José Sánchez Rosso, empresario y fundador del restaurante Chinitas: El guardián de la... Page 1 of 2
Málaga EL FOTOMATÓN
José Sánchez Rosso, empresario y fundador del restaurante Chinitas: El guardián de las esencias del Chinitas Nací en Cortes de la Frontera en 1936 / Estoy casado con Natalia, tengo tres hijos y tres nietos / Me considero 'mu' malagueño / El Chinitas es mi particular legado a Málaga / Acudo con asiduidad al gimnasio para mantener la forma y conservar la salud / Fui presidente de la asociación Amapacce. UN PERFIL DEANTONIO M. ROMERO
LA fotografía puebla los álbumes de los turistas llegados a Málaga desde Inglaterra, Alemania, Estados Unidos o el lejano Japón que inmortalizaron su paso por la Ciudad del Paraíso. Un gran número de ellas, sin saberlo, tienen un nexo en común: la de una fachada color crema con macetas en sus balcones cargados de historia y vistosas cerámicas en las que aparecen personajes tan de la tierra como el biznaguero o el cenachero. La estampa tiene un nombre propio y que «se vende sólo por el mundo y tiene un sello específico y característico» desde su fundación en 1986: mesónrestaurante El Chinitas, «la novia» de su fundador, José Sánchez Rosso. José Sánchez Rosso. / María Sánchez Su nombre evoca y recupera del baúl de los recuerdos a aquel famoso café-teatro El Chinitas de las primeras décadas del siglo pasado malagueño, frecuentado por artistas, toreros, literatos y poetas de la talla de Federico García Lorca -que tenía allí un tío trabajando como músico-. Un ambiente que conoció muy bien este empresario cuando junto a su madre, Francisca, y su hermana se vino a vivir a la casa de su tío Antonio, en pleno Pasaje de Chinitas, desde su Cortes de la Frontera natal tras el fallecimiento de su padre. Allí, entre los parques naturales de la Sierra de Grazalema y de los Alcornocales, dejaron la estela de una familia de comerciantes e industriales -cuya semilla llevaba en las venas el niño José-, los juegos propios de la infancia y «una estampa de mujeres vestidas de negro luto» por los estragos de la guerra.
En aquella vivienda situada en pleno corazón de la Málaga de la dura posguerra, Sánchez Rosso vivió el bullicio de cafés como el Express o Los Valle, la taberna la Campana o el mencionado Chinitas. «Allí se reunían los artistas que por la noche habían estado de juerga en las ventas de los montes y esperaban a los señoritos para que les pagaran; estaban los reventas de los toros, los gitanos,... Era un mundo bullicioso y particular. De ahí me nace, aunque algo venía en los genes, mi pasión por los toros, el flamenco y el arte», rememora este hombre que sólo conoció las aulas del colegio San Fernando, situado en las inmediaciones de la actual plaza de la Marina. Trabajo Con apenas trece años se puso a trabajar en el comercio textil La Costa Azul, situado en la actual plaza de la Constitución, donde estaría hasta que cumplió los veinticinco. En ese momento, pasa a ser empleado de la empresa Mayerlyg, que tenía delegaciones por todo el país y donde permaneció hasta el inicio de los años 70 cuando, en la calle Moreno Monroy, monta su propio negocio familiar de tejidos en dos edificios, rehabilitados, de finales del siglo XIX y bajo el lema 'Las más bellas telas'. «Fueron unos años muy intensos en lo profesional y lo personal», rememora. Y no es para menos. En 1973 fue nombrado concejal del Ayuntamiento de la capital regido por Cayetano Utrera Ravassa. Allí, en la
http://www.diariosur.es/20080511/malaga/jose-sanchez-rosso-empresario-20080511.h... 08/02/2011