Incidencia del cambio climático en las catástrofes naturales Incidencia del cambio climático en las catástrofes naturales. Las ultimas catastrofes son un aviso de que con el Planeta no se juega. Huracanes, inundaciones, entre otras catástrofes, azotan al planeta. Especialistas afirman que el culpable no es otro que el ser humano. ¿Qué se puede hacer para detener el deterioro del planeta en que vivimos? Aquí algunas soluciones y explicaciones de por qué pasa lo que pasa. Hay muchos temas que llaman la atención a nivel mundial: la globalización, la pobreza, las guerras, etc. Y desde hace unas décadas se ha sumado algo que también mantiene al planeta en vilo, las catástrofes naturales debido a los cambios climáticos. Este tema reclama la atención de la opinión pública mundial, y muchos gobiernos intentan buscar un porqué y, lo más importante, una solución. Como el cambio climático global es un hecho, los gobiernos a nivel mundial han reaccionado ante la amenaza, cada vez más cercana, de alteraciones climáticas que puedan peligrar sus economías. Se está empezando a tener absoluta conciencia que dejar la búsqueda de soluciones para el futuro o para cuando se hagan fuertemente necesarias, no es sano para la humanidad y muchos menos para el planeta. La atmósfera y los procesos que mantienen sus características no tienen tiempos de reacción rápidas en comparación con los periodos humanos. Por lo tanto, ocuparse de remediar los problemas deladelgazamientode la capa de ozono, del calentamiento global y de las alteraciones climáticas devastadoras, no es cuestión de años sino una preocupación que debe ser inmediata. Cambio climático y calentamiento global El cambio climático es un conjunto de alteraciones causadas principalmente por la contaminación y por la excesiva presión humana sobre el medio, y pueden estar produciéndose en el clima de la tierra. Su efectos pueden llegar a lograr una elevación de la temperatura media del planeta, lo que implicaría desastrosas consecuencias e importantes cambios en las condiciones de vida terrestre. Aunque todavía no se puede establecer de una forma rigurosa su existencia, se han creado numerosas comisiones internacionales para evitar este fenómeno. Entre las conclusiones que han sacado están las de promulgar leyes que prohíban la expulsión a la atmósfera de gases contaminantes, como también el dictado de normas para conservar y ampliar las áreas de bosques y selvas. Uno de los temas que hacen a los cambios climáticos es el calentamiento global. Según especialistas “éste es producido por a combustión de los hidrocarburos (nafta, gasoil, fuel oil, entre otros) y del carbón mineral, que constituyen las principales fuentes de energía que emplea el hombre”. Muchos de los cambios climáticos se deben al ser humano, que con la actividad intensiva de la industria, el transporte y el desarrollo de una amplia gama de fuentes contaminantes, ha multiplicado la presencia en la atmósfera de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero hasta romper ese frágil equilibrio. La propagación de esos fluidos ha engrosado algo que en origen era un filtro benéfico hasta el punto de que éste ahora ha comenzado a retener más calor del que debería. Hecho que da como resultado el tan conocido calentamiento global –incremento de 0,6° C en el lapso del último siglo–, y varias alteraciones climáticas que, de ser ciertas las asociaciones que establecen algunos expertos,
vulneran a los ecosistemas produciendo: sequías, inundaciones, huracanes, granizadas, heladas fuera de época, olas de calor, deshielo de glaciares, aumento del nivel del mar e incremento anormal de las precipitaciones. Además de estas modificaciones en el clima global, existe también la posibilidad de que se produzcan cambios a gran escala y potencialmente irreversibles en los sistemas de la Tierra, como el enlentecimiento de la circulación de los océanos, que produce el trasporte de agua cálida al Atlántico Norte, el deshielo a gran escala de Groenlandia y de los bloques de hielo del Antártico oeste, lo cual puede provocar un calentamiento acelerado global. La salud mundial también corre peligro No sólo el medio ambiente sufre las consecuencias de estas modificaciones en el clima sino también las mismas personas. Con el cambio climático se puede incrementar la frecuencia de las olas de calor. Por ejemplo, en Inglaterra, hasta el año 1976, las olas de calor eran un acontecimiento que se producía una vez cada 300 años, mientras que para el año 2050 es posible que ocurra cada cinco o seis años. El efecto del recalentamiento urbano produce que la temperatura sea más alta en las ciudades que en las áreas suburbanas y rurales, debido principalmente a las superficies que retienen el calor, como el hormigón y el asfalto negro. La mayoría de las muertes que se producen durante las olas de calor se debe a enfermedades cardiovasculares, cerebro vasculares y respiratorias, y se suelen concentrar en las personas mayores y en los individuos con enfermedades preexistentes. La sequía puede tener un impacto sobre la salud en los países en vías de desarrollo, por sus efectos adversos sobre la producción alimentaría y sobre la higiene. Además, las epidemias de malaria pueden producirse durante las épocas de sequía como resultado de los cambios geográficos causados por el vector de la enfermedad. El impacto de algunos contaminantes sobre la salud parece ser más intenso durante los meses estivales o durante las épocas de temperaturas más altas, aunque este hecho no se produce en todos los casos. Los valores de ozono tienden a ser más altos cuando las temperaturas son más elevadas, y algunos estudios han sugerido que el ozono contribuye al aumento de la mortalidad observada. El cambio climático es probable que también incida en los incendios forestales, que en algunas regiones del mundo (como Malasia y Brasil) se han asociado con un aumento de enfermedades respiratorias. Qué se puede hacer por el futuro del planeta Para poder mitigar las acciones del efecto invernadero se deben diseñar políticas destinadas a reducir las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero (por ejemplo, promover energías eficientes y el uso de fuentes de energía renovables, como las energías solar y eólica). Este hecho se podría aplicar especialmente a los Estados Unidos, país que genera más del 25% global de las emisiones que ocasionan el efecto invernadero. Además de las acciones que puedan realizar las políticas gubernamentales, existen otras que tanto empresas como cada ciudadano pueden emprender para tratar de disminuir futuros inconvenientes. Entre ellas se encuentran: - Ahorrar la energía que se despilfarra en todos los sectores de la economía, incluyendo en el transporte, en las casas, en las oficinas y en la industria. - Cambiar el uso industrial del carbón por el de insumos menos contaminantes, como el gas natural, especialmente en la producción de energía. - Aumentar el uso de energías limpias y renovables, como la eólica y la solar, que no emiten dióxido de carbono. - Mejorar la eficiencia de los automóviles. Se puede lograr a través de una superior tecnología, alivianando la estructura, mejorando los motores y la transmisión, reduciendo el roce aerodinámico, diminuyendo la resistencia de las ruedas, etc.
- Terminar la deforestaciรณn y estimular la reforestaciรณn. No se puede esquivar el hecho de que las catรกstrofes naturales son un mal que acecha a todos por igual. Medio ambiente y salud humana estรกn en peligro. Por lo tanto, ayudar a contrarrestar las fuerzas del cambio climรกtico es una tarea que nos depara este nuevo siglo, y una manera de lograrlo es que tomemos conciencia del problema todas las personas que habitamos este planeta. Daniela Ceccato