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ADEMÁS DE QUEJARNOS ¿QUÉ OTRA COSA PODEMOS HACER?

ADEMÁS DE QUEJARNOS ¿Qué otra cosa podemos hacer? · Por Dra. Rosa María Ortiz Prado

EEl día de hoy son 376 días desde que, como humanidad, tenemos noticias del Sars Cov2 o también conocido como Covid 19. Una enfermedad que parece que llegó para quedarse y que, desde su inicio, desestabilizó al mundo; nos golpeó fuertemente desde el primer día y no se ha detenido ni un minuto, aprovecha cualquier descuido, cualquier momento en que, como humanos, bajamos la guardia para atraparnos.

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Las personas hemos respondido de diferentes maneras ante él. Hay gente comprometida y disciplinada que se ha cuidado en extremo, que ha respetado a los otros; gente que expone su vida como el personal médico; gente que asume la sana distancia y el uso del cubrebocas como una nueva normalidad; y también, gente que no ha creído que existe o la que, aún creyendo, se considera inmune y continúa viviendo como vivían antes de la pandemia.

También como ser humano común y corriente, he observado la profunda indiferencia que se manifiesta ante el riesgo del otro, sobre todo, cuando se creía que solamente atacaba a la gente de la tercera edad.

Ahora este virus nos ha demostrado que la edad, el género, la posición social, la preferencia religiosa, la orientación sexual, la afiliación política o cualquiera de las condiciones que creemos Podríamos escuchar con atención estas palabras que nos nos hacen “diferentes” al otro, no le importan; simplemente le señalan que podemos derrotar esta emergencia mundial si nos basta, que seamos personas, seres humanos. armamos con lo que sí podemos hacer desde nuestra

Vivimos en un país que se nos ha dicho siempre que es individualidad, desde nuestro núcleo de responsabilidad propia; profundamente solidario; sin embargo, ante la pandemia, no hacer algo además de quejarnos, hacer algo además de hemos mostrado esa solidaridad que presumimos como lamentarnos o de evadirnos, actuar con consciencia social, con pueblo, ese amor al prójimo, esa conciencia del bien común. amor al prójimo y a nosotros mismos. Construyamos un futuro

Escuchaba las palabras del presidente de Uganda y se me para nuestros descendientes, enseñémosles cómo podemos hicieron profundas y duras, realistas y conscientes y me gustaría cuidarnos y cómo cuidar nuestro mundo. recalcar algunas de sus frases para acompañar este artículo.

Gracias por leerme.

" Dios está muy ocupado , tiene mucho trabajo, tiene que cuidar a todo el mundo”.

No puede estar sólo aquí cuidando idiotas.

En una situación de guerra, nadie le pide a nadie que se quede en casa, tú te quedas en casa por elección; de hecho, si tienes un sótano, te escondes ahí, mientras persisten las hostilidades.

En una guerra no insistes en tu libertad, voluntariamente la abandonas a cambio de sobrevivir.

Durante una guerra no te quejas del hambre, si tienes hambre rezas para sobrevivir, para poder volver a comer algún día; durante una guerra no discutes sobre tu derecho a abrir tu negocio, cierras tu tienda sin pensarlo, corres por tu vida y rezas de nuevo por sobrevivir, esperando volver a tu negocio, rogando que no haya sido destruido saqueado por el fuego de los morteros.

Durante una guerra estás agradecido con Dios por ver otro día en la tierra de los vivos.

Durante una guerra no te preocupas si tus hijos no van a la escuela, ruegas para que el gobierno no se los lleve a la fuerza para capacitarlos como soldados en las instalaciones, que se adaptaron en la que antes era su escuela.

Bueno, el mundo entero se encuentra actualmente en estado de guerra; hay gente que aún no lo entiende, una guerra sin armas y sin balas, una guerra sin soldados humanos, una guerra sin fronteras, una guerra sin acuerdos de alto al fuego, una guerra sin una sala de guerra, una guerra sin zonas restringidas y sagradas; el ejército en esta guerra, no tiene piedad ni bondad humana, no respeta a los niños, ni a las mujeres, ni a los lugares de culto; este ejército, no está interesado en botines de guerra, no tiene intención de un cambio de régimen, no le preocupan los recursos minerales ni valiosos debajo de la tierra, ni siquiera le interesa la hegemonía religiosa, su ambición no tiene nada que ver con la superioridad racial, es un ejército invisible, despiadado y despiadadamente efectivo, su única agenda es una cosecha de la muerte, sólo se saciará después de convertir al mundo en un enorme y gran

campo de muerte; la capacidad que tiene para lograr su objetivo, no está en duda; sin máquinas terrestres, anfibias o aéreas, tiene bases en casi todos los países del mundo, su movimiento no se rige por ninguna convención o protocolo de guerra, en resumen, es el coronavirus.

Afortunadamente, este ejército tiene una debilidad y puede ser derrotado, sólo requiere nuestra acción colectiva, disciplina y paciencia.

El Covid 19 no puede sobrevivir al distanciamiento social y físico, sólo prospera cuando lo enfrentan, le encanta ser confrontado, sucumbe frente al distanciamiento social y físico colectivo, se inclina frente a una buena higiene personal, es impotente cuando tomas tu destino en tus propias manos, manteniéndolas desinfectadas tan a menudo como sea posible; este no es un momento para llorar por el pan y la mantequilla como niños mimados, es un momento de actuar, obedezcamos y sigamos las instrucciones de las autoridades, aplanemos la curva, ejercitemos la paciencia, seamos los guardianes de nuestros hermanos; en poco tiempo recuperaremos nuestra libertad, nuestras empresas y nuestra socialización; en medio de la emergencia, practiquemos la urgencia del servicio y la urgencia del amor por los demás, Dios nos bendiga a todos”.

* Dra. en Psicología Rosa María Ortiz Prado

Sexóloga. Coach certificado internacional. Prolongación de Emiliano Zapata #630, Col. Reforma, Oaxaca de Juárez, Oax. Tel: 951 5471247 y 51 38304

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