Serie Aventurero:
“Prevención y seguridad”
Presentación
¿Acaso debemos siempre educar a nuestros niños con libros? Dejemos que miren las montañas y las estrellas sobre ellos. Dejemos que vean la belleza de las aguas y los árboles y las flores en la Tierra. Comenzarán, entonces a pensar, y pensar es el comienzo de una educación real.
David Polis
En lo más de 20 años que nos hemos dedicado a la educación al aire libre, miles de niños, jóvenes y adultos han estado con nosotros en lugares tan cercanos como el Cerro San Cristóbal y tan lejanos como el Himalaya. Y el resultado siempre ha sido el mismo: personas transformadas por la experiencia de convivir entre ellos, en y con la naturaleza. Todos relatan de una forma u otra que la experiencia “los hizo mejores”, “que crecieron como seres humanos”. Ya lo decía Carl Gustav Jung: “La naturaleza es el alimento para el alma. Cuando tocamos naturaleza quedamos limpios”.
Motivados por este deseo de “abrir” la experiencia de la naturaleza, en el año 2004 creamos la “Serie Aventurero”. Esta serie de guías coleccionables resume nuestro conocimiento y lo pone al servicio de los lectores interesados. El puntapié inicial lo dimos con el primer “Manual de Campamento”, el cual incluía los aspectos básicos de toda salida a terreno. Seguimos esta iniciativa con el manual de “Equipo y Vestuario” y luego con “Mínimo Impacto”. En los dos primeros enseñábamos 4
sobre qué y cómo usar en una salida y, en el tercero, técnicas prácticas e información para facilitar cambios de hábitos y enfatizar la necesidad de un contacto respetuoso, afectivo y ético con la naturaleza. Hoy les presentamos la guía de “Prevención y Seguridad”, la cual nos insta a entender, prevenir y luego evaluar nuestros pasos para vivir nuestra experiencia “transformadora” con seguridad. Convencidos de que toda aventura debe ser tomada con la seriedad y responsabilidad necesarias, en las páginas siguientes compartimos con ustedes conceptos que nos ayudarán a, por ejemplo, prevenir antes que lamentar y cómo actuar frente a diversas situaciones adversas. Este ‘hacer las cosas bien’ no implica superioridad ni soberbia frente a la naturaleza. Muy por el contrario, implica responder y actuar pausada y responsablemente, pensando en el bienestar de todos y sin perjudicar nuestro ambiente ni a los integrantes de la expedición en la que nos encontremos. Esperamos sinceramente que el contenido de este manual les ayude y que sea un aporte para sus próximas salidas a terreno. Es mi deber y también un privilegio agradecer a todo el equipo que ha trabajado en el desarrollo de este cuarto manual de la “Serie Aventurero” y a todos nuestros guías y monitores que se han dado el tiempo de poner por escrito lo que aprendieron en terreno. ¡Gracias a todos y que disfruten la lectura!
Rodrigo Jordan Presidente
Fundación Vertical
5
Serie Aventurero
Exención de responsabilidad El presente manual ha sido diseñado como material referencial para la práctica de actividades al aire libre. No debe ser utilizado como reemplazo del juicio y responsabilidad individual del lector. Por lo mismo, es necesario precisar que tanto Vertical S.A. como los autores no se hacen responsables por muerte, pérdidas, accidentes o inconvenientes causados por el sólo uso de este manual.
Texto principal Andrea Gabriel - Rodrigo Jordan Edición Teresa Pérez - Beatriz Vásquez Diseño y Conceptualización Disomce: Omar Céspedes - Andrés Restrepo Producción Beatriz Vásquez - Guillermo Trujillo Fotografías Marcelo Cruz - Guillermo Parra - Gabriel Becker Eugenio Guzmán - Fernando Yañez - Archivos Vertical S. A. Revisión Final Carolina Silva Representante Legal Guillermo Trujillo Impresión Quad/Graphics Chile Vertical S.A. 2012 Santiago - Chile Inscripción Nº 213.218 - 2012 ISBN: Serie Aventurero: 956-8333-02-9 ISBN: Volumen 4 “Prevención y Seguridad”: 978-956-8333-12-6 Derechos reservados Enero, 2012 Primera edición de 2.000 ejemplares.
Produce:
Patrocinio:
7
Expedici贸n Cerro Blanco, 2007
Indice
1 2
• • • • • 3
Introducción
10
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico
14
¿Cómo ocurren los accidentes? Valor real y valor percibido Severidad ¿Cero riesgo? ¿Cuánto es aceptable? Preparación Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
24
• Protocolo de análisis y manejo de riesgos • ¿Y si pese a todo algo sale mal? Plan de emergencia • Evaluación posterior • Más vale que sobre a que falte: Los esenciales • ¿A cargo de un grupo? ¡Entonces aún más orden! 4
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano • • • • • • • •
5
Alimentación e hidratación Entrenamiento Calentamiento previo Elongación posterior Conocimientos, habilidades y límites Responsabilidad y liderazgo individual Mis compañeros: ¿Con quién voy? Dinámica de grupo Qué hago en caso de…
• • • •
64
Tormentas eléctricas Condiciones extremas de tiempo Niebla densa Perderse Apéndice: Al mal tiempo, buena cara
• • • •
44
74
Las nubes y sus características Eventos que nos avisan de estabilidad y buen tiempo Eventos que nos avisan de inestabilidad o frentes de lluvia Algunos otros eventos o factores meteorológicos a los que se debe poner atención para nuestra seguridad Bibliografía recomendada
84 9
Expedición Campo de Hielo Sur, Patagonia 2009
Introducción “¡Uy, la montaña no! ¡Es muy riesgosa!” ¿Cuántas veces habremos escuchado una frase así? ¿O cuántas nos habrán tratado de persuadir para no realizar deportes al aire libre o visitar lugares silvestres y remotos por miedo a lo que ‘pudiera pasar’? ¡Tantas que es difícil saberlo! Pero de no haberlo hecho no conoceríamos la satisfacción de una cumbre y el esfuerzo que demanda; no habríamos gozado de la amistad sincera dada entre compañeros de cordada; no sabríamos cómo enfrentar nuevos desafíos ni cuánto somos capaces de dar, y desconoceríamos tantas maravillas existentes allá afuera en la naturaleza. Al hablar de riesgo y aventura, muchos tienden a pensar en escenarios que pueden poner la vida en peligro, situación tan temida que gran parte del sistema en que hoy vivimos trata de asegurarnos 10
Introducción
que ‘nada va a pasar’. Pero si lo pensamos bien, la mayoría de los avances alcanzados como humanidad y de los crecimientos logrados como individuos, son gracias a que nos hemos atrevido a pisar en tierras desconocidas… ¡A que hemos corrido riesgos! De hecho, si bien la definición de la palabra riesgo puede tener una connotación negativa (“contingencia o proximidad de un daño”, según la Real Academia Española) en el mundo de las actividades y, en especial, educación al aire libre, es visto como una oportunidad de crecimiento. Mientras esté controlado y sea adecuado al nivel de percepción de quienes lo vayan a experimentar (no siendo percibido de manera tal que sitúe en un estado de pánico), la percepción de riesgo despierta, pone en alerta, demanda precisión y conocimiento, permitiendo la extensión de uno mismo al ganar algo de valor (salud, confianza, autoestima, habilidades, etc.). Ahora bien, este acercamiento al concepto de riesgo da lugar a cuestionarse si la existencia de riesgos depende exclusivamente de quien los perciba y, por lo tanto, la naturaleza no sería inherentemente peligrosa (algo así como la clásica pregunta de si un árbol genera ruido al caer al no haber nadie quien lo escuche). Como veremos en los capítulos siguientes, la respuesta es sí y no: una mala maniobra producto del pánico provocado por una huella muy expuesta puede posibilitar un accidente, tanto como un frente de mal tiempo para el cual no estábamos preparados o una cocinilla en una superficie inestable o sin la adecuada mantención. Entonces, si bien creemos que la naturaleza no es intrínsecamente peligrosa, la reconocemos como una 11
Expedición Monte Aconcagua, 2009
de las fuentes de factores de riesgo a los cuales uno está sometido al realizar actividades al aire libre. Pero no es la única. La ocurrencia de accidentes va mucho más allá de los peligros que pueda ofrecer el sitio al que vayamos: está relacionada con el lugar, con la actividad a realizar, el equipo que llevemos, la estación del año en que vayamos y, por sobre todo, con el grupo humano. ¿Cómo procurar que la probabilidad de accidentes sea mínima? Primero, teniendo claro que si bien parte de los accidentes sucedidos al aire libre son imprevisibles (por ejemplo, producto de la caída inesperada de un árbol), la mayoría son evitables. Después, por lo tanto, aprendiendo a identificar y manejar los factores y niveles de riesgo de manera tal que podamos evitar hechos lamentables. Y justamente de todo lo anterior habla esta cuarta guía de nuestra Serie Aventurero: de cómo comprender, prevenir y evaluar para avanzar. 12
Introducción
No de inmovilizarse ante lo desconocido, sino de lo importante que es prepararse de manera inteligente y responsable para aventurarse en tierras nuevas. A través de las páginas que siguen analizaremos por qué ocurren los accidentes, la importancia de planificar y en qué hay que fijarse antes, durante y después de cada salida. Hablaremos de la generalidad del manejo de riesgos y ofreceremos herramientas concretas para esto, las cuales pueden ser especialmente valiosas para quienes estén a cargo de grupos. Y recalcaremos que, pese a la posibilidad de leer y seguir al pie de la letra éste y un sinnúmero de libros y guías sobre el tema, el papel que juega el empleo del juicio personal es vital.
Expedición de Liderazgo Wharton, San Pedro de Atacama 2007
13
Serie Aventurero
La potencialidad de suceder un accidente depende de la interacci贸n entre factores que aumentan el nivel de riesgo de una situaci贸n y factores que lo disminuyen.
1
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico >> >> >> >>
¿Cómo ocurren los accidentes? Valor real y valor percibido Severidad ¿Cero riesgo? ¿Cuánto es aceptable?
>>
Preparación
Taller de Liderazgo, Pirineos 2005
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico Volver sanos y salvos habiendo tenido una magnífica experiencia. Sin duda eso queremos todos cuando vamos a un paseo, excursión o expedición. ¿Cómo podemos asegurar que todo va a salir bien? Está claro, no es posible manejar cada una de las variables ¡Pero ciertamente podemos hacer mucho más que tan sólo llevar un buen botiquín! (y saber usarlo). ¿Cómo ocurren los accidentes? Antes de querer evitar uno, debemos entender por qué ocurren. ¿Casualidad? ¿Mala suerte? La verdad es que no. Ya lo dijimos: casi el total de los accidentes al aire libre son prevenibles.
16
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico
Si esto es así, ¿por qué ocurren entonces? Por mucho entusiasmo que tengamos, el éxito de cada salida depende de la interacción de varios elementos que no podemos comandar. Además de un buen ánimo y de estar bien preparados, dependemos de que el clima “nos acompañe”, el lugar sea el esperado, haya disponibilidad de agua bebestible, el acceso o la ruta no esté cortada, el terreno no esté suelto o el río subido, y así una larga lista. ¿Cómo poder decir entonces que los accidentes son prevenibles? En el primer capítulo de nuestro Manual de Campamento anunciábamos: la suma de condiciones inseguras con acciones inseguras puede resultar en un accidente. Así, si bien existen elementos no controlables, el nivel de inseguridad o seguridad de la situación en la que estemos dependerá del nivel de información que manejemos, el que afectará directamente sobre la toma de decisiones y, por lo tanto, en las acciones a realizar. Se dice que la potencialidad de suceder un accidente depende de la interacción entre factores que aumentan el nivel de riesgo de una situación y factores que lo disminuyen: si el número o tipo de aquellos que aumentan el potencial de un accidente (factores de riesgo) es mayor al de aquellos que lo contrarrestan (factores de seguridad), la probabilidad de ocurrir uno durante nuestra salida es mayor. Así, la identificación de estos factores es clave para manejar y reducir la probabilidad de accidentes: mientras más informados estemos frente a lo que puede ir mal, mayor será la capacidad de anticipación y preparación.
17
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
¿Dónde y cómo identificarlos? En el mundo de las actividades al aire libre se puede hablar de cuatro fuentes de factores de riesgo y seguridad en las que se recomienda situar la mirada: • La actividad a realizar. • El entorno en el que se estará (clima, estación del año, tiempo meteorológico, geografía, ubicación, flora/fauna, etcétera). • El equipo con el que se cuenta (vestuario, calzado, alimento, equipamiento, medio de transporte). • Y el grupo humano involucrado (experiencia, habilidades sociales/técnicas, liderazgo, dinámica de grupo, condición de salud física, mental, emocional, etcétera). ¿A qué nos referimos al decir que ciertos factores aumentan y otros disminuyen el potencial de accidentes? Por ejemplo:
18
Fuente
Ejemplo de factor de riesgo
Ejemplo de factor de seguridad
Actividad
Caminata de alta exigencia
Grupo humano con nivel óptimo de entrenamiento físico y experiencia en el tipo de caminata.
Entorno
Ruta desconocida
Buen pronóstico meteorológico. alta cantidad de horas luz. Ruta bien señalizada.
Equipo
Zapatos nuevos
Zapatos de repuesto. Botiquín completo. Líder con conocimiento sobre cómo prevenir ampollas.
Grupo Humano
Grupo nuevo
Líder con experiencia en actividades y juegos que facilitan la conformación de equipos. Individuos con experiencia en trabajo en equipo.
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico
Entonces, si planificamos realizar una actividad en la cual sabemos existirán diversos factores posibles de desembocar en la ocurrencia de un accidente, la probabilidad de que éste ocurra disminuirá en la medida que contrarrestemos el peso de dichos riesgos. No sólo con factores que otorguen seguridad en general, sino de manera específica para los peligros identificados. ¿Sólo eso? Una vez que se entiende la lógica de cómo ocurren los accidentes, es necesario incorporar nuevos elementos en la ecuación.
Expedición de Liderazgo Wharton, Antártica 2008
19
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
Valor real y valor percibido Si bien una situación puede tener un valor inherente de riesgo o valor real, la manera en que éste pueda ser percibido varía de persona en persona (valor percibido). ¿Es esto relevante? Sí, y mucho. Por ejemplo, ante una actividad que supone un riesgo real moderado, lo que podría haber sido una baja probabilidad de accidente termina en la ocurrencia de uno si los individuos o el grupo lo perciben como un riesgo muy alto (situándolos en una posición de estrés o incluso de pánico) o muy bajo (situándolos en una posición de descuido). ¿Qué hacer al respecto? Así como es necesario identificar y comprender los diversos factores de riesgo asociados a la salida a realizar, es importante identificar las distintas percepciones de riesgo que cada integrante del equipo pueda tener. De esta manera las decisiones a tomar serán lo más acertadas posibles. Al mismo tiempo, se cuidará de no exponer a nadie a una situación de pánico que pueda poner en peligro al equipo y/o generar en la persona un futuro rechazo a realizar más actividades. Severidad Otro valor fundamental de reconocer es el de la severidad asociada al riesgo. No es igualmente preocupante una probabilidad alta de accidentes menores, por ejemplo, picaduras de tábanos o ampollas en los pies, que una de accidentes mayores como cortes y traumatismos por caída de rocas. Si bien es primordial reducir la factibilidad de ocurrencia 20
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico
de ambos, el identificar riesgos de accidentes de gran severidad hace que sea particularmente importante la búsqueda de estrategias que disminuyan la probabilidad del accidente, así como prepararse para la eventualidad de que éste ocurriese. ¿Cero riesgo? ¿Cuánto es aceptable? Como ya dijimos, consideramos al riesgo más una oportunidad que una amenaza. Y claro, parte de lo apasionante de las actividades al aire libre son el factor desconocido y la sensación de expansión personal que resulta cuando enfrentamos nuestros límites. Entonces, ¿vale la pena reducirlo a su mínima expresión?
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
21
Expedición Pirámide de Carstensz, Indonesia 2005
Creemos que no, pero claramente cuánto reducir y cuánto permitir y controlar va a depender de: • Cuán importante o beneficioso sea el riesgo a permitir o reducir (¿vale la pena?). • El objetivo de la salida. • Los integrantes del grupo humano. Esto es especialmente importante si nos encontramos trabajando como guías de turismo o deportivos, o facilitando programas de educación al aire libre. En estos casos es vital recordar que para las personas la experiencia es máxima y el aprendizaje mayor cuando son sacadas fuera de su zona de confort pero sin ser llevadas a la sensación de pánico. Esto implica la necesidad de tener claridad absoluta de lo que se pretende hacer, del por qué se va a hacer, de informarse previamente si es posible sobre quiénes irán y de observar y analizar de manera continua durante toda la jornada.
22
Prevenir antes que lamentar: Comenzando por lo básico
Preparación Tras esto último se hace evidente la trascendencia de una actividad que a veces se mira en menos: la preparación de las salidas. El primer capítulo de nuestro Manual de Campamento está justamente dedicado a eso y los invitamos a revisarlo. A modo de recordatorio se resume en: • Definición de la salida. • Planificación y organización. • Evaluación. En el siguiente capítulo veremos en detalle cómo analizar y planificar específicamente en función de la reducción y manejo de riesgo de accidentes.
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
23
Serie Aventurero
Definir qué queremos hacer y cuáles son nuestros objetivos; identificar los posibles problemas o pérdidas; identificar los factores causantes de dichos problemas; definir estrategias de acción.
2
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes >> >> >> >> >>
Protocolo de análisis y manejo de riesgos ¿Y si pese a todo algo sale mal? Plan de emergencia Evaluación posterior Más vale que sobre a que falte: Los esenciales ¿A cargo de un grupo? ¡Entonces aún más orden!
Expedición Monte Aconcagua, 2009
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes Si bien existen diversas estrategias de gestión de riesgo, en el presente capítulo abordaremos una basada en los procedimientos de seguridad que promueve el Ministerio de Educación de Nueva Zelandia para la realización de programas de educación al aire libre. ¿Por qué? Porque además de ser simple, clara y poder trabajarse utilizando una tabla que presentamos al final de capítulo, la educación al aire libre lleva décadas dentro del currículum de educación en dicho país, ¡y qué mejores estándares de seguridad que los necesarios para llevar a niños y jóvenes a entornos naturales en los que se pueda utilizar la presencia natural de riesgos y el control de éstos como herramienta educativa! El protocolo abarca cuatro pasos: 1. Definir qué queremos hacer y cuáles son nuestros objetivos. 26
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
2. Identificar los posibles problemas o pérdidas. 3. Identificar los factores causantes de dichos problemas. 4. Definir estrategias de acción. Para hacerlo aún más claro, a continuación lo desarrollamos con un ejemplo de salida. Protocolo de análisis y manejo de riesgos 1. Definir qué queremos hacer y cuáles son nuestros objetivos: Un grupo de amigos queremos ir a acampar a un lugar que nos dijeron es muy bonito, pero al que sólo se accede siguiendo una huella de arrieros ya que no es parte de ningún parque público o propiedad privada conocida. El objetivo es recreativo: pasar el fin de semana largo en este lugar acampando los días sábado y domingo, conociendo lugares nuevos pero sin mucha exigencia física porque estamos todos un poco cansados por el trabajo. 2. Identificar los posibles problemas o pérdidas: Analizar las fuentes de factores de riesgo que describimos en el capítulo anterior en función de la actividad que se realizará y hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué podría ir mal? En nuestro ejemplo, algunas situaciones problema podrían ser: Caminata más exigente o técnica de lo esperado. No dar con el lugar objetivo porque la caminata resulta ser más larga de lo esperado. 27
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
No encontrar la huella. Quedarnos encerrados más días de lo planificado si las condiciones meteorológicas cambian. No encontrar fuentes de agua durante el camino o cerca del lugar de campamento. Ser picados por avispas u otros insectos. Resultar con insolación, hipotermia o ampollas tras la caminata. Perdernos. Sufrir una caída o torcedura. Desesperarse ante una situación de estrés. 3. Identificar los factores causantes: Para cada posible situación problema, identificar los factores que pueden contribuir a su ocurrencia y por lo tanto a la de un accidente, nuevamente en cuanto al lugar en el que estaremos, el equipo que llevaremos y el grupo humano en función de la actividad a realizar. Aquí van algunas preguntas que pueden ayudar a la identificación en relación a nuestro ejemplo: ¿Cómo está el nivel de preparación física del grupo humano? ¿Tenemos referencias suficientes de la huella? ¿Es una huella plana, con pendiente, expuesta? ¿Tenemos un mapa del lugar? ¿Habrá que cruzar uno o más ríos? ¿Necesitaremos cuerdas de apoyo en caso de cruce de río o pasadas muy expuestas? ¿Cuán larga es la distancia según el mapa? ¿Existen en la ruta lugares alternativos para acampar en caso de no alcanzar el objetivo? ¿Cuántas horas de luz tenemos para caminar? 28
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
¿Estará la ruta muy expuesta a la radiación del sol? ¿Hay agua en el lugar y/o a lo largo de la ruta? ¿Habrá señal para teléfonos celulares? ¿Qué dice el pronóstico meteorológico para los días que pretendemos ir? ¿Cómo está nuestra carpa? ¿Nuestra cocinilla, sacos de dormir y el resto del equipo? ¿Sabemos utilizarlos? ¿Cuántos podemos conducir el o los vehículos que utilizaremos de acercamiento? ¿Habrá alguien en el grupo humano que se pone nervioso con la oscuridad, lo desconocido, el cruce de ríos o caminos expuestos? ¿Habrá algún alérgico a picaduras de insectos? ¿Cuántos y quiénes sabemos de técnicas de primeros auxilios, orientación, campamento y excursionismo en general? ¿Hay líderes innatos en nuestro grupo? 4. Definir estrategias de acción: Estudiar las posibles maneras de acción que nos ayuden
Trekking Campamento Base Everest, 2005
29
Paine Grande, 2010
a reducir los riesgos que identificamos. Para esto es necesario observar cada factor causal y analizar las maneras en que se pueden reducir, evitar o mantener. Además es bueno hacerse preguntas como: ¿Vale la pena seguir con nuestro plan original? ¿Cómo podemos prevenir que las cosas vayan mal? ¿Quiénes son responsables de qué tareas y acciones? ¿Cuándo y dónde realizaremos estas acciones preventivas? ¿Cuál es nuestro Plan B? Algunas estrategias en relación a nuestro ejemplo: Situación: Desconocimiento de la ruta. Plan de acción: Pedro es quien escuchó del lugar y María entiende bastante de mapas y orientación. Ambos buscarán una carta que contenga el lugar, verán si hay alguna huella marcada en el mapa o alguna ruta lógica a seguir, si hay cambios fuertes de pendientes, ríos que cruzar y la distancia general a recorrer. La semana previa al paseo informarán al 30
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
resto del grupo. Situación: Inestabilidad meteorológica. Plan de acción: Si bien el pronóstico dice que el tiempo va a estar bueno, hemos escuchado que a veces este lugar se nubla repentinamente y comienza a llover, bajando las temperaturas drásticamente. Por lo tanto, el equipo y vestuario que llevemos contemplará todo tipo de situaciones meteorológicas. Llevaremos suficiente protección solar, gel de aloe vera en caso de que alguien resulte con quemaduras por el sol y, además, contaremos con comida extra por si no pudiéramos salir el día que planificamos. Avisaremos a nuestros parientes cercanos cuáles son nuestros planes antes de partir (y a carabineros si el lugar lo amerita) y tendremos nuestros teléfonos celulares con carga por si hubiera señal. ¿Y si pese a todo algo sale mal? Plan de emergencia A veces, por mucho que uno haga su mejor esfuerzo por reducir la ocurrencia de potenciales accidentes, éstos igual ocurren. Ante esta realidad, lo mejor es contar siempre con una carta bajo la manga: un plan de emergencia que todos conozcamos al menos en algún nivel. El plan será específico a la actividad que se realizará, el lugar, el equipo con el que se contará y las personas que irán. Y si bien puede sentirse como una exageración, es importante hacerlo pues el tener uno ayuda a minimizar los tiempos de respuesta y por lo mismo la pérdida es menor. Sobre todo si pensamos que cuando hay un accidente, lo primero que tiende a ocurrir es confusión y desorganización. 31
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
Para elaborar un plan necesitamos: a) Volver a los posibles problemas que identificamos podrían ocurrir y, para cada uno, aclarar cómo proceder si llegasen a ocurrir. Por ejemplo: si a alguien le salen ampollas pese a haberse protegido el pie, tener claro el método para hacer curaciones y darle la protección necesaria para el resto del viaje. b) Identificar quiénes en el grupo poseen conocimientos en primeros auxilios, rescate, manejo de grupos y definir responsabilidades. En nuestro ejemplo: Diego hizo un curso de primeros auxilios. Él es quien se encargará del botiquín del grupo y quien evaluará y tratará la ampolla, por ejemplo, durante el viaje. Pedro es muy bueno para manejar gente en situaciones complejas, por lo que si ésta u otra situación se transforma en una estresante, será él quien calmará y ordenará al grupo mientras Diego actúa. c) Contar con el equipo requerido para actuar en los distintos escenarios que podrían ocurrir. Por ejemplo: botiquín completo y al día, ropas de abrigo extra, comida extra, mapa, etcétera. d) Tener los contactos de los parientes cercanos de cada una de las personas que van en el grupo y los teléfonos e información de emergencia del lugar (carabineros, hospitales cercanos, etcétera). Definir procedimientos y responsables para llamar e informar 32
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
en caso de ser necesario, así como definir cuándo se estima preciso hacerlo. Por ejemplo, claramente una ampolla no requiere ser reportada pero si alguien cae, se fractura y es muy difícil rescatarlo del lugar, uno o varios de nuestro grupo necesitarán movilizarse hasta donde puedan establecer comunicación con quienes puedan asistir en el rescate (carabineros, GOPE, etcétera). En caso de que el rescate no sea dificultoso y el mismo grupo lo pueda sacar, es importante saber dónde está el hospital más cercano. e) Informarse de los distintos planes y responsables a cargo antes de partir. f) En caso de accidentes serios, escribir la mayor cantidad de información posible sobre éste y los procedimientos llevados a cabo, de manera que cuando se le de atención profesional al accidentado, ésta sea lo más rápida y efectiva posible.
Programa Entrenamiento de Liderazgo, USA 2010
33
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
Evaluación posterior Aunque parezca extraño, no todo el trabajo de prevención de accidentes se realiza antes de la salida. Evaluar cada excursión es esencial para las actividades futuras, ya que es la mejor manera de reforzar lo aprendido en cuanto a los errores y también a lo que resultó bien. Así como para prever futuros posibles accidentes y problemas que inicialmente no visualizamos y mejorar las estrategias y planes de acción. Para la evaluación se puede revisar el protocolo de manejo de riesgos realizado junto con lo que ocurrió en realidad, buscando responder qué se puede o debe mejorar, qué habría que modificar o eliminar, qué funcionó bien y por tanto se puede repetir. Más vale que sobre a que falte: Los esenciales Por último, queremos recordar y ahondar en los llamados “10 esenciales” que ya mencionamos en nuestro Manual de Campamento. Son diez puntos importantes de revisar antes de cada salida, pues permiten responder dos preguntas fundamentales: ¿Llevamos y entendemos los elementos imprescindibles para asegurar el éxito de nuestra salida? Y, en caso de emergencia, ¿podremos pasar una o más noches a la intemperie? 1. Hidratación: Una persona puede resistir cuatro veces más tiempo sin comer que sin beber. Así de vital es el agua; incluso más cuando se realizan actividades al aire libre, donde la pérdida es mayor. Por ende, el lugar que debe ocupar la 34
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
botella de agua dentro de lo que se lleve a toda salida es primordial. La cantidad a llevar puede depender de cuán disponible esté en el lugar a visitar y cuánto debe beberse depende de las condiciones atmosféricas del lugar y del tipo de ejercicio. Pero, como mínimo, debe considerarse una cantidad equivalente al 5% del peso corporal y deben ser bebidos en cantidades pequeñas cada vez para facilitar una mayor absorción. 2. Orientación (mapa de la zona e instrumentos de navegación): Claro está que no todas las salidas requieren de instrumentos como brújulas o GPS para asegurar el recorrido, sobre todo si nos mantendremos dentro de senderos establecidos. Pero cada salida sí exige al menos una referencia gráfica que nos permita orientarnos y estimar tiempos y grados de dificultad. En caso de que contemplemos visitar lugares nuevos, complejos o sin senderos, se hace vital contar con dichos instrumentos y saber usarlos. No sólo para dar con
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
35
Expedición de Liderazgo Wharton, Isla Navarino, Patagonia 2009
el lugar, sino para asegurar una ruta y un regreso factibles. 3. Protección solar: Una exposición continua y prolongada a la radiación solar puede no solamente provocar quemaduras en la piel, sino conllevar a los graves efectos asociados a la insolación y shocks de temperatura. Aún más si se está en altura ya que la radiación es más fuerte debido a la menor humedad del aire. Por lo tanto, en términos de seguridad es importantísimo estar bien provisto de todo aquello que disminuya las probabilidades de accidentes al respecto: gorro de sol, bloqueador solar, bálsamo labial, anteojos con filtro UV, ropa protectora. 4. Protección contra el frío: Sin caer necesariamente en llevar exceso de equipaje, en cada viaje es muy importante no dejar de hacerse la pregunta sobre qué necesitamos en cuanto a vestimenta para enfrentar las peores condiciones climáticas 36
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
que podríamos tener durante la salida. Una buena selección de capas extras (incluyendo guantes, calcetines y gorro) pueden permitirnos sobrevivir las extensas horas devenidas de una noche no planificada o una larga espera. 5. Sets de auxilio (botiquín y estuche de reparaciones): A veces nos sentimos exagerados por pensar en llevarlos, principalmente en salidas de corta duración. Pero, ¿cuántas veces no ocurren cortes o ampollas por descuido y el único alivio lo encontramos en el vehículo que quedó tres horas atrás? ¡Y ni siquiera pensar en eventos más serios! Lo mismo para el cierre de la carpa que dejó de funcionar en la primera de las tres noches que estaremos acampando o la cocinilla que se averió. Ahora bien, y sobre todo para el botiquín, saber usarlo es perentorio, tanto más si pretendemos atender a terceros. Además de realizar cursos de primeros auxilios y actualizar conocimientos cada tanto, es recomendable llevar junto con el botiquín una pequeña guía como ayuda-memoria y también lápiz y papel donde poder escribir datos importantes a reportar en casos de accidentes serios como ya mencionamos. También se debe tener ojo con los medicamentos que llevamos: seguir indicaciones de protocolos, nunca medicar a un tercero (mucho menos si desconocemos su historial médico y sus alergias), no auto-medicarse a menos que tengamos prescripciones médicas claras y, por último, revisar fechas de vencimiento (de todos los productos de ambos sets) antes de salir. 37
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
6. Iluminación: Aun cuando el plan es volver dentro del día, una linterna llevada “por si acaso” podría salvarnos la vida iluminando nuestro regreso o facilitando una estadía no programada. ¡Y pesa tan poco! Ojo eso sí, que de nada sirve llevar una linterna si no hemos revisado el estado de sus baterías. 7. Alimentación: En términos de seguridad siempre es bueno contar con raciones extras de comida, por si se tuviera que estar más tiempo de lo planificado o definitivamente pasar una noche o días extras. Para estos efectos, se recomienda que estas raciones no requieran preparación ni ser cocinadas, que se digieran fácilmente y que su envoltorio permita una buena conservación por períodos prolongados.
38
8. Cortaplumas (o herramienta multiuso): Una herramienta conocida por todos y que sin duda debería estar siempre presente en la mochila que llevemos, ya que nos puede servir para realizar primeros auxilios, reparar equipo, cocinar, etcétera.
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
9. Fuego: Si bien para alta montaña o desierto es irreal pensar en la posibilidad de encender una fogata en caso de emergencia, pues prácticamente no hay nada para usar como combustible, para otras salidas es bueno considerar llevar un pequeño set que nos permita encender una si así fuera necesario. Para esto, además de fósforos o encendedores, se recomienda andar con algodón untado en vaselina. Pero enfatizamos el manejo responsable de las fogatas y recordamos que en el Manual de Campamento y en el de Mínimo Impacto hay información al respecto. 10. Documentos de identificación y dinero: No hay mucho más que decir al respecto, solamente ¡no olvidarlos! ¿A cargo de un grupo? ¡Entonces aún más orden! Como ya anunciamos, la metodología de gestión de riesgos que presentamos en este capítulo puede ser trabajada en forma de tablas. Éstas ayudan a ordenar toda la información y a no dejar pasar ningún detalle, y se hacen muy prácticas en caso de que estemos a cargo de grupos y, por lo tanto, seamos los responsables últimos de la actividad. Ambas tablas fueron extraídas del libro “Outdoor Safety” de C. Haddock (2004), que es parte de las publicaciones del Consejo de Seguridad de Montaña de Nueva Zelandia (New Zealand Mountain Safety Council). En ambos casos sólo fueron completadas de manera parcial para ofrecer una idea de cómo hacerlo. 39
Ejemplo de Plan de Seguridad para Actividades al Aire Libre Actividad: Caminata por sendero interpretativo
Fecha: 1 de Marzo
Grupo: 7º Básico
Número de guías: 3
Número de participantes: 30 alumnos
Lugar: Parque Mahuida
Hora de salida: 10.00 A) ¿Qué puede ir mal? Quemaduras por el sol. (…)
Hora de regreso: 16.30
¿Qué lo causaría?
¿Cómo podemos prevenirlo?
Ropa inadecuada. Niños sin gorros para el sol.
Asegurar que todos los niños vistan pantalón largo y polera manga corta (no hombros descubiertos).
Niños sin protector solar adecuado o con insuficiente cantidad.
Que todos cuenten con gorro para el sol (idealmente cubriendo orejas y cuello).
Supervisión inadecuada.
Que se apliquen regularmente protector solar factor 30 o más.
Instrucciones poco claras. (…)
Situarlos en la sombra en los puntos donde se descanse. (…)
B) Participantes con consideraciones especiales Salud: Asma: Pedro, María, Juan. Alergia: Rosario, a picaduras de abejas. Epilepsia: Diego Antes de partir… Visita del lugar Permisos del colegio y autoridades Permisos de los apoderados Fichas médicas recibidas y revisadas Plan de emergencia revisado por guías y profesores Coordinación transporte
40
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
Persona a cargo: B. V. Número de ayudantes: 1 profesor, 1 apoderado
¿Quién es el responsable a cargo?
¿Dónde y cuándo se realizará?
Plan de Emergencia
Guías / profesor.
Antes de comenzar la caminata y a lo largo del trayecto.
Se situará a la víctima en un lugar con sombra. Se aplicará gel de aloe vera si la quemadura lo permite y packs de frío en la cabeza en caso de síntomas de shock de temperatura. El bus de transporte más un vehículo extra estarán esperando todo el día en el recinto. En caso de ser necesaria una rápida evacuación, uno o dos guías evacuarán al accidentado en el vehículo extra y el profesor más el/ los guías restantes permanecerán con el resto del grupo. (…)
Comportamiento: Poner en grupos distintos a Rodrigo y Pedro.
Otro: Susana acaba mejorarse de una gripe.
El día de la salida..
Comentarios
Equipo revisado Botiquín Dinero para entradas e imprevistos Teléfono celular Números de emergencia Plan de actividades informado en el colegio
41
Ejemplo de Plan de Acción ante Emergencias al Aire Libre
Ambiente
Equipo
Humano
Actividad: Excursión laguna Morales y alrededores Instructores: 1 cada 10 alumnos, más un profesor. Grupo: 3º medio. Riesgos (posibles pérdidas) 1. Insolación, quemaduras de sol. 2. Hipotermia. 3. Heridas por caídas: torceduras, fracturas, cortes, contusiones. 4. Ampollas severas. Factores Causantes 1,2,4,5,6: Instructor con poca experiencia y habilidades inadecuadas. 1,2,3,4,5,6: Poca supervisión del grupo. (…)
1: Protección solar inadecuada y/o insuficiente. 1,2,4: Chequeo inadecuado del equipo traído por los alumnos, e insuficiente capacitación sobre su uso. 3,4: Calzado inapropiado. (…)
1: Alta radiación solar a comienzos de otoño. 2: Bajas temperaturas y alta humedad en la noche. Otoño tardío y comienzos de invierno puede traer cambios bruscos de condiciones meteorológicas, con lluvia y/o nieve. 3,4: Kilómetros iniciales de caminata son con pendientes fuertes, así como el terreno donde se realizarán actividades de excursionismo. (…)
Procedimientos de emergencia para cada riesgo 1. Insolación, quemaduras por el sol. Se situará a la víctima en un lugar con sombra. Se aplicará gel de aloe vera si la quemadura lo permite y packs de frío en la cabeza en caso de síntomas de shock de temperatura. En caso de ser necesaria una rápida evacuación, uno o dos guías evacuarán al accidentado en el vehículo extra y el profesor más el/los guías restantes permanecerán con el resto del grupo. (…)
42
Manos a la obra: Cómo prevenir accidentes
Época: Otoño y comienzos de invierno Lugar: Monumento Natural El Morado
5. Quemaduras 6. Persona o grupo perdido 7. (…)
Estrategias para Reducir el Riesgo - Asegurar la capacitación general de los instructores y el perfil de instructor necesario para esta actividad. - Trabajar en grupos no mayores a 10 alumnos. Mantener los grupos juntos, al ritmo del más lento. - Asegurar que antes de cada actividad los alumnos conozcan los objetivos y hayan sido capacitados en las técnicas debidas (caminata, cocina, etcétera). - (…) - Enseñar a los alumnos sobre la adecuada protección al sol y los problemas asociados a la insolación y las quemaduras solares. - Llevar protección solar extra. - Revisar equipo y vestuario antes de que comience la jornada. - Enseñar sobre el amarre adecuado de zapatos y prevención de ampollas. - Cada instructor lleva botiquín. - (…) - Asegurar que el grupo está bien equipado y con adecuada protección solar. - Revisar cada 1 hora que los alumnos se apliquen protector solar, usen gorro, lentes, tomen suficiente líquido. - Observar y revisar el estado del grupo a lo largo de la jornada, sobre todo en las noches. Asegurar que lleven abrigo adecuado y se alimenten apropiadamente. - (…)
Equipo de emergencia requerido Botiquín completo. Gel de aloe vera. Packs de frío. Agua extra. Teléfono celular. Vehículo de emergencia. (…)
43
Serie Aventurero
De nada sirve esforzarse al maĚ ximo por generar situaciones seguras si nosotros mismos no estamos preparados de manera oĚ ptima.
3
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano >> >> >> >> >> >> >>
Alimentación e hidratación Entrenamiento Calentamiento previo Elongación posterior Conocimientos, habilidades y límites Responsabilidad y liderazgo individual Mis compañeros: ¿Con quién voy?
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano De nada sirve esforzarse al máximo por generar situaciones seguras si nosotros mismos no estamos preparados de manera óptima para las actividades que queremos realizar. ¿En cuanto a condición física? Claro, pero mucho más que eso. En el presente capítulo revisaremos aspectos importantes de cuidar para que nuestro cuerpo responda acorde a la exigencia del deporte, pero además revisaremos otros aspectos igualmente vitales de atender y comprender para que la probabilidad de accidentes sea mínima. Alimentación e hidratación La alimentación diaria es muy importante si queremos rendir de manera óptima a la hora de hacer deportes: el cuerpo necesita estar dotado con reservas (de nutrientes y agua) que nos suplan los extras que significa la actividad deportiva, por sobre las demandas 46
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
de nuestras necesidades orgánicas esenciales. Al respecto: • Los alimentos que consumimos deben satisfacer tres grandes necesidades del cuerpo (que aumentan cuando hacemos deporte de manera frecuente): necesidades energéticas, plásticas (para reponer las pérdidas sólidas o líquidas) y protectoras. • Como no existe ningún alimento que de manera natural contenga todos los nutrientes necesarios o satisfaga todas las demandas del cuerpo, es vital velar por una correcta variedad y equilibrio de alimentos diarios. En general se habla de consumir proteínas en un 10 a 15%, grasas en un 30 a 35% e hidratos de carbonos entre 50 y 60%. • Ojo con los hidratos de carbono. La gente tiende a asociarlos con engordar, pero una dieta con menos hidratos de carbono de lo aconsejable puede llevar a una fatiga temprana. • De hecho, durante los días previos a una salida intensa se recomienda aumentar la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono y bajar la de grasas, de manera tal que hasta el 70% de las calorías de la dieta provengan de éstos. Por ejemplo, el arroz, las pastas y harinas en general son buenas fuentes de hidratos de carbono. Alimentos como legumbres, granos, frutas y vegetales son buenos acompañantes ya que presentan alto contenido de vitaminas, minerales y fibra, al mismo tiempo que bajos contenidos de grasa. • En cuanto a la hidratación diaria, ya mencionábamos en el capítulo anterior que depende de diversos factores, pero en general se recomienda beber 47
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
cerca del 5% del peso corporal o alrededor de 2 litros de agua al día para reponer la pérdida normal que ocurre a través de la orina, heces, transpiración y respiración. A modo de referencia, la orina debe ser lo más transparente posible y ojalá que la sensación de sed nunca exista: es uno de los primeros indicios de deshidratación. • Para los días previos a una salida, en especial el día anterior, se recomienda poner mucho cuidado a estar bien hidratados. Sobre todo considerando las condiciones atmosféricas (calor y humedad) del lugar a visitar. Entrenamiento Puede sonar trivial, pero dadas las características de las actividades al aire libre –cuya gran mayoría se practican de un modo no competitivo- es muy fácil llegar a transformarse en un “deportista de fin de semana”. Y si bien es fantástico que actividades como excursionismo y caminatas, por ejemplo, puedan ser practicadas por una amplia variedad de personas, presentan ciertas exigencias que no se deben dejar de atender. Por ejemplo: el peso a cargar, las distancias a recorrer, la exposición al frío, calor o lluvia, los desniveles y altitudes a enfrentar, todos eventos no menos ligeros para el cuerpo. ¿Cómo prepararse entonces para evitar lesiones además de rendir mejor? Aquí van algunos consejos centrados principalmente en actividades como excursionismo y montaña básica, mas no por eso excluyentes de cualquier otra práctica. 48
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
• La mejor manera de entrenar el cuerpo es imitando la actividad lo más posible y, por lo tanto, yendo a terreno. Así, pies y músculos se irán acostumbrando al tipo de terreno, desniveles y movimientos. • Una buena resistencia cardiovascular es esencial. Para esto, en general se recomienda realizar trabajos aeróbicos 2 a 3 veces a la semana, que incluyan 20 a 45 minutos de caminata, subir escaleras o lomas, usar una trotadora elíptica o hacer cualquier otro ejercicio aeróbico adecuado que haga trabajar los músculos de las piernas. • Otra tarea vital es fortalecer, mediante ejercicios localizados, aquellos músculos y zonas del cuerpo que más se involucran en el deporte realizado. En el caso de excursionismo o montañismo: la zona lumbar, las caderas, los hombros, la zona muscular alrededor de las rodillas, los tobillos, pies y los músculos gemelos. • Ojo con la existencia de condiciones físicas crónicas o lesiones que existan de manera previa a la actividad, como dolor de espalda, de talón de Aquiles o molestias en las rodillas. Consultar con un médico especialista en deporte o un fisioterapeuta que ayude a la corrección y fortalecimiento de la zona debilitada.
Curso de Escalada en Roca, Cordillera Central de Los Andes 2005
49
Expedición de Liderazgo Wharton, Atacama 2007
• Y, en general, principalmente si se está recién comenzando, asesorarse, tener paciencia y ¡aprender a escuchar al cuerpo! Calentamiento previo Aunque puede parecer exagerado, ¿acaso no lo hacemos de manera natural con el auto antes de salir, especialmente tras una noche muy fría? Para el cuerpo, comenzar una jornada de actividad física de manera brusca puede significar que: • Menos sangre llegue al corazón durante la primera parte de nuestra actividad. • La sangre no circule de manera óptima por nuestros músculos. • Músculos y tendones sufran una sobrecarga y queden proclives a lesiones. • La respiración se agite y por lo mismo sea ineficiente.
50
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
El calentamiento es fundamental para rendir convenientemente durante la actividad que se realizará, así como para disminuir las posibilidades de lesiones, ya que: • Aumenta de manera gradual la temperatura de los músculos, mejorando su elasticidad, flujo sanguíneo y velocidad de respuesta. • Favorece alcanzar un ritmo cardíaco y respiratorio óptimo. • Facilita la coordinación neuromuscular, especialmente importante cuando nuestra actividad requiere de movimientos exactos y técnicos. • Despierta, permitiendo llegar a un mejor nivel de motivación, autoconfianza, atención y concentración.Mejora el rendimiento de la capacidad motriz del cuerpo. Una buena sesión de calentamiento debe: • No ser inferior a 10 minutos. • Iniciarse con baja intensidad e ir aumentando progresivamente. • Aumentar el ritmo cardíaco de manera progresiva hasta llegar a las 120 pulsaciones por minuto. • Contemplar tres componentes: ejercicios energéticos progresivos (aeróbicos y rítmicos como trotar, saltar, rotar extremidades y, en general, aquellos que aumenten la temperatura del cuerpo); ejercicios de estiramiento (movimientos de flexibilidad para elongar músculos, tendones y cubiertas musculares); y ejercicios de simulación (calentamiento más específico de la actividad, por ejemplo, de movimientos técnicos). 51
Cajón del Maipo, 2012
• Si la temperatura del ambiente es baja, vestir en capas de manera tal que no se sienta frío al iniciar la sesión, e ir disminuyéndolas a medida que nuestra temperatura aumenta (revisar nuestro manual de Equipo y Vestuario). En estas condiciones el cuerpo necesitará más tiempo para entrar en calor, lo que es importante de tomar en cuenta para el plan general de la salida. Elongación posterior Durante una jornada de actividad física al aire libre, claramente hay algunos músculos que se utilizan y cargan mucho más que otros. Para ellos, finalizar la actividad con una sesión de ejercicios de elongación es absolutamente esencial si queremos seguir usándolos. ¿Por qué? Porque: • Los músculos que han sido principalmente contraídos a lo largo de la actividad, al finalizar no recuperan su longitud inicial de manera natural. • Los músculos tienden a acortarse o encogerse si 52
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
se los potencia regularmente y no se los estira al terminar la actividad. • Un músculo flácido es tan débil como uno inelástico. Una sesión de elongación: • Permite que los músculos se relajen, sus fibras se estiren y puedan así recuperar su tono. • Actúa sobre las estructuras blandas que rodean las articulaciones, manteniéndolas a un nivel fisiológico óptimo y logrando uno de flexibilidad y amplitud articular que permite una correcta actividad física. • Minimiza la posibilidad de lesiones, contracturas y dolor muscular. • Debe realizarse apenas termine la actividad o no más allá de 15 a 20 minutos después, para aprovechar que los músculos aún estén temperados y asegurar que no consoliden su exceso de extensión. • Debe tener una duración mínima de 20 minutos.
¿Qué considerar al elongar? • Se recomienda trotar unos minutos una vez concluida la actividad y luego hacer elongaciones suaves. • Intentar estar relajado al realizar los ejercicios y hacerlos de forma consciente y no violenta. • No realizar “rebotes” ni movimientos bruscos, ya que al haber contracción y estiramiento de manera simultánea se pueden provocar lesiones. 53
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
• No llegar a sentir dolor durante los ejercicios, sólo una ligera tensión. • Ir incrementando la permanencia en cada postura, de 5 a 30 segundos o más. Conocimientos, habilidades y límites Ya decíamos en nuestro Manual de Campamento que el arte de acampar, y de las actividades al aire libre en general, no puede ser pura intuición sino que es necesario aprender técnicas, instruirse y reconocer los propios límites. Si bien somos entusiastas partidarios del aventurarse a traspasar los propios límites en pos de un desarrollo personal integral, somos enfáticos en la necesidad de adquirir conocimientos que nos permitan relacionarnos con el entorno de manera segura para, efectivamente, disfrutar de la experiencia. Entonces, ¿prepararse en qué? Por ejemplo, en: • Técnicas específicas de la actividad que realizaremos (senderismo, montañismo, kayak, bicicleta, etcétera).Técnicas de campamento. • Uso del equipo. • Tipos y uso del vestuario. • Orientación y navegación con mapa e instrumentos. • Primeros auxilios, entre otros. Algunos de estos temas están abarcados por nuestra Serie Aventurero, pero además existe un sinfín de literatura y cursos disponibles en el mercado. Demás está decir que juntamente con adquirir conocimientos nuevos, es vital aprender a reconocer cuánto sé y qué desconozco, en qué me siento seguro 54
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
y en qué no, qué riesgos puedo controlar y cuáles no. Porque se puede saber mucho, pero si se es irresponsable con el conocimiento o desconocimiento se expondría innecesariamente a compañeros y a uno mismo a posibles accidentes. Responsabilidad y liderazgo individual Más allá de que exista un líder general del equipo o de los responsables a cargo de temas específicos, el éxito de la actividad es una responsabilidad compartida por todos y demanda una actitud proactiva y comprometida de cada uno de los integrantes del equipo. Compromiso, por ejemplo, en: • Velar porque el grupo esté cohesionado y haya un espíritu de apoyo mutuo. • Ayudar a mantener el ánimo del grupo en alto. • Estar atentos a las necesidades y tareas que vayan surgiendo y no esperar a que “alguien” las haga. • Estar pendientes de que nadie quede rezagado durante la caminata o se adelante demasiado.
Expedición de Liderazgo Wharton, Isla Navarino, Patagonia 2009
55
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
• Participar activamente en las distintas decisiones que se deberán tomar durante la jornada. • Aportar activamente con la experiencia personal y los conocimientos técnicos que uno maneje. • No tener pudor ni temor de hablar cuando la actividad genere sensación de incomodidad, riesgo y/o miedo. Mis compañeros: ¿Con quién voy? Claramente lo más fácil es viajar con un grupo de amigos o personas con quienes ya se ha establecido una dinámica de salida. Pero no siempre es así, ya sea porque vamos con amigos nuevos, estamos trabajando de guías, llevando un grupo a nuestro cargo u otras razones. Ante esto, siempre es bueno tomarse unos minutos antes de partir y pensar en el grupo humano que conformamos en cuanto a: • • • •
56
Condición física acorde al viaje. Estado de salud. Conocimientos técnicos. Habilidades sociales.
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
En caso de que nuestra salida implique varios días y/o mayor experiencia técnica, la conformación del equipo se hace más importante. Cuando se realice esta tarea no olvidar que: • Cada persona que vaya debe estar apta para el objetivo de la salida, tanto física como técnica y mentalmente. • Es importante determinar el número de personas acorde a la capacidad del lugar y al objetivo de la salida. Recordar que grupos grandes tienden a dispersarse o, por el contrario, concentrarse provocando “tacos” en pasadas que requieren más habilidades técnicas y velocidad. Además, ejercen mayor presión sobre el medio ambiente aumentando probabilidades de avalanchas, caídas de roca o erosión del medio como mencionamos en nuestro manual de Mínimo Impacto.
Expedición Monte Lhotse, Himalaya 2006
57
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
Dinámica de grupo Es bueno además tener en mente ciertas conductas, voluntarias o involuntarias, y situaciones probables de manifestarse en nuestro grupo (sean amigos, familiares, alumnos o clientes) y que incrementan las probabilidades de accidentes. Por ejemplo: • Creerse muy familiar con la situación. ¡Sobretodo para aquellos que ya se sienten conocedores! Terminan siendo los primeros en bajar la percepción de riesgo o descuidar la preparación. • Decisión grupal. ¡Ojo con esto! Se ha comprobado que los grupos pueden tomar decisiones más riesgosas a aquellas que tomarían los mismos individuos por separado. Esto debido a que el arriesgarse es una conducta socialmente valorada y nadie quiere aparecer como el que “se echa para atrás”. • “Ya estamos por llegar”. Cuando se comienza a acercar el final de un viaje es muy común que ocurra una baja en la guardia en cuanto a la seguridad (tanto para guías como para participantes), así como una disminución en la tolerancia del riesgo. • “Mientras más equipo de seguridad llevo, más me arriesgo”. Es parecido a cuando muchos conductores manejan sus vehículos de manera más rápida o intrépida mientras más mecanismos de seguridad tienen. En montaña y al aire libre se puede llegar a creer en tomar más riesgos en la medida que más aparatos nos respaldan (teléfonos celulares, por ejemplo). • Y, por último, no olvidar que lo que puede parecer riesgoso para una persona es quizás muy familiar o cómodo para otra. Poner especial atención a esto 58
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
cuando estamos guiando grupos o somos los con más experiencia al salir con familiares o amigos, ¡ya que el resto puede no estar tan feliz como nosotros con la actividad! También es importante prestar atención a los siguientes aspectos antes y durante la jornada: • Repasar en conjunto el plan de actividades que se realizará antes de partir (horarios, detenciones, ruta, lugar de campamento, riesgos detectados, estrategia ante emergencias, etcétera). • Verificar que todos sepan el plan de actividades y su grado de riesgo y si el grupo entero está realmente de acuerdo o se siente con confianza para realizarlo. • Asegurar que todos estén informados sobre el lugar al que se irá, las condiciones que se esperan y el equipo que necesitarán. • C e r c i o r a r entre todos que cada uno
Curso de Técnicas Invernales, Cordillera Central de Los Andes 2009
59
Expedición Campo de Hielo Sur, Patagonia 2009
• •
• •
•
60
cuente con el equipo necesario (personal y grupal) antes de comenzar la actividad. Redistribuir el peso en caso de que sea necesario. Velar porque todos manejen el mínimo aceptable del plan de emergencia y conozcan técnicas de seguridad. Si es posible, sobre todo si estamos llevando a un grupo, visitar el lugar con antelación. Ojo: no confiarse si lo “conocemos” porque estuvimos allá algún tiempo atrás, ya que el clima u otros factores naturales y artificiales pueden modificar los lugares y las rutas. Designar roles y tareas (ver Manual de Campamento) y chequear en conjunto que todo esté funcionando. Continuar conociendo a quienes están viajando junto con uno, no sólo en lo personal sino en sus conocimientos técnicos y experiencias previas de la actividad que se está realizando, así como en cuanto a miedos, fobias, condición médica y zonas de confort. Estar atentos a las necesidades de las personas en nuestro grupo y a cómo se va desarrollando la dinámica durante la jornada.
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
• Tratar de no olvidar que cada persona vive su experiencia a partir de su propia historia, cultura, estructura emocional y condición física. • Fomentar un ambiente en que todos se sientan cómodos para opinar, participar de las decisiones y hablar cuando no se encuentren seguros o con confianza en lo que se hará. • Y no olvidar: siempre está la opción de cambiar un plan si vemos que las condiciones de seguridad no son las óptimas. Por último, nunca están demás algunos datos extras: • Si bien la idea es que a lo largo de la jornada el grupo no se disperse, determinar ciertos puntos u horas de encuentro en caso de que esto ocurra. Por ejemplo reunirse en: cruces o bifurcaciones de caminos (para asegurar que todos tomen la ruta correcta), pasadas complejas (cruces de río, sendero de mayor exposición, acarreos), hora de almuerzo o de descanso. • Organizarse de manera tal que siempre haya alguien “cerrando” el grupo, asegurando que nadie quede rezagado. Esto es particularmente importante al regreso ya que, como mencionamos, las personas tienden naturalmente a “bajar la guardia” en cuanto a la seguridad. • Ojo con las pérdidas de calor corporal o los cambios bruscos de temperaturas, ya que pueden provocar molestias o problemas de salud con los que no contábamos para los días que estemos en nuestra salida (o incluso para lo que tengamos que hacer al regreso). Llevar siempre a mano una polera de recambio (para cuando nos detengamos a almorzar 61
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
por ejemplo), un gorro y capas de abrigo, así evitaremos una baja en nuestra temperatura por efecto del sudor. • En términos de seguridad, siempre se sugiere vestir con colores brillantes para facilitar nuestra visualización (ver manual de Equipo y Vestuario). • Evitar sacar agua de esteros que se encuentren cerca de lugares habitados, con presencia de ganado u otro tipo de animales domésticos, y de esteros con aspecto poco claro o aguas con escaso movimiento. • Los alimentos ricos en grasas suelen ser de difícil digestión durante una jornada de actividad física y, por lo tanto, pueden provocar molestias abdominales. Generalmente se recomienda consumir carbohidratos durante la jornada y esperar hasta la cena para comer alimentos ricos en grasas y proteínas.
62
¿Qué hice yo para merecer esto? El factor humano
• En caso de situaciones difíciles o molestas, tratar de mantener la calma ya que el enojo, la frustración o la ira, no permiten ver las posibles soluciones y afectan la dinámica general del equipo. • Si ocurre una emergencia, reaccionar de manera clara y tranquila para evitar empeorar y exacerbar la situación, tanto para el accidentado como para el resto del equipo. • Y, por último, recordar que si es necesario se puede renunciar a una actividad y, de hacerlo, que sea a tiempo; siempre habrá otra oportunidad.
Expedición Monte Lhotse, Himalaya 2006
63
Serie Aventurero
Definir con antelación el número máximo de personas que confomarán nuestro grupo acorde al tipo de lugar que visitaremos y su infraestructura.
4
Qué hago en caso de… >> >> >> >>
Tormentas eléctricas Condiciones extremas de tiempo Niebla densa Perderse
Expedición Campo de Hielo Sur, Patagonia 2009
Qué hago en caso de... ¡Listo! Tras leer los capítulos anteriores y entender cómo ocurren los accidentes y cómo prepararnos para disminuir su riesgo de ocurrencia, nos sentimos prácticamente imbatibles para nuestra próxima salida… ¿Cierto? Esperamos que sí, en la medida que interioricemos que el punto final en cada situación lo pone nuestro propio juicio. Pero, como ya hemos mencionado y quizás experimentado, pese a todo a veces las cosas no resultan acorde al plan. Por lo mismo, bien nos ayudaría contar con algunos consejos para saber cómo enfrentar distintos escenarios complejos en los que eventualmente nos pudiéramos encontrar, por más que no hayamos querido. ¿Como cuáles? Por ejemplo, la caída de rayos, una niebla intensa o, incluso, si nos perdemos. A continuación de este capítulo hemos querido agregar 66
Qué hago en caso de…
un apéndice con mayor información sobre meteorología y seguridad, en el que revisamos factores, eventos y signos a los cuales se debe prestar atención y que nos ayudan a entender, identificar y hasta pronosticar uno de los factores de riesgo menos modificables pero más influyentes al aire libre, la lluvia. Tormentas eléctricas Un rayo es electricidad y, como tal, va a buscar el camino, de nube a tierra, más rápido y de menor resistencia a su avance (la dirección más corta a través del aire), siendo a veces el cuerpo humano el mejor medio disponible. ¿Qué medidas tomar entonces cuando se avecina una situación de rayo? • Si se siente cosquilleo en el cuerpo, se eriza el cabello o vemos brillar y echar chispas un objeto de metal, inmediatamente tirarse al suelo pues la descarga de un rayo es inminente. • De ser menos apremiante, ubicarse lejos de lugares donde haya mayor probabilidad de caída de rayos: bordes de ríos, lagos y lagunas; cumbres, grietas, fisuras y canaletas; lugares en altura; objetos altos y/o metálicos; espacios abiertos e incluso en contacto con árboles o cerca de elementos conductores como cercas y alambrados. • Los mejores lugares para situarse son puntos bajos en colinas suaves o incluso sectores con árboles de tamaño uniforme, pero recordando no tocarlos. • ¡¡¡Aislarse!!! ¡¡¡Aislarse!!! Si tenemos una mochila (sin marco metálico), cuerda enrollada o una colchoneta, utilizarlas para sentarnos sobre 67
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
•
•
• •
•
• 68
éstas evitando cualquier contacto con la tierra. La posición que se debe adoptar se conoce como Posición del Rayo: sentarse en cuclillas, piernas juntas, pies juntos, abrazando las rodillas. Si contamos con elementos metálicos, como equipo de montaña o escalada, sacárselos lo antes posible. Al contrario de la creencia popular, los objetos metálicos como equipo de escalada no atraen rayos y es poco probable que sean la causa de un golpe directo. Sin embargo, pueden atraer corrientes subterráneas y crear un camino de menor resistencia para ellas; por esto se recomienda dejarlos y alejarse de ellos. En caso de grupos conviene separarse un mínimo de 6 metros unos de otros manteniendo el contacto visual y verbal. Cada persona deberá adoptar la posición del rayo previamente descrita. Si se está cerca del vehículo, meterse dentro y permanecer con los vidrios alzados. Para saber cuán cerca se está de un posible rayo en una tormenta activa, contar los segundos entre la observación de un rayo y el momento en que se escucha su estruendo. La velocidad del sonido en una atmósfera estándar es de 340 m/s, sin embargo para hacer el cálculo más sencillo se puede dividir el tiempo (medido en segundos) por 3, lo que da un resultado aproximado de la distancia en kilómetros del rayo a nosotros. Una buena regla a tomar en cuenta es la del 30/30: cuando el trueno suena 30 segundos después de haber visto el rayo, significa que estamos a 10 km de él. Si es así, tomar todas las precauciones ya vistas. Esperar 30 minutos después de haber escuchado el
Qué hago en caso de…
último trueno antes de retomar nuestra actividad. Condiciones extremas de tiempo Si pese a haber consultado el pronóstico nos “pilla” un frente de mal tiempo, nuestras mayores preocupaciones serán mantener el calor corporal y al grupo seco (recordemos que la ropa mojada puede llevar rápidamente a hipotermia). ¿Cómo hacerlo? • Cerciorarse que todos estén vestidos adecuadamente para evitar hipotermia o congelamiento. • Armar campamento lo antes posible. De no contar con carpas buscar refugio o armar uno con los elementos disponibles (ramas, piedras, mochilas, etcétera). • Juntar al grupo en las carpas o refugio, utilizando la ropa extra, el calor corporal y los sacos de dormir si se tuviesen, para mantener la temperatura. • Preparar bebidas calientes si se tuviesen cocinillas o si se pudiera armar una fogata.
Expedición Campo de Hielo Sur, Patagonia 2009
69
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
• Ingerir alimentos, ya que también es importante para restaurar los niveles energéticos y mantener la temperatura corporal. • No intentar escapar de una tormenta grande: más vale refugiarnos hasta que pase. Tal vez tengamos que reubicar nuestro campamento si la posición actual nos deja demasiado expuestos. • Si el viento fuera de alta intensidad, no armar campamento cerca de árboles grandes o con ramas muertas, ya que pueden caer sin previo aviso. Niebla densa En caso de vernos súbitamente rodeados por un banco de neblina de intensidad tal que no podemos ver a pocos metros, lo mejor es: • Primero, no perder la calma. • Si no estamos seguros del sendero o la huella que se estaba utilizando o si nos encontramos en un tipo de terreno accidentado, optar por detenerse y refugiarse en el lugar hasta que la neblina se disipe. Realizar una flecha que marque la dirección en la que se estaba caminando (con piedras por ejemplo), y cuidar de hidratarse y alimentarse frecuentemente de manera de no perder temperatura corporal. • Si se cuenta con instrumentos de navegación, sabemos usarlos y el terreno lo permite, ayudarse de éstos para seguir avanzando. En este caso es necesario poner especial atención a que el grupo se mantenga cohesionado y en constante comunicación. • En caso de utilizar instrumentos de navegación, 70
Qué hago en caso de…
que sea el último de la fila quien vaya dirigiendo el avance del grupo de manera de corregir cualquier desviación.El primero, por su parte, deberá ir atento al camino. Perderse Perderse en la naturaleza puede ser tan simple como ir al baño y no reencontrar el camino de regreso al campamento, así como tomar el rumbo equivocado de una brújula y no llegar a destino. Mantener la calma, quedarse en el lugar e intentar recopilar la mayor cantidad de información para averiguar dónde estamos es esencial para recuperar la seguridad personal, del grupo y evitar accidentes. • En caso de contar con instrumentos de navegación y en particular con un GPS, verificar si hay señal para poder obtener la posición y marcarla en el mapa. • De no poseer uno, ubicar en el mapa el último lugar conocido por el que se pasó. Esto ayudará
Expedición Antártica, 2002
71
Expedición Antártica, 2002
•
•
•
• 72
a establecer el área general donde se está. Anotar en el mapa la hora aproximada en la que se perdió el rumbo e intentar recordar hitos del terreno que puedan ayudar a identificar el lugar. Determinar cuánto tiempo ha pasado desde el último sitio conocido. Restar tiempos de descanso y paradas a comer para estimar el tiempo de caminata a dicho lugar. Determinar la velocidad de avance tomando en consideración las ascensiones y descensos del terreno. El GPS es una excelente herramienta para calcular estos valores, pero demás está decir que es necesario saber usarlo con anterioridad. Utilizando la última posición conocida y el tiempo transcurrido caminando desde aquel punto, debería poder calcularse el “radio de viaje” o qué tan lejos se ha viajado. Dibujar en el mapa una circunferencia que tenga como centro el último lugar conocido y como radio dicho valor, para así visualizar el área en el que aproximadamente nos deberíamos encontrar. Intentar ubicar en el mapa referencias naturales
Qué hago en caso de…
•
•
•
•
que puedan verse en el terreno. Con esto el área debería acotarse aún más. En caso de no contar con instrumentos de navegación, tras recuperar la calma, analizar si es posible reconocer el camino realizado y retroceder, evitando a toda costa vagar desorientados. Si existen lugares cercanos con mayor altura, subir para observar mejor el terreno e intentar orientarse. En caso de moverse, realizar marcas cada tanto procurando que indiquen la dirección en que nos movemos (por ejemplo, hacer puntas de flechas en vez de montones de rocas). Pueden ser útiles no sólo a nosotros, sino también a quienes nos busquen. Si definitivamente no se reconoce el territorio, utilizar las horas de luz que queden para buscar un lugar que ofrezca seguridad y tenga fuentes de agua cerca. Armar campamento o refugio y permanecer allí, ya que esto facilitará la tarea de los rescatistas.
73
Serie Aventurero
Definir con antelación el número máximo de personas que confomarán nuestro grupo acorde al tipo de lugar que visitaremos y su infraestructura.
Apéndice: Al mal tiempo, buena cara >> >> >> >>
Las nubes y sus características Eventos que nos avisan estabilidad y “buen” tiempo Eventos que nos avisan inestabilidad o frentes de lluvia Algunos otros eventos o factores meteorológicos a los que se debe poner atención para nuestra seguridad
Expedición Antártica, 2012
Apéndice: Al mal tiempo, buena cara Lluvia, frío, viento, radiación solar. Claramente el cómo estén las condiciones del tiempo durante los días u horas que estemos realizando actividades al aire libre no nos serán indiferentes. Y si bien no hay mucho –o en realidad nada- que uno pueda hacer para modificarlas, sí podemos no sólo prepararnos mediante informes meteorológicos, sino además aprender a entender, reconocer y leer todos aquellos signos en la naturaleza que nos lleven a pronosticar las condiciones que tendremos. Las nubes y sus características Las nubes, así como otros fenómenos visibles en el cielo, proporcionan importante información sobre las condiciones climáticas que se acercan. Por esto, es muy bueno saber reconocerlas. Se forman porque el aire, que contiene polvo o 76
Apéndice: Al mal tiempo, buena cara
partículas de sal en suspensión, se ha enfriado tanto que el vapor de agua que contiene se condensa, forman pequeñas gotas de agua o, si la temperatura es baja, partículas de hielo. Recordemos que el gas no es un elemento visible para el ojo humano, por lo tanto las nubes son en verdad grandes masas de agua. ¿Qué tipos de nubes hay? ALTURA
ALTA
MEDIAS
TIPO (GENUS)
PRONÓSTICO CARACTERISTICO
Cirros
Nubes de hielo como estrías solitarias muy en lo alto que indican buen tiempo.
Cirrocúmulos
Nubes de hielo de forma redondeada, muy en lo alto, de escasa densidad, apenas se ven. Por lo general indican mal tiempo.
Cirroestratos
Nubes de hielo como finos velos estriados, dan origen a los halos que pronostican mal tiempo.
Altocúmulos
Nubes altas como copos, si se ven con buen tiempo avisan que va a llover, si se ven con mal tiempo es que va a mejorar.
Altoestratos
Nubes con forma de velos fibrosos extendidos en el cielo, indican mal tiempo.
Nimboestratos
Clásicas nubes productoras de lluvia que cubren todo el cielo dejándolo sombrío, de lado se ven como un torpedo y si se ven a lo lejos parecen cortinas dejando lluvia.
77
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
ALTURA
BAJAS
BAJA CON DESARROLLO VERTICALv
TIPO (GENUS)
PRONÓSTICO CARACTERISTICO
Estratocúmulos
Grandes sábanas de nubes cumuliformes de bastante grosor de color oscuro, no producen lluvia pero evolucionan en otras que sí.
Estratos
Sábana nubosa tipo niebla gris pero que no toca el suelo, normalmente predice tiempo lluvioso.
Cúmulos
Nubes de forma algodonosa tipo coliflor y blancas, independientes, son signo de buen tiempo.
Cumulonimbus
Nubes de grandes dimensiones con forma de yunque, pronostican tormenta de nieve, granizo, agua y mucha acción eléctrica.
Eventos que nos avisan de estabilidad y “buen” tiempo • La media de presión atmosférica para tiempo estable a nivel del mar y que se considera como atmósfera estándar, es 1013.2 milibares con 15º Celsius de temperatura. • Por lo general, marcas altas de presión en el barómetro indican estabilidad. • Un alza brusca de la presión acompañada de bajas temperaturas es presagio de buen tiempo. Si esto se mantiene, se puede contar con varios días de condición similar. • Otro indicador es la bruma ligera y menor visibilidad que puede haber en algunos días cálidos y secos de cielo despejado, así como la 78
Apéndice: Al mal tiempo, buena cara
formación de neblina matutina. • Una coloración rojiza en el horizonte y/o en los bordes de las nubes (no en su totalidad) durante el atardecer, así como un horizonte brumoso, también hablan de estabilidad en el tiempo. • Y, por último, noches despejadas en que se pueden observar la luna o las estrellas de manera no muy clara pero con un fuerte centellear, y que generalmente producen algo de rocío o escarcha en la mañana, también vaticinan buen tiempo. Eventos que nos avisan de inestabilidad o frentes de lluvia • La aparición de un halo (o anillo) alrededor del sol o la luna, indica la presencia de cristales de hielo. Esto generalmente significa que hay nubes de altura del tipo cirrus invadiendo el cielo y anunciando el ingreso de un frente cálido que podría producir lluvias o nevadas, especialmente si a continuación se divisan nubes bajas de alta densidad. • Colores amarillo pálido y/o anaranjado fuerte,
Expedición Campo de Hielo Sur, Patagonia 2009
79
Serie Aventurero: Prevención y Seguridad
•
•
•
•
•
80
abarcando una buena parte del cielo y dejando algunas nubes de color oscuro (cerca del observador), nos hablan de que el tiempo va en vías de llover. Siempre que veamos aparecer nubes de formas desiguales y a distintas alturas en un día que estaba con buen tiempo, implica la cercanía de un frente de mal tiempo. Las nubes con forma lenticular (como una lenteja) ubicadas sobre las cumbres de cerros, avisan cambios rápidos en progreso y cercanía de un frente. Cuando uno nota que el paso de un avión comercial deja estelas como nubes lineales, significa que habrá un cambio en las condiciones del tiempo y empeoramiento en pocas horas debido a un aumento de la humedad en el ambiente. Esta humedad es tomada por las turbinas y perfiles de los aviones y transformada en nubes. Una visibilidad excepcionalmente clara en horas de calor no es normal en días de buen tiempo mantenido, por lo que debemos tomar esta situación como marcación de un cambio a empeoramiento del tiempo a no ser que se trate de un día posterior a una lluvia. Por último, cuando vemos que insectos, babosas, gusanos, reptiles y algunas aves que se comen a éstos aparecen durante la tarde y están más bulliciosos que de costumbre, cruzando calles y senderos, también están anunciando frentes de mal tiempo.
Apéndice: Al mal tiempo, buena cara
Algunos otros eventos o factores meteorológicos a los que se debe poner atención para nuestra seguridad • Ojo con las combinaciones de frío + viento y frío + humedad, ya que ambos conducen a una pérdida de calor mucho más rápida que la que provocaría la temperatura ambiente por sí misma. Revisar nuestro manual Equipo y Vestuario para recordar cómo vestir en estas ocasiones y evitar una posible hipotermia. • Así entonces, la temperatura que exista en un lugar no es necesariamente indicadora de cuánto frío o calor se sentirá. A modo de ejemplo, en un día de sol en un lugar extremo con temperatura ambiente de -20º C, Pedro sentirá frío. Pero en otro lugar y ocasión nuestro mismo Pedro puede estar con una temperatura ambiente de -5º C, en un día húmedo y ventoso, y sentirá ¡mucho más frío! La sensación térmica es la sensación aparente que las personas tienen en función de la combinación entre viento, temperatura y humedad. Es vital entonces considerar dichos parámetros a la hora de observar
Expedición Paine Grande, Patagonia 2010
81
Expedición Campo de Hielo Sur, Patagonia 2009
el pronóstico del tiempo y tomar las medidas de precaución para que la sensación térmica no sea nuestra enemiga. • Por otro lado, como nunca antes hoy la radiación solar es también un importantísimo factor a considerar; no sólo cuando aumentamos en altitud (a mayor altitud, mayor radiación) o estamos en ambientes con mucho reflejo (agua, nieve, arena, etc.). Los niveles de radiación solar son cada día más altos, incluso en las ciudades, y una debida protección es vital para evitar lesiones en la piel, así como problemas de insolación o shocks de temperatura. Nuestro manual Equipo y Vestuario cuenta con importante información sobre el equipo necesario para protegernos de la radiación. Antes de finalizar, quisiéramos recordar: • Lo importante que es ampliar al máximo la capacidad de observación de la naturaleza, ya que los fenómenos meteorológicos no sólo se muestran o son resultado de lo que ocurra en la 82
Apéndice: Al mal tiempo, buena cara
•
•
•
•
atmósfera, sino un conjunto de factores. Preguntar a la gente local qué opina o prevé venir con respecto al tiempo, ya que la mayoría conoce bien de cerca las características propias del sector y reconoce los indicadores locales. Dichos como: “Norte claro, sur oscuro, aguacero seguro”, “Si el queltehue canta en la tarde, muy largo y en grupo, es que la lluvia se viene” y tantos otros que provienen de la sabiduría popular, pueden ayudarnos a entender qué cosas son normales en un sector o qué se puede esperar. Si contamos con instrumentos como altímetro, barómetro, termómetro y/o anemómetro, y sabemos usarlos, claramente se facilita el pronóstico. No descartar esta opción ya que cada día son más asequibles y portátiles. No olvidar que los términos de clima y tiempo atmosférico no son sinónimos y se deben ocupar cada uno cuando corresponda. El “tiempo” se refiere al estado de la atmósfera en un momento determinado y el término se usa para describir lo que está ocurriendo en el cielo en forma local. El “clima”, en cambio, abarca los valores estadísticos sobre los elementos del tiempo atmosférico en una región durante un período representativo, normalmente de 30 años o más. Este término, en tanto, se usa para describir las condiciones atmosféricas normales de, por ejemplo, una región o país.
83
Expedici贸n Monte Everest, 2004
Bibliograf铆a recomendada
84
Bibliografía recomendada
Ayora, A. (2008) Gestión de riesgo en montaña y en actividades al aire libre. Ediciones Desnivel. España. Barton, B. (2007) Safety, risk and adventure in outdoor activities. Paul Chapman Publishing Ltda. Londres, UK. Cox, S. & Fulsaas, K. (ed.) (2003) Mountaineering. The Freedom of the Hills. The Mountaineers Books. EEUU. 7ª edición. Curtis, R. (2007) Collins Camping and Hiking Manual. Harper Collins Publishers. Londres, UK. Dougherty, N. (ed.) (1998) Outdoor Recreation Safety. Human Kinetics. EEUU. Haddock, C. (2004) Outdoor Safety - Risk Management for Outdoor Leaders Manual. New Zealand Mountain Safety Council. Nueva Zelandia. 2ª edición. Harvey, M. (1999) The National Outdoor Leadership School’s Wilderness Guide, Simon & Schuster. EEUU. Renner, J. (2005) Mountain Weather, The Mountaineers books. EEUU. Tilton, B. & Sabas, R. (2006) Outdoor Safety Handbook. Stackpole Books. EEUU.
85