La utopía de igualdad de género en México. Por: María Fernanda Martínez
AL HABLAR DE VIOLENCIA DE GÉNERO PODEMOS PREGUNTARNOS ¿CONOCEMOS A ALGUNA MUJER, FAMILIAR O AMIGA QUE SUFRA DE VIOLENCIA FÍSICA O EMOCIONAL, ACOSO SEXUAL O QUE FUERA VIOLENTADA SEXUALMENTE O HAYA DESAPARECIDO O SIDO PRIVADA DE SU LIBERTAD? SEGURAMENTE MÁS DEL 60% RESPONDERÁ SÍ A ALGUNA DE ESTAS INTERROGANTES, PUES, SEGÚN LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS (ONU), SE ESTIMA QUE EN MÉXICO 6 DE CADA 10 MUJERES HAN ENFRENTADO ALGÚN INCIDENTE DE VIOLENCIA DURANTE SU VIDA, LO QUE NOS MUESTRA LA GRAVEDAD DEL ASUNTO Y CÓMO EL PROBLEMA RADICA EN LA ACEPTACIÓN SOCIAL DE ESTE ACTO. De México tenemos cientos de cifras que lo demuestran. Durante 1993, el feminicidio cobró notoriedad internacional gracias a las denuncias públicas de mujeres desaparecidas y asesinadas en Ciudad Juárez, y hoy día la palabra feminicidio es un término escuchado y nombrado comúnmente en la información diaria a nivel mundial lo que representa la violencia extrema contra mujeres alrededor del globo terráqueo. Según el artículo 325 del Código Penal Federal Mexicano, el feminicidio es cometido por “quien prive de la vida a una mujer por razones de género”. De igual forma, es importante señalar que los feminicidios tienen a ser cometidos con crueldad, utilizando medios que puedan prolongar el dolor, producir sufrimiento y lesiones vejatorias y desagradables mediante sometimientos y el uso de la fuerza. El problema en nuestro país es tan grave que realmente no conocemos a ciencia cierta cuántas víctimas de violencia de género existen en el país
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y esta tendencia se encuentra en aumento, pues las instituciones sociales y federales cada día mantienen un gran número de denuncias impunes. Pese a vivir en el siglo XXI, la cultura machista se encuentra en hábitos cotidianos. Según un estudio realizado por Thomson Reuters Foundation, más del 10% de la población aún responsabiliza a las mujeres de vivir algún tipo de violencia. Después de la polémica suscitada el año pasado tras las masivas manifestaciones que se celebraron el 8 de marzo (8M) en numerosas ciudades del mundo, las mujeres retomaron las calles y alzaron la voz en busca de justicia y reconocimiento de sus derechos, condenando la violencia de género y machismo, en pro de conseguir la tan ansiada igualdad de género.