ACERCA DE LA HUELGA DE HAMBRE.
A LAS ORGANIZACIONES SINDICALES, CAMPESINAS, INDIGENAS, ESTUDIANTILES Y POPULARES DE MEXICO. A LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS DE MEXICO Y EL MUNDO. A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
A más de seis meses del golpe de Estado al sindicalismo mexicano y al pueblo de México nuestra organización sindical se mantiene en resistencia utilizando las vías legales, políticas y sociales para hacer la defensa de su legítimos derechos y alcanzar la solución a un conflicto que no fue creado por los trabajadores sino por quienes en su atropellada carrera privatizadora dejaron sin empleo a 44 mil trabajadores electricistas. El 10 de Octubre de 2009 quedará para la historia del país como el día en que el autoritarismo del gobierno de Felipe Calderón violó en forma descarada y ruin los derechos humanos y laborales de miles de trabajadores mexicanos. La lista de agravios tras el desalojo violento de nuestros compañeros, la ocupación militar de nuestros centros de trabajo y la publicación del ilegal decreto de extinción de Luz y Fuerza del centro no tiene límite. De facto se nos negó el derecho de audiencia, no fuimos convocados a dirimir un conflicto económico en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; fuimos despojados de nuestro derecho al trabajo sin juicio de por medio, fueron despedidos en masa decenas de mujeres embarazadas, trabajadores incapacitados por riesgo de trabajo, compañeros a meses, semanas o días para obtener su derecho a la jubilación: sin piedad nos dieron de baja en el Seguro Social en sólo 48 horas, mientras que en los medios de comunicación corrompidos se festejaba la decisión “valiente del presidente”. El día 10 de Octubre pasado en México dejo de existir el Estado de derecho. La Constitución mexicana dice: Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho. Un decreto administrativo con vicios de origen de pronto pasa arbitrariamente por encima de Artículo 123 de la Constitución, la Ley Federal del Trabajo, los derechos humanos; el derecho al trabajo, a la contratación colectiva, a la libre sindicalización y el derecho a una vida digna de miles de mexicanos. ¿Que hay detrás de esta atrocidad? Ninguna otra cosa que no sea el interés de privatizar el sector eléctrico, de asegurarle a los grandes monopolios de la comunicación el control de las telecomunicaciones y la insana obsesión de exterminar a un Sindicato clasista y solidario con más de 95 años de lucha obrera. ¿De que otra manera se entiende la negativa del gobierno a aceptar la contratación colectiva de los trabajadores del SME aun y cuando su materia de trabajo y necesidad de la prestación del servicio público de electricidad existen?. No se han ido las plantas de generación, las subestaciones de potencia, las líneas de trasmisión, las redes de distribución y oficinas comerciales que por más de 100 años construyeron generaciones de electricistas para el desarrollo económico y social de México. Los bienes de nuestro trabajo existen y son patrimonio de la nación. Ante ello, nuestra posición es clara. Porque queremos nuestro trabajo no aceptamos firmar nuestra renuncia voluntaria, bonificada por un soborno, tampoco aceptamos su “reinserción productiva” de franquicias de peluqueros, cursos de ingles y computación, mucho menos, plazas de esquiroles en empresas contratistas prestadoras de servicios en nuestra zona de atención. Nosotros queremos que nos devuelvan nuestro trabajo. Y de ahí no nos vamos a mover.
Nos hemos mantenido en resistencia sin dar marcha atrás sorteando todos los obstáculos sin perder el rumbo de lo que anhelamos. A seis meses de resistencia, nuestro movimiento entra en una nueva etapa de su desarrollo. Hoy se vislumbra la posibilidad de una salida a partir del resultado de nuestras acciones. Contra viento y marea, nuestro movimiento va construyendo las vías para una solución justa en medio de un nuevo contexto político nacional que favorece nuestra causa. La creación de una Comisión Plural en la Cámara de Diputados de mediación entre las partes en conflicto, la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para atraer nuestra demanda de amparó; la resolución del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Laboral que restituye la personalidad jurídica de nuestra Dirección Sindical, son obra de nuestra tenaz resistencia. El bloque de poder que decidió extinguir LYF se ha roto. La población y los mismos empresarios industriales y comerciales dentro de nuestra zona de atención están descontento con el pésimo servicio de CFE y sus contratistas. La opinión pública cambia de percepción respecto a nosotros. Los medios de comunicación se dividen a favor y en contra, los partidos inmersos en el proceso electoral se reposicionan en relación a nuestro movimiento y la solidaridad nacional e internacional crece día con día.