Nunca sabemos nuestro destino, ni nuestro futuro, pero si acertamos a ver un poco mas allá, gracias a un amanecer hermoso en su belleza al sol que va despuntando, entre los hierros de la estación que mirando en el sentido que quieras, se pierden en el horizonte.
Mundo ruidoso entre pensamientos sordos, mundo onírico, viajando sin viajar, planeta único en un universo superpoblado, mirando el partir de los trenes, marchándonos con ellos, corremos kms sin movernos, vivimos miles de aventuras, entre el bosque húmedo y arte escultórico, la arquitectura de hierro y ladrillos antiguos, no dejan de contemplarnos en nuestro ir y venir desde su inocencia veterana"