mayo 2021 APORTE VOLUNTARIO
América Latina
!AQUI SE RESPIRA LUCHA!
UNETE AL COMITE POR UNA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES
SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON EL LEVANTAMIENTO SOCIAL EN COLOMBIA Desde el Comité por una Internacional de los Trabajadores, respaldamos el levantamiento social de los trabajadores y la juventud de Colombia, y condenamos al gobierno de Iván Duque que ha desatado el terrorismo de Estado contra su pueblo, que ejerce el derecho legítimo a la protesta, aceptado incluso dentro de la Constitución y las leyes de Colombia. El Estado colombiano ha demostrado que no es más que un aparato criminal, un narco Estado, que no vacila en masacrar a su pueblo. El gobierno de Iván Duque, en el cargo para el periodo 20182022 ha promovido reformas legales reaccionarias, como la reforma de la salud que abre boquetes para comenzar su privatización, y ha apoyado o ha sido cómplice frente a las violaciones de derechos humanos, los incumplimientos a los acuerdos de paz entre el gobierno nacional y las FARCEP, la continuidad de masacres y asesinatos de líderes sociales, el anuncio del retorno de fumigaciones con glifosato, el incremento de la violencia en el país, la compra de material bélico (aviones de combate) y tanquetas para el detestado Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD. El desastroso tratamiento de la pandemia de coronavirus por parte del gobierno reaccionario de Iván Duque ha llevado al pueblo trabajador de Colombia a una situación de catástrofe sanitaria y social. Justamente ahora se vive una nueva ola de casos de la pandemia, contagios y muertes. Mientras aumenta la pobreza, el desempleo y la desesperación social. Pero lo que finalmente colmó la paciencia del pueblo trabajador fue la propuesta de reforma tributaria que aumentaba los impuestos regresivos como el IVA que se aplica a los bienes de consumo, quitando exenciones a productos de primera necesidad. Un ataque directo a las deterioradas condiciones de vida del pueblo.
La respuesta a las agresiones del gobierno fue el llamado al Paro Nacional indefinido y las protestas desde 28 de abril convocado por el Comité Nacional del Paro. Ya el 27 de abril organizaciones campesinas se movilizaron contra la aplicación de glifosato, elemento tóxico y cancerígeno en los cultivos. La rebelión se extendió rápidamente por todo el país, con manifestaciones masivas, paro laboral de algunos sectores, bloqueo de carreteras, ciberactivismo, movilizaciones que no han cesado pese a la militarización y la represión criminal ordenada por el presidente Duque. El domingo 2 de mayo 2021, la movilización popular obtuvo una primera victoria y cae la reforma tributaria y el ministro de Hacienda debe renunciar. Desde el 28 de abril de 2021 Colombia se encuentra en una movilización popular generalizada al frente de la cual está la valerosa juventud en las calles, que ha respondido al llamado de las organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y estudiantiles agrupadas en el Comité Nacional por el Paro. La respuesta del Estado y del gobierno de Duque ha sido la militarización y la represión asesina contra las marchas y protestas legítimas, que han ejercido su derecho legal a la manifestación, desatando contra los manifestantes el terrorismo de Estado, con policías y militares disparando municiones de guerras contra personas desarmadas, e incluso sacando los tanques y helicópteros a las calles. Aun así, la rebelión no termina. Esta revuelta valiente se inscribe en una ola revolucionaria que sacude todo el continente.
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IMPUESTO A LOS MAS RICOS
Presos políticos de la revuelta:
!A NO OLVIDAR! A más de un año y medio del estallido social de Octubre 2019 un grupo jóvenes luchadores aún se encuentran en prisión preventiva en las diferentes cárceles de Chile: 42 en Santiago, 16 en Antofagasta, 5 en San Antonio y 8 en Concepción.
Vivimos tiempos de crisis, tiempos de pandemia, tiempos de crisis laboral, donde una gran cantidad de trabajadores y trabajadoras han perdido su empleo y con ello su fuente de ingresos. Otros tantos han sido enviados a sus casas con la fatídica “Ley de protección del empleo” donde simbólicamente se mantiene el empleo, pero sin salario. A la par de toda esta calamidad, estamos viviendo días complejos en cuanto a la pandemia, donde los contagios diarios no dan tregua llegándose a índices más altos que en la primera ola.
tamos hablando de patrimonios de miles de millones de dólares concentrados en cuatro o cinco familias. Esto nos debe llevar a sacar conclusiones de esta situación.
Dentro de todo este contexto nos enteramos de que algunos pocos privilegiados de este país, no son afectados por esta pandemia, no se contagian, no se enferman y no mueren, pero además lo más brutal de la situación es que han aumentado su patrimonio de manera escandalosa. Según la revista Forbes en Chile la Familia Luksic, Horst Paulmann, Ponce Lerou y Sebastian Piñera, el mismísimo presidente de Chile, que nos expresa a cada rato su profunda preocupación por los más pobres, incrementó su patrimonio en más de 300 millones de dólares.
La pregunta entonces es ¿Se pueden conseguir reformas dentro este sistema capitalista? Y la respuesta es NO.
Cuando la mayoría de la población ha ido empobreciéndose, estos personajes han incrementado su fortuna. Por estos días se discute en el congreso un impuesto de un 1% a los súper ricos, con lo cual se pretende recaudar más o menos 6.500 millones de dólares para financiar un Ingreso universal mientras dura la pandemia. Pero surgen voces que se oponen a este impuesto, argumentando que, si se incrementan los impuestos, estas personas tomaran su capital y se lo llevaran fuera del país, con lo cual el país verá disminuida la inversión lo cual significará menos empleo. Este argumento es inaceptable. Es un chantaje que no puede ser aceptado cuando es-
Bajo este sistema capitalista, es imposible lograr reformas duraderas para la clase trabajadora y mucho menos acá en Chile, donde la elite se acostumbró por años al abuso. Cualquier reforma por mínima que sea dentro de los límites democráticos es tildada de populismo y se alzan voces contra estas políticas.
Algunos hablan de superar el Neoliberalismo y volver al capitalismo democrático con derechos sociales garantizados para la ciudadanía, pero esto es imposible en un país sub desarrollado como es Chile. Los estados de bienestar ya vienen de vuelta en Europa porque el capitalismo ya no puede sostener estos beneficios. Es falso y es crear falsas ilusiones decir que dentro del capitalismo vamos a conseguir logros duraderos. La única manera de lograr un cambio real y solucionar de verdad los problemas, es creando y organizando un partido que represente genuinamente los intereses de la clase trabajadora. Un partido que muestre el camino y conduzca a la toma del poder para instaurar una sociedad nueva, para derrotar al capitalismo y crear una sociedad Socialista profundamente democrática, igualitaria, ecológica. Una sociedad donde no haya privilegios para una minoría, una sociedad donde no estemos sometidos al chantaje de las grandes fortunas.
Aquellos que sin dudarlo salieron a la calle a luchar contra de un gobierno derechista con una política represiva, abusiva, incapaz y discriminatoria y que a diario margina a la gran mayoría de la población del país. Ellos, que al igual que nosotros, salieron a la calle y logramos con nuestra lucha, conseguir cosas que eran impensables, como el cambio de la constitución de Pinochet y el retiro de nuestros ahorros desde las AFP, debido a que el gobierno no ha sido capaz de dar solución a los problemas del pueblo trabajador. Hombres y mujeres que han sido sometidos a vejaciones, torturas y malos tratos, sin tener hasta estos días un “juicio justo” y sin condena ni sentencia alguna, esto debido a la falta concreta y real de pruebas que los incriminen. Muchos de ellos están o estuvieron en la cárcel de alta seguridad, en donde pasan 21 horas de encierro con 3 horas de patio, sin poder ver a sus familiares producto de la pandemia, debido a que las visitas están prohibidas desde hace algunos meses. Es nuestra obligación como pueblo consciente exigir la libertad de los presos políticos. Los trabajadores en los sindicatos, los pobladores, la juventud, los estudiantes, todos gritamos:
LIBERTAD A LOS PRESOS DE LA REVUELTA!!
EL PROCESO CONSTITUYENTE Y LA NECESARIA LUCHA POR UNA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA Tras más de un año en pandemia, los jóvenes y trabajadores hemos tenido que sufrir las graves consecuencias de la crisis y este nefasto gobierno. Con más de 1 millón de empleos perdidos y 2.3 millones de personas cayendo en la pobreza; el gobierno y la casta política empresarial han pretendido que las y los trabajadores paguemos por esta crisis económica, que no hemos causado. Ante las ayudas o bonos miserables del gobierno que están bajo el umbral de la pobreza; nos han forzado a ocupar nuestros ahorros del fondo de cesantía y de nuestras pensiones para sobrevivir. Cada vez queda más claro que este sistema y el gobierno son incapaces de responder a las necesidades más urgentes de la población, ni menos a las demandas planteadas por la rebelión social iniciada en octubre de 2019. Es en este contexto que nos vemos enfrentado a las próximas elecciones del 15 y 16 de mayo. En esta ocasión se elegirán concejales, alcaldes, gobernadores y delegados para la Convención Constitucional. Sin lugar a dudas, la elección de representantes para la Convención será la más importante en el plano político y definirá las fuerzas en lucha para el próximo periodo. No debemos olvidar que el actual proceso constituyente tiene su origen en un pacto firmado el 15 de noviembre de 2019 entre la mayoría de la casta política; como una forma de impedir la caída del gobierno de Piñera tras las masivas movilizaciones de la rebelión de octubre. Es un intento por parte de la elite, de frenar y encauzar las luchas dentro de la vía institucional. En su momento, el pueblo movilizado dijo basta de abusos, exigía dignidad y demandaba una verdadera Asamblea Constituyente donde las organizaciones sociales decidieran democráticamente su destino. En cambio, ahora, tenemos un proceso constituyente que pretende ser controlado por los partidos; donde no se po-
drán discutir temas tan importantes como los tratados internacionales firmados por Chile y donde con solo un tercio de la Convención, los sectores más conservadores podrán impedir las transformaciones profundas que demanda la mayoría de la población. Ante esta realidad, no podemos ser indiferentes ni excluirnos. Creemos que es fundamental desarrollar una doble tarea: denunciar lo fraudulento del proceso constituyente impulsado por la casta política empresarial y, por otra parte, apoyar a las verdaderas candidaturas independientes y organizaciones sociales de lucha que planteen sobrepasar los marcos de la futura Convención. Para quienes planteamos la transformación revolucionaria de la sociedad, las elecciones son solo un espacio para desenmascarar a este corrupto sistema y para ayudar a elevar el nivel de conciencia de la población; explicando que solo la organización y lucha unificada de los explotados permitirá acabar con el capitalismo neoliberal y dar solución a nuestras demandas de justicia. Es necesario desconfiar de la casta política, solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas. Por eso los luchadores sociales que participen en la convención deberán denunciar los engaños de los partidos corruptos y ayudar a potenciar la movilización social para sobrepasar las barreras de la actual institucionalidad. El impulso de asambleas y cabildos en los barrios y lugares de trabajo será vital para construir poder popular, para levantar una genuina Asamblea Constituyente desde las bases. Solo entonces, en este proceso de lucha, será factible construir una alternativa socialista y revolucionaria que ponga fin a este gobierno empresarial; abriendo camino a un verdadero gobierno de los trabajadores que impulse los profundos cambios que Chile necesita.