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E N TREVISTA CACT

¿Nos contáis qué es cactus y cómo, o desde dónde, surge...? Cactus surge en noviembre de 2017 a raíz de un encuentro que organiza la Asociación Vecinal del Casco Norte La Revuelta, a la que nos sumamos personas afines y colectivos del barrio. Esto surgió porque nos estábamos dando cuenta de que existía un problema con el aumento de los alojamientos turísticos en Sevilla que no se estaba denunciando públicamente. Se invitaron a colectivos de otros contextos que trataban estos temas y vinieron Ciutat per a qui l’habita (Palma), Sindicat de Llogaters y Heura Negra (Barcelona), Lavapiés Dónde Vas (Madrid), Lagunillas por venir (Málaga), Ajuntamientos Granada, etc. Ante la gran cantidad de personas interesadas en el tema se decidió continuar con autonomía de La Revuelta, ya que esta es una asociación vecinal de una zona de la ciudad, y aunque no sea como las típicas asociaciones al uso, entendimos que era un problema que abordar de manera general y tenía que ver con el modelo de la ciudad que queríamos.

Así nació Cactus. Participamos tanto personas individuales como colectivos que se integran de la ciudad, como por ejemplo la Asociación Vecinal Triana Norte. Nuestra idea inicial es no tener sede y más bien rular por los distintos barrios y así nos hemos ido reuniendo en distintos espacios de Sevilla. El encuentro del que hablamos en 2017, por ejemplo, fue en la Casa del Pumarejo, aunque también pasamos por otros como el Huerto del Rey Moro. También habitamos Lanónima, o la sede de la AV Triana Norte, pero Tramallol acabó siendo al final nuestro espacio principal para las asambleas, porque Lanónima cerró, el espacio de Triana se quedaba pequeño y la Casa del Pumarejo había que reservar con cierta antelación.

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Muy chula la propuesta de festival de Docus apropiándoos de la imagen del SEFF. Fue junto a Lanonima y Tramallol ¿Cómo surgen estos encuentros y cuál es la recepción tanto de la gente como la de este colectivo y el espacio? Una de las cosas más grandes que organizamos, más bien coordinamos, desde Cactus ha sido la Contracumbre ESTAR, que respondía a la cumbre del lobby turístico mundial WTTC de Abril de 2019, en la que vinieron poderes económicos y representantes políticos internacionales. Organizamos durante meses esta contracumbre haciendo un montón de actividades con muchos colectivos de la ciudad (Ecologistas en Acción, AFUS, Salmorejo Rebelde,

APDHA, Jartura, etc.). Fue un gran aprendizaje, nos organizamos por ejes autónomos que se encargaban de distintas áreas (feminismo, ecologismo, cultura, trabajo, vivienda…), siendo nuestra sede central de operaciones Tramallol. Uno de los motivos por los que se decidió hacer en esta contracumbre concreta y no en otros grandes eventos turísticos que ha habido en Sevilla, fue porque se hizo una modificación presupuestaria de un millón de euros que estaban destinados a viviendas para mujeres víctimas de violencia de género, rehabilitación de barrios, apoyo a la juventud, cooperación internacional, etc. Los usaron para financiar, por un lado, la cumbre WTTC de turismo, y por otro, el SEFF. Son al final proyectos insignia orientados a atraer gran parte del turismo y a fomentar una imagen de ciudad cultural y creativa con pocos elementos críticos y contrahegemónicos.

La contacumbre fueron alrededor de seis meses de trabajo y acabamos muy cansades, pero nos parecía interesante también organizar este mini contrafestival que consistió en proyectar dos documentales. Tuvo buena recepción en la gente, hubo bastante público a pesar de saber que las películas también estaban online, hubo debates muy interesantes después de cada sesión.

Respecto a la acogida de Tramallol, esta surgió de manera natural. Hay gente que participa en Cactus que está en Lanónima, gente que participa que está también trabajando en Tramallol, y como sabíamos que Lanónima llevaba la barra y acababan de desalojarle, así surgió. Influye mucho las relaciones personales entre nosotres, muches estamos en varios proyectos colectivos a la vez.

En febrero del 2020 lanzasteis también una convocatoria de fanzine. Este contra la turistización. ¿Qué tipo de cosas recogisteis?

Es verdad que con la contacumbre vendimos muchas camisetas y bolsas, teníamos un excedente que al final, como dijimos antes, no era solo de Cactus, sino de todos los colectivos que se la curraron, y queríamos hacer una inversión y devolver al mundo algo con esto que teníamos.

Llegó mucho material super potente, pero justo irrumpió el Covid y se interpuso de manera material a las personas que organizábamos el proyecto, tuvimos que dedicarnos a otras cosas, como por ejemplo Ramuca (Redes de apoyo mutuo). Recibimos desde fotomontajes, collages, ilustraciones, poesía…nos sorprendió la buena acogida. Ahora solo queda terminar la maquetación y sacarlo. Y esperamos que sea lo más pronto posible porque mucha gente trabajó en ello y lo merece.

Turistización y Tramallol. ¿Pensais que la situación de estar a punto de cerrar el segundo es una consecuencia directa de lo primero? Esto es algo complejo. Por un lado, es evidente el proceso de especulación que lleva sufriendo desde hace décadas el casco norte de la ciudad, la falta de vivienda asequible y la transformación de espacios de sociabilidad. Esto suma dificultad para resistir a espacios como Tramallol, pero también ha ocurrido que muchas personas que habitamos Tramallol u otros centros sociales del centro, al no vivir en esa zona porque nos han echado, es mucho más difícil mantener estos espacios ya que no son parte de la cotidianidad. Otro factor es la gran precariedad que sufrimos las personas jóvenes, que nos deja poco tiempo para participar en proyectos colectivos como este.

Por otro lado, también es una apuesta política no querer perder el centro, y por eso Tramallol es tan importante, aunque no sea un centro social okupado al uso, es un centro que aglutina los pocos movimientos sociales que hay en Sevilla y permanece en el centro norte, que siempre ha sido un bastión de movimientos sociales y personas organizadas. Tampoco podemos olvidar a la Casa del Pumarejo, que también sigue viva y acogiendo actividades sociales de este tipo. Ahora mismo estamos en un momento difícil, ya que actualmente no existen centros sociales okupados en Sevilla desde que se desalojó COAF La Revo. Es verdad que Lanónima tenía la misma voluntad política y estética, y pese a ser un espacio alquileta tampoco resistió. Si perdemos Tramallol o el Puma, los movimientos autónomos organizados de Sevilla nos quedamos muy desamparados.

Por otro lado, hay una contradicción muy clara, y es que los movimientos autónomos entre los que nos incluimos nosotros mismos, hemos favorecido una imagen alternativa, bohemia y transgresora del casco norte que ha atraído a otros perfiles de la población que tienen más poder adquisitivo y que han terminado echando a los que hemos puesto de moda este sitio. Esto es un proceso que se ha dado en todas las ciudades y barrios gentrificados que estaban siendo habitados por artistas precaries o activistas. No es una cuestión de castigarnos, pero tampoco podemos negar lo evidente, que es que la especulación se apropia de todo para luego arrasar con nosotres.

Por último, si quereis decirnos algo más...

Solo apuntar que tanto Tramallol, como la Casa del Pumarejo, que son espacios vecinales (este último lleva más de 20 años de lucha y reivindicaciones), son lugares que ha costado mucho crear, construir, y defender colectivamente, y que tenemos que ponerle mucha energía y esfuerzo por no perderlo.

Muchas gracias Cactus por vuestro tiempo. Ánimo con todo.

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