El modelo TPACK Existe una gran variedad de propuestas pedagógicas vinculadas con el ingreso y la permanencia de las TIC en el aula, el modelo TPACK es un marco conceptual interesante para el análisis y la elección de actividades, esto lo erige como un importante insumo a la hora de definir cómo planificar o cómo articular la incorporación de TIC a los objetivos de enseñanza del área. El nombre de este modelo responde al acrónimo de Technological Pedagogical Content Knowledge (conocimiento tecnológico pedagógico disciplinar) y ha sido desarrollado por Mishra y Koehler (2006).i El interés del modelo TPACK es conseguir “un marco teórico conceptual que sirva de lenguaje común para unificar las diferentes iniciativas de integración de tecnología, que sirva de base para transformar no solo la conceptualización sino también la formación docente y su práctica profesional en materia de integración de tecnología”.ii Este modelo, en definitiva, nos ayuda a pensar cómo integrar las TIC por ejemplo, a la clase de Matemática ya que, cuando pensamos en integrar las tecnologías para la enseñanza de los contenidos curriculares corremos el riesgo de hacer hincapié en la tecnología por la novedad que nos sugieren estas herramientas más que en los objetivos de enseñanza. En palabras de Judi Harris, sería pensar que “las colas mueven al perro”. Apelando a la investigación realizada en la región, Harris y Hofer (2009) postulan que para lograr una integración efectiva de la tecnología, la mejor manera de planificar la enseñanza es seleccionar la tecnología al servicio del aprendizaje. En definitiva, el modelo promueve el estudio de los tres componentes que se ponen en juego a la hora de planificar con TIC (el conocimiento disciplinar, el conocimiento pedagógico y el conocimiento tecnológico) y sus relaciones. El conocimiento disciplinar se refiere al conocimiento del contenido que se va a enseñar, es decir, a los conocimientos propios de matemática, siguiendo con el ejemplo planteado. Implica conocer reglas y propiedades, definiciones y conceptos, dominar los algoritmos, identificar figuras, cuerpos, elementos y sus propiedades, manejar las construcciones geométricas, reconocer y ser capaz de utilizar teoremas, etcétera. El conocimiento pedagógico se refiere al conocimiento de los procesos, métodos, técnicas y/o prácticas de enseñanza. Están incluidos los propósitos, los valores, las metas, las intenciones que se propone enseñar. En el caso particular de la matemática, se incluyen también todas las escuelas, corrientes y tendencias de enseñanza. El conocimiento tecnológico se refiere al conocimiento tanto de las tecnologías tradicionales (tizas, pizarrón, útiles de geometría de pizarra y de uso en papel, papel cuadriculado, milimetrado, libros, etcétera) como de las nuevas tecnologías (dispositivos digitales, internet y sus aplicaciones, etcétera). Se incluyen, también, las habilidades que permiten operar con esas tecnologías y la capacidad para evolucionar en el conocimiento conforme evoluciona la tecnología. En el caso de la matemática, también se incluyen los programas, interfaces, páginas, enlaces, etcétera, relacionados con el área (GeoGebra, Mathlab, http://rinconmatematico.com , etcétera).
Estos tres componentes no son la única fuente de estudio: también sus intersecciones constituyen un espacio que es necesario observar. Para aclarar el asunto, los autores nos proveen los siguientes diagramas:
Seguramente, no es necesario explicar demasiado el tema de las intersecciones –casi una especialidad para nosotros, los profesores de Matemática– pero resulta de utilidad definir esas intersecciones en términos de nuestra especialidad. Por ejemplo, la intersección entre el conocimiento pedagógico y el conocimiento disciplinar nos hace pensar en la didáctica de la matemática, en la etnomatemática, en la matemática realista y en todas las corrientes, escuelas y paradigmas de la enseñanza específica de la matemática. Entonces, es posible aportar nuestros propios ejemplos al modelo inicial y pensar un ejemplo de matemática y de enseñanza de la matemática para cada intersección. Aquí va una opción, pero los invitamos a pensar su propio conjunto de ejemplos.
¿Cuál es la importancia de este modelo? Este modelo permite ordenar y aclarar los conceptos, pero, especialmente, nos ofrece la oportunidad de la instrumentación. Cuando decimos “instrumentar” pensamos en que los tipos de conocimientos permiten pensar en tipos de acciones que se traducen en decisiones docentes concretas. Estas decisiones también pueden clasificarse en: Decisiones disciplinares: ¿qué tema?, ¿qué contenido?, ¿qué definición es más conveniente?, ¿qué gráfico?, ¿qué notación? Decisiones pedagógicas: ¿en qué momento presento el problema?, ¿qué tipo de actividad ofrezco a mis alumnos?, ¿qué preguntas movilizarán la puesta en común?, ¿de qué manera incorporo definiciones y reglas? Decisiones tecnológicas: ¿empleo tizas de colores?, ¿copio en el pizarrón o entrego copia impresa?, ¿uso una interfaz en particular?, ¿en qué momento incorporo tal herramienta?, ¿usamos calculadora? Estas decisiones están fuertemente vinculadas al éxito de la clase, seguramente, aunque no son recetas ni indicaciones absolutamente taxativas y obligatorias. Sin embargo, ayudan fuertemente al docente, especialmente a la hora de incorporar las herramientas tecnológicas. i ii
http://www.tpck.org/
Mishra, P. & Koehler, M. J. (2006). “Technological Pedagogical Content Knowledge: A new framework for teacher knowledge”. Teachers College Record. 108(6), 1017-1054.