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Aun así
México
Silla vacía Editorial
Primera edición: MMXXIII
ISBN: 978-607-59525-2-9
Todos los derechos reservados conforme a la ley
© Jorge Uriel López Galeana, textos
© Ricardo Miguel López Bermúdez, ilustraciones
© Silla vacía Editorial www.sillavaciaeditorial.com
Miguel Cabrera 88A, Centro Histórico
CP 58000, Morelia, Michoacán, México
Corrección de estilo y cuidado de la edición
Miguel Ángel García y el autor
Digitalización de acuarelas
Luis Fernando Mondragón Heredia
Maquetación
Cristina Barragán Hernández
Diseño de forro
Sr. Tarántula
Para mi papá y mamá, porque sus huellas orientan mis pasos.
Al eclosionar en la intemperie rodeada de peligros y depredadores la mariquita debe adaptarse pronto al medio. Por ello, ha desarrollado una increíble capacidad mimética y una rapidez fuera de serie. Aun así, pasa buena parte de la vida en su madriguera oscura con una inseguridad encallada en la arena.
Cuando la mariquita asoma a refrescarse con la brisa, dos tercios de su cuerpo lo disfrutan, el otro prepara la retirada a la caverna cavada en solitario. Pocas veces hace lances temerarios lejos de la madriguera. Al hacerlo se siente expuesta como en sus primeros días. Rápida va y viene persuadida de que los villanos andan al acecho.
Pero al paso de las horas las circunstancias cambian. La mariquita sabe que la noche es su elemento de transfiguración. Con la oscuridad los depredadores duermen y las mortíferas inseguridades de la mariquita se ocultan.
Por temporadas cortas las costas expuestas al mar abierto tienen cierta calma. El viento sopla lentamente y las mareas se mueven con poca intensidad. La playa se alarga y la arena del océano forma bancos abundantes. Entonces las galletas de mar se acercan a la orilla.
Criaturas sencillas y hermosas, aparentemente inanimadas, las galletas de mar hacen gala de una resistencia pacífica. Comprenden el flujo del tiempo de acuerdo a las variaciones climáticas y conocen con precisión infalible la geografía que habitan.
Muchos han visto en las galletas de mar el exotismo necesario para adornar galerías pero quienes las conocen a fondo saben que en ellas palpita un corazón de estrella.