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Entrevista: GERMÁN BRACCO
¿Quién es Germán Bracco? Hijole, creo que hablar en tercera persona siempre me ha parecido complicado, pero, ¿quién es? Para quien no me conoce, podría decir que soy un actor de 21 años que, pues nada, día a día trata de entender qué puede hacer con su trabajo, como hacerlo mejor y tratar de llegar a más personas para hacer que se cuestionen tal vez, para que se planteen preguntas más complicadas de lo que normalmente vemos, tratar de ir más allá, así que, eso, creo que soy una persona que quiere ir más allá, que una vez que logra algo busca por otro lugar lograr algo nuevo, soy terco, soy testarudo, soy necio, pero siempre trato de ver hacia delante.
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¿Cuándo te diste cuenta que querías ser actor y cómo fue el proceso? Empecé a actuar realmente por coincidencia, por moda, incluso, cuando era pequeño, mis compañeros de clase hacían comerciales y yo quería intentarlo también y empecé a hacer comerciales siendo muy chico, a los 8 años, pero después de un tiempo en eso me di cuenta que esto era algo que iba mucho más allá, no era simplemente sonreírle a una cámara ¿sabes? Entonces, entré a un taller de actuación para niños obviamente, yo tenía 10, 11 años y cuando tomé mi primer taller de actuación en donde teníamos que hacer un ejercicio de improvisación, proponerle a otro actor una escena que iba a suceder, dije ¿qué es esto? Podemos crear lo que quieras, otras realidades, podemos hacer que suceda lo que no sucede en la vida real, entonces, empezar desde muy chico a darte cuenta que puedes hacer lo que sea con este trabajo, literalmente lo que sea, regresar el tiempo, pensar en el futuro, cuestionarte lo que está pasando ahora, me pareció que era algo que necesitaba en mi vida y que la vida misma me lo fue dando, paso a paso y me di cuenta, me doy cuenta de muchas cosas nuevas día a día, de que primero no puedo vivir sin hacer lo que hago y que esto implica cada vez un grado de dificultad más alto de conciencia, de cuestionamiento, de aprender a hacer cosas que concibes o que no concibes ni siquiera como correctas, tratar de ir paso a paso subiendo en un trabajo y en un arte que es de lo más difícil, que es representar personas que no existen en la vida real y que si existen creo que hasta más difícil.
Fotografía: Aaron Kalid.
¿Cuál ha sido el reto más complejo al que te has enfrentado en este camino? Muy bien, creo que, no es un trabajo fácil, el actor trabaja con su cuerpo y con su mente y tiene que aprender a hacer lo que el mejor le conecte, lo que mejor te cheque ¿sabes? Creo que ir entendiendo cosas que pues de primer mano rechazas, creo que me ha servido para dejar un montón de prejuicios atrás, para aprender a ver y entender lo que tengo enfrente y tratar de ir a fondo en todas las cosas que hago, pero creo que uno de los mayores retos es tratar de entender qué se supone que tengo que hacer con este proyecto, este personaje que tengo en las manos y llevarlo hasta el fondo para que sea una persona real, si tú te la encontraras en la calle puedas saber que es una persona y no ¡Ah! Es Germán Bracco haciendo a alguien, creo que darle realidad, darle naturalidad y poder creer que eres otra persona para ti y para el público es uno de los retos más difíciles y hasta hoy en día creo que no lo he conseguido al cien por ciento.
¿Cuál ha sido el papel que más has disfrutado? Normalmente esta es una pregunta que no me habían hecho, pero siempre tengo en mente; Mi trabajo como tal, no lo disfruto. ¿A qué me refiero? Si el personaje está involucrado en disfrutar, evidentemente disfrutaré, pero yo disfruto una vez que ya hice mi trabajo ¿sabes? En el momento tengo que estar concentrado y atento a todo lo que sucede y creo que no hay cabida para disfrutar ni para gozar algo, cuando sucede, no sé si el personaje está en una situación, en una escena, en un momento que tiene que disfrutar, lo disfruto a la par, pero creo que de los personajes que he disfrutado en retrospectiva que decir ‘que satisfacción me dejó haberlo hecho’, y qué forma de haberlo compartido también con la gente, ha sido ¿Qué tipo de personaje te gustaría interpretar en algún rodaje futuro? Creo que a corto plazo algo que podría realizar y digamos que pudiera dar el ancho, es de hacer un personaje de época, alguna especie de personaje de la época de los Gangster, o mucho más local, tal vez algo de la revolución, en el Porfiriato, ese tipo de personajes me llamarían la atención, si fuera algún personaje lejano, cuando tenga 40, 50 años, me encantaría poder hacer personajes que tienen muchos problemas, donde poder contarle a la gente que los problemas no vienen solos, que por algo una persona tal vez sufre tanto, que la gente pudiera empatizar con estos personajes que sufren mucho.
¿Teatro o cine y por qué? Siempre voy a preferir el teatro, me encanta el cine y lo estudio mucho y tiene un arte distinto, una percepción diferente, pero la intimidad que creas y la relación entre actor y público en un teatro, no la vas a conseguir en otro lugar; En el teatro están muchos oficios y muchos esfuerzos conjuntos, pero si algo sale mal, el actor es el que tiene que resolver, es el que da la cara, en el teatro sabes que tu intimidad está en riesgo, sabes que en cualquier momento si el actor voltea la cabeza y te mira fijamente y te dice ‘sube’, estás en el horno y esto, esa forma de jugar con el espectador es lo que a mi me encanta.
Platícanos sobre tu papel de villano en ‘Mi marido tiene más familia’: Bueno esa oportunidad llegó realmente en bandeja de plata, Juan Osorio me dijo ‘oye, quiero que seas tú el personaje, por esto, por esto y por esto ¿cómo lo ves?’, y me puso todas las herramientas a la mano para que pudiera sujetarme, me sentí súper cobijado con la producción, yo llegué a un proyecto que no era fácil, era un toro que venía encaminadísimo y tenías que domar de alguna manera, porque era una historia que no solamente ya venían trabajándola si no que es la segunda temporada de una novela que ya se había hecho y ya venían con casi 6 meses de bagaje de grabaciones.
¿Cómo fue tu experiencia trabajando con el equipo en ‘La Usurpadora’? Fue increíble, realmente es un equipo que, sabíamos que teníamos en las manos un proyecto distinto, un formato nuevo, un tono nuevo, guiones distintos, y a pesar de todo teníamos una adaptación de una novela original que se había hecho ya varias veces, entonces, creo que lo mejor que pudimos haber hecho es tener a Francisco Franco como director y Carmen Armendáriz confiando plenamente en él y sabiendo que todo iba a salir bien. En la Usurpadora tuvimos sólo 25 capítulos, pero lo trabajamos desde mucho tiempo antes, justamente para saber que iba a funcionar, que a la gente le iba a gustar y creo que la gente se llevó un buen sabor de boca.
Cuéntanos sobre tu papel como Manuel Salas en ‘Enemigo Íntimo’: Manuel Salas es uno de los personajes que se incluye en esta nueva temporada. Él es un chico sagaz, inteligente, tuvo la mala fortuna de quedar huérfano y lo único que le dejó su padre fue el contacto con el narcotráfico, (él antes de morir era un narcotraficante del cartel de los Zopilotes, encabezado por el Berebere, narcotraficante importante), y decide empezar a querer escalar ese mundo de delincuencia organizada como la salida más fácil, está tratando de sobrevivir solo, en un círculo que no lo deja entrar, viviendo en la tangente. Empieza a volverse persuasivo, empieza a saber lo que la gente quiere, a trabajar muy bien bajo presión, y a pesar de que no es un hombre rudo, es muy hábil mentalmente, entonces logra entrar en ciertos lugares que no son para cualquiera tampoco dentro de este mundo y comienza a triangular información.
¿Qué podemos esperar de Germán Bracco en un futuro cercano? No sé, yo también me hago esa pregunta todos los días, qué puedo esperar de mi mismo. No sé, creo que con el paso del tiempo vas entendiendo los procesos y las formas de trabajar y uno trata de hacer mejor su trabajo. Entonces creo que vamos a verlo trabajar, seguramente, y vamos a verlo con ganas de llegar a cosas más complejas y darle profundidad a personajes más complejos todavía, eso es lo que yo espero, ya de que suceda o no, está por verse, pero esperemos que así sea y sea también bien recibido.
