El “modelo Alzira” se inició como una externalización de un centro, el Hospital de La Ribera Alzira el año 1.998. Ese modelo fracasó económicamente al cabo de 5 años, pidiendo el rescate la concesionaría, consiguiendo una indemnización de la administración autonómica en base a los posibles beneficios no obtenidos. Posteriormente, se le readjudicó la concesión, esta vez externalizando todo el área sanitaria, considerando esta esencial para que el modelo fuera rentable.