ACERCA DE LA DETENCIÓN DE ELBA ESTHER GORDILLO.
El día de ayer, en un anunciado intento de legitimación del gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN), la Procuraduría General de la República ordenó la detención de Elba Esther Gordillo líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). La detención de Elba Esther Gordillo va más allá de un evidente ajuste de cuentas entre grupos de poder al interior del sistema, es también el inicio de una nueva campaña de desprestigio en contra del sindicalismo en general y un emplazamiento a la disciplina de la clase política gobernante. Al mismo tiempo, anuncia el endurecimiento del régimen en contra de la oposición política y social a sus políticas neoliberales, adicionalmente se convierte en un distractor de la opinión pública nacional, de frente a los escandalosos casos de corrupción de los gobiernos estatales salientes, la cuenta pública del 2012 y la inminente imposición de la reforma energética y hacendaria. Es en toda una maniobra política ya desgastada e ineficaz. Elba Esther Gordillo acumuló riqueza y poder al amparo y protección de los gobiernos del PRI y del PAN durante cuatro sexenios consecutivos de política neoliberal en México. Aportó su control sindical a los procesos de descentralización educativa y la contención represiva del movimiento magisterial democrático de la Coordinadora Nacional Trabajadores de la Educación (CNTE). A cambio obtuvo posiciones de poder en la estructura gerencial de la Secretaria de Educación Pública, condiciones políticas para la obtención del registro de su partido PANAL y sobre todo impunidad para actuar al margen de la ley. En la plenitud de su cacicazgo jugó un papel estratégico en la imposición de Felipe Calderón con el que mantuvo una lealtad hasta el fin de su gobierno espurio. Antes de la detención Elba Esther se opuso a perder posiciones en la estructura jerárquica de la Secretaria de Educación Pública y movilizó a sus seguidores en contra de la Reforma Educativa. Esta postura detono un conflicto interno con el gobierno en turno, conflicto que ahora, después de 24 años de servicio al modelo económico, la tiene tras las rejas.
Para nosotros, la detención de Elba Esther Gordillo no legitima la imposición de las reformas estructurales de EPN. No invalida la crítica al modelo económico desnacionalizador, ni proscribe la resistencia civil y pacifica a las reformas estructurales que pretenden privatizar el petróleo y encarecer la vida de los mexicanos. Hacemos votos porque los cientos de miles de maestros de primaria y secundaria agraviados por décadas por el charrismo sindical ahora tomen el timón del Sindicato más grande y numeroso de América Latina. Que tengan a bien en reconstituirse en el magisterio del pueblo. Y que en sus asambleas, escuela por escuela, sector por sector, zona por zona, alcancen sin vacilación, en defensa de sus intereses, intereses que son los intereses de la clase obrera, la democracia y autonomía sindical.
Atentamente “Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
José Humberto Montes de Oca Luna. Secretario del Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas. 27 de Febrero del 2013