5 minute read

La Laguna de Cobre

,

donde se muere de amor

Advertisement

El extenso territorio de Los Andes se encuentra poblado de innumerables leyendas y mitos que entremezclan la historia con la ficción y la fábula con la cultura minera.

Cuenta una leyenda araucana que apenas se atraviesa la Cuesta de la Totora, en Calingasta, dentro mismo del corazón de la cordillera, a 5.000 metros de altura, se encuentra la Laguna de Cobre. Rodeada por los cerros, sus aguas tienen un color verde intenso con algunos espacios rojos formados por algas. Aquí, cuenta esta vieja leyenda, hace muchos años un indio araucano raptó a la hija de un cacique de la región de Calingasta, escapándose con ella.

Hacían camino de noche. De día se ocultaban en las cuevas de los cerros. Así llegaron hasta la laguna. Extenuados después de recorrer una distancia enorme, se durmieron profundamente. Esto imposibilitó que pudieran oír la llegada furtiva de un grupo de hombres de guerra enviados por el padre de la joven, en seguimiento de la pareja.

Fueron sorprendidos y el indio que robó a la joven fue herido gravemente de un flechazo. La muchacha, que se había enamorado de su captor, comenzó a correr pidiendo a su amado, que se encontraba herido, que la siguiera. Pero ese movimiento era imposible. El araucano se encontraba a merced de los hombres enviados por el padre de la joven.

La laguna era la única salida posible para la huida. Y mientras él la seguía, cayendo varias veces y volviendo a levantarse, ella alcanzó la orilla de la laguna y comenzó a penetrar en el agua, imaginando que podía llegar caminando a la orilla opuesta. Pero pronto perdió pie y desapareció bajo el agua. El la llamó infructuosamente desde la playa, pero finalmente cayó herido de muerte por un sinnúmero de flechas.

Los lugareños, que conocen esta leyenda, advierten que no hay que pasar de noche por la laguna. Pues allí, en el corazón de la cordillera, anda el alma del indio que procura vengar a su amada y, entonces, ocurren toda clase de calamidades.

Estimado compañero minero:

En la ex Hacienda de Xala, Estado de México, contamos con un salón para fiestas y banquetes con capacidad para 150 comensales y una amplia área de jardín. El alquiler de salón –sin consumo– incluye montado con 15 mesas, loza y meseros y descorche de $95.00 por botella en bebidas nacionales. El tiempo de alquiler de nuestras instalaciones para cualquier evento tiene duración de 7 horas.

El horario de servicio de nuestro restaurante es de 9:00 a 21:00 horas.

Deseamos sinceramente que su estancia en la ex Hacienda de Xala sea placentera y tenga la oportunidad de admirar la increíble e impresionante construcción que data de la época colonial.

¡Esperamos muy pronto su visita!

Informes en la administración o a los teléfonos 0159292 33017 0159292 33019 0159292 33113

Atentamente Sindicato Nacional de Mineros

Nuestra historia

La ex Hacienda de San Antonio Xala fue fundada en el siglo XVI por Don Álvaro de la Cruz, quien la recibió como premio a su lealtad a la Corona, durante la Conquista de México.

La hacienda fue construida con grandes bloques de piedra y un pozo de almacenamiento de agua. Sus principales actividades fueron la agricultura con la siembra del maguey para la explotación del pulque y el pastoreo, de gran importancia para la época, la acción evangelizadora que estuvo a cargo de fray Juan de Ramones, celador del convento de Otumba.

Por testamento de Don Álvaro pasó a ser propiedad de los monjes franciscanos a mediados del siglo XVIII y posteriormente fue vendida al conde de Xala, hasta la época independiente.

El conde de Xala, firmante del Acta de Independencia de México, donó la hacienda a la viuda del coronel Don Eugenio María de Montaño, héroe de la insurgencia, en reconocimiento a las valerosas contiendas que al lado de Don José María Morelos y Pavón, librara en Oaxaca y en Apan. La viuda de Montaño, vendió la finca y finalmente en la Revolución los zapatistas la ocuparon y repartieron las 25 mil hectáreas que tenía en propiedad.

Una vez que pasó la Revolución, la hacienda fue comprada por Don Joaquín del Olmo Martínez y por Don Salvador Maldonado, quienes dotaron de lotes a sus trabajadores campesinos en lo que ahora es el poblado de Xala. Posteriormente, la hacienda fue comprada por la familia Díaz de León, siendo el licenciado Genaro Díaz de León, quien en 1983 vendió las 92 hectáreas y el casco de la finca al Sindicato Nacional de Mineros, que a la fecha es el propietario.

La hacienda fue convertida en pequeña propiedad y subdividida en pequeños lotes rústicos. Conserva la paz y tranquilidad campirana que inspiró a sus dueños en un principio, aunque el ferrocarril México-Veracruz conserve el derecho de vía para pasar por sus campos. En el entorno, a 5 kilómetros, desemboca una carretera asfaltada, se encuentran también una universidad y un gran centro industrial.

La Hacienda de Xala y sus campos, son testigos desafiantes de su majestuoso pasado.

Documentos reflexivos e importantes para quienes se interesan en el presente y futuro de México

Una mirada imperturbable y desconcertante dentro de la lucha obrera de nuestro mundo. El increíble recuento de Gómez de la lucha por la justicia enfrentando una adversidad aparentemente insuperable es una advertencia, una lección, y –en última instancia– un apasionado llamamiento para el cambio internacional. Una lectura esencial para cualquier trabajador.

——Thom Hartmann Autor de The Last Hours of Ancient Sunlight El modelo tradicional de producción en México ha llegado a su límite. La economía no puede continuar creciendo con base en esquemas que privilegian la concentración ilimitada de la riqueza en unas cuantas manos y la explotación abusiva de la mano de obra... En México se habla mucho de aplicar una cultura laboral, pero lo que necesitamos es una nueva cultura patronal que entienda y respete al trabajador.

—Napoleón Gómez Urrutia

This article is from: