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MANUAL DE SEGURIDAD

de Reporteros Sin Fronteras

LA SEGURIDAD DE LOS PERIODISTAS ES UN DERECHO QUE HAY QUE DEFENDER.

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POR REDACCIÓN

En algunos países, un periodista puede pasar varios años en la cárcel por una palabra o una imagen. Encarcelar o matar a un periodista es eliminar a un testigo clave y amenazar el derecho de todos a la información, por eso, Reporteros Sin Fronteras (RSF) trabaja a diario por la libertad de prensa.

Desde su creación en Montpellier, en 1985, hasta la actualidad, pasando por su nominación para el Premio Nobel de la Paz, en 2014, RSF ha logrado convertirse en una ONG internacional con estatus consultivo ante las Naciones Unidas y la Unesco. La acción de la organización llega hoy a los cinco continentes a través de sus secciones nacionales -de Berlín a Ginebra y de Estocolmo a Madrid-, sus oficinas en Washington, Bruselas y Río de Janeiro, y la red global de más de 150 corresponsales en 130 países. Con su trabajo diario y sus campañas de movilización, Reporteros Sin Fronteras: • Defiende a los periodistas y colaboradores de medios de comunicación encarcelados o perseguidos por hacer su trabajo, y denuncia los abusos y torturas que sufren en muchos estados. • Registra los ataques a la libertad de información y las agresiones contra periodistas, a la vez que lucha para que retrocedan la censura y las leyes destinadas a restringir la Libertad de Prensa. • Concede cada año un centenar de ayudas económicas a 12 periodistas o medios de comunicación en apuros (honorarios legales, gastos médicos, compra de equipos, etc.), así como para familias de periodistas encarcelados. • Actúa para mejorar la seguridad de los periodistas, especialmente en zonas de conflicto, y proporcionando asistencia concreta: seguros, préstamo de equipos de protección, formación en seguridad informática y asistencia telefónica 24 horas, todos los días, sin excepción.

La seguridad de los periodistas es un derecho que hay que defender. Reporteros Sin Fronteras ha representado un papel clave en la adopción de medidas por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la protección de los periodistas en conflictos armados.

También ha elaborado una guía práctica, publicada en colaboración con la Unesco y traducida a varios idiomas, destinada especialmente a los periodistas que acuden a zonas peligrosas. Este manual ofrece consejos prácticos para evitar las trampas “sobre el terreno” y recuerda las normas legales internacionales que protegen la Libertad de Prensa. En febrero de 2015, en Nueva York, un grupo de unos sesenta medios de comunicación y entidades protectoras de los periodistas – entre las que se contaba RSF – se comprometió con este fin a establecer las reglas de seguridad que se deben promover en las colaboraciones de los medios de comunicación con los periodistas independientes que trabajan en

Reporteros Sin Fronteras elaboró un manual de seguridad para periodistas en “zonas de riesgo”.

zonas de riesgo. Para los periodistas, las misiones de “alto riesgo” corresponden a situaciones en las que la probabilidad de que se vea afectada la integridad física (muerte, lesión o enfermedad grave) es significativamente superior a la normal.

Las misiones de “alto riesgo” se pueden referir a entornos hostiles, dictaduras, zonas de guerra, insurrecciones o criminalidad, así como territorios con climas o terrenos extremos como selvas, zonas polares y desiertos. También a acontecimientos peligrosos, como manifestaciones violentas, disturbios, atentados terroristas, accidentes químicos, desastres biológicos o nucleares, catástrofes naturales o pandemias. Así mismo, a investigar actividades de alto riesgo que impliquen trabajar de incógnito. Desde 2005, más de 750 periodistas han sido asesinados mientras trabajaban o a causa de su trabajo. Se convierten en objetivos, precisamente, porque son periodistas y sus informaciones e investigaciones amenazan la propaganda de un bando u otro.

El desarrollo de las tecnologías de la comunicación también ha generado un nuevo peligro para los periodistas. La seguridad digital es un desafío en constante evolución.

Las mujeres periodistas son un objetivo doble. Cada vez más mujeres se incorporan a la profesión, y surgen nuevos riesgos. La feroz agresión a una reportera de guerra de la cadena CBS en la Plaza Tahrir de El Cairo, en 2011, ayudó a levantar el tabú de la violencia sexual de la que pueden ser víctimas las periodistas. Según un estudio de la International Women’s Media Foundation (IWMF), realizado entre 977 mujeres periodistas, casi la mitad de las encuestadas dijo que habían sido objeto de acoso sexual en relación con su trabajo. A pesar de que ocurren sobre todo en las redacciones, estas presiones también se producen en el curso de reportajes o durante las ruedas de prensa. Una de cada siete encuestadas dijo haber sido víctima de violencia sexual física. La Directora General de la Unesco, Irina Bokova, ha denominado a la violencia contra las mujeres periodistas como “doble ataque”, tanto por su género y profesión. Frente a este fenómeno, el Consejo de Seguridad Naciones Unidas, destaca el “riesgo particular” al que las periodistas y trabajadoras de medios de comunicación están expuestas en su trabajo, a la vez que llama a considerar dicho riesgo en las medidas para garantizar su seguridad en los conflictos armados. Ante esta realidad, y gracias a los consejos de periodistas veteranas, los capítulos de la guía de Reporteros Sin Fronteras dan recomendaciones prácticas para las mujeres que trabajan sobre el terreno.

Para mayor información: https://www.rsf-es.org/ download/manual-de-seguridad-para-periodistas/

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