IES EL CARMEN (CAZALLA DE LA SIERRA, SEVILLA) 2ยบ BACHILLERATO
LA ORATORIA EN GRECIA
Material para las alumnas de 2ยบ de Bachillerato del IES El Carmen (Cazalla de la Sierra) AUTOR: Dr. D. Lorenzo Fraga Montero
LA ORATORIA EN GRECIA. Introducción. Circunstancias que propician la aparición de la retórica y una mayor importancia de la oratoria: -consolidación del sistema democrático en Atenas: el ciudadano para poder expresar su opinión en la asamblea tiene que saber hablar adecuadamente, al igual que para defenderse en un proceso judiciali. -aparición de la sofística (Protágoras): los sofistas no creen en la existencia de una verdad absoluta. El orador hábil y capaz de manejar adecuadamente sus recursos podrá convencer de lo que quiera a la asambleaii. Elementos que intervienen en todo discurso: orador, texto y auditorio. Tipos de discursos: La retórica antigua clasificaba los discursos según su tema en
tres grandes grupos o génerosiii: -genus demonstratiuum (™pideiktik»): se trata de discursos cuyo objeto es la alabanza de un personaje, comunidad, etc. -genus deliberatiuum (sumbouleutik»): discursos pronunciados ante la asamblea de ciudadanos, en los que se trata de modificar el parecer de los oyentes en favor de una determinada postura. -genus iudiciale o forense (dikanik»): discursos pronunciados ante un tribunal en defensa de una persona o como acusación. En relación al discurso de tipo judicial o forense hay que advertir que en Grecia los pleiteantes intervenían ante los jueces con posterioridad a la presentación de las pruebas, lo que limitaba su estrategia en función de aquéllas. En Roma, en cambio, en época de Cicerón, las pruebas se presentaban después de que los litigantes hubiesen hablado. Además, mientras en Grecia es muy normal que los clientes simplemente encargen su discurso de defensa o acusación a otro (un logógrafo), en Roma son los patronos los que defienden a sus clientes, lo que hace entrar en juego un
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elemento ausente en Grecia, la auctoritas del orador, esto es, el prestigio personal del oradoriv. Proceso de elaboración del discurso: Las distintas fases que jalonan la
composición de un discurso son las siguientes: 1º inuentio: consiste en determinar sobre qué se va a hablar 2º dispositio: consiste en elaborar el esquema que el orador va a seguir en su exposición (exordio, narratio, argumentatio (probatio, refutatio), peroratio). 3º elocutio: elaboración del material que va a conformar cada una de las partes del discurso. 4º memoria: memorización del discurso. 5. actio: preparación de la puesta en escena del discurso; tonos e inflexiones de la voz, expresión corporal, etc. Finalmente la retórica antigua consideraba que las partes de un discurso eran las siguientes: -exordium (prólogo): parte inicial en la que el orador trata de ganarse el favor y la atención del público. -narratio (exposición): parte en la que se narran los hechos motivo de la controversia. -argumentatio (prueba): parte en la que se argumenta. Se suele subdividir a su vez en dos partes: probatio: argumentos que prueban los postulados del orador refutatio: argumentos que refutan los postulados contrarios -peroratio (epílogo): parte final del discurso. El orador recurre a los argumentos más favorables a su postura. Normalmente se trata de afectar emotivamente al auditorio para ganarse su simpatía. Hay que advertir que estas partes a las que se ha aludido conforman el esquema de un discurso típico del género judicial. Cada orador en función del tipo de audiencia y del objetivo que se proponga podrá modificar este esquema del modo que más le convenga.
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Principales oradores: Aunque es en Atenas donde la oratoria alcanza su máximo desarrollo en la Grecia clásica, el primer orador reconocido como tal es Gorgias de Leontinos (Sicilia, 483 a.C.), que llega a Atenas en 427 a.C., en donde comienza a enseñar su artev. Influye grandemente en el historiador Tucídides y en el orador Isócratesvi. Un primer grupo de oradores ilustres vive entre la segunda mitad del s. V a.C. y la primera del s. IV a.C. Se trata básicamente de logógrafos, esto es, expertos en leyes y en retórica que elaboran discursos legales por encargo para que los clientes los aprendan y pronuncien ante el tribunal. Pertenecen a este grupo Antifonte, Andócides, Iseo y, especialmente, Lisias. -Lisias (458-380 a.C.): se conservan 35 discursos. De familia adinerada y no ateniense (era meteco, esto es, extranjero residente legalmente en Atenas, aunque él ya había nacido allí), por avatares de las circunstancias políticas tuvo que convertirse en logógrafo para ganarse la vida. -estilo: sencillo, tanto en la sintaxis como en el vocabulario, hace uso de muy poco ornato, su tono es mesurado y la estructura del conjunto es ordenada y clara. Hay que recordar que Lisias será el modelo de referencia para los oradores de estilo aticista o ático en la Roma republicana, como Licinio Calvo, Bruto o el propio Julio César. Un segundo grupo de oradores vive a lo largo del s. IV a.C. A diferencia de los anteriores, además de ser logógrafos y abogados, son políticos, esto es, en su obra además de discursos judiciales también los hay del genus deliberatiuum. Algunos están en la misma línea de Demóstenes, como Hipérides y Licurgo; otros en contra, como Dinarco, Isócrates o Esquines. De todo este conjunto de oradores el más relevante es sin duda Demóstenes.
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Isócrates (436-338 a.C.), ateniense de familia acaudalada, ejerce una gran influencia en Roma. •
Conservamos veinticinco obras suyas entre discursos y cartas.
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Entendía la filosofía como equivalente de formación en todos los órdenes del conocimiento, concepto que defenderá posteriormente Cicerón. En su opinión el orador debía tener el máximo conocimiento posible en todos los ámbitos del saber. Cuanto más saber más capacidad de argumentación.
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Su estilo se basa en períodos equilibrados y armoniosos, de sintaxis compleja pero clara, con tendencia a las clausulas métricas (el final del período suele quedar marcado por la utilización de una secuencia métrica reconocible).
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Políticamente, a diferencia de Demóstenes, tenía tendencias oligárquicas (sistema de gobierno en el que el poder reside en las manos de unos pocos) y era defensor de un panhelenismo (unión de las distintas poleis de la Hélade en una entidad superior) bajo la dirección de Atenas. En los últimos años de su vida vio en Filipo de Macedonía a ese gran líder bajo el cual debía unirse el conjunto de la Hélade para luchar contra los persas.
Esquines (390- después de 330 a.C.). Ideológicamente se caracteriza por su simpatía por Filipo de Macedonia (y por lo tanto con la idea de la unificación de Grecia bajo la hegemonía macedonia) y su enfrentamiento con Demóstenes. Se han conservado tres discursos suyos (Contra Timarco, Sobre la embajada y Contra Ctesifonte). Demóstenes (384-322 a.C.): logógrafo y abogado, pero también defiende en la asamblea sus ideas políticas. Demóstenes lucha por el mantenimiento del sistema político del s. V a.C., fundamentado en poleis independientes que ocasionalmente se coaligan para defender sus intereses. Se opone
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frontalmente al panhelenismo propugnado por los partidarios del rey Filipo II de Macedonia (padre de Alejandro Magno). Contexto histórico de la Hélade del s. IV a.C.: en la Hélade hay dos grandes tendencias. Por un lado están los que defienden la pervivencia del sistema político tradicional de la región, basado en la existencia de ciudades estado independientes. Por otro están los que defienden la necesidad de la existencia de una entidad supranacional que aglutine toda la región bajo la hegemonía de Macedonia. Demóstenes se va a oponer frontalmente al panhelenismo bajo hegemonía macedonia. En sus discursos políticos denuncia por un lado la pasividad de Atenas ante el avance imparable del macedonio y, por otro lado, propone medidas políticas, militares y económicas para frenarlo. Obra: conservamos 65 discursos del ateniense, pero no hay certeza absoluta de que todos los judiciales sean auténticamente suyos, pudiendo ser de su círculo de discípulos. Los discursos judiciales se dividen en función del tipo de procesos; discursos en procesos por falso testimonio, por herencias, dotes y tutelas, por problemas financieros, etc. Discursos políticos: están marcados por su oposición a Filipo II de Macedonia. -Primera Filípica (351 a.C.): llama a Atenas a la movilización en defensa de la ciudad de Olinto, cuya independencia amenaza Filipo. -Olintiacos (349 a.C.): en estos tres discursos Demóstenes habla en favor de la ayuda a Olinto en contra de Filipo de Macedonia. -Sobre la paz (346 a.C.): en favor de un tratado de paz con Macedonia. -Segunda Filípica (344 a.C.): en favor de promover la oposición a Filipo de Macedonia entre las ciudades tesalias. -Sobre la embajada fraudulenta (343 a.C.): se denuncia el intencionado retraso que sufrió la embajada a las ciudades tesalias para exponer los planteamientos atenienses (su responsable era Esquines).
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-Sobre el Quersoneso (341 a.C.): en favor de ayudar a las ciudades griegas de la zona, presionadas por Filipo. -Tercera y Cuarta Filípicas (341 a.C.): llama a la movilización de Atenas contra Filipo. La coalición de ciudades liderada por Atenas será derrotada en la batalla de Queronea (338 a.C.), lo que supone el fin real de la independencia de la Hélade. -Sobre la corona (per… toà stef£nou): es quizá su discurso más famoso (330 a.C.). En ella se defiende contra Esquines, que en la asamblea se había manifestado en contra de la ratificación de la concesión que el consejo de los 500 o boulé había hecho a Demóstenes de la corona de oro (concesión por su gestión en favor de Atenas). Estilo: -Sintaxis compleja; períodos a veces muy largos que dan complejidad y pesadez a sus discursos. -Frente a Lisias, no es partidario de esquemas rígidos y estructuras cerradas. -Su estilo se caracteriza por la abundancia de hipérbaton, acumulación de seis o más miembros en un mismo período, por la acumulación de preguntas retóricas. Lengua: usa el dialécto ático (elemento común a todos los oradores mencionados, que desarrollaron su actividad en Atenas). Demóstenes e Isócrates son el antecedente de un estilo ampuloso, exuberante, de largos períodos, etc. que se desarrollará a lo largo del s. III y II a.C. en Pérgamo, y que en Roma será conocido como estilo asiánico, cuyo máximo exponente será Cicerón. La oratoria durante el Helenismo. Tras la muerte de Alejandro Magno (356-323 a.C.) su inmenso imperio se divide entre sus generales. Desaparece la libertad de la Hélade clásica (s.V a.C.) y, por lo tanto, decrece la importancia real de la elocuencia. Sin embargo, florece el estudio de la
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retórica, cuyas sistematizaciones serán las que se reciban en Roma a partir del s.II a.C. Además en la zona asiática (Rodas, Pérgamo) se genera una oratoria rica y exuberante, conocida como estilo asiánico, en contraste con el claro estilo modelado por Lisias en Atenas. Se crea así la contraposición entre el estilo asiánico y ático, de tanta relevancia en el mundo romano. ADDENDA: 1.-Es importante distinguir entre retórica y oratoria. RETÓRICA es el arte teórico del discurso (=oratoria reducida a un sistema que puede enseñarse). Se desarrolla en Sicilia a mediados del s. V a.C. (Córax y Tisias) y fue depurada posteriormente por los sofistas. ORATORIA es la aplicación práctica de esa teoría.
BIBLIOGRAFÍA -Griego 1º Grámmata I, A. BERNABÉ, J. F. GONZÁLEZ CASTRO, F. J. PÉREZ, Madrid, 2002 (edit. Akal); pp. 283-287. -2 Griego Bachillerato Anaya, J. L. NAVARRO y J. M. RODRÍGUEZ, Madrid, 2003 (edit. Anaya); pp. 230-238. -Historia de la literatura Griega, C. M. BOWRA, Madrid, 2003 (1º edic. 1948); pp. 156-175. -“oratoria” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; pp. 599601. -“retórica” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; p. 708. -“Gorgias” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; p. 396. -“sofistas” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; p. 760. -“Lisias” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; pp. 503504. -“Isócrates” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; pp. 458-460. -“Demóstenes” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; pp. 248-253. -“Esquines” en Diccionario de la literatura clásica, M. C. HOWATSON, Madrid, 1991; pp. 335-336.
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Un elemento clave para el desarrollo de la oratoria es la democracia, sistema político que se consolida en Atenas durante el s. V a.C. y que perdura, con mayores o menores problemas, durante todo el s. IV a.C. Una buena muestra de ello es el hecho de que tras la consolidación del dominio macedonio sobre Grecia, a partir del 338 a.C. (batalla de Queronea), este género entra en declive y, sobre todo, pierde utilidad práctica, pues en un mundo donde no hay libertad ni participación en la vida política la oratoria ya no es un instrumento útil. ii
Los sofistas eran maestros que enseñaban el arte de hablar para convencer en público. En el marco del sistema democrático ateniense el dominio de una buena técnica oratoria era imprescindible para hacer carrera política y alcanzar el poder. iii
Esta división es probablemente original de Aristóteles.
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Así pues, mientras en Grecia era el acusado el que debía hacer su propia defensa, en Roma se dejaba en manos de otra persona con más conocimiento del arte oratorio y, por lo tanto, con más posibilidades de triunfar (lo que en la actualidad llamaríamos un abogado). En Grecia, en cambio, el ciudadano que se veía envuelto en un pleito recurría a un experto en oratoria para que le escribiese un discurso que después aprendería de memoria. Los encargados de escribir discursos para otros son los llamados logógrafos. El logógrafo, al igual que el “abogado” en Roma, debía conjugar, por un lado, el dominio de la oratoria y, por otro, el conocimiento de las leyes. v
Gorgias consideraba que cualquier orador podía encontrar argumentos para sostener su punto de vista o tesis (recuérdese el relativismo de los sofistas; nada es cierto). vi
Tradicionalmente se considera a Córax y Tisias (sicilianos) como los primeros maestros de retórica, a mediados del s. V a.C.