DOMINGO 14 DE SEPTIEMBRE DE 2014
VALLADOLID
Redacción, Administración y Publicidad: C/ Manuel Canesi Acevedo, nº 1. 47016. Valladolid Teléfono: 983 42 17 00. Fax: 983 42 17 17. E-mail de Redacción: elmundo-cyl@dv-elmundo.es; local.va@dv-elmundo.es E-mail de Publicidad: publicidad.va@dv-elmundo.es
LA ESPUELA
PHOTOGENIC
Pedro Escolar Portavoz Stecyl
Primero fue maestro y luego ‘profe’ de Secundaria, este burgalés de Torresandino. Desde el año 2000 lucha como liberado en el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Castilla y León
«Esta ley no se la cree ni Magú; no podemos construir sobre un cementerio de recortes» ESTHER NEILA
Estrenó en Valladolid su mayoría de edad y desde entonces se ha comprometido con las libertades, con sus alumnos, con los movimientos vecinales y con una educación de calidad. Funcionario y sindicalista, contradice la mala prensa de ambas etiquetas al definirse como «una persona muy trabajadora». Pregunta.– Apellidándose Escolar Izquierdo, ¿sus padres le predestinaron a este trabajo? Respuesta.– Y nací el 2 de septiembre, con el comienzo del curso. P.– Su especialidad es Geografía e Historia. Veamos. ¿Capital de Burundi? R.– Uy, voy a suspender. P.– ¿Dónde nace el río Aguasvivas? R.– Ay, la madre que te parió. No doy ni una. Como me dice mi padre, ‘hijo, se te han olvidado ya todas las lecciones’. Aun reconociendo mi ignorancia, lo que se debe aprender en los colegios no es la listas de capitales, sino a manejar un mapa, la información. P.– En el cole, era el pelota, el empollón, el pringao...
R.– Solía ser de los de la primera fila. Pelota creo que no, pero procuraba ser aplicado; no quedaba otra si querías seguir estudiando. P.– De la escuela del pueblo se fue de interno al seminario menor de Burgos. R.– Sí, estuve allí cinco años. Por la noche escuchaba Radio Pirenaica Internacional. Estamos hablando de mediados de los 70... Tuve la suerte de vivir aquella época de ilusión. P.– Y ya entonces apuntaba maneras, con su primera asamblea... R.– Sí, cuando venía el barbero nos rapaba a todos, nos daba el trasquileo como a las ovejitas. Una vez nos negamos. Llamaron a mis padres: que si no estaba conforme cogiera las maletas y me fuera a mi casa. P.– De todos los ministros de Educación que ha conocido, ¿a quién pondría orejas de burro? R.– A este último. P.– ¿Y a cuál haría repetir, entiéndase, por haberlo hecho bien? R.– Rescataría a Gabilondo. En su última etapa hizo un intento muy serio por llegar a un pacto por la
educación. P.– A Wert, ¿qué frase le mandaría copiar cien veces? P.– Una que no le gusta mucho: Escuela pública de todos y para todos. P.– La Lomce, ¿es una ley de derechas? R.– Tiene cierto tufo a alcanfor con tanta reválida. Lo que tenemos que hacer es tender puentes para que los niños no abandonen los colegios, los institutos. Es un fracaso que se nos escapen. P.– La Religión vuelve a puntuar. Suspenderla, ¿sería también pecado? R.– Yo no reniego de mi formación religiosa ni he hecho apostasía. De hecho, mis hijos van a Religión y... P.– ¿Y eso? R.– Bueno, porque su madre se empeña. Pero desde el sindicato no creemos que deba ser una asignatura, sino una cuestión de fe. Además, la imparten los ‘interinos de Dios’, profesores nombrados por el dedo divino: el del obispo. Que eso se puntúe y sirva para pasar curso o para conseguir una beca, ya es el colmo. Es un autentico dislate. La Ciencia,
las Letras, el Arte… eso tiene que estar en la escuela. Y fuera, que cada uno haga lo que quiera. P.– Si un tren circula cargado de profesores y a la misma hora sale otro de Madrid lleno de legisladores educativos, ¿en qué punto se cruzan? R.– ¡Es que van por vías distintas! El grave problema de los políticos es que les gusta más el marketing que la pedagogía. Los profesores sabemos cómo mejorar y es bueno que se nos escuche.
«Nunca hemos trabajado tanto para perder tanto como en estos años» «La crisis, si ha tenido algo positivo, es que hay más hambre de educación»
P.– En las reuniones de la mesa sectorial, el consejero Mateos, ¿es educado? R.– En las formas, sí. P.– ¿Y en el fondo? R.– Hombre, tanto el consejero como su equipo representan una visión más moderada que otros del PP en otras comunidades autónomas. Entonces, se puede hablar, aunque en ocasiones las cartas están marcadas de inicio. P.– Solía decirse que los profesores no iban al cielo porque no podían ‘pasar a mejor vida’. Con los recortes, ¿se han ganado el descanso eterno? R.– No sé si el cielo, pero evidentemente han tenido que hacer un esfuerzo importante. Los recortes se hacen a espaldas del profesorado y sobre sus espaldas. P.– Según su sindicato, uno de cada cinco profesores es interino. ¿Eso son plazas docentes o indecentes? R.– Son indecentes, no por quien las ocupa, sino por quien las genera, que es la administración. En este país no podemos construir sobre un cementerio de recortes. Por eso esta ley no se la cree ni Magú. No se puede mejorar la calidad educativa después de despedir a 40.000 profesores en España. P.– Van a faltar profesores para aplicarla, entonces... R.– El empleo docente está hecho unas trizas. Pero la crisis, si ha tenido algo positivo, es que ahora hay más hambre de educación, como demuestra el aumento del número de alumnos. Y no hay cosa mejor para obtener resultados que la motivación, el hambre de saber. P.– ¿Cuál es la lección más valiosa que le dieron sus padres? R.– Que para ser una persona de provecho hay que estudiar. Aunque a veces, cuanto más estudiamos, nos volvemos más tarumbas. P.– ¿Echa de menos las aulas? R.– Volveré antes de jubilarme. Algunos compañeros me dicen que no vuelva, que la cosa está muy difícil. Es verdad que ha pasado mucho tiempo, pero no me asusta. P.– ¿Cuál es el sitio de su recreo? R.– La lectura y el cine, aunque últimamente sólo veo películas infantiles con mis hijos. Y también un huerto que tengo en el pueblo, que estos años me ha despejado mucho. P.– Las movilizaciones de estos años, ¿han servido para algo? R.– Nunca hemos trabajado tanto para perder tanto, para conseguir tan poco. Pero si no hubiéramos luchado el desastre sería mucho mayor. Y no me refiero sólo a las huelgas, que hoy en día son muy difíciles de sacar adelante. Muchos trabajadores del sector público, que han visto recortados sus derechos y retribuciones, piensan que igual existen otras maneras. P.– ¿Y existen? R.– Claro que sí, y también pueden ser eficaces. A lo largo de la historia las revoluciones no han sido cosa de un día, son procesos. Lo que no sirve es quedarse sentado y ver llover. Hay que intentar mojarse y si hay que sacar el paraguas, se saca.