Serie Aventureros Nº3 by Sergio Medina

¿Mínimo qué? El arte de dejar sólo huellas, y llevarse sólo recuerdos

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Serie Aventurero

Torrecillas, Programa Capacitaci贸n Empresas, 2008

Presentación Cuando comenzamos nuestra "Serie Aventurero" en el año 2004, nos propusimos publicar guías coleccionables que entregaran conocimientos sobre la vida al aire libre y las distintas temáticas que comprende esta asombrosa forma de vida. A medida que avanzamos en la publicación de esta serie y en nuestra propia experiencia trabajando en la naturaleza, hemos reafirmado que sólo es posible practicar esta "forma de vida" gracias a que nuestro planeta nos provee de maravillosos y variados escenarios en los cuales se desarrollan las más significativas instancias de crecimiento. Nuestras primeras guías, "Manual de Campamento" y "Equipo y Vestuario", van dirigidas al aprendizaje de las técnicas y habilidades que son esenciales para relacionarnos con el entorno y enfrentar de manera informada las actividades que se pueden desarrollar al aire libre. No obstante, de nada sirve el conocimiento técnico sino se aprende también a conocer, comprender, valorar y preservar aquellos magníficos escenarios naturales. Con esto en mente es que hoy lanzamos nuestra tercera guía, "Manual de Mínimo Impacto", en la que mediante técnicas prácticas e información, hemos querido facilitar cambios de hábitos y enfatizar la necesidad de un contacto respetuoso, afectivo y ético con la naturaleza. A través de este nuevo manual no pretendemos encontrar la solución a los problemas ambientales actuales en la restricción de realizar expediciones, salidas, paseos y actividades en la naturaleza, más bien, lo que esperamos es difundir, acercar y promover el aprecio por el mundo natural por medio de la educación y la actitud ética y socio-ambientalmente responsable, pilares fundamentales en la formación integral de las personas y de las sociedades. Al publicar esta tercera guía quiero agradecer a Transelec por el valioso aporte que permitió la publicación de este manual. Agradezco también al equipo de trabajo que está detrás de esta publicación, por la dedicación, pasión y cariño puesto en esta nueva tarea.

Rodrigo Jordan Presidente Fundación Vertical

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Estimados Amigos:

Cuando Fundación Vertical nos invitó a participar de esta publicación, nos sentimos plenamente identificados y comprometidos con la iniciativa. Es que en Transelec somos unos convencidos de que todos los que tenemos una mayor interacción con la naturaleza, tenemos una responsabilidad, también mayor, con la protección de nuestro entorno. Como la compañía que transporta la electricidad que abastece al 99% de los chilenos, no sólo velamos por la confiabilidad de un servicio esencial para la calidad de vida de las personas y el desarrollo del país, sino que por reducir al mínimo los impactos de nuestras actividades e instalaciones. Entendemos que la sustentabilidad Transelec es inseparable de la medioambiental. En el plano personal, ocurre exactamente lo mismo. Los que disfrutamos la vida al aire libre y el contacto directo con la naturaleza, tenemos una responsabilidad mayor con la preservación, por el impacto potencial de nuestras acciones y porque queremos que esta gran fuente de satisfacción perdure, compartirla con nuestros hijos y nietos, y que ellos hagan lo mismo con los suyos. Esta manual permite hacernos responsables de este anhelo y es una gran invitación a gozar con más intensidad aún de la tremenda riqueza natural de nuestro país. ¡Disfrútenlo! Andrés Kuhlmann J. Transelec

Serie Aventurero

Ant谩rtica, Expedici贸n de Liderazgo Wharton USA, 2008

Prólogo Calentamiento global, ecosistemas que cambian, especies en peligro, climas que ya no reconocemos… Tal vez hoy, como nunca antes, las noticias que vienen desde la naturaleza están encontrando espacios en nuestro cotidiano y haciendo eco en la prensa, los colegios, los supermercados, e incluso en las agendas públicas y políticas. Poco a poco, el cuidado del ambiente y nuestra relación con él está dejando de ser tema exclusivo de algunos para pasar a ser ocupación de todos. No hay duda de que quienes gozamos al realizar actividades al aire libre contactándonos con la naturaleza a través de exploraciones, dormir bajo las estrellas o simplemente salir a respirar aire puro y cambiar el ritmo de vida, tenemos incorporada la preocupación por su cuidado, tratando de hacer lo que esté a nuestro alcance para no estropearla. Pero, ¿es esto suficiente? Quizás años atrás, en tiempos en que muy pocos se aventuraban hacia lo desconocido, bastaba con la ética de cada cual. Sin embargo ahora, cuando el número de visitantes de áreas silvestres crece día a día y se expande el gusto por practicar actividades al aire libre, las buenas intenciones ya no bastan. Hoy, a través de este nuevo número de nuestra Serie Aventurero, queremos invitarles a conocer y probar las diversas técnicas y prácticas que se han ingeniado y desarrollado para que salir a la naturaleza sea lo menos disruptivo posible. Ya en nuestro Manual de Campamento dedicamos un capítulo a estas temáticas, pero dada la magnitud de información existente y la necesidad de responsabilizarnos frente a la situación actual de la naturaleza, decidimos dedicarle un número completo. Sabemos que algunas de las propuestas que aquí se presentan podrán parecer exageradas. ¿Significa esto que todos tendremos que “ir al baño” con musgos y olvidar para siempre el papel higiénico cuando estemos acampando? ¡No necesariamente! Más bien queremos apelar al criterio de cada uno, para que desde la información que esperamos ofrecerles, tengan la opción de decidir de qué manera pueden “devolverle la mano” a la naturaleza por la magnífica oportunidad que nos otorga de experimentar tanto gozo y asombro.

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Texto principal Andrea Gabriel - Rodrigo Jordan Edición Beatriz Vásquez - Teresa Pérez Diseño y Conceptualización Enrique Larenas Producción Beatriz Vásquez - Guillermo Trujillo Fotografías Marcelo Cruz - Guillermo Parra - Gabriel Becker Eugenio Guzmán - Fernando Yañez - Archivos Vertical S. A. Recopilación Beatriz Vásquez Impresión World Color Chile S.A. Vertical S.A. 2009 Santiago - Chile Inscripción Nº 184.809 - 2009 ISBN: Serie Aventurero: 956 - 8333 - 02 - 7 ISBN: Volumen 3 “Mínimo Impacto”: 956 - 8333 - 08 - 9 Derechos reservados 8 de Octubre, 2009 Primera edición de 1.500 ejemplares Este proyecto cuenta con el patrocinio de la ley de donaciones con fines culturales

Este papel proviene de bosques manejados de forma sustentable y fuentes controladas.

PEFC/24-31-900

Auspician

Produce

Fundación

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Serie Aventurero

Cerro el Plomo, vista hacia el sureste desde ex Refugio Agostini, 2008

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Indice ¿Mínimo qué? • • • •

¿Qué es el Mínimo Impacto? ¿Qué busca el Mínimo Impacto? ¿Cómo? ¿Es tan necesario adoptar las prácticas del Mínimo Impacto?

El arte de dejar sólo huellas, y llevarse sólo recuerdos

Planificar y prepararse con antelación

Desplazarse en superficies resistentes

• • • •

¿Todas las superficies son iguales en la naturaleza? ¿Y de qué impacto hablamos? No todo es color de rosa. El problema de los senderos… Y ahora, ¿qué podemos hacer?

¿Qué hay respecto a los lugares donde uno acampa?

• ¿Qué considerar al escoger un sitio? • ¿Eso solamente? • ¿Y en lugares remotos o donde no haya sitios designados para campamento?

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama…

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• ¿Y efectivamente es un problema tan serio? • Entonces, ¿cómo se hace cuando se hace en la naturaleza? • Disculpe… ¿cuál es el baño? • ¿Y qué hago con…? • ¡Algunos datos útiles!

• • • • • • •

Cuerpo limpio… ¿en naturaleza limpia? ¿Bañarse, o no bañarse?… ¡Y cómo bañarse! Detergentes: la suciedad que queda ¿Quién lava los platos sucios? El envase del envase del envase… La gran pregunta: ¿Qué hacer? Desechos médicos

¿Amor que mata? De cómo disfrutar y cuidar a la vez

Érase una vez una fogata…

La huella que no hay que dejar

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¿Qué hago cuando practico…?

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• ¡Qué bonito se vería en mi mesa! • Hombre y naturaleza… ¿uno? • No sólo de voluntad vive el hombre y sobrevive el animal… • ¿Qué hay de las mascotas como compañeras de paseos? • Etiqueta al aire libre 99

• Los pro y los contra • ¿Hacer, o no hacer?

• • • • • • •

Escalada en roca Bicicleta de montaña Travesía con animales Kayak de mar Travesía en desierto Montañismo de altura Travesía en nieve y/o glaciar

Comenzar por casa

Bibliografía y sitios web

141

• Chile ¿endémico?

150

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Groenlandia, Expedición 2008

¿Mínimo qué? Comprar, abrir, sacar, botar, dejar de usar, volver a comprar… ¿Les suena conocido? Si uno realmente pensara en la cantidad de basura que produce diariamente se sorprendería… o se avergonzaría. Y desgraciadamente es algo que no se limita a asuntos domésticos o industriales, sino que es una actitud que hemos ido incorporando a todos los ámbitos de nuestra vida casi sin darnos cuenta. ¿O acaso no nos autoconvencemos constantemente de la necesidad de comprar ropa nueva cada temporada, o el último teléfono celular que ahora sí que es bueno? ¿Y qué tiene eso que ver con la vida al aire libre y con salir a la montaña, si después de todo éstas son parte de las actividades más “limpias” que uno puede realizar?

Antes de entrar en las prácticas propiamente tales que veremos en los próximos capítulos, quisimos, como lo hemos hecho en otros manuales, dedicar las primeras páginas para ver los qué y los por qué.

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Es cierto, pero si quienes practicamos actividades al aire libre estuviéramos tan sintonizados con la naturaleza, ¿por qué sigue siendo tan fácil distinguir por dónde han pasado personas antes que nosotros?

¿Mínimo Qué?

¿Qué es el Mínimo Impacto? Se conoce como “Mínimo Impacto” el código de prácticas diseñadas para y por los usuarios y visitantes de áreas naturales, que tiene como objetivo el cuidado y preservación de la naturaleza como conjunto y de sus valores intrínsecos, ya sean biológicos, escénicos, históricos, culturales u otros. En general, más que un listado de reglas, adopta la forma de programas educacionales que alientan a las personas a tomar decisiones sobre sus propias acciones para generar el menor impacto negativo posible en las áreas visitadas, a través de la entrega de bases ecológicas, principios éticos y técnicas.

¿Cómo nace?

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Sin duda la atracción hacia los espacios silvestres ha existido siempre. Pero tras las guerras mundiales y el fin de las recesiones económicas, el uso de las áreas naturales como espacios de esparcimiento y deporte aumentó, y sigue aumentando, de manera explosiva. Específicamente en los Estados Unidos, las visitas a parques y áreas nacionales se triplicó durante la década de los años 60, y con ello se triplicó también la cantidad de basura, la interrupción en áreas ambientalmente frágiles, cambios en la vegetación, degradación de senderos y generación de huellas, presencia de animales domésticos, y una larga lista de acciones y resultados negativos para el ambiente que, curiosamente, en su mayoría no son intencionales.

Patagonia, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2006

Estos efectos negativos, nunca antes vistos en áreas silvestres, impulsaron a que en diversos frentes comenzaran a generarse lineamientos de prácticas y conductas que ayudaran a disminuir el impacto negativo de los visitantes sin necesidad de llegar a cerrar las áreas silvestres para su protección. En esto, uno de los actores más importantes ha sido el Servicio Forestal de los Estados Unidos, que comenzó diseñando un programa educativo que entregara técnicas de bajo impacto a los visitantes, pero que con el tiempo ha ido convocando y generando alianzas con diversas organizaciones con las cuales han desarrollado numerosos aportes. De éstas, sin duda la más importante fue la que concretó en los 90 con la escuela NOLS, con quienes se creó el currículum y contenido de la campaña nacional Leave No Trace (No Deje Rastro), hoy usada como base en muchos países.

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¿Qué busca?

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A diferencia de lo que muchos piensan, no es una lista de “haga” y “no haga” que busca imponerse en las personas, sino una propuesta educativa que intenta asistir en la toma de decisiones a quienes gozan del aire libre pero que quieren reducir su impacto al hacer caminatas, acampar, escalar, ir de picnic, etc. Busca educar a quienes realizan actividades al aire libre o que simplemente disfrutan de la naturaleza, sobre la esencia del impacto que estas actividades tienen, así como enseñar técnicas que ayuden a prevenir o minimizar dicho impacto. Pero apela a que sea cada cual quien tome la decisión según su criterio y ética.

Cerro San Gabriel, Capacitación Monitores Vertical, 2007

¿Mínimo Qué?

¿Cómo? A lo largo de los años, gracias a las investigaciones que diversas organizaciones y universidades comenzaron a llevar a cabo sobre el tema, además de la experiencia acumulada y del interés de la gente, se han desarrollado diversas prácticas y técnicas que cada día ayudan a generar un menor daño o impacto en la naturaleza que visitamos. Estas prácticas, que detallaremos en los capítulos siguientes, pueden resumirse en 7 principios que hoy son un clásico, más un octavo que aquí agregamos: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

Planificar y prepararse con antelación. Desplazarse y acampar en superficies resistentes. Manejo adecuado de desechos. Dejar lo que se encuentre. Minimizar el impacto de fogatas. Respetar la fauna y flora silvestres. Considerar a otros visitantes. Modificar el consumo.

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• Planificar y Prepararse. Como imaginarán, tratar de saber con la mayor exactitud posible qué se va a hacer, por dónde se va a pasar, por dónde no se puede pasar (por ejemplo cuando Conaf cierra pasos en tiempos de nidificación de aves con problemas de conservación). No es sólo importante en términos de seguridad, como ya vimos en nuestro Manual de Campamento. También ayuda a prever cómo llevar lo justo y necesario, evitando producir basura o desgastar equipo innecesariamente, y definir con tiempo cómo y dónde minimizar el impacto que podamos provocar.

Camping Piedra Romel, Programa Capacitación Empresas, 2008

• Desplazarse y acampar en superficies resistentes. Tal vez uno jamás lo pensaría, pero el efecto que tienen nuestras pisadas, más la suma de los caballos, mulas, perros, bicicletas y otros vehículos de quienes visitan áreas naturales es de una magnitud insospechada en términos de compactación y erosión. Si a esto sumamos el hecho que el diseño y construcción de senderos suele no ser el más óptimo, lo que obtenemos es que quienes amamos ir a la naturaleza terminamos socavándola. Claro está que existen distintos tipos de superficies en la naturaleza. Por lo mismo ya ahondaremos en lo que se recomienda para cada caso, y por qué a veces se promueve la caminata en fila, y en otros casos la caminata en abanico.

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• Manejo adecuado de desechos. Sin duda uno de los temas para el que más técnicas se han inventado o descubierto. Pero todo se remite a un gran principio: no dejar nada en el lugar al que vayamos, o al menos tratar de llevar el máximo. Cuando hablamos de desechos incluimos los desechos que nuestras mascotas o nosotros mismos producimos. ¿Qué se puede hacer con eso? ¡Se sorprenderán de la enorme cantidad de prácticas que existen al respecto! Dejar lo que se encuentre. Muy obvio: cuando uno va a la naturaleza quiere sorprenderse al máximo con lo que ésta ofrece. Sobre todo si vamos a un lugar porque hemos escuchado que allí hay fósiles, o petroglifos, u orquídeas, por ejemplo. ¿Qué querrán los que vayan después de nosotros? ¡Probablemente lo mismo! Entonces vale el principio “Dejar lo que se encuentre” que es sólo para admirarlo, no para llevarlo a casa, porque todos los procesos biológicos dependen de que las plantas, animales, hongos y líquenes que allí habitan continúen estando ahí. SERIE AVENTURERO

•

Isla de Pascua, Moai Volcán Ranuraraku, Expedición Harvard Businness Review, 2008

¿Mínimo Qué?

• Minimizar el impacto de fogatas. Como mencionábamos en nuestro Manual de Campamento, cada vez es menos necesario hacer fogatas para cocinar o entrar en calor cuando uno acampa (en aquel manual puede verse en detalle las opciones de sustitutos). El impacto que las fogatas tienen sobre el suelo es fácilmente estimable si pensamos en todas las veces que hemos realizado caminatas y nos encontramos con huellas de fogatas que han estado ahí quizás por cuánto tiempo. ¡Y sin considerar el peligro de incendio, o el impacto que genera la recolección de la leña que se requiere! • Respetar la fauna y flora silvestres. Este principio está en la misma línea de no llevarse nada con uno ni dejar nada extra en el lugar, como animales o plantas que no correspondan al ambiente. Pero apelando además a aprender sobre las especies presentes a través de la observación y la discreción, recordando que cuando vamos a la naturaleza uno es visita y debe comportarse con mucho respeto. • Considere a otros visitantes. Sin duda que la base de todos estos principios y de lo que nos motive a cuidar al máximo la naturaleza es el respeto. En este caso, referido a las otras personas que comparten con nosotros nuestra afición. ¿Cuántas veces no habremos protestado por el ruido que generan las motos cuando vamos al cerro, o lo descuidados o peligrosos que pueden ser los perros cuando andan sueltos? ¿Y nosotros, predicamos con el ejemplo?

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• Modificar el consumo. Cuando comenzaron los movimientos para minimizar el impacto de los visitantes, el enfoque estaba puesto principalmente en las actitudes y prácticas. Hoy en día, con los antecedentes que tenemos sobre el cambio climático que estamos experimentando, y del impacto o huella de carbono que cada actividad y producción humana genera en el ambiente, nos atrevemos a decir que si realmente queremos actuar

Salar de Atacama, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

comprometidamente frente a la naturaleza que tanto nos gusta, es necesario comenzar a modificar nuestras conductas de consumo. Por ejemplo comprando lo justo y necesario (y no sólo en cuanto a equipo deportivo se refiere), optando por productos que tengan menos envoltorios y envoltorios reciclables, por marcas que estén comprometidas con la naturaleza en sus procesos de fabricación, y planeando la manera más eficiente de movilización, entre muchas otras.

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¿Es tan necesario adoptar las prácticas del Mínimo Impacto? Hacer este tipo de preguntas es válido, sobre todo si se considera que el movimiento nació en respuesta a una situación lejana a nuestra realidad. Pero a 40 años de esto, ¿seguimos estando tan lejos? Según las cifras que la Organización Mundial del Turismo maneja, la demanda global de actividades del tipo ecoturismo y aventura es la que está aumentando por sobre cualquier otro tipo de turismo, estimándose a una tasa de 30 por ciento anual. Esto claramente nos atañe si miramos las estadísticas que maneja nuestra Conaf, que muestran que en los últimos 30 años el aumento de visitas a parques nacionales y áreas silvestres ha sido cercano al ¡600 por ciento! En sencillo, cada vez hay más personas visitando y disfrutando de nuestros espacios naturales, y cada día habrá más y más, entonces, es hora de comenzar a adoptar las responsabilidades que nos corresponden. De lo contrario, el futuro que nos espera probablemente es: • Parques y áreas silvestres menos “naturales” • Requerimiento de permisos, aumento de tarifas o cierre de algunos parques o áreas debido a degradación.

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• Generación o incremento en las regulaciones, prohibiciones y multas, las que generalmente terminan siendo poco efectivas.

Cordillera de la Sal, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2007

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Cordillera de la Sal, Expedición UNCC, 2008

El arte de dejar sólo huellas, y llevarse sólo recuerdos… Ahora que ya hemos visto de dónde viene y para dónde va el Mínimo Impacto, ¡manos a la obra y comencemos a abrir el abanico de técnicas que existen!

Nuevamente insistimos en que estas prácticas y técnicas son sólo sugerencias. Lo más importante es que: desde la base del conocimiento y la comprensión de lo que significa el impacto que podemos generar y las maneras de minimizarlo, y del entendimiento de la fragilidad del ambiente que se visita y la circunstancia del momento en el que se está, cada uno sea capaz de tomar decisiones conscientes sobre qué hacer.

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Para ordenarnos, en cada uno de los siguientes capítulos describiremos los por qués y las prácticas y técnicas generales que hay para cada uno de los principios que vimos en el capítulo anterior. Como sabemos que hay actividades deportivas que provocan o necesitan otro tipo de recomendaciones, así como que la naturaleza está llena de excepciones, el Capítulo 9 está dedicado a recomendaciones específicas.

Definir con antelación el número máximo de personas que conformarán nuestro grupo acorde al tipo de lugar que visitaremos y su infraestructura.

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1 Planificar y prepararse con antelaci贸n

Planificar y prepararse con antelación Como en nuestro Manual de Campamento, hemos abordado el tema de la prevención desde la perspectiva de la seguridad, en este capítulo sólo nos remitiremos a dar algunos consejos que nos permitan prever cualquier posible impacto que podamos generar a fin de minimizar sus efectos. • Hay lugares y momentos en los que realizar una salida con 20 acompañantes no es problema, y otros en los que cinco ya son muchos (por ejemplo en lugares muy prístinos o aislados, o si el objetivo de nuestro viaje es el de observar la fauna). Es necesario definir con antelación el número máximo de personas que conformarán nuestro grupo acorde con el tipo de lugar que visitaremos y su infraestructura, entendiendo que mientras más silvestre sea el lugar y menos seamos o más subgrupos conformemos, menor será el impacto que potencialmente produciremos en los senderos, sitios de campamento, sitios de avistamiento, etc. • Definir y estudiar la ruta o circuito con antelación: mientras menor sea la posibilidad de errar el camino, menor va a ser también la probabilidad de abrir nuevos senderos, perturbar zonas ecológicamente más frágiles y destruir la flora, por ejemplo.

• Al definir la ruta, intentar comprender de antemano el tipo de ecosistema presente en el lugar que se visitará, no sólo para aprovechar al máximo lo que éste nos ofrece, sino para saber de antemano qué tipo de cuidados especiales requiere de nosotros, así como qué regulaciones deben establecerse para los visitantes.

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• Especial ojo hay que poner con las épocas de crianza o anidación de las especies animales que habitan el lugar. Es cierto, a todos nos encanta observar aves construyendo nidos y crías de casi cualquier animal, pero son procesos especialmente susceptibles a perturbaciones, por lo que es mejor evitar u observar desde lejos dichos lugares. El personal de Conaf, en caso de estar en alguna de las áreas de su administración, generalmente está atento a aconsejar al respecto. • Si se va a ir a lugares donde la infraestructura es mínima, planificar el estudio y uso de mapas y GPSs o brújulas, para no tener que recurrir a levantar montículos o hacer otro tipo de marcas en el camino. • Calcular de la mejor manera posible la comida y combustible que se necesita. Esto no sólo nos evitará pasar hambre o frío, sino que nos permitirá, además, producir la menor cantidad de basura, haciendo más eficiente el uso de nuestros recursos y, por supuesto, ¡llevar menos peso en la mochila! • ¿Qué llevar? ¿Ropa colorida o mimetizable? Hemos visto que en términos de seguridad los colores fuertes y brillantes favorecen la visualización, lo cual es importante en deportes de alta montaña, por ejemplo. Pero desde el punto de vista de la perturbación del ecosistema, la mimetizable es la que menos afecta a la fauna local y la que más favorece su observación. ¿Entonces qué hacer? ¡Todo dependerá del contexto y objetivo de la salida!

Aves nativas: Flamenco, Pingüino Papua, Cometocino Gay, Tiuque

A veces, dentro de un mismo ecosistema podremos encontrar superficies más resistentes, menos susceptibles a dañarse o con más facilidades para recuperarse, pero si se trata de lugares frágiles, es necesario entender a priori el escenario y actuar con mucha responsabilidad.

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MINIMO IMPACTO

2 Desplazarse en superficies resistentes ¿Todas las superficies son iguales en la naturaleza? ¿Y de qué impacto hablamos? No todo es color de rosa. El problema de los senderos... Y ahora, ¿qué podemos hacer?

Laguna Glacial El Morado, Expedición Nacional de Liderazgo Juvenil, 2008

Desplazarse en superficies resistentes Ya vimos que al parecer nuestra presencia, desplazamiento y en especial nuestras pisadas, pueden tener un efecto negativo en la naturaleza. Pero, ¿por qué?

¿Todas las superficies son iguales en la naturaleza?

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Así como existen ecosistemas distintos, algunos más frágiles o vulnerables que otros, así también las superficies o “pisos” por donde avanzamos cuando realizamos actividades al aire libre, presentan notables variaciones en su susceptibilidad a la presencia de visitantes. A veces, dentro de un mismo ecosistema podremos encontrar superficies más resistentes, menos susceptibles a dañarse o con más facilidades para recuperarse, pero si se trata de lugares frágiles, es necesario entender a priori el escenario y actuar con mucha responsabilidad.

Para evitar que nuestra visita y nuestro goce de la naturaleza se convierta en una agresión hacia ella, se recomienda que concentremos al máximo nuestro traslado y actividades en las superficies de mayor resistencia. Pero, ¿cuáles son éstas?

Describimos aquí las superficies de mayor a menor resistencia e idoneidad para ser usadas:

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• Senderos y zonas especialmente designadas para los visitantes inician la lista por supuesto. Por lo general estas áreas fueron “sacrificadas” en pos del resguardo del área natural y del bienestar del visitante. Se encuentran altamente compactadas y su objetivo es justamente que continúen siendo pisadas. • Continuando, roca, piedrecillas y arena son las más resistentes. Obviamente intentando respetar las plantas que logran nacer y medrar en esas duras condiciones. • Nieve y hielo son buenas condiciones ya que el impacto es temporal, pero requieren de técnica y experiencia. • Los pastizales, secos y verdes, también ofrecen buena resistencia. • Las plantas anuales se dañan más fácilmente pero tienen una alta capacidad de recuperación, porque su supervivencia depende de las partes que se encuentran protegidas bajo tierra. Ojo con la época de floración eso sí, ya que de ella depende que hayan nuevas plantas.

Cerro San Gabriel, Capacitación Monitores Vertical, 2007

Desplazarse en superficies resistentes

• Las plantas con tallos leñosos no son muy resistentes y su recuperación es más lenta. • En zonas boscosas, la hojarasca al interior de un bosque es menos frágil que la que se encuentra en los bordes, pero es necesario tener especial cuidado con los árboles juveniles ya que se doblan o quiebran con facilidad. • Los musgos son sumamente frágiles, se recomienda evitarlos siempre. Debido a su alta fragilidad, se aconseja evitar o dispersar al máximo el impacto en las siguientes superficies y tipos de paisaje: • Pendientes, en especial las muy pronunciadas. • Suelos de ecosistemas áridos y semiáridos. • Tundras, mallines, bofedales y comunidades vegetales que se encuentren a mayor altura que el límite arbóreo. • Las llamadas “costras” de suelo en algunas partes del desierto, que aunque parezca que son sólo tierra, son el hábitat de miles de microorganismos. • Lagunas o pozas de desiertos, las que también cobijan una increíble variedad de fauna.

¿Y de qué impacto hablamos?

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¡Pero si sólo estamos caminando! pensarán algunos. Es bueno aclarar que nuestro tránsito por la naturaleza tiene bastante más impacto del que imaginamos, por ejemplo: • • • •

Abrasión de la vegetación Abrasión de la materia orgánica del suelo Compactación del suelo Todo lo cual puede conducir a: - reducción de la vitalidad y capacidad de reproducción de las plantas, reducción de la cobertura vegetal, - cambio en el tipo de especies, y - erosión de los suelos.

SERIE AVENTURERO

… Vaya, ¿no?

Isla Navarino, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2009

Desplazarse en superficies resistentes

No todo es color de rosa. El problema de los senderos… La mayor parte de los problemas relacionados con el impacto generado por y a través de los senderos viene de una generalmente poco prolija planificación, construcción y mantenimiento, y de sus usos múltiples sin regulación o planificación (por ejemplo cuando el mismo sendero es usado por personas a pie y en bicicleta, y por animales). Es verdad que esto sólo atañe a quienes hacemos uso de esos senderos, pero nos invita a dos cosas: a ser consumidores exigentes alzando la voz frente a las autoridades correspondientes, y a pensar dos veces antes de contribuir a la generación de senderos alternativos. Y, ¿es para tanto? Veamos qué impactos puede tener un sendero mal diseñado, mal mantenido o mal empleado. • La temida erosión de los suelos. • Disrupción de áreas ecológicamente sensibles o frágiles, lo que contribuye por ejemplo a que haya un menor número de crías o a que las especies animales que allí habitan dejen de hacerlo, lo que influye en todos los procesos que dependen de su existencia (¡por ejemplo la dispersión de semillas de algunas plantas!).

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• Generación de barro, que termina contribuyendo al ensanchamiento no planificado del sendero, y a la generación de senderos alternativos.

Volcán San Pedro, Expedición VTR, 2008

¿Y los problemas de los senderos alternativos?

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• Carecen de toda planificación, generalmente están mal localizados y tienen un fuerte efecto en términos de erosión. • Si atraviesan por áreas más sensibles ecológicamente, provocan sobre ellas un fuerte impacto negativo. • Se deterioran mucho más rápido, atrayendo más posibilidades reales de que se creen nuevos senderos alternativos.

Y ahora, ¿qué podemos hacer? Entendiendo lo anterior, cobran mucho más sentido las prácticas que a continuación mencionamos y que sabemos de antemano que suelen no ser las más entretenidas: • Donde existan senderos, ¡usarlos! Y de pasada ejercitar la voluntad, evitando al máximo usar las tentadoras huellas alternativas que salen al camino, pero que ya sabemos que hacen mucho daño. • La mayoría de los senderos permiten caminar sólo en fila india. Sabemos que conversar cara a cara mientras se camina es agradable pero, por las razones que ya dimos, hay que respetar la fila para no pisar el borde del sendero o fuera de él, a fin de no contribuir a su ensanchamiento y erosión. • Si se puede elegir, evitar realizar salidas cuando sabemos que los senderos por los que caminaremos estarán muy mojados y con barro.

Desplazarse en superficies resistentes

• Si se visitan lugares donde no existen senderos “oficiales”, pero se pueden detectar huellas, usar la huella más marcada y mantenerse en ella en la medida que sirva para llegar a nuestro destino, ya que así se contribuye a hacerla una opción obvia para futuros visitantes y al menos concentrar el uso e impacto en una sola zona. • Por el contrario, si se visitan lugares más alejados o poco visitados, donde la presencia de huellas es casi nula, caminar de manera esparcida para evitar pisar dos veces en el mismo lugar. • En estos casos, tratar de que el grupo sea pequeño, y evitar en lo posible realizar visitas en épocas en que los suelos estén saturados de agua ya que son más proclives a la formación de nuevos senderos y a que se produzcan daños en la vegetación. • Especial cuidado al subir o bajar pendientes debido a la fragilidad de estos suelos. De preferencia tratar de avanzar sobre rocas si las hubiera, y desplazarse en zigzag, ya que genera menos erosión. • Al tomar un descanso, hacerlo en zonas amplias que permitan el paso de otros visitantes, y que no se vean afectadas por nuestra presencia, especialmente si nos sacamos las mochilas y nos sentamos sobre ellas. En estos casos se recomienda escoger zonas con suelos ya compactados o donde abunden rocas grandes.

Choribulder, Expedición Nacional de Liderazgo Juvenil, 2008

• Si se emplean caballos o mulas, buscar animales que sepan desplazarse por senderos y mantenerse en ellos lo más posible, ya que el impacto que provocan las pisadas de animales de carga es mucho mayor.

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• Por lo mismo, tratar de usar el menor número de animales posible. • Guiar el avance de los animales, no sólo para evitar que salgan del sendero sino además porque pueden haber más visitantes que, al igual que nosotros, buscan pasar un momento agradable y pueden ver perturbada su estancia con la presencia de animales. • Finalmente, no construir marcas en el camino, sobre todo en aquellos lugares en los que no hay huellas.

Ruta de los Jesuitas, Expedición MBA UC, 2004

¿Cuántas veces no hemos buscado el mejor sitio para nuestra carpa dentro de las áreas designadas para campamento, pero el que nos parece más atractivo es justamente aquel que no está en el área sino un poquito más lejos, allá donde no hay ruido?

SERIE AVENTURERO

MINIMO IMPACTO

3 ¿Qué hay respecto a los lugares donde uno acampa? ¿Qué considerar al escoger un sitio? ¿Eso solamente? ¿Y en lugares remotos o donde no hayan sitios designados para campamento?

Laguna Glacial El Morado, Expedición Nacional de Liderazgo Juvenil, 2008

¿Qué hay respecto a los lugares donde uno acampa? En general se recomienda acampar exclusivamente en lugares predefinidos. Pero ¿por qué? Se ha visto que el sólo hecho de establecer campamentos generalmente provoca los siguientes efectos: • Eliminación de gran parte de la vegetación original. • Adelgazamiento de la capa de suelo orgánico (aquella que es vital para la vida vegetal ya que contiene la mayor cantidad de nutrientes). • Exposición del suelo mineral, generalmente compactado y por lo tanto con baja capacidad de absorción de agua. • Daño en los árboles circundantes (ramas y troncos) e incluso caída de árboles. • Disminución en la reproducción y desarrollo de nuevos árboles.

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• Generación de huellas y senderos no planificados en los sectores aledaños.

• Disminución de restos leñosos en los alrededores, los que son importantes para la vida de pequeños mamíferos, batracios y reptiles, insectos, plantas y microorganismos. • Todos los efectos relacionados con nuestras pisadas, que describimos en el capítulo anterior. Así entonces, cualquiera lo piensa dos veces antes de armar campamento ¿no?

¿Qué considerar al escoger un sitio?

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MINIMO

No todos los sitios donde uno puede o piensa establecer campamento son igualmente susceptibles a la presencia de carpas y campistas. Por lo general el tipo y magnitud de los problemas que un sitio puede enfrentar dependerá de: • La frecuencia con la que se utiliza el sitio como lugar de campamento. • El tipo de grupo (número de componentes, con o sin animales, entre otros). • El comportamiento de los campistas. • La fragilidad biológica del sitio. • La época del año en que se utiliza. Entonces… • Entre sitios de campamento escasamente usados, sitios con leve pero con cierta frecuencia de uso, y sitios regularmente usados, los más susceptibles a empeorar su deterioro de manera dramática, son aquellos con leve pero con cierta frecuencia de uso, y por lo tanto, son esos los que con mayor razón debemos evitar. • La mejor opción es remitirse a acampar en sitios designados y establecidos como áreas de campamento, que corresponden a los de alta frecuencia de uso, ya que continuar su uso no representará ningún cambio a su situación y se podrá concentrar el impacto en dicha zona. Esto incluye tanto la carpa como todos los movimientos y actividades que el hecho de acampar implica. • Estos sitios son distinguibles ya sea por la infraestructura que tienen, como por estar generalmente desprovistos de vegetación y con suelo muy compactado y a la vista.

Groenlandia, Expedición 2008

¿Qué hay respecto a los lugares donde uno acampa?

• Los sitos con leve pero con cierta frecuencia de uso ¿sólo se encuentran en áreas silvestres remotas? ¡No! ¿Cuántas veces no hemos buscado el mejor sitio para nuestra carpa dentro de las áreas designadas para campamento, pero el que nos parece más atractivo es justamente aquel que no está en el área sino un poquito más lejos, allá donde no hay ruido? • En resumen, ya sea en áreas remotas o en zonas de camping, aquellos sitios que hay que evitar al máximo son los que muestren claras pero aún no muchas señales de uso.

¿Eso solamente? Aquí van algunas recomendaciones generales para reducir el impacto de nuestro campamento: • Disponer el día de tal manera que se pueda contar con la energía y el tiempo suficiente para buscar el sitio más adecuado y establecer campamento de la mejor manera posible. • Recordar que la elección dependerá no sólo del tipo de ecosistema que se visita y de los aspectos de seguridad y funcionalidad que describimos en nuestro Manual de Campamento, sino también de los patrones de uso en el área. • Reiteramos: optar siempre por un sitio frecuentemente usado, para no ampliar el área impactada. • Escoger un lugar que tenga espacio suficiente para todo el grupo: un grupo grande acomodado en un sitio pequeño produce mucho más impacto que si tiene el espacio necesario o si el grupo se subdivide.

Reserva Nacional Cerro Castillo, Programa CFR, 2006

• Tratar de modificar o ampliar lo menos posible el sitio donde se establezca campamento.

IMPACT

MINIMO

• Antes de remover elementos naturales del espacio donde se quiere instalar la carpa, verificar si hay otro lugar donde haya que remover menos. Recordar que en la naturaleza todo sirve para algo y tiene su razón de ser. • Para acampar siempre es necesario tener una fuente de agua dulce cerca. Por lo general se recomienda situarse al menos a 60 metros, no sólo por motivos de seguridad (en el caso que se produjeran crecidas) o para evitar la contaminación de las aguas, sino además para no interrumpir el tránsito de la fauna local hacia ella. • Para todos los desplazamientos que se hagan dentro del campamento (hacia el sector de cocina, baño, agua, etc.), utilizar los senderos que existan, aún cuando esto implique caminar un poco más. • Tanto para no atraer fauna silvestre como para no colaborar en los cambios de hábitos que ésta puede sufrir debido a la presencia humana, guardar bien la comida que llevemos y no dejar restos a su alcance, especialmente durante la noche.

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• Si se quiere colgar equipo o utensilios para ordenar el campamento, o incluso secar ropa, preferir el uso de cuerdas en vez de usar clavos o alambres, tratando de cuidar al máximo árboles y arbustos.

Socaire, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

¿Qué hay respecto a los lugares donde uno acampa?

• Si se van a usar bestias de carga, conseguir animales adiestrados para dichos efectos. El Capítulo 9 contiene una sección específica a este tema. • Si se decidió mover rocas o trozos de madera, darse el tiempo antes de partir de regresarlos al lugar de donde se tomaron. • Si no se modificó el sitio, es bueno tomarse unos minutos para rastrear basuras y restos de comida que se nos puedan haber escapado (a nosotros o a visitantes anteriores) y dejarlo mejor de cómo lo encontramos. ¡Esto ayudará además a no motivar la proliferación de sitios de campamentos ya que la gente, al encontrar un espacio limpio, ocupará ése y no buscará establecerse en nuevos lugares!

¿Y en lugares remotos o donde no hayan sitios designados para campamento? • Por sobretodo evitar usar lugares que presenten huellas de campamentos anteriores, ya que, como vimos, son los más vulnerables a deteriorarse rápidamente. • Buscar sitios que ofrezcan la mayor resistencia posible en sus suelos, recordando que un sitio de campamento se encuentra, no se hace. • Intentar ubicarse lo más lejos posible de sitios de anidación, hábitat de aves acuáticas, sitios de reproducción de mamíferos, colonias de mamíferos marinos, áreas con vegetación de hoja ancha, arbustos y flores.

SERIE AVENTURERO

• Por lo general el tiempo que puede permanecer un campamento en un sitio dependerá de la habilidad del lugar para resistir el uso, y de las condiciones de seguridad del grupo.

Groenlandia, Expedición 2008

• Si sólo encontramos sitios que son vulnerables, intentar no permanecer más de dos noches en el mismo campamento, o en su defecto reubicar carpas y zonas.

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MINIMO

• Disponer el campamento lo más esparcido posible, lo que incluye carpas, zona de cocina, baños, etc. • Especial atención debe ponerse al ubicar la zona de cocina, ya que es el lugar que por lo general genera mayor impacto. Por lo mismo, seleccionar un lugar muy resistente, como una roca grande o un área con piedras o arena. • Respetar aún más la distancia de las fuentes de agua dulce, e intentar estar a cierta distancia de senderos o huellas, para no entorpecer la vista de otros visitantes. • Por los impactos que vimos que producen nuestras pisadas, se recomienda usar zapatos livianos o sandalias al moverse dentro del campamento y tratar de no pasar siempre por las mismas huellas. • No sólo limpiar minuciosamente el sitio antes de dejarlo, sino que en lo posible tratar de borrar las señales de que ahí hubo un campamento, para no atraer a futuros campistas al mismo sitio. • ¡Y recuerden! En nuestro Manual de Campamento encontrarán más información sobre la organización y funcionamiento de un campamento.

El Canelo, Cajón del Maipo, Programa de Educación de Aventura al Aire Libre, 2007

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MINIMO IMPACTO

4 Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama ¿Y efectivamente es un problema tan serio? Entonces, ¿cómo se hace cuando se hace en la naturaleza? Disculpe... ¿cuál es el baño? ¿Y qué hago con...? ¡Algunos datos útiles!

Cañón de San Bartolo, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

Manejo adecuado de desechos 1:Cuando la naturaleza llama… Sin duda una de las preguntas que más curiosidad provoca y que más escuchamos cuando llevamos gente a la naturaleza es “¿y cómo se hace para ir al baño?” ¡Especialmente si vamos a pasar más de un día lejos de cualquier infraestructura que pueda servirnos para dichas necesidades!

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El que “la naturaleza llame” es un proceso natural y necesario, y en el escenario de las áreas silvestres donde no existe infraestructura de baños o letrinas no debería ser un problema en sí mismo. El problema comienza cuando un incorrecto manejo lleva a que dichos desechos entren en contacto con visitantes, de manera directa o indirecta.

¿Y efectivamente es un problema tan serio?

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MINIMO

Las heces humanas presentan potencialmente más de 100 tipos diferentes de bacterias, protozoos y virus que tienen la capacidad de causar enfermedades como hepatitis A, gastroenteritis y enteroparasitosis. Entre éstos, los agentes patógenos que hoy en día están causando más problemas en algunas áreas silvestres son: • Giardia • Salmonella • Shigella • Cryptosporidium ¿Cuál es la magnitud del problema? Veamos, un miligramo de materia fecal puede contener hasta 300 millones de quistes de giardia, y sólo basta la ingesta de unos pocos para infectarse.

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En Chile aún no se han realizado muchos estudios sobre la incidencia de los desechos humanos en áreas silvestres en la salud de los visitantes, pero a modo de referencia, en Estados Unidos la giardiasis es una de las mayores preocupaciones que tienen hoy quienes disfrutan de sus áreas silvestres. En ellas se han encontrado altos porcentajes de animales silvestres infectados con dicho parásito, y hoy es un indicador de la intensidad del uso humano que un parque puede tener, lo que no ocurría antes del boom de los años 70. Tanto así, que desinfectar con químicos el agua obtenida de ríos y esteros antes de beberla es una imperiosa necesidad para los visitantes.

Ruta de los Jesuitas, Expedición MBA UC, 2004

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

Entonces ¿cómo se hace cuando “se hace” en la naturaleza? Averiguar y planificar con antelación qué se necesita llevar al lugar. Porque así como algunos parques cuentan con la infraestructura necesaria y sólo nos queda averiguar distancias y tiempos a las respectivas “facilidades”, otros exigen no dejar ningún tipo de rastro, en tanto que a otros tendremos que llevar las herramientas necesarias para construir nuestros “baños”. Al momento de decidir la técnica más adecuada, tener en mente que lo que se quiere lograr es disminuir: • Las posibilidades de propagación de enfermedades a través de contacto directo con nosotros mismos, otros visitantes, e indirecto a través de animales e insectos. • La contaminación de las aguas, superficiales o subterráneas. • Las molestias a otros visitantes. Al mismo tiempo, lo que se quiere maximizar y acelerar es la descomposición de la materia fecal a un estado inocuo para la salud, lo que ocurre mediante dos mecanismos: • Acción bacterial en presencia de oxígeno, humedad y calor. • Muerte de los patógenos a través de exposición a radiación UV y sequedad ambiental. ¿Qué tan fácil es lograr estos objetivos? Menos de lo deseado, y es por esto que no existe una solución única para todos los escenarios posibles. Para entender la complejidad del asunto, algunos ejemplos:

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• Los organismos patógenos tienen una increíble capacidad para desplazarse largas distancias a través del suelo.

• Si bien existen enzimas y microorganismos efectivos para descomponer excrementos en la capa orgánica del suelo, se ha detectado que hay organismos patógenos que pueden sobrevivir por un año o más en materia fecal enterrada.

• Las condiciones de anaerobia que hay en algunos suelos muy saturados, donde el agua se mueve muy lento, favorecen la longevidad de los organismos patógenos.

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MINIMO

• Las características de las partículas de los suelos arcillosos facilitan el desplazamiento vertical de los organismos patógenos y su rápido contacto con aguas subterráneas. • Lo mismo ocurre en terrenos arenosos y en zonas lluviosas o eventos de lluvias muy fuertes. • Zonas con alta exposición a la luz solar, como laderas norte para el hemisferio sur, benefician la descomposición.

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• En tanto que ambientes glaciares permiten que los organismos patógenos permanezcan activos por años.

Antártica, Expedición 2002

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

Disculpe… ¿cuál es el baño? Acá va entonces una descripción de los diferentes tipos de “baños” que hoy en día se utilizan cuando no hay baño.

1. Hoyo de gato • Uno de los más utilizados o promovidos debido a que minimiza las consecuencias negativas pese a no ser óptimo para la descomposición de los excrementos. • Se recomienda además porque en general permite dispersar el impacto y usualmente es fácil de hacer y de camuflar.

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• Materiales: una pala resistente. Mientras más pequeña, mejor en términos de transporte.

Técnica hoyo de gato

Al hacerlo:

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- Buscar un sitio que esté a más de 60 metros de cursos de agua, debido a la capacidad de migración de los patógenos. Esto incluye cursos de agua que se encuentren secos y zonas húmedas como bofedales y mallines. - Cerciorarse de que el sitio esté lejos de senderos y campamentos. - Buscar el sitio más plano posible, recordando que mientras más compacto sea el suelo, menor será la migración de los gérmenes. - Y por qué no, aprovechar de buscar una bonita vista para hacer más placentera la tarea… - Escoger el sitio que presente la mayor exposición al sol y la mayor cantidad de suelo orgánico posible, tanto horizontal como vertical. - Cavar un hoyo de entre 15 y 20 centímetros de profundidad, hondura adecuada para que nuestros desechos no sean desenterrados por animales, al mismo tiempo que no afecten las aguas subterráneas. Al usarlo:

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- Si se desea, se puede llevar o construir una asiento o pequeña pirca si no se quiere depender exclusivamente de la capacidad de estar encuclillado. Si se construye, obviamente escoger materiales cuya remoción no afecte al medio y devolverlos a su lugar de origen tras usarlos.

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

- Mezclar el excremento con parte del suelo (ayudado de un palito o piedra), para favorecer la descomposición. - Ya hablaremos de qué hacer con el papel higiénico y con nuestra higiene, ¡pero por ahora recordar que éste no se deposita junto a los otros desechos! - Cubrir con el resto de suelo y tratar de disimularlo de tal manera que no sea obvia su presencia ni su ausencia, para que nadie escoja el mismo lugar y encuentre que el “baño estaba ocupado”.

2. Untado o smear • Tal vez no parezca un método de etiqueta, pero hoy en día se lo reconoce como el más efectivo en términos de descomposición. • Pero ojo: tampoco es el paraíso. En vez de que la degradación ocurra en un año o más, se ha visto que con este método ésta demora hasta 100 días. • Por lo mismo, se la recomienda principalmente para zonas donde el número de visitantes es realmente bajo. • Los lugares más recomendables son aquellos donde hay alta exposición al sol y aire seco, como por ejemplo en zonas desérticas.

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• Materiales: lo que la naturaleza provea.

Géiser El Tatio, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

Al hacerlo:

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- Al igual que para el hoyo de gato, buscar un sitio que esté a no menos de 60 metros de cursos de agua (funcionando o secos), de zonas con presencia humana (senderos y campamentos), y zonas húmedas como bofedales y mallines. - De preferencia un lugar con superficie inorgánica y plana (por ejemplo roca) y alta exposición al sol. - Tratar de localizar un lugar donde las posibilidades de que otro visitante se tope con dicho baño sean muy bajas. Al usarlo: - Una vez hecha la tarea, esparcir el excremento al máximo en suelo y/o roca (con ayuda de palitos o piedras), teniendo en mente que mientras más delgada sea la capa, más rápida será la descomposición.

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- Y nuevamente, si hay algo que no se deja en el lugar es el papel higiénico.

Licancabur, Expedición Laguna Blanca, Bolivia 2008

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

3. Letrina • De todos es el método menos recomendado ya que concentra el impacto de manera tal que hace difícil la descomposición de los desechos, al mismo tiempo que es un gran potencial de contaminación de aguas. • Además, es más proclive a despedir malos olores y a atraer animales e insectos que posteriormente se transforman en agentes de transmisión. • Pero, como todo en la vida, hay ocasiones en que puede que sea la única opción, por lo que es mejor saber cómo hacerla. • Materiales: pala resistente, bolsas de basura (las más resistentes). Al hacerla: - Al igual que en los anteriores, buscar un sitio que esté a no menos de 60 metros de cursos de agua (funcionando o secos), de zonas con presencia humana (senderos y campamentos), o zonas húmedas como bofedales y mallines.

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- En este caso también privilegiar que el sitio reciba alta exposición a la luz solar, que sea lo más plano posible y con suelo orgánico y compacto, esto último para disminuir la migración de gérmenes.

- Cavar un hoyo que sea más rectangular que redondo o cuadrado, ya que en la práctica es difícil utilizar el espacio que queda en el centro cuando éste es ancho. Tener en mente cómo se lo va a utilizar a la hora de darle forma. ¿Desde la orilla? ¿Un pie a cada lado?

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- No cavar más allá de 30 a 40 centímetros de profundidad, ya que si bien se quiere dar espacio a más usuarios, no se quiere alejar demasiado de la zona que favorece la descomposición. Al usarla: - Cada vez que se “use el baño”, cubrir los desechos con un poco de tierra para acelerar la descomposición y disminuir los olores. Pero ¡atención! sólo con la cantidad justa, porque de lo contrario habrá necesidad de cavar una nueva letrina en corto tiempo. - Se recomienda dejar la pala cerca para agregar tierra. Es cierto que con el pie uno puede arrastrar tierra también, pero generalmente ésta no cae precisamente donde se necesita. - Reiteramos que no se debe depositar el papel en la letrina. En particular para la letrina se recomienda tener una bolsa de basura en el sector, dispuesta exclusivamente para este tipo de desechos (papeles y productos de higiene femenina).

- Si se quiere equipar el baño de manera completa, dejar junto a la bolsa del papel higiénico una con jabón desinfectante de los que no requieren agua. Otra opción es tener dos contenedores con agua: uno con desinfectante y jabón, y el otro para enjuague.

Antártica, Patriot Hills, recuperación total de desechos, 2001

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- Tanto esta bolsa como la que contenga el papel higiénico para ser utilizado (si se opta por tenerlo ahí también) deben ubicarse y protegerse de manera tal, que no se vuelen con el viento ni se mojen con la lluvia.

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

4. Baño portátil comercial • No, no estamos hablando de las típicas casetas verdes (o azules)… • Menos raro de lo que suena y más pequeños que las casetas, cada día son más los modelos disponibles en el comercio, más los diseños específicos para las distintas actividades y deportes, y más sus adeptos. • Excelente opción cuando su transporte es factible (ojo: vacío y lleno), sobretodo cuando se está con niños, grupos grandes o grupos comerciales. • La mayoría de los modelos se pueden resumir en: un contenedor a prueba de escapes y goteras, y un ingrediente base que puede ser líquido o seco. Este último será el que se encargue de reducir la proliferación de bacterias, disminuir los olores y facilitar la evacuación de los desechos y la limpieza del contenedor.

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• Para ayudar a estos mismos fines, se recomienda no usar estos baños para orinar.

Macaya, Placeas amoena, Vallecito R. M

• Aquellos a base de líquidos o baños químicos, utilizan agua más una mezcla de productos químicos sanitarios, y son probablemente los más comunes, sobre todo para casas rodantes. Son más difíciles de transportar a medida que se van llenando ya que pesan más. Para ser vaciados en baños “normales” deben utilizar productos químicos que lo permitan, los que idealmente no deberían contener formaldehído ya que es dañino para el ambiente.

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• Los llamados baños secos utilizan suelo, arena para gatos, o sal como medio sanitario. Ya que no se necesita usar grandes cantidades de éstos, generalmente son más livianos, y no corren peligro de goteo. Sin embargo, si se utiliza tierra o arena para gatos, no se recomienda en absoluto su evacuación en baños “normales”. • Si bien algunos sistemas no tienen problemas con que en ellos se deseche también el papel higiénico, se recomienda destinar una bolsa plástica para éstos y otros desechos sanitarios.

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• Para hacer de estos baños una opción aún más atractiva, hoy en día existen carpas especiales para hacer de baño (¡sí! al más puro estilo caseta verde). De esta manera se estará seguro no sólo de que se tendrá privacidad sino además de que la lluvia no afectará en la tarea. Recordar dejar una linterna de emergencia dentro de esta carpa, más todos los artículos necesarios.

Parque Pumalín, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

5. Baño portátil artesanal: el Tubo PVC o Poop Tube • Este método es una fantástica muestra del ingenio humano. • Se ideó inicialmente en el mundo de la escalada en roca, sobretodo para escaladas largas, con el fin de detener -créanlo o no- la costumbre de lanzar los llamados “halcones de barro” o bolsas de papel con… sí, con lo que imaginan. • Materiales: tubo de PVC de unos 10 centímetros de diámetro (o más si se prefiere) y del largo que se estime conveniente; dos tapas (al menos una atornillable); 30 cms. de cordín; 120 cms. de cinta; cinta adhesiva tipo Duck Tape; pegamento para PVC; bolsas de plástico (una para cada vez que se “vaya al baño” más algunas extra por si acaso). Al hacerlo: - En primer lugar, tener en mente que lo mejor es armarlo antes de partir. - En uno de los extremos, fijar una tapa con adhesivo adecuado para PVC, a fin de estar seguros de que no se abrirá por accidente.

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- Para el otro extremo en tanto, si el tubo tiene hilo, colocar una tapa atornillable. De no ser así, existen piezas o adaptadores con hilo que se pueden pegar para estos efectos.

- Potenciar la creatividad y generar con el cordín un sistema que amarre esta tapa al tubo, de manera de que no se pierda o caiga cuando sea abierto. - Si el tubo va a ser transportado por personas, usar la cinta y la cinta adhesiva para fabricarle una correa.

Al usarlo:

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- El “baño” serán bolsas plásticas, de preferencia con cierre tipo ziploc ya que hace más fácil la tarea del vaciado. - No utilizarlo para orinar. - Debido a la rápida descomposición de las heces y consecuente producción de gases, existe el riesgo de que las bolsas plásticas estallen. Para evitarlo, es necesario agregarles alguno de los tipos de sanitizadores vistos anteriormente (líquido o seco) antes de cerrarlas. - Además, tratar de sacar la mayor cantidad de aire posible antes de cerrarlas. - Una buena sugerencia es que en vez de “hacer” directamente en la bolsa, se haga sobre papel higiénico suficiente de manera de envolver las heces en él. Si hay suficiente papel como para no tomar contacto con ellas, este “paquete” se puede agarrar y depositar en la bolsa. Pero si no, se puede dar vuelta la bolsa plástica y utilizarla como guante, para después darla vuelta y cerrarla. - ¡No olvidar el sanitizador antes de cerrarla! - En este caso, el papel higiénico usado puede ir en la misma bolsa. - Una variación a esta sugerencia es “hacer” sobre papel de diario, el que luego se doblará empaquetando las deposiciones y el papel higiénico si se usara. El paquete resultante va a la bolsa ziploc, y ésta a su vez en el tubo. - ¡Tampoco olvidar el sanitizador antes de cerrarla!

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- Al regreso, colocarse guantes plásticos antes de comenzar la tarea del vaciado.

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

- ¡Tranquilos! Si se utilizó sanitizador no debería haber mucho olor. - Abrir bolsa por bolsa e ir dejando caer los desechos en una taza de baño. Tirar la cadena cada tanto de manera de no tapar el sistema de desagüe. - Las bolsas plásticas así como el papel de diario si se usara, deben limpiarse con agua y desinfectante antes de desecharlos. Pero si se quiere ser verdaderamente amistoso con el medio ambiente, dejarlas remojar por bastante tiempo en el desinfectante y reutilizarlas (¡exclusivamente para estos fines, por favor!).

6. Baño portátil artesanal: variaciones • Utilizando como base los modelos anteriores, se han generado numerosas variaciones para lograr el objetivo de llevarse todo con uno. Aquí detallamos dos: Bolsa seca: - Seguir exactamente el mismo modo de operar que el tubo PVC, pero en vez de tubo utilizar este tipo de bolsa como contenedor (especialmente si se cuenta con algunas que ya no se usan).

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- Se puede agregar un poco de arena sanitaria para gatos en la bolsa seca para ayudar aún más a reducir olores.

Cerro Piuquencillo, R. M.

- Se puede hacer un modelo grupal utilizando un par de bolsas de basura en su versión más resistente (una dentro de la otra) en vez del tubo o de la bolsa seca, lo que permitiría más espacio. Pero su transporte debe ser cuidadoso ya que las bolsas de basura se rompen más fácilmente.

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Caja/contenedor: - Simula el sistema de baños portátiles. - Se puede utilizar una caja con un buen sistema de sellado, por ejemplo cajas plásticas tipo tupperware o tinetas de pintura. - Además requiere de bolsas de basura resistentes y sanitizador (líquido o seco). - Disponer dos bolsas (una dentro de la otra) en el contenedor, doblando el sobrante hacia afuera del borde. Agregar un poco de sanitizador antes y después de ocupar “el baño”, y cerrar la tapa al terminar. - No utilizarlo para orinar.

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- Si se lo quiere hacer más cómodo, llevar un asiento de baño que calce con el contenedor.

San Bartolo, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

¿Y qué hago con…? 1. Orina • Por lo general se considera que la orina no representa un peligro para la salud, pero a veces puede llegar a ser un vehículo de transmisión de algunos parásitos por lo que es mejor no orinar cerca de cursos de agua bebestible. • Por el contrario, orinar directo en el mar no es ningún problema. • Debido a las sales que la orina contiene, los lugares donde se orine pueden atraer animales que escarben la tierra o se coman las plantas que fueron mojadas, con tal de rescatar estas sales. • Por lo mismo, se recomienda orinar en superficies rocosas, arenosas, sin vegetación y lejos de zonas de camping. • Echar un poco de agua sobre la zona donde se orinó ayudará no sólo a evitar lo anterior sino además a disminuir el olor. • Si bien orinar es más fácil para los hombres que para las mujeres, para ambos se recomienda poner atención a la dirección del viento.

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• Para las mujeres se recomienda además poner atención al tipo de superficie donde se orine, para evitar el salpicado en bototos y pantalones. Hojarascas y arena son, en este sentido, perfectos porque la absorción es casi instantánea.

Punta Península Antártica, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

2. Papel higiénico

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• Para que el papel higiénico que hoy en día encontramos en los supermercados sea lo suave, delicado y absorbente que promete ser, y además despliegue bellos colores y diseños, ha tenido que pasar por numerosos procesos químicos. • Por lo mismo, su degradación es muy lenta y puede ser bastante dañina para el medio ambiente. • Es debido a esto, y a que los animales silvestres siempre encuentran la manera de desenterrarlo (sumado a que no hay nada peor que ver un paisaje natural con flameantes banderitas blancas por todos lados), que se recomienda enfáticamente no enterrar ni dejar papel higiénico en el lugar. • ¿Qué hacer? Dos sugerencias: tener una bolsita de basura especial, o definitivamente no usarlo. • En el caso de optar por llevarlo de regreso: - Lo mejor es que cada persona tenga y maneje su propia bolsita plástica. - Bolsas de colores son mejores que las transparentes en estos casos… - Agregarle aspirinas molidas o bolsitas de té usadas para disminuir olores. • En el caso de optar por usar alternativas:

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- La primera es… ¡agua! Tener una botella especial para dichos efectos y una toalla de género exclusivamente para este fin. Va a depender del lugar y condición meteorológica por supuesto, ya que no se recomienda en zonas de extremo frío. Y muy importante: ¡no olvidarlas cuando se vaya al baño!

Manejo adecuado de desechos 1: Cuando la naturaleza llama

- Dentro de las alternativas que ofrece la naturaleza y que son recomendadas por quienes ya han optado por este hábito son: nieve, musgos, hojas grandes, algas e incluso piedras de río (las que están alisadas por el agua).

3. Toallitas higiénicas, tampones y pañales • La regla es la misma que para el papel higiénico: nada debe ser enterrado ni mucho menos queda en el lugar. Ya sea si se usa la misma bolsa destinada a los papeles u otra especial, aspirinas molidas y bolsitas de té usadas son buenas medidas para manejar olores.

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• En el caso específico de pañales, sean desechables o no, lo que se recomienda es tratar de sacarles la mayor cantidad posible de heces antes de disponerlos en bolsas, y enterrar las heces en un hoyo de gato o depositarlas en el tipo de baño portátil que se esté usando. Si se opta por usar pañales no desechables, no se deben enjuagar directamente en fuentes de agua sino contar con un recipiente destinado a esta tarea, y hacerlo al menos a unos 60 metros de distancia de ellas.

¡Algunos datos útiles!

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• En caso de que se opte por la técnica hoyo de gato, llevar la pala a mano, de preferencia en los bolsillos externos de la mochila. • Una manera muy práctica de administrar el papel higiénico y que asegura que no se mojará ni saldrá rodando en el momento menos adecuado, es ponerlo dentro de una bolsa con cierre tipo ziploc, habiéndole sacado previamente el rollo de cartón interior. Usar el extremo interior del rollo de papel como el inicio, y evitar sacarlo de su bolsa. • Una bolsa seca pequeña destinada a los artículos de baño es muy recomendable también. No sólo para evitar que se mojen, sino además para facilitar tener todo junto y a mano en el momento necesario. Dentro de ella se sugiere tener: la bolsa con papel higiénico, jabón antiséptico sin enjuague, cepillo para uñas, toallitas húmedas, un par de bolsas de basura de emergencia, aspirinas, y si se quiere, guantes de latex para la manipulación de los desechos.

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• Además del jabón sin enjuague, contar con jabón normal para reforzar la higiene antes de manipular alimentos. El mejor lavado de manos contempla: mojar las manos con agua tibia (que corra); enjabonar hasta tener suficiente espuma y friccionar al menos unos 15 segundos, procurando restregar sobretodo la punta de los dedos, entre los dedos, debajo de las uñas y las muñecas; enjuagar con agua caliente corriente y secar bien.

“¡Pero si es biodegradable!”… ¿Cuántas veces habremos oído y hasta pensado en esta frase...?

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MINIMO IMPACTO

5 Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar Cuerpo limpio... ¿en naturaleza limpia? ¿Bañarse, o no bañarse?... ¡Y cómo bañarse! Detergentes: la suciedad que queda ¿Quién lava los platos sucios? El envase del envase del envase... La gran pregunta: ¿Qué hacer? Desechos médicos

Antártica, Expedición 2002

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar “¡Pero si es biodegradable!”… ¿Cuántas veces habremos oído y hasta pensado en esta frase al tratar de acallar la conciencia frente a la coronta de manzana que se escapó de las manos, o de los granos de arroz que salieron disparados al abrir el envase? En general desechamos mucho más que lo que consumimos, y las biodegradables cáscaras de plátanos, pueden demorar hasta 6 meses en degradarse y afear la naturaleza que uno espera disfrutar, atrayendo en el intertanto, animales, insectos y microbios. En este capítulo revisaremos qué hacer con los otros tantos desperdicios que somos capaces de generar en uno o más días de pleno contacto con la naturaleza.

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¿Como cuáles? Como los residuos que provienen de:

• La higiene personal • El lavado de utensilios de cocina y ropa • Cocinar, y comida en general • Una eventual atención de primeros auxilios

Cuerpo limpio.. ¿en naturaleza limpia?

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A nadie le dan muchas ganas de hacerse un té con el agua que resulta del enjuague de champús o jabones biodegradables, ¿no? Probablemente es un instinto natural que nos alerta sobre la calidad dudosamente saludable de dichos residuos, por muy biodegradables que los productos sean. A continuación veremos cómo hacerlo para que nuestra limpieza no signifique suciedad y enfermedad para otros, pero antes, tal vez es bueno entender la naturaleza misma de nuestros productos de aseo y manejar algunos datos que pueden sorprender. • Desde hace algunos años la atención de la ciencia se ha estado volcando hacia los productos de aseo personal, cosméticos y farmacéuticos, y no precisamente para el diseño de nuevas variedades, sino más bien por el negativo efecto ambiental que se está comprobando que éstos tienen sobre las aguas. • Por ejemplo, se ha visto que dentro de la lista de agentes contaminantes orgánicos de aguas residuales que se han detectado en ríos y canales de los Estados Unidos, se encuentra de manera importante una variedad de químicos provenientes de champús, geles de baño, desodorantes y cosméticos.

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• Y lo que es más impresionante, una gran parte de las medicinas que tomamos terminan contaminando ríos y océanos. Tanto así, que ¡hoy se sabe fehacientemente que hay ríos con alto nivel de ibuprofeno! Pero esto da para otro manual…

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• ¿Y cómo afectan a la naturaleza los componentes de nuestros artículos de aseo y belleza? Entre otros se han detectado moléculas de fragancia dentro de los tejidos de peces. • Y se ha comprobado que algunos químicos que están presentes en estos artículos o que se producen como resultado de ellos, están relacionados a problemas de reproducción humana, y afectando la reproducción y crecimiento de los peces. Y lo que es más impactante, provocando que peces machos exhiban características de peces hembras. • En respuesta a esto y a los efectos que se sugiere que los productos cosméticos y de aseo podrían tener sobre la salud humana, han estado comenzando a resonar términos como biodegradable, “ecológico” y natural. • Entre usar artículos de aseo biodegradables y nobiodegradables, de todas maneras optar por los primeros en la medida de lo posible. Pero ojo: el que un producto sea biodegradable no significa necesariamente que sea inocuo para el ambiente o “ecológico”, o que esté hecho en base a ingredientes naturales.

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• Que un producto sea biodegradable significa que si se encuentra en las condiciones correctas, dentro de algunas semanas, meses o años, todos o parte de sus componentes se degradarán o reducirán por acción de microorganismos o enzimas naturales. Esto no significa necesariamente que el resultado de esa degradación será “ecológico”: dependiendo de los componentes, el proceso puede crear metano, uno de los temidos gases invernadero, y toxinas, además de dióxido de carbono y agua.

• Los productos “ecológicos” son los que no generan efectos nocivos sobre el medio ambiente y sus habitantes, lo que tampoco nos da plena seguridad de que no cuenten con químicos sintéticos dentro de sus ingredientes.

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• En tanto, los naturales son, o deberían ser, aquellos hechos exclusivamente en base a componentes naturales (generalmente vegetales), sin químicos sintéticos, y que tienen un efecto prácticamente inocuo sobre el organismo y el medio ambiente. Generalmente son menos fragantes y atractivos para el consumidor, pero claramente la mejor opción.

Bañarse, o no bañarse?… ¡Y cómo bañarse! • No es raro escuchar historias sobre algunos que, en expediciones largas o en lugares muy extremos, sencillamente no pueden bañarse o lavarse el pelo durante semanas. Y la verdad es que, aparte de despedir un olor no muy sociable, las bacterias que nos acompañan no son un problema higiénico muy grande.

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• Lo que no significa dejar de lavarse las manos, ya que esto es lo único que no puede descuidarse ni en la ciudad ni al aire libre, sobre todo antes de cocinar, antes de comer y después de “ir al baño”.

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• Ni tampoco descuidar las zonas genitales, especialmente las mujeres, ya que la falta de higiene acarrea infecciones. • Pero si entender al menos aquellas corrientes que enuncian que el baño diario de pies a cabeza no es tan necesario, y tampoco tan natural. • De hecho, los aceites secretados por la piel, y que nosotros generalmente lavamos, generan una capa protectora que ayuda a prevenir la sequedad y los daños causados por el viento y el sol. • ¡Incluso se dice que a mayor ”olor”, menor probabilidad de atraer mosquitos! • Ahora bien, como estamos acostumbrados a sentirnos limpios, apenas exista una posibilidad de limpieza lo más probable es que muchos la tomemos. Si es así y si existen zonas designadas e infraestructura adecuada, ¡fantástico, a usarlas!. • Pero si estas condiciones no se dan, lavarse en ríos o lagos no es una agresión para el medio ambiente siempre que no se use jabón ni champú.

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• Si se desea usar champú y jabón, dejar de lado la romántica idea de lavarse en el río, y buscar un lugar al menos a unos 60 metros de cualquier fuente de agua, hasta donde habrá que llevar los artículos necesarios.

El Canelo, Cajón del Maipo, Programa de Educación de Aventura al Aire Libre, 2007

• Disponer de uno o dos contenedores u ollas en los cuales trasladar agua. Si se utilizan ollas, habrá que lavarlas muy bien después de usarlas, ya que los residuos de jabón pueden causar diarrea.

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• Si se cuenta con suficiente combustible, ¡siempre es más agradable temperar el agua antes de usarla! Además de ayudar a que la limpieza sea más profunda. • Por supuesto, en lugares calurosos es recomendable poner recipientes con agua a pleno sol para temperarla en vez de usar combustible. • Optar ojalá por productos naturales y/o los más “ecológicos” o amistosos posible para el medio ambiente. Evitar aquellos que contengan fosfatos (más adelante ahondaremos al respecto). • Una buena alternativa al jabón es llevar una pequeña toalla para frotar la piel. • Ésta también servirá como alternativa a las toallitas húmedas o “wipes” que, si bien son muy prácticas, la mayoría es altamente contaminante tanto debido al proceso de producción como en su posterior degradación. Y pese a que hoy en día es posible encontrar algunas opciones “ecológicas”, biodegradables e incluso orgánicas, no hay nada como una toalla que pueda ser lavable y reusable cuantas veces se quiera. • Vaciar el agua usada rociándola sobre suelo mineral o desprovisto de vegetación. De esta manera se reducirán las probabilidades de que los químicos alcancen las fuentes de agua.

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• Un buen consejo es tener una bolsa de malla con los artículos necesarios para el aseo personal, para no tener que andar recogiendo frascos ni toallas cada dos pasos.

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• En cuanto a los dientes, si se quiere optar por la vía natural, lo mejor para sustituir la pasta es sal y bicarbonato de sodio. • Ya sea usando este método o la pasta de dientes tradicional, -que debiera aplicarse en pequeña cantidad-, también buscar un lugar con suelo mineral o desprovisto de vegetación, y enjuagarse la boca expulsando la espuma y los residuos de manera explosiva, para reducir al máximo la posibilidad de que caiga todo sobre un mismo lugar. • Una opción al método de la expulsión es tragar, pero es necesario verificar que la pasta de dientes no contenga flúor.

Detergentes: la suciedad que queda El efecto que los detergentes y artículos de aseo para el hogar producen en el medio ambiente, especialmente para las aguas, es otro de los focos que está despertando cada vez más atención y alarma en el mundo de la ciencia. ¿Por qué?

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Detrás de las atractivas frases “aroma a aire fresco de montaña”, y de las promesas de blancura, los ingredientes de los detergentes y artículos de aseo son una verdadera pócima de químicos que puede incluir numerosos compuestos con demostrados efectos bioacumulativos, efectos a nivel hepático, reproductivos y hormonales entre otros. Químicos que pueden llegar a afectar el organismo humano tanto como los ambientes acuáticos.

Ruta de los Jesuitas, Expedición MBA UC, 2004

• Los fosfatos favorecen la eutroficación en lagos y lagunas; se conoce como eutroficación el aumento explosivo de algas. Esto conduce al aumento de la temperatura del agua, liberación de toxinas y disminución de oxígeno, con la consecuente muerte de peces y otras especies acuáticas.

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• Se ha visto que prácticamente todos los detergentes dañan severamente las branquias de los peces, y destruyen la capa externa de la mucosa que los protege de bacterias y parásitos. • Además, dependiendo de la concentración de detergentes en las aguas, los peces pueden absorber químicos y toxinas. Y como si fuera poco, dicha concentración de detergentes puede provocarles la muerte en estado de huevo y hasta en estado adulto. ¿Qué hacer entonces? • Lo primero, informarse. Cada vez existen más estudios, reportes e información disponible, sobre todo en internet, para transformarnos de consumidores pasivos y desinformados en consumidores responsables y cuestionadores, y para entender los efectos que en nuestra salud y nuestra vida tienen muchos de los artículos que usamos a diario y que nunca hemos cuestionado.

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• En seguida, a sabiendas que este manual está enfocado hacia cómo hacerlo cuando estemos en la naturaleza, ¡por qué no aprovechar el espacio! y promover un cambio de consumo general para los productos que usemos en el hogar (que finalmente son los mismos que llevamos a la naturaleza).

Tipi Tipi Hoe, (Pez Mariposa), Isla de Pascua

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• Así entonces, es necesario leer las etiquetas, optar por productos libres de fosfatos, petroquímicos, cloro, amoníaco, tintes y perfumes, y ojalá por los que provienen de compañías con políticas, ética y prácticas ambientales. Hay numerosos sitios web con información al respecto, dentro de los cuales éste es uno de los más reconocidos: www.ethicalconsumer.org • Y si bien todavía es difícil hallar este tipo de productos en Chile, es posible encontrar algunos mediante internet. Por otro lado, mientras más se discuta y más demanda haya, mayor será la presión por incorporarlos al mercado. • Finalmente, se recomienda diluir en agua los productos con los que por ahora contamos, ya que así se usa menos cantidad, al tiempo que siguen siendo eficaces.

¿Quién lava los platos sucios? • Entonces, volviendo a lo nuestro, si hay zonas designadas e infraestructura para estos fines, ¡usarlas!. Sabemos que puede sonar extraño decirlo, pero cuántas veces no hemos sido tentados por una llave de agua que queda bastante más cerca que la zona de lavaplatos… ¿no?

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• Ya sea en zonas de camping con infraestructura o en zonas silvestres, remover, previo al lavado, todos los restos de comida que sea posible de los utensilios, y ponerlos en la basura. Al terminar, colar el agua que provenga del lavado a fin de rescatar los últimos restos.

• Por lo general, agua caliente más una buena esponja con virutilla son suficientes para dejar todo impecable, sin necesidad de usar detergente.

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• Y mientras más pronto se lave, más fácil será remover la suciedad. • Si se está en lugares silvestres sin infraestructura, las recomendaciones son las mismas que para el aseo personal: alejarse al menos 60 metros de las fuentes de agua y de sitios de campamentos. Tras lavar (y habiendo removido todos los restos de comida) rociar el agua residual en una superficie lo más amplia posible, cerciorándose de que esta superficie sea mineral y esté desprovista de vegetación. • La arena es un excelente detergente natural. Si no se cuenta con arena en el lugar, las piedrecillas que hay cerca de los ríos también sirven. Si existen rastros de fogata o se ha decidido hacer una (ver el Capítulo 7), la ceniza también es un detergente que da excelentes resultados.

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• En cuanto al lavado de ropa, lo mejor es olvidarse de usar detergente mientras se esté en la naturaleza. No sólo por los nocivos efectos que éste tiene sobre el ambiente, sino además porque generalmente la ropa deportiva requiere detergentes muy suaves o específicos que son difíciles de remover de la ropa, los que terminan causando irritación en la piel y en las vías respiratorias si es que son muy fragantes.

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• Las bolsas secas ofician de excelentes lavadoras. Si se las deja al sol con las prendas en remojo, el agua se temperará facilitando bastante el lavado. Cerrándolas bien, se las puede agitar imitando perfectamente los programas de lavado de las máquinas. • Otra opción de lavado lo ofrecen los arroyos y riachuelos que presentan flujos de agua rápidos y de buen caudal, utilizando las zonas de rápidos para dejar que la prenda se lave y enjuague naturalmente. ¡Obviamente en estos casos prima la seguridad antes que la limpieza! • ¡Y por qué no! Si se cuenta con un buen río o laguna, ¡meterse al agua con ropa!

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• Ahora bien, si de todas maneras se quiere usar algún producto para lavar, antes que usar detergente es mejor utilizar jabón natural, considerando las mismas sugerencias anteriores: a 60 metros de cualquier fuente de agua o campamento, y esparciendo al máximo el agua usada.

San Pedro de Atacama, Expedición San Pedro VTR, 2008

El envase del envase del envase…

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Es curioso ver cómo en un mundo en que términos como “calentamiento global” y “huella de carbono” son cada día más comunes en nuestro vocabulario, aún es difícil encontrar alimentos y objetos con el envase mínimo necesario, ¡o hasta sin envase! Si bien el problema de la basura va mucho más allá del plástico y los envases en general, éstos constituyen gran parte de los desechos domiciliarios. ¿Algún problema? ¡Sí, varios! Y aquí van algunos datos interesantes al respecto: • Anualmente en el mundo se producen entre 3 y 4 trillones (millones de millones) de bolsas plásticas, pero por suerte en países como Bangladesh, Rhuanda, Taiwan, Canadá y Sudáfrica se está prohibiendo su uso. • El consumo mensual de bolsas plásticas en Chile se estima en unas ¡250 millones de unidades o más! • Los desechos que produce nuestra cultura de consumo (desde lo esencial hasta lo dispensable) aporta el cinco por ciento de las emisiones de gases invernadero. • Anualmente se producen en Chile alrededor de 5.500.000 toneladas de basura domiciliaria. • Por lo general el 60 por ciento de esa basura está constituida por envases.

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• Como si fuera poco, anualmente consumimos 350.000 a 400.000 toneladas de papeles y cartones, reciclando sólo cerca de 170.000.

Groenlandia, Expedición 2008

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

Ahora bien, dentro de la larga lista de problemas que vienen tras la basura, uno impactante lo constituye el recientemente descubierto vórtice de basura. Un verdadero caldo de plástico que, debido a las corrientes marinas, está flotando en el Océano Pacífico al norte de Hawaii y que hoy ya tendría el doble del tamaño de Estados Unidos continental. ¿Espantados? Hay más aún: • Se estima que el 90 por ciento de la basura flotante en los océanos está constituida por plástico. • Cada año, se vierten a los océanos alrededor de 45.000 toneladas de plástico. • El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estimó el año 2006 que cada milla cuadrada de océano contiene 46.000 pedazos de plástico flotante. • Como resultado, anualmente alrededor de un millón de aves marinas y unos 100.000 mamíferos marinos están muriendo a causa de las redes de pesca, bolsas, envases, vasos plásticos, etc. • De hecho, dentro de los estómagos de aves muertas se han encontrado desde jeringas hasta encendedores y cepillos de dientes.

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• En tanto, la degradación del plástico en los océanos generalmente pasa por la generación de pequeños pedacitos y hasta micro partículas que son confundidos como alimento por ballenas, peces y zooplancton. Este plástico usualmente los estrangula, o se acumula en el tracto digestivo impidiendo la absorción de nutrientes y, por ende, matando al animal por desnutrición.

Tortuga Verde, Isla de Pascua

• Para complicar aún más las cosas, se estima que al océano llegan cientos de millones de pellets plásticos utilizados como materia prima para la fabricación de más plástico. Estos pellets actúan como esponjas de los químicos tóxicos que hay disueltos en las aguas, y adivinen a dónde van a parar… sí, al estómago de los peces.

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• Así, tanto pellets como plásticos ingeridos comienzan a moverse dentro de la cadena trófica, hasta llegar a… ¡los estómagos humanos!, ya sea por consumo directo de pescado o de animales alimentados con ellos. • ¡Uf que mundo! ¿No?

La gran pregunta: ¿Qué hacer? • Aprovechar esta racha de información para seguir averiguando: hoy más que nunca es posible informarse y transformarse en ciudadanos y consumidores conscientes y exigentes. • Por lo pronto, optar por las marcas y productos que usen menos envases y tengan más políticas ambientales; optar por envases reciclables antes que desechables; hacer el esfuerzo de reciclar todo lo que se pueda, y no aceptar bolsas de plástico por cada cosa que se compre. De hecho, si se adoptan las bolsas de género, ¡mejor!

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• En cuanto a qué hacer cuando vayamos a la naturaleza, lo primero es: reducir antes de partir. Tratar de reempacar al máximo la comida en bolsas tipo ziploc, que permiten abrir y cerrar múltiples veces y pueden ser reutilizadas. Así se disminuyen los envases (¡y el peso!) y las posibilidades de ir dejando restos de basura repartidos involuntariamente por doquier.

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• Planificar muy bien comidas y porciones, para evitar botar restos de comida (y nuevamente, ¡llevar menos peso!). • En caso de llevar paquetes originales de arroz o pasta, usar tijeras al abrirlos y así evitar que el paquete ceda sorpresivamente regando fideos o granos por todas partes. • Al remover el agua utilizada para cocinar alimentos (pasta por ejemplo), verterla en una segunda olla, tanto para dejar que se enfríe antes de rociarla sobre la tierra, como para evitar que ocurra lo que comúnmente ocurre: que al tratar de sacar el agua de la olla con tallarines, parte de ellos queda en el suelo, ante la frustración grupal. ¡Y el trabajo extra que significa recoger los restos de fideos desde el suelo o del lavaplatos! • Para evitar este desastre, ayudarse de un colador. Si se quiere optar por algo menos voluminoso que un colador, las mallas plásticas de naranjas y limones por ejemplo pueden ser de gran ayuda. Obviamente, mientras más fina mejor, y si se extiende como tapa en la olla en el momento de colar, aunque sea cubriendo la mitad, mejor aún.

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• Y si pese a todos los esfuerzos parte de la cena quedó inevitablemente en el suelo, imaginarse los ratones, zorros y otros animalitos que probablemente se acercarán a comer éstos y otros alimentos ¡incluyendo carpas y equipo! Para evitarlo, recoger cuidadosamente y disponer en la basura todos los restos que puedan haber caído.

• Por otro lado, ya que el agua de cocción contiene alimentos desechos que también atraen animales y moscas, esparcirla es especialmente importante, cuidando de rociarla sobre suelos minerales o desprovistos de vegetación, reiteramos, a unos 60 metros de cualquier fuente de agua o campamento.

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• Especial atención con la micro basura que naturalmente acumulamos en los bolsillos, y que por lo general suelen ser pequeños envoltorios de dulces que tienden a salir volando al menor movimiento sin que nos demos cuenta. • Una buena idea para evitar esto es llevar una bolsa en los bolsillos donde ir dejando las pequeñas basuras que se vayan acumulando en el camino (¡y las que vayamos recogiendo también!). • En esta bolsa pondremos cáscaras de naranjas, corontas de manzanas, y cualquier desecho que nos guiñe el ojo con la idea de ser orgánico. Es cierto, son biológicos en estricto rigor, pero no pertenecen al lugar, demoran más de lo pensado en degradarse, afean el entorno y generan cambios de hábitos en animales. • Por otro lado, como ya sabemos que pequeños pedazos de plástico también pueden ser confundidos como alimentos por los animales, es muy importante evitar generarlos. Por ejemplo: - Al abrir un sobre de sopa o jugo, no abrirlos hasta el final, de manera que no fabriquemos pequeñas esquinas de sobres que puedan salir volando. - Al abrir envases tetra pack hacer lo mismo: abrir sin cortar hasta el final.

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- Sacar los adhesivos de frutas antes de partir.

Manejo adecuado de desechos 2: Bote la basura en su lugar

• Para los fumadores algunas personas recomiendan atrapar las colillas en los cordones de los zapatos. Pero para evitar cualquier posibilidad de que escapen, lo mejor es andar con una bolsa o recipiente donde ir depositándolas. ¡Las colillas de cigarros tardan de 1 a 12 años en degradarse y son importantes focos de incendios! • De contar con una fogata segura, ética, y ambientalmente aceptada (Capítulo 7), evitar la tentación de quemar envases, papeles, cartones con cubiertas plásticas, y restos de comida. Por lo general nada se combustiona al 100 por ciento y los restos de plásticos y metales que quedan son muy tóxicos y son fácilmente repartidos por el viento. • Lo mismo para la basura a que nos referimos en el Capítulo 4. Los papeles higiénicos necesitan una temperatura muy alta (más de la que produce una fogata) para que ellos y sus gérmenes se quemen apropiadamente. • Por otro lado, casi todos los desechos que se generan en una salida: latas, envases tetrapack, botellas plásticas y pilas ¡son reciclables! Disponerlos en una malla especial no toma más tiempo que disponerlos con el resto de la basura, pero hace una gran diferencia si al regreso son llevados a contenedores apropiados.

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• Y por último, tanto durante el camino como antes de dejar cualquier lugar en el que se haya estado, hacer el esfuerzo de dejar más limpio que como se encontró, recoger restos de basura propios y ajenos y hacer “operaciones rastrillo” cuando sea necesario. ¡No olvidar que la mejor manera de educar es con el ejemplo!

Desechos médicos

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En el eventual caso de que ocurra un accidente en el que haya que prestar atención de primeros auxilios, el material médico que se contamina con sangre o fluidos pasa a llamarse desechos médicos. Éstos requieren de una disposición especial que no sólo es importante en términos ambientales, sino también en términos de salud. Las recomendaciones para su tratamiento son: • No mezclarlos con el resto de la basura: disponerlos en una bolsa o contenedor especial, apropiadamente marcado. • Agregarles povidona yodada o cloro. • Especial cuidado con desechos que tengan puntas o filo. Si hubo necesidad (y competencia suficiente) para utilizar jeringas o bisturís, optar por usar un contenedor rígido para disponerlos. • De no tener uno, envolverlos con cartón, papel o alguna estructura más rígida, y cinta adhesiva.

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• El mejor lugar para este tipo de basura son los contenedores especializados que tienen hospitales y clínicas. Al acompañar al accidentado, llevar esta basura para que sea correctamente dispuesta y tratada.

No olvidemos que sólo somos visitantes de una naturaleza frágil, y que así como se nos hincha el alma con cada nueva vista, otros también andan en búsqueda de lo mismo.

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MINIMO IMPACTO

¿Amor que mata? De cómo disfrutar y cuidar a la vez

¡Qué bonito se vería en mi mesa! Hombre y naturaleza...¿uno? No sólo de voluntad vive el hombre y sobrevive el animal... ¿Qué hay de las mascotas como compañeras de paseos? Etiqueta al aire libre

Alto la Cueva, Volcán Palpana, Expedición Arqueológica 2009 Alto de de la Cueva, Volcán Palpana, Expedición Arqueológica 2009

¿Amor que mata? De cómo disfrutar y cuidar a la vez ¡Una punta de flecha!… ¡Un fósil!!… ¡Que planta más bonita!!!… ¡Mira el nido!!!!… ¡Aaaaaaahhh!!!!!… ¡Lo sabemos! los que gozamos con la naturaleza disfrutamos y nos maravillamos con cada lugar y cada nuevo descubrimiento. Lo cual es fantástico siempre que no olvidemos que sólo somos visitantes de una naturaleza frágil, y que así como se nos hincha el alma con cada nueva vista, otros también andan en búsqueda de lo mismo. Este capítulo lo dedicamos a los datos que nos ayuden a entender y reforzar hábitos en cuanto a los siguientes principios del Mínimo Impacto: • Dejar en el mismo lugar lo que se encuentre SERIE AVENTURERO

• Respetar la flora y fauna silvestres

• Considerar a otros visitantes

¡Qué bonito se vería en mi mesa!

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Lo entendemos… y profundamente. No crean que no nos encantan ni nos tientan las piedras de colores extraños, los cuarzos, los palos y troncos con formas artísticas, las flores, los fósiles, los restos de cerámicas o flechas ¡y tanto tesoro que se puede encontrar en la naturaleza! El problema es que: • si en el pasado hubo varios yendo a la naturaleza y recolectando tesoros, • hoy vamos y seguimos recolectando, • y mañana continuamos, va a ocurrir lo mismo que con la Cueva del Milodón, en la que “dicen” que había estalactitas. U otros tantos lugares donde se supone que era tan fácil ver ciertas plantas, animales, fósiles o restos, pero que lo único fácil de encontrar en la actualidad es la frustración de no encontrar nada… “¿Pero que daño puedo hacer yo si me llevo sólo uno?”. ¡Probablemente no mucho si uno fuera el único visitante! Pero como en realidad somos muchos, y estas conductas tienen la extraña capacidad de ser altamente contagiosas, lo mejor es:

• ¡Aprovechar de contagiar la actitud opuesta! Ser ejemplos de educación y consideración, demostrando que es posible pensar más allá del propio interés, por más que eso cueste.

Africa, Expedición Kilimanjaro Revista Capital, 2008

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• Silenciar el “¡yo, yo!” que llevamos dentro y abstenerse de robarle a la naturaleza cualquier cosa que no sea basura.

¿Amor que mata? De cómo disfrutar y cuidar a la vez

• Hacer uso de la tecnología y llevarse en cambio bellas fotografías de los tesoros encontrados. • Y recordar que así como es maravilloso sentirse descubridor, otros quieren experimentar la misma sensación. Mañana, el próximo mes, y en los años futuros… • Por otro lado, no olvidar que gran parte de estos tesoros son piezas del rompecabezas llamado ecosistema, ofreciendo hogar, escondite, nutrientes, alimento, variabilidad genética, reproducción de futuras generaciones y las más impensables funciones vitales para los habitantes del lugar visitado, y para que ese lugar sea lo que hoy es. • Saber por ejemplo que las flores que se ven tan bonitas en el paisaje van a llegar marchitas a la casa, en tanto que en el lugar va a haber insectos con menos flores de las que alimentarse, aves con menos insectos que comer, menor producción de semillas, y así varios menos más. Una larga cadena de dominó que se desploma debido a que cortamos unas “sencillas” flores.

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• O que la tierra de hoja, tan abundante en los cerros y buena para los maceteros, al ser removida de las laderas descubre un suelo fácilmente erosionable, desencadenando también una larga cadena de efectos.

Groenlandia, Expedición 2008

• Sincerarse además con uno mismo, y asumir que gran parte de lo que se recolecta en la emoción de la salida muere (plantas, cangrejos o bichitos); se rompe (hojas, flores, ramas) o queda botado en alguna parte.

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• Y por último, que en muchos parques y reservas nacionales está estrictamente prohibido llevarse “recuerdos”, especialmente si éstos son arqueológicos.

Hombre y naturaleza… ¿uno? Es curioso ver cómo cada vez que somos invitados a una casa, por lo general tratamos de mostrar nuestros mejores modales y educación, en tanto que apenas pisamos naturaleza, y a veces hasta localidades humanas, una extraña “bestia” puede tomar posesión de nuestra mente y cuerpo, convirtiéndonos en seres ruidosos, presuntuosos y capaces de hacer las cosas más insólitas. Y si no que lo digan los “baños” encontrados en los lugares más inauditos, las piedras y troncos luciendo de por vida las letras de quien quiso inmortalizarse, las aves y animales que escaparon milagrosamente de cazadores ilegales, y hasta los cactus que nos ha tocado ver agujereados por bastones para ver si efectivamente tienen agua. Y no por niños ni adolescentes…no. Por adultos que muchas veces ostentan títulos y cargos muy respetables.

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Muchas de las recomendaciones que vienen a continuación pueden sonar obvias y hasta insólitas. Pero, si existen, es porque ha habido la necesidad de generarlas, y eso da para pensar.

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• Lo primero, saber que éste es un tema que preocupa desde hace bastante tiempo y que se han realizado varias investigaciones para ver el efecto que la recreación al aire libre puede tener sobre la vida silvestre. • Dentro de los resultados obtenidos se han visto cambios en la vida silvestre a nivel de comportamiento, reproducción, cambios a nivel de números poblacionales y de composición de especies. • Entonces, ya lo decíamos antes en el Capítulo 1, averiguar sobre épocas de nidificación y crías, y respetar los límites recomendados. • Ahora, si se cuenta con la increíble suerte de encontrarse con nidos y/o crías, evitar al máximo acercárseles ya que tanto las crías como uno puede correr peligro debido al comportamiento defensivo de las hembras.

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• Recordar que un animal que comienza a depender de la presencia humana para alimentarse, comienza a tener una desventaja frente al mundo natural, al tiempo que aumentan las probabilidades de que confunda basura con alimento.

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• En Chile tenemos la suerte de contar con una naturaleza muy benigna y no tenemos que preocuparnos ni de osos ni de monos que puedan sentirse atraídos por nuestros alimentos y basura. Pese a esto, es igualmente importante resguardar ambos para evitar al máximo atraer ratones que eventualmente podrían transmitir Hanta, zorros, u otros animales.

• Así entonces, por muy tentador que parezca, abstenerse de alimentar animales silvestres. Esto incluye a los zorros “aguachados” que uno puede encontrar en ciertos parques nacionales. Si bien es cierto que están acostumbrados a la presencia humana y al alimento que puedan lograr gracias a nosotros, no se les hace ningún favor si se les sigue incentivando hábitos poco naturales.

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• Y si nada de esto es convincente, entonces tener en mente que ratones, zorros y otros tienen una comprobada capacidad de roer y destruir carpas, mochilas, equipo de campamento y bolsas plásticas en busca de comida. ¡Y es verdad! Está realmente comprobado. • Ahora bien, para estresar lo menos posible a animales silvestres se recomienda espaciar los viajes a los ríos o fuentes de agua evitando de este modo espantarlos o alejarlos de su territorio. • Recordar además dejarles siempre una vía de escape. Nuestra presencia puede ser altamente intimidante para muchos animales, aún cuando sólo estemos observando, por lo que es importante no acorralarlos. Por ejemplo, si se está cerca de mamíferos marinos como lobos de mar, evitar caminar entre el animal y el mar. • Por el contrario, si se quiere buscar fauna para observación, lo mejor es hacerlo respetando una buena distancia, vistiendo colores que se camuflen con el entorno, y tratando de no hacer ruidos ni movimientos bruscos.

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• ¡Y mientras más temprano en la mañana, más probabilidades habrá de ver actividad!

Antártica, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

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No sólo de voluntad vive el hombre y sobrevive el animal… • Para quienes gustan de la caza y la pesca, ojo con las regulaciones. Los sitios web del Servicio Agrícola y Ganadero y de la Subsecretaría de Pesca cuentan con detallada información sobre las leyes vigentes, las especies protegidas, los permisos requeridos, y los lugares donde estas prácticas están estrictamente prohibidas. • Así por ejemplo, el 100 por ciento de los reptiles terrestres chilenos, casi el 100 por ciento de los anfibios, y la mayoría de aves y mamíferos terrestres nativos están protegidos por la ley. • Dichas leyes estipulan además que para todas las especies de fauna silvestre, excepto aquellas que están declaradas dañinas, está prohibido en toda época levantar nidos, destruir madrigueras y recolectar huevos y crías.

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• Estas leyes y reglamentos son particularmente importantes porque gran parte de la flora y fauna chilena es endémica a nuestro territorio, lo que implica un alto valor desde el punto de vista genético y de biodiversidad.

Nido de zorzal

• En razón de esto, Chile se ha suscrito a gran parte de los tratados internacionales enfocados en la conservación y protección del medio ambiente, flora y fauna. Dentro de éstos están: la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), la Convención de Diversidad Biológica (CDB), la Convención de Protección de Humedales (Ramsar), la Convención de especies Migratorias (CMS), el Convenio para la Protección y Manejo Sustentable de la Vicuña y el Convenio de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (CCD). Estos tratados adquieren el valor de Ley y se implementan mediante legislación y normativa nacional.

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• Pero pese a los esfuerzos que se puedan hacer como país, al final la responsabilidad y decisión siempre caerá en la conciencia individual. Por lo mismo, sea cual sea la práctica y creencia que se tenga, evitar hacer cualquier cosa que pueda hacer sufrir a un animal. Después de todo somos simples visitas… • Esto incluye no tirar piedras a los animales, no cortar colas de lagartijas, no azuzar con palos a las arañas pollito, entre varias otras acciones. • Y sí, es verdad, las lagartijas efectivamente se estresan si las agarramos de la cola, así como la mayoría de las aves, ranas y animales pequeños en general que a veces queremos tener entre las manos para sentirnos “uno” con la naturaleza.

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• Y sí, también es verdad que los tábanos y otros insectos picadores pueden ser muy molestos en ciertas épocas del año, pero ensartar ramillas en su parte posterior es de una infinita crueldad…

Flor del Chagual

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¿Qué hay de las mascotas como compañeras de paseos? • Sabemos que a muchos les gusta compartir la pasión por la naturaleza con sus fieles perros, caballos o las más variadas mascotas. De llevarlos, recordar las características endémicas y tan especiales de nuestra naturaleza, o cualquier otra, y evitar que éstos sean focos de parásitos y enfermedades, teniéndolos con sus vacunas al día. • De la misma manera, cuidar que el pelaje y las patas estén libres de semillas de otros lugares. • Aprovechamos de decir aquí que es importante limpiar el barro de nuestros zapatos al terminar una caminata, o la tierra y restos que puedan haber dentro de una carpa, para evitar ser portadores de semillas y especies que no corresponden a nuestro entorno. • Cuidar además de que las mascotas no persigan ni ataquen a animales silvestres, y abstenerse de llevarlos si esto está prohibido, como en los parques nacionales por ejemplo.

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• Pero por supuesto, cuando sea otra la naturaleza que los llama, estar preparados para practicar con ellos las técnicas vistas en el capítulo 4, sobretodo si dejaron rastro en medio del sendero.

• Y, por último, sabemos que las intenciones de nuestros fieles canes son las mejores al estar de paseo, pero a veces pasan a llevar a otros caminantes, empujan, roban o mendigan comida y hasta atacan. La receta para evitar esto es bien básica: un poco de educación, una cuota de consideración, una pizca de cortesía y una buena correa.

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• Ahora, por otro lado, para muchos puede sonar obvio pero al parecer no para todos: liberar animales domésticos en la naturaleza es altamente nocivo. Esa idea romántica de libertad ha sido una de las fuentes de desastres ecológicos que hoy enfrentamos, ya que las especies introducidas generalmente se transforman en plagas que desplazan y hasta extinguen especies, destruyendo el hábitat a su paso. • Esto incluye el no introducir plantas o semillas. Especial ojo entonces con las corontas de manzanas, pepas o carozos de frutas, etcétera. • Porque, además de que generalmente no hay quien deprede a estas especies introducidas, éstas pueden acarrear enfermedades y parásitos desconocidos para la fauna y la flora silvestre.

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• Ejemplos de éstas son la Cotorra Argentina (Myiopsitta monachus), el Visón (Mustela vison) y el Espinillo (Ulex europaeus). La primera fue introducida al país como mascota y “liberada” a principios de los años 70, siendo hoy una indeseable plaga para los cultivos.

Isla Navarino, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2009

¿Amor que mata? De cómo disfrutar y cuidar a la vez

Al segundo se lo considera como el responsable de la dramática disminución de la Nutria de Río Sudamericana (Lontra provocax). En tanto que el tercero fue introducido para ser usado de cerco, pero hoy se ve como una masa de flores amarillas y espinas intocables, y es una de las plantas exóticas más dañinas en Chile.

Etiqueta al aire libre Y por último, sin ánimo de ofender, aquí van algunos recordatorios para cuando olvidemos que no estamos solos cuando vamos a la natura, y que por lo general todos buscamos tener una agradable jornada.

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• Un saludo sonriente puede disminuir el cansancio y mejorar aún más el día. ¡Después de todo, vengamos de donde vengamos, quienes nos encontramos en la naturaleza compartimos un interés y una pasión similar!

Cajón del Arenas, Expedición Nacional de Liderazgo Juvenil, 2008

• Acordarse de esa sensación en las piernas al ir en ascenso, y dar el paso a los que vienen subiendo si es que uno ya va de bajada. Aprovechar la cortesía para darles el paso además a quienes vengan a caballo o más rápido que uno, ¡recordar que no estamos en una competencia!

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MINIMO

• Al detenerse para un descanso, buscar un terreno resistente y moverse del sendero para no bloquear el paso. En general el bajo perfil se agradece. • Y lo sabemos, a nosotros también nos encanta estar horas admirando un paisaje. Pero como por lo general no somos los únicos que van a un lugar, se agradecerá no apropiarse de cumbres, ríos, vistas ni campamentos. • Por lo mismo, que la pasión por la música no se transforme en una condena para el resto: hoy en día hay una enorme variedad de audífonos para escoger. • Igual cosa con el celular: la gran mayoría de quienes van a la naturaleza lo hacen tratando de escapar de la “civilización”, y llevarlo en modo de silencio y hablar despacio no cuesta tanto… ¿no?

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• Y si nos vemos rodeados de personas o de una rica fauna, aguantarse las ganas de expandir el torax y gritar fuerte. Sabemos lo liberador que se siente pero a costa del estrés que se les puede causar a animales y a otros visitantes.

La fascinaci贸n que el hombre tiene por el fuego sigue pr谩cticamente intacta, porque la verdad es que no hay nada como perder la vista en las brasas de una buena fogata.

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7 Érase una vez una fogata... Los pro y los contra ¿Hacer, o no hacer?

Érase una vez una fogata...

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Sin lugar a dudas, descubrir el fuego y aprender a encenderlo y manipularlo fueron parte de los puntos de quiebre claves en la evolución de la humanidad temprana. ¡Basta sólo con imaginarse lo que tiene que haber sido pasar de la oscuridad, el frío de la noche y una alimentación cruda, a tener esta fuente lumínica y de calor, para comprender al menos un poco lo trascendental que eso fue!

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Hoy, varios miles de años después, la fascinación que el hombre tiene por el fuego sigue prácticamente intacta, porque la verdad es que no hay nada como perder la vista en las brasas de una buena fogata. Sin embargo, es una lástima pero el planeta ya no está para juegos, ni para fuegos. Por lo mismo, a continuación revisaremos las recomendaciones que hoy se proponen para hacer o no hacer fogatas en la naturaleza.

Los pro y los contra

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MINIMO

Es imposible no aceptar los beneficios que ofrecen las fogatas. Todos quienes hemos tenido la oportunidad de sentarnos alrededor de una sabemos que las fogatas nos otorgan: • un reconfortante calor, • la posibilidad de cocinar y calentar agua, • un espacio de socialización bastante especial, • y la oportunidad de secar zapatos, calcetines, etc. Pero como siempre, lo que es bueno para unos es malo para otros, y la maravillosa experiencia de una noche de fogata deja más de algún rastro: • Alteración del suelo: el fuego puede destruir la materia orgánica y esterilizar el suelo hasta 10 centímetros de profundidad.

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• Marcas: es imposible no distinguir a simple vista dónde hubo una fogata. Si bien éste es más bien un impacto visual, no deja de ser menor ya que por lo general tanto los típicos “anillos de piedras” que se construyen circundando una fogata, como las marcas negras que deja el humo y que la lluvia no remueve, no sólo perduran por mucho tiempo sino que además se transforman en una invitación para que se sigan construyendo fogatas en esos mismos lugares, más un detalle tan curioso como dañino: usarlas de basureros.

Programa Capacitación Empresa

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Érase una vez una fogata...

• Consumo de leña: puede sonar obvio, pero el problema es que las fogatas son bastante insaciables y nosotros bastante persistentes. Entonces generalmente ocurre que donde ha habido fogatas prácticamente no quedan troncos ni ramas en el suelo, y lo que es peor, hasta es posible encontrar árboles con cicatrices porque les han sido arrancadas algunas ramas para encender una fogata. Y ya sabemos: todo cumple una función en el rompecabezas llamado ecosistema… • Posibilidad de provocar un incendio: Si bien tenemos muy buenas intenciones, gran parte de los incendios que ocurren en nuestra naturaleza vienen de la mano del hombre. Sobre todo si no se ha puesto atención a las características del lugar y a las condiciones meteorológicas imperantes cuando pretendemos tener nuestra noche mística.

¿Hacer, o no hacer? ¡Eso es efectivamente lo que hoy en día hay que hacer! Preguntarse: • ¿Necesito una fogata? • ¿Para qué necesito una fogata?

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• ¿Se puede hacer una fogata en este lugar?

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• ¿Estará muy seco como para hacer una fogata? (observar si hay pastizales cerca, si la quila o bambú está seca, etc.)

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MINIMO

• ¿Habrá mucho viento? • ¿Habrá suficiente leña disponible como para usar un poco sin provocar un impacto en el suelo? • ¿Sé cómo actuar en caso de que alguien se queme o que el fuego se escape de control? Por lo general, la recomendación básica es disminuir al máximo el uso de fogatas. Especialmente si se utilizan para cocinar, ya que hoy más que nunca es muy fácil suplir una fogata por una mucho más eficiente cocinilla. ¡Nuestro Manual de Campamento tiene un capítulo enteramente dedicado a los diversos modelos, usos y cuidados de éstas! ¿Cuándo se recomienda no hacer fogatas? • Cuando el lugar visitado no lo permite.

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• Cuando las autoridades locales han advertido sobre riesgo de incendio moderado a alto.

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Érase una vez una fogata...

• Cuando no hay suficiente leña seca en el lugar, ya que automáticamente la mirada se dirige a los árboles… • Cuando la vegetación que nos rodea está muy seca y/o hay brisa o viento capaz de dispersar chispas o brasas. • Cuando la vegetación del lugar es escasa, o toma mucho tiempo en crecer o en reproducirse. Ahora bien, como los principios del Mínimo Impacto son eso, principios y no reglas, se apela a que cada quien tome sus decisiones en conciencia. Si después de reflexionar se opta por hacer una fogata, a continuación detallamos las técnicas que se recomiendan para generar el menor impacto negativo en la naturaleza, técnicas que también se mencionan en nuestro Manual de Campamento. • Si se está en un lugar de alto uso, donde existen rastros de fogatas anteriores, hay permiso para efectuarlas, y las condiciones meteorológicas son adecuadas, utilizar los mismos sitios ya usados para concentrar el impacto.

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• Si se está en un lugar más silvestre donde no existen rastros de fogatas, se pueden practicar las siguientes modalidades:

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Maitenes, Cajón del Maipo, Programa de Educación de Aventura al Aire Libre, 2004

• Fogata a la plancha: requiere llevar una plancha metálica, la que se utilizará como base. Poner la plancha sobre rocas, y sobre la plancha disponer una capa de arena o tierra de manera de aislar el fuego del suelo. Sobre esta capa construir la fogata.

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MINIMO

• Fogata a la cacerola: similar a la anterior, pero en vez de usar una plancha metálica como base, se utiliza una olla o fuente metálica con paredes de al menos 8 cm de altura, cuidando que sean resistentes al calor. Como ésta es una modalidad que está entrando fuertemente, hoy es posible encontrar en algunas tiendas “cacerolas de fuego” livianas y fácilmente transportables.

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• Fogata al montículo: menos voluminosa que las otras pero requiere de más herramientas. Para construirla se necesita llevar una pala (¡la misma del Capítulo 4!), una lona o plástico grueso, y un saco resistente en que se pueda cargar tierra. Primero recolectar bastante arena, de preferencia, o gravilla o suelo mineral. Luego, extender la lona o plástico donde se realizará la fogata, y sobre éste depositar la arena construyendo un montículo tipo plataforma de 15 a 20 cm de alto. La fogata se construirá sobre este montículo y por lo tanto es vital darle esa altura, para que el plástico no se derrita y para no afectar el suelo, y darle un ancho mayor al de la fogata, para las brasas y los tizones que siempre terminan cayendo.

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Érase una vez una fogata...

Cualquiera sea el método escogido, si se va a hacer una fogata recordar además: • Recolectar las ramas y troncos que yacen muertos y secos en el suelo, tratando de esparcir la remoción al máximo. • No utilizar árboles vivos o muertos en pie como fuente de leña, por muy secos que parezcan. • Evitar recolectar trozos que tengan un diámetro superior al de la muñeca de un adulto. Recordar que como todo cumple una función superior a la de sí mismos en el ecosistema, el trozo de árbol puede ser refugio para pequeños animales y/o nicho para la germinación de semillas, además de devolver nutrientes al suelo. • Al decidir dónde realizar la fogata, escoger sitios preferentemente con suelo resistente, ya que una fogata implica mucho movimiento de personas y compactación de suelo. • Y aún si no hay ni brisa, escoger un sitio que esté protegido del viento, cuidando no hacer la fogata muy cerca de rocas que puedan quedar negras con el humo.

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• Tanto para las versiones en plancha o cacerola, no olvidar colocar rocas en el suelo que actúen de base y aislante.

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Ruta de los Jesuitas, Expedición MBA UC, 2004

• Cautela al utilizar rocas que provengan de ríos o de sus lechos, ya que al guardar humedad en su interior, pueden estallar con el calor. Es mejor optar por rocas comprobadamente secas.

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• No emocionarse demasiado y hacer una fogata de tamaño moderado, procurando quemar completamente la leña hasta convertirla en cenizas. • Nunca dejar una fogata sola ni abandonarla hasta asegurarse de que efectivamente las brasas están completamente apagadas. • Una buena medida de seguridad es contar siempre con un recipiente con agua o arena cerca de la fogata. • Al desmontarla, deshacer los restos de carbón que eventualmente hayan quedado y esparcir las cenizas y la leña no utilizada.

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• Retornar, idealmente, la tierra, arena o rocas utilizadas al lugar de donde se extrajeron.

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La famosa huella de carbono es una medida del impacto que nuestras actividades tienen sobre la naturaleza.

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8 La huella que no hay que dejar

Cajón del Arenas, Capacitación Monitores Vertical, 2007

La huella que no hay que dejar Es cierto, al hablar de las prácticas de Mínimo Impacto se dice “dejar sólo huellas, llevarse sólo recuerdos”. Pero existe una huella en particular de la que hoy se habla mucho y que justamente hay que tratar de reducir al máximo: la huella de carbono.

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La famosa huella de carbono es una medida del impacto que nuestras actividades tienen sobre la naturaleza. Generalmente se expresa en función de los gases invernadero emitidos por nosotros de manera directa (tipo de transporte utilizado, cantidad de basura producida, gasto de energía, entre otros) o indirecta (a través de la producción de los bienes y servicios que elegimos consumir), y los resultados además suelen sugerir la cantidad de planetas Tierra que se necesitarían si cada habitante viviese como uno vive. Bastante espeluznante hasta para el más verde.

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Entonces, dada la preocupación que como mundo deberíamos tener frente a los efectos que nuestros hábitos y estilos de vida están teniendo sobre el planeta, y asumiendo que todos quienes gozamos de la naturaleza queremos lo mejor para ella, limitarse a las prácticas de Mínimo Impacto propuestas ya no sirve. Hay que ir más allá.

¿Cómo? A continuación, algunas sugerencias:

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• De partida, hacerse cargo del estilo de vida que se ha escogido llevar y calcular cuál es el impacto que éste tiene sobre el planeta. Hay numerosos sitios web que no sólo permiten realizar el cálculo (por ejemplo el de WWF, Greenpeace y Carbon Footprint), sino que además sugieren ideas y cambios que uno puede hacer. • Adoptar el reciclaje como parte de las prácticas normales al planificar actividades al aire libre. Ya lo dijimos, separar los desechos reciclables no toma mucho más tiempo pero hace una gran diferencia. • Cuando se planifica un viaje en grupo, reducir al máximo la cantidad de vehículos motorizados para desplazarse a parques o sitios naturales. Todos sabemos que es mucho más cómodo contar con movilización y agenda propia, pero no sólo es más agradable el camino cuando se va acompañado, sino que la reducción de emisiones es considerable y sin siquiera notarlo uno comienza a educarse y educar a otros. • Y si se va a viajar en avión, considerar las opciones que hoy existen de mitigación de las emisiones de carbono. Muchas aerolíneas, así como también organizaciones como la WWF, ya las están ofreciendo.

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• Pensar dos veces antes de comprar un nuevo “juguete”. Entendemos la fascinación que producen los nuevos modelos, nuevos colores, nuevas funciones, no crean que no. Pero esa fascinación por las “cosas” es justamente una de las grandes fuentes de problemas que como humanidad nos hemos auto generado…

Antártica, Expedición 2002

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La huella que no hay que dejar

• Por el contrario, tratar de usar al máximo lo que se tiene. En particular con lo que a nosotros nos atañe, si se sguien las instrucciones de cuidado que cada artículo exhibe y las recomendaciones que damos en nuestro Manual de Equipo y Vestuario, es bastante probable gozar por largo tiempo de nuestro equipo. Y en caso de dejar de usar algo que todavía tiene vida útil, regalarlo a quien pueda utilizarlo. • A la hora de comprar equipo y vestuario, optar por marcas comprometidas con el medio ambiente, tanto en sus prácticas industriales como en el envasado. Hoy hay cada vez más empresas y marcas “verdes” para deportes al aire libre. • Y en general, tanto para esto como para el resto de cosas que se necesita comprar para una salida (comida, artículos de aseo, etc.), evitar los productos desechables, ya que sólo generan más basura.

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• Dentro de éstos, considerar llevar un paño de cocina o similar en vez de servilletas o toallas de papel, ya que además de generar basura, su producción es generalmente de gran impacto en el ambiente.

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Groenlandia, Expedición 2008

• Buscar las opciones más naturales, orgánicas, con menos envase, menos procesadas y lo más ambientalmente amistosas posible.

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• Optar por productos locales antes que importados, no sólo para favorecer el comercio local sino también para evitar o acortar tramos en el transporte debido a la emisión de gases que éste significa. • Calcular y planificar bien las comidas no sólo ayuda a evitar producir basura extra, sino que a consumir sólo lo necesario. • Contar con un termo para evitar hervir agua cada vez que se quiera una bebida caliente. • Usar pilas recargables y/o paneles solares. • Fabricarse bolsas de género parecidas a las de los sacos de dormir para organizar el equipo, vestuario y alimento que se lleve, y así ir cortando el cordón umbilical que nos une a las bolsas de plástico.

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• Al comprar velas, preferir aquellas hechas a base de productos vegetales y no de petróleo.

Antártica, Expedición 2002

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¿Son todos los deportes y actividades igualmente impactantes? ¿Son todas las técnicas aplicables a todos los deportes o actividades que uno haga al aire libre?

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9 ¿Qué hago cuando practico...? Escalada en roca Bicicleta de montaña Travesía con animales Kayak de mar Travesía en desierto Montañismo de altura Travesía en nieve y/o glaciar

Escalada deportiva en roca

¿Qué hago cuando practico...? Hasta aquí hemos visto diversas técnicas y prácticas que nos ayudarán a dejar en el mejor estado posible los lugares que visitemos. Pero, ¿son todos los deportes y actividades igualmente impactantes? ¿Son todas las técnicas aplicables a todos los deportes o actividades que uno haga al aire libre? Sin duda que muchas sí lo son, pero además de éstas existen consideraciones y técnicas específicas para ciertos deportes:

Escalada en roca Debido al aumento explosivo a nivel mundial de la práctica de este deporte, y a la enorme cantidad de accesorios y equipo asociado, cada vez hay más organizaciones investigando y regulando cómo escalar sin aniquilar la roca, su ecosistema, o el deporte en sí mismo.

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¿Por qué tanta preocupación?

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No sólo porque las paredes rocosas suelen ser hogar de diferentes especies de fauna o porque albergan vegetación especialmente adaptada e incluso ecosistemas increíblemente específicos. O porque generalmente alrededor de paredes con rutas de escalada se suelen encontrar múltiples senderos, suelo compactado, vegetación disminuida y rastros varios de presencia humana, sino además porque las rocas mismas están siendo alteradas, intervenidas,

marcadas y hasta despedazadas. Y con esto, la esencia del deporte queda cuestionada.

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La llamada escalada limpia, filosofía impulsada visionariamente por Yvon Chouinard y Tom Frost a principios de los años 70 a través de un ensayo, cuestiona profundamente ya en esos tiempos el entonces nuevo y equipado estilo de escalar que todo lo modificaba a su paso: “Mientras menos aparatos existan entre el escalador y la escalada, mayor es la oportunidad de alcanzar la buscada comunicación con uno mismo – y con la naturaleza. A medida que entramos en esta nueva era del montañismo, re-examina tus motivos para escalar. Utiliza el buen juicio y la moderación. Recuerda la roca, los otros escaladores – escala limpio” Aquí van algunas recomendaciones extra para que el goce que provoca la escalada en roca no signifique el deterioro de lo que más se ama: • Desde el acercamiento a la roca y sus rutas: buscar senderos establecidos o analizar el lugar para ver cuál es la forma menos impactante para el medio. Si no existen senderos, recordar que es mejor dispersar el impacto, por lo tanto, evitar caminar en fila.

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• Sabemos que a veces hay arbustos, ramas y cactus que “entorpecen” el despliegue y maniobra del equipo, o el comienzo o avance en una ruta. Pero vamos, que a menos que en verdad no se sintonice con la idea de que una de las grandes maravillas de escalar en roca es el contexto en el que éstas se encuentran, un poco de esfuerzo al respecto hará que podamos seguir disfrutando de ellas en su formato original.

Escalada deportiva en roca técnica off width

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¿Qué hago cuando practico...?

• Tener en mente además que habitar una roca exige a las especies desarrollar exquisitas adaptaciones las que en general son muy susceptibles a los disturbios. Aprovechar de deslumbrarse con la naturaleza antes que arrasarla para facilitar el avance. • Ahora bien, si por razones de seguridad es necesario remover vegetación, hacerlo con discreción, respeto y cuidado. • Evitar limpiar la roca de piedras, remover elementos naturales o esquilar partes de la roca para facilitar la escalada, a menos que se haga por razones de seguridad. • En general, tratar de evitar rutas o rocas donde sea evidente que nuestra presencia puede perturbar la vida silvestre o donde haya restos arquelógicos. • Especial cuidado con las zonas que terminan más deterioradas, que por lo general son los puntos donde se concentra el uso: base de rutas, cornisas y salientes rocas y árboles que sirven de puntos de anclaje, entre otros.

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• Prestar especial atención a la presencia de aves rapaces. Identificar si las hay, y si muestran signos de estrés. Observar si hay zonas de color blanco en la roca ya que generalmente corresponden a puntos de detención o zonas de nidos; si hay rapaces volando en círculo por sobre uno, vocalizando llamados de alerta o volando hacia o desde la pared que se pretende escalar.

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• Si así fuese, y sobretodo si se está en época de apareamiento, reproducción o crianza, escoger una ruta alternativa, alejada de donde se vean los signos que mencionamos.

• En el eventual caso de encontrarse con un nido, pese a lo emocionante que puede ser, abstenerse de tocarlo ya que esto, aunque haya huevos o crías, puede causar abandono por parte de los adultos.

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En cuanto al equipo y equipamiento de rutas: • Considerar el uso de protectores de cuerdas no sólo para protegerlas, sino además para evitar daños en árboles si se realizara un anclaje en ellos. • Limitar la instalación de bolts o chapas (seguros atornillados a la roca) lo más que se pueda, ojalá concentrando su uso en ciertas rutas y rocas, o incluso no instalarlos donde no los hubiese o donde no sean realmente necesarios. • Preferir, en cambio, usar equipo de anclaje removible y para no dañar la roca, como friends por ejemplo. • De instalar bolts, ser razonables: hacerlo sólo si se sabe hacerlo, tanto para no dañar la roca como para no poner en peligro a futuros escaladores. • Y al instalarlos o usarlos, pintarlos de un color similar al de la roca para camuflarlos. • No meter a martillazos en la roca equipo que después será sacado, ya que esto la daña, deja hoyos, y hace que la experiencia de futuros escaladores sea menos natural.

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• Minimizar la cantidad de tiza o magnesio que se use, ya que en exceso no ayuda más pero deja marcada la roca. Si es posible, preferir usar colores parecidos a los de las rocas.

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¿Qué hago cuando practico...?

• Contar con una bola de magnesio, hecha de calcetín o de las que se pueden comprar en el comercio, en vez del magnesio suelto en su saco, ayuda a disminuir la cantidad que llega a las manos. • Al rapelear o dejar de escalar, intentar en lo posible dejar la ruta limpia de equipo y de marcas de tiza. • Y, por supuesto, tratar de no monopolizar rutas.

Bicicleta de montaña Como en casi todos los deportes al aire libre, la bicicleta de montaña es otro más de los que ha visto un aumento explosivo en los últimos 20 años. Y Chile no está ajeno a este fenómeno, ya que cada vez somos más quienes no sólo tenemos una de éstas para sortear las calles de la ciudad, sino que para avanzar pedaleando por la naturaleza. Tanto así que desde el 2002 existe la Comisión Chilena de Mountain Bike, para fomentar y difundir la práctica de esta disciplina a nivel competitivo y recreativo.

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Sin embargo, al ser cada vez más los que de una u otra manera queremos estar afuera en la naturaleza, las rutas y senderos han comenzado a recibir mayor número de visitantes y a sufrir una mayor diversidad de uso, comúnmente generando conflictos entre caminantes y ciclistas. Porque a todos nos encanta la sensación del viento en la cara al ir descendiendo en bicicleta, excepto en esos días cuando uno no es el de las ruedas, sino el caminante que tiene que apartarse rápidamente del sendero para no ser atropellado.

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Socaire, Expedición UNCC, 2008

Justamente para resolver éstos y otros conflictos, en 1998 se fundó la Asociación Internacional de Bicicleta de Montaña, reconocida a nivel mundial, la que generó un listado de reglas de uso y mínimo impacto que comienza así:

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“La forma en que pedaleamos hoy determina el acceso a rutas de bicicletas de montaña que tendremos mañana.” A continuación presentamos éstas y otras sugerencias para “pedalear suave”. • Utilizar sólo senderos en donde esté permitido el uso de bicicleta. • Respetar la señalización si ésta indicara que senderos y rutas no son aptos para bicicletas. • Averiguar con antelación si el lugar o parque que se desea recorrer en bicicleta las acepta. • Tratar de evitar rutas o zonas en las que pudiera haber barro, tanto para no dejar huellas como para no deteriorar los senderos. • Si tanto esto como otro tipo de obstrucciones ocurrieran sólo en ciertas partes de un sendero, es mejor bajarse de la bicicleta en dichas zonas y cargarla antes que crear senderos alternativos. • Evitar frenar fuerte y patinar para cooperar con la mantención de senderos.

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• Respetar los máximos de velocidad si los hubiese y en general ser prudentes al respecto, sobre todo si hay personas caminando en el sendero.

Socaire, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

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¿Qué hago cuando practico...?

• Al adelantar a quienes estén caminando, avisar con tiempo (y cortesía) y disminuir la velocidad. Considerar que en ocasiones puede ser uno quien esté en la otra posición y va a agradecer la gentileza. • Y especial atención debe ponerse al sobrepasar a quienes estén cabalgando, tanto por seguridad propia como para no asustar a los animales y provocar un accidente. • Cuando sea necesario, avanzar en fila. Y en lo posible evitar formar grupos muy numerosos. • Evitar salirse del sendero y descender cerro abajo… Sabemos lo fascinante que puede llegar a ser, pero esto no hace más que erosionar las laderas, invitar a otros a seguir el ejemplo, y promover que el lugar termine siendo clausurado.

Travesía con animales Desafortunadamente, nuestros leales equinos ofrecen uno de los medios de transporte no motorizados más impactantes para la naturaleza. ¿Por qué tanto? • Por el peso, varias veces mayor al de los humanos, repartido en cuatro cascos y herraduras que pisan fuerte sobre suelo y vegetación. • Por la abundante y frecuente producción de heces, las que no sólo generalmente quedan ahí, a veces en medio del camino, sino que además contienen semillas que comúnmente corresponden a plantas que no habitan el lugar visitado.

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• Y porque comen, y mucho. Y ese constante ramoneo va arrasando con hojas y ramas de arbustos y árboles de la vegetación nativa.

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Alto de Cantillana, Cabalgata por ruta del arriero, 2006

Pero, al igual que con otras disciplinas al aire libre, en estos últimos 20 a 30 años se ha estudiado mucho al respecto, y hoy existen fundamentadas sugerencias para que cuando se viaje con este tipo de animales el impacto provocado sea el menor posible.

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• Primero averiguar si se pueden ingresar este tipo de animales, y cuántos, en el lugar que se pretende visitar. • Si se contrata un servicio o algún arriero que provea los animales, optar por aquellos de los que se está seguro que les dan un buen trato y no los sobrecargan. Pasar la voz si uno se percata de mal trato. • Si es una empresa la que provee los animales, exigir que el alimento que éstos tienen y tendrán durante el tiempo de travesía esté certificado como libre de malezas. • En el caso de que los animales sean propios, comenzar a alimentarlos con este tipo de alimento al menos dos días antes de partir. • Durante la travesía, y sobretodo si se sabe que el lugar no cuenta con abundantes pastizales, llevar este alimento además de una malla o saco de los que se cuelgan en la cabeza del animal, para alimentarlo y evitar que ramonee. • Reducir al mínimo el número de animales.

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• Esto es posible en gran parte si se empaca lo más liviano que se pueda. Sabemos lo fácil que es entusiasmarse al hacer la lista de equipo y comida cuando se sabe que no es uno quien cargará el peso, pero tanto por el bien de los animales como por el bien del lugar, es mejor practicar la moderación. Llevar entonces el mismo tipo de cosas que se llevarían si fuese uno el propio cargador.

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¿Qué hago cuando practico...?

Respecto a la travesía: • Si se avanza por senderos, procurar que los animales vayan en fila, evitando que salgan de éstos incluso si existen algunas zonas con barro. En estos casos se recomienda que el animal avance directamente por el centro. • Si se viaja en lugares donde no hay senderos, se recomienda justamente lo contrario: esparcir al máximo el avance de los animales y personas, ojalá a través de superficies resistentes. • En ambos casos, evitar usar animales en épocas del año en que se sabe que en gran parte del camino existirán barrizales. • Al encontrarse con otros viajeros en el sendero, no olvidar la maravilla del lugar y lo que se está haciendo y ser cortés y paciente. • Y al detenerse para descansar, buscar zonas de suelo resistente (suelos minerales o zonas de pastizales secos), y retirarse del sendero para dejar abierto el paso. • Antes que amarrar los caballos o animales a algún árbol es mejor trabarles las patas con una cinta o manea, para limitarles la movilidad, y dejar que pasten aleatoriamente. Asegurarse de que la zona en la que se dejará a los animales está libre de obstáculos que puedan ocasionarles algún accidente.

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• Al hidratarlos, si no existen rivieras rocosas o de suelo resistente, lo mejor es contar con un recipiente con el que se pueda extraer agua de alguna fuente y disponerlo a unos 100 metros de ésta.

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Isla de Pascua, Cabalgata Expedición de Liderazgo Harvard Businness Review, 2009

• Y si la duración de la travesía hace que se requiera llevar sal para los animales, dársela también usando un recipiente, evitando por todos los medios que ésta caiga al suelo y dañe la vegetación. En caso de que de todas maneras cayera una cantidad por pequeña que ésta sea, intentar limpiar al máximo.

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En cuanto a acampar y a la disposición de los animales durante ese tiempo: • Al acampar, preferir sitios establecidos antes que zonas prístinas. • De no haber sitios pre-establecidos, darse el trabajo de planificar bien la ruta antes de partir para evitar al máximo generar impactos adversos. Para acampar, seleccionar zonas con buena exposición al sol para facilitar la descomposición de las heces de los animales. • Procurar además que el sitio escogido tenga buena visibilidad del área donde se dispondrán los animales, especialmente por si hubiera algún problema con ellos durante la noche. • Tratar de permanecer poco tiempo en cada campamento. Y en caso de que sea necesario permanecer varios días, intentar mover el campamento con cierta frecuencia dentro del área. • Al confinar los animales en la zona de campamento, buscar un área de suelo resistente y donde la presencia de los animales cause el menor impacto posible a la vegetación circundante.

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• Evitar amarrar animales a árboles, ya que esta práctica termina dañando severamente la corteza y raíces de los árboles, así como el suelo y la vegetación próxima.

Alto de Cantillana, Cabalgata por ruta del arriero, 2006

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¿Qué hago cuando practico...?

• Una buena opción, la de menor impacto según algunos, es la técnica de trabar las patas de los animales como lo mencionamos anteriormente. Pero insistimos, hacerlo cuidando el bienestar del animal, tanto en el amarre como en el sitio donde se los deja, el que debe estar libre de obstáculos y firme, donde los animales no corran peligro de hundirse o lesionarse. • Una segunda opción es disponer de una “cuerda alta” entre dos árboles que estén en una zona en la que la presencia de caballos no afecte demasiado. Amarrarla (ojalá usando cintas o protectores de cuerda) a una altura un poco mayor a la de las cabezas de los animales. A esta cuerda amarrar las riendas de los animales de tal manera que queden separados entre sí, sin posibilidad de desplazarse por el largo de la cuerda (pero con cierta movilidad) y lejos de los árboles. • Si se va a estar más de una noche en el lugar, cambiar a diario la posición de esta cuerda alta. • Otra opción es la de estacar, usando una estaca resistente, ojalá de metal, a la que se pueda amarrar un animal. Para esto es necesario buscar espacios abiertos que no tengan elementos (como rocas o árboles) que puedan entorpecer el movimiento del animal en el radio que la cuerda le permite. Cambiar además frecuentemente la posición de la estaca, dependiendo de qué tan vegetado esté el lugar.

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• Esta técnica es buena además para aquellos grupos de animales en los que haya un macho dominante, ya que si se lo estaca, el resto de los animales tenderá a permanecer relativamente cerca. A éstos se los puede manear o dejar libres, dependiendo de su carácter.

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• Probablemente una de las opciones más modernas es la de usar cercos eléctricos que pueden ser alimentados por baterías o paneles solares. Funcionan mejor si los animales están acostumbrados a este tipo de cercos, pero requieren no sólo del cambio frecuente de su posición para evitar sobrepastoreo, sino además de estar atentos por si algún animal silvestre quedara encerrado por error.

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• Y por cierto, casi todas las opciones son combinables. • Finalmente, antes de dejar un lugar, sea éste campamento o sitio de descanso, esparcir lo más que se pueda los desechos dejados por los animales.

Kayak de mar Otro de los deportes que ha entrado y aumentado con fuerza en los últimos años es el kayakismo, especialmente en travesías marinas. Y si bien el borde costero de los fiordos sureños es muy diferente al de zonas del norte, hay ciertas prácticas comunes a todos, sobre todo a la hora de desembarcar y levantar campamento, prácticas que veremos a continuación. • En lo posible, tratar de concentrar en la zona intermareal (zona que queda entre las mareas altas y bajas mensuales), todas las actividades que se realizan una vez que se deja el kayak, ya que ésta es una de las superficies más resistentes al impacto humano. • Evitar desembarcar en zonas en las que haya crías o colonias de animales.

SERIE AVENTURERO

• En general los lugares más recomendados para desembarcar son aquellos con senderos e instalaciones.

Groenlandia, Expedición 2008

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¿Qué hago cuando practico...?

• En caso de estar en lugares silvestres, buscar espacios rocosos o arenosos, abiertos, y con poca vida intermareal. • Situar el campamento por sobre la línea o marca de la marea alta diaria, pero por debajo de la marea alta mensual. Con esto no sólo se evitará la desagradable visita del mar a nuestras carpas, sino que además se borrará dentro del mes cualquier rastro que pudiera quedar del campamento. Además, con esta medida se evitará impactar la vegetación y vida silvestre que haya por sobre esta marca. • Si no es posible acampar en la zona intermareal, buscar un sitio usando los criterios vistos en el Capítulo 3. • Evitar establecer campamento en dunas pese a lo cómodas o protegidas que puedan verse, ya que por lo general la vegetación en éstas se encuentra en un estado de colonización y establecimiento, y es muy vulnerable a la presencia humana. Cuando la “naturaleza llama”, existen varias opciones y tendencias acuáticas: • Una de ellas es orinar directo en el mar o en la zona intermareal (no en las pozas), ya que impacta menos y la orina se degrada más rápido que en el suelo.

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• Cuando el llamado es para defecar, siempre lo mejor será optar por no dejar rastro, lo que implica el transporte de éstos usando cualquiera de las técnicas planteadas en el Capítulo 4. Sobre todo aprovechando que las embarcaciones permiten el espacio de carga.

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Groenlandia, Expedición 2008

• Pero, aunque parezca raro decirlo, si la zona visitada es remota y tiene poca o nula presencia humana, y la legislación lo permite, también se recomienda “ir al baño” directamente en el mar ya que el movimiento de las olas se encargará de romper las heces. De más está decir que lo mejor es escoger un lugar fuera del sitio que se esté usando para acampar y desembarcar…

IMPACT

MINIMO

• Otra opción es usar la zona intermareal como baño cuando ésta es rocosa, tal como lo hacían los nativos de las Islas del Pacífico, dejando que la fuerza de las olas, el viento y la rica población bacterial que allí habita hagan su trabajo. • En cuanto a usar o no papel higiénico, en estos casos lo mejor es optar por la limpieza con agua de mar o con algas antes que usar papel. En caso de usarlo, releer el Capítulo 4 para saber qué hacer con él. Y respecto del manejo de los otros desechos: • En cuanto a higiene personal y lavado de ropa y utensilios de cocina, de preferencia hacerlo en la zona intermareal, usando las mismas técnicas del Capítulo 5. • También es posible hacerlo sin jabón directamente en el mar, o con jabón biodegradable en poca cantidad si la zona fuera escasamente visitada.

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• Aprovechando que los kayaks y embarcaciones similares permiten llevar bastante equipaje, ponemos énfasis en que antes de lavar se debe disponer en bolsas de basura todos los restos de comida que queden en ollas y platos, así como lo que pudo haber caído accidentalmente.

Isla Navarino, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2009

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¿Qué hago cuando practico...?

• Al lavar platos y ollas, aprovechar la arena o piedrecillas que son excelentes lavalozas. • Para el agua que resulta de cocinar, la recomendación es disponerla en la zona intermareal (no en pozas), ya que las abundantes bacterias de esta zona degradarán fácilmente los restos de comida disueltos en ella. • En caso de haber pescado para comer, si el lugar es poco visitado es aceptable disponer los interiores del o de los peces lejos del campamento, esparcidos en el mar. De lo contrario, disponerlos con el resto de la basura. • En lo posible, recolectar cualquier basura extra que se encuentre en el lugar o flotando en el mar, especialmente si es plástico. Como vimos en el Capítulo 5, el plástico no sólo no se degrada fácilmente sino que además es confundido como alimento por la fauna silvestre, y anualmente cobra cientos de miles de vidas además de introducir elementos tóxicos en la cadena alimenticia. Finalmente, en cuanto a la vida silvestre del lugar:

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• Sin duda que una de las maravillas del kayak y embarcaciones similares es que ofrecen la posibilidad de insertarse dentro de la naturaleza de una manera sutil y silenciosa, favoreciendo sobremanera la observación de fauna silvestre.

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Isla Navarino, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2009

• Sin embargo esta fauna, y sobre todo la flora y fauna que habitan islas, es muy vulnerable a la presencia humana. Entonces, por mucho que se sienta que el kayak no sólo permite la observación sino además el acercamiento a los animales, mantener una distancia prudente para no estresarlos.

IMPACT

MINIMO

• Tener especial cuidado y mantener una mayor distancia todavía de animales que estén en época de nidificación, apareamiento y/o con crías, ya que por ejemplo las crías pueden morir aplastadas por los adultos cuando éstos tienden a escapar. O las aves adultas pueden abandonar sus nidos, exponiendo huevos o crías a depredadores o cambios de temperatura. • Evitar acercarse demasiado a zonas de nidificación cuando los nidos no estén siendo usados, ya que esto también puede alterar su uso. • Y de todas maneras, es mejor observar desde el mar y de frente para que los animales puedan advertir la presencia de uno desde el comienzo. • De pescar y/o recolectar mariscos y crustáceos, saber con antelación si se necesitan permisos, optar siempre por tamaños adultos y no sacar todo de un mismo lugar ni más de lo que se vaya a comer.

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• Poner especial atención a los mariscos: averiguar antes si hay marea roja en la zona y en la temporada visitada. Tener claro que no hay ni método ni antídoto para esto, en especial si se está en un lugar aislado. De no estar seguro, simplemente no recolectarlos ni comerlos.

Antártica, Expedición National Geographic con Jhon Bowermaster 2008

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¿Qué hago cuando practico...?

Travesía en desierto ¿Alguna vez les ha llamado la atención lo claro que se distinguen en el Desierto de Atacama, rumbo a San Pedro, las huellas de vehículos que se han salido del camino? Muchas de ellas llevan varios años, hasta decenas de años incluso, porque la capacidad de regeneración de los desiertos es increíblemente lenta y aún cuando parecen paisajes tan duros y agrestes, son delicadísimos y frágiles. Aquí algunas consideraciones para otra de las prácticas que cada día crecen más: • En primer lugar, entender que cuando hablamos del “desierto” en Chile en general hablamos de un mosaico de paisajes o regiones ecológicas. Sin embargo todos, el desierto litoral, el del interior, el pre-árido, el árido, tienen un denominador común: escasez de precipitaciones y condiciones extremas de temperaturas. Éstas hacen que la vida que los habita, a veces casi nula y a veces llena de colores como cuando florece el desierto, sea una increíblemente específica y con exquisitas adaptaciones. • Vida que, por lo general, es muy vulnerable ante perturbaciones humanas.

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• Por lo mismo, a la hora de planificar travesías por lugares así, lo primero es verificar si existen senderos y lugares pre-establecidos para campamento, y si los hubiese, mantenerse en ellos en un 100%.

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RÌo Grande, II Región, Expedición de Liderazgo Wharton USA, 2008

• Por desgracia, no es muy alto el número de lugares implementados para esto en el norte de nuestro país, motivo por el cual es imperioso estudiar a conciencia y con antelación la ruta que se pretende hacer y tratar de mantenerse lo más posible en terrenos resistentes (roca, arena, quebradas secas). Tanto para desplazarse como para acampar.

IMPACT

MINIMO

• Si se trata de acampar en una quebrada seca, asegurarse bien de que no existan posibilidades de que ésta se reactive. • Al estar en zonas donde haya vegetación, tratar de impactarla lo menos posible ya que su recuperación es muy lenta. En el caso de vegas y bofedales, mantenerse en las partes secas y no acampando sobre ellas. • Al visitar salares y lagunas, mantenerse en los senderos establecidos si los hubiese, absteniéndose de intentar un mayor acercamiento. Estos ambientes, aparentemente tan inhóspitos, mantienen una exquisita microfauna de la que dependen muchas aves, y cuyo equilibrio es bastante delicado. Por lo tanto, cualquier intromisión nuestra puede quebrarlo y condenarlo a una lenta o nula recuperación. • Lo mismo ocurre en aquellas zonas donde se observan costras en el suelo, ya que éstas son el microhabitat para cianobacterias y otros microorganismos que sirven a su vez de sustento para otras frágiles especies que pueden hacer de ellas su hogar.

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• Se debe poner especial atención a los sitios o restos arqueológicos que se puedan encontrar. En lo posible evitar tocarlos o pisar sobre ellos. Esperamos que esté de más decir que hay que dejar todo lo que se encuentre… ¡en el mismo lugar!

Faldeos Volcán Palpana, Expedición Arqueológica 2009

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¿Qué hago cuando practico...?

• Lo mismo para aquellos preciosos eventos de desierto florido: ir, maravillarse con la naturaleza, recordar todo lo que las plantas que ahora florecen tuvieron que sobrellevar y superar para brindar ese espectáculo y no remover plantas, cortar flores ni remover semillas. Evitar al máximo correr, saltar o incluso recostarse entre las flores, por muy romántica que la idea parezca. • En cuanto al “baño”, los suelos áridos en estos paisajes son los menos propicios para la descomposición de desechos humanos ya que presentan poca o nula materia orgánica. Por lo mismo, lo óptimo es planificar llevar alguna de las opciones de baños portátiles vistos en el Capítulo 4. • Y si bien la técnica de untado es propicia dada la tremenda exposición de sol, sólo se recomienda en lugares muy poco visitados ya que los rastros permanecerán por mucho tiempo. • La técnica de hoyo de gato se acepta mientras los grupos no sean muy numerosos y ellos se hagan de manera esparcida y alejados de quebradas, estén éstas secas o activas.

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• De lo que hay que olvidarse completamente es de usar letrina, ya que estos suelos simplemente no tienen la capacidad para descomponer tanto desecho.

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Faldeos Volcán Palpana, Expedición Arqueológica 2009

Montañismo de altura

IMPACT

MINIMO

En un país de montañas como el nuestro, es bastante lógico que cada vez existan más adictos al montañismo y a la sensación de libertad que producen las cimas. Pero porque las montañas son mucho más que sólo cumbres, aquí van algunos datos para evitar que éstas se conviertan en basureros o baños públicos, como tristemente ya ocurre en algunas. • En primer lugar, es vital comprender la riqueza de las montañas, no sólo como fuentes de minerales, agua e inspiración, sino como verdaderas fuentes de vida; ellas son, sin embargo uno de los ecosistemas más frágiles de la tierra. • Si lo pensamos bien, las montañas por lo general son un gran mosaico de hábitat: prácticamente ningún metro cuadrado es igual a otro debido a la topografía y lo que esto significa en términos de exposición al sol, viento, agua, etc. • Y por sobre la línea de árboles (la que varía según latitud, cercanía al mar y topografía local), esta condición es aún más extrema. • Es por esto que las especies que han logrado hacer de estos paisajes su hogar, han evolucionado hacia increíbles adaptaciones.

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• En especial para plantas, líquenes y aquellas especies que viven permanentemente allí, las que por lo general crecen muy lento y tienen una muy baja capacidad de regeneración.

Cumbre Cerro Urus, Expedición Cordillera Blanca, Perú 2009

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¿Qué hago cuando practico...?

• Por lo anterior, es especialmente importante mantenerse en senderos, por mucho que a primera vista el lugar no parezca ofrecer más paisaje que unas cuantas rocas. • Muchos cerros presentan a la vista múltiples senderos, porque en general se tiende a usar algunos para el ascenso y otros para el descenso. Pero depende exclusivamente de nosotros, los usuarios, el que sigan existiendo las maravillas que nos encanta encontrar arriba en las alturas (como esas flores minúsculas en medio de las rocas). Por tanto, hay que hacer un esfuerzo y trabajar la voluntad, para mantenerse en una sola huella. • De no haber senderos, como también es el caso de varios de nuestros cerros dada la longitud de la cordillera, es necesario mantenerse en superficies resistentes, tratando de evitar al máximo desplazarse por zonas donde el suelo acuse presencia de agua o de humedad (ya que son más frágiles) y por pendientes cubiertas de vegetación. • Al acampar, usar los mismos criterios ya vistos: mantenerse en superficies resistentes como roca o nieve, para evitar dañar esta esforzada naturaleza. • Y al igual que en los desiertos, pese a las diferencias climáticas, la tasa de descomposición de desechos humanos es muy baja debido a la poca productividad de los suelos. Por lo tanto, el método óptimo también es el baño portátil en cualquiera de sus variantes.

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• La técnica de untado también es aceptable, pero sólo en cerros o rutas donde concurra muy poca gente. Como el sol es clave para la muerte de los agentes patógenos, es importante escoger un sitio con buena exposición a la radiación, y esparcir lo más delgado que se pueda.

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Campamento Base Expedición Lhotse 2006

Travesía en nieve y/o glaciar

IMPACT

MINIMO

Y para concluir, otra de las prácticas que va en ascenso es la travesía en estos escenarios blancos. Si bien ellos constituyen superficies de alta resistencia en cuanto a mínimo impacto, siendo por tanto ideales para desplazarse o para acampar, igualmente requieren de ciertas consideraciones especiales ya que cada vez somos más quienes los usamos y en no pocas ocasiones abusamos de ellos. • Como ya mencionábamos, tanto glaciares como nieve corresponden a superficies de alta resistencia a la presencia humana. Por lo tanto, al establecer campamento, la mayor atención debe centrarse en no contaminar fuentes de agua y no generar estrés en la fauna silvestre si es que la hubiese, además de no dejar basura, por supuesto. • “¿No dejar basura? Obvio!”… Claro, para nosotros también, pero eso incluye jalones y cuerdas usadas, equipo que se rompió o dejó de funcionar, tanques de oxígeno, además de envases y alimentos no consumidos y tantos otros desechos que por desgracia se encuentran en algunos cerros y rutas.

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• De producirse un encuentro con animales silvestres, desde huemules o guanacos hasta aves, recordar que la época invernal es especialmente dura para ellos dada la escasez de alimento que deben enfrentar. Por esta razón, es preciso mantenerse lo más alejados posible para evitar asustarlos o generarles un estrés que les signifique un gasto extra de energía.

Antártica, Expedición de Liderazgo, Wharton USA, 2009

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¿Qué hago cuando practico...?

• En cuanto al manejo de desechos, lo más recomendable es llevarse todo de regreso a casa, en especial en cuanto a desechos humanos. La técnica del hoyo de gato en nieve es claramente mucho más fácil que en cualquier otro terreno, pero es altamente ineficiente y en absoluto recomendable. • Hay quienes sugieren que depositar heces en grietas de glaciares es aceptado en aquellos lugares en que está permitido y donde la afluencia de visitantes es casi nula, ya que supuestamente el movimiento de la masa de hielo haría que las heces eventualmente se disiparan o llegaran a lugares donde podrían descomponerse. • Sin embargo, lo mejor es esforzarse al máximo por llevarse los desechos de regreso con uno, ya que no sólo se han visto grietas usadas como baños sino además como basureros, lo que es una fatalidad. Por otro lado, es recomendable darse unos segundos después de orinar para remover un poco de nieve y hacer desaparecer la marca amarilla que queda. Aquella marca que a nadie le gusta encontrar…

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• En cuanto al agua que resulta de cocinar o del aseo personal, si hubiera suelo mineral desprovisto de nieve y a suficiente distancia de fuentes de agua, puede esparcirse allí siguiendo las recomendaciones del Capítulo 5. De lo contrario, habría que concentrarlas en un mismo lugar sobre la nieve, asegurándose de que haya una adecuada distancia de cualquier fuente de agua.

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• Si al cocinar quedasen restos de grasa en las ollas, antes que limpiarlas con nieve es preferible dejar que éstos se enfríen, para sacarlos con ayuda de una cuchara o paleta y disponerlos en la bolsa de basura.

Glaciar colgante El Morado, Expedición Nacional de Liderazgo Juvenil, 2008

• Al dejar un campamento, en virtud de lo agradable que es sentirse los primeros y únicos habitantes de un lugar, desmontar cualquier estructura de nieve que se haya levantado, en especial si se trata de iglúes.

IMPACT

MINIMO

• Poner especial atención al revisar si queda basura dispersa en el lugar antes de partir, porque a primera vista sólo se verá blanco y limpio, pero una mirada más acuciosa puede descubrir muchos restos ocultos bajo la nieve. • Y por lo mismo, es necesario ser especialmente cuidadosos con basuras como envoltorios plásticos transparentes, restos de velas, y basuras pequeñas en general, ya que éstos son muy fáciles de mimetizarse con el paisaje. • En cuanto al desplazamiento, diremos que el borde donde comienza la presencia de nieve, suele ser el más vulnerable a la presencia humana, sobre todo en los períodos estacionales en que comienzan las primeras nevazones y el derretimiento. • Debido a que por lo general el suelo está muy saturado de agua, tanto éste como la vegetación que lo habita son particularmente frágiles al pisoteo, la formación de barro o cualquier disturbio externo.

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• En resumen, si hubiere zonas con y otras sin nieve, se recomienda mantenerse siempre en los neveros o parches.

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La naturaleza que hoy existe en nuestro paĂs es, a ojos de la ciencia, un exquisito enjambre de especies que en un porcentaje altĂsimo no existen en ninguna otra parte del planeta.

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MINIMO IMPACTO

10 Comenzar por casa Chile ¿endémico?

Comenzar por casa Es cierto que en nuestro territorio no hay selvas que cobijen aves de exótico plumaje o árboles de olorosos frutos y extrañas formas. Pero la naturaleza que hoy existe en nuestro país es, a ojos de la ciencia, un exquisito enjambre de especies que en un porcentaje altísimo no existen en ninguna otra parte del planeta. Y es por esto, por su belleza escénica, y por el valor mismo que tiene nuestra y cualquier otra naturaleza, que vale la pena el esfuerzo de poner en práctica todas las técnicas que vimos, y las que sin duda seguirán surgiendo. Como reiteramos en cada programa y en cada libro de Vertical o la Fundación Vertical, quien no conoce no valora, y quien no valora no cuida. Por esto, a continuación veremos algunas de las innumerables maravillas de la naturaleza que nos rodea, para que con fuerza podamos comenzar por casa practicando las reglas del Mínimo Impacto.

SERIE AVENTURERO

Chile ¿endémico?

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¡Si claro! Porque antes de que se formaran las barreras naturales que hoy tiene nuestro territorio, como por ejemplo las cumbres de la Cordillera de Los Andes elevándose desde las depresiones marinas, o la formación del Desierto de Atacama, la vida que habitaba esta parte

del planeta estaba bastante más en contacto e intercambio con aquella que habitaba el resto del continente. Sin embargo, desde que comenzaron a ocurrir estos eventos, lo que hoy llamamos nuestra larga y angosta faja de tierra comenzó a funcionar como una verdadera isla dentro del continente americano.

IMPACT

MINIMO

¿Y qué implicó aquello? Que las especies aquí “atrapadas” siguieran su camino evolutivo en muchos casos sin mayor influencia o contacto con el mundo exterior, resultando en la formación de nuevos géneros y especies de flora, fauna y vida en general, a veces altamente específicos a este lugar. ¿Interesante? Por si hay dudas, aquí van algunos datos sorprendentes: • La diversidad biológica en Chile se estima en unas 28.450 especies nativas conocidas. De éstas, un 34 por ciento corresponde a insectos, 16 por ciento a plantas superiores, 11 por ciento a hongos, y un siete por ciento a vertebrados. • El 46 por ciento de las especies que conforman la flora vascular nativa de Chile es endémico a nuestro territorio. Dicho en otras palabras, casi la mitad de las plantas en nuestro país (excluyendo algas, musgos, hepáticas y líquenes) se encuentran aquí y sólo aquí.

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• En tanto, el 45 por ciento de las 3.730 especies de insectos coleópteros sería a su vez endémico, como es el caso de la Madre de la Culebra (Acanthinodera cummingi), el escarabajo más grande de Chile.

Vaquita del desierto (Gyriosomus gebieni)

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Comenzar por casa

• Por su parte, los animales vertebrados terrestres de Chile, pese a que son pocos, tampoco se quedan atrás: 33 de las 46 especies de anfibios nativos son endémicas así como 55 de las 94 especies de reptiles nativos, 14 de las 99 especies de mamíferos nativos, y 11 de las 438 especies de aves (este último dato según Marín, 2004). • Para los amantes de los anfibios, adelantamos que el mejor lugar para su observación, debido a una mayor concentración, está entre la VIII Región del Bío-Bío y la XI Región de Aysén. • En tanto, la mayor riqueza de reptiles se encuentra entre la I Región de Tarapacá y la VII Región del Maule. • Y para seguir haciéndolo aún más interesante, ¿sabían que la zona central de Chile, aquella que está bajo la influencia del clima mediterráneo y que hoy se aprecia como un paisaje de matorrales, espinos, escasos bosques donde hay mayor humedad y mucho cactus de cara al sol, es de hecho una de las más atractivas en términos biológicos ya que presenta los mayores niveles de endemismo? • Tanto así, que está incorporada en la lista de los 25 Hotspots de biodiversidad mundial, o reservas de vida animal y vegetal más ricas y amenazadas del planeta, con alta necesidad de conservación.

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• ¿O que los fragmentos de bosques ubicados en Fray Jorge y los cerros Santa Inés, La Campana, El Roble y Altos de Cantillana, entre otros, son lo que se conoce como bosques relictos?

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Lagarto tenue (Liolaemus tenuis)

• Éstos serían remanentes del tipo de vegetación que en un momento habitó la zona, probablemente durante los períodos de glaciación e interglaciación (decenas a centenas de miles de años atrás) en que los bosques del sur fueron “desplazados” hacia el norte por las masas glaciares y el cambio en el clima. Bosques que en su mayoría “retrocedieron” al elevarse las temperaturas y retroceder los glaciares, excepto en estos lugares donde el microclima permite su subsistencia…

IMPACT

MINIMO

• Y así como estos bosques relictos, existen también los llamados “fósiles vivientes”, o especies que han variado muy poco desde sus orígenes, millones de años atrás. Un ejemplo de esto sería nuestro tímido Monito del Monte (Dromiciops gliroides), una de las cuatro especies de marsupiales que habitan Chile, la que además presenta otras peculiaridades: es la única especie chilena que hiberna y que de hecho posee una bolsa marsupial. • Pero tenemos especies aún más singulares, como el reptil Pristidactylus volcanensis, que habita sólo en una ladera del sector El Volcán, al interior del Cajón del Maipo.

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• O la Mariposa del Chagual (Castnia psitachus), la más grande de Chile, cuya vida gira en torno a una sola planta: el Chagual o Puya (Puya chilensis), con la que ha desarrollado una relación tan estrecha que hasta es capaz de mimetizarse al juntar sus alas exponiendo un color gris casi idéntico al de la planta.

Vallecito, Programa de Educación de Aventura al Aire Libre, 2006

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Comenzar por casa

• Y también el Pudú (Pudu pudu), el ciervo más pequeño del mundo con sus no más de 40 centímetros de altura. • O las Avispas Alfareras (Hypodynerus spp), de cuerpo negro y franjas blancas, que a diferencia de muchas construyen laboriosamente sus hogares de barro, en donde viven solas. Pero como todo en la vida tiene de dulce y de agraz, muchas de las maravillas naturales en Chile tienen serios problemas de conservación. Además de las diversas formas de deterioro ambiental del que todos hemos sido espectadores y cómplices (como contaminación de cursos de aguas, cambios de uso de suelo y caudales de ríos, erosión, entre otras), la introducción de especies exóticas (con las enfermedades que puedan traer), la fragmentación y pérdida de hábitat y la sobreexplotación han sido factores clave también. Para entender más, algunos ejemplos de esta triste situación:

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• Aves endémicas como la Turca (Pteroptochos megapodius), el Hued Hued (Pteroptochos tarnii) y el Chucao (Scelorchilus rubecula), no vuelan sino que transitan a nivel de suelo o sotobosque. Al discontinuar su hábitat (para dedicar el terreno a plantaciones agrícolas por ejemplo), quedan aisladas del resto, sin posibilidad de establecer su territorio o encontrar pareja, lo que no sólo amenaza su subsistencia, sino que la de todas las especies que dependen de ellas, ya que este tipo de aves poliniza, dispersa semillas, controla plagas ¡por mencionar sólo unas pocas “actividades” que realiza!

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Huemul (Hippocamelus bisulcus), en peligro de extinción

• Igualmente, aves rapaces como el Varis (Circus cinereus) y el Nuco (Asio flammeus) han disminuido debido al deterioro y/o desaparición de su hábitat preferido: los pantanos, humedales, ciénagas y totorales que han sido desecados para uso del hombre, o sea, nuestro.

IMPACT

MINIMO

• Lo mismo está ocurriendo con la Güiña (Oncifelis guigna), uno de los felinos nativos que aún tenemos pero que está en peligro de extinción ya que no sólo habita exclusivamente bosques nativos de Chile central, sino que además requiere de grandes extensiones para su subsistencia. • O con carnívoros como el Gato de Geofroy (Oncifelis geoffroyi), el Puma (Felis concolor) y el Chingue Patagónico (Conepatus humboldtii), los que no sólo han visto restringido su hábitat sino que tampoco cuentan con el área suficiente en aquellos parques que están destinados justamente a la conservación de nuestra naturaleza.

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• Porque tenemos el orgullo de contar con 14 millones de áreas protegidas a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), que es un porcentaje de terreno mayor al de muchos países. Pero por desgracia la biodiversidad no jugó un rol importante en el criterio de selección de estas áreas, lo que significa que la superficie protegida que hoy tenemos tiene poca representatividad de los diversos ecosistemas que existen en el país, y no necesariamente ofrece el área viable adecuada para la conservación de ciertas especies de fauna.

Isla Navarino, Ruta Patrimonial Circuito Dientes de Navarino, Wharton USA, 2009

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Comenzar por casa

• Pero la amenaza que significa sobre algunos animales la fragmentación y disminución de su hábitat va incluso más allá de la inviabilidad del espacio: ¿cuántas veces hemos visto, por ejemplo, Pudúes o Zorros cruzar caminos rurales o ser perseguidos por perros? • Por otro lado, la introducción de especies exóticas, por muy buena intención que haya habido en su comienzo, generalmente termina causando catástrofes ecológicas. • Como el Castor (Castor canadensis), cuyas poblaciones siguen en aumento en la Patagonia ya que no tiene ningún predador, y cuyos diques han causado no sólo la destrucción del bosque de ribera y desestabilización de suelos, sino que además ha significado un cambio en el régimen de luz en bosques, modificación que ha llegado hasta la destrucción del hábitat de otras especies.

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• O la Rana Africana (Xenopus lavéis), que fue inicialmente introducida en los años 60 como prueba de embarazo y hoy representa una verdadera plaga en las regiones centrales y una de las mayores amenazas para la fauna anfibia local.

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Ruta Patrimonial Circuito Dientes de Navarino, diques construidos por el castor

• O incluso con el Coatí (Nasua nasua), que inicialmente se introdujo en la isla Robinson Crusoe para controlar la población de ratas (también exóticas), pero que hoy constituye una de las causas principales de la disminución de algunas especies de aves endémicas de la isla.

IMPACT

MINIMO

SERIE AVENTURERO

Y bueno, sabemos que más de alguno se estará preguntando “¿y qué hago yo con esto?”, ya que muchos de estos problemas nos superan en magnitud. Pero como dice el adagio: problema de muchos, consuelo de tontos… no nos quedemos ahí. Primero hay que ¡informarse! Aprender sobre la tremenda riqueza biológica que hay en nuestro país. Y segundo, ¡llevar a la práctica las reglas del Mínimo Impacto expuestas en este manual!

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MINIMO IMPACTO

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SERIE AVENTURERO

Watkins, L. (n/d) Bunch or Fold (or Neither)? Human Waste Disposal in the Backcountry.

Sitios web donde encontrar más información Access Fund www.accessfund.org Aves de Chile www.avesdechile.cl Biodiversity Hotspots www.biodiversityhotspots.org Carbon Footprint www.carbonfootprint.com Chilebosque, Foro de Flora Nativa y Biodiversidad www.chilebosque.cl Comisión Chilena de Mountain Bike www.ccmtb.cl Comisión Nacional del Medio Ambiente www.conama.cl Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna CODEFF www.codeff.cl Consumo Responsable www.consumoresponsable.org Convención de Diversidad Biológica CDB www.cbd.int Convención de Especies Migratorias CMS www.cms.int Convención de Protección de Humedales Ramsar www.ramsar.org Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre CITES www.cites.org Ethical Consumer www.ethicalconsumer.org Federación de Andinismo de Chile www.feach.cl Friends of the Earth International www.foei.org Greenpeace International www.greenpeace.org Insectos de Chile www.insectos.cl International Mountain Bike Association www.imba.com Leave No Trace www.lnt.org National Outdoor Leadership School NOLS www.nols.edu Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA www.unep.org Servicio Agrícola y Ganadero SAG www.sag.gob.cl Subsecretaría de Pesca www.subpesca.cl SERIE AVENTURERO

Tricúspide, Portal de Montaña www.tricuspide.com United States Environmental Protection Agency EPA www.epa.gov Wilderness.net www.wilderness.net World Wildlife Fund WWF www.panda.org 155

Este papel proviene de bosques manejados de forma sustentable y fuentes controladas.

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