

12.821

686

22.528

1.564

3.867

1.871

887

930

1.150

32.197

7

(:uadrus 2.:i.;t"l. INSTITUCIONAI.I%ACION. DISTRIBUCION COMARCAL (PORCENTAJES GRUPOS A, B, C, D) Vi 10111A C. alta

C. baja

Pueblos

1ural

No ha estado ingresado Estuvo ingresado Ingresa por periodos Está ingresado NS/NC

91,7 2,0

93,4 2,4

96,1

92.8 2,2

6,3

3,0 1,1

3,3

4,4 0,6

TOIAL

100

IUO

100

100

Salvane.no

Ayala

Ruga

Canipulo

/nyn

nana

local

89,3 0,8 0,2 9,7

92,7 2,2

81,6 5,8 1.0 11.0 0,4

84,4 1,5

93.1 4,0

14,1

86,7 3,1 0,9 9,3

91,5 2,4 0,1 5,5 0.5

100

100

)U0

100

100

100

1100

5.0 0,2

2,9

Cuadro 2.3.38.-INSTITUCIONALIZACION. DISTRIBUCION COMARCAL. GRUPOS A, B, C, D, E VITORIA

No ha estado uupesadu Estuvo ingresado Ingresa por períodos Está ingresado NS/NC TOTAL

C. alta

C. baja

Pueblos

94,9 1,0 0,3 3,8

97,3 1,2 0,1 3,0 0,1

99,0

110

100

1,0

100

Salvatierra

Ayala

Rioja

Campezo

Zuya

Añana

Total

92,2 0,1 0,2 7,0

96,0 1,3 0,2 2,4 0,2

90,3 2,9 0,9 5,5 0.4

94,4 1,0

93,9 1,1 1,5 3,6

95,7 1,3

94,7 1,2 0,2 3,5 0,4

Total 95,1 1,1 0,2 3,3 0,4 100

100

100

100

4,6

100

100

1,1 1,3 100

100

2.3.7. AISLAMIENTO DE LOS ANCIANOS Más de de 2.000 ancianos viven solos en Alava, casi el 10 "/o de la población de más de 65 años. La soledad deseada o impuesta es menos frecuente en la denominada zona alta de Vitoria y destaca por su volumen en la Cuadrilla de Campezo, donde la incidencia del fenómeno es superior al doble: el 17 % de los ancianos viven sin ningún tipo de compañía.

- 150 -


Dado que el teléfono constituye un elemento de relación indispensable y el soporte más eficaz en el que apoyar cualquier tipo de servicio de alarma en un sistema general de atención domiciliaria, nos hemos interesado por saber cuál es la dimensión de la población que carece del mismo.

Cuadro 2.3.39.-ANCIANOS QUE VIVEN SOLOS DISTRIBUCION COMARCAL Ancianos solos

Vitoria Clase Alta Clase Baja Pueblos TOTAL Salvatierra

Ayala Laguardia- La Rioja Campezo Zuya Añana

TOTAL

Total > 65 años

"/o de ancianos solos sobre el total

466 843 44

6.318 8 .063 464

7,4 10,5 9,5

1.353

14.845

9,1

95

1.083

8,8

281 151 111 56

2.787 1.553 656 678

1 o,1 11,2 16,9 8,3

74

845

8,8

2.121

22.247

9,5

En el cuadro 2.3.40 podemos apreciar a este respecto que la mitad, decir, más de 1.000 personas carecen de teléfono en su domicilio, aunque este colectivo 484 personas tienen un aparato próximo en la vecindad. menos 913 personas ancianas que viven solas disponen de teléfono en propio domicilio.

es de Al su

Las diferencias regionales son evidentes en lo que hace referencia al teléfono como posible elemento de relación del anciano. Campezo una vez más destaca por presentar un mayor nivel de necesidad: además de contar con el mayor porcentaje de ancianos solos, tiene también el mayor porcentaje de ancianos solos aislados, al menos en lo que hace referencia a este indicador. Casi el 80 % de los ancianos solos carece de teléfono y no llega al 5 % el que lo puede encontrar cerca de su vecindad. En Añana la situación no es mucho mejor (75,7 (/o sin teléfono y el 10,8 %o dispone del mismo en la vecindad).

- 151 -


Cuadro 2.3. 40.-DISPONIBILIDAD DE TELEFONO DE LOS ANCIANOS QUE VIVEN SOLOS. DISTRIBUCION COMARCAL Tienen en casa

En la proximidad

No tiene

NS/NC

Vitoria Clase Alta Clase Baja Pueblos

322 462 -

96 150 22

198 22

48 33 -

466 843 44

TOTAL

78-1

26,8

220

81

1.353

52 6:3

7

95

75 88

10 19 5

281 151 111

:18 56

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132

SalVatierra

15

21

Ayala Rioja

61

('.:unpezO Zuya

13

111 :ll 5

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7

Añana

10 913

TOTAL

21i

Total

2.121

Cuadro 2.3. 41.-DISPONIBILIDAD DE TELEFONO . DISTRIBUCION COMARCAL (PORCENTAJES) Tienen en casa

En la proximidad

No tiene

NS/NC

Total

Clase Alta Clase Baja Pueblos

69,1 54,8 -

20,6 17,8 50,0

23,5 50,0

10,3 3,9 -

100 100 100

TOTAL,

57,9

19,8

16,3

6,0

100

Salvatierra Ayala Laguardia Rioja Campezo Zuya Añana

15,8 22,8 17,2 11,7 1,8 13,5

22,1 51,2 20,5 4,5 12,5 10,8

54,7 22,4 49,7 79,3 67,9 75,7

7,4 3,6 12,6 4,5 17,8 -

100 100 100 100 100 100

TOTAL

43,0

22,8

27,9

6,3

100

Vitoria

En lo que se refiere a la situación más favorable propia casa, destaca con claridad la población de la mente la residencia en la Zona de Clase Media Alta cuentan con lelcfono en la vivienda. 1?n la clase baja la

- 152 -

tienen el teléfono en su capital y fundamentaldado que casi el 70 °^/o proporción se reduce al


54,8 % . El caso más desfavorable -desde el punto de vista- lo muestran los pueblos de Vitoria, dado que no hemos encontrado ningún anciano sólo con teléfono si bien es verdad que la mitad lo tienen en las cercanías. Del resto de las cuadrillas en Zuya la proporción de disponibilidad directa no alcanza el 2 %, en Campezo al 12 % y en general, en el total de Alava, excluida la capital, tiene teléfono en casa menos del 17 °'/o de los ancianos que viven solos. La media de Vitoria, incluidos los pueblos, es algo inferior al 60 %.

2.3.8. VIDA RELACIONAL DE DEFICIENTES, ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS Para analizar este apartado nos basamos en dos cuestiones diferentes. Por un lado tenemos en cuenta los posibles problemas de soledad que dividíamos en tres niveles: "bien ", es decir , sin problemas de soledad; "regular-mal", con problemas en este sentido y, "muy mal", las personas que están sumidas en la soledad. Por otro lado se indagaba sobre la vida relacional de estas personas, introduciéndose los siguientes niveles: personas que "salen normalmente"; personas que "salen con compañía", es decir, a las que se les saca de paseo; personas que salen con otra gente afectada por problemas similares; personas que andan generalmente solas; quienes sólo salen cuando hace buen tiempo; y finalmente quienes no salen nunca o casi nunca. Hemos considerado que no tienen problemas de soledad y que llevan una vida relacional normal a quienes no tienen problemas en ninguno de los dos niveles. "Sin problemas de soledad, sale con compañía" a quienes no están solas pero se mueven dentro de un grupo limitado de personas afectadas. "Sin problemas de soledad pero no sale" agrupa a las personas que una vez más no puede decirse que se encuentren solas pero no salen de sus casas, prácticamente no lo hacen, o de hacerlo lo hacen sin ninguna compañía. "Con problemas de soledad pero sale a la calle" es el epígrafe que agrupa a las personas que si bien tienen algún problema de soledad, salen a la calle, aunque sea en compañía de la misma persona o personas afectadas por la misma problemática. Hemos considerado que tienen "problemas graves de soledad o de comunicación" aquellas personas que en uno de los dos aspectos "soledad" y "vida relacional en la calle" se encuentran en el nivel clasificado como "muy mal", siendo así que en el otro aspecto alcanzan el nivel inmediatamente anterior, es decir, el de "regular" o "mal". Así pues, estaría en este grupo una persona que vive muy sola pero tiene alguien con quien salir a la calle y también quien sin estar muy sola, sin embargo no sale a la calle o lo hace muy de vez en cuando o en solitario.

- 153 -


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Por último en el grupo personas con "problemas de soledad y de comunicación" queremos definir a quienes están en una situación desfavorable en ambos aspectos, viven solos, y no salen prácticamente a la calle o lo hacen habitualmente solas. La verdad es que muy pocas personas se encuentran en esta última situación . Según nuestros cálculos algo más del medio centenar en todo el territorio y, si nos atenemos a los datos de los cuadros 2.3.42 y 43 podemos afirmar además que son fundamentalmente deficientes mentales los que se encuentran en esa situación definible como de escasa o nula vida relacional.

Las personas físicamente dependientes y las que de alguna forma cabe incluir en el cuadro de las psicosis, presentan también en mayor proporción que la media problemas de soledad y de deficiente vida relacional. Señalaremos finalmente que más del 20(1/o de las personas que hemos considerado deficientes físicas, si bien no tienen problemas de soledad, lo cierto es que prácticamente no salen a la calle. En total más de dos mil deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados se hallan en esta situación que podría ser definida como de reclusión en sus propios domicilios. También es de resaltar la notable diferencia que existe entre la proporción de personas solas y aisladas según se adopte una definición restringida o amplia del término deficiente y enfermo crónico. En efecto, considerando la totalidad del colectivo de personas afectadas por alguna deficiencia, el 83,4 % del total llevan una vida relacional que cabe considerar como normal. Sin embargo, considerando únicamente los grupos A, B, C y D, es decir, el colectivo de los más afectados, la proporción se reduce considerablemente alcanzando únicamente el 59,3 %. Señalemos finalmente que a la vista de los datos que nos suministran las tablas de distribución comarcal, es difícil la apreciación de diferencias significativas, máxime teniendo en cuenta que la cuestión analizada admite un importante margen de subjetividad tal y como ha sido obtenida la información.

2.3.9. BARRERAS ARQUITECTONICAS Las barreras arquitectónicas plantean problemas de alguna consideración a más de la mitad de las personas que tienen problemas de movilidad. A la cuarta parte moverse en su casa y salir de ella le plantea dificultades que se agravan en el caso de un 9 %. Otro 5 % tiene problemas más graves y para casi un 77 % resultan infranqueables, es decir, la persona afectada no puede corrientemente salir de casa por sus propios medios. En total, deben enfrentarse a problemas muy graves, por las dificultades que plantean las barreras

- 160 -


arquitectónicas en sus domicilios , casi el 12 11/o de las personas que tienen algún problema de movilidad , lo que en términos absolutos representa un colectivo de más de 1.200 personas. Claro que dentro de este grupo debemos contar los más de 250 encamados, a los que difícilmente se les pueden suprimir las barreras arquitectónicas.

Como es lógico, los más afectados por este problema son las personas obligadas a utilizar silla de ruedas, dado que a la mitad aproximadamente los obstáculos arquitectónicos de sus viviendas les resultan infranqueables. Puede decirse a la vista de los resultados del cuadro 2.3.48 que mas de 700 personas en el territorio histórico de Alava necesitarían cambiar de vivienda o realizar transformaciones en sus accesos con el fin de reducir sus graves problemas de movilidad.

Cuadro 2.3.48.-BARRERAS ARQUITECTONICAS Y PROBLEMAS DE MOVILIDAD Barreras arquitectónicas

Dificultades independencia

Algo dependiente

Silla independiente

Silla dependiente

Encarnado

I Utal

4.958

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11)

1

1))

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Ie plantea dificultades

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10

17

IA• plantea graves prohleriias

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No le suponen problemas

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Dificultades independencia

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La distribución comarcal que ofrecen los cuadros 2.3.50 y 51 no señala diferencias muy importantes entre zonas rurales y urbanas, aunque de hecho sí puede decirse que en las cuadrillas de La Rioja, Zuya y Añana hemos recogido una proporción más reducida de personas con dificultades imputables a las barreras arquitectónicas.

2.3.10. SITUACION GENERAL EN CUANTO A ALIMENTACION, ASEO Y LIMPIEZA Hemos combinado las dos variables alimentación y aseo de manera que constituyan un único factor , procediendo según el esquema que adjuntamos. El dato fundamental lo constituye el hecho de que más del 95 % de los deficientes , enfermos crónicos y ancianos necesitados no tengan problemas tanto desde el punto de vista de la alimentación como desde el punto de vista del aseo y limpieza. Como siempre que se intentan analizar situaciones que por su reducida incidencia son excepcionales, debemos afirmar la dificultad de apreciar diferencias en función de la zona de residencia, del tipo de deficiencia o de cualquier otro factor. De cualquier manera no debemos pasar por alto el hecho de la existencia de más de un centenar de personas deficientes, enfermas o ancianas que en opinión de sus convecinos están mal alimentadas y mal aseadas. Aventurando alguna precisión más, podríamos decir también a la vista de los cuadros 2.3.52 y 53 que quizá son los enfermos mentales no clasificados como psicóticos , es decir , quienes llevan una vida "normal " en su medio y que tienen problemas de independencia física o de integración laboral , los más afectados por problemas de alimentación e higiene personal.

Factor alimentación

Factor aseo y limpieza

Factor combinado

Bien

Bien

Bien

Bien Regular- Mal Regular- Mal Bien

Regular- Mal Bien Regular- Mal Muy mal

Regular Regular Mal Mal

Muy mal Regular - Mal

Bien Muy mal

Mal Muy mal

Muy mal Muy mal

Regular-Mal Muy mal

Muy mal Muy mal

- 164 -


Cuadro 2 . 3.52.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS . SITUACION DESDE EL PUNTO DE VISTA DE ALIMENTACION , HIGIENE Y ASEO PERSONAL Bien

Regular

Mal

23

92

8 8 14

GRUPO A Enf. crónicos , def. fisicos y ancianos necesitados

7.866

01 02 03 04 05 06

260 483 216 1 .701 3.230 1.976

11 9 3

7 25 4 7 28 21

1 .098

2

52

586 198 218 96

1 1

51

GRUPO C Enfermos mentales

879

3

11 12

562 317

3

GRUPO D Deficientes sensoriales

569

13 14 15 16

133 113 64 259

Personas encamadas En silla de ruedas Físicamente dependientes Precisan ayuda Precisan alguna ayuda Discapacidad para el trabajo

GRUPO B Deficientes mentales 07 08 09 10

Límites Capaces mantener conversación No razonan mucho Sólo entiende alguna palabra

Dementes y psicóticos Problemas independencia y trabajo

Problemas Problemas Problemas Problemas

muy graves de visión graves de visión independencia y trabajo de audición y lenguaje

Muy mal

NS /NC

Total

36

126

8.143

6

7 3 94 22

267 521 223 1.821 3.297 2.014

24

43

1.219

23 1

10 3 16 14

671 203 234 111

24

33

112

1.051

20 4

3 30

108 4

696 355

2

15

16

26

628

2

6 8

2

15

1

14

1

139 150 64 275

1

TOT. A + B + C + D

10 .412

30

183

109

307

11.041

GRUPO E Resto

21 .084

62

153

7

436

21.742

17 18 19 20

5.811 1 .125 415 13.733

17 3 3 39

55 37 14 47

1 3

74 31 29 302

5.958 1.199 461 14.124

743

32.783

Resto Resto Resto Resto

TOTAL

def. fisicos de enf. mentales de def. sensoriales de ancianos

31.1'li.

3

2.3.11. SITUACION ECONOMICA Para valorar la situación económica de los deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados hemos tenido en cuenta los ingresos personales del afectado y la situación del medio familiar en el que convive. Hemos tenido en cuenta tres niveles para pensar una variable combinada a partir de la referida situación personal y particular: situación económica inferior a lo normal, situación normal y mala.

- 165 -


Evidentemente nuestro instrumento de medida no nos permite hacer precisiones respecto a la situación económica de la población estudiada. Sí podemos advertir sin embargo la profunda relación existente entre problemas y enfermedad: si no llega al 4 "/o la población de personas mayores de 65 años sin problemas de salud importantes cuyos vecinos consideran que se encuentran en una situación económica mala, en el total de personas con discapacidades importantes la proporción es superior al doble. En el caso más extremo hay que situar a los deficientes mentales 20,4 "/o en mala situación económica y a los deficientes físicos que con un 7,4 "/o en mala situación serían quienes más se acercan a la situación de normalidad.

Cuadro 2.:3.5:3.-DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS . SITUACION DESDE EL PUNTO DE VISTA DE ALIMENTACION, HIGIENE Y ASEO PERSONAL. (PORCENTAJES) Bien

Regular

Mal

Muy mal

NS/NC

Total

96,6

0,3

1,1

0,4

1,6

10(1,(1

417,4 92,7 !)(i,1) 93,4 98,0 98,1

1,2

0,6 0,3 0,1

2,6 4,8 1,8 0,4 0,8 1,0

0,4 0,2 0,8

1,3 1,3 5,2 0,7

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

GRUPO B Deficientes mentales

90,0

0,2

4,3

2,0

3,5

100,0

07 08 09 1(1

87,3 97,5 93,2

(),1 (),5

7,6

2,4 0,5

1,6 1,5 6,8 12,(i

100,0 100,0 1()0,0 100,0

GRUPO A Enf. crónicos, def. fisicos v ancianos necesitados

111 02 1)3 04 05 06

Personas encamadas En silla de ruedas Físicamente dependientes Precisan ayuda, Precisan alguna ayuda Discapacidad para el trabajo

Límites Capaces mantener conversación No razonan mucho Sólo entiende alguna palabra

GRUPO C Enfermos mentales 11 12

Dementes y psicóticos Problemas independencia y trabajo

GRUPO D Deficientes sensoriales 13 14 15 16

Problemas Problemas Problemas Problemas

muy graves de visión graves de visión independencia y trabajo de audición y lenguaje

11,9

86,5

83,6

(),3

2,3

3,1

10,7

100,0

80,7 89,3

0,4

2,1) 1,1

0,4 8,5

15,6 1,1

100,0 100,()

9(),7

(1,3

2,4

2,5

4,1

100,0

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4,3 5,3

1,3

16,8

0,4

5,1

0,3

100,0 100,0 100,0 100,11

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2,8

100,0

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10(1,0

1,3 2,5 6,3 2,2

100,0 100,0 100,0 100,0

2,2

100,0

95,7 75,3 100,0 94,2

TOT. A + B + C + 1)

94,3

0,3

1,6

GRUPO E Resto

97,1)

O,3

0,7

17 18 19 20

97,5 93,8 90,0 97,2

0,3 0,3 0,7 11,3

0,9 3,1 3,11 (1,3

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def. físicos de enf. mentales de def. sensoriales de ancianos

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Por nrás que el dato fuera esperable no deja de ser llamativa la relación entre discapacidad y deficiente situación económica, relación que subraya la necesidad de mejorar la política (le ayuda directa a esas personas. Señalemos que en números absolutos son 2.179 personas las que se encuentran en una situación económica muy desfavorable , de ellas 1.1 tti con discapacidades importantes.

En lo que respecta a la comarca de residencia, Campezo, una vez mas, es la que cuenta con mayor proporción de problemas económicos ya que casi el 2011/o de discapacitados se encuentran en mala situación.

2.3.12 . SITUACION DE LOS DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS La avanzada edad media de la población objeto de análisis en este apartado se refleja claramente en la situación general en la que se encuentran sus miembros. En los cuadros 2.3.58 y 59 podemos observar que más del 20 0/ de la población tiene la condición de jubilado y no llegan al Itl "/o quienes trabajan realizando alguna actividad al margen de las tareas del hogar. Por otra parte el 33 "/o se dedican a las tareas domésticas; el 2;1 "1 tienen la jubilacion y sólo algo más del 5 % son escolares o estudiantes. La situación de jubilado es la más normal entre los deficientes Gsicos :des. I,a frecuente entre los enle la condició n de ama de casa es la al concliciOn de trabajador en el sentido que generalmente se los asumen o logran asumirla con más frecuencia los deficientes sensoriales ntes o deficientes mentales se caracterizan por su elevada proporcioii de escolares. n claramente ron Evidentemente las situaciones generales descritas en sus henios analizado: anleriornt, nte que edad , por el factor dicionadas es una deficiente la de que recordar extremos más claros debemos que es lógico por lo scolaridad periodo de c condición ligada por así decirlo al que más del 36 "/o de los mismos sean " estudiantes" mientras que las deficien cias físicas, su incidencia aumenta rápidamente con la edad, de manera que es lógico que más del 2311/o sean jubilados y una proporción mayor que puede llegar incluso a la mitad en las categorías de discapacidad más graves.

Por otra parte en los mismos cuadros puede apreciarse la gran diferencia existente entre la población de deficientes , enfermos y ancianos necesitados y la formada por el grupo denominado " Resto" que está integrado por deficientes y enfermos sin graves problemas de discapacidad y por quienes simple-

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mente han rebasado los 65 años. Este último grupo hace que la proporción de jubilados sea verdaderamente fuerte -más del doble que con la de deficientes propiamente dicho- pero a cambio de que no se den prácticamente las jubilaciones anticipadas que sin embargo entre los deficientes y enfermos crónicos que hemos considerado discapacitados, representan casi la cuarta parte de la población. En los cuadros 2.3.60 y 61 podemos advertir asimismo que las diferencias comarcales no son importantes en lo que se refiere a la situación general de deficientes enfermos crónicos y ancianos necesitados. Quizá cabe señalar una mayor proporción de jubilados en el "resto del territorio", es decir, en el total de Alava excluida la cuadrilla de Vitoria.. En Vitoria, en la referida condicion se encuentran casi el 17 °/o de la población y el 29 tt/o en el resto. Las amas (le casa por el contrario -puesto que en estos dos grupos se centran las diferencias- son mucho más numerosas en la cuadrilla de Vitoria que en el resto de Alava. En el primer caso representan el 37,4 % de los casos y el 24 en el segundo.

Cuadro 2.3.60.-SITUACION DE LOS DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS. DISTRIBUCION COMARCAL VITORIA Salvatiena

JUBILADOS SUS LABORES PARO JUBILACION ANTICIPADA

C. alta

C. baja

710

Ayala

Rioja

Campero

Zuya

Añana

Total

140

354

194

94

111

139

2.292

2.805

90

361

221

30

92

53

3.652

265

22

51

6

10

6

2

362

65

1680

128

374

169

72

61

11

2.561

34

1

12

4

10

15

76

Pueblos

Total

522

28

1260

1.353

1401

51

28

237

559

1.056

INACTIVOS

20

14

M.V. OCUPAN

41

149

7

197

28

95

28

23

3

17

391

ESTUDIANTES

167

247

37

451

39

64

20

9

10

7

600

MENORES

15

7

22

4

5

1

1

TRABAJAN

331

449

14

794

52

79

71

24

6

43

1.069

3.224

4.075

209

7.508

504

1.395

713

263

306

347

11.036

TOTAL

33


Cuadro 2.3.61.-SITUACION DE LOS DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS. DISTRIBUCION COMARCAL (PORCENTAJES) C. alta

C. bada

Pueblos

Total

Salvauerra

Ayala

Rioja

Campero

luya

Añana

Suma resto terrnono

¡ojal

JUBILADO

22,0

12,B

13,4

16,8

27,8

25,4

27,2

35.1

36,3

40.1

29,2

20,8

SUS LABORES

42,0

34,4

24,4

37,4

11,9

25.9

31,0

11,4

30,1

15,3

24,0

33.1

0,9

5,8

3,5

4,4

3,1

0.8

3,8

2,0

0.6

2,8

3,3

11,3

25.9

22,4

25,4

26,8

23,1

27,4

21,9

20,5

25,0

23,2

INACTIVOS

0,6

0,3

0,5

0,2

0,9

0,6

3,3

4,3

1.2

0,7

M.V. OCUPAN

1,3

3,7

3,4

2,6

5,6

6,8

3,9

8,8

1,0

4,9

5,5

3,5

ESTUDIANTES

5,2

6,1

11,7

6,0

7,7

4,6

2,8

3,4

3,3

2,0

4,2

5,4

3,4

0,3

0.8

0,4

0,4

0,3

Q3

0.3

6,1

10,6

10,3

5,7

9,1

2,0

7,8

9,1

PARO JUBILACION ANTICIPADA

MENORES

0 ,5

TRABAJAN

10,3

TOTAL

100

11,0 100

31,1

100

100

100

100

10,0 100

100

100

12,4 100

100

100

Los deficientes y enfermos crónicos en edad escolar Vamos a intentar analizar con más detalle la situación de los deficientes y enfermos crónicos y para ello dividiremos la población en dos grandes grupos: quienes se encuentran en edad escolar y quienes la han rebasado y están ya en edad laboral. Lo primero que llama la atención en el cuadro 2.3.62 en el que señalamos la situación de deficientes y enfermos en edad escolar es lo reducido de la población que recoge el apartado "Centros Especiales" y sobre todo el de "Aulas Especiales". En efecto, frente a los 343 deficientes atendidos en Centros Especiales, tenemos que reconocer la existencia de 400 deficientes realmente escolarizados en este tipo de centros, es decir, que hemos perdido información del 14 "/o aproximadamente de niños y adolescentes deficientes a este nivel. El problema es más grave a nivel de Aula Especial ya que son 500 las plazas que hemos contabilizado en Alava y sin embargo tan sólo 1(i deficientes que acuden a ellas. En este caso la desviación es importante y se debe naturalmente a que a los informantes les es difícil distinguir entre Aula Especial y Ordinaria al estar integradas en Centros Escolares Ordinarios. Así pues, buena parte de los deficientes que aparecen en el cuadro 2.3.62 como integrados en Centros Ordinarios son en realidad alumnos de Aulas Especiales. A manera de resumen de la información que contienen los cuadros 62 y 63 podemos decir, que prácticamente todos los deficientes en edad escolar están atendidos educativamente de una u otra forma. Tan sólo hemos podido contabilizar 11 casos que según convecinos no reciben ninguna atención.

- 175 -


Cabe resaltar también que la atención en Centros Específicos es especialmente prodigada en el caso de los deficientes sensoriales. En el caso de los deficientes mentales el 44 % se hallan en dicha situación, junto al 27,5 % de los deficientes físicos. Evidentemente estas proporciones son válidas para aquellos niños y adolescentes con deficiencias importantes y quedan totalmente inválidas para su aplicación al conjunto de la población con deficiencias leves entre las que cabe incluir los retrasos escolares que integran la mayor parte de los alumnos de las Aulas Especiales. No debe olvidarse, por otra parte, que nuestro objetivo es estudiar la demanda de Servicios Sociales -no los servicios educativos- que por esa razón nos hemos centrado en el análisis de la población afectada por discapacidades graves.

Cuadro 2.3.62.-ESCOLARIZACION DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Escolaridad normal

Aula especial

Centro especial

Recibe apoyos

Ninguna

NS/NC

36

16

1

8

131

1 7

1 55 8 62 5

21

490

17 2 2

280 104 66 40

GRUPO C Enfermos mentales

1

1

11 12

1

1

GRUPO A Enf. crónicos, del, físicos y ancianos necesitados Ul 02 03 04 05 06

Personas encamadas En silla de ruedas Físicamente dependientes Precisan ayuda Precisan alguna ayuda Discapacidad para el trabajo

GRUPO 8 Deficientes mentales 07 08 09 10

Limites Capaces mantener conversación No ratonan mucho Sólo entiende alguna palabra

2 1 62 5

36

115

128

216

95 14 6

66 59 3

102 26 55 33

Problemas Problemas Problemas Problemas

muy graves de visión graves de visión independencia y trabajo de audición y lenguaje

4

1

10

5 5

32

1

3

32

189

128

GRUPO E Resto

672

37

460 127 85

15

861

Resto Resto Resto Resto

TOTAL

def de de de

físicos enf. mentales def. sensoriales ancianos

36

1

TOTAL A + B + C + 0

11 18 19 20

16

Dementes y psicóticos Problemas independencia y trabajo

GRUPO 0 Deficientes sensoriales 13 14 15 16

70

Total

284

35 16

11

30

658

59

8

776

8

22

42 15 2

525 142 109

16,5

343

38

1.434

- 176 -

I6

11


Cuadro 2.3.63.-ESCOLARIZACION DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Escolaridad normal GRUPO A Enf. crónicas, def. fisicos y ancianos necesitados 01 02 03 04 05 06

Personas encamadas En silla de ruedas Físicamente dependientes Precisan ayuda Precisan alguna ayuda Discapacidad para el trabajo

Aula especial

Centro especial

Recibe ayudas

Ninguna

53.4

27,5

12,2

0,8

3,6 12.5 100 100

65,5

29,1

1,8

6,1 100

GRUPO 8 Deficientes mentales

23,5

26.1

44,1

07 08 09 10

33,9

23,6

36,4

Limites Capaces mantener conversación No razonan mucho Sóla entiende alguna palabra

NS/NC

2,0

Total

100

87,5

100 100 100 100 100

4,3

100

6,1

100

GRUPO C Enfermos mentales

100

100

11 12

100

100

Dementes y psicóticos Problemas independencia y trabajo

GRUPO 0 Deficientes sensoriales 13 14 15 16

Problemas Problemas Problemas Problemas

muy graves de visión graves de visión independencia y trabajo de audición y lenguaje

11,1

88,9

100

100

8 ,6

91,4

TOTAL A + B + C + 0

28.1

19,5

GRUPO E Resto

86,6

4,8

17 18 19 20

87,6 89 ,4 78,0

2,9

60,0

Resto Resto Resto Resto

TOTAL

del . fisicos de enf , mentales de def , sensoriales de ancianos

100

43,2

100 2,4

4,6

100

1,6

1,0

100

1,5

20,2

8,0 10,6 1,8

100 100 100

11.5

23,9

2,1

100

1,1

1,7

0,8

A este respecto es de señalar la importante diferencia existente entre los deficientes propiamente dichos y los que quedan englobados en el grupo "resto". Concretamente entre estos últimos -deficientes/enfermos sin discapacidades graves- tan sólo un 7,6 % aparece incluido como alumno de un Centro de Educación Especial. En los cuadros 2.3.64, 65, 66 y 67 hemos ordenado los datos referentes a la situación escolar en función de la cuadrilla de residencia . En el 64 y en el 65 contabilizamos toda la población , incluida la que no está aquejada por incapacidades graves, y en los dos siguientes nos limitamos únicamente a los gravemente afectados.

- 177 -


Cuadro 2.3.64.-ESCOLARIZACION DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS. DISTRIBUCION COMARCAL VITORIA

ESCOLARIDAD NORMAL

C. alta

C. baja

Pueblos

263

428

44

S alvat i erra

A ya l a

R ioja

24

65

20

139

AULA ESPECIAL

89

52

141

8

3

1

CENTRO ESPECIAL

76

192

268

20

27

9

1

15

1

RI CIRE APOYOS

Z uya

Añ ana

2

12

1

1

5

165

9

9

2

344

C ampezo

T ota l

Total

16

1

NINGIINA NS/NC

15

4

1

71;

!I

IIIIAI

441

691

51

1188

63

863

111

11

1115

2

1

1

39

38

12

23

8

1438

Nota El total incluye la categoria recogida en el grupo "Resto".

Cuadro 2.3.65.-ESCOLARIZACION DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS. DISTRIBUCION COMARCAL. (PORCENTAJES) VITORIA Salvauerra

Ayala

Rioja

C. alta

C. baja

Pueblos

ESCOLARIDAD NORMAL

19.7

61,9

86,3

62.2

38.1

61,9

52 ,6

AULA ESPECIAL

19,9

7,5

11,9

12,7

2,9

18,4

CENTRO ESPECIAL

17,0

27,8

22.5

31,8

25,7

23,7

2,2

1,3

31,8

RECIBE AYUDA NINGUNA NS/NC TOTAL

1 ,6 3,4 100

0,6 100

13,7 100

Campezo

Zuya

Añana

Suma resto

Total

Total

2,2 100

75,0

52, 2

12,5

49,8

60,0

4,4

62,5

9,6

11,5

39,1

25 .0

30,5

23,9

9,5

14,3 100

16,7

5,3 100

100

B.3 100

4,4 100

100

0,4

1,1

4,4

0,8

5,2

2,7

100

100

Nota: El total incluye las categorías recogidas en el grupo " Resto".

Bajo cualquiera de los dos aspectos se puede deducir que no es cierto, o no parece cierta en principio , la idea que generalmente se suele tener sobre la mayor opción integradora que ofrecen los pueblos frente a las capitales. En efecto, si en la cuadrilla de Vitoria, el 22,5 % de los deficientes están atendidos en Centros Especiales , en el resto de Alava la proporción es incluso mayor alcanzando el 30,5 t'/o. Por lo demás, a este nivel las poblaciones resultan

- 178 -


reducidas para sacar conclusiones y es evidente la imposibilidad de medir la importancia de soluciones intermedias o alternativas como las de los "apoyos pedagógicos" a través del método de trabajo utilizado.

Cuadro 2.3. 66.-ESCOLARIZACION DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS GRAVEMENTE AFECTADOS. DISTRIBUCION COMARCAL VITORIA Salvaoerra

Ayala

Rioja

Campero

14

42

5

1

6

3

7

9

18

25

9

C. alta

C. baja

Pueblos

Total

ESCOLARIDAD NORMAL

64

28

37

129

AULA ESPECIAL

69

31

106

CENTRO ESPECIAL

34

171

211

15

15

1

RECIBE AYUDA NINGUNA

1

NS/NC

15

4

7

26

3

TOTAL

182

261

44

487

43

Zuya

Añana

Total

191 1

5

137

9

2

274 16

10

11 1

80

21

11

30 10

7

659

Los deficientes y enfermos crónicos en edad laboral Del colectivo total de deficientes y enfermos crónicos con discapacidades graves en edad de trabajar (1) el 40 "/" ejerce alguna actividad laboral. La diferencia es notable comparando esta cifra con la que resulta en el grupo "resto", es decir, con el colectivo no afectado por deficiencias importantes, ya que en este caso la proporción se aproxima al 80 "/o.

Ambas cifras ofrecen de todas formas una visión excesivamente optimista. Hay que aclarar que el epígrafe "trabaja" engloba muy diferentes condiciones que van desde la situación de ama de casa a la de trabajador en un Centro Especial de Empleo. Desgraciadamente el tamaño de la muestra y lo reducido de la población trabajadora hacen imposible que podamos matizar más la situación del grupo de trabajadores. Podemos decir, eso sí, que la mitad aproximadamente de quienes ejercen una actividad laboral se dedican a las tareas domésticas por lo que es de suponer que no sobrepase el 20 "/o del total de quienes se encuentran en edad laboral remunerada. (1) De esta población se han excluido asimismo los deficientes y enfermos que aún estando en edad laboral están estudiando, asimilándose a esta situación de "estudiantes" la de quienes frecuentan establecimientos de atención no necesariamente educativos.

- 179 -


Cuadro 2.3.67.-ESCOLARIZACION DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS GRAVEMENTE AFECTADOS. DISTRIBUCION COMARCAL (PORCENTAJES) VITORIA Salvaoena C alta

C bala

Pueblos

ESCOLARIDAD NORMAL

35.2

10,7

84.1

AULA ESPECIAL

31,9

CENTRO E9H3A1

1117

1111:1111 AYIIIIA

101Al

II '/

Campezo

32.6

52,5

23 ,8

9,1

14.2

21,8

14,0

3,8

33,8

81,8

61,8

43,3

41,9

31,3

42,9

!11

1,1

1,3 7,3

1011

Riola

26,5

NINIIINA

NS/NI:

Ayala

1.6 100

100

100

10,0

911,0

Allana

71,4

28, 6

17,5

I,I

11

15,9 1011

Zuya

Suma resto

Total

Total

1110

100

100

100

100

36,1

29,0

18.0

20,8

36,6

41,6

0,6

2,4

6,4

1,1

7,3

4,1/

1110

100

En función del tipo de deficiencia, son los deficientes sensoriales quienes en mayor proporción ejercen una actividad laboral -el 65,4 "/n- mientras que deficientes físicos, psíquicos y enfermos mentales lo hacen de manera similar, alcanzando justamente en el mejor de los casos el 40 "/o. El dato más importante que cabe resaltar en este apartado lo constituye el hecho de que más de la mitad de los deficientes en edad de trabajar, es decir, más de 3.200 personas no ejercen ningún tipo tipo de actividad laboral. Alrededor de 2.400 deficientes físicos están en esa situación, al menos 233 deficientes mentales, 270 enfermos mentales y 130 deficientes sensoriales. Es de destacar también que las expectativas del entorno de estos deficientes respecto a las posibilidades, respecto a la capacidad laboral más bien, de sus convecinos deficientes son poco alentadoras. En efecto, según estas opiniones, resultaría que sólo el 10 "/o de los deficientes que no trabajan serían capaces de hacerlo en un trabajo ordinario. Esta visión, insistimos, es quizá demasiado pesimista, pero indica también en buena parte que el colectivo de deficientes que estamos considerando está afectado por discapacidades importantes. En cualquier caso el posible papel de los prejuicios sociales o de las actitudes negativas hacia la integación laboral de los minusválidos debe jugar un papel limitado si tenemos en cuenta que es en el caso de los deficientes mentales cuando más optimista resulta la opinión de su integrabilidad laboral desde el punto de vista de la capacidad del individuo. Se considera que casi la mitad -el 44,6 "/o exactamente- de quienes no trabajan en la actualidad podrían hacerlo si tuviesen trabajo. En el caso de los deficientes físicos esta proporción se reduce al 3,2 "/o, al 3 "/o en el caso de los enfermos mentales y sube, aunque no al nivel de los eficientes mentales, en el caso de los deficientes sensoriales, grupo en el que a juicio de nuestros informantes el 36,2 "/o que no trabaja podría hacerlo.

- 180 -


Curiosamente, y en contra de lo que cabría esperar, la proporción de deficientes y enfermos crónicos que trabajan es superior en la capital que en el resto del territorio, de manera que en Ayala, Zuya y Campezo concretamente tan sólo ejercen una actividad laboral remunerada o no la cuarta parte, e incluso menos, del total de minusválidos en edad de trabajar. En síntesis podemos decir que más de la mitad de los deficientes en edad laboral están desocupados, que estas personas constituyen un colectivo de más de 3.000 personas, de las cuales las tres cuartas partes son deficientes físicos y enfermos crónicos, el 13 % deficientes mentales, el 8 % enfermos mentales y el 4 % deficientes sensoriales.

Cuadro 2.3. 68.-SITUACION LABORAL DE LOS DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS

GRUPO A Enf. crónicos, del. físicos y ancianos necesitados

Trabajan

No trabaja y no podría

No trabaja pero podría

NS/NC

Total

1.611

2.290

75

197

4173

261 855 483

8 80 7 264 400 1.531

GRUPO B Deficientes mentales

224

07 08 09 10

01 02 03 04 05 O6

Personas encamadas En silla de ruedas Físicamente dependientes Precisan ayuda Precisan alguna ayuda Discapacidad para el trabajo

12

7

8 99 39 639 1.374 2 014

53 15

32 61 104

237

191

42

694

122 47 49 6

11 30 100 311

1133 8

19 3

20

12

381 O8 161 98

GRUPO C Enfermos mentales

217

260

li

43

528

11 12

52 165

128 132

II

31 2

229 299

216

83

41

16

422

50 49 17 160

7 11 34 25

21

1 15

1,1 / 92 52 221

TOT A + B + C + 0

2128

2.870

321

298

5 817

GRUPO E Resto

2.541

56

381

291

3.269

323 44 11 3

1B2 104 1 4

2.241 746 246 36

702

589

9.086

limites Capaces mantener conversación No razonan mucho Sólo entiende alguna palabra

Dementes y psicóticos Problemas independencia y trabajo

GRUPO D Delicientes sensoriales 13 14 15 16

17 18 19 20

Problemas Problemas Problemas Problemas

Resto Resto Resto Resto

TOTAL

muy graves de visión graves de visión independencia y uabajo de audición y lenguaje

det físicos de enf, mentales de del. sensoriales de ancianos

1.736 598 178 29 4.869

56

2.926

- 181 -

li

26


Cuadro 2.3. 69.-SITUACION LABORAL DEL DEFICIENTE ENFERMO CRONICO . PORCENTAJE No trabaja y no podría

Trabajan GRUPO A Enf. crónicos, def, fisicos y ancianos necesitados

54,9

38,8

41,0 62,2 24,0

100 80,8 18,0 41,3 29,1 16.0

GR111,11 II Ilnhcuunec maulalu',

32,;1

III 08 09 111

01 02 03 04 05 TI[;

Personas encamadas En silla de ruedas Físicamente dependientes Precisan ayuda Precisan alguna ayuda [liscapacidad para el trabajo

No trabaja pero podía

12,1

1.8

NS/NC

Total

4,7

100 100 100 100 100 100 100

7,1 8,3 1,1

82,0 10,0 1,6

;14,7

21,5

0.1

1110

32,11 53,5 31.1 1

211,2 34,1 63,1 :¡[],ti

42,8 !11

5,0 3,4 5,1 17,2

Ti)(¡ 11111 Illll 11111

GRUPO C Enfermas mentales

41,2

49,2

1,5

8,1

100

11 12

22,7 77,9

55,9 44,2

3,5

17.9 0,7

100 100

GRUPO D Deficientes sensoriales

65,4

19,7

11,1

3,8

100

13 14 15 16

87,7 53,3 32,7 72,4

12,3 18,5 65.4 11,3

9,5

1,9 6,8

100 100 100 100

TOT. A + 8 + C + 0

40,1

49,3

5,5

5,1

100

GRUPO E Resto

77,7

1,7

14,4

8,9

100

17 18 19 20

17,5 80,2 72,4 80,6

14,4 5,9 4,5 8.3

8,1 3,9 0,4 11,1

100 100 100 100

1,7

6,5

100

1inum:; Capaces ninmmier r.unumsacum Nn iaznnae umchu Sólo seto s)e alguna palahm

Dementes y psicóticas Problemas independencia y trabajo

Problemas Problemas Problemas Problemas

Resto Resto Resto Resto

muy graves de visión graves de visión independencia y trabajo de audición y lenguaje

del, físicos de enf. mentales de def, sensoriales de ancianos

TOTAL

211,1

28,3

22,8

53,6

32,2

Cuadro 2.3. 70.-SITUACION LABORAL DE DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS . DISTRIBUCION COMARCAL VITORIA Salvatierra

Ayala

Rioja

Campezo

Zuya

Añana

Total

1165

91

173

145

29

39

85

2.327

1.856

144

436

193

87

69

89

2.874

225

16

53

6

10

4

8

322

7

174

12

29

14

18

48

8

303

95

411211

263

091

358

144

160

190

5.826

C. alta

C. baja

Pueblos

Total

TRABAJA

674

1.040

51

NO TRABAJA Y NO PODRIA

581

1.232

37

NO TRABAJA PERO PODRIA

48

117

NS/NC

89

78

TOTAL

1.398

2 521

- 182 -


Cuadro 2.3 .71.-SITUACION LABORAL DE LOS DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS . DISTRIBUCION COMARCAL. PORCENTAJES VITORIA S alvatierra

A ya l a

R ioja

C ampezo

Z uya

A単 ana

S uma resto

T ota l

43,9

34,6

25,0

40,5

20,1

24,5

44,1

31,1

40,0

46,2

54,8

63,1

53,9

60,4

43,1

46,8

56,4

49,3

5,6

6,1

7.7

1,7

6,9

2,5

4,2

5,4

5,5

30,0

4,2

7,1

5,2

C. alta

C baja

Pueblos

Total

TRABAJA

48,2

41,3

53,B

NO TRABAJA Y NO PODRIA

42 , 0

48.8

39,0

NO TRABAJA PERO PODRIA

3,4

1,0

NS/NC TOTAL

6 ,4 100

3,1 100

7,4 100

4,3 100

4,6 100

4,2 100

3,9 100

12,5 100

100

100

100

100



2.4. DROGALCOHOL

2.4.1. INTRODUCCION Antes de iniciar el análisis del consumo de drogas en la provincia, conviene hacer unas consideraciones previas. Es de todos conocida la dificultad existente para obtener datos fiables respecto a la incidencia del consumo, motivado entre otras causas por el carácter ilegal que revisten la mayoría de las drogas existentes en nuestro país. La propia metodología de investigación, a base de entrevistas directas a la población, entrañaba graves dificultades, entre las que citamos las siguientes: - Escaso conocimiento del tema por parte de algunos interlocutores, asociando fundamentalmente la edad de los mismos y al tipo de droga sobre la que se requería información (la más fidedigna se obtuvo del consumo de alcohol, dado su alto nivel de tolerancia social). - Ocultamiento de la realidad del consumo, ya que el carácter ilegal de la mayor parte de las drogas causaba reacciones inhibitorias en muchos de los entrevistados, máxime cuando por cuestiones metodológicas se solicitaba información sobre los consumidores con nombre y apellidos. - Diferente valoración del consumo y por tanto de los consumidores, según el tipo de entrevistados concurrentes, ya que en función de la edad y sexo de los mismos se apreciaban opiniones diferentes sobre una misma realidad. Los resultados obtenidos en la investigación muestral son aplicables al total provincial, perdiendo rigor estadístico al analizar unidades particulares

- 185 -


cuadrillas, en las que su validez es de tipo tendencia¡ , dado el reducido «&-ctivu publacional al que se hace referencia y los problemas de Viabilidad ,eñaladus anteriunnente.

I'w otra parte, la inexistencia de estudios anteriores con parámetros hable, respecto a la incidencia del consume, de drogas en Alava, imposibilita la cu111paración de lu, resultados de la presente investigación.

Sin embargo a pesar de estas limitaciones, se intentará obtener una visión de conjunto sobre el consumo que hace la población alavesa de drogas legales e ilegales. al tiempo que se definirán los grupos de alto riesgo, para sentar las bases de una política preventiva asistencial. El análisis del capítulo "drogalcohol" se estructurará en tres áreas: - Características generales del consumo de drogas. - Estructura de la población afectada. - Repercusiones del consumo.

2.4.2. CARACTERISTICAS GENERALES DEL CONSUMO DE DROGAS Ln este primer capitulo del análisis de la demanda de "drogalcohol", se trata de señalar las características generales que presenta el consumo de drogas, detectando cuestiones tales como: número de consumidores, tipo de consumo, frecuencia del mismo, localización espacial, etc. En definitiva, se va a presentar la forma general en que se desarrolla el consumo en la provincia.

1. Incidencia del consumo en los diferentes grupos de reclasificación Dado que la problemática específica de cada grupo social se trata en su área correspondiente, vamos a exponer de manera sucinta la incidencia que tiene cada sector poblacional sobre el consumo total de drogalcohol. De los datos del cuadro 2.4.l., resulta la cifra de 3.195 personas consideradas como consumidoras de drogalcohol (actuales y pasados) en el conjunto provincial, lo que representa un índice de prevalencia del 16,42 % (sobre la población mayor de 15 años).

- 186 -


Cuadro 2.4 .1.-DISTRIBUCION DE LOS CONSUMIDORES (ACTUALES Y PASADOS) SEGUN GRUPOS DE RECLASIFICACION Grupos de reclasilicactón Personas encamadas En silla de ruedas Necesitados de ayuda Precisa alguna ayuda Discapacitados

ENFERMOS CRONICOS DEFICIENTES FISICOS Y ANCIANOS NECESITADOS

Problemas pasados 7 15 6 2 31

Bordelines No razona mucho

DEFICIENTES MENTALES

Dementes y psicóticas Problemas de independencia y trabajo

ENFERMOS MENTALES

DEFICIENTES SENSORIALES

Problemas muy graves de visión Problemas graves de visión

DROGALCOHOL

PARADOS

13 35

Iltres 0o clasificados

(1001

(1(1(1)

1.1

1,1 /7.9

411 :141

341

(100)

35

411

letal

1,1

1.6

11,5

60,2 3,1 36,1 2334

2334

Total Han tabulado con anterioridad Sin nopnnencia ¡ahora¡

16 1 404 73 8,51

1 404 1,3 85/

Problemas graves de drogalcohol Problemas ocupacionales Otros problemas

(100)

81.3 I8,/

9

7

Total

52 13 3

6 3

7

11,6

69,2 30,8

35

17

Total

34 36 16

34 1

2 15

(100) 19,4 20,6

21 1 30

4

Total

370

309 23 7

4

1,9 5,9 17,0 13,8 61,4

1 22 63 51 227

1 57 49 196 61

Total

lo¡;¡¡

Problemas actuales

1111111

13,0

I !

1111)

IIIS111 Dl PERSONAS

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341

411

10¡Al AF ICI A IIOS

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111

1

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(111111

11,1 (11111)

El grupo "drogalcohol" representa el 7:1 "/rr del total de consumidores, agrupando a las personas con problemas de consumo no recogidas en jupos anteriores , en los que se asociaba el consumo de drogas con otro problema prioritario . Dentro de este grupo, destacan los que tienen problemas "graves": 60,2 %, frente a un 3,1 % que presentan problemas "ocupacionales" y un 36,7 "/o que tienen " otros" problemas de menor importancia. En función de su incidencia sobre el total de consumidores le sigue el grupo de enfermos crónicos , deficientes físicos y ancianos necesitados, que supone el 11,6 % de la demanda total. En este grupo, destacan especialmente

- 187 -


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las personas discapacitadas -61,4 incapacitación que parece derivarse del consumo de drogas, ya que el 99 "/o son bebedores excesivos (87 0/o actuales y 13 "/o pasados). En tercer lugar se sitúa el grupo de "resto de personas fichadas" -10,7 %- que presentan una problemática de drogadicción pasada en el total de los casos. La incidencia del resto de grupos de reclasificación sobre el total de consumidores es del 4,7 %, afectando en mayor medida a los enfermos mentales (1,6 "/o) y a los parados (1,5 "/o) y con menor incidencia en los grupos de deficientes mentales y sensoriales (1,1 "/o y 0,5 "/o respectivamente). La distribución del consumo según la cuadrilla de residencia y grupos de reclasificación se recoge en el cuadro 2.4.2. Como puede verse, el 68 "/o de los consumidores actuales y pasados se detectan en Vitoria-Gasteiz, frente al 32 "/o en el resto de la provincia. Sin embargo, estas cifras tan sólo suponen una primera aproximación al tema, puesto que posteriormente se analizará si la especial incidencia del consumo en el área urbana responde a una mayor tasa de prevalencia o a la magnitud poblacional de la misma. Es de destacar en el conjunto municipal, que el 73 "/o de los consumidores se detectan en la zona de clase media-baja. Atendiendo a los grupos de reclasificación por zona de residencia, se observan notables desviaciones de la media general, destacando los colectivos de deficientes mentales y sensoriales con problemas de drogadicción que tienen una incidencia del 60 "/o en el resto de la provincia, frente a un 40 "/o en la capital. En el resto de grupos, se observa una mayor frecuencia de consumidores en el área urbana, oscilando desde el 61 "/o en el grupo de enfermos crónicos, deficientes físicos y ancianos necesitados al 86,3 "/o en el de enfermos mentales.

2. Los afectados con problemas en el pasado Antes de proseguir el análisis de la demanda, consideramos conveniente presentar una pequeña síntesis sobre las características de las personas con problemas pasados de drogalcohol, ya que la investigación se centrará a partir de ahora en el estudio de la problemática actual, es decir, de las personas con problemas actuales de drogadicción en cuanto posibles demandantes de servicios sociales. De modo global, los afectados se distribuyen según los grupos de reclasificación de la siguiente manera:

- 189 -


Grupos de reclasificación

Abso.

%

Prevalencia %o

Enf. crónicos , Def. Físicos y ancianos necesitados Deficientes mentales Enfermos mentales Deficientes sensoriales

Parados Resto de personas fichadas

'F( )TA 1,

61

12,8

7,5

4

0,8

3,3

17

3,6

16,2

7

1,5

11,2

48

10,0

3,6

341

71,3

15,8

178

(100)

-

El grupo de personas no clasificadas suponen el 71,3 % del total de consumidores con problemas pasados, seguidas por el de enfermos crónicos, deficientes físicos y ancianos necesitados (12,8 "/o) y por el grupo de parados (1011/o). El 5,911/o restante se distribuye entre los grupos que quedan, con especial impotancia del de enfermos mentales. Esta distribución se desvía de la media para el total de consumidores (actuales y pasados) que se refleja en el cuadro 2.4.1., debido fundamentalmente a la exclusión del grupo "drogalcohol" en el que sólo se presentan problemas actuales y a los colectivos de parados y "resto" de personas, que no presentan problemas actuales. El resto de grupos presenta una distribución más similar a la del conjunto de consumidores. En lo que respecta a las tasas de prevalencia, el índice más alto se detecta en el grupo de enfermos mentales: 16,21%, seguido por el del grupo "resto": 15,8 %, y el de deficientes sensoriales: 11,2 No, mientras que los demás presentan unas tasas inferiores al 10(1/o.

En base a ello se observa que aunque porcentualmente destacan los grupos de "resto", parados y enfermos crónicos, etc..., la mayor prevalencia se detecta en unos colectivos de escasa entidad porcentual sobre el total de consumidores pasados: el de enfermos mentales y el de deficientes sensoriales (excluyendo el colectivo "resto"), que presentan sin embargo las tasas más altas de prevalencia sobre su propio grupo. Aunque la cifra total de consumidores se distribuye entre un 15 11/1) con problemas pasados de consumo -478 personas- y un 85 "/o con problemas actuales -2.717 consumidores- su distribución por grupos de reclasificación no es uniforme, según se refleja en la tabla siguiente.

- 190 -


Grupos de reclasificación

P. Pasados

P. Actuales

TOTAL Abs.

Enf. crónicos , Def. Físicos y ancianos necesitados

16,5

83,5

370

Deficientes mentales

11,8

88,2

340

Enfermos mentales

32 ,7

67,3

52

Deficientes sensoriales

43,7

56,3

16

-

100,0

2.334

Parados

100,0

-

48

Resto de personas fichadas

100,0

-

341

15,0

85,0

Drogalcohol

TOTAL

3.195

A excepción de los grupos de "parados " y "resto", en todos los grupos domina la incidencia de los problemas actuales, aunque con diferencias notables, ya que los enfermos mentales y deficientes sensoriales tienen una menor incidencia relativa en la actualidad mientras que los consumidores incluidos en los dos grupos primeros presentan una incidencia pasada inferior al 20 9/o. Poniendo en relación la cuadrilla de residencia con el tipo de consumo, resulta la distribución que se muestra en el cuadro 2.4.3. Como puede observarse , el 76,4 % de los consumidores se detectan en la cuadrilla de Vitoria frente a un 23,6 % en el resto de la provincia (nuevamente hemos de remitirnos a un capítulo posterior, en el que se analizarán las tasas de prevalencia correspondientes , para detectar la incidencia del peso poblacional del área urbana sobre el total de consumidores). Esta distribución se desvía de la media general , en la que el porcentaje de consumidores totales del resto de la provincia supera en 8 puntos a los consumidores pasados de la misma, por lo que puede deducirse que aunque en conjunto se detectan más consumidores pasados y actuales en la capital, en el momento presente los consumidores detectados en el resto de la provincia ven aumentados en mayor proporción sus efectivos : los multiplican por 8 mientras que los de la capital lo hacen por 5. Desglosando las cifras por cuadrillas , los mayores índices de consumo se detectan en Ayala ( 7,5 %), Salvatierra (6,5 %) y Laguardia (5,6 %).

Al combinar la residencia de los consumidores con el tipo de consumo, se observa:

- 191 -


- Que el consumo de alcohol en el pasado se registra en 7 de cada 10 casos en la capital y dentro de ésta en la zona baja, en el 85 "/o de los casos. - Sin embargo, este tipo de consumo es el que tiene más importancia proporcional en el resto de la provincia, destacando el dato de que el 85 "/o de los consumidores pasados de alcohol de ésta residen en Ayala, Salvatierra y Laguardia. - Aunque los consumos de droga blanda y dura se localizan casi en su totalidad en la capital (en porcentaje superior al 95 "/o), todos los consumidores de droga blanda detectados en la misma residen en la Zona baja, mientras que el 71 "/o de los de droga dura lo hacen en el aren alta. - ¡"ti lo que respecta al consumo de alcohol y droga dura, registrado mayoritariamente en Vitoria (87,511/o), la situación varía respecto a lo anteriormente señalado, pues es en la zona baja donde se registra el 100()/o del consumo.

Por último y siguiendo la distribución que muestra el cuadro 2.4.4., se observa que los bebedores excesivos, representan el 79,79/1) del total de los consumidores de drogalcohol pasados, seguido en importancia por los que presentaban problemas de droga dura -11,9 "/o- y los de droga blanda -4,8 Especial importancia reviste el dato de la existencia de un 3,4 "/o de personas con problemas pasados de alcohol asociado a droga dura. A nivel de cuadrillas de residencia, destaca que el consumo de alcohol agrupa el 95,6 "/o de los consumidores pasados del resto de la provincia, frente al 74,8 "/o de Vitoria. Aunque los porcentajes oscilan de unas cuadrillas a otras, parece claro que en los problemas de drogadicción pasados (en el resto de la provincia) prácticamente se perfila el alcohol como único consumo, mientras que en la capital, aun siendo mayoritario, hay otro 25 "/o de consumidores diferentes a los exclusivamente bebedores, destacando en consumo de droga dura en la zona media-alta, que agrupa casi al 50 "/o de los consumidores de dicha zona.

3. Localización del consumo Una vez señaladas las características de la problemática pasada del consumo, la investigación se va a centrar en las 2.717 personas detectadas como consumidores actuales de drogalcohol en la provincia, lo que representa un índice de prevalencia del 1,1 por ni¡¡ sobre la población mayor de 15 años.

- 192 -


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Cuadro 2.4. 4.-DISTRIBUCION DE LAS PERSONAS QUE PRESENTAN PROBLEMAS PASADOS DE DRO GALCOHOL SEGUN LA CUADRILLA DE RESIDENCIA Y EL TIPO DE CONSUMO (% HORIZONTALES) TOTAL CUADRILLA Y RESIDENCIA

ALCOHOL

Salvanerra

DROGA BLANDA

DROGA DURA

ALCOHOL + DROGA BLANDA

ALCOHOL + DROGA DURA

3,4

Abs.

0/0

6,5

31 12 36 2 21 5

(100) (100) (1001 (100) (100) (100(

1,1

113

(10111

90.3 91,1 1110,0 100.0 1110.11 11(11

711.11

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911,V

11.9

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81.6 111,8

1.11

5./ 48,2

4.9

282 83

(100) (100)

14,8

6,0

15.4

3,8

365

(1001

19,1

4,8

11.9

3,4

418

(100)

Zuya

Ayala AjVana I ayuwdia canipeiu

TOTAL VITORIA ALAVA

8,3

11.9

0,2

Aunque en números absolutos, la mayoría de los consumidores actuales se registran en la capital: 1.804 personas -66,4 %r-, al observar las tasas de prevalencia se detecta que es el volumen poblacional de Vitoria lo que le configura como la cuadrilla con mayor consumo de drogalcohol, puesto que la tasa media de prevalencia del resto de la provincia supera casi en 5 puntos a la de la capital.

Cuadrilla de residencia Salvatierra Zuya Ayala Añana Laguardia Campezo

Total

%

Preval.

268 123 209 62 166 85

9,9 4,5 7,7 2,3 6,1 3,1

37,9 27,2 8,1 12,8 21,1 28,4

913

33,6

17,2

1.303 501

47,9 18,5

17,0 7,7

TOTAL VITORIA

1.804

66,4

12,7

ALAVA

2.717

(111(1)

11,1)

TOTAL PROVI N CIA Zona media -baja Vitoria Zona media-alta Vitoria

- 194 -

'/rNr


Area de residencia Tipo de consumo

Vitoria-Gasteiz Resto Provincia

Alava C. Baja C. Alta Total

Alcohol Droga Blanda Droga Dura Alcohol + Droga Blanda Alcohol + Droga Dura TOTAL

14,0 1,6 0 ,2 1,0 0 ,4

14,4 0,9 0,3 1,1 0,4

4,7 2,6 0,3 -

9,9 1,7 0,1 0,7 0,2

11,0 1,7 0,2 0,8 0,3

17,2

17,0

7,7

12,7

14,0

Combinando el tipo de consumo con la zona de residencia, se registran las siguientes tasas de prevalencia, expresadas en tanto por mil. A la vista de la tabla anterior, sale a la luz un nuevo dato: si bien la tasa de prevalencia de la provincia es superior a la de la capital para los diferentes consumos analizados, el área media-baja de esta última presenta los mayores índices de prevalencia sobre cada tipo de consumo (a excepción del de droga blanda), pasando a ocupar el primer lugar en cuanto a número total de consumidores y presentando el mismo índice que el resto provincial.

Tamaño de entidades Menos de 500 habitantes Entre 500 y 2.000 Entre 2.000 y 5.000 Entre 5.000 y 20.000 Vitoria- Gasteiz TOTAL ALAVA

Absolutos

%

Preval. %o

391 312 134 127 1 .753

14,4 11,5 4,9 4,7 64,5

15,7 21,6 23,6 4,3 9,1

2.717

(100)

10,2

Llegados a este punto, conviene introducir una nueva variable, que pueda ayudarnos al conocimiento de la localización del consumo en función del tamaño poblacional de los núcleos, cuya distribución se muestra en el cuadro 2.4.5. y que en síntesis es la siguiente : Nuevamente se observa que aunque la capital aglutina al mayor porcentaje de consumidores , las tasas de prevalencia más altas se detectan en núcleos pequeños semiurbanos (entre 2.000 y 5.000 habitantes) con una tasa del 23,6 por mil, triplicando prácticamente al índice de la capital . Le siguen en importancia los núcleos rurales grandes (entre 500 y

- 195 -


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2.000 habitantes) -21,6 por mil- y los rurales pequeños -15,7 por mil- por lo que puede concluirse que el consumo de drogalcohol no es una práctica exclusiva de las áreas urbanas, sino que tiene igual o mayor incidencia sobre las pequeñas colectividades. Por último y relacionando el tiempo y grado de consumo con el tamaño poblacional, se observa que aunque para cualquier tipo de consumo la capital registra porcentualmente los mayores índices, la distribución no es uniforme para cada uno de ellos, según se expresa a continuación.

Consumo

Vitoria-Gasteiz

R. Provincia

63,5 72 ,1 65,6 66 ,4 53,7

36,5 27,9 34,4 33,6 46,3

Alcohol Droga Blanda Droga Dura Alcohol + D. Blanda Alcohol + D. Dura

Alava 2.149 329 32 155 52

(100) (100) (100) (100) (100)

El porcentaje de consumidores de alcohol + droga dura y de bebedores excesivos, son los que tienen mayor incidencia relativa en el "resto" de la provincia, destacando la proporción de bebedores excesivos en los núcleos inferiores a 500 habitantes (11 "/o sobre el total de bebedores alaveses) y los consumidores de alcohol + droga dura en los núcleos de 5.000 a 20.000 habitantes (38,5 % del total).

4. Tipo y grado de consumo En este apartado se trata de conocer el tipo de consumo y la frecuencia del mismo . Como puede verse en el cuadro 2.4.6., el tipo de consumo dominante detectado es el alcohol : 2.150 personas bebedores excesivos en la provincia, es decir, el 79,1 "/o del total de consumidores detectados. Le sigue en importancia el consumo de droga blanda (12,1 "/o) y de alcohol + droga blanda (5,7 "/o), mientras que el consumo de droga dura y de alcohol + droga dura representa el 3,1 "/o restante. El consumo detectado en la capital se distribuye de manera similar al del conjunto alavés, en el mismo orden de prioridad y en porcentajes similares. Sin embargo, se observan diferencias notables si atendemos a las dos áreas en que se ha subdividido la. capital. Así, en la zona media-baja se detecta como consumo dominante el alcohol, seguido por alcohol + droga blanda, aumentando proporcionalmente el peso de la droga dura y disminuyendo el de la

- 197 -


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blanda. Por el contrario , en la zona media- alta desciende porcentualmente la importancia del alcohol , aumenta notablemente la de la droga blanda y no se detectan casos de droga dura. En relación al tipo de consumo dominante detectado en el resto de la provincia, sigue siendo el alcohol , aunque registra un índice más alto que en Vitoria y que en la media alavesa : 81,3 %o del total de consumidores del "resto". Igualmente aumenta la proporción de alcohol + droga dura, mientras que el resto de consumos se mantiene a un nivel porcentual similar o inferior al del conjunto alavés. Una vez señalados los diferentes tipos de consumo que presentan los afectados por drogalcohol, se va a introducir la variable frecuencia del consumo, que da lugar a la distribución siguiente.

FRECUENCIA DE CONSUMO

TIPO DE CONSUMO

Alcohol Droga blanda Droga dura Alcohol + droga blanda Alcohol + droga dura TOTAL

Síndromes

Total

Fines Semana

Entre Semana

Diario

488 138 7 71 -

224 47 2 30 3

1.358 148 9 59 49

94 1 14 -

2.164 334 32 160 52

704

306

1.623

109

2.742

De la tabla anterior se deduce que la mayor frecuencia de consumo es la de consumidores diarios -1 .623 casos, 59,2 % del total-, seguidos por los consumidores de fin de semana -704 casos, 25,7 01/o-. El 15 '/o restante se ditribuye entre los consumidores con "síndromes" -109 casos, -1 (,/()- y los consumidores entre semana -306 casos, 1 1,1 °/o.

Resulta interesante conocer la asociación existente entre tipo y grado de consumo, que arroja los siguientes resultados: - En el grupo de bebedores excesivos , el 63 % consume alcohol a diario, seguido por un 23 % que lo hace los fines de semana . El grupo de consumidores con "síndromes" representa el 4,3 "/o del total.

- De los consumidores de droga dura, dominan los que presentan "síndromes " -44 % del total-, seguidos por los consumidores diarios -28 %r y por los de fin de semana -22 %. - En el caso del consumo combinado de alcohol más droga dura, el 95 % de los casos detectados realiza un consumo diario.

- 199 -


- Aunque para cualquier frecuencia de consumo, el tipo dominante es el alcohol, en los casos de consumidores diarios y con "síndrome" el porcentaje de bebedores aumenta, superando el 80 "/o. - Por el contrario, entre los consumidores de fin de semana desciende el consumo proporcional de alcohol, aumentando el de droga blanda. - Por último, destacar el alto porcentaje de consumidores de droga dura incluidos en la frecuencia de "síndromes", que representan el 13 "/o de dicho grupo. Para finalizar el capítulo dedicado a las características generales del consumo, se presenta la distribución de los afectados según tipo y grado de consumo y cuadrilla de residencia. Tal y como puede verse en el cuadro 21.7., la mayor frecuencia de consumidores en cualquier área de residencia la registra el grupo de bebedores excesivos de alcohol diario, agrupando la capital al 68,9 "/o de dicho grupo, frente a un 31,1 "/o en el resto de la provincia. Dentro de este último colectivo destacan los consumidores de Salvatierra, Ayala y Laguardia, cuadrillas en las que residen dos de cada tres bebedores excesivos diarios del resto de la provincia. En el grupo de afectados residentes en Vitoria destacan los consumidores de la clase media-baja, que representan el 72 "/o del total de bebedores diarios de la capital.

Relacionando el número total de afectados por cuadrillas, con el tipo de consumo, destaca el dato de que el consumo de alcohol en Añana y Campezo representa, en ambos casos, el 92 "/o de los afectados de estas áreas, superando en 13 puntos al indicador alavés y en 11 al del "resto de la provincia". En lo que respecta a droga dura, el mayor porcentaje proporcional se detecta en Ayala (2,4 "/o del total de consumidores de la cuadrilla), seguido por Vitoria, clase baja (1,6 "/o sobre su respectivo total). Destaca claramente el porcentaje de consumo de droga dura asociado a alcohol que se detecta en Ayala: 9,5 "/o del consumo registrado en dicha cuadrilla, al que le sigue el detectado en Vitoria, clase baja (2,2 "/o de los consumidores de dicha área residencial).

2.4.3. ESTRUCTURA DE LA POBLACION AFECTADA Una vez señalados los datos básicos del consumo, pasamos a ofrecer las características que presentan los consumidores, esto es, a conocer las diferentes estructuras que presenta la población con problemas de drogadicción: edad, sexo, estado civil, ocupación, situación económica...

- 200 -


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1. Edad El cuadro que sigue muestra la distribución por edades de las personas consideradas como afectadas . La mitad de los consumidores se encuadran en el grupo de edad de 40 a 64 años, seguido en importancia por los consumidores jóvenes -15 a 24 años- que representan el 22,6 "/o del total . Dato a destacar es la cifra de 307 consumidores, encuadrados en la cohorte de 65 y + años, que supone un porcentaje del 11,2 "/o.

?dad 10 15 20

1.1 19 2,1

Total

"/o

(i

271 3.10

Prevalencia

0,2 10,1

0,25 12,02

12,5 15,9

16,02

307

50,1 11,2

7,21 20,00 13,66

2.724

(100)

-

132

25 3 9 40 - 64 65 y más

1.365

TOTAL

Sin embargo , atendiendo a los índices de prevalencia , la mayor tasa se sigue dando en la cohorte de 40-64 años, pero con una diferencia mucho menos acusada sobre la inmediata en orden de prevalencia (grupo de edad 20-24 años) y acentuándose la importancia de los consumidores de mayor edad : 14 de cada mil presenta problemas actuales de drogadicción. El cuadro 2.4.8. muestra la distribución de los afectados según tipo y grado de consumo y edad. Como puede verse, la edad incide notoriamente en el tipo de consumo. En el grupo de edad más joven -cohorte 15-19 años- el 65,7 "/o de los consumidores lo son de droga blanda, porcentaje que unido al 13,5 % de alcohol + droga blanda arroja un saldo favorable cercano al 80 "/o de consumidores de "porro". Destaca la existencia de un 5,5 % de consumidores de droga dura ( de frecuencia de consumo diario y síndrome), siendo la edad más asociada a la droga dura.

En la cohorte siguiente -20 a 24 años- el tipo de consumo dominante sigue siendo la droga blanda (35 "/o) aunque esta proporción se reduce a la mitad de la detectada en el grupo de edad anterior . Por el contrario, aumenta el consumo de alcohol asociado a droga blanda (23,3 "/o) y especialmente el de bebedores excesivos: 3 de cada 10 jóvenes consumidores se conceptúan de tal forma. Aunque desciende la incidencia relativa de la droga dura (2,6 "/o), aumenta considerablemente la del consumo de droga dura asociada a alcohol, detectándose un 10 "/o de afectados por dicho consuno.

- 202 -


Cuadro 2.4. 8.-DISTRIBUCION DE LOS AFECTADOS ACTUALES, SEGUN EL TIPO Y GRADO DE CONSUMO Y LA EDAD 15 años

15

19

Abs.

%

20 - 24

25

39

40 Abs

64

65 y más

TOTAL

T IPO Y G RA DO CO N S UM O Abs. Alcohol Alcohol Alcohol Alcohol

fines de semana entre semana diario síndromes

6 -

TOTAL ALCOHOL

6

Droga Droga Droga Droga

-

blanda blanda blanda blanda

fines de semana entre semana diario síndromes

TOTAL DROGA BLANDA Droga Droga Droga Droga

dura dura dura dura

fines de semana entre semana diario síndromes

%

-

100,0

-

-

TOTAL DROGA DURA

-

-

Droga blanda/alcohol fines de semana Droga blanda/ alcohol entre semana Droga blanda/alcohol diario

-

TOTAL DROGA BLANDA/ALCOHOL

-

Droga dura/alcohol entre semana Droga dura/ alcohol diario

-

TOTAL DROGA DURA/ALCOHOL

-

-

TOTAL

6

(100)

-

Abs.

%

Abs.

O/a

22 7 10 -

8,0 2,6 3,6 -

45 27 27 -

13,2 7,9 7,9 -

119 32 187 1

27,5 7,4 43,3 1,6

39

14,2

99

29,1

345

79,9

83 29 68 -

30,3 10,6 24.8 -

43 15 60 1

12,6 4,4 17,6 0,3

3 3 18 -

0,7 0,7 4,2 -

180

65,7

119

35,0

24

5,6

-

7 2

2,1 0,6 -

-

1 14

0,4 5,1

1,6 -

15

5,5

9

2,6

1

1,6

33 1 3

12,0 0,4 1,1

19 22 38

5,6 6,5 11,2

19 6 17

4,4 1,4 3.9

37

13,5

79

23,3

42

3

1,1 -

34

10,0

3

11

34

1100)

340

-

274

-

%

Abs.

%

17,1 7,3 69,2 5,7

64 49 186 8

20.8 484 16,0 221 60,6 1.354 2,6 93

17,8 8,1 49,7 3,4

1.356 99,3

307

100,0 2152

19,0

234 100 944 78

Abs

%

0,5 0,1 -

-

-

136 47 147 1

5,0 1,7 5,4 -

0,6

-

-

331

12,1

0,1 -

-

-

-

7 2 9 14

0,3 0.1 0,3 0,5

0,1

-

-

32

1,2

-

-

-

-

71 29 58

2,6 1,1 2,1

9,7

-

-

-

-

158

5,8

14

3,2

-

-

-

-

3 48

0,1 1,8

10,0

14

3,2

-

-

(100)

432

(1001

7 -

7 1 8 1 1

1365 (100)

1,9 307

11001

2124

IIOO)

El tercer colectivo considerado corresponde al grupo de edad de 15 a 39 años. En esta cohorte, los consumidores de alcohol suponen el 80 ('/o del total detectado. El consumo de droga blanda desciende drásticamente (5,6 ('/o), al igual que el de droga dura (1,6 "/o). En el grupo de edad adulta (40-64 años) sigue aumentado la proporción de bebedores excesivos (99,3 "/o), detectándose una pequeña presencia de consumo de droga blanda. Por último, en el colectivo de ancianos , la totalidad del consumo registrado es el alcohol, detectándose un 61 "/o de bebedores excesivos a diario, proporción que se sitúa 11 puntos por encima del indicador alavés y que junto con el que registra la cohorte anterior (69,2 "/o) representan los colectivos con mayor proporción de bebedores excesivos diarios.

- 203 -


2. Sexo El cuadro 2.4.1) muestra las diferencias entre hombres y mujeres con respecto al consumo de drogalcohol. El total de hombres consumidores es de 2.375 (87 "/o del total) y el de mujeres de 357 (13 "/o), de lo que se desprende la mayor tendencia al consumo entre hombres.

Cuadro 2.4.9.-AFECTADOS SEGUN TIPO Y GRADO DE CONSUMO Y SEXO IIIIMHIII S

Ah:uhul Alcuhol Alcohol Alcohol

luws dn semana entre semana diario sindromes

TOTAL ALCOHOL Droga Droga Droga Droga

blanda blanda blanda blanda

fines de semana entre semana diario s铆ndromes

TOTAL DROGA BLANDA Droga Droga Droga Droga

dura dura dura dura

fines de semana entre semana diario sindromes

Ahsuhnus

Ahsolums

40,4 703 1 112 92

23 19 244 1

1.871

32

Droga blanda/ alcohol fines de semana Droga blanda/alcohol entre semana Droga blanda/ alcohol diario

57 29 49

TOTAL DROGA BLANDA/ALCOHOL

135

Droga dura/ alcohol entre semana Droga dura/ alcohol diario

48

TOTAL

48 2.375

287

"/n

12,2

43

80,4

12,0

-

-

24

6.7

3

1100)

79,0

332

12,2

32

1,2

71 29 59 159

5,8

3 48

2,0

2. 158

7 2 9 14

14 l0 5,7

'/

137 47 141 1

1,3

Absnlulos 481 222 1.356 93

34 7 2 -

7 2 9 14

TOTAL DROGA DURA

TOTAL DROGA DURA/ALCOHOL

78,8

103 40 145 1 289

1OJA1

MILII III S

3

0,9

51

1,8

357

(100)

2.732

1100)

Poniendo en relaci贸n el tipo de consumo efectuado con la variable sexo, se observa una tendencia similar en cuanto a las preferencias de consumo. El tipo de consumo dominante en ambos casos es el alcohol, aunque en el colectivo de mujeres la frecuencia porcentual es algo mayor: 80,41'/" en este grupo, frente a un 78,89/11 en el de hombres. El consumo de droga blanda y

- 204 -


droga blanda asociada a alcohol registra un porcentaje parejo por sexos, aunque nuevamente es algo mayor en el de mujeres: 1911/o para dicho colectivo, frente a un 18 "/o en el de hombres. Sin embargo, en el tipo de consumo referente a droga dura no se ha detectado ninguna mujer consumidora (a excepción del 0,9 "/o que se registra en droga dura asociada a alcohol), siendo en este caso los hombres quienes presentan una cifra relativa mayor, cuatriplicando al índice de las mujeres. Asociando la variable sexo al grado de consumo, se forma la siguiente distribución:

HOMBRES

MUJERES

GRADO DE CONSUMO Absoluto

"/o

Absoluto

"/o

Fines de semana Entre semana Diario Síndromes

631 274 1 .363 107

26,6 11,5 57,4 4,5

71 29 256 1

19,9 8,1 71,7 0,3

TOTAL

2.375

(100)

357

(100)

En la tabla anterior se observa que aunque en ambos colectivos la frecuencia de consumo dominante es la "diaria", en el caso de las mujeres existe una mayor tendencia al consumo diario: 71,7 "/o frente a un 57,4 "/o en el de hombres. Por el contrario, el consumo de fines de semana y entre semana se da en mayor proporción en el caso de los hombres: 38,1 "/o para los varones, frente a un 28 "/o en el de mujeres. Dato a destacar es la cifra de personas con síndromes -108- en la que los varones representan el 99,1 "/o del total.

3. Edad y sexo Al combinar las variables edad y sexo con el tipo y grado de consumo, se forma la distribución del cuadro 2.4.10, de cuya síntesis presentamos la tabla siguiente:

Como puede observarse, el grupo de edad adulta (40-64 años) aglutina para ambos colectivos a prácticamente el 50 "/o de los efectivos totales de cada uno. Sin embargo, en el caso de las mujeres se da una mayor tendencia al consumo a dichas edades, superando en 4 puntos al porcentaje correspondiente a los hombres. Lo contrario sucede en el grupo de edad joven, en cuyo caso la tendencia al consumo entre varones es mayor, 3 puntos por encima de la frecuencia correspondiente a las mujeres.

- 205 -


SEXO TOTAL EDAD

MUJERES

HOMBRES Abs.

"/o

Abs.

"/o

Abs.

"/o

24 39 64 más

551 378 1.176 270

23,2 15,9 49,5 11,4

71 56 191 39

19,9 15,7 53,5 10,9

622 434 1.367 309

22,8 15,9 50,0 11,3

T OTAI ,

2.375

(100)

;157

(I00)

'-).7:,19-

(1(1(1)

15 25 40 65 y

A nivel de las cohortes de 25 a 30 años y de 65 y más años, la tendencia al consumo es similar , registrándose unos porcentajes de consumidores según la edad y el sexo de los mismos semejantes.

En relación al tipo de consumo , destaca lo siguiente: - En el grupo de varones jóvenes (15-24) se detecta una mayor tendencia proporcional al consumo de alcohol (25,4 "/o) que en el de mujeres (5,()'"/o). Por el contrario, en el grupo de mujeres es mayor la proporción de consumidores de droga blanda y droga blanda asociada a alcohol, 90 "/o frente al 64 "/o de consumidores masculinos. - En la cohorte siguiente (25-39), el tipo de consumo de las mujeres es casi exclusivamente el alcohol (94,7 "/o ) frente a un 77,8 No en el grupo de los hombres, es el que detecta igualmente consumo de droga blanda (17 "/o) y de dura (5 "/o).

- En el grupo de edad adulta, el total de las mujeres consumidoras detectadas son de alcohol , relación análoga a la de los hombres: 99,3 "/o de bebedores excesivos. - Por último y en lo que respecta al grupo de ancianos, para ambos sexos se registra un 100 "/o de consumidores de alcohol.

HOMBRES "Ai

MUJERES

TIPO DE CONSUMO 15-24 Alcohol Droga blanda Droga dura Alcohol + droga blanda Alcohol + droga dura TOTAL ABSOLUTO

25,4 47,2 4,4 16,9 6,1

551

25- 39 77,8 5,6

1,9 11,1 3,(i 378

40-64

65y+

15- 24

2.5-3 1)

40-64

65y+

99 , 2 0,7 (l,1 -

100,0 -

5, 6 56,3 33,8 1,2

94,7 5,3 -

100,0 -

100,0 -

2711

71

56

191

1.176

- 206 -

19


Cuadro 2.4. 10.-DISTRIBUCION DE LOS AFECTADOS POR DROGALCOHOL SEGUN EL TIPO Y GRADO DE CONSUMO , SEXO Y EDAD MUJERES

HOMBRES

TIPO Y GRADO DE CONSUMO 65y+

-l5años

15-19

20-24

25 39

40-64

65y+

218 99 773 77

63 34 165 8

-

1 -

2 1 -

2 51 -

17 1 172 1

2 16 21 -

1.167

210

-

1

3

53

191

39

-

-

30 -

3 6 1 -

1 1 1 -

-

-

-

-

30

l0

3

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

14 2

8

-

-

-

42

-

-

-

16

8

-

-

-

34

14

-

-

-

3 -

-

-

-

-

-

34

14

-

-

-

3

-

-

-

225

320

378

1 176

270

-

50

21

191

39

15 años

15-19

20-24

25-39

6 -

22 6 10 -

43 26 27 -

11 B 32 137 7

6

38

96

294

-

54 29 68 -

40 9 59 1

2 2 17 -

TOTAL DROGA BLANDA

-

151

109

21

Droga Droga Droga Droga

-

-

7 2

-

TOTAL DROGA DURA

-

15

9

7

Droga blanda/ alco. fines semana Droga blanda/ alco. entre semana Droga blanda/ alcohol diario

19 1 1

19 22 31

19

-

6 17

TOTAL DROGA BLANDA/ALCOHOL

-

21

72

Droga dura/alcohol entre semana Droga dura/ alcohol diario

-

-

TOTAL DROGA DURA/ALCOHOL

-

TOTAL

6

Alcohol Alcohol Alcohol Alcohol

fines de semana entre semana diario síndromes

TOTAL ALCOHOL Droga Droga Droga Droga

blanda blanda blanda blanda

dura dura dura dura

fines de semana entre semana diario síndromes

fines de semana entre semana diario síndromes

1 14

-

40-64

7 1 -

8 1

1 -

-

1

50

-

4. Sexo y estado civil La distribución de los afectados por drogalcohol según el sexo y estado civil de los consumidores se muestra en el cuadro 2.4.11. Del total de consumidores detectados, el 46,( "/o son casados, un 4(i,2 "/o solteros, un 4,3 "/o viudos y el 2,9 "/o restante divorciados o separados. Sin embargo, al aplicar las tasas de prevalencia sobre la población de 15 o más años, los resultados llevan a conclusiones distintas: Aunque en números absolutos prácticamente se iguala la cifra de consumidores solteros y- casados, agrupando al 93 "/o del total de afectados, el índice de prevalencia mayor se detecta en el grupo de divorciados o separados: 93 de

- 207 -


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cada 1.001) personas que presentan este estado civil, se ven afectados por el consumo de drogas. Le sigue en importancia el colectivo (le solteros, en el que se registra un índice de prevalencia cercano al 20 por mil. En cuanto a los grupos de casados y viudos, se detecta una lasa de prevalencia similar en ambos estados : 111 por mil.

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.50,1 43,9 3,5 2,5

36,2 17,1) 33,2 188,3

7:1 228

20,6

2,3

Casados Viudos Divor. o separados

64,2

1,1

35

19

9,9 S,3

3,15 30,7

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2.34.5

(1(8))

-

355

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2 720

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10,15

Desagregado estos datos por sexos, se observa que las mujeres casadas consumidoras agrupan al 64 "/o del total femenino, descendiendo notablemente la proporción de solteras: 20,6 "/o. En el colectivo de varones, por el contrario, domina el porcentaje de solteros: 50,1 11/u, seguido de cerca por el de casados:

44

"/o.

Al analizar los índices de prevalencia ( sobo' la población de 15 y más años ), se obtienen los siguientes resultados: - Para ambos colectivos, la mayor lasa de prevalencia se detecta en el grupo de divorciados o separados, aunque la del grupo ele varones multiplica por cinco a la de las Por otra parte, solteros y viudos ( varones ) iegistrait tinos uuliees ele prevalencia similares , siendo el grupo do- casados el que 1 rgisli a menor número de (onsunlidoies : 17 ele cada 1.11111) varones casados están afectados por el consumo de dlogalcohol. l'.n lo que se refiere a las n ) ujeres, la siluacion es (4nliaiia : las casadas registran un indice de prevalencia mavor ( 1,1 poi 11111), segniclas las viudas y las solteras. Si se establece la relación entre estado civil y sexo con ligo de consu mo, resulta la tabla siguiente, expresada en porcentajes horizontales: El colectivo total de solteros registra el menor porcentaje relativo de bebedores, puesto que aunque un 5911/o de los solteros es consumidor ele alcohol, igualmente se detectan consumidores de droga blanda (35"A,) y dura (fi '%) en este colectivo. Las diferencias por sexos son acusadas, v-a que las mujeres solteras bebedoras excesivas tan sólo suponen el 12 "/o de las consumidoras de este sexo, frente al 62 "lo que se registra en el caso de los hombres

- 209 -


solteros. Por el contrario, en las solteras el consumo dominante es el de drogas blandas (83 "/o), frente a un 32 "/o en el de solteros varones. En el colectivo de personas casadas, el consumo dominante es el alcohol: el 97,2 ('/o del total de casados consumidores son bebedores excesivos. En este caso, no existen diferencias significativas por sexos, superando el 96 en ambos grupos.

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1,7

8:1 58

(1(111) (1()(1) (111(1)

7:1 228

(100) (1110)

-

-

28,8 -

1 ,1 -

51,8

TOTAL

35

(1(10)

Divorciadas o separadas

73,7

10,5

-

15,8

-

19

(100)

Total Total Total Total

59,1 97 ,2 99,2 88 ,:1

25,2

2,4 0,8 1,3

9,8 2,4 -

3,6 0, 4 1,3

1.258 1.267 lis 77

(100) (100) (1O(1) (101))

solteros /as casados / as viudos / as divor./ sopar ./ us

0,8

2,0

6,5

En lo que respecta a los viudos , se produce una situación similar; casi la totalidad ( 99 "/o) consumen exclusivamente alcohol , en el colectivo de varones y en el de mujeres. Por último y en lo que concierne al grupo de divorciados y separados, la influencia del alcohol -aún siendo elevada- es algo menor que en los dos anteriores , suponiendo un porcentaje del 88 "/o de bebedores excesivos. Se registra igualmente un incremento en la proporción de consumidores de droga dura, que afecta al 2,611/o de las personas divorciadas con problemas de drogalcohol. Por sexos se observan diferencias, ya que en el grupo de varones es superior la proporción de bebedores (93 "/o) y de consumidores de droga dura ( 3,4 ('/o), mientras que en el de mujeres desciende la cifra de las consumidoras de alcohol ( 74 "/o), incrementándose la de droga blanda (26 %) y no registrándose consumo de droga dura.

5. Ocupación La distribución de los afectados según su ocupación actual se manifiesta en el cuadro 2.4.12. Una primera aproximación al cuadro ofrece los resultados reflejados en la tabla.

- 210 -


Del total de afectados, el 36 % está trabajando en la actualidad, seguido en importancia por la proporción de parados (28 "/o), jubilados anticipados (11 "/o) y jubilados (10,9 "/o), registrándose un 8,6 "/o de amas de casa con problemas de drogadicción y un 4,9 "/o de estudiantes. Sin embargo, aplicando las tasas de prevalencia correspondientes a la población ocupada y a la población parada alavesa , resulta un índice superior en el caso de los parados: 4,7 por mil frente a un 1,2 por mil en el de los trabajadores ocupados. Cabe destacar que el mayor índice de prevalencia se registra en el colectivo de jubilados anticipados (6,8 por mil), grupo que en términos relativos resulta mayormente afectado por el consumo de drogalcohol. Combinando la ocupación con el tipo de consumo, resulta que los jubilados, amas de casa, jubilados anticipados, inactivos y minusválidos ocupacionales definidos como consumidores de drogalcohol se agrupan al 100 "/o en la categoría de bebedores excesivos. En el colectivo de parados consumidores, el 55,3 "/o consume alcohol, el "/o 38,9 droga blanda y un 5,8 % droga dura. Este último dato lo convierte en el grupo social que cuenta con mayor número de consumidores de droga dura en números absolutos y en relativos, fenómenos que habría que asociar al de la edad, dado el gran peso que tienen los jóvenes de 15 a 24 años sobre la población parada total.

OCUPACION

Absolutos

"/o

Prev. %o

Jubilados Sus labores Paro Trabajando

297 233 765 978

10,9 8,6 28,1 36,0

1,7 0,5 4,7 1,2

Jubilados anticipados

300

11,0 0,2

6,8

Inactivos Minusválidos ocupacionales

5 5

Estudiantes

134

N/S - N/C

1

TOTAL

2.718

0,2

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1,1

-

-

(100)

-

En lo que respecta a los consumidores que están trabajando en la actualidad , el 90,1 "/o son bebedores excesivos , disminuyendo en este caso la cifra de consumidores de droga blanda (6,2 "/o) y la de droga dura (3,6 "/o). Por último y en lo que respecta al colectivo de estudiantes , la incidencia exclusiva del alcohol es reducida : 4,5 "/o, registrándose el mayor número proporcional de consumidores en droga blanda: 93,3 "/o, y un 2,2 "/o de droga dura.

- 211 -


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6. Situación económica personal La variable situación económica personal resulta de la combinación de los ingresos personales y de la situación económica familiar de los afectados por drogalcohol. Su distribución según tipo y grado de consumo se muestra en el cuadro 2.4.13. Como puede verse, los consumidores cuya situación económica personal oscila desde un nivel normal a uno por encima de lo normal, representan el 60 "/o del total de consumidores, seguidos por los que tienen una situación (c011)mica. normal tirando a baja, que agrupan al 16,11 "/o del total de afectados. En lo que respecta al 2t ,2 "/" restante, correspondiente a los que presentan una siluacü)n econ^imica personal mita (16.17 personas), destaca un 7011/o de este ultimo colectivo, cuya situación econoinica se conceptúa como "mala-muy mala".

Asociando el tipo y grado de consumo con la situación económica personal, se observa que los consumidores con una situación "normal-bien" son quienes presentan el mayor porcentaje relativo de bebedores excesivos -96()/o-, registrándose el menor índice en los de situación "normal-baja" (47 "/o), quienes a su vez ofrecen el mayor porcentaje relativo de consumidores de droga blanda (47 "/o) y una alta frecuencia de droga dura (6 %). En lo que respecta al colectivo de personas en situación económica mala (mal y muy mal), el 71 "/o son bebedores excesivos, un 5,4 "/o consume droga dura y el 23,6 % se conceptúa como afectado por el consumo de drogas blandas. Conviene destacar que uno de cada dos consumidores de droga dura en exclusiva pertenece al colectivo de personas con situación económica mala y uno de cada cuatro consumidores de droga dura/alcohol pertenece al grupo de situación económica muy mala.

7. El grupo familiar En este último apartado del capítulo se trata de ver la relación existente entre los consumidores y las familias en que se encuadran, para lo que se va a analizar la relación con el cabeza de familia, el número de afectados por familia y los ingresos familiares.

7. 1. Relación con el cabeza de familia Tal y como se observa en la tabla anterior, los consumidores "cabezas de familia" suponen el -15,2 "/o del total de afectados, seguidos en orden de

- 214 -


Absolutos

'/^^

Cabeza de familia Esposo/a

1.230 214

45,2

Hijo/a

1.015 84 100 4 66 6

Relación con el cabeza de familia

Antecesores

Hermanos y cuñados Otros familiares No familiares Residenciales

2.719

TOTAL

7,9 37,3 3,1

3,7 0,1 2,4 0,2 (100)

importancia por el grupo de "hijos": 37,3 "/o, y registrándose unos porcentajes muy inferiores en el resto de colectivos. En relación al tipo de consumo que efectúan y tal y como se manifiesta en el cuadro 2.4.14, del total de bebedores excesivos un 55 "/o son cabeza de familia , un 24 % hijos y un 10 % esposas , repartiéndose el 11 "/o restante entre los grupos que quedan. De los consumidores de droga blanda, el 90 "/o pertenece al colectivo de "hijos" ( 10 ('/o de "cabezas de familia "), mientras que los afectados por droga dura se reparten entre un 70 "/o de "hijos", un 10 "/o de "cabezas de familia" y el 20 "/o restante pertenecientes al grupo de hermanos y cuñados.

7.2. Número de afectados por familia Los datos que poseemos sobre el número de personas consumidoras por familia se refieren a los detectados en la muestra poblacional , por lo que los resultados que ofrecemos son orientativos. El 84 "/o de los consumidores registrados presentan la característica de ser el único consumidor de su familia respectiva . En un 1 ;1 "/o de los casos coinciden dos miembros de cada familia afectados por el consumo; en un 2 "/de los casos son 3 personas afectadas por familia y, por último, en el 1 "/o restante coinciden 5 personas por familia.

En relación al tipo de consumo dominante, los individuos " únicos consumidores " por familia presentan la misma distribución que el indicador alavés. En las familias que cuentan con dos personas afectadas se detecta un aumento proporcional de los bebedores excesivos ( 83 )/o), frente a una pequeña disminución del consumo de droga blanda y dura. Por último, en las familias que cuentan con 3 ó 4 afectados se detecta un consumo exclusivo de alcohol.

- 215 -


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7.3. Ingresos familiares

La distribución de los consumidores según la situación económica familiar es la siguiente:

Ingresos familiares

Absolutos

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132 1.939 425 7 46 169

4,9 71,3 15,6 0,3 1,7 6,2

2.719

(10(1)

Muy bien y bien Normal Tirando Ayuda familiar Ayuda extraordinaria Muy mal Total

Por lo que se deduce del cuadro anterior, tres de cada cuatro consumidores presentan una situación económica familiar normal-buena, aunque hay que tener en cuenta que esta definición la hacía el entorno social de los consumidores, definición que se presta a subjetivismo, por lo que la fiabilidad de los resultados es meramente orientativa. Asociada a tipo y grado de consumo, resulta que el 91 0/o de los consumidores de peor situación económica familiar (ayuda familiar y extraordinaria y muy mal), consumen exclusivamente alcohol y el 8 ('/o restante alcohol y drogas blandas. En aquellos consumidores cuya situación económica familiar muy buena y buena, realizan un consumo exclusivo de alcohol y drogas blandas, mientras que el colectivo de economía "normal" reproduce la distribución por tipo de consumo de la media alavesa.

2.4.4. REPERCUSIONES DEL CONSUMO Este último apartado hace referencia a las formas en que repercute el familiares (discusiones, agresiones, malos consumo: repercusiones sociales tratos, deterioro de las relaciones, en la ocupación ( forma en que afecta el consumo a su ocupación ), en el cuidado personal ( alimentación , higiene...) y en la institucionalización de los afectados ( asistencia a tratamientos).

- 217 -


1. Repercusiones familiares Del total de personas afectadas por el consumo, el 57,4 "/o -1.561 personas- no presenta problemática familiar y en 24 casos ( 0,9 "/o) no se ha obtenido información al respecto . Los 1.134 restantes presentan repercusiones familiares, de los cuales el 56 % (636 personas ) tienen una problemática familiar muy grave , el 3 "/o (34 personas) grave y el 41 "/o presenta una problemática familiar de menor importancia. En relación al tipo de consumo , se detecta que los consumidores de droga blanda son los ú nicos que presentan una escasa problemática familiar: el }; t) "/o no tienen Inobleiuas . D e los bebedores excesivos , 976 personas (•15,5)/o del total) si tienen repercusiones familiares, detectándose un (i( "/o en este grave . F'n lo que respecta a los consumí grupo, con problenuitica grave o olores de droga dura, es el colectivo que registra una mayor problemática familiar ( 71 "/o ole los detectados tienen problemas familiares ), destacando la problemática familiar muy grave en un 62 "/o de los casos registrados.

Repercusiones familiares

Absolutos

Sin problemas familiares Con problemas familiares Con problemas familiares graves Con problemas familiares muy graves

1.561 464

N/S o N/C Total

34 636

57,4 17,1 1,3 23,4

24

0,8

2.71 9

(100)

2. Repercusiones sociales Como primera característica, destaca el dato de que el 76 "/o de los consumidores de drogalcohol mantienen un buen nivel de relación social, en contraste con el 42 "/o que mantenía malas relaciones familiares (24 "/) en el caso de las relaciones sociales). En el grupo de consumidores de alcohol, tres de cada cuatro bebedores excesivos no tienen problemas en su entorno social (74,3 ('/o) aunque se detecta un 13 "/o que mantienen un nivel entre regular y muy mal. El colectivo de consumidores de droga blanda es el que presenta de nuevo el menor índice conflictivo, ya que en el 999/o de los casos o no presentan problemas o tienen un nivel de relación aceptablemente bueno. Por último y en lo que se refiere al grupo consumidor de droga dura y de alcohol asociado a droga dura, se detecta que prácticamente la mitad (le los mismos presentan problemas en relación a su entorno social.

- 218 -


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3. Cuidado personal personal, el de En lo que respecta a la alimentación y a la los consumidores detectados mantiene 1111 buen nivel de cuidado I,( rsonal, frente al I ; 11/n que oscila de regular a muy mal.

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Al igual que en casos anteriores, se ohsen a (1111' el el gr111,11 111' 1 4111111 rnidores de droga blanda a quienes lnenus les afecta el (on5un1') sobre su cuidado personal, afectando a un escaso En relación a los consumidores de droga dura, el !)1), 1 "',, se encuadra en en la de ti s la categona de -bien", un 1.2 1I'í1 en la de "tnal'' s el restante S, 1 o 11rc.

21')


1. Repercusiones en la ocupación La turma en la que el consumo afecta a la ocupación de los consumidores, es objeto de este apartado. En este caso, se ofrecen unos resultados meramente orientativos, ya que la distribución que se presenta hace referencia a los datos muestrales sin realizar la ponderación correspondiente:

halpla el¡ yur a/ertu el

11.11.1 1i ulnt \b•.ellllslllu

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de tlrum'us:

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111,!¡ "/u,

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\1 e ldentes lahulales: I¡,.`( ";. ^tlhil.tciutl ;utticipada

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I'eldida del pneslo de Ir1b,11u ?i,.f "It. 1)esatencior de la Ianlilia: 2,2 "4.. - Otras situaciones: 8,3 'i. NS,N(':2,:4"^. lULAL Del tut,tl de pe1sanas a las que atrita el consuttto en la ocupador (2O'! s^^h1e I tu1,11 de unslunielulesl, destacan los ale((ados por baja productividad, 1hs1 ntlsnlo, jubilaion .u1111 ijada s des.Itenciun del negocio familiar, que expli r,1 pl;leticame•nte el !Il ",l) de los casos. No conveniente profundizar en el análisis de esta varia ble, puesto que parece claro que a hayan gravedad en el tipo y frecuencia de (0111,1111111 la` repercusiones secan alas patentes en la ocupación de los 1 ^ nlsunlidores.

S. Institucionalizados Del total de prrsunas ale dadas pum drog alcuhol 1.11 la muestra publal iu nal, 1.111 solo 1111 -m ¡u1' delel Iodo torno re1 iptor d1' Iratanln nlo .Irlrlenl Ia) ,\ su \ vi, 111 al lu .11111 1111. el 1111 ,', de v \b. nlllnlu 1 oie1 I1\ u 1 01111 1(11 . 1 1 oln 1 onsuntl

- 220


dore, "pasadus" de drugalc(hul, ;esi,trn e. han asistido a cura s (e ( pu - hace clu(ai (le la fiabilidad bien pnr drsconocintienlu de la

pUr elur la cifra de- ah•etadus actualr, que trat:unirnl) , resulta ti¡¡¡ rxtrrnead : u^u nlr hada U(ultan^irntu ^^ dr la iufueneaciun 1ir11 realidad).

Debido a ello, el análisis de la instituciunalizaciun ( larda (lusa( uiwiadu, maximr si se compara la infurmaci n del t t ahaju de campo), cnn los datos existentes sobre investigación clínica de toxicumanias.

221



2.5. EL PARO

2.5.1. LOS PARADOS EN LOS OTROS GRUPOS 1)E RECLASIFICACION: ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LOS BLOQUES DROGALCOHOI. Y PARO El 91,711/1) de la p^oblación que se encuentra (•11 situacion de par() aparece incluido en las dos categutias de parado, lstal,ll( idas en el t tiadm general de reclasifícación del colectivo investigado con \ sin experiencia laboral anterior. Quiere ello decir que en algo alas cié nueve de tad,( (1111 t asas, a estas personas se les han abierto fichas pol su (uncli( 11)11 de p;u a(ius, si bien pudieran tener, en ocasiones, alguu cipo de deli(ien(ia o enIefnledad leve en todos los cayos- que también p m s i stlL(, hubieran podid(1 deterlni liar la ap ertura (I1 una Iicha. El resultado ubllnidl l 1, e n pal le un 1 t 11 t IL111t 1 de propia defllit ion d e palmh, 5: 1 (1t1e 11u tienen e st a (oelsidela( io11 vil nuesll(1 (1)11 al gllll (11),1 (1t• I f l• h l 11.111lit 1) t 111('llll,•d,ld 1'S hl( h t o(Iíis :1 (1111' l1as (IV11'il,

1) Slgtlil 'll

11 sl'llsollíll (1111•

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,Id,1 1 Jl.d(Ig .l(1J,

I1111's1111,

11,11

11111'1111

utorer ( olnu "itrcapa( es de tlaba,al'• eslantl(, 1.11 edad 1,1b.11,11, dl( 11,1 vil 0,11,1% la placti, a 1o1:1iidad (It• 1,1s 1n11tnlos 1) (1( 111 I, n11s pafabtav , pol graves o ttluv graves fiel son p,limbr,

I,.1 proporcion de parados 44)11 problema, .1411iun.dl's giasls 11111 11,111 lneltivado

su

inclusion

en

otras

l a11 gull;ls

de

le( I;tslhca( loll

difirle

1 4)11,1,11,,1

t•i di o ell V itoria oscila 1•nlre 1 1 11,1 ii de c ,1111,)1' mientras que en las re st arlt l• s flla(hlila.s Falla entre 1,l 1 9,8 s ci 2,1 "t" de Avala. Desde otra perspectiva, de niasur interés, 1Os 1.19:1 alaveses que se encuentran en la situaciun descrita se distribllvln ,•1)11,1' It)s diferentes bloques que pueden formarse con las calt'gunas en que s1 encu( n tran clasificados de la siguiente manera: bl emente de una a otra z o na d1

es tu

./

En la mente de una gran masa ria de nuestros interlocutores, 1,1 len4)nle no del paro aparece indisolublemente unido al de la droga, impresiOn que hasta cierto punto podria quedar reforzada tras una lectura apresurada d1 estas

223


Cuadro 2.5. 1.-LOS PARADOS EN LOS OTROS GRUPOS DE RECLASIFICACION Absolutos

"/"

Deficientes físicos Deficientes mentales

130 207

10,9

Enfermos mentales Deficientes sensoriales Con problemas de drogalcohol

18 47 770 21

1,5 3,9 64,5 1,8

1.193

100,0

Jóvenes con problemas

Total

17,4

cifras. Sin ánimo alguno de ahondar aquí en tan complejo problema queremos, sin embargo, aportar algunos datos en este sentido que ofrecen un relativo interés al proporcionar una visión más completa del asunto: - Los 770 parados que en la clasificación general aparecen incluidos en el bloque de drogalcohol constituyen sólo el 28,3 % del total de personas con problemas de este tipo; en el mejor, o peor, de los casos el fenómeno del paro sólo explicaría el de la droga en una proporción no suficientemente significativa. - A lo anterior podemos añadir los resultados que se obtienen si consideramos, por un lado, el total de personas incluidas en cada categoría del bloque drogalcohol y, por otro, el de parados que se contienen en cada una de ellas. Son los siguientes:

Cuadro 2.5. 2.-PARADOS EN LAS CATEGORIAS DEL BLOQUE DROGALCOHOL

Con problemas graves Con problemas ocupacionales Otros problemas

Total

Parados

°/" parados s/total

1.404 73 857

442 40 228

31,5 54,8 33,6

Y concluimos con dos observaciones: Sí que es posible que pueda detectarse un elevado grado de correlación entre el paro y el consumo de determinado tipo de drogas, aunque esa correlación debiera en cualquier caso ser relativizada teniendo en cuenta el

- 224 -


carácter todavía novedoso de ciertas drogas y su consumo por un sector muy determinado, el de la población joven que, como veremos más adelante, es precisamente el más afectado por el paro. En caso de proponerse investigar en ese sentido, habría que sopesar el posible sesgo que en los resultados ha introducido nuestra metodología de trabajo; nuestros interlocutores han dado algunas pruebas de mantener respecto al colectivo de parados una actitud más intransigente a la hora de hablar de drogalcohol que cuando se han referido a otros colectivos revestidos de un halo social de mayor normalidad: amas de casa, ancianos, personas con un puesto de trabajo...

2.5.2. LAS GRANDES CIFRAS DEL EMPLEO Y EL PARO. DISTRIBUCION ESPACIAL DEL PARO EN EL TERRITORIO De acuerdo con las cifras de referencia con las que estamos trabajando y nuestras propias estimaciones, la población activa alavesa -integrada como se sabe por los que trabajan y los que buscan empleo- asciende en la actualidad a casi 96.000 personas , cifra que relacionada con la del conjunto de la población se traduce en una tasa de actividad del 35,9 "/o. De los resultados de nuestra investigación se deduce que el número de parados en el Territorio es 14.420, lo que supone una tasa de paro -porcentaje de parados respecto a los activos- del 15,1 "/o. La tasa de paro, que resulta un buen indicador a corto plazo de la dimensión del problema, alcanza en estos momentos en Alava un valor superior a la de cualquier parte de la C.E.E., 3,6 puntos por encima de la media general del conjunto. A medio y a largo plazo no debe además perderse de vista que esos países -en los que a veces nos miramos para contemplar nuestro futuro- tienen unas tasas de actividad sensiblemente superiores a la nuestra, ligeramente por encima del 40()/o. Trasvasando de forma muy burda y esquemática ratios de una realidad social a otra (1), podríamos constatar 1o siguiente: si en estos momentos la tasa de actividad se aproximase a la de los países de la Comunidad, vamos a poner el 40 "/n, sin aumento del número de puestos de trabajo, la cifra de paro en el Territorio pasaría de algo más de catorce a algo más de 25.000 personas. Considerar también el problema desde esta perspectiva no es sólo un ejercicio academicista; a pesar de la gravedad del problema del paro, no es arriesgado pronosticar una tendencia fuerte al aumento de la tasa de actividad general, determinada fundamentalmente por el aumento de la tasa de actividad femenina, fenómeno al que nos referiremos más adelante. El problema del paro, grave a nivel provincial, tiene distintos grados de intensidad en cada una de las zonas en que, a efectos de este estudio, ha quedado dividido el Territorio. En la tabla que se incluye a continuación se recogen diferentes indicadores del tema que pasamos a comentar brevemente.

- 225 -


Como resultado lógico de la peculiar distribución espacial de la población alavesa, la mayor parte de los parados -dos de cada tres- se encuentran en Vitoria y, más en concreto en la zona denominada C.B., donde residen siete de cada diez parados de esta cuadrilla; Ayala, segunda en importancia demográfica del Territorio, viene también en este sentido a continuación -prácticamente el 17 % de los parados alaveses-, seguida de Salvatierra -algo más del 5 "/o- y las restantes cuadrillas , con porcentajes inferiores en todos los casos al 4 "/o. A pesar de que el grueso del ejército de parados se localiza en Vitoria, no es esta sin embargo la cuadrilla donde el problema resulta más grave, aunque , en este caso , mas que de Vitoria procedería hablar de las zonas de Vitori.i, va que las situaciones son nnevamenle dispares: I;I cirea de Vitoria que hemos definido como "clase alta y Inedia" es, a tenor de todos los indicadores , la que en mejor situación se encuera lra en todo el 'territorio; no sólo posee las tasas de desempleo más bajas, tanto respecto a la población activa como a la total , sino que además sumado esto a una tasa de actividad algo superior a la media provincial., el número de habitantes por puesto de trabajo -2,8resulta ser inferior al de cualquiera de las otras zonas. - 1?n Vitoria cl'a'se baja, los "ratios" que se obtienen al relacionar el número de parados, bien con la población activa, bien con la población total, alcanzan un valor superior al doble respecto a la anterior, el porcentaje de activos efectivamente trabajando es inferior en casi 7 puntos y como consecuencia de ello de cada puesto de trabajo "viven" 3,5 personas. Y, sin embargo, no es Vitoria C.B. la zona donde la situación a corto plazo es más precaria ; las cuadrillas de Salvatierra, Añana y Ayala se nos muestran , por este orden, como aún más afectadas tanto si tenemos en cuenta la lasa de desempleo como la proporción de parados respecto al total. En términos relativos , el problema de Vitoria C.B. aparecería situado "sólo" en la cuarta posición del ranking.

2.5.3. LA EDAD Y EL SEXO DE LOS PARADOS. EL PARO COMO PROBLEMA DE LA JUVENTUD Y LA INCORPORACION DE LA MUJER AL MUNDO LABORAL La crisis económica que actualmente estamos atravesando no se caracteriza tanto por la destrucción de puestos de trabajo -vía cierre de empresas o reducciones de plantillas- como por la incapacidad del sistema para crear los necesarios para incorporar al proceso productivo a buena parte de las nuevas

- 226 -


Cuadro 2.5.3.-INDICADORES DE LA SITUACION DE PARO

Zonas

Salvatierra Ayala Laguardia Campezo Zuya Añana Subtotal Vitoria Pueblos Vitoria C. B. Vitoria C.A.M. Subtotal Vitoria Total Alava

Tasa de actividad

Tasa de paro

Parados s/poblar total

Activos trabaj. s/poblac. total

Número personas por activo trabajando

38,08

37,09 39,80 36,93 35,99 35,07 35,08 37,00 35,93

21,78 19,82 12,20 12,78 17,07 21,29 18,54 15,14 18,53 8,27 13,80

8,29 6,88 4,34 4,74 6,79 7,86 6,67 5,31 6,50 3,06 4,96

30,32 27,89 31,48 32,46 33,48 29,09 29,52 29,93 28,68 35,64 31,05

3,30

2.650 9.737

5,32 16,98 2,96 1,20 2,70 3,30 32,46 1,51 47, 65 18,38 67,54

14.416

100,00

35,94

15,05

5,41

30,65

3,26

Número parados

767 2.447 427 173 389 476 4.679 218 6.869

"/í) del total Alava

34,68 35,56

3,59 3,18 3,08 2,99 3,44 3.39 3,34 3,49 2,81 3,22

generaciones que a lo largo de estos últimos años han ido dejando sus estudios, pasando a demandar empleo. Es este un fenómeno de todos conocido y nuestra aportación se limita a intentar cuantificarlo. De entrada, el hecho de que el conjunto de los parados alaveses tenga una edad media de 26,5 años es bastante significativo a nada que se considere que es esta una situación que en principio se da entre los 15 y los 65 años. Con respecto a esta media, apenas se aprecian diferencias importantes de una a otra zona dentro del Territorio. Lógicamente es en Vitoria C.A. donde se alcanza el valor más alto -pensamos que a causa de la prolongaciou de los estudios-, 27,6 años, siendo la media de las otras seis cuadrillas 25,:1 años y obteniéndose la mínima en Campezo, 23,}{. Ordenando este colectivo de menor a mayor edad podemos obtener unos porcentajes acumulados bastante elocuentes: - La cuarta parte de los parados tienen menos de 20 años. - Casi dos de cada tres, el 65,5611/o, no han cumplido los 25.

- Algo más de las tres cuartas partes tienen menos de 30 años. - Por encima de los 39, con 40 y más, sólo encontramos el 13,73 "/o del total.

Si este tipo de ordenación lo realizamos a nivel de cada una de las zonas, volveríamos a constatar lo expuesto líneas más arriba. Así, a título de

- 227 -


ejemplo, podemos observar que los parados con menos de 20 años suponen en Vitoria C.A. tan sólo el 12,27 "/o frente al valor del 30,34 "/o que alcanzan en Vitoria C.B. o el 25,82 "/o que suponen en el conjunto de las seis cuadrillas restantes. Que la mayor parte de los parados son jóvenes, resulta a todas luces evidente: de lo que se trata ahora es de valorar hasta qué punto los sectores jóvenes de la población se encuentran afectados por esta problemática. Para medir el problema y, a falta de estadísticas suficientemente detalladas, nos hemos tenido que contentar con comparar el conjunto de parados de entre 15 y 21 años con la población total de esas edades. Procediendo de esta forma, oblenenuls 1111 porcentaje de parados entre los jóvenes del 21,5 "/o, cifra que resulta (Hallo veces superior a la que se salvadas las logicas diferencias obtiene :11 co11lparar el total de parados con el total de la población. Con respecto a est.1 Inedia existen Cambien importantes diferencias Tonales; expon dreInos, en este sentido, algunas cifras signilicativas: - 1E:n Vitoria C. A. el porcentaje de jóvenes en paro es el 11,4 "/o.

-En Vitoria C.B. el 24,81 "/o. - En el conjunto de las restantes cuadrillas, la media es el 26,29/o, alcanzándose el máximo en Salvatierra, donde casi uno de cada tres jóvenes -el 30,8 "/o- está parado. Hasta el momento nos hemos referido a las edades de los parados sin distinción alguna de sexo; la introducción de esta nueva variable en nuestro análisis va a permitirnos describir de forma más detallada y precisa la problenmática a corto y medio plazo del paro en Alava. A primera vista, a corto plazo, la cuestión del paro femenino se nos presenta, en relación con el masculino, como menos grave. El colectivo de paradas, 5.52(1 mujeres, representa "sólo" algo más de la tercera parte del total, el 38,4 "/o; aunque las desviaciones zonales con respecto a esta media son importantes, en algún caso el número de paradas resulta mayor que el de parados, dándose la situación más extrema en Vitoria C.A. -44,9 9/(Y-- de parados del sexo femenino. Ahora bien, la simple constatación de este hecho inmediato puede resultar engañosa si no se considera paralelamente otro aspecto de la cuestión: el bajísimo grado de incorporación de la mujer al mundo laboral, fenómeno que en una primera aproximación puede quedar medido por la tasa de actividad femenina, proporción de mujeres activas -trabajando y en paro- respecto al total. Mientras esa tasa en el caso de los varones alcanza a nivel del Territorio un valor medio del 53,06 "/o con variaciones zonales que van del 52 al 58, en el caso de las mujeres no llega al 19 "/o con valores que oscilan en las distintas zonas entre el I I v el 23.

- 228 -


La interacción conjunta de estas dos variables, número de paradas y tasa de actividad, determina una tasa de desempleo casi el doble, en términos relativos, en el caso de las mujeres que en el de los hombres. En otras palabras podríamos exponerlo así: no sólo la mujer participa poco en actividades consideradas socialmente como productivas sino que además -y como razón en parte de lo anterior- si se decide a hacerlo tiene prácticamente el doble de probabilidades que un varón de pasar a engrosar las filas de los parados (2). Las afirmaciones vertidas hasta el momento quedan aún más matizadas si pasamos a considerar las edades de los parados de uno y otro sexo. La edad media de los parados alaveses, ya lo hemos indicado antes, es de 26,5 años, pero mientras que en el caso de los varones el valor medio es 21) en el de las mujeres no llega a 23. Dos tipos de razones pueden explicar hipotéticamente -no disponemos de los datos precisos para demostrarlo- la enorme diferencia que se observa entre uno y otro sexo. Podemo apuntar, por un lado, el mayor número de años invertidos en el proceso educativo por parte de los varones en relación a las mujeres, pero este hecho, si bien parece cierto, explica sólo en pequeña medida a nuestro juicio esta gran diferencia. Lo que parece más determinante es el peculiar proceso de incorporación de las mujeres al campo laboral -proceso que se ha desarrollado en años relativamente próximos y en el que han participado de forma casi exclusiva los sectores en edad productiva más jóvenes de la población femenina- y de "desmarque" de dicho campo con vistas fundamentalmente al matrimonio. Ordenando a los parados de uno y otro sexo a nivel provincial, por grandes grupos de edades, obtenemos por último el siguiente cuadro general:

Cuadro 2.5.4.-DISTRIBUCION DE LOS PARADOS POR SEXO Y GRUPOS DE EDADES Edad

15 20 25 30 y

19 24 29 más

Hombres

1.724 3.157 1.298 2 .696

Mujeres

"Total

11111jeres s/total

1.908

3.632

52,53

2.658

5.815 1.867 3.097

30,48 12,91

569 401

45,71

2.5.4. ESTADO CIVIL Y RELACION CON EL CABEZA DE FAMILIA Combinando las variables "estado civil" y "relación con el cabeza de familia" podemos diferenciar dentro de los parados diversas categorías posibles, cada una de las cuales puede tener en teoría un distinto grado de

- 229 -


responsabilidad económica y de aceptación social, siempre dentro de una tónica general caracterizada por la ausencia de prestigio. Partiendo de los datos provinciales que aparecen en el cuadro de la página siguiente hemos elaborado esta tipología: - 11.303 parados, casi 8 de cada 10, se encuentran aparentemente en una situación que podríamos caracterizar por la inexistencia de otras personas que dependan económicamente, de forma directa, de ellos. - 2.854 parados se encontrarían, desde esa misma perspectiva, situados en el extremo opuesto, esto es, con posibilidades objetivas de tener a otras personas dependiendo económicamente de ellos. - 1?n medio de estos dos extremos, queda un resto pequeño, 251 parados, que quedaría definido principalmente por la intersección de las posibilidades "esposo" y "casado".

Cuadro 2.5. 5.-DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LOS PARADOS ATENDIENDO A SU ESTADO CIVIL Y SU RELACION CON EL CABEZA DE FAMILIA Soltero

Casado

Viudo

Sep./Div.

NS/NC

1 ,62 74,94 0,01

14,89 1,69 1,55 -

0,62 0,01 -

0,58 0,31 -

0,05 -

Hermanos/cuñados Otros familiares

1,63 0,80

0,01 0,23

-

-

-

Relación no familiar NS/NC

0,95 0,11

-

-

80,01

13,12

(1,63

Cabeza de familia Esposo/a Hijo/a Padres/suegros

Total

Total 17,71 1,69 76,86 0,01 1,64 1,03

0,95 0,11 0,89

0,05

14.408

2.5.5. NIVELES DE CONOCIMIENTO O EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS PARADOS La mercancía de que disponen los parados para ofrecer en el mercado su fuerza de trabajo tiene un grado de especialización muy bajo. Aunque no disponemos de datos que nos permitan establecer comparaciones en este sentido entre este colectivo concreto y la población general, las cifras que aparecen a continuación son suficientemente válidas para mantener esta afirmación: - Prácticamente en la mitad de los casos , 7.136, la educación que han recibido no sobrepasa el nivel de los estudios primarios.

- 230 -


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3.194 parados han cursado estudios de F.P. o B.U.P. o C.O.U. o sus equivalentes aunque más de la mitad de ellos no han llegado a concluirlos. En línea, quizás , con el grupo anterior podríamos considerar a otros 2.827 parados que han sido definidos por su entorno, no en función de su nivel de estudios sino de su experiencia laboral, la mayor parte de ellos , 2.258, como obreros no cualificados y el resto como cualificados. Considerando conjuntamente los tres grupos anteriores podemos constatar que en el 91,32 "/o de los casos no resulta difícil calificar la cualificación de los parados de baja o muy baja. - 1)eI resto de los parados podencos entresacar dos grupos: - El de parados con titulación superior o media, 837 según nuestras estimaciones , de los que más de la mitad se localizan en Vitoria C.A.

- El de los parados con experiencia en el campo de los servicios o de las secciones administrativas de las empresas, tres centenares.

2.5.6. ¿EN QUE SE OCUPAN LOS PARADOS? Los parados que efectivamente responden a la imagen típica del "parado" -de brazos cruzados , sin hacer nada...- no llegan a la mitad del total; con mayor o menor intensidad , de manera más o menos continua, siguiendo fórmulas tradicionales o relativamente novedosas, el 58 "/o de las personas definidas por su entorno como parados ocupan su tiempo en actividades concretas y, descontando de este conjunto el grupo de los que se dedican a "hacer cursillos " puede asimismo afirmarse que más de la mitad de los parados -el 51,3 "/o- se ocupan en alguna actividad económica. En el epígrafe de "cursillos " se incluyen las enseñanzas más diversas: idiomas, contabilidad , informática , cursos profesionales ... En relación a esta última categoría , la más oficial por decirlo de algún modo y que prácticamente constituye la única oferta socio - educativa dirigida a este colectivo, creemos importante dejar siquiera constancia del profundo escepticismo con que es acogida por la población ; en este terreno, la impresión general es que la "filosofía " de estos cursillos se ajusta más a la etapa desarrollista alavesa de los años sesenta y setenta que a la situación y necesidades actuales y, en esa medida, es necesario replantearse el tema de forma radical . Considerando las nueve zonas en que hemos dividido el Territorio, los porcentajes más alto y más bajo de parados que realizan este tipo de actividades se dan en Vitoria C.A. y en Vitoria C.B., 13,1 "/o y . 1,1 "/o respectivamente.

- 232 -


El "no hace nada" es una respuesta que se obtiene con mayor frecuencia relativa en las zonas de Alava que podríamos calificar de más proletarizadas, Vitoria C.B. y Ayala -48,3 "/o y 47,3 "/o respectivamente- y que se registra menos en las menos urbanizadas , Zuya, Añana , Laguardia y Campezo, con porcentajes inferiores en todos los casos al 24 "/o.

Pasemos ahora a referirnos al otro capítulo de parados , el constituido por aquellas personas que habiendo sido definidas de esta forma por su entorno, realizan sin embargo algún tipo de actividad económica . En tres grandes bloques pueden ser agrupadas las diversas actividades que desarrollan: - Trabajos domésticos -fondos de los Ayuntamientos contra el paro, compañías agrícolas...- eventuales en fábricas y participación en la economía familiar . Dentro de este capítulo se incluye el 31,3 "/o de los parados alaveses, detectándose importantes diferencias espaciales entre Vitoria y el resto de las cuadrillas -24,5 "/o y 44,9 "/o respectivamentey dentro de Vitoria entre la zona C.B . y la C.A., 21,1 "/o y 31 "/o en el mismo orden. - Trabajos domésticos con apariencia eventual y fija. En este área trabaja el 15,3 "/o de nuestro colectivo , el 17,9 "/o en el caso de Vitoria y el 9,7 "/o en el conjunto de las restantes cuadrillas. - Trabajos marginales y otros, epígrafes en el que quedan clasificados el 6,4 "/o de los parados en la cuadrilla de Vitoria y el 2,2 "/o en el resto del Territorio.

2.5.7. NIVEL DE INGRESOS Y SITUACION ECONOMICA PERSONAL El nivel y tipo de ingresos que obtienen los parados se encuentran condicionados , la mayor parte de las veces, por la actividad productiva en que se ocupan y en menor medida -de entrada a causa de la mayoritaria proporción de elementos sin experiencia laboral previa , las tres cuartas partes del colectivo - por la percepción de subsidios de desempleo.

Lo que resulta evidente si nos atenemos exclusivamente al análisis de los ingresos propios de los parados, es que nos encontramos ante una situación que en términos generales sólo puede ser calificada de dramática . Los resultados a nivel provincial nos hablan de lo siguiente: - 6.759 personas en edad de trabajar y buscando empleo -valga la redundancia- que no perciben ni una peseta en concepto de contraprestación de una actividad productiva y ello, en la práctica totalidad de los casos , porque "no hacen nada" o simplemente "hacen cursillos".

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- Con ingresos en mayor o menor grado irregulares en su percepción aunque en cualquier caso manifiestamente insuficientes están 4.585 personas, el 31,83 "/" de este colectivo. - Una tercera categoría de parados estaría constituida por las 2.703 personas -18,7.5 "/o del total- que normalmente cobran todos los meses una cantidad, en pocas ocasiones próximo a un salario normal y en todas inferior. - Sólo una proporción insignificante, no llega al 3 "/o, 364 parados, alcanza un nivel de ingresos calificados por su entorno como suficiente, la mayor parte de ellos, 247 con una periodicidad irregular. I,as diferencias relativas que, desde esta perspectiva, se pueden detectar entre las distintas zonas aparecen recogidas en el cuadro 2.5.7. Es evidente que los parados no están quietos, que en la mayor parte de ocasiones, las de una y otra forma, tratan de "buscarse la vida", pero lo que también resulta evidente es que en la mayor parte de las ocasiones por sí solos no alcanzan un nivel de vida mínimamente digno ni una independencia económica. La familia es sin lugar a dudas la única seguridad social que funciona para este colectivo, la sola institución que está atemperando un estado de cosas que de otra manera correría grave peligro de explotar, porque éstos sí que no tienen nada que perder.

El hecho de que en nuestra sociedad "las cosas" funcionen así, nos ha movido a elaborar un índice que considere de forma conjunta, tanto los

Cuadro 2.5.7.-NIVEL DE INGRESOS DE LOS PARADOS NIVEL DE INGRESOS (°/u) Zonas

Salvatierra Ayala Laguardia Campezo Zuya Añana

SUBTOTAL Vitoria P. Vitoria C.B. Vitoria C.A. - M Vitoria Total Alava

N . - para d os Suficiente

Escaso

Insuficiente

Ninguno

0,65 0,93 0,57 2,56 3,91 3,23 1,62 2,49 1,88

19,12 12,86 7,46 2,86 13,85 25,74 14,40 13,36 22,63 16,84 20,85

44,86 32,50 52,68 38,29 35,90 37,34 37,37 19,82 28,15 32,52 29,17

35,37 47,98 38,93 58,28 47,69 36,92 44,32 63,59 47,60 48,15 48,10

769 2.449 429 175 390 474 4.686 217 6.867 2.654 9.737

2,52

18,75

31,83

46,90

14.413

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ingresos propios del parado como la situación económica familiar , reflejando de esta manera los problemas de forma más ajustada a la realidad, esto es, con fortísimas tensiones desencadenadas por la situación de paro pero suavizadas cuantitativa y cualitativamente por la inserción de estos parados en el marco socioeconómico familiar . A nivel provincial los resultados que así se obtienen son los siguientes: - Dentro de la categoría " sin problemas de subsistencia " pasarían a estar 6.165 parados , el 42,78 % del total. - Con problemas económicos importantes pero sin llegar al límite de la precariedad podríamos considerar a otros 4.806 parados, prácticamente la tercera parte del colectivo. - En situación que sin lugar a dudas debería denominarse cuando menos "precaria", quedarían todavía 3.440 parados, el 23,87 %. La situación en cada una de las zonas en que se ha dividido el Territorio quedaría , de acuerdo con los criterios que se han barajado , de la forma detallada en el cuadro 2.5.8.

Cuadro 2.5.8.-SITUACION ECONOMICA DE LOS PARADOS SITUACION ECONOMICA (%) N . " para d os

Z onas Bien

Con problemas

Muy mal

Salvatierra

53,32

30,04

Ayala Laguardia Campezo Zuya Añana SUBTOTAL Vitoria P. Vitoria C.B. Vitoria C.A. - M Vitoria

45,93 50,82 21,63 45,90 58,64 47,99 29,95 37,37 48,64 40,28

42,91 33,80 40,94 42,05 31,65 38,68 60,37 29,51 31,65 30,80

16,64 11,16 15,38 37,43 14,10 9,71 13,33 9,68 33,12 19,71 28,92

769 2.447 429 171

42,78

33,35

23,87

14.411

Total Alava

390

47-1 4.680

217 6.868

2.654 9.738



3. RESUMEN Y CONCLUSIONES



3.1. RESUMENES

3.1.1. FAMILIAS PROBLEMATICAS 1. Residen en Alava 793 familias consideradas problemáticas por su entorno social . Esta cifra supone el 11 por mil de las familias alavesas. El 85 "/o de estas familias se centran en la capital, lo que viene a indicar que esta problemática incide de manera particular en Vitoria- Gasteiz, donde el fenómeno tiene más importancia, dos veces superior al resto del territorio.

Además en la misma capital las familias problemáticas tienden a concentrarse en determinados barrios; así en la denominada zona por mil de clase baja, la prevalencia de estas familias es de frente al 7,5 por mil que alcanza en la zona clase alta. 2. Estas familias suelen ser de elevado tamaño ya que casi la mitad tienen 6 miembros o más, siendo así que este es el caso del 12 "/o del conjunto de familias alavesas. El tamaño medio sería de 5,72. Como término comparativo la media general en Alava no alcanza los cuatro miembros. 3. Aproximadamente la mitad de estas familias son de tipo monoparental o extraparental , por lo que cabe decir que el fracaso en la constitución o mantenimiento de una unidad matrimonial normal -consecuencia evidente de factores socioeconómicos previos- debe jugar un papel importante en el deterioro de su situación. 4. Contrariamente a lo que cabría esperar, sólo el 20 "/o de las familias problemáticas pertenecen a minorías étnicas integradas por gitanos, portugueses y norafricanos . Evidentemente esto no quiere decir que la prevalencia de problemas en términos relativos no es mayor en el seno de estas minorías.

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FAMILIAS PROBLEMATICAS POR COMARCA DE RESID. % Cl AYALA 4,4

ZUYA 0,6

ZONA MEDIA ALTA 122,3 1 1 SALVATIERRA 3,8

a

VITORIA AÑANA 0,6 ZONA M EDIA BAJA 62,7 1

1

1

1

1

1

CAMPEZO 1,4

LAGUARDIA 4,2

5. La población componente de familias problemáticas destaca por su mayor juventud . La población menor de 24 años representa más del 60 "/o de dichas familias , mientras que el conjunto alavés supone el 43,1 "/o del total . Al revés sucede con la población de más de 65 años. A la vista de las tasas de prevalencia por edad, puede sostenerse la hipótesis de que existe una mayor prevalencia de problemas en las familias con hijos en período adolescente o juvenil.

6. Más de la mitad de los miembros de las familias problemáticas -el 54,6 "/o- han planteado algún problema (discapacidad, paro, drogadicción) o ha rebasado los 65 años, siendo así que a nivel general la prevalencia de esas mismas condiciones justamente rebasa el 18 "/o. Esta situación muestra diferencias importantes en función de la zona de residencia. Así, en la zona media-baja y baja de Vitoria los

- 240 -


W

0 U)

- 241 -


individuos con problemas miembros de familias calificadas como problemáticas representan el 17,4 por mil, índice que dobla prácticamente la media de Alava. Junto a esta zona con tasa de prevalencia superior a la media se encuentran las cuadrillas orientales alavesas, Campezo, Salvatierra, con tasas que se sitúan en torno a la media. Son zonas con bajas tasas de prevalencia , Ayala, Zuya, Añana y la media y alta de Vitoria. 7. Cerca de dos tercios de las familias problemáticas tienen en su seno al menos un enfermo cronico, resultando cifras más elevadas en Vitoria que en la provincia -66,8 "/o frente a 17,9 '!4r. Puede decirse que las tasas de enfermedad alcanzan en el seno de estas familias valores cinco veces superiores a las estimaciones que suelen hacerse en la población general. 8. El 43,4 "/o de estas familias se encuentran afectadas por algún problema de toxicomanía, constituyendo uno de los factores relacionales más importantes de su disarmonía. 9. Dos de cada tres familias están afectadas por el paro, que a nivel de individuos alcanza el 22,89/o de la población. La mitad de los parados no hacen absolutamente nada y el resto prácticamente se dedica a trabajos de carácter marginal incluido el servicio doméstico o a trabajos esporádicos o eventuales que sólo permiten obtener pequeños ingresos. 10. Más del 30 "/o de las familias problemáticas cuentan con algún menor problemático por lo que existe una gran desproporción en la prevalencia de este fenómeno: de hecho una colectividad que no representa el 2 "/o de la población alberga en su seno al 60 "/o del total de menores considerados problemáticos. A esta última cifra, que en números absolutos representa 548 casos, habría que añadir una población de 1.080 niños que viven en situación de riesgo.

11. Un 71 "/o de las familias problemáticas conocen la desatención, la explotación o los malos tratos en sus relaciones familiares. por otra parte, un 45 "/o desarrollan formas de relación extrafamiliar desviadas, y un 35 "/o familias están asociadas a redes de prostitución, delicuencia o tráfico de droga. Más del 6091o de los procesos delictivos están correlacionados con la presencia de consumo ostensible de drogas o alcohol en la lamiha.

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FAMILIAS PROBLEMATICAS SEGUN CLASE Y TAMAテ前 DE LA FAMILIA FAMILIAS PROBLEMATICAS 41 31

24,8

17 12.6

2,3 3-5 Miembros

6-7 Miembros

8 y mテ。s Miembros

0 11

27

61 FAMILIAS NO PROBLEMATICAS

FAMILIAS MONOPARENTALES

- 243 -


12. Sólo un 20 "/o de los menores en familias problemáticas viven en medios familiares normalizados ; otro 33 "/o padece situaciones graves de desatención y casi la mitad vive ambientes familiares muy degradados. 13. En lo que se refiere a actividades delictivas el grupo de edad más afectado es el comprendido entre 25 y 39 años, debido en gran parte a la importancia de la prostitución en este colectivo. 14. Más del 30 "/o de las familias problemáticas tiene o ha tenido algún miembro internado voluntaria o involuntariamente en una institución. 1?n el colectivo de 15 a 17 años el internamiento afecta casi al 20 "/(1. Sin embargo el ingreso en institución de los ancianos procedentes de estas familias no es nuis frecuente que en el seno del resto de las familias alavesas. 15. Señalemos finalmente que el 2,4 "/o de los miembros de las familias alavesas consideradas problemáticas ha formado o forma parte de la población reclusa.

3.1.2. MENORES 1. La cifra de menores alaveses considerados problemáticos por su entorno social puede estimarse en 914 niños, cifra que representa el 11,6 °/o del total de población comprendida entre 0 y 18 años. Este dato hay que interpretarlo en el sentido de que lo que ha definido a los niños y jóvenes detectados es su aspecto globalmente conflictivo, más que los elementos puntuales que puedan estar asociados a tal situación. 2. La casi totalidad de los menores residen en la cuadrilla de Vitoria, la cual abarca al 90 "/o de la población diagnosticada . Las comarcas rurales y semi- urbanas -inclusive Ayala- no suponen en conjunto sino un 9,8 "/o del colectivo total, no superando en ninguna cuadrilla el 5 "/o del efectivo global -Ayala sólo representa el 3,7 "/o y Salvatierra el 2,6 "/o-. La población de menores problemáticos parece ser, por lo tanto, una población casi exclusivamente urbana. 3. Analizando las distintas tasas de prevalencia del problema , se observa una desviación generalizada de las distintas tasas comarcales en relación con el indicador global alavés. La notable diferencia, entre la tasa de Vitoria -13,7 %o - y la correspondiente a las demás cuadrillas en su conjunto -4,8%o-, parece confirmar la influencia del factor urbano en la génesis de los problemas . Sin embargo, la

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MENORES CON PROBLEMAS POR COMARCA DE RESIDENCIA

ZUYA 0,7 ALVATIERRA 2,6 AYALA 3,7

ZONA MEDIA ALTA 9,6

VITORIA

AÑAN ZONA MEDIA BAJA 80,6 CAMPEZO 1,1

7

ARDIA 1,3

realidad ofrece ciertos matices. Por una parte, a nivel de la capital las tasas de prevalencia carecen de la mínima homogeneidad -19,7 por mil en los barrios de clase media-baja y 3,8 por mil en el resto de barrios- y por otra parte, a nivel de la provincia, las tasas reflejan a veces mayor prevalencia en zonas con menor índice de urbanización, como es el caso de las cuadrillas de Salvatierra -9,7 por mil- o de Rioja -5,6 por mil-, frente a zonas más urbanizadas como Ayala, con una baja tasa de prevalencia -3,2 por mil.

4. En síntesis puede señalarse que el hecho de que el 9011/o de los menores conflictivos resida en Vitoria, es atribuible no sólo a la macro-concentración poblacional en la capital, sino principalmente a una mayor propensión al problema. No obstante, ello no debe atribuirse directamente a la ciudad per se, sino a unos procesos y condiciones propios de vida de los habitantes de los pueblos o barrios peor dotados de la provincia, procesos que, eso sí, agudizan las situaciones de inadaptación a nivel urbano. De ello se deriva que los barrios más desfavorecidos de la capital presenten una tasa de prevalencia de problemas que casi duplica al indicador alavés, al tiempo que el factor demográfico sitúa en dichos barrios al 80 ',/o del total de menores problemáticos.

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5. Se observa un gran paralelismo entre la estructura de edades de los menores problemáticos y la estructura general de edad de los alaveses menores de 18 años. En concreto , los menores problemáticos en edad escolar (5 -14 años ) representan el 60 "/o del total y los niños en edad preescolar un 14 °/o. La otra cuarta parte está compuesta por los jóvenes en edad laboral o prelaboral : 15-17 años.

6. Comparando estos datos con la estructura general de edades, se observan sobrepuntas y subpuntas de problemas a ciertas edades. Así, la tasa de prevalencia entre los 5 y los 9 años ( 13,6 por mil) es más elevada que la de los períodos 0-4 años y 10-14 años, que se sitúan en torno al 9 por mil . Igualmente , en la cohorte de 15-16 años, la tasa de prevalencia aumenta hasta el 17 por mil, en la que parece evidente el efecto del paso a una nueva situación ocupacional, una vez concluido el período de escolaridad obligatoria. 7. Al combinar edad y área de residencia , se detecta nuevamente el aumento relativo del nivel de problemas en el grupo de mayores de 14 años, tanto a nivel de la capital como al del resto de la provincia considerada en conjunto , resultando la zona media -baja de Vitoria y la cuadrilla de Salvatierra quienes presentan los mayores índices de problemática. En lo relativo a menores de 14 años, las tasas de prevalencia mayores se detectan en Vitoria clase media-baja y Campezo ( en torno al 18 por mil ), mientras que Salvatierra presenta un índice del 10 por mil. 8. La tasa de prevalencia de problemas por sexos, contrariamente a lo que podría esperarse , no resulta similar, resultando claramente superior en el caso de los hombres -13,7 por mil- frente a un 9,4 por mil entre las mujeres , lo que se traduce en que el ()ÍO "/o de la población total afectada son hombres. 9. Teniendo en cuenta la edad , las diferencias por sexos destacan palpablemente , ya que el índice de masculinidad general de los menores problemáticos -153 por mil- pasa de 270 por mil entre los mayores de 14 años a 128 por mil entre los menores de dicha edad . En relación a la localización , se observa que la estructura por sexos es más equilibrada en los pueblos de la provincia , mientras que en la capital se registran los mayores índices de sobrerrepresentación masculina. 10. En lo que respecta a la problemática socio - familiar de los menores, destacan tres grandes tipos de situaciones . El principal grupo de problemas detectado podría definirse como de desatención familiar, realidad que sufriría un 56,2 "/o de los mismos ( niños orillados, situaciones graves de desatención, sobreexplotación laboral). El segundo grupo de problemas tendría relación con situaciones de violen-

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_i

U) ,(O

U) E N co

L)

贸'-

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cia socio-familiar: fugas, malos tratos... afectando al 13,7 ('/o del total de menores problemáticos. Por último, el 30,1 0/ restante no sufrirá problemas notables a nivel familiar.

11. En relación al factor residencia, se aprecia una mayor gravedad de los casos detectados en los pueblos: menor incidencia de las situaciones de orillamiento del niño, de sobreexplotación, de violencia familiar, malos tratos...

PROBLEMAS SOCIO-FAMILIARES DE LOS MENORES

FALTA DE ATENC ION SOCIO-FAMILIAR

SIN PROBLEMAS

CRISIS FAMILIARES GRAVES

12. El 49 "/o de los menores con problemas reflejan dificultades de lipa ocupacional, detedhandose que a menor problenralica familiar se da una mayor tendencia a plantear problenas. Variable ocupacional cuyo principal factor de discriminación es el de la edad, pues a medida que aumenta ésta, aumentan los problemas ocupacionales. Los principales problemas detectados entre los mayores de 1,1 años hacen referencia al fracaso escolar, al pandilleo y al paro. Los 2 primeros problemas se detectan también entre los menores de 1.1 años aunque registrándose una menor incidencia relativa de problemas.

13. Cerca de la mitad de los menores, presentan otros trastornos asociados: descuido en el vestir y en el aspecto físico, trastornos psíquicos, efectos de malnutrición en el caso de los menores de 14 años, etc...

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1-1. En lo que respecta a la problemática socio - económica de los menores, el 61f"/,) de los mismos se encuentra con algún problema de este tipo, siendo las dificultades más claras entre los menores de 14 años, colectivo en el que la gravedad de las situaciones de pobreza en la generación de problemas resulta evidente. En un sentido amplio, los problemas económicos graves afectan al 72 "/o de estos niños y los problemas de vivienda al 48 "/o. En el caso de los mayores de 14 años, los problemas económicos graves sólo afectan ¡ti 3 1 "/o de los jóvenes y los de vivienda al 23 "/o. Puede sostenerse por ello, a primera vista, la hipótesis de una menor relación pobrezaconflicto en este grupo. 1>. Vil ielacion a la estructura familiar, es notable la presencia de un alto potceulaje de Gtiiiilias atípicas, enlie las que destacan las mono I:t,'.! "/ Irigeneracionales 8,2 "/o , familias de solteros parenlal, s siendo superior el porcentaje de familias atípicas entre los menores de 11 anos. Destaca it;ualntente el dato de que el tantaiio nteclio de las familias de los menores con problemas es igualntenle atípico, va que p acticamente la mitad supera los ti miembros. Iti. La mitad de los menores con problemas tienen antecedentes de "inslilucionalii.acitín siendo evidente la correlación positiva entre inslilucionalizaciún problemática socio-familiar entre los menores de 1-1 años, siendo el colectivo de menores de la capital el que ofrece las tasas más elevadas. La mitad de las veces, el motivo de ingreso en institución lo constituye la desatención familiar -incluyendo la tutela- mientras que los trastornos de comportamiento explican aparentemente la cuarta parte de los casos. El conjunto de necesidades que plantean los menores con problemas están actualmente atendidos a través de dos vías complementarias: servicios residenciales especializados y servicios no especializados (le apoyo a la familia.

3.1.3. ANCIANOS Y MINUSVALIDOS 1. Las personas identificadas como deficientes, los que padecen una enfermedad de tipo cronico y los que rebasan los 65 años, constituyen en conjunto un colectivo de 32.782 individuos, casi el 12,59/o de la poblaci(m total alavesa. 2. Evidentemente no todas estas personas son denrmdantes de serví cios sociales. En muchos casos su deficiencia es leve v no plantea problemas (I(' discapacidacl. Por otra parle la mayoría de (1uienes

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han rebasado los 6. años no tienen otros problemas al margen de los que puedan ser considerados como normales para su edad. Hemos reunido sin embarro datos de esta por considerauque podía constituir un colectivo de riesgo de cara a la planificaci^ín de Servicios Sociales.

DEFICIENTES ENFERMOS CRONICOS Y ANCIANOS NECESITADOS DISTRIBUCION COMARCAL (%)

AYALA 13,4

ZONA MEDIA ALTA 32,5

VITORIAJ

AÑANA 2,3

1

ZONA MEDIA BAJA 39,7 CAMPEZO 1,4 -R IOJA 3,7

3. En base, entre otros, a criterios de movilidad, independencia lisica y capacidad laboral se ha aislado del anterior un colectivo que denominamos deficientes, enfermos crónicos N' ancianos necesita dos, formado por quienes padecen en términos generales una cusca pacidad grave. Este nuevo grupo está integrado por 11.042 personas, es decir, por el 33,69/1t del anterior y que con referencia a la población total del territorio representa el 4,14 "/n. Consideramos que este es el colectivo que por sus deficiencias físicas, mentales o sensoriales plantean problemas graves de independencia o de integración sociolaboral.

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4. La población de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados se ha divido en los siguientes grupos: GRUPO A. Deficientes fisicos, enfermos crónicos y ancianos necesitados - Personas encamadas, representan el 1,01 0/)o de la población total, 268 personas en números absolutos. - Personas en sillas de ruedas. Hemos contabilizado 520 casos, es decir, prácticamente el 2 %o de la población total. Dentro de este grupo se distinguen quienes dependen de otra persona en sus desplazamientos y quienes tienen cierta autonomía (78 % y 22 respectivamente). - Personas físicamente dependientes. Son 224, es decir, el 0,84 o/oo . Se definen por su incapacidad para comer, lavarse o vestirse o hacer uso del WC por sí mismos o que no pueden estar solas. - Personas que precisan ayuda. Se caracterizan por una mayor independencia física: tienen problemas puntuales para realizar tareas imprescindibles en la vida cotidiana (atarse los botones, los zapatos...) o tienen limitaciones para realizar esfuerzos físicos que se consideran habituales. Son 1.822 personas, el 6,84 ^/oo de la población total. - Personas que precisan alguna ayuda. Tienen una relativa autonomía pero necesitarían ayuda para realizar tareas domésticas elementales. Son 3.296 individuos y constituyen el 12,37 0it,o de la población. - Personas discapacitadas para el trabajo. Son personas deficientes o enfermas que aun sin tener problemas de independencia física, por razón de su deficiencia o enfermedad no pueden trabajar o lo hacen en condiciones especiales o marginales. Forman un colectivo de 2.014 personas y representan el 7,55 0/oo de la población. En total este Grupo A de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados está formado por 8.144 individuos, el 30,57 0/oo de la población total alavesa.

GRUPO B . Deficientes mentales Hemos identificado 1.336 deficientes mentales, el 5 por mil de la población, cifra algo inferior a las estimaciones que establecen estudios acreditados y que rondan el 7 por mil. Con todo, el colectivo

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recogido supera el número de registrados en los Centros de Diagnóstico alaveses. De estos 1.336 deficientes, el 4,4 "/o está recogido en el grupo anterior de deficientes físicos al usar la mayoría de ellos silla de ruedas, el 2,4 "/o se han incluido en otras categorías con deficiencias graves y el 2 "/o ha pasado al grupo "Resto" formado por las personas que no tienen problemas importantes junto a quienes han rebasado los 65 años pero no tienen ninguna deficiencia o enfermedad crónica. Al hablar de deficientes mentales lo hacemos pues refiriéndonos al 91,2 "/o del total de personas reconocidas como tales.

(, R l) P) C. Enfermos mentales Se han recogido exclusivamente problemas graves tratando de distinguirlos de los trastornos de tipo neurótico. Los posibles psicóticos constituyen el 2,62 por mil de la población -696 individuos-, grupo al que hay que sumar un segundo colectivo más reducido -356 individuos, 1,33 por mil de la población- formado por personas que se desenvuelven con cierta normalidad en su medio, pero tienen problemas graves de independencia física o que tendrían problemas para trabajar en condiciones ordinarias.

Además, otros 339 enfermos mentales han sido recogidos en otros grupos, debido a que según sus convecinos presentan alguna otra deficiencia o enfermedad que consideran principal, y un grupo más numeroso, el más numeroso en realidad, 1.292 personas, ha sido relegado al Grupo E Resto, debido a que no planteaban problemas importantes de autonomía personal o de integración social. En total los calificados como enfermos mentales serían 2.683 personas, el 10,06 por mil de la población, y hemos retenido en el grupo de enfermos propiamente dicho únicamente el 39,2 % de este total, que viene a representar el 3,95 )//o de la población. GRUPO D. Deficientes sensoriales Contiene el grupo en primer lugar a personas afectadas por problemas de visión y que por esa causa no pueden moverse solas o únicamente se orientan en un entorno conocido, requiriendo la ayuda de otros. A éste se añade un segundo grupo de personas que pueden llevar una vida más o menos independiente y otro más también de deficientes visuales que tienen problemas de independencia física o de integración laboral. Los tres grupos suman un colectivo de 352 personas, lo que representa el 1,33 por mil de la población.

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Un cuarto grupo está integrado por personas que a causa de sus problemas de audición y lenguaje tienen serias dificultades de cara a su integración sociolaboral. Reúne a 275 individuos, lo que representa el 1,03 %o de la población total. Al margen de estos grupos señalados en el Grupo de Deficientes Sensoriales propiamente dicho, que recoge a 627 personas -2,36 por mil de la población- se recogen 621 más en otras deficiencias, en las que el sensorial es un trastorno añadido, y 956 más se han llevado al Grupo Resto por considerar que no planteaban problemas graves.

GRUPO E. Resto Finalmente la mayor parte de las personas que en un primer nivel se recogen como "riesgo" pasan a formar parte del Grupo Resto, debido a que no tienen deficiencias importantes, o al menos no se traducen en discapacidades graves, o incluso no tienen ningún tipo de deficiencia o enfermedad, aunque han rebasado los (i5 años. Este colectivo suma 21.740 personas, de ellas casi 6.000, el 27 "/o, tienen deficiencias físicas; 1.198, el 5,5 "/o, nos han sido señalados como enfermos mentales; 461, el 2,1 % de este grupo resto, son deficientes sensoriales, y la mayoría, 14.124 personas, es decir, el 65 "/o, simplemente han rebasado el límite de edad de los (i5 años.

Los mayores de 65 años Los mayores de (i5 años son en total 22.410 personas , es decir, el 8,4 "/o de la población alavesa. El 20 "/o de esta población tiene problemas de discapacitación importantes - 4.ti(i;3 ancianos- ; 3.623, tiene deficiencias que no plantean problemas de es decir , el 1(i independencia física, y, finalmente , la mayoría compuesta por 1.1.12.1 personas , 6 3 % del total, no tienen ningún tipo de enfermedad o deficiencia. 5. Los deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados se dividen prácticamente en partes iguales entre hombres v mujeres. Sin embargo, las tasas de incidencia en función de este factor son diferentes según la deficiencia de que se trate. Así, los discapacitados para el trabajo son en su mayoría hombres, 82,2 "/o. En este hecho intervienen naturalmente factores de orden social y concretamente de tipo jurídico y laboral, dado que las amas de casa por ejemplo no acceden legalmente al estatus de discapacitadas.

Las deficiencias mentales son, en los límites leves, más frecuentes entre hombres que entre mujeres, quizá en gran parte debido a que

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todavía el medio es más exigente con el varón. Contrariamente las enfermedades mentales se dan más entre las mujeres y en este sentido la condición de "ama de casa" no parece favorecer precisamente al equilibrio mental. 6. Por debajo de los cinco años las deficiencias más frecuentes son las de tipo físico -más de la mitad a esas edades-. En el grupo de 5-14 años, en el período escolar, las deficiencias mentales suponen el 86,7 "/o del total de deficiencias de ese grupo. A partir de los 40 años adquieren importancia las deficiencias y enfermedades físicas que producen incapacitación laboral y a partir de los 70 años la enfermedad mental alcanza su mayor prevalencia. En total más del 15 "/o de todas las deficiencias físicas se centran en el grupo de 40-6.1 aúos que abarca al 26 ')/o de la población. El mismo grupo reúne a más del ()'()()/o de las deficiencias sensoriales y casi la mitad de las enfermedades mentales. El grupo de 5-24 años reúne a más del 6(1 9/o de los deficientes mentales, siendo así que a nivel de población total representa el 35,1 °/o.

7. Existe una relación evidente entre la prevalencia de la discapacidad y la de personas mayores de 65 años. Es pues lógico que las diferencias comarcales existentes en la prevalencia de ancianos coincida también con una diferencia importante a nivel de discapacidades en general. Vitoria capital tiene una tasa baja de ancianos -únicamente el 7,6 "/o de la población tiene más de 65 años- y una tasa baja también de deficientes, 38,22 "/o. Destacan por sus elevadas tasas Campezo, el 18 "/o de su población tiene más de 65 años y el 71,21 por mil son deficientes, así como La Rioja, 13,7 % de ancianos y 71,62 por mil deficientes.

8. Más de un centenar de personas deficientes o enfermas están según sus convecinos mal alimentadas y deficientemente aseadas de forma habitual. El grupo más afectado por este problema sería el de los enfermos mentales. 9. Adoptando una definición muy restrictiva, muy física, del término soledad, resulta que las personas que viven solas no salen prácticamente a la calle o lo hacen habitualmente solas, constituyen el medio centenar y son en su mayoría deficientes mentales. El 2011/o prácticamente no salen a la calle, lo que constituye un colectivo de más de 2.000 personas. Una vida relacional absolutamente normal la llevan sólo el 65,6 "/o del total de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados.

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10. Más de 2.000 ancianos viven solos en Alava, casi el 10 "/o de la población de más de 65 años. Además menos de la mitad disponen de teléfono en sus casas. Las diferencias comarcales son importantes a este nivel. La situación más favorable la tiene la capital y en especial la zona de clase alta. En este caso el 7,4 "/o de los ancianos viven solos y no hay nadie que no tenga teléfono aunque sea en la proximidad de su vivienda, disponiendo de él en el mismo domicilio el 70 "/o prácticamente. El caso más desfavorable sería el de Campezo. Además de tener la proporción más elevada de ancianos que viven solos, el 16,9 "/", sólo dispone de teléfono en la casa el 11,7 "/o y no lo tiene ni en la proximidad de la vivienda el 79,3 "/o.

11. En lo que se refiere a la ayuda con que cuentan los deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados, el 95 "/o tiene la posibilidad de procurarse una ayuda estable en su propio domicilio o fuera del mismo, el 2 "/o, casi 200 personas, reciben ayuda inestable, y la mitad -116 personas exactamente- en el mejor de los casos pueden contar con una ayuda muy inestable. 12. La cuarta parte de las personas con problemas de movilidad tienen problemas para moverse en sus casas y salir a la calle debido a las barreras arquitectónicas, pero en el caso del 12 "/o los problemas son muy graves. En números absolutos este colectivo representa más de 1.200 personas. Más de 700 personas necesitarían cambiar de vivienda o realizar transformaciones en sus accesos con el fin de reducir sus graves problemas de movilidad. 13. Más del 20 "/o de la población de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitados tienen la condición de jubilado. No llegan al 10 "/o quienes trabajan realizando alguna actividad al margen de las tareas del hogar, el 33 "/o se dedican a las tareas domésticas, el 23 '% tienen la jubilación anticipada y algo más del 5 "/o son escolares o estudiantes, incluyendo en este apartado a quienes reciben atención en Centros Especiales. 14. Prácticamente la totalidad de los deficientes en edad escolar están atendidos en centros ordinarios o especiales. La atención en centros específicos es especialmente prodigada en el caso de los deficientes mentales, ya que el 44 "/o se hallan en dicha situación junto al 27,5 "/o de los deficientes físicos.

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I.S. Del colectivo total de deficientes y enfermos crónicos con discapacidades graves en edad de trabajar, el 40 "/o ejerce alguna actividad laboral, siendo la mitad aproximadamente amas de casa. Son los deficientes sensoriales quienes en mayor proporción ejercen alguna actividad laboral que alcanza el 65 "/o, mientras que los otros grupos alcanzan el 40 "/o en el mejor de los casos. 16. Las diferencias regionales en el grado de integración laboral son importantes y en contra de lo que pudiera parecer es Vitoria la que ofrece una tasa de ocupación más importante que dobla de hecho la que se da en cuadrillas como Ayala, Zuya o Campezo, donde tan sólo ejercen una actividad laboral remunerada o no, la cuarta parte, e incluso menos, del total de minusválidos en edad de trabajar. 17. Del total de deficientes, enfermos crónicos y ancianos necesitadas -incluidos los de grado leve y quienes simplemente han rebasado los 65 años- 1.131 personas están ingresadas en instituciones. De éstas, 602 pertenecen a los grupos con deficiencias importantes. Los deficientes mentales profundos se caracterizan por dar las más elevadas tasas de institucionalización. La proporción de personas encamadas ingresadas en instituciones es la misma que la que se da entre ancianos que no padecen ninguna deficiencia o enfermedad. Las diferentes tasas de institucionalización en función de la comarca de residencia indican que esta es una solución que muchas veces se adopta por razones que nada tienen que ver con la discapacidad de las personas afectadas y que la centralización de servicios en la capital provoca la necesidad de que los alaveses residentes en la provincia tengan que utilizar dichos servicios en régimen de internado. 18. Se advierte una estrecha relación entre discapacidad y pobreza. Como dato más señalable cabe citar que mientras la proporción de personas en deficiente situación económica, entre quienes han rebasado los 65 años y no tienen problemas de salud importante, no llega al 411/o, entre quienes padecen discapacidades importantes la proporción es superior al doble. Son los deficientes mentales quienes parecen encontrarse en peor situación, ya que en este colectivo (20,411/o) y en lo que se refiere a diferencias comarcales Campezo reúne la mayor proporción de discapacitados en mala situación económica (prácticamente el 20('/o).

3.1.4. DROGALCOHOL 1. El colectivo de personas definidas como consumidores de drogalcohol por su entorno social , alcanza la cifra de 2.717 alaveses con problemas actuales de consumo , lo que representa un índice de

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DROGA-ALCOHOL: DISTRIBUCION AFECTADOS ACTUALES SEGUN TIPO CONSUMO

ALCOHOL 79,1 %

ALCOHOL- DROGA BLANDA 5,7% DROGA BLANDA 12,1 % DROGA DURA 1,2% 1 ALCOHOL-DROGA DURA 1,9% prevalencia del 14 por mil sobre la población mayor de 15 años. En función de su pertenencia a los diferentes grupos de reclasificación, los consumidores se distribuyen de la siguiente manera: el 85,9 % se encuadra en el grupo de drogalcohol; un 11,4 "/o en el de enfermos crónicos, deficientes físicos y ancianos necesitados; el 1,3 "/o en el de enfermos mentales; un 1,1 % en el de deficientes mentales y el 0,3 "/o restante, en el grupo de deficientes sensoriales. 2. La mayoría de los consumidores se localizan en números absolutos en Vitoria-Gasteiz (66,1 )/Ídel total) con una menor incidencia en el resto de la provincia. Sin embargo, atendiendo a las tasas de preva-

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lencia la situación varía, ya que en este caso el índice del resto de la provincia (17,2 "/,..) casi supera en 5 puntos al de la capital (12,7'%0 ). I)e ello se deduce que es la magnitud urbana de esta última lo que le hace aglutinar a dos de cada tres consumidores alaveses. Un dato a destacar es el alto índice de prevalencia registrado en la zona de clase media - baja de Gasteiz (17 por mil), índice similar al del resto de la provincia y que le sitúa en el puesto número uno en cuanto a número de consumidores y tasa de prevalencia. 3. En función del tamaño poblacional de los núcleos, los índices de prevalencia más altos se detectan en los núcleos pequeños semiurbanos (entre 2.00 0 y 5.000 habitantes ) y en los núcleos rurales (inferiores a 2.000 habitantes) con unos índices que oscilan entre el 24 y el 1(i por mil de la población total. De ello puede concluirse que el consumo de drogalcohol no es una práctica exclusiva de las áreas urbanas, sino que tiene una incidencia igual o mayor sobre las pequeñas colectividades. 4. El tipo de consumo dominante detectado es el alcohol : 2.150 bebedores excesivos en la provincia, es decir, el 79,1 "/o del total de consumidores detectados . Le sigue en importancia el consumo de droga blanda ( 12,1 "/o) y de alcohol + droga blanda (5,7 "/o), mientras que el consumo de droga dura se sitúa en un 1,2 "/o y el de droga dura asociada a alcohol en un 1,9 "/o. 5. En lo que respecta a la frecuencia de consumo , seis de cada diez consumidores realizan un consumo diario , seguido en importancia por el grupo de consumidores de fin de semana (25 "/o) y de entre semana ( 11 "/o). Destaca el dato de los 109 consumidores con "sín dromes", que engloba al 1 "/o restante. (i. La distribución de los afectados según la edad de los mismos señalo la clara incidencia del consuno en las personas adultas: el 61 ''/(, de los consumidores cuenta con más de 40 años, representando un índice de prevalencia del 18,4 V(,,) sobre la población mayor de dicha edad . Dentro de este colectivo , destacan los 307 consumido res detectados en la cohorte de 65 y más años (11 "/o del total de consumidores alaveses ), cifra que apunta a una prevalencia del 1-1 por mil. La edad parece incidir notoriamente en el tipo de consumo, ya que mientras que en el grupo de jóvenes se registra casi un 8 ()"/o de consumidores de droga blanda y un 5,5 Yo de droga dura (con escasa prevalencia de bebedores excesivos ) en el colectivo de adultos el 99"/o es definido como bebedor excesivo con nula incidencia de otro tipo de consumo.

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DROGA-ALCOHOL: DISTRIBUCION DE LOS AFECTADOS POR CUADRILLAS

AYALAi7,7

1 ZONA MEDIA ALTA 18,3

1

SALVATIERRA 9,4

VITORIA

ANA NA 2

ZONA MEDIA BAJA 49,6

CAM PEZO 2,8

LAGUARDIA 6

7. I?n relaci贸n al sexo se detecta una n)ayor tendencia al ((Insumo entre los varones, ya que sollo un 13 "/o ole los consumidores porte necea al sexo femenino, observandose fina tendencia similar en cuanto a las preferencias de consumo. Sin embargo, asociando seso y edad se registran diferencias, ya que en el caso de las mujeres se da una mayor tendencia al consumo en el grupo de edad adulta que en el de los varones y, por el contrario, una menor tendencia proporcional en el grupo de edad joven. 8. Analizando el estado civil de los consumidores, el 铆ndice mayor de prevalencia se registra en el grupo de separados o divorciados -93 por mil-, seguido por el de solteros -20 por mil- y en menor importancia por casados y viudos -10 por mil en ambos casos-. Resulta interesante destacar que en el colectivo de varones domina porcentualmente el colectivo de solteros (50,1 "/"), mientras que en el de mujeres dominan las casadas consumidoras (64,211/o).

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9. En relación a la ocupación de los afectados, destacan entre otros resultados significativos, que casi el 1) "/o de los consumidores son amas de casa (cifra que posiblemente sea más elevada en la realidad, dado el ocultismo que reviste el consumo casero), lo que representa una prevalencia del 5 por mil sobre el colectivo dedicado a sus labores. Por otra parte, un 11 "/o son jubilados anticipados, grupo social en el que se detecta el mayor índice de prevalencia: el 68 por mil de este colectivo está afectado por el consumo de drogalcohol. El sector de parados constituye el 28 "/o de la demanda, con un índice de prevalencia del 47 por mil. Aunque el grupo de personas "Iralr,ij;indo" supera porcenlualnlente en ocho puntos al de parados, al aplicar los Indices de prevalencia ocurre lo contrario: en este caso, el de parados llega a cuatriplicar al correspondiente al de los ocupados (12 por mil). 10. La situación económica personal de uno de cada cuatro consumidores se define como mala, registrándose un 70 "/o de este grupo cuya situación se conceptúa como mala-muy mala. Conviene destacar que el 50 "/o de los consumidores de droga dura pertenece al colectivo de personas en mala situación económica. 11. Analizando la relación de los consumidores con el cabeza de familia, se observa que prácticamente el 5011/o de los afectados lo constituye el propio "cabeza". El colectivo de hijos se aproxima a un 38 Yo del total, registrándose unos porcentajes muy inferiores en los restantes elementos que conforman la familia. 12. En lo que respecta a las repercusiones del consumo, afecta directamente a las relaciones familiares en el 42 "/o de los casos, de los cuales un (iO "/o presenta una problemática familiar muy grave. En relación a las repercusiones sociales del consumo la situación varía, pues sólo un 24 "/o mantiene un mal nivel de relación social. Sin embargo, en ambos casos, el grupo de consumidores de droga dura se muestra como el más problemático, ya que el 71 "/o tiene graves conflictos familiares y casi el 50 "/o presenta problemas en relación a su entorno social. Los bebedores excesivos constituyen el segundo grupo conflictivo, dominando la problemática familiar: 60 ('/o de repercusiones familiares, frente a un 25 "/o de repercusiones sociales. El 85 "/o de los consumidores mantienen un buen nivel de alimentación, higiene y aseo, en contraposición al 15 "/o restante que presenta un nivel inaceptable en su cuidado personal, destacando el caso de los bebedores excesivos, grupo a quien proporcionalmente más afecta el consumo, casi el 20 "/o presenta un nivel malo en relación a alimentación e higiene.

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Cuando menos al 20 "/o de los afectados les influye el consumo de drogas en su ocupación, destacando entre las principales repercusiones: la baja productividad, el absentismo laboral, la jubilación anticipada y la desatención del negocio familiar, variables que explican prácticamente el 70 "/o de los casos. 13. En relación a la institucionalización de los afectados, se ha observado el desconocimiento general de los interlocutores sobre la asistencia de sus vecinos afectados por problemas de drogadicción a curas de tratamiento. De hecho, los datos recogidos en la investigación directa inciden más en la institucionalización de las personas con problemas pasados que con presentes ((i( "/o frente a 40 ('o), dato que resulta cunlr,iriu a la realidad del creciente consumo de drogas. Por otra parte, sólo se ha detectarlo un 5(/o (le consumidores de la muestra poblacional que haya asistido a curas, cifra que igualmente se contradice con los datos existentes sobre investigación clínica de toxicomanías.

3.1.5. EL PARO 1. A mediados de 1984 la población activa alavesa ascendía a 96.000 personas, de las que 14.400 se encontraban en paro. A corto plazo la importancia de este problema puede quedar medida por la alta tasa de desempleo, 15,1 "/o, 3,6 puntos por encima de la media de los países de la C.E.E.; a medio y largo plazo no debe sin embargo perderse de vista que la situación va a verse agravada por la baja tasa de actividad actual, 35,9 %, 4 puntos por debajo de la media de aquellos países.

2. A efectos metodológicos, con el fin de evitar duplicidades, conviene señalar que el 8,3 "/o de los parados, 1.193 personas, ha quedado también concluido en otras categorías de nuestro trabajo, principalmente en la de drogalcohol, 770 personas, el 64,5 "/o de este colectivo. Aunque el estudio de la relación existente entre paro y drogalcohol se aborda en el capítulo correspondiente a este último tema, señalaremos aquí que estas 770 personas representan tan sólo el 28,3 "/o de los afectados por problemas de drogas y alcohol. 3. La distribución espacial del paro se encuentra en buena medida condicionada por la desigual distribución espacial de la población dentro del territorio. Dos de cada tres parados residen en Vitoria -de ellos siete de cada diez en Vitoria C.B.-, el 17 "/o se localiza en Ayala, algo más del 5 "/o en Salvatierra y el resto se distribuye entre las otras cuadrillas en porcentajes inferiores al 4 "/o en todos los casos.

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DISTRIBUCION DEL PARO EN ALAVA (%)

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1

1 1 1 SALVATIER RA 5,3

ZUYA 2,7J

PUEBLOS 1,5

ZONA MEDIA ALTA 18,4 -1-- - i_ - J--

E AÑANA 3,3

VITORIA ---

ZONA MEDIA BAJA 47,7

LiLLL 1 1 1 L9

CAMPEZO 1,2

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4. La gravedad del problema , medida en términos de tasas de desenr pleo, difiere considerablemente de una zona a otra. Dentro de un abanico que se abre entre 1 y 2,()', las situaciones más críticas se detectan en Salvatierra y Añana: 2,6, en Ayala: 2,4 y en Vitoria C.B.: 2,2, obteniéndose el grado más bajo de problemática, la unidad , en Vitoria C.A.

5. La mayor parte de los parados son jóvenes en busca del primer empleo: la edad media no llega a los 27 años y su distribución nos muestra que: - la cuarta parte de ellos tiene menos de 20 años, - casi dos de cada tres no han cumplido los 25, y - algo más de tres de cada cuatro tienen menos de 30.

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DISTRIBUCION DE LOS PARADOS POR SEXO Y GRUPOS DE EDADES

MUJERES

HOMBRES

30 y más (21,5%)

2696

1298

25-29 (12,9%)

20-24 (40,4%)

3157

1724

15-19 (25,2%)

401

569 11

2658

1908

Puede observarse asimismo desde otra perspectiva que la situación de paro afecta de forma particularmente intensa a la población joven. Considerando el conjunto de la población, "sólo" 1 de cada 20 alaveses está en paro; limitando nuestro análisis al grupo con edades comprendidas entre 15 y 24, la proporción se dispara pasando a ser de un parado por cada cinco personas. También en este terreno las diferencias zonales son espectaculares: mientras en Vitoria C.A. el porcentaje de jóvenes de esas edades que se encuentran en paro es el 11,4 "/o en el extremo opuesto, en Salvatierra, alcanza un valor del 30,8 "/o. 6. El colectivo de mujeres en paro representa el 38 °/o del total, 5.536 en números absolutos. No obstante, y como resultado de la bajísima tasa de actividad femenina -18 "/o frente al 53 % de los varones-, la tasa de desempleo femenino es más que el doble que la masculina. La edad media de los hombres en paro es de 29 años y la de las mujeres de 23; rientras en los escalones más bajos de la edad

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laboral las mujeres paradas representan algo nlao de la mitad, a partir de los 211 años esa proporción no hace tino des.,-ndrr progr,• siyamente, situándose respecto a los parado, Alas (irt•, de )() ario, en una proporción inferior al US 7. El 2(P',. de los parados, familiares a su cargo.

4 1 en total, tienen presunuhl, nl, nt,

K. Algo más de 1) de cada Itl },arad,,, tienen un nisel de ono( rnuenti o de cualificación profesional que solo puede ser calificad„ «,ni,, bajo o muy bajo ; en el extremo opuesto se encuentran x i, titulad,,, medios o superiores, más d.• L, mitad di- los . ual, , re,rclen n \'iton,t C.A. 9. La mitad de los parados se ocupan de una u otra forma en alguna del total en trabajos esporadicos, actividad económica: el Al en el eventuales o ayudas familiares -22 en \ituna s 11 en la., Cuadrilla de la 17 resto-, el l:i "%, en faenas domesticas en actividades mar}nnales Capital y ¡0('/-- en el resto- ^ un -4i,4 "S, en Vitoria v 2,2 "s en el resto. 10. Prácticamente 7.(XM) parados no perciben ingreso alguno. 1. it (J obtienen ingresos muy irregulares y claramente insuficientes. 2.710 ', ni> tienen entradas regulares inferiores en todos los casi,,, al tres centenares % medio en números absolutos. lo" llegan al 3 que tienen ingresos suficientes, la mayoría de ellos con carácter irregular.

11. Considerando las posibilidades de apoyo económica que el parad, puede encontrar en su entorno socio-familiar, podemos señalar que el 40 no tiene problemas de subsistencia, la tercera parte si tropieza con problemas en este sentido y casi la cuarta parte. ;.150 parados, se encuentran en una situación calificada en el mejor de los casos como precaria.



3.2. CONCLUSIONES

3.2.1. CONCLUSIONES RELATIVAS A FAMIL IAS PROBI.LMATI('A5 Y MENORES 1. Existe un evidente nexo de unión entre el tema de la infancia y el de las familias problemáticas que hace aconsejable el tratamiento conjunto de ambos. En efecto. muchas veces es el medio sociofamiliar el que origina los problemas -incluidos los de conducta e inadaptación y otros aparentemente más endógenos como los déficits intelectuales- que a más o menos largo plazo conducen al menos a situaciones límite de marginación social.

2. A nivel etiológico, los factores que inciden en la situación de las denominadas familias problemáticas v las que provocan la desatención o el abandono de los menores coinciden en gran parte. coincide también en síntesis el tratamiento general que exige una -, otra situación, siendo más claros si cabe los nexos existentes a nivel de política preventiva. Precisamente uno de los grandes fallos en los sistemas de atención de la problemática de menores es la de independizar ambos temas ignorando la cuestión familiar en el tratamiento del menor imponiendo a éste soluciones aisladas que no tienen en cuenta la necesaria acción en el medio familiar. Sin embargo, repetimos. ambas temáticas , que son una sola en muchos casos. exigirían la aplicación de estrategias únicas o convenientemente coordinadas. 3. Ya se ha indicado que todas las familias problemáticas cuentan con algún miembro que en razón de enfermedad, situación laboral, etc.. pertenece a alguna de las categorías va contempladas. La consideratratamiento de tales problemas seria, come e, l g^ico, un ción modo eficaz para mejorar % en su caso s^^lrrcionar las srhracion^ s que nos han llevado a definir a determinadas familias % ;c determi nados menores come 1 problematic rs.

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Por citar el problema más común que está en el origen de muchas de las referidas situaciones, el paro, es obvio que la aplicación de las medidas tendentes a paliar sus efectos, estaremos tratando directamente muchos desajustes familiares y concretamente los de sus miembros menores problemáticos. 4. Al margen de consideraciones de orden filosófico, también parece evidente que la medida principal de apoyo a las personas sumidas en esta problemática consiste en facilitarles los medios materiales que les permitan llevar una existencia digna. La demostrada relación entre los trastornos psíquicos del menor y la carencia de un espacio vital suficiente por ejemplo indica que el tema de la vivienda es funcl:uuenl;(I en el lratan(iento de los problemas de la infan cia. Ni que decir (lile esta consideración y otras que vienen a señalar que la problenrilica del menor es la expresión de una situación (le carencias inateiiales que afectan a la familia en su

totalidad, exigen que previamente a consideraciones de tipo psicológico y al ensayo de tratamientos específicos centrados en el menor se adopten las medidas económicas necesarias para hacer frente a las necesidades básicas del colectivo familiar. 5. En todas las actuaciones que se desarrollan en este campo debería imperar el principio de integración en el medio. Las familias y particularmente los menores deberían poder hacer uso de los servicios sociales, culturales y educativos ordinarios de la comunidad, recurriéndose sólo de manera excepcional a la utilización de servicios específicos. El recurso a este tipo de medidas debe realizarse, por ejemplo, cuando el grupo familiar explícitamente muestra deseos de acceder a un tratamiento diferenciado como puede ocurrir en el caso de minorías étnicas que por razones psicosociales, que podrían considerarse de supervivencia, pretenden crear o conservar sus propios modelos culturales. La condición exigible para admitir este procedimiento sería evidentemente que los propios afectados, y no otros grupos en su nombre, se constituyesen en promotores de los modelos que demandan.

También en algunos casos que plantean problemáticas extremas pueden requerir actuaciones que se salen del marco de intervención general y exigir la intervención directa mediante prestaciones en especie e incluso el ingreso en establecimientos especiales. ti. En nuestro contexto social una política coherente de protección a la infancia tropieza con dos importantes dificultades: - La conciencia generalizada de que el niño es propiedad privada de sus padres y

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- la expresión de esta conciencia a nivel legal en la rigidez de la figura de la patria potestad. Lo cierto es que la intervención de la sociedad en el devenir del niño sólo tiene lugar en casos extremos y de flagrante desatención, lo que impide una eficaz labor preventiva. La concepción del niño como sujeto de derechos exige a toda costa que, preservando los derechos de los progenitores, se faciliten también los procedimientos de intervención de la sociedad en la prevención y solución de casos conflictivos . Por otra parte , la sacralización del principio de la patria potestad coincide en nuestra sociedad con la despreocupación por la carencia de medios, sean materiales o culturales , que muchos padres evidencian para la adecuada atención de sus hijos. 7. Por más que la intervención judicial en el campo de la infancia permita la máxima flexibilidad tanto desde el punto de vista normativo como desde el punto de vista funcional , sería necesario, con vistas a la mejor adecuación de los procedimientos a los problemas, que los tribunales se relacionasen , en caso de necesidad , con el área de los servicios sociales antes que constituir equipos y servicios específicos dentro del campo judicial, ya que estos últimos quedarían marcados por el carácter excepcional de la instancia en la que se verían insertos. Normalmente los problemas de la infancia deberían ser detectados por la red de servicios sociales y educativos -guardería, escuela, asistente social de barrio- y tratados dentro del ámbito de los servicios sociales. Llegado el caso y no necesariamente en situacio nes extremas , tendría que acudirse de dicha red a la instancia judicial para respaldar , en caso de necesidad, sus actuaciones. 8. 1)os figuras dentro del área general de los servicios sociales tienen un papel fundamental que desempeñar en el campo de una política de protección a la infancia: - El tutor profesional que sería el encargado de supervisar el tratamiento que se sigue con el menor cualquiera que sea su situación -incluso en los casos en que conviva con sus progenitores y obviamente cuando viva en institución o en el seno de una familia sustituta - y que llegado el caso mantendría una estrecha colaboración con el juez cuando la intervención de éste se hiciese necesaria. - El auxiliar familiar , figura multifuncional , cuya actuación en el seno de la familia problemática tendría consecuencias beneficio-

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sas a muchos niveles. El auxiliar constituye un apoyo material para la realización de las tareas domésticas y para la educación complementaria en los hijos, extendiendo esta función al resto de los miembros de la familia: consejos dietéticos, orientación hacia la planificación familiar, economía doméstica, etc. Su papel sería fundamental dentro de una política preventiva. 9. Evidentemente la acción más eficaz no puede impedir la aparición de casos extremos en los que resulte necesario un tratamiento que exige la extracción del menor de su entorno familiar. Con referencia a estos casos excepcionales, quizá no resulte ocioso las grandes instituciones en tienalar que la Iesdencia a favor de la creacion de pequeñas unidades -no exclusiva de este tiene objetivos mas profundos que los que podrían definir se cono funcionales. En efecto, las pequeñas unidades ---los apartamentos residencia por ejemplo- permiten una mayor flexibilidad y una mejor adaptación a los camhios de fines, objetivos y programas que obviamente la gran insti._,ción no admite. Pero al margen de esta ventaja, no resulta obvio que permitan de manera automática una más fácil integración en el medio si se reproducen los procedimientos y estructuras de las viejas instituciones en el seno de las nuevas, independientemente de su tamaño. Es más, podría ocurrir que el sentido de marginalidad se interiorizase más en situaciones de aparente convivencia en un medio normalizado, perdiéndose por otra parte, sin contrapartida evidente, algunos elementos positivos de la institucionalización clásica como el sentido de solidaridad o simplemente la posibilidad de utilizar adecuados espacios de recreo. 10. Hay que insistir pues en que la integración social no se produce de manera automática propiciando simplemente una vivienda integrada aunque en principio tal medida lo facilite. Las minirresidencias y los apartamentos residencia tienen como principal fundamento el de permitir la autogestión y la libre responsabilización de las personas que se acogen a ellas. 11. Con respecto a las familias sustitutas -fórmula que en la actualidad comienza a implantarse- se señalan dos posibles riesgos que sería necesario evitar: la profesionalización de las familias adoptivas que no impida la compensación económica por gastos extraordinarios justificados por la atención del menor y la dependencia psicológica que podría causar problemas al concluirse la fórmula en principio con carácter transitorio. También en relación a este tema hay que decir que la puesta en marcha de campañas atractivas podría hacer posible la creación de

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un colectivo suficiente para afrontar en las mejores condiciones el problema de los menores problemáticos.

Obviamente las familias sustitutas tendrían que contar con el apoyo del tutor para el mejor y más fácil cumplimiento de su misión. 12. Un elemento útil dentro de la política de acción social en favor de los menores problemáticos, la constituyen los centros socioculturales con base en barrios y pueblos que deberían potenciarse y sobre todo generalizarse. 13. Ya se ha señalado en otro apartado, y volvemos a hacer aquí simple referencia, la utilidad-de los servicios de acogida capaces de hacer recepción y orientar de manera cualificada los problemas. Insistimos en la necesidad de que estos servicios cuenten con la participación de sectores, movimientos y grupos implicados y traten de evitar en lo posible la burocratización y los formalismos que impedirían su eficaz funcionamiento. 14. Sería deseable que en los casos en que sea necesaria una atención especial se opte por las vías que dejen más libertad de movimiento y permitan un mayor nivel de integración en el medio. Por ello debería optarse por el apoyo individual especializado -maestro, tutor, monitor de calle con un programa de tratamiento especialfrente a soluciones como el Hogar Educativo, aunque éste represente un avance respecto a los establecimientos de internado.

3.2.2. CONCLUSIONES SOBRE LA SITUACION DE LAS PERSONAS DISCAPACITADAS Y ANCIANAS 1. En términos generales, la capacidad reivindicativa y organizativa de las distintas Asociaciones de ancianos y minusválidos incide positi vamente en el nivel de desarrollo de los servicios sociales prestados en favor de sus asociados, en ciertos casos más allá de lo que resultaría deseable en términos de justicia económica y distributiva. Una primera conclusión estribaría, por ello, en la necesidad de potenciar por parte de la Administración a todas aquellas asociaciones que pretenden recoger eficazmente las necesidades e inquietudes de los afectados por discapacidades y minusvalías, de cara a facilitar su capacidad organizativa y su nivel de representatividad en tanto que posible garantía de un equilibrio en la atención a los grupos necesitados. Esto sería particularmente urgente en el sector de las deficiencias físicas, ya que las actuales asociaciones destacan por su debilidad, su fragmentación -agudizada por el monopolio

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que ejerce INAUXAL en el campo laboral- y su escasa representatividad -bajo número de asociados, impacto selectivo en términos de colectivos contactados , destacando a este nivel la poca presencia de personas mayores o de individuos con incapacitación laboral-, etc... La especialización de las asociaciones en la labor general de información, asesoramiento y orientación de los afectados debería constituir el objetivo preferente de este panorama de potenciación asociativa. 2. La mejora de la calidad de vida general de la población discapacitada y ,inciaiia podría ser una de las principales finalidades de la acluacion de los servicios descritos, detectando los principales pro blenlas que inciden en esta mejora y orientando a los afectados hacia los servicios que más adecuadamente pueden resolverlos.

En nuestro estudio, hemos detectado algunos importantes puntos de fricción a este nivel que deberían ser resueltos con prontitud. 2.1. Una primera disfunción estriba en la existencia de 2.241 personas -un 8,4 por mil de la población alavesa con graves problemas de movilidad e independencia física, atribuibles a la presencia de barreras arquitectónicas-. Esta cifra ascendería a 4.854 personas si tomáramos en consideración a todos aquellos que sufren molestias puntuales por situaciones de esta índole. Los programas a promover para este grupo deberían incluir no sólo acciones de supresión de barreras urbanísticas y arquitectónicas generales sino también acciones dirigidas a la reubicación en viviendas adecuadas o a la transformación radical de los accesos a la vivienda actual de aquellas personas que chocan actualmente con barreras infranqueables o casi para moverse con independencia en su propio hábitat -999 personas sin tener en cuenta a los 255 encamados. Dichos programas, a orientar predominantemente a enfermos y discapacitados físicos, deberían abarcar al conjunto provincial ya que 353 de los casos más graves , un 28,2 %, se encuentran fuera de Vitoria -194 en Ayala y 159 en otras cuadrillas. 2.2. Un segundo aspecto disfuncional de importancia tiene relación con la consideración de los 543 casos de soledad extrema detectados entre ancianos y discapacitados, problema este que llega a la incomunicación casi absoluta en 61 casos, la mayoría de ellos personas con problemas psíquicos. A este colectivo habría que añadir las 2.923 personas que, sin sufrir una soledad extrema, no salen de casa e incluso en algunos casos

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-deficientes mentales, enfermos mentales y deficientes sensoriales-, las 1.339 personas que sólo salen de casa con compañía. Teniendo en cuenta estos criterios, se encontrarían afectados en mayor o menor medida por el problema:

- Entre el 22,6 y el 30,4 "/o de los deficientes físicos. - Entre el 15,4 y el 39,4 "/o de los deficientes mentales. - Entre el 25,7 y el 42,6 "/o de los enfermos mentales. - Entre el 10,1 y el 24,8 "/o de los deficientes sensoriales. - Entre el 3,9 y el 4,4 "/o del resto de ancianos sin problemas de discapacidad o enfermedad.

Las políticas de tiempo libre siguen resultando, por ello, decisivas -por mucho que éstas indiquen o puedan indicar situaciones de no normalización-, incluso en aquel grupo que aparentemente se encuentra mejor a este nivel, esto es, los ancianos. Las principales acciones que podrán tomarse deberían incidir en las siguientes líneas: a) Trabajo comunitario de detección de problemas, orientación y apoyo a la integración a cargo de educadores y monitores especializados. b) Potenciación de las actividades asociativas de cara a la creación de clubs especializados y, en la medida (le lo posible, a la potenciación de fórmulas de integración en grupos generales de tiempo libre o en colectivos culturales específicos. c) Desarrollo de nuevas vías de actuación, mas originales e integradas -vacaciones de grupo versus colonias nuisifica das, integración individualizada versus integración colectiva, etc... Resulta evidente que este tipo de actuaciones parten de una base diferenciada según los tipos de problemas. Así, mientras en ciertos colectivos no existe apenas oferta -los deficientes físicos por ejemplo-, en otros, la situación resulta casi óptima. Este sería el caso de las actividades de tiempo libre para ancianos. No obstante, incluso en este campo es posible señalar algunos aspectos problemáticos. En primer lugar, parece evidente que la oferta de clubs no ha eliminado todas las posibles situaciones de soledad y aislamiento, incluso -y esto

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es grave-, en el grupo de ancianos no discapacitados. En segundo lugar, la fórmula a través de la que se ha podido eliminarlas no ha sido siempre la adecuada, no sólo por no ofrecer vías culturales o relacionales distintas a las habituales -juego de cartas, básicamente- sino también por institucionalizar de alguna forma vías relacionales segregadas y diferenciadas -los propios clubs-. Las propuestas de creación, reforma o ampliación de centros deberían ser, por ello, estudiadas con cierta meticulosidad, valorando el posible número de usuarios, la habilidad de integración de los ancianos en circuitos integrados paralelos y la importancia a nivel local de las realidades efectivas de aislamiento y soledad. Estas actuaciones deberían completarse en cualquier caso con acciones de expansión social de los clubs dirigiéndolos hacia el entorno social, particularmente hacia los ancianos aislados -voluntariado para compañía a domicilio, contacto con ancianos no integrados en circuitos recreativos, etc...-; pero también hacia otros colectivos de la sociedad. En una línea complementaria, los equipos de educadores especializados podrían también dinamizar la actual oferta recreativa y cultural de los clubs. Las consideraciones anteriores pueden aplicarse a casi todos los demás sectores, aunque en ese caso sería preciso insistir en el carácter mucho más deficitario de las actuales actuaciones, incluso a un nivel meramente cuantitativo -oferta de plazas de club o de servicios recreativos-. Ello no resultaría preocupante si no fuera por la comprobada importancia del colectivo aislado y solitario entre los deficientes mentales, físicos y sensoriales. Una primera aproximación a la planificación de las necesidades culturales y recreativas de estos colectivos debería tener en cuenta ciertos aspectos frecuentemente olvidados por los dirigentes asociativos: en primer lugar, el protagonismo de las personas mayores de 40 años y/o ancianas -93,7 % del colectivo de físicos, 20 "/o del colectivo de deficientes mentales, 97 "/o de los enfermos mentales y 90,8 o/o de los deficientes sensoriales-; en segundo lugar el peso de los residentes en cuadrillas estrictamente rurales -20,7 o/o del total de personas con problemas graves de soledad y aislamiento-; por último, la agudización de las dificultades en los grupos "borderline" -débiles mentales, por ejemplo-. Es muy probable que la actuación realizada hasta ahora no haya contado, salvo puntuales excepciones, con todos estos factores.

3. Si el problema del tiempo libre resulta grave, más resulta de hecho el problema del trabajo del deficiente. En esa línea, dentro del colectivo de minusválidos activos, la tasa real de paro asciende al

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24,86 "/o, a pesar de no representar la población activa dentro de este colectivo sino a un 13,1 "/o del total poblacional. Por otro lado, el nivel de paro se acrecienta de hecho por la presión que, en el mercado de trabajo , ejercen los retirados con anticipación -en el caso de INAUXAL es claro al respecto-. La pérdida que el retiro anticipado conlleva actualmente en los niveles de vida de este grupo -un 23,2 "/o del total de discapacitados- incide en esta tendencia . La mejora o el complemento de pensiones facilitaría, por ello, una menor demanda efectiva de puestos protegidos atribuibles a este factor. El paro afecta actualmente a 122 minusválidos físicos, 1713 deficientes mentales , 47 deficientes sensoriales y 13 enfermos mentales.

Contrariamente a lo que cabría esperar , la tendencia de nuestros interlocutores ha sido de no incluir como parados a deficientes con problemas graves por lo que los deficientes definidos como parados deberían considerarse como poco sujetos de centros especiales de empleo, o a lo sumo, de centros de iniciación productiva. Por el contrario , los denominados minusválidos ocupacionales han tendido a ser considerados de forma bastante pesimista como incapaces de trabajar . Estas personas que podrían ser usuarios de centros de día o de centros de iniciación productiva ascienden a 79 deficientes fisicos, 276 deficientes mentales y 32 enfermos mentales. Como puede verse, la demanda potencial de centros especiales de empleo , centros de iniciación productiva y centros ocupacionales es muy amplia . A nivel local, considerando todo tipo de deficiencias, esta demanda resultaría suficiente para pensar en una amplia pro gramación de servicios en Vitoria -265 usuarios potenciales (le CF1? y 197 de centros ocupacionales -, Ayala -5I usuarios polen ciales de CEE y 95 de centros ocupacionales -, Salvatierra -22 usuarios potenciales de CEE y 28 de centros ocupacionales- y quizá, a nivel exclusivo de centros ocupacionales , Canupezo -23 usuarios potenciales -, Rioja -28- y Añana -17-. Si bien un análi sis más refinado exigiría una mayor profundización en la investiga ción, sí debe señalarse la real existencia de un déficit considerable de plazas. La actual política de contención desarrollada por SERMA e INAUXAL, lógica sin duda ante la fuerte demanda y las dificultades financieras, debe dar lugar en el futuro a una profunda delimitación del sector de empleo protegido . Ello es preciso para hacer frente a las necesidades con eficacia . De lo contrario debería aceptarse que el mencionado bloqueo representa la conclusión de un proceso de oferta de servicios que ya no puede ser asumido por estas instituciones . El hecho cierto es que existen muchas necesidades sin cubrir y ante ello no es viable un bloqueo de ingresos por mucho tiempo más.

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Las necesidades pueden, por otro lado, aumentar a corto plazo bajo la presión de una mejor formación y de un mayor nivel de expectativas por parte de los deficientes, en especial de los débiles mentales y de los deficientes visuales. Sin embargo, en este caso, la propia realidad educativa empieza a augurar -cerrándoles con frecuencia las vías de la formación profesional normal y retrotrayéndoles a puntos anteriores de partida-, el difícil camino de la integración laboral, en un marco de continuo estrechamiento de la oferta de empleo, en especial en las ramas de trabajos menos cualificados. El futuro del empleo para los minusválidos obliga, por ello, de nuevo a una clara definición de quiénes son los sujetos del protegido y en que condiciones y a través de qué vías se ofrecen con)pensaciones a aquellos que se en la línea fronte riza y no son capaces de integrarse en ninguna de las redes labora les existentes pension, subsidio o snnplemenle nada--. Iln hecho claro es que la creacion de un subsidio compensatorio -de situacio nes de paro o incapacidad no subsidiadas o incorrectamente subsidiadas- limitaría en gran medida las necesidades y, consecuentemente, la demanda de empleo protegido. 4. La oferta educativa, por su parte, parece bien resuelta desde un punto de vista cuantitativo ya que son raros los casos de niños no escolarizados. La incorporación de la red de SERMA al Departamento de Educación mejorará, sin duda, un sistema que, no obstante, debería potenciar los sistemas específicos de apoyo -deficientes visuales, niños encamados, formación profesional, etc.-. Un problema se mantiene, sin embargo, y es el de la centralización de servicios en Vitoria. Las exigencias que este sistema implica a nivel de transporte, gestión de residencias semanales, etc..., deberían mantenerse en el futuro si no se quiere aumentar el número de deserciones de la escuela. Quizá una vía de solución estribaría en la gestión común de estos servicios con los servicios de apoyo de tipo laboral diseñados por SERMA y APDEMA -residencia de Oyón, futura residencia de Llodio, etc...-. La financiación de los servicios podría correr a cargo de los propios usuarios y de las instituciones afectadas.

5. Las acciones de apoyo social específico -apoyo residencial, ayuda a domicilio- deberían, por su parte, enfocarse partiendo de la consideración de algunos hechos específicos de importancia: 5.1. En primer lugar, existe un número sustancial de personas con problemas de gravedad relativos a una inadecuada alimentación y/o falta de higiene, 544 personas en concreto. Las situaciones más negativas de ausencia total de cuidado y malnutrición afectan a 11 ti personas, siendo particularmente frecuentes estos últimos casos entre enfermos y deficientes mentales. Por

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otro lado, la prevalencia de estas situaciones es muy elevada en las cuadrillas rurales -43,2 % de los casos entre los grupos de población más gravemente afectados, esto es, 140 casos. 5.2. En segundo lugar, 6.130 personas -un 2,3 "/o de la población alavesa total- se encuentran gravemente afectadas a nivel físico, requiriendo algún tipo de apoyo diario para las funciones de higiene, aseo, alimentación, etc., habituales. Estas personas se distribuyen de la siguiente manera:

- 268 personas encamadas; - 520 personas en silla de ruedas, un 78 "/o de las cuales sin autonomía de desplazamiento; - 224 personas incapaces de alimentarse, lavarse o vestirse por sí solas; - 1.822 personas que requieren ayuda puntual para tareas manipulativas habituales y diarias; - 3.296 personas que requieren ayuda para tareas domésticas habituales. La mayoría de estos individuos son personas, ancianas o no, con trastornos físicos asociados. El colectivo anciano afectado asciende al 17 "/o del total del grupo de mayores de 65 años. Un dato especialmente significativo es que sólo el 3,7 "/o de las 6.130 personas descritas se encuentra actualmente internad(), porcentaje algo mayor para los usuarios procedentes de las cuadrillas rurales. Por etiologías, los m ayores porcentajes de institucionalización se dan entre enfermos y deficientes menta les, aunque también en el grupo de personas en silla (le ruedas. Otro dato significativo es que 205 de las ()'. 13() personas descri tas, un 3,3 "/o, reciben una ayuda, familiar o no, de caracter inestable o muy inestable; 271, un 4,4 "'/(1, ayuda estable de un familiar con el que no conviven, y 167, un 2,7 "/o, ayuda estable de un no familiar. I)e estas personas, puede estimarse en un 70 "/o los residentes en Vitoria, un 10 "/o los residentes en Ayala y un 20 "/o los residentes en otras cuadrillas alavesas. Basándonos en los datos anteriores, puede estimarse que la actual oferta de servicios de apoyo no resulta todo lo efectiva que parecería necesario y, no todo lo contrario, en especial por lo que hace referencia a los servicios de ayuda a domicilio 0 centros de día -70 usuarios frente a al menos 544 personas

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usuarias potenciales-. Un programa de cobertura de estas necesidades requeriría, por lo tanto, desarrollar acciones eficaces de detección de problemas -los cuales parecen afectar a todo tipo de deficiencias- y de intervención ante ellos por vía de medidas de apoyo económico, asesoramiento familiar, centros de día, centros de estancias breves, comedores y ayuda a domicilio, tanto de tipo menajera como de cuidados a domicilio -en este caso, es preciso recordar el amplio número de personas encantadas o en sillas de ruedas-. Dicho programa debería tener en cuenta la fuerte presencia de estos problemas fuera de Vitoria así como la compleja etiología que está en su base. No debería, de hecho, centrarse solo en la deficiencia física o en los ancianos. I\si, en la practica, parece que uno ele los colecti vos que requerirían Irroliorcioualrnenle mayor ayuda, dornici Iiaria o no, seria el cle enfermos y los deficientes mentales profundos. En este ultimo caso, la creación de un centro de estancias breves podría resultar especialmente eficaz. fi. La aplicación de este programa resulta básico de cara a evitar nuevos internamientos, los cuales resultan excesivos en ciertos colectivos; particularmente enfermos mentales. Su no aplicación agudizaría sin duda la fuerte presión a la que se ven sometidas las instituciones ofertantes. Sin embargo, aún sin entrar en una valoración profunda de la necesidad de nuevas plazas residenciales, sí debe señalarse que existen grandes decisiones a afrontar al respecto, la principal de las cuales es la actitud a tomar ante la necesidad de plazas residenciales de calidad que presentan los usuarios de centros de características inadecuadas, particularmente los ancianos y enfermos-deficientes mentales internados con carácter definitivo en Las Nieves. Esta realidad obligaría, en nuestra opinión, a diseñar un plan de residencias para colectivos sociales necesitados -ancianos, deficientes físicos, enfermos mentales y deficientes mentales-. Dicho plan debería tener en cuenta la situación de la oferta, en particular en relación con el ajuste territorial de los centros. Se detecta, en efecto, un déficit en las zonas rurales más envejecidas, particularmente Campezo, que lleva, ante la falta de ayudas no residenciales, a aumentar los índices de residencialización y a la separación del anciano o del enfermo de su entorno. Se interna así en Vitoria, inadecuada y a veces innecesariamente, a ciertas personas por el mero hecho de no existir para ellas alternativas racionales en su comarca. El problema de la atención al anciano en las zonas rurales es, por ello, en nuestra opinión prioritario. La definición -difícil sin duda- de planes de apoyo de tipo extrarresidencial es uno de los principales retos en este sentido, siendo la fórmula más adecuada combinarla con los procesos de apoyo a los demás grupos sociales necesitados -enfermos, familias problenrilicas, etc.-. A nivel urbano, también pareceria ulil diseñar la oferta residencial en adelante

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siguiendo criterios de sectorización y territorialización, estudiando vías para resolver el actual déficit detectado a nivel de Vitoria. Otros aspectos a definir en la redacción del Plan tendrían que ver con aspectos ya más específicos diseñados a lo largo del trabajo -problema de los deficientes mentales ancianos, estrategias residenciales para enfermos crónicos y ancianos inválidos, etc...-. Estos aspectos revelan, sin embargo, la necesidad general de mejorar y especializar la oferta residencial -aunque de forma coordinada, tanto de cara a otros servicios residenciales como a los servicios extrarresidenciales.

3.2.3. CONCLUSIONES RELATIVAS A LOS PROBLEMAS DE DROGALCOHOL A pesar de las delimitaciones señaladas para el aprovechamiento de los resultados obtenidos sobre drogalcohol, pueden señalarse sin embargo algunas conclusiones que deberán ser tenidas en cuenta en los procesos de planificación: 1. La tasa de prevalencia obtenida -14,0 por mil- revela principalmente realidades graves de drogodependencia. En efecto, alrededor del 75 "/u de los consumidores detectados usan drogas con un carácter intensivo, esto es, diaria o casi diariamente. Los problemas tienden a concentrarse cuantitativamente en Vitoria pero tienen, de hecho, una incidencia proporcional muy superior en la mayoría de las comarcas rurales, con la excepción de Ayala y Añana. Esta realidad choca con la consideración de casi total ausencia de servi cios que se observa en dichas comarcas. 2. Si bien es cierto que entre los parados se detecta una elevada tendencia al consumo de drogas -4,7 "/o de toxico^manos--, el pro blema no se limita ni mucho menos a este colectivo. Lo mismo cabe decir respecto a la edad de los consumidores. Existe una tendencia a limitar el consumo de drogas al mundo de la adolescencia, los estudiantes o los jóvenes en paro. Sin embargo, en especial si tomamos en consideración el uso-abuso, más bien del alcohol, tendremos que concluir que las drogodependencias afectan a toda la población, aunque eso sí con distinta intensidad. Resulta, en efecto, que el 61,3 "/o de los consumidores tienen más de 40 años, que el 45,2 "/o son cabezas de familia, que sólo el 46,2 "/o de éstos es soltero o que apenas un 28,1 "/o de ellos resulta estar en paro. Además, usando datos relativos, se observa que las tasas mayores de prevalencia ni siquiera se encuentran entre los colectivos de jóvenes o de parados. Así, por ocupación, la mayor tasa de

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consumo afecta a los retirados con anticipación -6,8 edad, al grupo de 40 a 64 años -2,0

y, por

Por otro lado, incluso en los grupos menos sospechosos de practicar este tipo de consumo pueden encontrarse colectivos de importancia. El 13,1 "/o de mujeres afectadas, la mayoría amas de casa, así lo atestigua. En este grupo, la constatación de una mayor gravedad comparativa de los casos detectados refleja, sin duda, una tendencia de estos problemas a no ser conocidos por el entorno social más que cuando alcanzan una gravedad tal que no pueden ya pasar desapercibidos. 1,1 consuno casero, privado, explica esta situación. 1 os (lidies sociales al uso no solo enmascaran la realidad acerca del libo de consumidor sino también acerca del libo (le consuno preclonrinanle . I?n este sentido , mientras un 8(i , 7 "/o de los toxicc"mri nos consumen alcohol, solo un 20,9 "/i consunen las comumnente denominadas " drogas" - 17,8 "/o drogas blandas y 3, 1 "/o drogas duras-. 1)e hecho, sólo en el grupo de jóvenes entre 15 y 24 años se da un mayor predominio de consumo de drogas , aunque en este grupo el alcohol , en tanto que droga dura, sigue siendo de consumo más frecuente que la cocaína o la heroína -48,9 "/o de consumidores frente a 9,8')/o. 4. Entre los consumidores de droga y alcohol confluyen toda una serie de complejos problemas sociales y a nadie escapa que el de la droga es un síntoma más de los problemas que globalmente se plantean al toxicómano -paro, malas relaciones familiares o sociales, falta de medios económicos, etc...-. Por ello, su resolución implicaría transformaciones sociales profundas o al menos acciones que superaran el marco actual de intervención, de tipo predominantemente médico-psiquiátrico. La penosa situación laboral, familiar y/o residencial de ciertos colectivos de alcohólicos -crónicos de Las Nieves, usuarios de Asesores, etc...- refleja en efecto los estrechos límites de dicha perspectiva. A pesar de ello, un hecho cierto es que el máximo esfuerzo de inversión y gasto se está precisamente realizando en las áreas de atención clínica y muy particularmente en el sector menos afectado en términos cuantitativos, esto es, el de las drogas. La importancia de las repercusiones que el consumo de droga y alcohol tiene en la estabilidad de la vida familiar, social y laboral es otro de los factores que deben ser tomados en cuenta a este nivel. El bajo nivel de ingresos, la alta tasa de paro y retiro anticipado, la alta tasa de conflictividad familiar y social revelan todos ellos hasta qué punto resulta necesario ampliar la política de servicios y ayudas sociales en relación con las drogodependencias si queremos evitar los costes econónuicos, sociales y humanos a ellas atribuibles. La

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tendencia a la cronicidad de las situaciones de paro -más estrechamente relacionadas, como hemos visto, con un mayor consumo de droga y alcohol, incide también en esta línea. Es preciso, por ello, buscar y crear iniciativas que faciliten un adecuado marco de vida para los colectivos en riesgo antes que incidir en una actuación curativa y rehabilitadora que no hace sino insistir y actuar sobre los problemas creados. Estos, por otra parte, difícilmente desaparecerán -sea cual sea la política de servicios a adoptar- sin una mayor atención a las causas sociales, familiares y personales que están en la base del problema. Una acción social comunitaria parece, por ello, útil e interesante.

5. En la aplicación de iniciativas preventivas, la evaluación de programas realizados en este campo indica que la utilización de varias modalidades de actuación es más eficaz que un programa de modalidad única . Dichos programas no deberían dirigirse sólo a los afectados , ni siquiera en exclusiva, a los colectivos de riesgo. Deberían tener en cuenta, sin embargo , el enorme papel social que aún hoy desempeña el alcohol, droga claramente dominante -y legitimada- en nuestro entorno social . A ese nivel , es necesario elaborar programas de educación precisos que tengan en cuenta los siguientes aspectos o estrategias múltiples de actuación: 1. Educación sanitaria institucional y extrainstitucional. Se dirigiría a justificar los objetivos de las distintas actuaciones, publicar y difundir sus resultados a través de reuniones o congresos, etc. 2. Creación de un estado de conciencia entre la población. En el campo del alcoholismo , por e jemplo , esto implicaria elalm rar programas para aumentar el nivel de conocimiento social de los peligros que entraña el alto consumo de alcohol, las canse cuencias económicas y de otra índole que acarrean a la sociedad, los posibles beneficios para la salud pública derivados de la adopción de adecuadas medidas (le lucha, etc. 3. Acciones legislativas.

4. Presiones no legislativas sobre los centros de producción y distribución de drogas y alcohol así como sobre las agencias de publicidad. 5. Prohibiciones públicas. 6. Fiscalización de precios.

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7. Dispensarios.

8. Asesoramiento antidrogas o alcohol directo por parte de los profesionales implicados a los consumidores (*). 6. A nivel de tratamiento de la problemática derivada del consumo de drogas, si bien la eficacia de las estructuras intermedias de acogida puede resultar dudosa, lo cierto es que vienen a cubrir la habitual ineficacia de la acción institucional de tipo clásico. En esta línea, hay que aceptar el riesgo de la marginalidad e informalidad que estas estructuras comportan. Estas estructuras intermedias abarcan diferente tipo pero que, en general, tienen el realidades de parece ((iniin (Ie estar anlogesliona(las, principio ¡lit adecuad( respetar en las iniciativas que se piensen a(loplar al respecto, incluso en aquellos casos en que la iniciativa (le creacion del servicio sea pública. En relación a la droga, los tipos de servicios que podrían establecerse son los centros de acogida extra o parahospitalarios, los cuales no tendrían que ser necesariamente específicos para problemas de drogodependencias, los centros de "colocación" o inserción en entornos familiares o ecológicos, los centros de post-cura -pisos o similares- y las comunidades terapéuticas rurales o urbanas. La iniciación de otros programas de carácter más general podrían resultar de interés, por ejemplo recuperación de pueblos o caseríos abandonados, etc. Sin embargo, puede señalarse que el éxito del sistema alavés actual en el tratamiento y rehabilitación de drogadictos parece haber sido evidente, al menos si se considera la relación de problemas pasados de droga dura en relación con el total de problemas, un 46,8 "/(). Aún así, puede estimarse que nos encontramos ante un problema que sigue latente, pudiendo aparecer, desaparecer o agudizarse en cualquier momento, al existir bases objetivas para ello. El hecho de que Ayala -por su proximidad al gran centro de distribución de Bilbao- concentre a más de un 30 "/o del conjunto de heroinómanos alaveses indica, en efecto, la existencia de un fuerte mercado potencial en otras zonas puesto que, en la gran mayoría de los indicadores sociales, dicha cuadrilla aparece en situaciones mucho más aventajadas que las demás. 7. La aplicación de una estrategia de estructuras intermedias como la descrita en el apartado anterior resulta urgente en el caso de la población alcohólica, máxime si consideramos que en este caso los (*) "LÁS problemas de la droga en el c nli'x(o socio cultural". (^inelna, ()MS, ('uadei nos de Salud Publica n." 71 , I981, pags. 256 260.

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niveles de éxito alcanzados no parecen ser tan evidentes, ya que los problemas pasados sólo representan un 14,5 "/o del total. En este grupo además ha aparecido con fuerza el problema de la oferta residencial al alcohólico vagabundo o sin hogar, generalmente un hombre adulto de mediana edad. La escasa eficacia en la reinserción social de este grupo hace necesario plantear medidas que reevalúen la eficacia del sistema actual, no tanto en su faceta curativa y rehabilitadora sino también en su faceta preventiva. Este estudio podría ser útil además para evitar la posible cronificación de otros colectivos de toxicómanos, en particular los consumidores de drogas duras, cronificación por ahora evitada fundamentalmente por las altas tasas de mortalidad adulta. En relación con lo anterior, sería urgente redefinir la política de atención al alcohólico crónico institucionalizado con carácter duradero -sujeto de Asores, psiquiatría de Las Nieves, etc...-. El actual sistema mezcla, en efecto, inadecuadamente la perspectiva sanitaria y la perspectiva social, aspecto que debe atribuirse a una falta de coordinación y de delimitación de funciones entre los distintos campos de atención.

3.2.4. CONCLUSIONES SOBRE EL PARO 1. En una sociedad en la que el derecho al trabajo está reconocido, parece obvio que, como paliativo, las personas que no puedan procurárselo tengan acceso al menos a una prestación económica que les permita vivir con dignidad. La misma filosofía que impulsa la dotación del hondo de Bienestar Social para las personas ancianas y enfermas debiera extenderse en buena lógica a las personas que no encuentran ocupación en el mercado de trabajo y no están protegí das por la Seguridad Social. 2. En el tema del paro parecen ignorarse dos hechos fundamentales de gran transcendencia social. Por un lado , que la situación , la existencia de un importante colectivo de individuos inactivos en edad laboral , no es coyuntural y que su cronicidad pone en entredicho las soluciones tradicionales y las bases o principios filosóficos del discurso que interpretaba hasta ahora la función del trabajo y la función de la educación también para el trabajo . La sociedad debe asumir , aunque parece no querer hacerlo, que a medio plazo -al menos hasta que el actual descenso de las tasas de natalidad se traduzca en un descenso de los efectivos que demandan empleo- la población de escolares , o buena parte de la misma, es una población de parados en potencia que muy posiblemente no recibe la educación más adecuada en relación a su futuro

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estatus. La situación de paro, cuyas causas estructurales a nadie se le escapan , sigue siendo asimilada a la de fracaso personal , d: sembocando ello en situaciones personales , familiares y sociales de crisis. A nivel alavés una expresión clara de este estado de opinión que entiende el paro como resultado de una discapacidad , de una carencia de formación y, en definitiva, de hechos ligados al propio individuo y que hay que resolver mediante la "reeducación " del mismo, es el centro Fray Zacarías. Por otra parte , existe una tendencia a mirar el paro como si se tratase de una realidad estática, libre de cualquier proceso de evolu cursi sociobiolcrgico. /psi, ante el actual stock de parados de primer dos inil de los cuales llevan al menos ocho años en esta que no tienen el situacion- se aclua como si se lidiase de deseo, la necesidad o el derecho a constituir una familia. Con carác ter general se desconsideran las implicaciones no económicas del problema y cuando se plantean las económicas se procede siempre estableciendo principios de necesidad básica que no coinciden con las propuestas económicas que esta sociedad hace a otros niveles. El hecho de que instituciones públicas como el Ayuntamiento de Vitoria, a la hora de conceder ' ayudas a personas en paro en situaciones límites de pobreza , se ajusten a criterios de beneficencia propios de Cáritas, implica el no-reconocimiento objetivo de principios como el derecho al trabajo y, consiguientemente , a la percepción de un subsidio digno. 3. Desde otra perspectiva parece también claro que si las alternativas que hoy en día se propugnan para hacer frente a la crisis, tecnologías avanzadas, sectores puntas... se ponen en marcha, con lo que ello implicaría de menor empleo relativo de mano de obra y exigencia de que ésta tuviese un carácter superespecializado, malamente puede pensarse en la incorporación al proceso productivo de un colectivo con un nivel de wualificación tan bajo como el que ahora es objeto de nuestra atención. Y, sin embargo, los cursos de formación dirigidos a los parados siguen estructurados en torno a programas más propios de los años sesenta y setenta que de las nuevas exigencias que desde otros campos se plantean mostrando una descoordinación, un burocratismo y una falta de interés de la administración que claramente son percibidos por la propia población a la que se destinan. 1. La práctica inexistencia de un entramado general de servicios socioculurales y la necesidad de abordar seriamente su realización quedan, si cabe, más patentes cuando se está estudiando la problemática de esta gente. Sin que en modo alguno seamos partidarios de que se cree una red de este tipo específica para este colectivo, sí querernos señalar que es precisamente este colectivo el que hace más urgente la creación de dichos servicios.

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5. Los fondos destinados a la realización de obras como fórmula de lucha contra el paro , no sólo corren el peligro de convertirse en una solución estructural que puede quedarse enquistada en el seno del proceso productivo; pueden también ser objeto de serias críticas desde la perspectiva de la simple lógica económica . En cualquier caso, lo que la práctica parece estar demostrando es que estos parches, sujetos a un fuerte control social, funcionan mejor, dan más juego en los pueblos que en la capital donde se corre el peligro de que sectores concretos monopolicen las alternativas.


P.V.P. 954 Ptas. (I.V.A. incluido)


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