La riqueza del léxico castellano permite manejar palabras cuyo uso cotidiano es asimilable pero que con una mirada menos superficial definen caracteres y propiedades totalmente opuestos. Así, complejo y complicadoo simple y sencillo se usan coloquialmente de manera alternativa pero su adjetivación a las personas les dota de su sentido profundo. Podremos tener, por tanto, una persona simple o una persona sencilla y una persona complicada o una persona compleja. La mayoría entendemos que simple y complicado
son atributos negativos de la personalidad mientras que sencillo y complejo, aún siendo antagónicos, son atributos positivos de personas interesantes. (..) Habrá, por tanto, arquitecturas simples de carácter vulgar que intentan camuflarse de sencillas o, arquitecturas complicadas de propiedades empastadas que querrán aparentar complejas. La labor primordial de todos en el siglo XXI es saber diferenciarlas.
Así arranca "Complejidad Escencial"