CUANDO LA ARQUITECTURA ENCUENTRA LA CIUDAD
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INTELIGENCIA COLECTIVA / PARTICIPATIVA JOSÉ ABÁSOLO
Frei Otto. Casabella 301 1966, pag. 35
INDEPENDENCIA COLABORATIVA DESCENTRALIZADA (ICD) Y ARQUITECTURA, ANTECEDENTES HETERARQUÍA Y NEOLIBERALISMO David Maulén R.
Visualización”Estado sindicalista funcional, en la teoría y en la práctica” profesores del grupo “Nuevo Nervio” y de la Reforma de la “Escuela Nueva” y “Escuela Activa” de 1928. Chile, antecedentes de ICD:1936. (Imagen cortesía de Leonora Jedliki)
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El concepto de heterarquía, utilizado por el cibernético Stafford Beer en la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO) de Chile durante el gobierno socialista de Salvador Allende ya hace algunos años es enseñado en la Escuela de Negocios de Harvard. Heterarquía no quiere decir anti jerarquía, sino más bien modelos de organización alternativos a la jerarquía, entendida de manera tradicional como organización vertical. La iniciativa de incorporar estas prácticas en la Escuela de Economía mencionada obedece al simple principio de que la Colaboración Descentralizada genera mayor rentabilidad que la organización jerárquica. Mandos medios de una organización, comercial en este caso, que no pueden operar sin las directrices de un mando superior resultan siempre más caras y poco rentables. Es relativamente conocido el hecho que al menos en personas cercanas a Beer de 1971, como Fernando Flores, y Gui Bonsiepe, esta reconversión de los principios de una cibernética socialista de segunda generación a la mayor eficiencia empresaria, a través del software “the coordinator“ se produce a fines de los años ochenta. Y determina, con mucho otra forma de ver la descentralización en el neoliberalismo, o “post capitalismo“ como la plantea por ejemplo Peter Druker. Que describe y apoya de alguna manera un sistema basado en el funcionamiento de las transnacionales, y deriva en la tercerización laboral sin resguardo. En estas direcciones tendríamos que suponer que cualquier construcción de sentido desarrollada en esta época estaría marcada de manera consciente o inconsciente por estas formas de utilizar el principio de heterarquía, pero sin embargo algunas prácticas se resisten al “sentido común de época“, o simplemente retoman formas de hacer porque los modelos en los que fueron formados no son suficientes para resolver los desafíos. Coop, antecedentes en las vanguardias de los años veinte. La sigla co op se utilizó en los años veinte asociada a las cooperativas de trabajo, las cuales tuvieron mucho auge en diferentes contextos. La idea de cooperativa también en los años veinte, estaba asociada al trabajo de los sindicatos, es decir un grupo de trabajadores de una misma área que decidían asociarse de diferentes maneras, en el caso más desarrollado, ser ellos mismos, los trabajadores los dueños de la producción. En los últimos 20 años se ha rescatado algunos de estos testimonios dentro de un marco de revalorización de las tendencias “radicales“ o del “post humanismo“, todavía no son muchos los estudios que profundizan en la base comunista de estas ideas basadas en principios del materialismo dialéctico, como la critica al poder burocrático o a la tecnocracia. Evitando volver a usar los términos originales por la estigmatización que en diferentes sectores acumuló la sola mención al comunismo, sin diferenciar entre tendencias epistemológicas, y rápidamente asociada a los autoritarismos que de hecho no practicaban la heterarquía. Pero volviendo a la raíz de los años veinte, hoy podemos deducir de manera explícita voluntades por aplicar estos principios en modelos de organización y producción donde estaban involucrados, diseñadores, arquitectos, artistas, con otros actores sociales relevantes. No eran prácticas aisladas sino al contrario era la forma de enfrentar los desafíos que se planteó la vanguardia como crítica al modelo de modernidad anterior a la primera guerra mundial y que provocó su propia gran crisis.
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Desde esta época uno de los referentes más utilizados fueron los avances del segundo director del Bauhaus, Hannes Meyer, quien ya venía practicando un trabajo definido como coop. Pero dentro de las incomprensiones de su propuesta, además de seguir un camino opuesto a lo que conocemos como realismo socialista, Meyer incursionaba con la posibilidad de utilizar las teorías del comunismo “materialista dialéctico“ con los planteamientos psicofisiológicos de la “Gestalt“ de esos años. Las experiencias con cooperativas se siguieron dando después de la segunda guerra mundial, con mucho énfasis en lugares como Suiza, siendo uno de sus mejores ejemplos las cooperativas de vivienda social de las cuales eran antecedente las experiencias de Meyer con sus estudiantes del Bauhaus y los sindicatos de trabajadores de Alemania de fines de los años veinte. Este tipo de principio derivó en la concepción de postguerra que construyó una susceptibilidad de época, la ciudad debía diseñarse como un organismo vivo, todo conectado con todo, uno de sus fundamentos fue el principio nodal frente al decimonónico principio modular. La ciudad diseñada como un organismo vivo en Sudamérica. La distinción práctica fundamental es que un sistema o estructura cualquiera esta compuesta por diferentes elementos, cada uno con una función específica, mientras que el principio nodal apunta a que cada elemento del sistema contenga en potencia todas las características del sistema. En Chile una de las primeras institucionalizaciones de esta idea es a reforma educativa de la “escuela nueva“ o “escuela activa“ de solo ocho meses de duración, durante 1928, movimiento que planteaba de una referencialidad múltiple que el conocimiento y las decisiones de administración descentralizada pasaba por el reconocimiento de las variables culturales propias. Después de la segunda guerra mundial los arquitectos logran finalmente institucionalizar las ideas de vanguardia en su enseñanza, siendo la “escuela activa“ y la idea del trabajo en equipo formas de hecho para llevarla a cabo, la que se traducía en un proto “modelo de sistema viable“, la “arquitectura integral“ basada en las determinantes del ser humano, la naturaleza y el material (desde donde derivaba el uso de la tecnología). Desde esta idea el objetivo era enfrentar polifuncionalmente todos los desafíos de un país subdesarrollado, empezar con la autodeterminación desde la organización temprana de modelos de trabajo de jóvenes arquitectos, los que al vez empezaban reconociendo el conocimiento de los habitantes sin casa como insumo para mayor efectividad de sus proyectos. Es desde esta ideología que nace la concepción de ciudad con trazados de circunvalación que proponer diferentes centros independientes, y dinámicos, las unidades vecinales, que la ciudad sea proyectar escala uno a uno, suspender la circulación de vehículos de motor en el centro. Negarse a los suburbios y los tréboles urbanos, y en cambio proponer sinérgicas rotondas.
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DISOLVER Y NEGOCIAR REVISANDO PRACTICAS SOCIO-ESPACIALES DESDE LA ARQUITECTURA Fernando Portal.
“El poder ya no necesita a la arquitectura como un instrumento de control (…) frente a esto, es urgente distinguir si la disciplina arquitectónica responderá fortificando los límites de la “arquitectura” o reconfigurando el espacio de su propio conocimiento a través de distintas prácticas de “diseño”, de las cuales los objetos normativos sean sólo una parte.”
Las prácticas socio-espaciales desarrolladas por distintos grupos interdisciplinarios de trabajo en Chile, durante los últimos 15 años, constituyen un cuerpo de conocimiento arquitectónico del cual es posible extraer líneas de acción pertinentes a la necesaria reconfiguración disciplinar y profesional de la arquitectura. Frente a la posibilidad de abrir un análisis crítico e histórico sobre este tipo de producción espacial, el presente texto busca compartir una serie de inquietudes, las cuales no buscan presentar la experiencia de estos grupos en forma univoca, si no - muy por el contrario -, compartir un conjunto siempre perfectible de cuestionamientos, a modo de abrir la revisión colectiva de estas experiencias. DISOLVER LA DISCIPLINA El proceso de informatización de la producción , es decir, el paso desde una economía basada en la producción material, a una basada en la producción inmaterial, ha hecho de la arquitectura, una disciplina perpleja. Este proceso ha supuesto su paulatina desvinculación tanto de sus campos concretos de aplicación material top-down , como de su capacidad para formalizar procesos constituyentes bottom-up . Frente a esto, la discusión disciplinar parece no haber avanzado mas allá de la reiteración ad infinitum de la pregunta respecto del rol del arquitecto, y de la perdida de los alcances sociales de la profesión. Mientras por un lado, la reacción frente a este cambio ha llevado a algunos a fortificar los limites de la disciplina, formulando la necesidad de un regreso hacia la autonomía - lo cual parecería desvincular más aun a la arquitectura de la demanda social sobre su conocimiento -, por otro lado, ha permitido cuestionar las bases de una disciplina concentrada sobre un conjunto de conocimientos y aplicaciones específicas. Este segundo proyecto, permitiría entender la arquitectura como una disciplina distribuida, como un conjunto de teorías y prácticas socio-espaciales que no son exclusivas de la arquitectura, ni de sus objetos normativos. Este camino, implica avanzar mas allá del - también continuo redescubrimiento - de lo inter o trans disciplinario, y avanzar sobre el entendimiento de la arquitectura como una capa de conocimiento y acción distribuida entre distintos campos de acción social, política y económica . 5
Si bien la critica disciplinar del diseño ha logrado revalidar su relevancia desde el análisis de su acción (agency), en la definición del entorno construido y de las relaciones sociales y del desarrollo tecnológico, el diseño arquitectónico pareciera continuar confinado excluyentemente a la dimensión de lo edilicio . Frente a esto, cabe preguntarnos ¿en que forma la revisión de la experiencia transversal de estos colectivos - mas allá de informar el estado de arte de la arquitectura en Chile -, permitiría sentar las bases para nuevos espacios pedagógicos (disciplinares), y proyectuales (profesionales)? ¿permitiría, el estudio de este fenómeno, no la definición del tan requerido “nuevo rol social del arquitecto”, si no la definición de una nueva sustentabilidad social para su práctica? EJERCICIOS DE NEGOCIACION Si bien la revisión de las prácticas constituyentes de estos colectivos, sus estrategias de autogestión, y los resultados de su producción independiente, pueden suponer un atractivo y fértil campo de análisis para la reconfiguración de los espacios de conocimiento de la arquitectura, no necesitamos de su romantización, a través de la estetización académica de la precariedad, si no de una revisión orientada hacia el fortalecimiento profesional desde este campo de acción. En ese sentido, mas que una forzada o incluso prematura institucionalización de este tipo de práctica, lo que podemos extraer de su revisión tiene que ver con la identificación de espacios de negociación recurrentes, y desde ahí, con el perfilamiento de diversas estrategias de acción profesional. A través de una experiencia de trabajo eminentemente práctica, el arquitecto integrante de colectivos tiende a participar de diversas negociaciones asociadas a la formulación de sus proyectos, al mantenimiento de su sentido original durante su desarrollo, y a la manifestación pública de su relevancia. Estos tres espacios de negociación, implican la puesta en ejercicio de tres roles, ya sea desde su adopción o su rechazo. Respecto de las negociaciones asociadas a la formulación de sus proyectos, al interior de sus equipos constituyentes, el desarrollo de agendas colectivas, permite adoptar las lógicas laborales y productivas propias de campos de conocimiento y acción afines, como el arte, las ciencias sociales, el diseño, las industrias creativas o la gestión cultural. Mientras los resultados negativos de esta negociación disciplinar, llevan a la practica arquitectónica a formar parte del precatariado propio del trabajor cultural , permite también el desarrollo de procesos creativos con un alto potencial de innovación. La figura del “innovador de redes”, acuñada por Burt , permite entender a estos arquitectos desplazados como aquellos que han “migrado desde una comunidad intelectual a otra, y que en el proceso, han hilado redes sociales e intelectuales que anteriormente estaban separadas.” Frente a esta negociación y en función de los siempre escasos recursos asociados a este tipo de acción, la moneda de cambio del emprendedor de redes tiene que ver con el desarrollo e intercambio de prototipos abiertos, en los cuales distintas comunidades de conocimiento puedan reconocerse.
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Por otro lado, no comprometer el sentido de la acción en aras de su realización efectiva, implica el tipo de negociaciones mas compleja, dado que se sostiene frente a las agendas de quienes disponen de los medios para concretar los proyectos. Si bien la crisis de la crítica institucional en el arte, ha dejado en manifiesto la imposibilidad de la practica artística estar a la vez dentro y fuera de las instituciones , parte del discurso arquitectónico que ha atendido al desarrollo de los conceptos de agonismo y el fomento de los conflictos, ha entregado la figura del doble agente, como vehículo de negociación . Alejado de la lógica de la liebre por gato, que aun resuena en el debate local, y que elimina la posibilidad del valor generado desde la disciplina, de ser reconocido y considerado como un activo en la negociación, el rol del doble agente tiene que ver con lo que Dodds manifiesta como “la posibilidad de desarrollar un proyecto dentro de cierta estructura de valores, mientras al mismo tiempo se trabaja en su contra.” Bajo esta lógica, la activación del proyecto, sucede como ejercicio práctico de la desactivación de variables propias de la agenda de quienes provean de los medios para su realización. Desactivación o transformación basada en un dialogo conflictivo y abierto con la contraparte. Por ultimo, respecto de la manifestación pública de su relevancia, e independiente de si el campo de acción del colectivo se instala en lo público o lo privado, es necesario distinguir los alcances de sus proyectos, entendidos como el nivel de intervención cultural que estos plantean. En otras palabras, preguntarnos si sus resultados son escalables, no sólo como producto o servicio, si no sobre todo como referente compartido para la construcción de un nuevo estado de la disciplina. Esta pregunta por el alcance, llama a cuestionar críticamente la relación mutuamente excluyente que desde una lógica moderna se sostiene entre underground y mainstream . Alejados ya de las insustentables prácticas heroicas de las vanguardias modernas, y ocupados en superar las prácticas que esa misma modernidad identificó en las dinámicas de las industrias culturales, nuestro rol como agentes activos de este proceso esta en ampliar el alcance de nuestras practicas, llevándolas mas allá de nuestro circulo cercano, y proponiéndolas como practicas constituyentes para la reconfiguración de nuestro propio conocimiento.
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CARTOGRAFÍA DE LA MOVILIZACION ESTUDIANTIL (2011-2013) ESTRATEGIAS DE OCUPACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO Nadinne Canto.
¿De qué manera pensar un acontecimiento de la magnitud de las últimas movilizaciones estudiantiles en nuestro país? ¿Cómo organizar un archivo que documente su despliegue territorial, precisando una cronología de los eventos más significativos? Esta investigación explora el fenómeno de irrupción de la masa en las calles durante el año 2011, cuando cientos de miles de personas ocuparon las avenidas, parques y otras zonas icónicas de la ciudad, haciendo de ella un escenario privilegiado para la discusión de lo político. Formulada como una cartografía digital de libre consulta a través de internet, recopila las estrategias de intervención en el espacio público más representativas del fenómeno de las movilizaciones estudiantiles en Chile, identificando una serie de acciones que por su convocatoria y marcado carácter performático, afectaron el modo cómo usualmente interactuamos en el espacio. Con el fin de señalar las zonas de la ciudad en que se produjo mayor concentración de personas, se ha marcado en esta cartografía el recorrido de las sucesivas marchas efectuadas en Santiago entre el 2011 (año de mayor intensidad) y el 2013. Estas movilizaciones, convocadas principalmente por agrupaciones como la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES) y el Colegio de Profesores, llegaron a congregar doscientos mil asistentes en sus eventos más significativos. Como un modo de circunscribir la extensión territorial que alcanzó este movimiento en la Región Metropolitana, la cartografía también registra el proceso de ocupación de los colegios y las universidades que los estudiantes realizaron en la mayoría de las comunas que conforman el Gran Santiago durante el mes de junio del 2011, cuando el número creció de una veintena a más de un centenar. Esta información sobre las universidades públicas y privadas, como también los colegios municipales, particulares, particulares subvencionados y de administración delegada que suspendieron su normal funcionamiento votando por el paro (cese de actividades pedagógicas) o la toma (ocupación del establecimiento), evidencia no solo el mecanismo de segmentación socio económica y territorial que caracteriza al sistema educativo, sino que también registra la resistencia que las comunidades opusieron a este fenómeno al tomar control de sus espacios más próximos para iniciar allí un proceso de discusión que concibe las demandas generales desde un análisis de lo local. Para mostrar la intensidad estética con que estos actores irrumpieron en la ciudad, se recopila también una serie de intervenciones realizadas por distintos colectivos que con el fin de sociabilizar lo más ampliamente posible la demanda por una «educación gratuita y de calidad», formulan una serie de estrategias performáticas que alcanzan amplia convocatoria y repercusión pública. Estas acciones, que acompañaron el flujo de las marchas o intervinieron lugares simbólicos de la ciudad, manifestaron la necesidad colectiva de dar forma al malestar social a través de una producción espontanea que derivó con el paso de los meses en plataformas de colaboración más estables, algunas de las cuales se mantienen vigentes hasta hoy. 9
Esta cartografía congrega en una misma interfaz un amplio volumen de información sobre el impacto territorial alcanzado por las movilizaciones estudiantiles, una síntesis gráfica y discursiva de un fenómeno que parecía hasta ahora impreciso. Su diseño sigue la lógica de las tipologías de archivo que promueve el medio digital y particularmente la red de internet, organizando una red de hipervínculos a documentos (imágenes y textos publicados en la prensa oficial, en medios de comunicación independientes y en sitios ligados a actores del movimiento por la educación, como otros de carácter anónimo) que registran o analizan el fenómeno desde múltiples perspectivas (política, estética y territorial). Sabemos que un posible archivo de documentos sobre las movilizaciones estudiantiles del 2011 aunque profuso (nunca circuló tanto la información como ahora gracias a la masificación de las tecnologías) es inestable, al limitarse su existencia preferentemente al formato digital. Este proyecto pone en valor esos documentos, para ensayar distintas interpretaciones sobre estas formas de aparecer público que experimentamos el 2011 y, por qué no, proyectar al presente su voluntad emancipatoria. Conformar un archivo de las estrategias de ocupación surgidas en el contexto de la movilización estudiantil, nos permite pensar qué tipo de relación establecemos con el territorio en los momentos de excepción, cuando las lógicas que distinguen lo público de lo privado experimentan una fractura de cuyo desnivel surgen de improviso nuevos modos de experiencia colectiva.
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CUANDO LA ARQUITECTURA ENCUENTRA LA CIUDAD
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INTELIGENCIA COLECTIVA / PARTICIPATIVA JOSÉ ABÁSOLO
Edición: SKFandra /. Ma. Pilar Pinchart Saavedra. Diseño Gráfico: Isaac Gimeno Pujabet
Proyecto Financiado por Fondart Convocatoria 2015
Auspicia