Enlace venciendo la pobreza en zona seca

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Esta revista es promovida por

cicutec

Centro de Intercambio Cultural y Técnico Telefax: 2681252 Apartado A-136 Costado oeste del parque El Carmen, Bolonia. Managua, Nicaragua.

Año 18, 2008 Número especial

Correo electrónico:

enlace@ibw.com.ni www.simas.org.ni/revistaenlace/

Miembro del Consejo de Educación de Adultos de América Latina Consejo de Redacción: Bernarda Oporta, Enrique Delgado, Fernando Leiva, Guillermo Gutiérrez, Luis Manuel Mendoza, Manuel Fandiño, Mercedes Campos, Roberto Vallecillo, Ofilio Mayorga y Yasmina Padilla. Textos y Fotografías: Mercedes Campos, Roberto Vallecillo y archivo de Save the Children. Portada, Diseño y Diagramación: Juan Ramón López Revisión Ortográfica Juan Chow Esta revista es una publicación de Save the Children financiada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID. Impreso en Nicaragua en los talleres gráficos de EDISA Tiraje: 4,000 ejemplares

ISSN 1561-5618

Los artículos de la Revista Enlace pueden ser reproducidos, divulgados o usados en cualquier medio de comunicación escrita o radial, siempre que se cite la fuente y nos lo hagan saber.

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Un programa de seguridad alimentaria

De salud y nutrición Una comunidad limpia y saludable

Desde cada casa La prevención de enfermedades

En menores de tres años

El crecimiento de niñas y niños

Se controla cada mes La nutrición

Un asunto de la comunidad

Estimular a niñas y niños

Ayuda a su desarrollo Un brigadista de salud

Como pocos hombres

El Ministerio de Salud

Este esfuerzo va a continuar Los huertos de patio

Una cosa empuja a la otra

36 40 44 48 54 58 62 66 70

Fondo de crédito revolvente

El liderazgo de las madres Una finca diversa

La vida te sonríe Centro de Producción de Plántulas

Una oportunidad empresarial

Empresas familiares de Santa Pascuala, Los Valientes...

Una sonrisa a flor de labios La marca MAKELY

Conservas con garantías

Centro de Agronegocios Somotillo

Una ventana de oportunidades

Cooperativa multisectorial Tecomapa-La Danta, R.L.

Un centro de acopio Un Comité Rural de Desarrollo

Al frente de la comunidad Alcaldía de Villanueva

A partir de un diagnóstico municipal


Un programa de seguridad alimentaria

De salud y nutrición Save the Children desde el año 2002 ha trabajado durante siete años, implementando el programa de Seguridad Alimentaria y Nutricional financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, ayudando a mas de 80.000 mil personas de las comunidades mas pobres en la zona seca de los municipios de Somotillo, Villanueva, El Viejo y Puerto Morazán del departamento de Chinandega. La doctora Bernarda Oporta y el Licenciado Luis Manuel Mendoza ambos supervisores de salud y nutrición nos explican: “El programa Comunitario de Extensión Integral, PROCENI, se implementó en los municipios de: Puerto Morazán, El Viejo, Villanueva y Somotillo”. Atendiéndose 105 comunidades con el propósito de disminuir la desnutrición crónica de los niños y niñas menores de 5 años. Antes de iniciar este trabajo se hicieron estudios para conocer cómo estaba la situación de salud y nutrición de los niños así como la alimentación en la zona. El estudio demostró que en estos cuatro municipios, 22 de cada 100 niños y niñas menores de cinco años, sufrían de desnutrición crónica.

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Save the Children se propuso como meta disminuir la desnutrición de niños y niñas en un 40% lográndose una reducción del 60%. Así se encontraron dos caminos, uno fue mejorar la salud y la nutrición por medio de los cambios de comportamientos de las madres. El otro camino fue buscar una oportunidad económica, para que las familias aseguraran su alimentación”. “El mayor problema de la pobreza es que le roba a las personas la oportunidad de desarrollarse. El período más importante en la vida de cada persona, es desde que inicia su vida en el vientre de su madre, hasta los dos años de edad. F


Un programa de seguridad alimentaria

Para crecer sanos

Es decir, cualquier deficiencia física o dificultad para relacionarse con los demás en los primeros años de vida, repercutirá en el futuro pues no va a desarrollar todas sus capacidades en la infancia tardía, la juventud y la vida adulta. Save the Children ha trabajado, capacitando en cada comunidad a cuatro o seis voluntarias en temas de salud y nutricion para llevar el control del crecimiento y desarrollo de los niños y las niñas, que son atendidos en las Casas Rurales.

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Han quedado organizadas 144 Casas Rurales y 163 grupos para llevar el control del peso de niños y niñas donde las voluntarias son consejeras de las madres. Ahora al finalizar este proyecto, Save the Children ha entregado la responsabilidad al Ministerio de Salud para dar continuidad a la formación y atención en salud comunitaria de estas 105 comunidades. El MINSA para recibirlas puso requisitos muy estrictos, por ejemplo pidieron:


• Que en cada comunidad lleguen al control del peso 95 de cada 100 niños y niñas. • Que 70 de cada 100 niños crezcan satisfactoriamente cada mes. Estos requisitos se cumplieron gracias a la participación de las comunidades, el esfuerzo de las voluntarias y el apoyo de los técnicos”. Además se obtuvieron los siguientes logros: la desnutrición crónica en niños y niñas menores de cinco años paso de 22.5% a 9.6%. Y mas madres se dedicaron a dar lactancia materna exclusiva a sus niños, pasando de 37.2% a 58% y lo que es más importante, no hubo muertes maternas. F

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Un programa de seguridad alimentaria

Oportunidades económicas Yasmina Padilla García, nos cuenta cómo Save the Children, ayudó a encontrar oportunidades económicas en estas comunidades de la zona seca de Chinandega. “Save the Children había dado apoyo entre otras cosas para: • Mejorar los rendimientos de los granos básicos, • Mejorar el almacenamiento de los granos a nivel familiar • Mejorar la nutrición y generar ingreso con la diversificación de los cultivos. • Uso de sistemas de riego. • Elevar el consumo de proteínas impulsando la crianza de: Cabras y ovejas pelibuey Pollos de engorde, Cerdos mejorados Gallinas ponedoras. Tres años después de iniciar el proyecto en el año 2005 hicimos un alto en el camino para ver el nivel de desarrollo que tenía cada familia con las que trabajamos. A partir de entonces Save the Children en este programa trabajó de acuerdo a los niveles de desarrollo que presentó cada familia promoviendolas hacia un nivel superior. Familias del nivel 1 Familias que no lograban producir lo suficiente para asegurar su comida, fueron consideradas del nivel 1, hicieron huertos en sus patios con más de cinco rubros y se dedicaron a la crianza

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de especies menores y de esta manera consiguieron producir para vender lo que les permitió pasar a un nivel 2, donde los grupos se organizan y comercializan fuera de la comunidad.

De estos grupos surgen las cooperativas y pequeñas empresas autosostenibles, que actualmente manejan un fondo de crédito revolvente y tienen acceso a los bancos y financieras”. n

Familias del nivel dos Estas familias que habían logrado llegar al nivel 2, continuaron organizándose, planificaron su producción en base al mercado. Se les apoyó en el manejo de la tierra con prácticas de conservación de suelos se destinaron parcelas para la producción de semillas y se introdujeron cultivos de alto valor comercial como la sandía y el tomate. La conquista en este nivel es de familias que comercializan organizadas de acuerdo a la demanda de los mercados y se movilizan en búsqueda de recursos financieros que las promueve a un nivel 3. Familias ubicadas en el nivel tres En este nivel se financiaban las actividades de las familias a través de préstamos que debían ser pagados en su totalidad. El programa brindaba asistencia técnica para preparar a las familias con una visión empresarial. Los servicios de apoyo estaban destinados a manejar y almacenar la cosecha y la agroindustria, sin dejar a un lado la diversificación. Estos grupos lograron presentar planes de negocios a quienes les podian financiar.

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Una comunidad limpia y saludable

Desde cada casa

Yo soy una de las cinco promotoras de salud de la comunidad de El Ojoche, mi nombre es Arelys Méndez. Velamos por la salud de la comunidad, somos un apoyo al MINSA. Desde el año 2002 trabajamos con el propósito de que la comunidad se desarrolle, en ese esfuerzo nos apoyan distintas organizaciones. Hay dos promotoras formadas por ADP, y tres por Save the Children. Las cinco promotoras realizamos un mismo trabajo y rendimos informes de la misma manera. Nosotros vigilamos el crecimiento y desarrollo de los niños y las niñas. Un aspecto que vemos en la comunidad es la limpieza, por eso les insistimos

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que para crecer sanos los niños y niñas necesitan un ambiente limpio donde la familia viva. La limpieza de la casa tiene que ver con que la familia, y sobre todo la madre, comprenda que la casa debe estar limpia, y que además tenga la voluntad de cambiar y de educar al resto de su familia. Para tener la comunidad limpia cada casa es importante, porque las moscas, cucarachas, ratones y zancudos, una vez nacidos, van por el vecindario. Cada promotora en la comunidad supervisa 15 casas, para ver cómo están viviendo las familias. Revisamos la sala, la cocina, el patio, el gallinero, el chiquero, el pozo y la letrina.


En la casa Vemos cómo están los niños. En la sala Vemos si está barrida, la ropa ordenada, la basura en su lugar. En la cocina Vemos si está barrido el piso, la hornilla limpia, los peroles y trastes están lavados, tapados y ordenados. Vemos que el traste del agua está tapado.

Un aspecto que vemos en la comunidad es la limpieza, por eso les insistimos que para crecer sanos los niños y niñas necesitan un ambiente limpio donde la familia viva.

En el gallinero Observamos si las gallinas están encerradas y el gallinero barrido, y sobre todo si no hay cuita, porque eso llama a las moscas. En el chiquero Sobre todo se mira si han recogido el estiércol o sea la caca del chancho pues eso es lo que más afecta, atrae moscas además del mal olor. En el pozo Observamos si está limpio y sin charcos en los alrededores, si está tapado. Aquí no cloramos el agua del pozo porque tiene mucha agua, y se necesitaría mucho cloro. Eso es un gran gasto, aqui lo que se hace es que se clora, sólo la que se guarda para tomar. En la letrina Que esté tapada y barrida y los papeles estén en una lata tapada. En el patio observamos Que esté chapodado, para evitar que los zancudos y otros animales se refugien en él. Que no tenga botellas ni recipientes que puedan guardar agua. F

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Una comunidad limpia y saludable

A nivel personal

La higiene de cada persona ayuda a evitar las enfermedades; como lavarse las manos y bañarse.

Aparte de esta recomendación se le recuerda a la madre que siempre esté limpia.

Esos hábitos se aprenden desde chiquitos; en las casas rurales practicamos con las madres y los niños el lavado de las manos.

También se le pide a la madre que si el niño o niña está sucio a la hora de comer, es mejor que lo bañe.

La recomendación a las madres es que se laven las manos con agua y jabón por 20 segundos: • antes de cocinar, • antes de comer, • antes de alimentar a los niños, • después de usar la letrina, • después de limpiar al niño.

Estas recomendaciones hay que practicarlas hasta que se vuelvan una costumbre.

Y que se sequen las manos con una toalla limpia.

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Además de vigilar la higiene, realizamos un trabajo preventivo apoyando a las enfermeras con el control de las vacunas en las tarjetas que tienen la madres, y a la hora de la vacunación en la comunidad.


Somos un apoyo del MINSA al captar a las mujeres embarazadas para el control del embarazo. Como comunidad vivimos una prueba de fuego cuando apareció, hace un año, un brote de leptospirosis. Este año sucedió lo mismo, en el peor tiempo de las lluvias. La diferencia es que ahora ya estábamos informados y la comunidad estaba más atenta a tener separados los animales, controlar los ratones, vigilar el agua y la comida. Y nosotras como promotoras de salud estábamos en capacidad de apoyar al MINSA, para dar el medicamento preventivo en la comunidad. n

Comunidad La Danta.

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La prevención de enfermedades

En menores de tres años

Trabajamos como voluntarias: María Teresa, María del Carmen, Alicia, Patricia y yo, Martha Cerda.

“La prevención de enfermedades es el mejor trabajo para mantener a un niño o niña sano. Hay tres detalles que atender: la higiene, la nutrición y las vacunas”. Así nos explica Martha Cerda, Voluntaria de la Casa Rural del Niño y la Niña en la Comunidad de Buenos Aires, ubicada en las afueras de Chinandega. Una de las medidas de prevención es evitar que niñas y niños anden descalzos; los parásitos entran a través de las plantitas de los pies. Nosotras estamos capacitadas para controlar el peso de las niñas y niños menores de dos años.

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Cada mes, cuando toca el control, observamos si el niño está triste, viene con fiebre o con tos; si vemos algún problema le orientamos a la madre que lo lleve al Centro de Salud y le damos una hoja de referencia. Cuando la madre regresa trae una hojita donde el médico dice qué tiene el niño y lo que hay que hacer. Esa hoja a nosotros nos sirve para darle seguimiento al niño o niña. Llevar a la criatura al Centro de Salud evita complicaciones; por ejemplo una simple gripe o un catarrito si no es atendido a tiempo puede volverse una neumonía o cualquier otra infección respiratoria.


Cuando hay casos de diarrea los enviamos al Centro de Salud para evitar la deshidratación, y para saber la causa de la diarrea; puede ser una infección o que tenga parásitos.

Al niño o niña que le hace falta una vacuna, le hacemos una referencia, así cuando vienen las enfermeras los vacuna y ya quedan al día”. F

María del Carmen agrega: “Antes de trabajar con Save the Children nosotros éramos promotores de salud: En ese entonces el MINSA nos capacitó entre otros temas sobre la importancia de las vacunas, y sobre todo en mantenerlas al día. A todo recién nacido debe ponérsele su primera vacuna, que es la BCG, que protege de la tuberculosis. Cuando el niño o niña tiene dos meses, se le aplica la primera dosis de la pentavalente y de la polio. La pentavalente protege de la difteria, pertusis, la influenza, la hepatitis y la tos chifladora. La La La La

pentavalente son tres dosis: primera dosis es a los dos meses. segunda dosis es a los cuatro meses. tercera dosis es a los seis meses.

Al año el niño o la niña recibe un refuerzo de la MMR, que protege de la rubéola, la parotiditis o topa y el sarampión. A los 18 meses toca un refuerzo de la difteria. Cada madre tiene una tarjeta del MINSA donde se lleva el control de las vacunas. Cuando la madre viene a la Casa Rural del Niño y la Niña, trae su tarjeta de vacunación, lo primero que hacemos es revisarla para ver si le han puesto las que le corresponden por su edad.

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La prevención de enfermedades

En el control del embarazo Martha Cerda explica: “A las mujeres embarazadas les decimos que es importante que se hagan el control del embarazo, así ellas van viendo el crecimiento del bebé. Si se presenta una infección renal, o una anemia, a tiempo se soluciona; con el control se evitan complicaciones que se pueden presentar a la hora del parto. Para el MINSA es muy importante llevar el seguimiento de los embarazos. Aquí tuvimos el caso de una embarazada que tenía una fuerte anemia, hasta el punto que se tuyó. Nosotras la llevamos al hospital y la tuvieron internada, porque era como una bomba, parecía que iba a morir por ese parto. En el hospital explicaron que estaba tuyida porque no tenia suficiente calcio en los huesos. Otro caso que tuvimos es el de una muchacha que se puso inflamada y con la boca adormecida; ella nos mandó a llamar. Me fui con Alicia a verla, cuando llegamos vimos que tenia un pie hinchado, la llevamos hasta el Hospital Materno Infantil de Chinandega y ahí le dijeron que tenia infección renal, y le dieron medicamentos. Fotografía Roberto Vallecillo, modela María Ignacia.

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Estas dos madres han tenido a sus hijos sanos. Y ahora continúan viniendo para el control del peso y así evitar la desnutrición. A la hora del parto nosotras enviamos a las mujeres a parir al hospital; ahí están más seguras que en la casa.

“Aquí hemos logrado que las mujeres se hagan su control del embarazo, y el parto sea en el hospital...”.

Si se presenta una complicación, como convulsiones, presión alta o una hemorragia, los médicos pueden salvarlas, así evitamos la mortalidad materna. Una vez que la mujer regresa, estamos atentas para que antes de los 8 días después del parto, se haga un chequeo más, el del puerperio, que es para ver cómo está el sangrado. En esta visita el médico revisa también a la criatura, y le da orientaciones a la madre. Hay que darle el pecho al bebes para disminuir el sangrado y evitar un cáncer de mamas. Aquí hemos logrado que las mujeres se hagan su control del embarazo, y el parto sea en el hospital. Las mujeres ahora confían un poco más en el hospital porque están más amables con ellas y las atienden con más consideración. La gente ahora pone más atención a lo que les aconsejamos. Aquí captamos a las mujeres al inicio del embarazo, luego siguen viniendo al control de su hija o hijo”. n

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El crecimiento de niñas y niños

Se controla cada mes Ermicenda Izaguirre y Seferina Laínez, en Los Balcones número 1, presentan el cuaderno donde tienen la lista de los niños y niñas menores de dos años, y lo que han pesado cada mes. Ermicenda Izaguirre nos explica: “Los niños y niñas crecen cada mes, y eso se nota en el peso; si están sanos, el mes siguiente deben lograr un peso esperado. Para saber cuánto es el peso esperado, vemos un cuadro donde están los pesos en kilogramos; en ese cuadro buscamos lo que pesó el niño o la niña, y al lado está lo que debe pesar 30 días después y 60 días después”. En la comunidad El Ojoche, Arelys Méndez junto a Meylin Espinales pesan a los menores. Arelys le dice a una madre que: “Este mes su niña alcanzó el peso esperado, así que lo marcamos en el cuaderno y en el recordatorio de peso en color azul. Cuando no tienen el peso esperado lo marcamos en color rojo y hablamos con la madre para saber si el niño está bien. Controlar el peso en los niños y niñas menores de dos años, evita que caigan en la desnutrición, porque se puede actuar a tiempo”. Martha Cerda en Buenos Aires, explica: “Cada mes el niño y la niña deben aumentar un poquito, si su peso se estanca ya va mal y hay que atenderlo de inmediato.

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Cada caso lo valoramos, y junto con la madre decidimos lo que se puede hacer; puede ser que le demos hierro y vitamina A, aconsejemos a la madre sobre lo que le puede dar de comer, o si está enfermito lo referimos al Centro de Salud”. Las sesiones de pesaje las atendemos entre tres voluntarias, una se encarga de pesar al niño, otra anota el peso en el listado de menores, y la tercera voluntaria aconseja y negocia con la madre. La Doctora Bernarda Oporta dice: “El cuidado de los hijos debe ser una responsabilidad de toda la familia, no sólo de la madre. Muchas veces quien cuida a los menores mientras la mamá y el papá trabajan, son los abuelos, por eso es importante trabajar con toda la familia. La participación del papá en atender la salud del niño y la niña es importante. Nosotros conocimos un caso, donde los niños comían sólo con su papá. Y hay una historia de un padre que llevó a pesar a su único hijo, el niño no alcanzó su peso y le dijeron que ya tenía otros meses en rojo. Él preguntó:

-“¿Por qué el niño está desnutrido?, nosotros comemos huevos, carne y leche”. Cuando se le explicó que a veces es porque no come lo suficiente dijo: -“Yo voy a darle de comer al niño, es que su mamá tiene poca paciencia”. n

El peso de este cuadro está en kilogramos. En la primera columna se localiza el peso actual que el niño tiene, y en la columna de la derecha aparece lo que debe pesar a los 30 y 60 días.

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La nutrición

Un asunto de la comunidad

“En esta comunidad no tenemos niños y niñas desnutridos. Cuando han nacido niños con bajo peso o niños que han venido al programa flaquitos, los hemos rescatados”. Nos dice Ernestina Velásquez.

Una razón puede ser la falta de atención de la madre a la hora de comer. Otra razón es que la madre y el niño comen del mismo plato y no hay control de la cantidad que el niño o la niña comen.

“Nuestro trabajo con las madres es evitar que ese niño o niña caiga en la desnutrición.

Aquí preguntamos a las madres: ¿Cómo alimentan a sus hijos?, ¿Qué tipo de comida les dan? Un niño o niña de 6 meses no come lo mismo que un niño de 1 año.

Nos ha explicado la doctora Bernarda Oporta que antes de los dos años, la desnutrición afecta a los niños para siempre; cuando van a la escuela no responden como niños sanos, además que mientras están desnutridos son enfermosos y pueden morir. Cuando un niño o niña tiene bajo peso, lo primero que hacemos es indagar ¿por qué pesan poco?

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Aquí les aconsejamos a las madres cómo hacer para que su hija o hijo consiga el peso que debe tener de acuerdo a su edad. Al niño o niña que ha venido con bajo peso, a la hora de pesarlo, al mes siguiente, se sabe si ha ganado el peso que se esperaba.


Si no consiguió lo esperado, ahí mismo acordamos con la madre una fecha para visitarla en su casa. La visita es para observar porqué tiene bajo peso. Si al mes el niño o niña no mejora, visitamos a la madre sin avisar. Si observamos que el problema es que la madre no tiene recursos, que es una situación posible, buscamos el apoyo de otra madre que viva cerca, que tenga un patio o un huerto produciendo. Aquí se cosecha un poquito de camote, pipíán, sandía, melón, tomate, chiltoma… Si la otra madre le apoya con un ayotito, un camote, un huevo, un limón… ya le puede hacer una sopita, moguito y fresquito para que se recupere. La consejería en la comunidad es importante, pero si el problema es la pobreza y la falta de alimentos, aunque se le explique a una madre lo que el niño debe comer, de nada sirve ni el control del peso, ni la consejería, ni mandarlo al Centro de Salud. Por eso nos interesa trabajar organizadas y ver la nutrición de los chavalos como un asunto de la comunidad. En nuestra comunidad El Bejuco hemos logrado que los 40 niños que viven aquí estén sin hambre, sin enfermedades. Al inicio teníamos 12 niños desnutridos. Ahora todos se están desarrollando bien, y lo más importante es que comprendimos que su futuro se lo estamos asegurando ahora”. F

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La nutrición

Con alimentos del lugar

Cuando uno piensa en nutrición, piensa en dinero, pero en estas comunidades han dado respuestas, conociendo el valor nutritivo de los alimentos. En la comunidad El Bejuco están reunidas Ernestina Velázquez, Yolanda Flores, Ivania Zárate y Carla Flores: y llegan Eduvina Hernández de la comunidad de La Tejana, Martha Castillo de la Carlos Fonseca y Norma Espinales de Los Portillos, todas voluntarias de las Casas Rurales de sus comunidades. Entre todas explican cómo resuelven el asunto de la nutrición. Doña Eduvina, de la Casa Rural del Niño y la Niña de Betania; en El Viejo, nos dice:

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“Nosotros hicimos un plancito de un mes para disminuir la desnutrición. A esas alturas el programa ya tenía huertos en la comunidad, así que podíamos hacer recetas para mejorar la nutrición de los niños. Las educadoras y las mamás nos pusimos de acuerdo para llevar lo que cada quien tenía: yuca, quiquisque, otras: hojas de jocotes, ayotes, plátanos; con esos productos mejoramos la comida. Con los productos que traía Save the Children hicimos comidas y bebidas como las que estamos acostumbrados. Así, a los cereales les agregamos cacao, semilla de jícaro, soya, avena; el cereal se lo dábamos hervido.


Dimos talleres para hacer comidas mejoradas aprovechando el cereal, el aceite y las lentejas. Los niños y niñas notaron el cambio en la comida. Durante ese mes pesamos a los niños y niñas cada 8 días, y desde la primera semana subieron de peso. Doña Ernestina agrega: “Para vencer la desnutrición hay que buscar varias maneras, y prestar atención a: • La cantidad de comida que el niño necesita. • Las veces que hay que darle cada día. • Que la comida sea adecuada a la edad. Entre 0 y 5 meses Darle sólo el pecho las veces que la criatura quiera.

Entre 6 y 8 meses La comida debe ser bien majadita. 8 cucharadas de comida. 2 a 3 veces al día. Mantenerle el pecho. Puré, frijoles molidos y sopas espesas. Entre 9 y 11 meses • 12 cucharadas de comida. • La comida debe ser desbaratada. • Dar de 3 a 4 veces al día. • Mantenerle el pecho. • Sopas espesas. A partir del año 16 cucharadas de comida cuatro veces al día. Si toma pecho, mantenérselo. A esta edad ya come de todos los alimentos, siempre que sean cortados en trocitos. Otra recomendación es el contumereo de los niños y niñas para que se coman toda la comida. n

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Estimular a niñas y niños

Ayuda a su desarrollo

La profesora Damaris Betanco, de la Comunidad El Pajuil, trabaja en el preescolar y es voluntaria de la Casa Rural del Niño y la Niña. Ella dice: “El niño que no se chinchinea, que no se le habla, que no se le canta, que no se le muestra cariño, es un niño retraído, penoso, que no se desarrolla. En la Casa Rural se le enseña a la madre a hacer ejercicios que ella puede hacer en su casa con su niño o niña. A esto se le llama estimulación temprana del desarrollo. Porque es una forma de atención que se les da desde el embarazo, los recien nacidos, hasta los 3 años de edad, cuando ya es hora de ir al preescolar.

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A los niños y las niñas que se les estimula desde pequeñitos, cuando les toca ir a la escuela aprenden y se relacionan con más facilidad. En la Casa Rural nos reunimos todos los martes y los jueves dos horas por la tarde; ahí tres voluntarias trabajamos con las madres y los niños. Primero agrupamos a las madres de acuerdo a la edad de los niños, así las madres de niños y niñas menores de un año se reúnen en un grupo; otro grupo es las que tienen hijos de un año cumplido a dos y el tercer grupo es de madres que tienen niños y niñas entre los dos y los tres años.


A las mujeres embarazadas las atendemos en otro grupo: ahí la voluntaria le juega la panza a la mujer y le canta al bebé, para que la mujer se anime a hablarle al bebé que está dentro de ella, y para que cuando llegue a su casa también le hable ella o su marido. Así se educa a las mujeres en la importancia de atender al hijito, y aprenden a darles buen trato A los hijos menores de seis meses, de las madres que llegan, se les da un masaje en su cuerpecito, que no es más que una caricia. De acuerdo a cada edad se van haciendo los ejercicios y actividades, cantamos, jugamos, hacemos manualidades; por ejemplo: hacemos pelotas de papel, figuras de papel para colgar en la cuna, pintamos, en fin buscamos cómo hacer cosas que llamen la atención de los niños y niñas a la hora de hacer los ejercicios. Si un niño o niña tiene problemas a la hora de jugar y no aprende a hacer tortillitas, a hablar, a mover la mano para decir adios, es un niño que hay que observar. Si vemos que al hablarle no reacciona o no responde cuando le llamamos por su nombre, hay que buscar ayuda en el Centro de Salud o con la educadora; puede ser que tenga algún problema en su desarrollo. F

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Estimular a niñas y niños

¿Cómo hacerlo? En la Casa Rural se le enseña a la madre a hacer ejercicios que ella puede hacer en su casa con su niño o niña. A esto se le llama estimulación temprana del desarrollo.

De 0 a 5 meses

El papá les habla y enseña objetos que llamen su atención.

La mamá los pone boca abajo para que levante la cabecita.

El papá les ayuda a sentarse y a permanecer así con apoyo.

La mamá los toca, les sonríe, los acaricia, les canta y los llama por su nombre.

La mamá hace que sigan un objeto y sonidos.

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De 6 a 8 meses

El papá lo estimula a que se pongan de pie agarrados a una silla.

El papá juega con ellos a buscar un objeto escondido.

La mamá los saca a pasear para que se relacionen con otras personas.

De 9 a 11 meses

La mamá les ayuda a dar sus primeros pasos, tomándolos de las manos.

El papá les enseña a que metan y saquen objetos de un recipiente.

La mamá les ayuda a conocer a otros miembros de la familia.

De 12 a 23 meses

El papá les estimula a caminar en espacios abiertos.

El papá les enseña a colocar objetos uno sobre de otro.

La mamá los escucha y los motiva a hablar. n

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Un brigadista de salud

Como pocos hombres Don Juan Fernando García Espino lleva 30 años a tuto de dedicarse a ser brigadista de salud. En su comunidad Rincón García, ya lleva seis años de apoyar a la Casa Rural del Niño y al Centro de Salud: “Cuando toca el pesaje de los niños y niñas menores de tres años, estoy atento de llevar la asistencia de las familias con niños tiernos cada mes de control. Con tiempo les recuerdo a las mamás la fecha del nuevo pesaje.

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Me coordino con la doctora del Centro de Salud para las visitas a las comunidades más alejadas, cuando viene la campaña o jornadas de salud. La última fue contra la leptospirosis. Andábamos explicando las señales de alerta: calenturas altas, dolor de cabeza repentino, dolor en los músculos y los huesos, aconsejamos no hacerse esperar vayan al Centro de Salud, o me busquen. Hay cambios de color, sangrado de nariz y problemas al respirar.


Yo luché desde un principio por ser parte del cuidado de la salud de las personas de mi comunidad. Soy hasta sanitario, porque he manejado un botiquín, y hasta inyecto. Unas dos veces al mes salgo a explorar la comunidad para revisar si los solares están limpios, los barriles tapados y las botellas y frascos guardados boca abajo. Me fijo si hay alguna amenaza de leptospirosis o un posible foco de crianza de zancudos. Como siempre los hombres se están quejando de cuánto se tardan las señoras en el pesaje de la Casa Rural, en una de las citas, el 11 de agosto, pedimos vinieran

los papás de las criaturas con éstas y sin sus señoras. La convocatoria fue muy buena porque respondieron los hombres, y ál que faltó, lo mandamos a traer a su casa. Ahí se enteraron de la importancia de llevar un control del peso de los niños y niñas para evitar la desnutrición, de la responsabilidad de atender a la criatura, alimentarla y mantenerla sana. Además de valorar el trabajo voluntario que cada una de las compañeras y yo, aportamos en la Casa Rural por una comunidad sana. Aquí vivimos 81 familias con 62 menores de diez años. En total somos 392 personas...”. n

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El Ministerio de Salud

Este esfuerzo va a continuar

En el Centro de Salud Carolina Osejo de Villanueva, conversamos con la responsable de enfermería, María de la Cruz Avendaña. Ella nos cuenta: “Save the Children viene trabajando desde el año 2002 en el Programa Comunitario de Extensión y Nutrición PROCENI, donde han formado líderes de salud en las comunidades. Ahora que el PROCENI finaliza, el Ministerio de Salud, MINSA, ha recibido esas comunidades para dar continuidad a este programa. El Ministerio de Salud desde el año 2004 realiza acciones para lograr una Atención Integral a las personas, con el propósito de impulsar la prevención y promoción de la salud y nutrición.

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El Programa Comunitario de Salud y Nutrición, PROCOSAN, recoge las experiencias de organizaciones no gubernamentales que trabajan por el bienestar infantil, entre ellas Save the Children. PROCOSAN se basa en: la promoción de la salud a nivel comunitario, el crecimiento y la buena nutrición de niños y niñas menores de 2 años y la prevención de enfermedades en los niños y niñas menores de 5 años, utilizando los recursos de la comunidad. Save the Children nos ha apoyado en el trabajo con la comunidad. Estamos usando los mismos controles y el mismo modelo de trabajo. El Sistema de Información Comunitaria, SICO, funciona con ese sistema. Así se sabe lo que pasa en la vida de la comunidad a nivel de la salud.


Los organismos nos han apoyado y han capacitado a las voluntarias que refieran al Centro de Salud a toda mujer embarazada, para que lleven el control a todo niño o niña enfermo o que le falta alguna vacuna, así como a los recién nacidos y sus madres, para que se les haga un chequeo antes de que pasen los primeros 7 días. La doctora Alma Rosa Cadenas, directora del Centro Carolina Osejos, agrega: “Aquí la prioridad es la atención integral de la población”. En Villanueva Save the Children atendía 25 comunidades, en las que nos han dejado equipamiento, como las Casas Rurales que tienen condiciones: hay sillas, mesas y materiales para el trabajo. También nos han entregado recursos para continuar las visitas a las comunidades.

María de la Cruz Avendaña.

En este traspaso de las comunidades, el MINSA también ha pasado por un trabajo de preparación para recibirlas. Hemos estado en talleres de capacitación del personal de Save the Children, con el personal del MINSA y voluntarios de las comunidades. Esta atención se basa en los voluntarios de la comunidad y en su organización; los logros son importantes: se ha bajado el nivel de desnutrición, se ha captado a las mujeres embarazadas, se han aplicado las vacunas, y desde hace 13 años se ha mantenido en cero la mortalidad materna”. F

Dr. Alma Rosa Cadenas.

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El Ministerio de Salud

El traspaso de las comunidades

Luis Manuel Mendoza Medina cuenta así el traspaso de las comunidades que atendió Save the Children al MINSA. “Este traspaso para el programa PROCOSAN, lo preparamos, a manera de graduación, como comunidades que están listas para continuar su trabajo por la salud y su bienestar. La graduación se convirtió en fiesta, Raúl Gómez Vásquez extensionista de salud junto conmigo preparamos un informe donde recogimos las palabras y las fotos de uno de los lugares donde se hizo una de las tantas graduaciones, que eran el acto de entrega de la responsabilidad de Save the Children al MINSA.

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En la graduación el MINSA y Save the Children, entregaron diplomas a las voluntarias; en reconocimiento a su trabajo en la atención de la salud comunitaria. Entonces las comunidades estaban orgullosas, y fue como una competencia entre las comunidades, de quién podía trabajar mejor con sus recursos. A continuación aparecen testimonios de la comunidad de San Ramón, donde el lema fue “San Ramón… una comunidad a imitar”. En esta graduación, la señora Mariana Mora dio su testimonio: “…Quiero decirles cuáles han sido los principales logros que hemos tenido en San Ramón...,


Luis Manuel Mendoza Medina.

hemos tenido cambios de comportamientos que nos han permitido alcanzar estos resultados, entre ellos la lactancia materna exclusiva, las comidas fritas, el acompañamiento de nosotras las madres a nuestros niños cuando se están alimentando, … hemos puesto en práctica el contumereo, la eliminación del café en los menores cuando les damos de comer. Hemos aprendido el reconocimiento de los signos de peligro de las enfermedades, la importancia del lavado de manos, entre los más importantes….” El señor Apolinar Sánchez expresó: “…quiero hablar de todas las actividades que se desarrollan en coordinación con el MINSA…las sesiones de Casa Rural del Niño y la Niña, donde la enfermera del Puesto de Salud nos apoya en el desarrollo de charlas educativas… Quiero además hacer mención de los beneficios que han llegado con el componente de Oportunidades Económicas, tanto con el Plan de Co-financiamiento, como con el Plan de Reinversión donde se beneficiaron a 18 familias con gallinas ponedoras, 9 familias con silos y 5 con cabras lecheras … Como miembro del comité de voluntarios vamos a estar pendientes de que este plan de reinversión se lleve a cabo o que se cumpla, oiga, ingeniero Leiva, coordinador del componente Oportunidades Económicas. n

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Los huertos de patio

Una cosa... “Quién iba a pensar que una cosa empujaría a la otra, porque por un lado, al ser madre fui atendida en la Casa Rural del Niño y la Niña y eso ayudó a que me incluyeran como beneficiaria de la asistencia técnica para atender mi tuquito de patio en lo que se pudiera hacer; todo esto nos iba a cambiar la vida en la familia...”. Recuerda doña Lilliam Díaz Aguilera, de la comunidad El Ojoche del departamento de Chinandega. Ahí estaba atenta a contumerear al niño con las sopitas de frijoles o de pollo, el huevo, los guisos, arroz aguado, las conservas de frutas... si bajaba de peso estaba falto, o sea... desnutrido. Por su crecimiento como persona, por la buena atención a sus hijos y por el esmero en el trabajo con la comunidad, fue estimulada con un microriego de 100 metros cuadrados para sembrar hortalizas. Ella después de dos años hace una remembranza de su experiencia: “Mi patio mide un poquito más de una tarea, pero ahí le sembré de todo: guineo cuadrado, ayote, tomate, chiltomo, frijol de vara, frijol alacín, pipián y hasta maíz. Como en ese entonces no contábamos con un pozo, diario me miraban jalar agua desde la quebrada para atender el huerto con regadera.

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empuja a la otra Después con la construcción del pozo en la casa y el beneficio del microriego, se me hizo todo más fácil. Por otro lado, yo me preocupaba porque mi primer niño en los pesajes no me bajara a la tarjeta roja. Buscando otras hortalizas para complementar la alimentación, experimentamos cultivar tomates, hicimos un almácigo entre varias madres, pero vea, no prosperaron las matitas, se achicharraron. Pasamos a comprar las plántulas en cajas, de las producidas en Dulce Nombre de Jesús y El Becerro y funcionaron porque eran más resistentes. Como nos fue bien en el pedacito de 100 metros cuadrados, entonces en asocio con mi cuñado nos metimos a cultivar más tomates. Como aquí la tierra es arcillosa para mejorar su condición le hacemos varias faenas: • Primero: Preparamos la tierra con pico. • Segundo: Dejamos el suelo en reposo por dos días para después revolverlo con ocho quintales de estiércol de vaca recogido en verano. • Tercero: Construimos los surcos, dejándolos a una vara de separación, y el largo es casi hasta donde dé el solar en el huerto. Entre golpe y golpe usamos dos cuartas de separación, eso es más o menos unos 45 centímetros. 200 plantitas alcanzaron...”. F

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Los huertos de patio “Cuando hay dinero de por medio puede traer problemas. Como el tomatal ya estaba de cosecha decidimos, entre mi cuñado y yo, repartirnos mitad y mitad. A cada cual nos tocó diez surcos. 600 córdobas les logré sacar de la venta más el consumo de la casa. Nos fue muy bien porque entre los dos invertimos 150 córdobas en la cajilla de plántulas y 100 córdobas en abono foliar. No tuvimos problemas de plagas. La mayor parte del tomate es vendido en la comunidad. La gente viene hasta la casa y cuando hay suficiente colocamos en las pulperías a 60 la caja, cosa que ha llegado a valer hasta 160 córdobas. Otras veces nos vamos varias a ofrecer el tomate y otras hortalizas a El Jiñocuabo, una comunidad a dos kilómetros de aquí. No hay necesidad de poner un puesto.

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Ya la comunidad no sale hasta Somotillo a buscar tomates. La unidad ha llegado a valer hasta cinco córdobas. Con estos ahorros más de una ha salido de una emergencia. Cuando mi hijo menor fue operado de hernia, fuimos a parar hasta el hospital de Chinandega. ¿De dónde agarramos el dinero? ...del huerto...”.


Doña Lilliam está metida en todo, ahora es hasta educadora de salud, participa de voluntaria en el pesaje, en la consejería de la Casa Rural del Niño y la Niña y está organizada en el Colectivo “Artesanas de la Tierra”. Claudia Rodríguez Sánchez es otra madre atendida con su microrriego instalado, que junto con Lilliam han probado otros cultivos.

Han sembrado camote, yuca, chiltoma, papaya y hasta cebolla. Unos han respondido para ofrecer al mercado, otros, por el suelo arcilloso o por el agua, son descartados. Para doña Claudia el huerto con tomates le metió el hombro cuando menos esperaba, porque justo a la cosecha, su hijo menor Isaac, se le agravó de emergencia. Sin embargo su hijo mayor, Harvy, con sólo siete años de edad, al ver a su madre afligida y sin poder lograr la cosecha, él mismo, de su propia iniciativa, empezó a cortar tomates para irlos a vender por las calles de El Ojoche. Ya por la tarde, buscaba con quién hacerle llegar el dinero de la venta a su madre en el hospital. Doña Claudia cada vez que comparte este recuerdo, los ojos se le humedecen de orgullo por el gesto de su hijo. n

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Fondo de crédito revolvente

El liderazgo de las madres “Nuestra visión es crecer, aumentar el capital, buscar otros organismos de apoyo y llegar a más mujeres de otras comunidades...”. Conversa doña Marta Castillo de la comunidad “Carlos Fonseca”, a otras tres mujeres representantes de la directiva de su lugar, del municipio de El Viejo, Chinandega, quienes se han reunido para intercambiar ideas sobre cómo manejan el fondo revolvente. “La 17 mujeres aspiramos, además de las gallinas y el chancho, a hacernos de un ganado.

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El fondo es de 40 mil córdobas y los proyectos que aprobamos son al uno y medio por ciento de interés. Para las personas no organizadas es al dos por ciento, a pagarse en seis meses...”. “Nosotras al igual que el comité de doña Marta, no exigimos una garantía porque ya nos conocemos de años, desde cuando íbamos al pesaje de los niños y las niñas, después vinieron los huertos, los silos, las gallinas... y como tenemos tiempo de vivir en la comunidad, ya sabemos quién es quién...”.

María Martínez, Yasmina Padilla, Norma Espinales y su hijo, Marta Castillo y Eduvina Hernández.


Aporta doña María Martínez, tesorera en la junta directiva de la comunidad El Bejuco. “Como puede ver, cada grupo tiene su política de interés y varían las condiciones para aprobar los préstamos y los rubros. Todas las juntas directivas de todos los banquitos damos préstamos a seis meses. Por ejemplo, aquí en El Bejuco establecimos un interés del tres por ciento.

No aceptamos solicitudes para huertos ni para crianza de cerdos, porque las 17 mujeres ya tenemos. Los préstamos son para la producción o para un negocio. Antes de solicitar un préstamo, la persona debe hacer números para saber si su sueño es rentable o la va a dejar con el agua hasta el cuello. Una señora quería para cerda parendera, entonces me fui con ella a la pizarra y empezamos a poner precio a todo, desde la compra de la hembra, transporte, el tiempo para llegar al celo, las vitaminas, las vacunas, le pusimos pluma a cuánto iba a consumir de maíz y concentrado en siete meses. El cerdo grande no tiene buen precio, sólo si es vendido al destete y qué pasará si le sale machorra o que nunca se preñe...”. F

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Fondo de crédito revolvente El comité de doña Eduvina Hernández de la comunidad La Tejana, ha dado el visto bueno a 16 proyectos: cinco de pollos de engorde, diez a gallinas de patio y uno cultivo de plátanos. Trabajan al seis por ciento de interés. “Yo soy, destazadora de chancho y a mí me conviene, pero con sinceridad, el chancho es una alcancía para tenerlo mantenido con los desperdicios de la casa y darle sorgo y maíz, cuando los precios están por el suelo. Ahora saco pollos de engorde, tienen menos tequio y son rapiditos porque yo misma los crío. Somos un banquito comunitario que funcionamos como un grupo solidario, y las mujeres miran las ventajas de pagar la deuda antes de la fecha establecida, pueden volver a prestar en los mismos seis meses...”.

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Un banquito “ Estamos implementando mecanismos para pagos, tenemos papelería membretada y establecimos un cuatro por ciento por mora de pagos con respaldo legal...”.


comunitario Quienes recuperan más pronto los tres mil 500 de fondo base, más el dos por ciento de interés, son las mujeres de la directiva de Los Portillos. Doña Norma Espinales, su secretaria, es quien toma la palabra esta vez: “Cada quien tiene su idea en qué quiere invertir y trabajar. A nosotras no nos solicitaron para pulpería, fritanga, venta de cosa de horno ni huertos; los desembolsos fueron seis para huertas de trigo millón y diez para la crianza de gallinas. Eso sí, estamos implementando mecanismos para pagos, tenemos papelería membretada con respaldo legal y establecimos un cuatro por ciento por mora de pagos. En febrero del 2009 cerramos periodo...”. Sobre su papel como mujeres empresarias y líderes de confianza, todas ellas se sienten respaldadas por la comunidad y su familia.

Dice doña Marta Castillo: “Yo me considero una promotora abuela, no sólo de mis nietos sino de mi comunidad, soy una productora empresaria preocupada por el bienestar de todos. Quiero ver prosperar a las familias y al lugar en donde vivo...”. Doña Eduvina Hernández, asegura: “Como líder debemos tener carácter, amor a nuestra comunidad, honestidad, paciencia, aceptar nuestros errores y cultivar tolerancia ante tanta crítica...”. Por su parte dice doña María Martínez: “Yo me fui ganando la confianza de la gente por ser defensora de la lucha contra la violencia hacia las mujeres y los menores. La gente busca a la líder cuando ve cómo se desenvuelve, su interés por las demás personas y por su capacidad de resolver la vida...”. n

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Una finca diversa

La vida te sonríe

“Recuerdo de las primeras reuniones entre la comunidad y la gente de Save the Children, en donde tratábamos de encontrar otras posibilidades, otros rubros; técnicas que levantaran los rendimientos, y nos permitieran encontrar oportunidades de negocio. Todo con el fin de generar ingresos a la economía de la familia...”. Platica don Horacio Betancourt, mientras su hijo le interrumpe para pedir la llave de la camioneta, símbolo de su prosperidad y éxito como agricultor. Él al capacitarse y abrir su mente, amplió sus horizontes, creyó, se arriesgó, probó en pequeño, intentó en más áreas con cultivos de alto rendimiento y la vida le sonrió.

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“Como dábamos muchas vueltas, pedí la palabra en la reunión y dije: - El problema aquí, es que trabajamos en invierno para comer en verano. Esa es vida de haragán. Saben, con un financiamiento de riego se nos ampliarían las oportunidades en tiempo muerto. Se los aseguro yo.


De ahí, el programa retomó esta observación y empezaron a darle forma a través de los huertos de patio, hasta llegar a formar productores de más de una manzana de hortalizas. Quién iba a pensar en poder producir hortalizas en esta región tan seca. El pesar es aquellas familias que no tienen una fuente de agua para producir en tiempo de mejores precios en el mercado. Aquí todas las hortalizas son de riego. Yo tengo sembrado cuatro manzanas de tomates con riego. Trasplanto en septiembre para sacar en diciembre, cuando hay buenos precios. Nunca siembro tomates tres veces seguido en la misma área, porque provoco una sobre población de nemátodos. Es una plaga terrible en el suelo.

Por eso, una vez roto con maíz, otras con sandías o ajonjolí...”. Nos dice Don Horacio, que es socio de la Cooperativa de Hortaliceros de Somotillo y Villanueva, en la que están organizados más de 40 pequeños productores, con el apoyo de Save the Children: “Mi gran ayuda es haberme hecho de un transporte, porque hasta aquí han venido compradores a que les regale la producción. La vez pasada me ofrecieron comprar la sandía a 50 el 15. Claro, como miraban buena cosecha hacían a un lado mis costos de producción. Dije que no. - Debería de alegrarse porque venimos desde Chinandega. - Pues no me hace gracia porque ustedes no vienen a comprar, vienen a robar. Ustedes venden allá a 300 córdobas el 15 de sandía”. F

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Una finca diversa

Flotas todo el año Doña Yolanda Mairena, siempre en Dulce Nombre de Jesús, tiene dos manzanas de maíz, tres de ajonjolí, 80 papayos, una manzana tomate de riego, tarea y media de piña, seis palos de mango y 15 de naranjos acomodados en siete manzanas de tierra. Por aparte asistir la producción de plántulas de tomate y chiltoma en túnel.

“En todo el año hay algo de qué echar mano. Nunca faltan los reales...”.

Antes no sembraba nada y era su esposo, quien se dedicada al ajonjolí y maíz. Ella ahora es una productora empresaria, aunque siempre es ama de casa.

“Aquí la familia apoya a mi mamá y todos nos dedicamos a mejorar y a diversificar la finca. A como dice mi mamá: antes no tenía una silla, ahora ya tenemos en donde recibir a las visitas.

“Los beneficios se ven con el tiempo...”. Confima Edar Ayervis Morán Quiroz, hijo de doña Macaria Quiroz, coordinadora del Centro de producción de plántulas en túnel de la comunidad El Becerro. Continúa el bachiller Morán:

Eso se debe a los beneficios de cultivar otras cosas y salirse del sorgo y del maíz. Estos patios eran áridos, ni gallinas había, ahora no se puede ver más largo del mango por la arboleda que va tomando forma.

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En todo el año hay algo de qué echar mano. Nunca faltan los reales. Tenemos diversidad de siembros: camote, yuca, chiltoma, plátano, naranjos injertos, limones dulces, mangos rosa, caña dulce... Con tomates empezamos con dos tareas, después ampliamos a un cuarto, y ahora vamos por la manzana.

El secreto de tener una finca diversa es para pasar mejor la vida. Es proponerse no comprar, sino producir todo lo necesario para la alimentación de la casa. Lograr unos rendimientos que te permitan ofrecer productos de buena calidad al mercado, para tener ingresos que mejoren la economía de la familia. n

Uno solo es difícil salir adelante, con apoyo de un organismo en asistencia, capacitación, conocer de técnicas, encontrar crédito y organizarse, ya la vida es otra. Un problema de tener mucha diversidad es que la familia tiene que conocer más sobre los siembros, la fertilidad, las plagas, las pestes, los tipos de podas, los injertos, los abonos, el riego, los sistemas de reproducción, las cosechas y el almacenaje, por cuánto tiempo...

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Centro de Producción de Plántulas “Dentro de sus objetivos Save the Children, y como una línea de trabajo precisa, apostó a la diversificación en la finca, por sus múltiples beneficios, tanto para la economía familiar, la seguridad alimentaria, como la restauración del suelo y estabilidad del lugar....”. Aclara el ingeniero Guillermo Gutiérrez con su experiencia de más de tres años de formar parte del equipo técnico, y de asesorar en comercialización y agronegocios al programa.

“En esa búsqueda de ofertar una posibilidad diferente de cultivos, para pasar de los granos básicos y el ajonjolí, a cultivos de alta rentabilidad, como el tomate y la chiltoma, la promoción fue dirigida a fortalecer los huertos de patios. Se comenzó con áreas pequeñas de una tarea, cuarto, media, hasta llegar a un máximo de una manzana. El recurso agua fue el que determinó respaldar esta iniciativa, con la instalación de un microriego.

“Se comenzó con áreas pequeñas de un cuarto, media, hasta llegar a un máximo de una manzana...”.

Una oportunidad empresarial

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Pensamos en una cadena de producción de hortalizas, pero identificamos una debilidad, las plántulas producidas no daban la talla por el ataque del mal del talluelo, y por ser poco resistentes al estrés del calor y al ataque de plagas. En un momento se pensó en comprar las plántulas y dejar de hacer almácigos. Por el lado de Sébaco y Estelí ya tienen centros de producción de plántulas con muchos años de experiencia. Pero vimos en esta producción una oportunidad económica para grupos de mujeres destacadas trabajando con un enfoque de negocio. Esta iniciativa fue cuestionada por considerarse la tecnología de túneles de alto nivel, manejada por empresas de renombre y por universidades...”. “Sin embargo las mujeres demostraron que podían...”. Confirma doña Yolanda Mairena mientras organiza y prepara el túnel para la jornada de siembra.

“Somos ocho mujeres dedicadas a este Centro para atender la demanda de la Cooperativa de Hortaliceros de Somotillo, desde el 2003. Desde entonces hemos recibido capacitación en tecnificación y entrenamiento, sobre producción de plántulas en túneles, talleres sobre administrar negocios, manejar una empresa, gestionar y sacar costos de producción...”. F

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Centro de Producción de Plántulas

Cada quien

“A pesar de estar al frente de este Centro de Producción de Plántulas, realizo las tareas de la casa, atiendo la familia, soy productora y tengo un negocio como empresaria. Al momento de trabajar en el túnel, ya cada cual, sabe lo que va a hacer. Nos organizamos así: Una prepara el sustrato, dos llenan las bandejas, otra hace los hoyos en cada cono y el resto siembra una semilla por golpe. A quien preparó el sustrato le toca tapar todas las bandejas con un plástico negro. Allí quedan por dos o tres días para dar tiempo a puyonear. Luego las llevamos al túnel. Las plántulas ya están listas y peinadas para ser trasplantadas a los 21 días. Un bolsón de sustrato Pismo más una bolsita de semillas de tomate, dan para llenar 38 bandejas. Como cada bandeja tiene 128 conitos, entonces nos saldrán cuatro mil 864 plántulas.

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Hemos duplicado la capacidad del Centro, de 45,000 hemos pasado a 90,000 plántulas en un golpe. Como la siembra de una manzana requiere de 13 mil plántulas, garantizamos material para plantar casi diez manzanas...”. Aprovechando la evaluación del servicio de postrera de 59 mil plántulas, del Grupo Invernadero “Áreas Verdes” de El Becerro, sector 4 “La Carreta”, doña Macaria Quiroz resume a sus socias: Victoria Laines, Elma Erazo y Jamilette Hernández:


en lo suyo

“Los costos de producción subieron porque materiales como el sustrato subieron una barbaridad, de 25 dólares trepó a 40 dólares. La bolsa de cinco mil semillas ahora vale 150 dólares. En el resto de los productos gastamos tres mil 800 córdobas, más la mano de obra y el transporte. Eso nos da un costo por plántula de un córdoba con diez centavos. A nuestros clientes se les dio a un córdoba con 30 centavos.

“Una prepara el sustrato, dos llenan las bandejas, otra hace los hoyos en cada cono y el resto siembra una semilla por golpe. A quien preparó el sustrato le toca tapar todas las bandejas con un plástico negro...”. Como trabajamos con ventanas de mercado para reinvertir y obtener nuestro salario, producimos para salir completas. Entonces el margen de ganancias es de 20 de centavos por unidad, para reinvertir y obtener nuestro salario. El mensaje de estos dos Centros “Dulce Nombre de Jesús” y “Áreas Verdes”, es buscar cómo organizarse, estar vinculadas a la Cooperativa de Hortaliceros, no aislarse, ni dejar escapar las oportunidades, porque son pocas y llegan tarde. n

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Empresas familiares de Santa Pascuala, “Aunque ahora usted nos vea como empresarias en destace de pollo, criadoras de cabras, nacatamaleras, criadoras de gallinas y productoras, todas venimos de la preocupación por mantener sanas a nuestras criaturas...”. Confirman doña Estela Centeno y Martha Cerdas de Buenos Aires y Los Valientes, comunidades de El Viejo. Están reunidas en Santa Pascuala con Migdalia Maradiaga, Esmilda Rodríguez y Ángela Gómez para compartir sus experiencias para animar a otras a luchar por sus sueños y demostrar que es posible un mundo mejor. Las acompaña su facilitadora Yasmina Padilla García en ese recorrido tan ejemplar y satisfactorio junto con Save the Children, quien aclara:

“En Santa Pascuala el diagnóstico arrojó que estas mujeres atendidas en la Casa Rural del Niño y la Niña no tienen tierras, ni servicio de agua potable. Sólo cuentan con un pozo comunal.

Una so nrisa a flor de labio s


Los Valientes y Buenos Aires

Sin embargo lograron establecer sus huertos con cercos a como pudieron, porque era un requisito del programa para poder ser beneficiadas con semillas de hortalizas. Desde largo traían el agua para asistir los siembros del huerto. A pesar de su esmero en tomar los consejos al pie de la letra, hacer recetas de comidas nutritivas con productos del patio, y darle vida a sus huertos, en el 2002 no lograban erradicar la desnutrición en sus criaturas por completo. Eso quería decir que la alimentación no estaba todavía balanceada, estaba incompleta. Hacían falta las fuentes de proteínas como la leche y la carne. Entonces se pensó en la posibilidad de la crianza de gallinas de patio y cabras lecheras por las condiciones áridas y seca del lugar...”.

“Santa Pascuala es un lugar aislado y pobre. La idea de las cabras nunca nos pasó por la mente por su fama de locas, dañinas y muy metiches con los vecinos. No les mirábamos la importancia por desconocimiento. Sólo pensamos en gallinas de patio. Unas cuantas nos animamos a recibir las capacitaciones sobre el manejo de las cabras, las vacunas, las vitaminas, la alimentación, el pastoreo, sus bandidencias, las propiedades de la leche y hasta cómo descuartizarlas. Nos convenía como ganadería...”. Recuerdan doña Migdalia, doña Esmilda y doña Angela con una gran sonrisa a flor de labios, mientras el semental recién llegado hace rondas entre ellas para entrar en la cabreriza. F

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Empresas familiares de Santa Pascuala,

De una madre a otra “Nos financiaron dos cabras preñadas de raza Nubia, con el compromiso de tener construida la cabreriza. El convenio fue entregar, una de las crias ya preñada, a una madre atendida en la Casa Rural que tuviera un hijito o hijita mayor de seis meses. Esa era la condición del pago. Doña Migdalia, de dos cabras recibidas, ha llegado a manejar 25 cabras, aunque su hato es de cuatro porque siempre está vendiendo...”. Nunca nos animamos a destazar y vender en piezas porque aquí no tiene mercado, aunque la carne jugocita sabe entre chancho y res. Una cabra preñada la vende en 900 córdobas, y los machos sementales a mil córdobas. Calcula doña Migdalia, mientras hace una proyección de las madres beneficiadas en una etapa de tres años. “En un primer momento éramos ocho madres, las beneficiadas por el proyecto, después se animaron ocho más. Este año se han beneficiado otras cuatro, pero todas de madre a madre. Entonces entre todas sumamos veinte. Las primeras ocho madres, como quien dice, ya estamos graduadas, porque nuestros niños y niñas son mayores de tres años.

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Los Valientes y Buenos Aires Ahora somos libres de decidir si queremos continuar con esta actividad. A mí, de mi parte, con la venta de una cabra voy a cubrir los gastos del bachillerato de mi hijo mayor...”. Doña Esmilda hizo su experimento, por su parte, con la cría desmedrada del parto de una chancha. Quería averiguar el poder nutritivo de la leche de cabra criando con ella a la chanchita. “Pues van a creer que la animalita no se murió. Agarró un vigor tal que desarrolló mucho más que las otras seis crías de la misma camada, alimentadas de la cerda madre. Ahora sus nietos nunca más volvieron ha sacar tarjeta roja, sólo azul en el control del pesaje. ¡Claro!, están cuidados por su abuela. Una cabra parida carga de medio a dos litros de leche, y ahora no sólo el niño bebe, también la consumen en la familia. Hacen arroz con leche y cuajadas. Doña Angela logra meter su cuchara para opinar por su parte: “Con la alimentación no tenemos problema porque a pesar de tener poco terreno, las cabras comen de todo, no andamos buscándoles la comida...”.

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Empresas familiares de Santa Pascuala,

“Una bendición de Dios” “Cuando tenemos tiempo les hacemos concentrado casero, sino las llevamos a ramonear hojas de jocote, tigüilote y madreado. Las sacamos a pastorear desde las 11 de la mañana hasta las cuatro de la tarde, lueguito vienen solas para atrás, a sus corrales...”. Llegar hasta donde están ha sido un ejemplo para otras mujeres. Su éxito está más allá de los cambios en la dieta, habiendo encontrado una oportunidad de negocio que les genera efectivo. Ahora su principal reto es desarrollar habilidades en aspectos administrativos de la crianza como un negocio, porque es su empresa familiar. En este aspecto doña Estela Centeno y doña Martha Cerda, han desarrollado la habilidad en temas organizativos y empresariales relacionados a los pollos de engorde. Empezaron el negocio con treinta pollos, cada una de las diez madres que forman el grupo en sus lugares. Dominan todo el teje y maneje del plan de salud, en donde incluyen las vacunas, los desparasitantes, la higiene del agua, utensilios, la comida, los establos y hasta la iluminación. Por eso el negocio les ha crecido a una producción de trescientos pollos.

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Los Valientes y Buenos Aires

Doña Martha, de las ganancias, ha comprado su triciclo para repartir el producto empacado “Una bendición de Dios”, y se ha hecho de una refrigeradora para mantener el producto fresco mientras hace la entrega. Ella tiene fama de vender pollos manipulados con técnicas de salubridad, porque es educadora voluntaria en la CRN, por eso asegura que los pollos que vende son blancos, pasados por agua con cloro y hielo. No son inyectados. Valen su peso en carne. Se la gana a la Tip Top, a como ella pregona: - Un pollo sano, higiénico y bien limpio. “La inversión en cien pollos, incluyendo el concentrado, las vitaminas, las vacunas, la mano de obra... es de seis mil córdobas en un ciclo de seis meses...”. Explica doña Estela Centeno, quien de las ganancias ha comprado un carretón y dos caballos. Ella, por dar de prestado a su padrastro, se vio obligada a trabajar con el banco. Su apuesta es ser parte del grupo de mujeres de Los Valientes para fundar el Banco Comunitario, y aprendió la lección de nunca dar de prestado un dinero sagrado. n

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La marca MAKELY

Conservas con garantías “MAKELY es una marca manejada por seis mujeres dedicadas al procesamiento de frutas y hortalizas. Ellas trabajan en el Centro de Acopio de EMPASA...”. Confirma Orlando Medina, tesorero de EMPASA /APROFHORTEV, Empresa de Productos Agrícola Sociedad Anónima, ubicada en El Viejo, con más de 70 socios, pequeños productores de frutas y hortalizas. “El nombre de los seis productos que procesan es “Del hogar”, y cumplen con todos los requisitos exigidos por el MINSA, como es la licencia y el registro sanitario. Además manejan un plan de compra y venta con EMPASA...”. Leticia Juárez es una de las mujeres socias de la Cooperativa de Mujeres Agroindustriales de El Viejo - MAKELI, encargada de hacer las gestiones, y representar a la empresa. Sobre su organización y experiencia nos cuenta: “Las primeras mermeladas, jaleas y conservas aprendimos a hacerlas como madres atendidas en la Casa Rural. Yo soy la única soltera y sin hijos, pero como era quien llevaba a mi sobrinito al pesaje, y me encargaba de cuidarlo, poco a poco me fui envolviendo en todo este rollo.

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“Por fin se nos ocurrió utilizar la letra inicial de los nombres de cada una de las seis mujeres, hasta dar con MAKELY...”. La idea de las conservas nos vino de cuando entran en flota muchas frutas como las grosellas, mangos y papayas; se perdía mucho. Así una cosa llevó a la otra porque la pensamos para ayudar en la nutrición de los niños, y después se enfocó en una oportunidad de negocio para las mujeres de la comunidad El Manzano, del municipio de El Viejo. Desde un inicio hemos tenido buena aceptación con los productos de conserva. Fue un especialista contratado por Save the Children, quien nos recomendó dar un nombre y una marca a nuestros productos porque no teníamos un nombre especifico. Dimos vueltas y vueltas con las propuestas. Unas pensaron en “Las Manzanitas”. Queríamos otro nombre, uno que no se prestara a malas interpretaciones, y que además fuera más original. Por fin se nos ocurrió utilizar la letra inicial de los nombres de cada una de las seis mujeres, hasta dar con MAKELY. Las frutas y verduras son de nuestro propio huerto. Al aumentar la demanda y la producción recurrimos para abastecernos al centro de acopio. F

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La marca MAKELY Hemos recibido de Save the Children muchas capacitaciones sobre organización, administración y técnicas para procesar alimentos. Eso podía desanimar a algunas porque no tenían estudios suficientes, sin embargo nos ayudaron los talleres sobre el liderazgo y cómo desempeñarse cada una en sus funciones según su cargo. Ahora tenemos más fundamentos; nos hemos hecho de un refractómetro para medir los grados Brix; eso es útil para saber qué tan dulce está el producto. También hacemos uso de un termómetro especial para controlar la temperatura y saber el momento justo para envasar. Tenemos registros sanitarios de seis productos: concentrado de tomate, tomate entero en su jugo, papaya en almíbar, mermelada de piña, mermelada de papaya y chilote en salmuera.

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Una esperanza Leticia nos dice que sus productos no contienen químicos, son completamente naturales. Con la etiqueta nos ayudó una japonesa por parte de Save the Children. Le dijimos qué queríamos y cómo lo queríamos, así ella nos ayudó. El arco iris significa una esperanza para el futuro y le llamamos “Del hogar” porque es un producto pensado para el deleite de toda la familia. La ventaja de procesar las frutas y verduras es para agregarles valor como producto, además duran más tiempo; si estuvieran crudas no se podría esperar para la venta. También porque las frutas que no son atractivas por su tamaño o aspecto, se pueden procesar en jaleas, salsas, mermeladas y encurtidos, así no se desperdician y tienen un mejor precio, no se pierde la producción, ni la inversión.


para el futuro Antes de sacar los productos hemos sondeado el mercado, ya sabemos que en los supermercados, para que acepten los productos, deben tener un código de barras. En esas gestiones estamos para ofrecer un producto de calidad con su sello de garantía. Estamos vendiendo en ferias, en la comunidad y vienen particulares a comprar para llevárselos a otros lugares. Con los costos de producción hemos aprendido a valorar todo el proceso, para sacar la inversión y establecer los precios. El plan de negocio apunta a buscar financiamiento para completar varias necesidades de la empresa como: una infraestructura más adecuada para el procesamiento, cocinas industriales, vehículos, utensilios de cocina...

Esta experiencia nos ha hecho sentirnos más seguras, y en la familia nos valoran como personas y mujeres de empresa. Ahora, a mis veintitrés años, dejé la timidez a un lado, intercambio mis experiencias con otra gente, participo en seminarios y en mi casa me he ganado la confianza. Cada una encuentra su propio ámbito en campos que sólo eran permitidos los hombres...”. n

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Cooperativa multisectorial Tecomapa-La Danta, R.L.

Un centro de acopio

En la comunidad de La Danta, justo donde nace el río Tecomapa, hay un centro de acopio de frijol. Don Catalino Hernández, presidente de la cooperativa, nos explica cómo funciona el acopio.

Cuando los técnicos de Save the Children nos visitaron en el año 2003, diagnosticaron que nuestro problema era no estar organizados, y que el fríjol rojo que producíamos se podía comercializar, y asegurar la alimentación de nuestra comunidad y el municipio.

“Nosotros estamos organizados en la cooperativa productora de fríjol, y confiamos que en un corto plazo vamos a ser una empresa con suficientes recursos para funcionar por sí misma.

Desde entonces nos organizamos, y en el año 2006 nos constituimos como la Cooperativa Multisectorial Tecomapa-La Danta, R.L.

En esta comunidad de La Danta siempre hemos producido frijol, sin embargo vivimos pobremente.

Pensamos en multisectorial porque en un futuro podemos dar el servicio de vender insumos agrícolas en la zona.

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Empezamos 26 socios, actualmente somos 35 asociados. Nuestro plan de siembra de fríjol es de 50 manzanas, pero en la comunidad siembran no menos de 100 manzanas, entre frijoles rojo y otras variedades que nos gustan para comer, como el Pin pin, fríjol sarro y Vita tres. El rendimiento general es de 15 quintales por manzana, de aquí salen unos 1,500 quintales. El fríjol rojo rinde 17 quintales y medio. La Cooperativa Multisectorial tiene un acopio con: el edificio, la oficina, un área de secado, área de cargue y descargue, una bodega, 30 silos con capacidad para 30 quintales, maquinaria, equipos y accesorios. El acopio funciona con un plan que hacemos en dependencia del dinero que tengamos. Si nosotros tuviéramos 50 mil dólares, acopiáramos arriba de los mil quintales, porque tenemos capacidad de almacenarlo y de venderlo. El dinero para acopiar la cosecha depende de un préstamo que gestionamos en Alba-Caruna. Sin el préstamo no podemos acopiar porque sólo contamos con nuestra fuerza de trabajo y la voluntad del grupo. Para este edificio nos apoyó Save the Children. Para el plan de negocio nos apoyó FUNICA. Nosotros como beneficiarios hemos puesto mucho trabajo, tiempo y sudor. F

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Cooperativa multisectorial Tecomapa-La Danta, R.L.

El presente y el futuro

Róger Zúniga Canales, miembro de la cooperativa y de la comisión de vigilancia agrega: Nosotros para meternos a este asunto hicimos nuestro plan de negocios, para esto recibimos talleres de Save the Children y FUNICA. Así primero indagamos sobre el precio del producto y dónde se podía vender. Sacamos las cuentas de lo que cuesta; calculamos las ganancias. El frijol que producimos es sano y de buena calidad, tenemos la esperanza de venderlo en bolsas de un kilo a los supermercados. De momento lo vendemos en sacos, pero la idea es venderlo en bolsas para obtener un valor agregado.

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Tenemos máquinas que facilitan el empaque: selladoras; máquina sopladora y zarandas; de ahí sacamos el fríjol pálido, también sacamos los terroncitos y piedras. Tenemos un medidor de humedad, para calcular el tiempo de secado, pueden ser dos días; el frijol se mete en el silo con 14 grados de humedad. Los socios realizamos el trabajo de secado y tendido, para el secado tenemos palas, rastrillos, escobas y una carpa, para el caso que venga una garúa. Presentación Sánchez Ponce nos habla sobre el mercado:


La primera venta la hicimos a La FISE, ellos vinieron a traer el producto. Fue el 2006 justo cuando hubo un buen invierno y una gran cosecha. Nosotros vendemos al que pague mejor. Así la segunda cosecha la vendimos a un particular. El mejor precio que hemos vendido es a 650 córdobas el quintal. Para los pagos a los productores, la cooperativa si tiene dinero le paga al productor en cuanto le entrega el producto. Si no tiene dinero la cooperativa, acopiamos el producto y cuando vienen a retirar el producto, el comprador debe traer el cheque y posteriormente se le paga al productor. Los productores pagamos por el acopio según el tiempo que esté guardado. Si es mucho tiempo se retiene 5 córdobas por quintal. El sueño como cooperativa es vender el producto empacado, y proveer a los socios y no socios los insumos a menor precio; comprar y vender en grandes cantidades para bajar el costo del transporte, y ser fuente de empleo para la comunidad. Al despedirnos Denis Pineda, Raúl García, Santana Díaz, Julio Zúñiga, don Catalino y Róger, nos cuentan que La Danta está poblada desde 1870, cuando de este lado de la quebrada se instaló a vivir una danta, y del lado abajo se quedó a vivir el danto. n

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Un Comité Rural de Desarrollo

Al frente de la comunidad

Mi nombre es Gioconda Macía Guevara y nuestra colonia se llama Evert Mendoza; somos vecinos del Ingenio Monterrosa. Estamos organizados en un Comité Rural de Desarrollo apoyados por la comunidad. Nosotras empezamos a trabajar como voluntarias para atender la desnutrición de niños y niñas. La doctora Edna Medina de Save the Children nos visitó, y dijo que una manera de solucionar los problemas de la comunidad, era organizándonos.

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Esa idea, fue como un gusanito que se nos metió en la cabeza y desde entonces somos una comunidad despierta por la movilización comunitaria. El principio de la movilización es que, si uno tiene una necesidad hay que ponerse al frente y buscar cómo resolverla. Hay una comisión de salud, de medio ambiente, y en deporte hay varias comisiones, una por cada deporte, y un comité pro-mantenimiento de la cancha.


Como Comité Rural buscamos apoyo para proyectos, una vez conseguido el proyecto, la responsabilidad de su ejecución se entrega a un comité de seguimiento. Nuestro trabajo es gestionar para resolver nuevos asuntos. Nuestro sello es una hormiguita, porque ella nunca deja de trabajar, es una hormiguita de todos los colores, porque no tenemos ni color de partido, ni de iglesia. Trabajamos por la comunidad. El estar organizados nos ayuda a todos, hasta en las emergencias. En esta colonia hay 454 casas formales y 70 casas hechas de latas y plástico. Son las familias desalojadas que se vinieron a instalar aquí.

Este año esa zona se inundó, y nosotros fuimos a traerlos. En el traslado nos apoyó la Alcaldía, y la empresa del Ingenio. Pidiendo casa a casa les garantizamos su alimentación. Nos apoyamos unos a otros. Otro resultado de este trabajo es que la comunidad es segura, usted puede andar a la una o dos de la mañana, sin miedo. Los jóvenes se entretienen con el deporte, así forman amistades y no andan por malos caminos. En el trabajo de movilización comunitaria, hay que dar pasos: el primero es reunirse, el segundo es saber escuchar a los demás; así entre todos se encuentran las soluciones. El tercer paso es concienciar a la gente y el cuarto es trabajar para todos. F


Un Comité Rural de Desarrollo

Los logros son para todos Un logro del Comité Rural de Desarrollo es que ya somos dueños de nuestras casas, ese es una de las metas que nos propusimos, y logramos la escrituración de las casas. Para lograrlo anduvimos en Managua, en distintas instituciones; hasta fuimos a la Asociación de Municipios.

Ese trabajo se hizo en tres etapas, y duró tres años; durante ese tiempo nos capacitaron, y nos enseñaron a aprovechar los recursos. Save the Children ha insistido en la movilización comunitaria para que este esfuerzo permanezca. La movilización comunitaria necesita de organización, ser constantes y organizar el tiempo.

A nosotros nos tocó investigar de quién eran estos terrenos; eso fue en el Catastro; la Asociación de Municipios de Nicaragua lo indemnizó y nos dieron nuestras escrituras; ahora somos dueños y señores de nuestras casas. Esta comunidad tiene 22 años de construida, y los techos ya no nos servían. El organismo África 70 nos ayudó con los materiales para reparar 361 techos; también nos ayudó a construir las pilas sépticas, hace poco, la empresa Monterrosa nos cambió la tubería de aguas negras, porque ya daba problemas. Para el cambio de techos nos organizábamos en grupos de cinco personas, cada grupo reparaba las casas de las cinco personas que participaban, y así se cambiaron los 361 techos.

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Gioconda Macía Guevara.

Estas gestiones trajeron gastos que el Comité no tenía para cubrirlos, entonces buscamos el apoyo de la empresa del Ingenio y la Alcaldía; ellos nos facilitaban el transporte.


Aquí todos trabajamos independientes, dos del Comité tienen cafetin; Aleyda Campos, la encargada de cultura, le ayuda a la mamá en una comidería; Marlon Castro es soldador y albañil; o sea, todos trabajamos con negocio propio y nos planificamos para llevar los proyectos.

una casa materna, un centro educacional un centro de salud con ambulancia… Así que ahí seguiremos como la hormiguita, siempre trabajando. n

Cuando hay un proyecto se designa a uno del grupo que va a dirigir el trabajo en esos momentos; no es que todos trabajamos en el mismo proyecto; por ejemplo en el proyecto techo Gioconda Macía y yo, lo supervisamos desde el inicio hasta el final. La construcción de la cancha la atendía Marcos Berríos y a la comisión de seguimiento, para vigilar que se cumplieran todas las especificaciones; hasta la Alcaldía de El Viejo nos felicitó; en esa época se estaban construyendo varias canchas, y ésta es la que sigue en pie, porque se le da mantenimiento. En las pilas sépticas le tocó estar al frente a Marlon Castro; el tenía que ver que todo se hiciera correctamente. Ahora estamos trasmitiendo al resto de comunidades lo que hemos aprendido, para ver si ellas logran hacer lo mismo. A la fecha nos sentimos bien con lo que hemos logrado, pero no estamos satisfechos. Aún tenemos muchos sueños, el próximo sueño aunque les asombre es conseguir un cementerio, queremos las calles adoquinadas,

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Alcaldía de Villanueva

A partir de un diagnóstico municipal “Al comparar los logros alcanzados a lo largo de estos cuatro años de administración municipal de Villanueva, tengo que reconocer la valiosa coordinación establecida con Save the Children-Chinandega...” Confirma el alcalde Mariano Alberto Aguilera Díaz de Villanueva, municipio de Chinandega, mientras define su estrategia de gestión: “En ese momento, la municipalidad no contaba con recursos económicos, ni humanos para dar soluciones a las 26 comunidades del municipio.

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En eso, importa mucho la capacidad de gestionar, establecer coordinaciones con las comunidades, tener contactos, crear una cartera de proyectos y establecer hermanamientos con los pueblos solidarios. Nuestro punto de partida es el diagnóstico municipal, que nos ha permitido entender y valorar la situación del municipio, identificando en dónde invertir y en qué. Nos enteramos de la urgencia de impulsar la capacitación y apoyar a la producción.


Al entrar en coordinación con el Programa PROCENI de Save the Children, muchas tecnologías, paquetes de capacitación y salud eran compatibles con las identificadas en el diagnóstico. Se nota el impacto positivo en las familias con estos programas. La niñez estaba en altos niveles de desnutrición, pero con las Casas Rurales del Niño, han dado un gran empuje a la atención de los menores. La gran dificultad enfrentada es la migración, en donde la población se ve forzada a buscar otros caminos. En eso hay fugas de lideres, las comunidades quedan descabezadas y sin enlaces.

Han logrado cierto cambio de actitud en el manejo convencional de los recursos, con la introducción de técnicas sencillas y novedosas, que diversifican la finca, conservan el suelo y son efectivas tanto en la agricultura, como en los huertos de patio. Buen incentivo ha sido la promoción de los sistemas de microriego. Ya se salen del ajonjolí, el maíz y el trigo millón hacia otros cultivos. Hubo comunidades muy poco participativas en el mejoramiento de caminos. Ahora, cerrado el programa, se ve la diferencia con aquellas participativas que aprovecharon la oportunidad para mejorar su situación. Esta coordinación de la Alcaldía con Save the Children, ha dado soluciones a la problemática de la seguridad alimentaria...”. n

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Centro de Agronegocios Somotillo “Nosotros buscamos cómo desarrollar las capacidades de los productores, brindando servicios que fortalezcan los rendimientos en la producción, información sobre mercados y comercialización, compactar la cadena de valores...”.

Una ventana

Aclara Jairo Real del Centro de Agronegocios de Somotillo con presencia en 68 comunidades entre Somotillo, El Viejo y Villanueva. Además ofrece servicio de organización, a nivel de empresa, cooperativa y asociaciones y facilita las gestiones de mercado. El Centro está administrado por la Empresa de Servicios Profesionales en Agronegocios y Comercialización, con siglas EMSEPAC. S. A.

“Entre los servicios de comercialización están los productos de granos básicos, miel, plántulas, marañón, promoción de turismo, pesca artesanal, acopio y procesamiento de fruta y paste. En la asesoria técnica en la producción hemos logrado elevar rendimientos a casi el doble: en ajonjolí la producción ha pasado de seis a diez quintales por manzana. En maíz se ha alcanzado de 25 quintales a 40, en frijol el logro es de ocho a catorce quintales por manzana.

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de oportunidades Como apuntamos entrar al mercado estadounidense, ya entramos en contacto con el organismo EPA. Estamos estudiando posibilidades, oportunidades, requerimientos, gestiones para exportar a ese país. El EPA es quien etiqueta aquellos productos autorizados como sanos. Con la rueda de negocios, traemos hasta aquí a los compradores, vemos cuáles son sus propuestas de mercados y de precios favorables para negociar. Pueden llegar hasta la huerta. Nosotros no somos compradores, ni vendedores, sino que brindamos información de precios y mercados, hacemos los enlaces con posibles compradores y organizamos las rueda de negocios, asesoramos en la elaboración de planes de producción enfocados en los costos y la rentabilidad. En las hortalizas se produjeron mil cajas, cuando estaban cosechando 600 cajas por manzana antes. En plántulas de 40 mil se elevó a 66 mil, y la mayor área de producción es en ajonjolí con casi mil 600 manzanas. Apostamos al manejo integrado de plagas como una técnica para impulsarse a nivel nacional. Según dominamos información, hace tres años no se reporta una sola persona muerta por intoxicación de plaguicidas.

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Centro de Agronegocios Somotillo

De cara a nuestra gente Apoyamos y asesoramos en la manera cómo se envasan y transportan los productos para mejor presentación y evitar averías. Están las cajillas, zarandas, sacos, plástico... Las áreas de riego asistidas entre Somotillo y Villa Nueva llegan a 45 manzanas. En la gestión de financiamiento y créditos hemos facilitado el contacto con la Cuenta Reto del Milenio, y hemos firmado 78 convenios. Como buscamos establecer un centro que responda a las necesidades de comercialización y agronegocios, queremos que el productor se organice para no vender solo, y sea parte de una oferta más grande...”. Su presidente Francisco Ruíz agrega: “No es lo mismo ofertar diez cajas de tomate, que ofertar 5 mil. Por eso los hortaliceros han constituido una cooperativa. Nosotros les estamos capacitando y apoyando en la organización básica sobre asociativismo, post cosecha, comercialización, desarrollo empresarial y agronegocios. Ellos producen y acopian sus hortalizas en su propio local y desde allí están comercializando. Ya no caen en mano de intermediarios. Tenemos la experiencia de estar sacando tomate a El Salvador, que lo pagan mejor.

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“Estamos claros que nuestros clientes lo constituyen los pequeños y medianos productores organizados, sin importar si están de manera formal o no....”.


Junto con El Salvador y el Centro de Agronegocios de Honduras estamos estudiando una iniciativa trinacional de mercado y comercialización. La idea es tener un mercado más estable y confiable. Estamos claros que nuestros clientes son los pequeños y medianos productores organizados, sin importar si lo están de manera formal o no. Estamos llegando a los municipios de Santo Tomás, San Francisco, San Pedro, Cinco Pinos, Somotillo y Villanueva, en los que además estamos dando consultorías en formulación y evaluación de proyectos...”. Tu enlace con este Centro de Agronegocios son los teléfonos: 688-6127, 882-6169 y 959-7686. Está del MINEC media cuadra al sur. Antigua Alcaldía de Somotillo. Correos: emsepacsa@hotmail.com y agronegociosdesomotillo@yahoo.es n

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Revista Enlace: tan nica como vos ¿Quién desarrolla este proyecto de comunicación? La asociación civil sin fines de lucro denominada “Centro de Intercambio Cultural y Técnico” (CICUTEC), reconocida por el Estado nicaragüense desde el 5 de abril de 1990.

“La revista Enlace la entregábamos antes de iniciar la capacitación, para calentar los motores...”. Elvis Pérez, Universidad Campesina, UNICAM.

¿Cuál es el propósito de este proyecto de comunicación? • Llegar a hombres, mujeres, jóvenes y adultos que saben leer. • Promover el intercambio de experiencias de éxito en temas productivos, tecnológicos y sociales entre promotores del desarrollo, como una manera de fortalecer las capacidades de las comunidades. • Apoyar una educación integral a partir de las prácticas vividas en las mismas comunidades, que ayudan a cambiar sus condiciones de vida. ¿Cuál es la vocación de la revista Enlace? Facilitar la comunicación entre iguales de promotor a promotor, de campesino a campesino, de mujer a mujer, a fin de romper el aislamiento entre las distintas regiones del país, compartir experiencias y conocimientos útiles para la vida. Enlace trabaja con el compromiso: La fuerza para el cambio está en las personas. El cambio a una vida digna se dá a través del conocimiento, la organización, el acceso a los recursos y a los servicios.

El sueño del Proyecto Enlace era alcanzar a un uno por ciento de la población como público, hoy la revista es aprovechada por un 18% de la población.


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