sin Audio radio SinAudio Radio es una estación en línea que surgió tres años atrás, con el fiel propósito de mostrar la gran diversidad musical producida por artistas y agrupaciones que día a día arriesgan, proponen y nutren los movimientos y tendencias lideres en el mundo, carentes de un espacio en el foro comercial de la música. En este portal podrás encontrar el trabajo de los músicos indies de la región, ya que contribuye a la difusión de la producción musical de las bandas locales dándoles un espacio para expresar su opinión y transmitir su arte. El nombre SinAudio conlleva dos connotaciones. Por un lado, es un medio comunicativo que dedica parte de su espacio a toda la música que no es programada en la radio comercial, es decir, aquella que se queda sin audio en la escena musical cotidiana; por otro lado, el titulo hace alusión a la frase emitida por un radio escucha: "sería un pecado no escucharla", ya que la traduccion de su lectura en ingles sería algo como "audio-pecado". Se trata entonces, de un sitio en el que todas las expresiones culturales convergen e interactúan con el radioescucha; una invitación a la verdadera independencia musical, donde te aseguramos que escucharas propuestas novedosas y de excelente calidad. ! Ya basta de la misma música ! La gama de opciones es impresionantemente gigantesca como para seguir enfrascados en las mismas rolas de siempre. Es tiempo de darte la oportunidad de experimentar nuevos sonidos y darle click a www.sianudio.com que está revolucionando el concepto de la radio vanguardista en Mexicali. SinAudio Radio es tu mejor opción para escuchar mientras navegas en la red. Aprovecha todas las horas que pierdes en el Messenger, el Facebook y Twitter y sintonízate con este maravilloso sitio que te dejara con el mejor sabor de boca o, bueno, mejor dicho de oídos. Para contactar con nosotros vía e-mail: sinaudioradio@@gmail.com @ msn.com sinaudio@
www.sinaudio.com
Fe de erratas: en el número anterior de la revista por un error de la redacción omitimos el nombre de el autor de la entrevista realizada a la banda venezolana Luz Verde la cual aparece en la pagina web de Efe Eme. Pedimos una disculpa a su autor Charly Hernández y al fotógrafo Diego Bisquerra por la omisión.
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julio de la rosa
la herida universal
Por Javier Marzal
En el tono que ha utilizado Julio de la Rosa a la hora de abordar temas como el amor, siempre ha habido algo de inconformismo, de rebeldía y hasta de rabia, hasta que llegó el más relajado “El Espectador” (Recordings From the Other Side, 2008). Su continuación, “La Herida Universal” (Ernie, 2010) es una ventana por la que entra más luz aún que en su disco anterior. Un trabajo relajado, en el que se le nota cómodo, pero además, en el que conocemos a un Julio de la Rosa más festivo, más celebrativo, aunque no evite la tristeza en muchos de esos momentos. “La Herida Universal” habla de relaciones entre personas, de encuentros fortuitos, pero todas las historias tienen como personaje común a un canalla, a un desencantado con el amor. Sin embargo, mira a este personaje de forma tierna la gran parte de las veces, e incluso celebra su perdición, como sucede en “Las camareras”. Vuelve también a sus temas más íntimos con “Uno”, “El temporal” o “El anzuelo”, en los que este canalla herido, descubre su lado más vulnerable. Si con “El Espectador” había luz, mar y un ambiente relajado, en “La Herida Universal” hay nocturnidad, cubatas y flirteo. Y la posterior resaca. Por si fuera poco, hay hasta temas bailables, además de “Las camareras”, como “Violines de noche” e incluso “Sexy Sexy Sexy”.
Nota cortesia de: http://lafonoteca.net/
También “Mierda de canción”, donde ironiza sobre la propia calidad del tema, mientras su personaje se arrepiente de los errores cometidos. En el lado negativo se puede decir que los dieciséis cortes abarcan la misma temática, con un sonido y una cadencia muy similar en varias de ellas. A veces cuesta diferenciar unas de otras, excepto en aquellas en las cuales es melódicamente memorable. Además, la forma de abordar esta herida universal que es el amor, también es recurrente en muchas de las canciones. Aunque no el mejor -el depresivo “Las Leyes del Equilibrio" (Recordings From the Other Side, 2005) de forma y fondo es hasta ahora insuperable-, es su disco más accesible, y también un paso valiente en su carrera, ya que ofrece su cara más desconocida. Portada del disco
Miami horrorillumination
By Doug Wallen
There’s been talk of Miami Horror being some “psychedelic indie-electronic” hybrid, but there’s not much psych on the Melbourne act’s long-gestating first album. As for electronics, a shift from one-man creations to full-band tours means more live instrumentation than ever. What this is, then, is wide-screen pop with spongy synths and retro-disco flourishes. More often than aiming for the dancefloor, these songs recall the soft, summery swoon of chillwave, only without the micro-genre’s nobudget bite. That’s not a complaint – more a simple fact of shared influences – but it does make for an album stranded somewhere between pleasantly distracting and numbingly transient. A bit of a marathon at 14 fairly long songs, Illumination leisurely ticks a handful of boxes: a couple of spacey instrumentals, cameos from Neon Indian’s Alan Palomo, hazy segues, breezily evocative song titles, and some percolating disco workouts. The latter come off quite well, between the blissful ‘Summersun’, the half-urgent ‘Ultraviolet’, and the single ‘I Look To You’; a minor miracle of bubbling bass and Chic melodies, co-written by Dappled Cities’ Tim Derricourt and featuring a candy-coated vocal turn by Melbourne singer Kimbra. The album could have used several more songs like this, although perhaps that would have gotten in the way of the thoughtful daze founder/frontman Benjamin Plant is looking to curate here.
Some tasteful New Order influence surfaces on the more dance-minded ‘Sometimes’, while Swedish singer MAI brings a faint melancholy to the nagging synth line of ‘Echoplex’ and some Ratatat guitar tickles ‘Imagination (I Want You To Know)’. The endearingly cheesy single ‘Moon Theory’ finds a happy medium between navel-gazing introspection and throbbing pop grandeur, and the appropriately titled ‘Soft Light’ matches Plant’s gentle smear of a voice with dreamy trappings and a persistent thrust that wouldn’t be out of character for Dappled Cities. All of these tunes are enjoyable enough while they’re unfolding, yet each slips immediately into the ether the moment the next is loaded and released. That’s the problem Plant needs to address with his future output: how to weave his likeable, easygoing musical whims into something as indelible as ‘I Look To You’.
Nota cortesía de: http://www.thevine.com.au/
Cerveza y rock & roll ...qué más se puede pedir?
Próximamente
Miércoles a Sábado de 6p.m. a 3 a.m. Ave. Lerdo #699, Mexicali, Mexico
the new pornographers
NUEVO DISCO: TOGETHER
Cuando a finales de los 90 tres outsiders de la ciudad de Vancouver rebotados de proyectos con poca suerte o extintos (Carl Newman, ex Zumpano; Neko Case, ex Cub & The Weasel; Dan Bejar, en su proyecto Destroyer) se unieron para escribir canciones, se volcaron en hacer algo que llegara al público de manera inmediata. Visto así, podíamos decir que The New Pornographers ya inventaron entonces el concepto que tan bien le está resultando a la cadena amiga con el programa ‘Sálvame’. Bromas aparte, el pop poderoso de ‘Mass Romantic’, ‘Electric Version’ o ‘Twin Cinema’ demostraba que unidos eran una fuerza musical diferente e imparable, capaz de lo mejor. Hoy, tras el pequeño bache instrospectivo de ‘Challengers’, The New Pornographers vuelven a dar muestras de su poder melódico con ‘Together’, un disco con el que vuelven a mostrarse compactos como nunca, tal y como transmite su título. Tan juntos, que ni siquiera acreditan quién ha escrito cada canción.
Aunque a veces sea en vano, porque sus respectivos estilos son ya familiares, ‘Together’ logra con creces dar ese sentido de unidad. Destaca especialmente una gran atención por el matiz, cuidando al máximo los arreglos de cuerda, que confían un especial protagonismo al cello (en la potente ‘Moves’ el riff inicial lo realiza este instrumento),
y de viento, a cargo de los magníficos Dap-Kings de Sharon Jones, que dan un bonito punto soul. Aun así, el poder magnético del grupo permanece intacto, especialmente en una primera mitad incontestable, con joyas del tamaño de ‘Crash Years’, ‘Silver Jenny Dollar’, ‘Sweet Talk, Sweet Talk’ o el single ‘Your Hands (Together)’.
A esta fiesta de pop fabuloso se han unido sin complejos Annie Clark (St Vincent), que aporta su guitarra a ‘My Shepherd’, Will Sheff (Okkervil River), que canta en ‘Moves’, y Zach Condon y su trompeta en ‘A Bite Out Of My Bed’, aportando clase y aumentando la familia de nuevos pornógrafos. Y es que estas canciones que hablan sobre música (‘Moves’ versa sobre la canción ’25 Or 6 To 4' de Chicago, mientras que ‘Crash Years’ lo hace sobre la canción ‘You’ de George Harrison) invitan a unirse sin remisión y cantar, ya sea al ínclito Bejar en ‘If You Can’t See My Mirrors’, a la excelsa Case en la extrañamente bonita ‘Valkyrie In The Roller Disco’ o al coro de ‘Up In The Dark’. Ya no son la musculosa máquina de pop de guitarras de ‘From Blown Speakers’ o ‘The Slow Descent Into Alcoholism’, ahora son otra cosa. Y no sé si será su mejor disco, pero es el mejor disco que podían hacer hoy. Por Axel Marazzi Nota cortesía de: http://jenesaispop.com/
Por Axel Marazzi
Antony Hegarty es conocido dentro del mundo de la música y por todos sus seguidores por ser uno de los artistas con la voz más particular que hay dando vueltas. Al escuchar sus canciones nos damos cuenta que no estamos escuchando a un músico convencional sino uno que es completamente diferente a ello ya por el tono de voz que posee que es, al menos en mi opinión, completamente excepcional. El hombre, en nada menos que 12 años de carrera, no tuvo una gran presentación de obras sino todo lo contrario. Lanzó solamente 4 LPs a lo largo de su carrera pero su anteúltima producción, gracias a canciones como “Another World”, lo llevaron a estar en pluma de muchísimos críticos y por ese motivo Swanlights, como nombró a su producción recientemente lanzada, estaba siendo tan esperada. The Crying Light tocaba una gran diversidad de tema en sus letras que iban desde la política hasta la problemática actual sobre el calentamiento global o la belleza de la naturaleza. En Swanlights podremos encontrar algún resabio de estas musas pero también otros mucho más cifrados sobre objetos o sus aprecios. Todo, como se podrán imaginar los que hayan escuchado la música de Antony & The Johnsons anteriormente, bajo una estela de minimalismo, violines, pianos y pocos sonidos que lo caracterizan. La producción no empieza de una manera rara sino que Antony decide tomar lo que sabe hacer y desplegarlo. El primer tema es “Everything Is New” y en él se lo puede escuchar tirando de sus cuerdas vocales como si alguien estuviera tocándolas y sacando notas de ellas. La letra del tema no tiene nada que no se haya dicho anteriormente. Despedidas, familiares y amores pero los arreglos, gracias a los violines de fondo que no desaparecen en absolutamente ningún momento de la canción hacen que nos enamoremos profundamente de su sonido. No, no es necesario ser un poeta en todos los temas para que automáticamente pasemos a amarlos. Lo que le sigue es “The Great White Ocean” y aquí, ya por el nombre, se podrán imaginar que es uno de los temas que tanto le interesan al artista que llegó a tomar el canto de las ballenas para hacer música. El tema, sin desperdicio alguno, es un tema un tanto folk para lo que conocemos de Antony. Una guitarra que rasguea y puntea acompañando los sonidos de su voz. Y si el comienzo de “Ghost” no les da curiosidad de cómo será ese track es que no les gusta en absoluto lo que hace Hegarty. Un piano con muchísima potencia abre las puertas mientras que Antony le pide a un fantasma que por favor lo deje y salga de su cuerpo. A medida que avanza más y más la canción, se meten los violines, la guitarra y esos sonidos de fondo que por momentos no logro identificar (quizás sean simplemente sintetizadores) nos damos cuenta que estamos ante una de las obras maestras que tan fácil parecen salirle al artista. “I’m In Love” empieza con un órgano un tanto exótico y va subiendo muy de a poco mientras escuchamos varias voces de Antony que cantan como enojadas entre ellas. Uno de los temas más curiosos pero al mismo tiempo interesantes que tiene Swanlights. Quizás un poco más de lo mismo en lo que es la lírica ya que escribir sobre el amor sin caer en cosas que ya se hayan dicho es prácticamente imposible. Sea como sea, otra vez los arreglos salvan el tema sin ningún problema. No entendí qué es lo que quiso hacer con “Violetta”. Es una especie de separador de solamente 35 segundos que, la verdad, no dice nada. Pero de ese mal trago nos olvidamos casi instantáneamente cuando comienza el tema que le da nombre al disco.
Anthony and the jonsons
swanlights
“Swanlights” es de lo más alternativo que tiene el álbum y nos da la mano para meternos en una especie de pantano tenebroso donde los susurros de Antony son protagonistas y donde los sueños y las caras que aparecen en ellos (al menos eso es de lo que habla en el track) se hacen realidad. Poco a poco el tema va modificándose y saliendo de ese pantano hacia un claro con más luz. Una especie de despertar después del sufrimiento. Que “Swanlights” no haya tenido tanta letra y se haya basado sobre todo en los sonidos de oscuridad y luz que hay en la canción hizo que “The Spirit Was Gone”, la canción que le sigue, tenga como protagonista, además del clásico piano que podemos escuchar en el 90% de las canciones, a la voz de Hegarty. Nuevamente la letra no me termina de cerrar pero esta vez no porque no esté demasiado lindo lo que se dice en él sino por la gran repetición que hay (dice “the spirit was gone” algo así como 30 veces). “Thank You For Your Love” es un tema que ya conocemos y que probablemente es uno de los mejores tracks del disco. La lento que tiene pero acompañado de un groove sorprendente, hace que no solamente sintamos ese agradecimiento que está ofreciendo Antony sino que además nos permite movernos y disfrutar de una canción que no tiene ningún tipo de desperdicio. En “Flétta” aparece la artista islandesa más importante de la historia y en ella Bjork es la protagonista aunque, lamentablemente, esperaba más de esta canción. Ambos tienen dos voces para aprovechar como pocas en la industria de la música y aquí no están estiradas al máximo (ni a la mitad, si es por decir algo). Tiene uno que otro momento interesante como cuando entra el piano a hacer repeticiones pero realmente dejó qué desear. Que no se me mal entienda porque no es mala pero si tenemos en cuenta a quiénes estamos escuchando la realidad es que podríamos haber esperado mucho, mucho más. Las flautas y todos los arreglos de “Salt Silver Oxygen” hace que me transporte a una tierra llena de elfos, paz y tranquilidad (algo así como “El Señor de los Anillos”). Particularmente no me agradan los arreglos aunque el por qué es una incógnita. Sé que esto delante de una canción que vale la pena pero, simplemente no me gusta. 8/10 “Christina’s Farm”, el cierre que eligió Hegarty para Swanlights, nuevamente lleva al artista al mundo animal donde aparecen gatitos, flamencos, lechuzas y tortugas entre otros seres vivientes y donde también se presenta la religión a través de la Virgen María. Este tema es prácticamente la perfección dentro de la producción. Poco a poco el artista se pierde entre pianos y cuerdas de fondo donde utiliza la repetición clásica que podemos escuchar en sus producciones para alcanzar un estado bellísimo para nuestros oídos. Superar a The Crying Light iba a ser algo realmente complicado para Antony pero, como era de esperar, el artista hizo lo posible para hacerlo y lo logró. Swanlights es un disco que lo representa a la perfección y donde si bien no podemos escuchar demasiado evolución, no siempre eso en los artistas es bueno y muchas veces los fanáticos y seguidores lo que quieren escuchar es lo que saben hacer y por lo que los conocidos. Este álbum es una muestra que Antony Hegarty, bajo el nombre de Antony & The Johnsons, es uno de los artistas más interesantes de la actualidad.
Nota cortesía de: http://cucharasonica.com
hello seahorse!
lejos. no tan lejos Por Anjo Nava
Cuando llegué a casa de Lo Blondo de Hello Seahorse!, la cantante estaba terminando de arreglar la mesa. Era un domingo a medio día; el plan original era desayunar temprano, pero los desvelones de la noche anterior lo convirtieron en una especie de brunch. Tomamos nuestros asientos y disfrutamos de un menú cien por ciento orgánico –Lo Blondo es muy estricta con las cosas que come–, pero no menos sabroso. Platicamos de la llegada de Ulises Hadjis al Distrito Federal y, por alguna razón, sobre el trastorno por déficit de atención. Cuando terminamos de comer me preguntó: –¿Tienes prisa? Le respondí que no y me senté en el sillón. Como una ilusionista, Lo Blondo sacó de la nada un sobrecito con un disco naranja en el interior. –¿Es lo que creo que es?– pregunté emocionado. –Sí, es el máster– respondió mientras insertaba el disco en su aparato de sonido. –Te quiero poner unas canciones. Se trataba de Lejos. No Tan Lejos, el nuevo disco de su grupo, que contó con la producción de Yamil Rezc y Money Mark. El llamado máster era un CD con el título del álbum escrito a mano con un plumón. Saqué mi libreta y me puse los lentes, mientras ella revisaba su Twitter. No teníamos mucho tiempo, –Lo Blondo iría a una comida más tarde–, así que dejamos que la música se apoderara de nuestras conversaciones. Mi primera reacción fue que es un disco mucho más maduro que el anterior, Bestia (2009), que de por sí, había proyectado al grupo a convertirse en una banda seria. Teclados macabros, bajos densos y ambientes y secuencias lo-fi predominan el sonido. Las voces también cambiaron. Se han sofisticado y la de Lo Blondo se ha convertido en un instrumento más en el grupo. Aunque su canto tiene mayor protagonismo, cuenta con menos voces de apoyo. También un cambio significativo es dejar atrás la sobreproducción. Lejos. No Tan Lejos no tiene tantas capas como las que se escuchaban en Bestia; se basa exclusivamente en el talento de la banda, y no en el de sus productores. El ánimo general del disco es melancólico, pesado y, en varios momentos, fantasmagórico. El grupo lo compuso en un pequeño poblado, lejos de la ciudad (de ahí el nombre). Estaban en una cabaña en medio del bosque, lidiando cada uno con sus propios demonios. También el integrar de lleno a Joe, su nuevo guitarrista, ha ayudado a desnudar las sonoridades. Por primera vez se apoyan menos en los sintetizadores y más en las guitarras. Incluso hay canciones completamente acústicas.
Hello Seahorse! hace discos conceptuales inconscientemente. Y ésa es una de sus grandes virtudes. Ahí se puede ver reflejado el verdadero talento del grupo. Claramente sus obras gozan de la atención y refinamiento posteriores, lo moldean, pulen y abrillantan, pero en la esencia de cada canción hay un proceso catártico y desgarrador. Los integrantes también se escuchan más cómodos los unos con los otros. El ingenio de Oro de Neta cuenta con la infalible batería de Bonzz, quien en algunas canciones colabora con otros instrumentos. Joe cumple la función de hacer más orgánica y pura la música. Su guitarra se vuelve el paño de lágrimas de las letras de Lo Blondo. De ese dolor que permea en todo el disco y que toma prestado parte del folclor mexicano. De alguna forma Lejos. No Tan Lejos evoca a lo que en su momento hizo Café Tacuba o la Maldita Vecindad. Musicalmente, el futuro del grupo es incierto. Sus próximas obras pueden tomar cualquier otro rumbo. La constante evolución en Hello Seahorse!, esa capacidad de sorprender, de callar bocas y provocar sonrisas, son algunas de las cosas que los tienen donde están. Sus integrantes no siguen modas, mucho menos líneas o dirección. Hacen la música que les nace, la que necesitan expresar y no la que quieren o deben producir. Ésa es la gran diferencia entre ellos y el resto. Cuando me fui de casa de Lo Blondo, me quedé con la sensación de que no quería enlistar las canciones como en otras reseñas. Quise escribir sobre el álbum como un todo. En ese sentido Lejos. No Tan Lejos tiene un dejo de las calles vacías de un pueblo mágico. De cascadas y riachuelos; de veredas y caminos. De esos senderos sin fin que siempre tienen un destino. Posee un aire alentador que invitan a seguir adelante y no aflojar la marcha, aunque las cadenas de los fantasmas del pasado nos retrasen. Hello Seahorse! sigue buscando esa última meta. Mientras tanto disfrutan de cada paso, cada paisaje, de los contratiempos e inclemencias pero, sobre todo, de la cercanía y de siempre poder volver al hogar.
Nota cortesía de: http://new.e1.music.yahoo.com/
kings of leon
Por Jackie Fonseca Al igual que con bandas como U2 (con quien la agrupación realizó un tour luego de alcanzar el estrellato y con quien han sido comparados en bastantes ocasiones), los Kings of Leon son un grupo que no admite puntos medios: o los amas o los odias. Esto fue especialmente cierto luego de lanzamiento de su anterior producción, Only by the Night, disco que los catapultó a las listas de popularidad y los llevó a tocar en festivales de todo el mundo, pero que para los fans recalcitrantes del grupo (e incluso para sus mismos integrantes), representó también el inicio del camino hacia el sorprendente y odiado estrellato. Ya con la etiqueta “rock de estadio” pegada a su música, los Kings of Leon regresan en este 2010 con Come Around Sundown, su nuevo álbum de estudio con el que pretenden demostrar que no son banda de un sólo éxito (¡menos uno tan malo! diría Caleb) y en el que la familia Followill quiso regresar a las raíces sureñas que tanto se mencionaron en sus dos primeras producciones. Sin embargo, el asunto es más complicado. Y es que ya desde el track abridor, “The End”, se nota que la banda sigue pensando en las grandes arenas de las que recién acaba de regresar. Riffs alargados y reverberados, vocales pegajosas listas para ser cantadas a todo volumen en cualquier presentación, todo esto es parte del tema inicial que a pesar de todo conquista, especialmente por el piano final que cierra de manera magnifica la primera probadita de este nuevo disco.
Desafortunada, o afortunadamente, sus propósitos desaparecen con “Pyro”, un tema de ritmo acompasado, guitarras perfectamente estudiadas y coritos pegajosos que en la segunda parte sube el ritmo para que todo mundo en el recinto comience a bailar y se regocije acompañando la falta de fe y la tristeza que inundan al protagonista de la letra. Las cosas comienzan a ponerse un poco más pesadas con la cuarta canción. “Mary” no es tan amigable como los tres primeros tracks pero tampoco se aleja demasiado del sonido grandilocuente de su anterior producción. Es cierto que los riffs de la guitarra son más graves y recargados, pero los coritos contagiosos, las notas altas en la voz de Caleb y, sobre todo, el solo de guitarra de la segunda mitad, hacen que nos preguntemos si realmente a esta agrupación le incómoda tanto el éxito masivo que han llegado a obtener. El grupo comienza su camino hacia el otro lado del espectro (ese que los fans viejos del grupo extrañan) con “The Face” y “The Immortals”, dos temas de rock más clásico en el que siguen luciendo las guitarras en todo su esplendor. En la primera, Caleb ofrece su mejor Tennessee a cambio de renunciar a Nueva York (un intercambio que francamente dudo que alguien desearía), mientras que en la segunda aparece en flashazos un riff de inspiración reggae que casi te convence de que este grupo es capaz de hacer algo más que sexo envuelto en falsetos. La transición continúa con “Back Down South”, en donde la banda recupera sus raíces sureñas y el sonido country para salirse de su zona de comfort y crear un tema realmente interesante, aunque no tan fácil de digerir, especialmente si son fans de los Leon sexosos. La banda regresa al sonido llena estadios con “Beach Side”, un tema soleado, alegre, pegajoso y con hechuras de sencillo que personalmente me pareció lo mejor de este disco, pues no es atascado sino preciso, con las guitarras y la batería entrando justo a tiempo y flotando como un sueño de verano. Además, es perfecta con sus 2:51 minutos de duración, algo que la banda debería anotar para posteriores intentos.
come around sundown Las malas mañas vuelven con un solo potente de guitarra en “No Money”, tema que dejará contentos tanto a los fans nuevos como a los viejos, pues ofrece el sonido rockero que tanto se le ha alabado a esta agrupación, aunque personalmente me suena genérico a más no poder. Un bajo funk y guitarras agudas acompañan la extraña y por momentos pegajosa “Pony Up” y a su hermana casi gemela “Birthday”. En “Mi Amigo”, la banda retorna a sus raíces countryrockeras con una cuasibalada bastante mediocre y una letra de aquellas que compone cualquier intérprete cuando el estrellato ya “se ha hecho demasiado” y necesitas a alguien que te asegure que sigues siendo cool. Así llegamos al final, no sin antes escuchar los acordes acompasados y las muestras de fanfarronería en “Pickup Truck”.
Las letras también muestran la incomodidad de estar en un lugar al que no estás muy seguro de pertenecer y de añoranza por el hogar que algunos días parece muy lejano. Desde la nostalgia producida por el camino en “The End”, hasta el orgullo de su tierra en “Back Down South” y los miedos a un futuro arruinado en “No Money”, los Followill demuestran que podrán sacar a la banda de Tennessee, pero nunca a Tennesse de la banda. Aquí también hay espacio para el amor e incluso un poco de bravuconería, pero sobre todo y ante todo, la búsqueda de algo diferente, novedoso y tal vez más seguro que el pasajero estrellato. Para los fans de Only By the Night, esta placa ofrece suficientes éxitos llena-arenas para complacerlos y cantar a todo pulmón en la seguramente larga y exitosa gira mundial que le seguirá al lanzamiento de este disco. Para aquellos fans que añoran el sonido de Because of the Times y sus dos producciones anteriores, hay suficientes carbohidratos rockeros imbuidos en las canciones como para creer en un mejor futuro, uno en el que la banda decida regresar a sus raíces más duras y menos comerciales. 6.5/10 Para el resto, Come Around Sundown, será simplemente olvidable. Y no porque carezca de temas bien logrados, sino porque esta banda tiende a despertar un odio seguro por sus temas más facilones, aburrimiento gracias a los más difíciles y un sentimiento de estar siendo engañado si uno empieza a tararear demasiado seguido sus canciones más famosas. Por supuesto sus fans rabiosos defenderán y amarán todo lo que hagan los Followill y dirán que la banda es el “próximo (inserte su nombre favorito aquí”). Pero con Come Around Sundown lo único que estos rockeros han venido a demostrar es que, si bien tienen capacidad para construir un buen rock and roll, esto no significa que puedan lograrlo al primer intento. Las ventas de este disco en su primera semana ya han demostrado lo que una canción pegajosa puede hacer a largo plazo por cualquier banda, pero a los Kings of Leon todavía les queda por demostrar que pueden vivir a la altura de las expectativas.
Nota cortesía de: http://cucharasonica.com/
Fangoria : El paso trascendental
Dos décadas después del nacimiento de Fangoria, el dúo ha celebrado este aniversario musical con la publicación de un disco que es mucho más que un grandes éxitos al uso. Muchos nos sorprendimos al enterarnos de que el supuesto nuevo cd en el que trabajaban Fangoria en Londres era una recopilación de éxitos, y no un álbum con canciones inéditas. Pero parece que después del fallido ‘Absolutamente’, el grupo no se encuentra en su mejor momento –artísticamente hablando- y qué mejor manera de seguir en el candelero y de hacer caja que con un álbum recopilatorio. Eso sí, todo envuelto muy bonito y muy buen presentado, con una caja diseñada por Juan Gatti que es una auténtica joya. ‘El paso trascendental del vodevil a la astracanada’ incluye tres discos y dos dvd’s. El primer cd es el mejor de todos, pues recoge los 22 singles que han editado Fangoria como grupo. Recopilatorios de Dinarama y de Pegamoides los hay a puñados, pero no de Fangoria –con la excepción de ‘Dilemas, amores y dramas’, que era más un álbum de rarezas que otra cosa-, por lo que en este caso sí que supone una novedad. Además, los singles están ordenados cronológicamente, lo cual es de agradecer. Así es más fácil ver cómo ha evolucionado el grupo en estos últimos 20 años. Los inicios de Fangoria fueron fascinantes. Debutaron con ‘Salto mortal’, un disco 100% electrónico del que se extrajeron singles tan geniales como ‘En mi prisión’ (mejor canción de 1991 para la revista Rockdelux) o ‘Hagamos algo superficial y vulgar’. Les siguió la etapa de Vulcano, la más experimental del grupo, que nos dejó para la posteridad, entre otros, el temazo ‘En la Disneylandia del amor’. Dejado atrás este período llegó, por fin, el reconocimiento masivo del público y de la crítica. En estos años se concentran algunas de las mejores canciones que han grabado jamás Alaska y Nacho, como ‘Electricistas’, ‘Me odio cuando miento’, ‘No sé que me das’, ‘Hombres’, ‘La mano en el fuego’ o ‘Entre mil dudas’. Después vino el tropezón que supuso ‘El extraño viaje’, del que salieron singles más discretos, como ‘Criticar por criticar’; y ‘Absolutamente’, el peor disco de toda su carrera, a pesar de tener dos o tres canciones decentes, como ‘La pequeña edad de hielo’, por ejemplo. Un disco imprescindible para comprender una trayectoria que, con sus momentos buenos y malos, no tiene desperdicio.
Nota cortesía de: http://consequenceofsound.net/
del Vodevil a la Astracanada El segundo disco, en cambio, es completamente prescindible. Alaska y Nacho siempre ha renegado de su pasado y se han opuesto reiteradamente a vivir de éxitos de sus anteriores formaciones. La excusa que han puesto últimamente para justificar este álbum es que, como llevan ya muchos años como Fangoria y han conseguido numerosos éxitos, ya podían permitirse recuperar canciones del pasado. Pues nada, no cuela. Este disco es una bajada de pantalones en toda regla. Ahora, son un grupo sin discurso al que va a ser muy difícil volver a tomar en serio. Además, que qué necesidad había de grabar de nuevo sus propias canciones. No soy yo un puretilla de los clásicos, de esos que piensan que hay que dejarlos como están. Los clásicos hay que reinventarlos una y otra vez, que para eso son clásicos, pero que lo hagan otros. La idea era, según han explicado, llevar estas canciones al estilo de Fangoria pero, aún así, las nuevas versiones no aportan nada de nada.
El último cd recopila rarezas y canciones que el dúo ha grabado para cine y televisión. Contiene algunas cosillas curiosas, como las versiones de ‘Escándalo’ de Raphael o de ‘En un mundo nuevo’ de Karina; o el tema ‘La verdad’ para la película ‘Mentiras y gordas’, pero eso, no deja de ser una curiosidad. ‘El paso fundamental del vodevil a la astracanada’ supone el cierre de una etapa de 20 años que ha dado para mucho. Ahora solo queda cruzar bien los dedos y esperar que lo que venga a partir de ahora tenga más que ver con lo que el grupo ha hecho desde hace cinco años para atrás que con lo que han venido haciendo últimamente.
Crítica por Alfonso Ortega
Nota cortesía: http://www.mundopop.es/
Blonde redhead edita Penny Sparkle Poco queda ya de aquel indie rock ruidoso que los emparentaba con Sonic Youth en el sonido actual del trío italo-japonés-americano Blonde Redhead. La transición hacia el dream pop que comenzaron en ‘Melody Of Certain Damaged Lemons’ (2000), matizaron en ‘Misery Is A Butterfly’ (2004), y perfeccionaron en ‘23‘ (2007), parece completa en el tercer largo con 4AD, ‘Penny Sparkle’. Los gemelos Pace y Kazu Makino han confeccionado estas diez nuevas canciones con la ayuda de Alan Moulder y Van Rivers & The Subliminal Kid, y la sensación inicial de la primera escucha es que para desarrollar las ideas plasmadas en el nuevo álbum se han fijado en la segunda parte de ’23' , la más calmada y electrónica. ¿Qué implica esto? Que hay que tener más paciencia para adentrarse en las densas brumas del nuevo álbum, mucho menos inmediato que las anteriores entregas.Sin apenas baterías y sin apenas guitarras. Así es como encontramos a los Blonde Redhead de 2010, dominados por secuenciadores y sintetizadores sustituyendo a unas y otras en la práctica totalidad, con un
resultado que radica más en atmósferas que en canciones. En realidad con este disco se estarían acercando más a grupos como The Knife o The xx que a otros proyectos con los que se les ha comparado hasta ahora. Lo que más se parece a un single es el segundo corte, ‘Not Getting There’, y el noveno, ‘Everything Is Wrong’, a la cara b de ese supuesto single, y más que nada por la duración, porque aquí la mayoría de los temas fluctúa entre los 4, 5, y 6 minutos. Prevalece la abstracción y la oscuridad, el lento desarrollo de cortes como la inicial ‘Here Sometimes’, ‘My Plants Are Dead’ o ‘Black Guitar’ (donde, mira tú por donde, sí suena una guitarra). A veces parece que se han pasado de minimalistas y etéreos, que esto no es lo suyo, pero para algo están las segundas escuchas. Por ello, y una vez puestos en antecedentes, es decir, teniendo en cuenta que las cosas han cambiado, una segunda oportunidad a, por ejemplo, la sinuosa ‘Love or Prison’, es verdaderamente gratificante.
Por Quietmansmiling
Nota cortesía de: http://jenesaispop.com/
Stereo Total
tiene nuevo disco
“Baby Ouh!”
Black Francis una vez mas a la carga con
Nonstoperotik
Multi-lingual Frenchy Germans Stereo Total recently dropped their ninth full length, Baby Ouh!, to mixed reviews. The trash glam electro pop duo, Brezel Göring and Françoise Cactus, notoriously crafted 40 (that’s FOUR ZERO!) songs for this record, whittling it down to 17 baby-pop (dandy-fop for audiophiles) tracks, but the whittling could’ve kept going. There are several songs that don’t meet our expectations for this soop-airrr-great two-some. This isn’t to say Baby Ouh! won’t get your on your feet, but be prepared for some "I’m going for a drink" moments during their more obscure digressions. Göring and Cactus are at their dance-y best on “Andy Warhol,” “No Controles,” “I Wanna Be A Mama,” the title track, “Violent Love,” and “Larmes de metal.” “Andy Warhol” opens with clips of the artist’s unaffected mutterings and are cleverly sewn into this reverent track and a simple chorus, “Andy Warhol” over and over make this joint an easy listen. The single-note synth beat on “No Controles” bears all the murky hand-stamps of a Eurotrash anthem in the Caribbean. Cactus croons the ingenious “I Wanna Be A Mama” with a brute garishness that penetrates. This is where Stereo Total shine: in lewd and groove-heavy contradiction. “Baby Ouh!” goes all space-deco ambient for a spell before Göring’s soft accent rolls in and she coos her Oo and Oohs.
The most mod-disco inspired track, “Larmes de metal” is a one-two punch: danceable and aggressive. A merry-go-round of a track, “Violent Love,” is performed in English a la Betty Boop and rivals “I Wanna Be A Mama” for the most pleasingly caustic. Sadly dismissible tracks include the opener, “Hello Ladies,” “Wenn ich ein junge war,” “Tour de France,” which simply run into one another and don’t leave a mark one way or another. “Hello Ladies” feels like a test to see if we can stand the rest of the record. It’s not fair to do to Baby Ouh! as it paints an unfair picture of what you’re in for. It’s a case of bad track placement (i.e. if they insist on including this random bathroom attendant non-sequitur, how about in the last two thirds before the record winds down?) “Wenn ich ein junge war” is a speed-pop number that feels rushed and grates with kid-like high hat banging. Not a big fan of this new whistle movement (cute maybe the first time, but seriously does every song have to have a whistle hook?), “Tour de France” may not have had a chance from the get-go for this writer. In its defense, I can’t stop whistling as I type this. Baby Ouh! has some rough edges but is otherwise a fun ride. Por Angel M. Baker
Nota cortesía de: http://www.theredalert.com/
carla m Aprendiendo Carla Morrison es una cantante mexicana lista para hacer ruido. Originaria de Tecate, Baja California, y ex integrante de la banda americana Babaluca, trae a México su nuevo proyecto ahora como solista llamado Aprendiendo a aprender.
Un piano, guitarra, algunos loops y una voz llena de feeling dan como resultado algo muy “sabroso” de escuchar y su autodenominado “pop rock alternativo minimalista concreto” es sólo una etiqueta dentro del folklor emocional de la Morrison. Carla, has andado en la música por mucho tiempo… ¡Qué te puedo decir! Solo sé que desde chica mi pasión a parte de todos los artes que practiqué siempre fue el canto, el expresar totalmente lo que sentía y traía dentro para poder sentirme bien cantado en varios grupos. Fue con Babaluca donde mejor me desenvolví , pero ahora como solista, estoy enfrentándome a un mundo diferente, solita. No tengo miedo, estoy lista, más que nada como mi primer EP Aprendiendo a aprender. ¿Cómo ha sido este proceso “solita” con Aprendiendo a aprender? Fue un cambio radical, algo que requirió de “amarrarme mis 2 amiguitas” y aventarme, esto de ser solista es algo que he querido desde siempre, pero nunca me había sentido lista hasta hace 3 meses. Decidí dejar mi vieja vida y comenzar una nueva desde cero donde yo iba a dirigir todo, ha sido algo nuevo pero lo estoy disfrutando. ¿Dejar todo? Sí, dejé toda mi vida por una inquietud que sé que Dios mando a mi corazón, esto de ser solista era de ¡ya! Mi corazón me lo dijo y me lo peleó, me tuve que decidir, dejé todo por una promesa que no se mira, ni se tienta, ni se puede oler pero se puede sentir, deje mi casa, mis cosas las regalé, mi banda Babaluca, mi trabajo, ¡todo! Me vine a vivir a México por un sueño que cosecho hoy. Aprendiendo a aprender es un trabajo muy bueno y lógicamente muy personal a diferencia de tus proyectos anteriores. ¿Refleja al cien a Carla Morrison? Pues yo siento que sí, claro que todavía queda mucho trabajo que mostrar, pero hasta ahora mi EP de 7 canciones refleja exactamente lo que siento, lo que creo, lo que vivo ahora mismo, es algo honesto y muy mío. ¿Qué te inspira a la hora de escribir? ¿algún tema en especial? No hay tema en especial, aunque el amor es un tema súper sabroso y al que mas me dirijo tal vez, pero la verdad las canciones me nacen en cualquier momento, mientras hago cualquier cosa cotidiana de la nada ¡pum! me viene a la cabeza y corro a grabarme, soy súper sensible y escribo muchísimo de todo lo que me toca y me hace sentir. ¿Cómo fue el proceso para grabar Aprendiendo a aprender? Pues fue un proceso de 2 semanas, me salí de mi banda, recolecté mis sentimientos y varias canciones que había escrito en mi soledad que no había mostrado a nadie, las mejoré y otras nacieron días antes de la grabación, que por cierto yo no sabía que grabaría hasta que me lo ofrecieron días antes. Fue súper fácil, habían muchos sentimientos regados pero era mi finalidad. Fue un proceso nuevo y raro pero bonito porque ya era solista. Nota cortesía de: http://www.informador.com.mx/
orrison a aprender ¿Quién lo produjo y en donde? Pues yo dirigí todo, en verdad todo. Jordan, un amigo de Audiomakers en Phoenix, Arizona, lo masterizó solamente y le dio unos toquecitos bajo mi supervisión.
¡Fue en serio lo de “Solita”! Sí, esta vez me hice solista por mis “huevos”, entonces era ahora o nunca yo sola, ya después vendrá mas colaboración pero este primer material era yo y yo nada más. ntre tus temas hay un cover de Ramón Ayala, ¿muy fan? (Risas) Lo que pasa es que yo crecí con la música de Ramón Ayala, por mi padre, y esa canción siempre ha sido una de mis favoritas, me hace sentir súper sensible y como tenía poco de haber participado en un evento americano donde me habían pedido cantar una canción en español, pensé: “Tragos de amargo licor” y como me encantó como la saqué, me propuse grabarla para el EP. Ramón tiene unas letras que lo “quebran” a uno, dímelo a mí que los tequilas le sabían ricos a mi papá. Pero vaya tus letras son muy buenas , traen una onda más rica de escuchar como “Buena Malicia” ¿Tienes alguna favorita? Pues “Buena Malicia” es relinda!, “Valentina” me encanta pero “Esta Soledad” es la más fuerte para mí, la escribí en un momento muy depresivo de mi vida, mucha melancolía y a pesar de ser sencilla se recibe tan pesada. Ya empezaste con presentaciones al norte del país, ¿como te ha ido? ¡Muy bien!, me acaban de invitar al FestiArte en Tijuana en el mes de septiembre, ando por esta zona por el momento, lo que es Tecate, Baja California, Tijuana, Mexicali y Ensenada esperando pronto extenderme mas pero a finales de año al Distrito Federal. Finalmente, ¿qué puede esperar la gente de Aprendiendo a Aprender y de Carla Morrison? Pues que esperen más que lo que es y ya, que reciban mi material con corazón abierto y que lo disfruten. Es algo que me refleja a mí, mis momentos y mis evoluciones. ¿Algo más que desees agregar? Que por algo me vine a vivir para acá… ¡VIVA MEXICO!
single monólogo interior
Por: Koala Single es una de esas bandas en las que no coincidimos lectores y editores, como nos ocurre con Papá Topo, Los Punsetes o Joe Crepúsculo. Nosotros colocamos su Pío Pío como el mejor debut nacional de la última década y algunos lo tomaron a broma. No lo era. No es fácil encontrar un disco tan alejado de la contaminación provocada por modas y tendencias y que sea capaz de sorprender de esa manera. También sabemos que sus discos no son fáciles, que vivimos demasiado deprisa sin darnos cuenta de cómo pasa el tiempo (Teresa nos lo recuerda continuamente aquí) y que a veces nos cuesta detenernos. Pero este Monólogo Interior requiere ese esfuerzo, no sirve como música de fondo mientras se hace otras cosas. Sería de muy mala educación dejarla hablar sola, hay que ponerle los cinco sentidos y aún así no es suficiente. Con su primer single ‘Posponías’ lo volvían a conseguir. Un nuevo vocablo que introducíamos en nuestro vocabulario a ritmo de vals y aire circense, ganando con cada nueva escucha hasta atraparte por completo. Y por supuesto que hay más sorpresas, pero en algunos casos son tan interiores, como en ‘¡Miau!‘ que creo que sólo pueden entender ellos. A mí, por más que lo intento, me sigue pareciendo una broma (vale, esta vez sí) o un fragmento de una obra de teatro en la que Nacha Guevara interpretara un texto de Gloria Fuertes. Si han buscado la canción extraña ahí la tienen, pero ¿para qué?, ¿para ellos mismos?. Sus letras siempre sugieren más que dicen, son un hábil punto de partida para que cada cual se monte su propia historia, pero esta vez con las de ‘Chinese White‘, ‘Oda a los negros‘ o ‘En el restaurante‘ no consigo ir mucho más allá de salir corriendo y sin pagar. En el restaurante vas a pedir la cuenta después de cenar y es entonces que advierto que tienes ya una edad, que no hablas bien castellano, que pareces de otra raza, que llevas siete anillos en una sola mano y que no me agrada tu aspecto
En otras como ‘La cama‘ o ‘La ola‘ el monólogo se me vuelve demasiado monótono y tan interior que me llega aburrir, algo que hasta ahora no me había ocurrido nunca con Single. La gran novedad en este segundo disco es la participación de Genís Segarra, un atractivo que resulta muy peligroso ya que el miembro de Astrud e Hidrogenesse termina por fagocitarlo todo. Sus sintetizadores y arreglos tienen demasiada presencia y acaban por transportarnos a ese universo modernizador de lo añejo que creo que funciona mucho mejor en cualquiera de sus dos formaciones que aquí. Casi hubiera sido más correcto poner en esa preciosa portada Single y Genís. Tampoco entiendo el incluir esa versión de ‘Gracias a la vida’ que ya venían interpretando en sus directos y en la que han dejado hasta un sampleado de la voz de Joan Baez. Personalmente creo que sobra, aunque también es cierto que al final resulta la canción más accesible, junto a ‘Posponías‘ y ‘Fotos‘. Muy complicado, por más escuchas que le pego esta vez no consigo aclararme. Tengo muy claro que el disco no me ha gustado y que esa sensación que me deja es muy desagradable porque me descoloca por completo, aunque creo que sería aún peor no sentir absolutamente nada. Pero también reconozco que hay que ser muy valiente para hacer algo tan rebuscado, tan complejo y tan diferente a todo. Single siguen siendo fieles a sí mismos y prefieren anteponer aquello en lo que creen a los gustos del público que paga por consumir su producto. Aunque aquí este termino tiene menos sentido que nunca ya que estamos hablando de arte. Quizás el único problema es que su ubicación debería ser un museo, al menos podríamos disfrutar viendo las caras de los que nos rodean, o que es un disco tan moderno que yo no estoy preparado. Nunca he tenido tanta necesidad de saber vuestra opinión.
Nota cortesía de: http://www.hipersonica.com/
An interview. Hello Johan! It’s so fine ‘n’ dandy to be doing this interview with you. You have a long and prolific history in the music field, forming the band Acid House Kings with your brother Niklas and Joakim Ödlund in 1991, starting the duo Club 8 with Karolina Komstedt in 1995, and creating The Legends in 2003. In 2001 you also founded Labrador Records and have produced other artists’ recordings. How do you keep all these plates spinning in the air? Is there ever a point where you feel overwhelmed by it all? No, it’s been just fine and fun so far. If I started to feel overwhelmed I’d just do a little less of something. I love running Labrador too, but making music is more vital so I’d probably cut down on Labrador a bit. But I do Labrador in the day time and make music in the evenings and nights so there’s time for everything. I’m more afraid of never being able to write another – very good – song again. A lot of the times when I get back from my studio with a new song I feel like it could be the last great song I’ll ever do. Not because I don’t want to make more songs, I MUST make more songs, I love it. I’m just scared that one day nothing good will come out. But I’ve been thinking like that the last six or seven years or so, so logically speaking I should be safe. Yes, I think you’ve been safe for years and I hope you continue for many more. When you start composing a song, do you figure it out on piano (or keyboards) or guitar? What instrument in your repertoire is your most favorite or most natural to play? I usually start with the drums. The rhythms usually set the direction of the song for me. Before I got the studio I normally have an idea of what I want to do, express, what mood I want to create / re-create from my head. So the first thing I do is to try and capture that in the song’s basic format. First drums, then percussion, then I’ll probably add bass and then some chord instruments like a guitar. Or I’ll jump directly to the vocal melody before the chord stuff. The key for me is to put down basics that inspire me and then I start doing vocal melodies and if it becomes something good, something that really communicates something strongly, then I just keep building on that. Guitar is the instrument that I’m most comfortable playing. The new Club 8 album, The People’s Record, is out now and it’s a departure from previous Club 8 albums, where you travel over different sonic terrain. The album is also produced by Jari Haapalainen, who has worked with bands like Camera Obscura and The Concretes, instead of you as producer. How did this break from past tradition work out? What did Jari bring to the table that you weren’t expecting? It worked out amazingly well I think! And it was a must for this particular album. It might sound a bit egotistical, but usually I feel that no one can produce and record the Club 8 albums better than me. I’ve always felt that it’d be stupid to try to explain the emotions we want to express in our music to a producer… and then see if he understands it… and then see if he’s able to capture that mood better than me.
This time was different. Jari was into the same type of rhythms and production style that I wanted on The People’s Record and I felt he understood very easily what we wanted to do. This needed to be very lively, we needed people who can play in a way I never could, and we needed people to play together in the studio – we recorded most stuff live to capture a specific feeling and groove. As I’ve never worked with a producer before I didn’t know what to expect. But he had very good input on the arrangements of the songs, came up with great guitar bits and, perhaps most importantly, chose the perfect musicians for the album. Honestly, I hadn’t fully understood how much the right musicians can add to an album. What kinds of instruments did the various musicians use on this album? Did you play an instrument that you hadn’t played before or in a way you haven’t played before? Yep, there was a whole bunch of very talented and, more importantly, very perceptive musicians playing. I didn’t play any instrument I hadn’t played before. Well, I hadn’t played EXACTLY those instruments before. Like the Korg MS-20 which is a very simple, but effective, old synthesizer. And I used my Vox guitar for the first time on an album. I suppose most people in bands buy a new guitar every three weeks, but I don’t. The Vox is the first electric guitar I’ve bought in many years. It sounds a bit different I think. And it wasn’t possible to tune it all that well which added some personality to it I think. You were on tour as Club 8 for a short jaunt around the Philippines and China from May 14th to 19th. What was it like to play in those countries? Were you able to find time to explore the towns or countryside there? We’ve been in China a few times before. The people who arrange the shows are usually very well organized and quite business-minded. They’re not very sentimental people. The audience is very good there. Our audience is actually fairly similar in all parts of Asia. They’re very appreciative and polite. We didn’t get to see that much of the country this time, because it was three shows in three towns far away from each other in three days. We got two days of holiday in the Philippines though. We went to a beautiful resort called Alegre I think which had amazing nature, coral reefs, and it was super-relaxed. I really liked the Philippine countryside. It must be quite hard in cities like Manila though. Extremely hot, dirty, traffic everywhere and so on. Continuing about Club 8, you have an extensive back catalog with 7 albums now. I’m not familiar with all of you albums and I was wondering if Karolina is always the vocalist or whether Johan contributes some vocals? If you haven’t done so already, I think it would be wonderful if you did a duet! I used to sing a bit in the past. Just one or two tracks on each album at the most. There’s some amazingly embarrassing vocal contribution from me on the first album called Nouvelle. The only good thing I did, vocally, for Club 8 was “Saturday Night Engine”. Which was the starting point for The Legends actually.
club 8 the people´s record
That song sounds quite a bit like the first Legends album. But as I started The Legends, and most of my vocal contributions had been crap, I decided not to sing anymore with Club 8. So from the 2nd latest album, The Boy Who Couldn’t Stop Dreaming, and on I don’t sing. And until I decide not to make anymore Legends albums I don’t think there’s any reason for me to sing with Club 8. I’ve noticed that in various reviews and descriptions of Club 8 and other artists on the Labrador Records roster, the music is referred to as ‘twee’. Does this description bother you at all or do you embrace the word (like bands who say they are ‘Twee As Fuck’)? I don’t think I’ve ever listened to any bands that say “We play twee” and I don’t like the label “twee” so it’s more of a bad thing than a good one. But I have liked, and still like, bands that probably some might call “twee” so even if I think it’s a pretty stupid label it’s not an insult. What’s bad about it is when it comes to Labrador Records, in most cases it’s just very misleading to label our bands as “twee”. In 2001 you built your own recording studio, called Summerland Studios, and founded Labrador Records. Was your purpose to work on and release only your own material, or did you already have other artists in mind that you wanted to promote with the label? Club 8 and Acid House Kings were the first artists on Labrador and that’s how I got to know Bengt Rahm who was actually the one who started the label. I joined on the fifth release I think, after a year or so, and then it happened that I sort of took over – not by force though. I had another label before that together with the guys in Acid House Kings. It was called Summersound Recordings and we released Happydeadmen, Edson, and some other stuff before “merging” with Labrador. But to answer your question, no, I didn’t start the label or start working with it to release my own material. Club 8 was around the time of the first album and signed to Siesta in Spain, but after that we wanted to be more independent and started licensing our albums to various labels instead of relying on one to take care of everything. And I’ve been very happy with that set-up ever since! Thanks for clearing that up, about who actually started Labrador Records, and that you founded your own record label before ending up at Labrador. What are some of the current releases on Labrador Records? This spring on Labrador has, honestly, been the best ever. We’ve released three bloody amazing albums by Sambassadeur, The Radio Dept, and Club 8. No, I don’t mind the self-promotion here…
Yes, organizing other bands can involve a bit of pressure I think. I wouldn’t say that they’re all like a walk in the park to work with. And success, even if it’s merely small indie success, can change people quite a bit even if they were super-easy to start with. But most of the time it’s just one big treat with lovely people and amazing music. I do need to make music though. It’s the most important thing there is for me. And having our own studio and my own label certainly is a great freedom. I like to be, or perhaps I should say “have to be”, totally independent. As you know, the music world, like the rest of the world, is in economic tumult and it seems like people have to reinvent themselves or their products to get noticed. Has the economic rollercoaster ride affected your output at all? Have you had to change the way you conduct business at Labrador Records? My view on Labrador is quite idealistic I guess. I either do things my way or don’t do it at all. There’s never any compromise in what we do here. But that doesn’t mean we don’t want to make money, or don’t want the artists to make money, on the music. We do. And the way we sell, market, and promote music has changed a lot of course since such a large part of it all is happening on the Internet. And that’s great changes for us. But the artists still have 100% independence to do what they want musically. If I don’t love it we want release it of course, but still… And we don’t hook up with other commercial, nonmusic companies for desperate cooperation. We’re very picky with aesthetics, we care a lot about our own independence, etc… The trend to let artists be drawn into the super- commercialized world of consumer products and the world of bad TV and make a mish mash of it all where you don’t know where a bottle of soda starts and the song ends is not a very fresh trend to me. The way cross-promotion is making the world of music merge with the rest of the commercialized world of consumer products may be seen as progressive by some, but to me it seems rather dirty. Your view about the negative aspect of music promoting commercial products is a distinctive one, because it seems like so many bands and singers have been lured into the world of commercials, which, as you point out, can trivialize and obscure the importance of the music. This view leads me to ask what you think of the ‘digitizing’ of music so that a listener can break up an album and download a track from one album and a track from another and play it all on a portable music device while commuting to work, etc… Is this also unfavorable to you or do you accept this as a necessary progression? Though I think it’s usually slightly exaggerated how much digitizing has changed things for the listener I must admit that I do think it has brought along something bad with the good. As you say, people break up albums and that’s sometimes a shame because it becomes more and more like everyone’s listening to some kind of “Greatest Hits”compilations and don’t dive into the worlds of the separate artists. Which, at least for me, can be a much richer and fuller experience. I want an artist to take me places and fill me with emotions. And that experience doesn’t appear when each song you listen to is a new band, a new song. Also, I think the whole world is focusing on songs that stand out on a first listen.
“Uno que no vive ahí no nota el ambiente y tensión política, pero la hay y mucha. En Venezuela hay censura” I think it’s wonderful that you ‘have it all’, so to speak, musically, with your own studio and label. Is it a feeling of freedom and relief to have a calm spot amid the storm, or are there pressures and demands with having to organize it all and be in charge of not only your projects, but other artists as well?
And those aren’t always the best ones in the long run. It’s like “Does it sound good when you check it out the first 5 seconds on Hypem.com or in the 20 seconds pre-listen on iTunes?” If not, it doesn’t end up on people’s playlists and doesn’t get heard. At this site I recently reviewed Over And Over by The Legends, which is essentially you playing all the instruments and singing all the male vocals. Looking at this album specifically, I enjoyed the invigorating blend of classic pop hooks with distorted guitar fuzz. I did feel, however, that a few songs tipped into too-noisy territory where the frequency of the distortion was too high-pitched for sensitive ears. Were you aiming for that Psychocandy-era Jesus And Mary Chain abrasiveness that only a hale ‘n’ hearty aural traveler could venture through? I wanted the music to hurt. The high-pitched feedback and guitars helped in achieving that. It was also a matter of distracting myself from my own life and the sounds and songs on Over And Over are hard to ignore. It’s a flood of noise that enters your mind and either you want it or not when you listen to it. It’s a real feel-good album for me. It’s medicine.I was also wondering if you used Autotune on a couple tracks? I’m usually not into Autotune, but I did think it was interesting that it made your melancholic vocals glide and dip ‘n’ peak more quickly on “Heartbeats”. Yes, I did. Sometimes I do some first takes which are quite out of tune, but they still have a very special feeling. Takes that are done when I’ve just written the song and I sort of exist in the core of the song. These are sometimes very hard to re-do and then I choose to have a bit of Autotune effect rather than sing with less emotional accuracy. You have a knack for picking lovely female vocalists, whether it’s Karolina from Club 8 or the bevy of singers on Over And Over. Who sang on Over And Over and have they appeared on any of your other albums? I had Liane Moccia from now defunct band Tralala helping out on one song. She wrote me years ago telling me she liked The Legends. I think she has a special voice and I needed that type of vocals on “Always the Same” so I just dropped her an email asking if she wanted to sing on that. Charlotte on the album is a friend and she hasn’t been on any albums before. I love the cover art of Over And Over. It’s so iconic, like the debut album by The Smiths. Knowing of your deep appreciation of The Smiths, was this comparison intentional or am I reading too much into your cover art? I’ve never thought of it as looking like a Smiths cover actually. I wanted it to combine the strictness of aesthetics of bands like McCarthy and early Nitzer Ebb with something a more strong emotional expression. There is an interesting quote from you at the Labrador Records website. In referring to your need for control over an album’s creation, you state “…by doing everything myself, the album comes out exactly the way I want it to. Involving other people might only blur the vision.” I’m not sure when you said that, or in what context, but I’m wondering if you feel the same way now, especially since you handed over the reins to Jari Haapalainen on the new Club 8 album. Yes, that’s how I usually feel. The People’s Record was an exception. Usually I don’t even want feedback on my songs or production before it’s finished because I’m afraid that other people’s input might blur my ideas of what I want to do. Is there any particular musical style that you haven’t yet covered that you would like to explore on an upcoming album? The next album I’ll release will likely be one by Acid House Kings and the Kings aren’t really about abrupt changes. Still, the reason I’ve become so inspired to do something with Acid House Kings again is, as always, because there’s a particular type of music I long so much to do. Where I am in life just fits the Kings so well at this point. And I do feel I have a bit of a new take on what we do, but it’ll be a lot more subtle changes than what happened on The People’s Record or any of The Legends albums. I’ve written a few Club 8 songs too since The People’s Record which might point to a new direction. They have a very desolate, epic, yet soft sound. They’re a little dark I guess. Can you give some more details about the soon-to-be-released Acid House Kings album? Well, “soon” sounds like something that my brother Niklas, who sings in Acid House Kings, might have written on our Twitter or so… but it should be out early next year at the latest, and in the world of Acid House Kings that’s a very short time frame. Please list the website for Labrador Records so we can find out more about your music and the other artists on your roster. Thanks so much! Nota cortesía de: http://www.adequacy.net/
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paper tongues
bajo la tutela de mtv It is a nice refreshing change to leave the typical music that surrounds me and escape into a trance of different talent. Nice, smooth, relaxing, and just making you want to throw your feet up, forget about everything, and just slip away. Paper Tongues is a seven-piece club/rock/alternative band that has been under the radar until they were discovered by MTV and Randy Jackson. Now just because they were mentioned on MTV doesn’t mean that they are just another sell out band that made it big. Matter of fact I guarantee almost no one has even heard of Paper Tongues. Their self-titled album is breath taking from start to finish and offers an escape that people long to look for.
Paper Tongues is too soft to be considered mainstream rock where you would see 35-year-old single moms dancing out at their concerts but at the same time too hard to be considered indie to most people. It’s a solid mix of guitars and synth rock to bring out a true sound that is uncommon to find. This fusion helps bring together multiple talents to the forefront and blend different styles together to get that perfect, relaxing sound that people want to find. The two best examples of this are the songs “Trinity” and “What If.” Their single “Ride To California” is a solid mainstream rock song that will be a hit on radio when Paper Tongues finally gets noticed and people realize that they have talent.
What really impressed me about this album was the vocal range of Aswan North. It is a pure sound that doesn’t have a limit to the range that he can hit. All of his notes are clean and the transitions are smooth and flawless. Another great attribute of the band are the two different kind of key players; Clayton Simon on synthesizer keys and Cody Blackler on rhode keys. These combinations of different key players add a completely different element to the band and really bring out the sound of each song.
Paper Tongues is a great band that is yet to be noticed and to show off their talent to the world. They are a sleeper band that has enormous talent with a new genre of music that has great potential. So if you are looking for a new band to fill that void of new relaxing music that you have been looking for, look no further than Paper Tongues, I promise you won’t be disappointed. Their debut self-titled album hits stores March 30th on A&M/Octane Records, go and pick it up and have your mind blown.
Written by: Matt (Hurricane) Haines Nota cortesía de:http://underthegunreview.net/
Como embrujados por un poder hasta ahora desconocido, los poseídos se menean en un baile orgiástico y le rinden tributo a un Dios del placer, de la lascivia, de los excesos: se mueven en cámara lenta, se aceleran, ganan velocidad vertiginosa y vuelven a aletargarse. Vacilan. Se tocan. Se rozan, se frotan. Sugieren y hacen explícito en un mismo acto rítmico: supuran sexualidad. Los responsables del efecto provienen, claro, desde arriba: los compases de ese sonido extraño, el resultado de una fusión entre ritmos provenientes de África, combinados en la música autóctona colombiana, la cumbia, la champeta y el bullerengue, y la electrónica y algo de rap y hip-hop. Los compases del electrovacilón, la cumbia psicodélica de Bomba Estéreo. Quienes no hayan escuchado jamás una muestra de esta mezcla, quienes no hayan siquiera percibido al pasar el grito salvaje del hit "Fuego", entonces no comprenderán (al menos no hasta que no lo hagan o puedan sentir la experiencia del vivo) el significado de estas palabras. Porque Bomba Estéreo es cosa bastante rara, por eso la magnitud del fenómeno que los llevó a editar su segundo disco (Estalla, 2008) en varios puntos del planeta, incluidos los Estados Unidos, y a presentarlo a través de los continentes, con una gira que no se acaba nunca. No es la primera vez que aquella instantánea es tomada en Buenos Aires: a mediados de mayo de este año, los poseídos asistieron a Niceto Club también respondiendo al mismo llamado. El cuarteto colombiano regresó en menos de seis meses para pulir los efectos del ritual o volver a generarlos. En esta oportunidad, el contexto es distinto: la segunda fecha indoors del Pepsi Music, los coloca en el centro de una grilla muy rockera y sorprende con las características de la jornada.
Antes, las Kumbia Queers -proyecto cumbianchero-rockero-tropipunk, como le dicen, liderado por la mexicana Ali Guagua- presentaron algunos temas de su segundo disco, a punto de editarse a fin de este mes: La Gran Estafa del Tropipunk (producido por Pablo Lescano) y prepararon la pista con sus tracks pegadizos y sus covers espectacularmente deformes o deformemente espectaculares y coloridos. Después de un cuelgue introductorio, Bomba Estéreo desplegó su setlist narcótico; la pequeña Liliana Saumet, voz y cara del combo, como vehículo hipnotizante: mini shorts, colores fluorescentes, larga melena morena, movimientos bruscos de ménade. Simón Mejía, director musical y bajista, controlando el descontrol desde su posición taciturna y con mirada calculadora, dio la señal para que "Elegancia" abriera el juego; a partir de ahí, todo (la temperatura, principalmente...) fue en ascenso. Liliana se sacude endemoniada y contagia hacia abajo, sus agudos -varias veces se le marcó similitud con la cantante folclórica colombiana Totó la Momposina- penetran lo que tienen que penetrar para generar el efecto inmediato, un vacilar de izquierda a derecha casi constante pero también saltitos, meneos, perreos. Ella entona en español y a veces en inglés, se entrecorta, se repite, rapea (en "Feelin", por ejemplo), jadea ("Respirar") y seduce, excita con sus letras sugerentes, "Cosita Rica" y su "You make me feel so high, carajo" a la cabeza. La fusión rítmica se nota en cada tema, beats dignos de la cumbia más clásica, comandados por el correcto Kike Egurrola, pueden tanto transformarse en pasajes más up tempo rozando el ska o bien ser sucedidos por tramos colgados de viola y perillas. Cuando llega "Fuego" el termómetro estalla. Todos -pero todos, eh, los del fondo y los de arriba también- cantan y se contonean, la sensación de ridículo es superada por la orden inconsciente: hay que bailar, hay que saltar. Es ahora o nunca. Aunque... con "Cumbia Psicodélica" hay una segunda oportunidad porque da por finalizado el set principal -luego vendrían los bises, tras el "una más y no jodemos más" reglamentario- pegadita a "Pump Up the Jam" junto a Ali de Kumbia Queers, la versión del tema de Technotronic que hicieron para las Levi´s Sessions, traduciendo el estribillo por fonética: "¡Agua que tengo sed!". Y el pedido oportuno para que la audiencia jadeante, agotada, pueda extinguir su incendio interno. O, mejor, calmarlo momentáneamente pero no dejarlo apagar.
BOMBA ESTEREO desde colombia, estallan!
pedropiedra en el disco se nota mi desprecio a la autoridad Aunque seguíamos su myspace y estábamos al tanto de algunas de sus canciones sin CHC, al escuchar el primer disco de Pedropiedra quedamos encantados. No sólo por su sonido muy pop y porque nos entretienen los coros, sino porque como somos taaan críticos, nos sorprendía escuchar a un cantante chileno capaz de reírse de la muerte, recordar la niñez sin un tono absurdamente apendejao o llenar de humor las románticas escenas amorosas que abundan en las radios. Por eso fuimos a conversar con Pedropiedra y terminamos hablando de su obra y también de otros detalles que nos ayudan a comprender a un músico que imaginó su debut como un diario de vida, pero que sobrepasó la autoreferencia en varios aspectos. Para saber cuáles hay que leer lo que sigue: No me queda claro cuál fue el tipo de Sin bandera que te ayudó con el disco. ¿Cuál de los dos, el rubio o el gordo? El gordo. ¿Y era amigo tuyo? No, yo conocía allá (en México) al baterista de Sin Bandera, que es chileno, pero también conocía al hermano de este loco, porque trabajaba en Sony. Entonces lo que pasó fue que Leonel, el guatón, escuchó los demos y le fascinaron. Después me ofreció el estudio de su casa y pagar la masterización. El loco hizo la producción ejecutiva, pero no se metió en nada. ¿Conocías a Sin Bandera antes de eso? Los veía como una huea completamente lejana, que están en la radio y venían al Festival de Viña. Lejana también en términos estéticos, onda las baladas que se escuchan en las radios no más. ¿Nunca te complicaste porque fuera él la persona que te ayudará con el disco? No, porque si él hubiera dicho, “yo te produzco el disco” o “saca esta canción y pone una más romántica”, ahí te creo. Pero nunca pasó eso, nunca se dio esa relación. Y la oportunidad era buena porque el estudio era rico y yo ahí podía hacer mi disco con tiempo, sin presión de nadie, que era como lo iba a hacer allá; con un sello, un estudio, con horario, y entonces como que no hubiera podido decirle “no, porque eres de Sin Bandera”. Acá mucha gente me ha preguntado si me daba prejuicio y no…A mí me interesa hacer la música que me gusta hacer, las condiciones o dónde sea es secundario. ¿Al estudio llegaste con las canciones armadas? Sí, llegué con 18 demos y ahí grabamos casi todo, elegimos algunas y yo metí una más, “Obrero mundial”, la última del disco. ¿Crees que el resultado final hubiera sido el mismo aquí, o sea en Chile, que allá? No, yo creo que no, porque acá hubiera sido como trabajando por la buena onda en cualquier lado, entonces se hubiera atrasado todo. Además, creo que allá lo hice todo con menos pudor, por el hecho de no estar mostrándoles los temas a mis amigos todo el rato, y que nadie opinó y que en el fondo nadie dijo nada. En el caso de CHC no
sentía eso porque como es banda, todos hacen la música, todos participan en algo y se responde en grupo también. En qué momento decidiste hacer un disco solo. Todo se dio sin planearlo. Yo me fui a México a hacer otras cosas y se terminó haciendo esto porque no se me ocurrió otra cosa, además que lo otro no resultó tanto. Yo quería editar el último disco de CHC allá, pero me dijeron que para editarlo se tenían que ir todos los chiquillos. Aparte de eso, el disco no le gustó a nadie porque no les hacía click, como el click que le hace a alguna gente acá. Entonces ocurrió no más, pero bien instintivo, como una manera de diario de vida quizá. Yo igual había hecho hartas canciones antes, pero nunca me pesqué mucho, pero como estaba solo en México empecé a hacerlas y las atesoré un poco más. Eso se intuye en las letras, pero cómo llegaste al sonido pop del disco A mí siempre me ha pasado que eso se da en el estudio. Nunca he tenido la genialidad de decir “esto va a sonar así”, entonces creo que las canciones dependen mucho de quién esté al mando de la consola. ¿Cómo miras este primer disco? Onda “el debut”. El disco se siente como cualquiera en los que haya participado, como que ya terminó la huea y hay que pasar a lo siguiente. No me he quedado hasta muy tarde en la noche mirando la carátula, como hipnotizado. Es mi primer disco donde hago las letras, canto y todo, pero no siento que sea un gran triunfo ni nada. En relación a los otros creo que es parte de un mismo camino, como otro eslabón no más. Para ser tu “primer disco” te distancias harto del panorama de acá, sobre todo en las letras, los motivos de ellas. ¿Te das cuenta de eso? Lo que empezó a darse solo es el tono confesional que tiene el disco. Es un poco hablar de uno, de lo que a uno le pasan, sin tanto filtro estético, sino que más emocional. Creo que esa puede ser un poco la diferencia con lo de acá. Pero en las letras, no sólo en comparación a Chile, yo quería todo el rato que no fueran letras engrupidas, que no fueran como de un hueon tan músico el que está cantando o escribiendo. Prefería más lo del humano-común. Hay partes en que las letras suenan hasta infantiles, pero no apendejadas a propósito. Creo que se dio natural…Yo soy medio infantil de personalidad, pero no sé…Hace poco escuché que Walt Disney había dicho que por cada lagrima debiera haber una risa o algo así. Entendí eso como la clave del pop: no cargarse tanto para ningún lado, sólo mostrar las ideas con las competencias ahí mismas, las dos caras de la moneda. Eso igual es un coraje que no se nota en otros autores de acá. Puede ser, quizá por ahí agarró que a la gente le gusten tanto las letras. Yo creo que es porque se escuchan de verdad, honestas. Supongo que es porque se cacha que el que está cantando no está tratando de vender una pomá, sino que hablar de lo que le pasa y por ahí alguna gente se siente identificada. También impresiona que el disco, o sea las letras de las canciones cambian el modo usual de referirse a temas como la muerte o el amor.
Yo creo que las letras inconcientemente querían huir del cliché y en el fondo las perspectivas de cómo veo las cosas le dan la personalidad a las letras. Cada uno tiene la forma de decir las cosas, no sólo los músicos, entonces para hacer las letras puse mi personalidad. Por eso en el disco se puede entender un poco como soy yo. Hay otras cosas como el rollo con la figura paterna, que puede ser entendido así a simple vista, pero que también habla de tu posición ante las instituciones. De partida no tengo ningún problema con la figura paterna, pero yo creo que sí se trasluce un escepticismo ante la figura de la autoridad. Yo creo que eso se nota harto en el disco: mi desprecio a la autoridad de cualquier forma. También es porque yo estaba tratando de reivindicar la unicidad de cada persona. Me pasa que las canciones tienen muchas lecturas, como en “Historias de terror” que podría ser una visión clara sobre la democracia chilena. Pero eso ya es una idea mía. No, a mí me pasa que ese tema tiene una sola lectura. Para mí las historias de terror son como los titulares de los diarios, las malas noticias, aunque en la canción traté de hablar de eso con “poesía”. En vez de decir “maldito empresario millonario que derrumbas los bosques”-que hacer una letra así es atroz-, prefiero decir “el hombre que mató a todas las demás”. Pero me parece genial si cada uno interpreta las letras como quiera. Eso lo vuelve de mayor alcance y siempre va a depender del espectador, de cuánto se compenetra con lo que está escuchando y qué le provocan ciertas palabras puestas en lugares estratégicos. Es bien inconsciente, pero sí se da para interpretarlo es súper bueno. Qué otro factor social o elemento de lo que ves en el entorno está reflejado tan explícitamente en el disco. En el caso de “Obrero mundial”, hay una calle que se llama así en el DF y el título era muy sugerente para hablar de las personas que trabajan en condiciones injustas, pero también de no obtener lo que se merecen. Aunque no estaba pensando en mí en ese tema, en mi caso es un poco así, pero nunca desde una perspectiva muy llorona como del pobre músico que no gana plata. Cuando pienso en el nombre Pedro Subercaseaux pienso en = Cuico Conservador ¿Durante tu carrera te has enfrentado a ese tipo de prejuicios o tensiones? Al principio no me importaba nada lo del nombre, pero igual después no sé si sentía vergüenza en la época que era amigo de muchos raperos. Yo sé que vengo de una familia que carga con ese apellido, pero no me siento un cuico huea. Nadie es responsable de dónde nace y el clasismo siempre corre para los dos lados. Al final se trata de…no sé. Es un poco peso lo del nombre, pero yo cacho que acá en Chile sobre todo porque los cuicos son súper mal mirados, es como un estigma. Nunca he luchado lo suficiente como para quitármelo, pero es algo de lo que no quiero hacerme cargo porque para mí no significa nada.
También siempre he escuchado “Ah, los CHC, puros cuicos rapeando”. Claro, onda si uno se mete a youtube ve mensajes de gente que le encanta la banda, pero también de otros que dicen “ah, estos cuicos que rapean y blablabla”. Eso es divertido, pero nunca me saqué el Subercaseaux porque lo encontrara cuico, sino porque lo encontraba fome, como Alberto Plaza o Kevin Johansen que son nombres enteros. “Pedro Subercaseaux” no po… Si toda mi vida he tenido que explicar el apellido, onda deletrearlo en todas las filas del banco, entonces mejor ya chao, Pedro Piedra y listo. En todo caso por motivos más estéticos que ideológicos. Sobre CHC, qué te parece los rumbos que ha tomado cada integrante. Me parece muy entretenido que la gente que escuchaba CHC se pueda dar cuenta que cada uno de nosotros tenía un mundo propio, onda algo que mostrar también por separado. Por ejemplo si uno ve las películas de Sebastián (Silva) se puede dar cuenta del humor de la banda, y si uno escucha mi disco va a cachar la mano del tipo hacía la música. Has declarado que te interesa sonar harto con este disco. ¿Cómo te relacionas con la posibilidad de alcanzar cierto “éxito” con tu debut? ¿Te motiva volverte más popular por ejemplo? Me motiva la idea de hacer otro disco que sea una continuación de éste y me motiva pensar que tengo hecho un tercio de eso. Me motiva la idea de hacer un disco bueno y de escucharlo entero. Pero con el éxito…creo que no hay que engrupirse mucho con ser el sabor del mes, porque después todo el mundo se olvida de todo el mundo. Además a mí nunca me ha ido tan bien con ningún grupo, entonces tengo súper claro que lo que viene se va y listo. Qué hay con la posibilidad de irte otra vez a México a mostrar el disco, ¿aspiras a salir de Chile con este disco? La verdad es que no estoy muy bueno para hacer planes, pero ojalá pueda editarlo en varios países porque eso te permite ir a tocar afuera. Lo más lindo de ser músico es que puedes salir y si es con amigos, mejor. Y no importa que las condiciones no sean las óptimas. Por ejemplo, ahora hace poco fuimos con Gepe a México y estuvimos durmiendo en el piso de la casa de un amigo dos semanas y no importa. Pero si se da viajar, sí, porque más que aspirar a hacerlo, es una posibilidad que está ahí y yo la tomaría feliz.
Por: Padrino Nota cortesía de: http://gugulson.com/
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Compilación: José Juan Bautista
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