Consuelo
ante la muerte
Salvo que se indique lo contrario, los pasajes bíblicos fueron tomados de la Traducción al Lenguaje Actual. Le invitamos a leer la Biblia completa y a compartirla con los demás. Casa de la Biblia 11 Calle 6-67 zona 9, Guatemala. PBX: 2380-8500 | FAX: 2332-7424 www.sbiblica.org Centro de Distribución 17 Avenida 3-17 zona 3, Plaza Atlantis, local B. Quetzaltenango. Tel: 7761- 4144 Sociedad Bíblica de Guatemala no solicita ninguna contribución por la entrega de este material al destinatario final. Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta porción adicionando textos, sellos, marcas o logotipos representativos de otra empresa u organización sin la autorización expresa de los editores. Sociedad Bíblica de Guatemala, 2014. © Derechos Reservados.
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Contenido Prólogo ................................................. 7 El duelo por la muerte del ser amado ...................................... 13 ¿Es real lo que está sucediendo? ........... 17 Esto es demasiado doloroso ................. 21 ¿Por qué me pasa esto a mí? ................ 25 Sanando nuestra vida, practicando el perdón ......................... 31 A pesar de todo... la vida continua ................................. 37 Más allá de la muerte .......................... 41 Apéndice ............................................. 45
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Misión Somos una Asociación Cristiana guatemalteca de servicio, no lucrativa. Dedicada a distribuir La Palabra de Dios a toda persona, para que interactúe con ella en el idioma y formato que responda a sus propias necesidades.
Visión Que Guatemala sea transformada por la obediencia a La Palabra de Dios, evidenciada por el amor, la paz, la justicia y la reconciliación entre personas, familias y comunidades.
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Prólogo En la actualidad, un elemento que caracteriza nuestro mundo es que vivimos un sistema que le huye al dolor. Los analgésicos y los tranquilizantes son los medicamentos más vendidos, esto por una sencilla razón, queremos evitar el dolor a toda costa. Creemos que las medicinas lo curan todo; sin embargo no hay fármaco que alivie los dolores del alma, las penas del corazón, no existe el tranquilizante que mengüe la pena y el dolor, que causa la pérdida de un ser amado. El dolor es un sentimiento y una experiencia universal, que va de la mano con el duelo. La palabra duelo se origina del latín “dolor” que significa dolor. Por lo tanto, debemos de reconocer que el dolor, implica una realidad que todos experimentaremos en algún momento de nuestra vida y ante el cual la mejor forma de enfrentarlo es la preparación. El luto es una manifestación de pesar, es el inicio de un proceso de aceptación de una nueva realidad. Este proceso doloroso y muy largo en ocasiones, implica muchas veces negación, rebeldía y una vorágine de emociones y sentimientos, que desemboca eventualmente en la aceptación del nuevo escenario de vida; el luto es un proceso inevitable, no hay escapatoria. 9
El duelo es incomprensible para quien no lo ha sufrido, las palabras quedan cortas para describirlo; alguien dijo alguna vez que es como vivir la peor de las pesadillas. Pero lo más difícil seguramente es, reconocer que no es un sueño, si no una realidad. Que eventualmente a todos nos tocará vivir, enfrentar y aceptar. Guatemala es una sociedad acostumbrada al duelo, a diario hay familias enfrentadas al dolor más terrible; el conocer de forma abrupta que un ser amado, fue separado del seno del hogar de la forma más vil, por causas relacionadas con violencia. El impacto de la violencia hace más complejo enfrentar el duelo. En la Biblia, Dios habla acerca del dolor de muchas formas, pero tal vez la manera más asombrosa es que enseña a través de su propia experiencia. El corazón de Dios ha sentido el dolor humano del duelo, en el hecho mismo de la crucifixión, el Padre Celestial observó a su Hijo único morir, y muerte de la forma más dura como lo dice el texto, la muerte en una cruz. La sociedad misma reconoce tal dolor, al ponerle un adjetivo a quien sufre la muerte del cónyuge, un viudo o un viuda, o decimos también que fulano de tal es “huérfano” al enfrentar la muerte de un padre o una madre; sin embargo no hay una palabra que describa 10
el dolor más terrible, el enfrentar, la muerte de un hijo, esa situación simplemente no tiene nombre. Como lo dijo alguna vez un padre en su momento de angustia, “no es natural que un padre entierre a un hijo”. Lo cierto es que por terrible que sea el dolor se debe de enfrentar. Aunque parezca una frase trillada, Dios mismo entiende tal sufrimiento, de hecho Él se eligió así mismo para el máximo sacrificio, que implicó también el máximo duelo. Él conoce muy bien lo que sentimos, sabe que sufrimos y se conmueve con nuestro llanto. La Biblia contiene pasajes que evidencian el duelo, vemos a Jesús mismo compartiendo lágrimas con la familia de Marta y María, en la muerte de Lázaro, su amigo. Ese luto del Señor Jesucristo se refleja, en uno de los versos más cortos, pero no menos importantes de la Biblia, donde dice: «Jesús lloró». Es nuestro deseo que en esos momentos donde enfrentamos el indescriptible dolor y la profunda angustia del duelo, está publicación provea un poco de alivio, ayuda, esperanza, fortaleza y consuelo ante el corazón abatido. Creemos que La Palabra de Dios, contienen aliento de vida y es capaz de proveer esperanza y consuelo al más triste. 11
Este material fue desarrollado pensando en todos aquellos que atraviesan la oscura calle del luto, como material de consuelo y especialmente diseñado como material de apoyo para aquellos que tienen la difícil tarea de consolar a otros. Sociedad Bíblica de Guatemala ha producido este material cumpliendo con el objetivo primordial de servir de apoyo a la misión, de todas las Iglesias Cristianas de Guatemala, a través de la publicación de recursos bíblicos. Desarrollando un servicio interdenominacional e interconfesional, reconociendo que son las Iglesias a quiénes les corresponde la interpretación de los textos. Le invitamos a ser parte de esta misión, compartiendo los esfuerzos de llevar el mensaje de Dios que cambia vidas, y abrazando esta causa, participando activamente en ella, en su diario vivir.
Lic. Saúl Sosa Secretario General Sociedad Bíblica de Guatemala 12
No tengas miedo, que yo estoy contigo; no te desanimes, que yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré con mi mano derecha. Yo soy el Señor, tu Dios, que te sostiene por la mano derecha y te dice: «No tengas miedo, que yo te ayudo». Isaías 41:10, 13 (RVC)
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El duelo por la muerte del ser amado
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El duelo es un proceso personal y único que debemos vivir después de la muerte de un ser amado. La duración del período de duelo puede variar en tiempo de una persona a otra.
Dios es suficiente para levantarme Dios bendice a los que sufren, pues Él los consolará. Mateo 5:4 Entonces Yo, el Señor, te guiaré siempre, y en tiempos de sequía satisfaré tu sed; infundiré nuevas fuerzas a tus huesos y serás como un huerto bien regado, como un manantial cuyas aguas nunca faltarán. Isaías 58:11 (RVC)
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Consejo Toma el tiempo necesario y date permiso de sufrir y llorar en tu corazón la pérdida que estás pasando.
Oración Dios mío, esto que me pasó es muy doloroso. Mi corazón está quebrantado por el sufrimiento. Mi vida se paraliza y no sé cómo enfrentar lo que viene. Necesito tu ayuda, necesito tu consuelo, tu paz y tu fortaleza. ¡Siento que sin Ti voy a morir de angustia! Muéstrame Señor, el camino por el que debo andar en esta noche oscura de mi vida. Amén.
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¿Es real lo que está sucediendo?
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En este proceso, enfrentamos distintas etapas. Estas vienen por oleadas y se mezclan entre sí. Hay momentos en los que puedes sentir que has avanzado, y de pronto una fecha especial o un recuerdo, te hacen pensar que estás como al principio. Debes ser paciente contigo mismo.
Etapa de shock o negación Este es un estado protector de la mente que sirve para dar tiempo de asimilar la información recibida. Puede durar horas o incluso algunos días. Es un momento en el que el mundo se derrumba a tu alrededor. Es una sensación irreal que parece una película o una pesadilla, la diferencia es que no es una película, es tu vida, tu realidad y debes enfrentarla. Este no es el mejor momento para hacer cambios o tomar decisiones importantes. No estás en el mejor momento de claridad mental. Te encontrarás muy vulnerable y puedes hacer algo de lo cual puedas arrepentirte más tarde.
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Creo en tu palabra Aunque deba yo pasar por el valle más sombrío, no temo sufrir daño alguno, porque tú estás conmigo; con tu vara de pastor me infundes nuevo aliento. Salmos 23:4 (RVC) Dios escucha a los suyos y los libra de su angustia. Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza. Salmos 34:17-18 Yo soy el Señor, tu Dios, que te sostiene por la mano derecha y te dice: «No tengas miedo, que yo te ayudo. Isaías 41:13 (RVC)
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Consejo Evita tomar decisiones importantes en los primeros días.
Oración Señor, no puedo entender lo que está sucediendo. ¡Todo es tan confuso! Mi mundo de pronto se oscureció y no veo la luz de Tu Presencia por ningún lado. Sin embargo Dios, aunque no te sienta, simplemente sé y confío que Tú estás conmigo. Amén.
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Esto es demasiado doloroso
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Etapa de agresividad, rebeldía e ira
Por más fe que tengas, en el momento del duelo experimentarás mucho sufrimiento, dolor y desolación. Debes darte el permiso de sacar todas las emociones (ira, enojo, cólera, tristeza, desamparo, ansiedad, estrés, impotencia, frustración, agresividad, dolor, etc.) Todo esto es normal. Hay diferentes maneras de hacerlo. Algunos ejemplos son: hablando, escribiendo, llorando, gritando, haciendo ejercicio. Hay personas que necesitan dormir, ya que el desgaste emocional es demasiado grande y se sienten exhaustos. Lo más importante es que a tu ritmo, modo y personalidad, estas diversas emociones tengan una válvula de escape. Comparte tu dolor con alguien que amas y que te ame. Alguien que te escuche sin pretender darte consejos y sin juzgarte. Caminar el proceso con personas que han tenido una experiencia similar también es muy valioso y te ayuda a entender que lo que sientes es normal. Es tiempo de llorar, llorar, y llorar. Las lágrimas son sanadoras y ayudan a liberar la tensión. “Contenerse las lágrimas” no solo es difícil, sino que reprimirá los sentimientos y al acumularlos, explotarán más tarde de una 24
manera inesperada. Llorar es importante en la aflicción, tanto para hombres como mujeres. No tengas miedo de hacerlo. No podemos evitar el dolor de la ausencia de nuestros seres queridos, pero tener la seguridad de la promesa de Jesús, de la vida eterna.
Mi esperanza está en Ti Por eso no puedo quedarme callado. Es tanta mi angustia y mi amargura que tengo que dar voz a mi queja. Job 7:11 (RVC) ¡Ya estoy cansado de llorar! Por las noches lloro tanto que mis lágrimas empapan mi almohada. Salmo 6:6 Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes. 1 Pedro 5:7 En los momentos más difíciles, siempre busco a Dios. Con las manos levantadas me paso la noche orando, aunque ni esto me consuela. Salmo 77:2
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Consejo En esta etapa el dolor y la angustia aflorarán al máximo. No temas llorar que Dios está contigo y es suficiente para consolarte.
Oración Dios mío, hay tantas preguntas sin respuesta. Quisiera que este dolor tan profundo se me quitara y que mi ser amado estuviera a mi lado. Sé que esto no es posible. Se fue para no volver. Lo único que te pido es que consueles mi corazón y me llenes de tu paz. Amén.
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¿Por qué me pasó esto a mí?
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Etapa de depresión y soledad
En esta fase hay desesperanza, mucha desorganización y tristeza. Es muy difícil concentrarte. Sentirás que te vuelves loco de tanto pensar y por lo mismo el agotamiento es total. También podrás experimentar fuertes cambios de carácter. Hay muchas preguntas sin respuesta: ¿Por qué a mí? ¿Por qué Dios permitió esto? ¿Dónde estaba Dios cuando pasó? El sentimiento de culpa (real o imaginario) se hará presente. Tu mundo está oscuro, y piensas que la vida pierde sentido. Puede que en algún momento dudes de la existencia de Dios. No te asustes. ¿Dónde estaba Dios cuándo sucedió esto? Él estaba allí. Dios es amor y está en todos lados. Estaba con nuestro amado que murió y con nosotros en ese momento. El conoce la clase de dolor que estás sintiendo, sabe que estás viviendo la noche oscura de tu vida y que piensas que no saldrás adelante. Algunas manifestaciones físicas que podrás experimentar en este proceso y que son totalmente normales, pueden ser las siguientes: sequedad de la boca, dolor u opresión en el pecho y en la garganta, palpitaciones, sensación de ahogo o falta de aire, tensión muscular, inquietud, insomnio, pesadillas, despertares frecuentes, mareos, pérdida de 28
apetito, falta de energía, fatiga, pérdida de fuerza, oleadas de calor, temblores, etc. Estas molestias irán disminuyendo en frecuencia e intensidad a medida que pasa el tiempo. Esta etapa toma tiempo, mucho más del que quisieras y hay que tener mucha paciencia. El desgaste físico, emocional y espiritual necesita reponerse y repararse. Jesús mismo, en su humanidad sintió esta soledad tan grande y expresó su dolor en la cruz cuando dijo “¿Dios mío, Dios mío, porqué me has abandonado?” (Mateo.27.46) Duele mucho hablar de lo sucedido, pero ésta es una manera de ir sanando. Enfrentar el dolor de la pérdida exige valor. Somos tentados a evadirlo; sin embargo no es lo más recomendable. Algunas veces, nos sumergimos en el trabajo o diversas actividades como una manera de no sentir dolor. Esto es peligroso porque si no lloramos la pérdida cuando sucede, la aflicción se quedará con nosotros. No desaparecerá y luego puede causar problemas. En esta etapa, es muy difícil de aceptar consejos y que te den ánimo para seguir adelante. Es tiempo en que no necesitas que te bombardeen de consejos y escrituras. Más bien, es tiempo en que necesitas del amor y la paciencia de quienes te rodean y de quiénes se atreven a asumir el reto de caminar al lado tuyo en este valle de sombra y de muerte. 29
Dios está cerca Dios siempre está cerca para salvar a los que no tienen ni ánimo ni esperanza. Salmo 34:18 Abatida hasta el polvo está mi alma; vivifícame según tu palabra. Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra. Salmo 119:25 y 28 (RVR60) Dios mío, tenme compasión, pues estoy muy angustiado, siento dolor en todo el cuerpo y mis ojos ya no aguantan más. Salmo 31:9
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Consejo Un detalle importante es aprender a vivir un día a la vez, porque no hay capacidad emocional, mental, espiritual, ni física para hacerlo de otra forma.
Oración Siento que no vale la pena seguir viviendo. Mis sueños, ilusiones y propósito han partido con mi ser querido... ¿Tendrás algún consuelo para mí? ¿Algún día podré volver a sonreír? Quisiera salir corriendo y poder dejar atrás el dolor, pero ¿a dónde iré? si solo tú Dios, tienes palabras de vida eterna. Tu palabra dice que no tema ni desmaye porque Tú estás conmigo todos los días de mi vida. Sé que no mientes, así que decido creer y confiar, que en este oscuro túnel, Tú vas conmigo, Tu, Dios, me alientas, me levantas y me amas. Amén.
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Sanando nuestra vida, practicando el perdรณn
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Etapa de Aceptación, No hay vuelta atrás
Tu ser amado se ha ido y no volverá. Es sano someter tu mente a Dios y reconocer que muchas preguntas no tendrán respuesta. La confianza de saber que tu vida está en Sus manos te ayudará a levantarte. Tendrás que seguir adelante, aunque todavía no sabes muy bien cómo hacerlo. Puede que las oleadas de dolor sean más esporádicas y un poco menos intensas, aunque esto no quiere decir que ciertos momentos, personas, lugares y fechas que te traigan recuerdos, te lastimen mucho y sientas retroceder. Llegará un momento en que sientes que vas mejorando. De pronto tendrás temor de olvidar. Esto es normal, ya que en el fondo de tu corazón, no quieres hacerlo. No tengas miedo, aprender a vivir y disfrutar de la vida, no quiere decir que olvides a la persona amada. Prepárate cuando venga una fecha especial, ya que puede ser dolorosa. Los aniversarios, cumpleaños, navidades, feriados, entre otros, son fechas en que estarás más sensible. Lo sano es prepararte para las mismas y con el núcleo familiar íntimo decidir qué hacer en ese día especial. Los que te aman entenderán y respetarán tu decisión. 34
Reúnete con personas que hayan tenido una situación similar, ya que compartir experiencias es una herramienta muy útil, y no te sentirás solo. Al caminar y conversar con otros que sienten lo mismo, te darás cuenta que es un proceso normal.
Reconoce la presencia de Dios en tu dolor Yo, por mi parte, los consolaré a ustedes, como una madre consuela a su hijo. Isaías 66:13a No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7 (RVC) Tus promesas me dan vida; me consuelan en mi dolor. Salmo 119:50
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Sanando mi corazón, practicando el perdón En el proceso de duelo hay mucho que perdonar: - A Dios, ya que nuestra mente y corazón no entienden porque pasó lo que pasó. -A nosotros mismos, porque hicimos o dejamos de hacer algo con o por quien se fue. - A quien murió, porque nos dejó. - En algunos casos al que o a los que tuvieron que ver con la muerte de nuestro ser amado, por ejemplo un accidente o una muerte violenta. Sumido en esta etapa de soledad tan profunda que sientes, te preguntas donde están todas las personas que te prometieron compañía en este duro proceso. Lo más sano es perdonar, ya que en muchas ocasiones ellos simplemente no saben cómo acompañarte, ni que hacer, ni que decirte. Sin embargo, hay una noticia que queremos compartirte. Hay alguien, que si se atreve, es más, también te entiende y ha sufrido lo mismo en carne propia. Su hijo también murió… fue asesinado de una manera brutal en la cruz del calvario, y fue por ti, y fue por mí. 36
Ese alguien es Dios, quien al ver a su hijo Jesús morir, comprende tu dolor y está dispuesto a amarte, consolarte, levantarte y sostenerte, si tú se lo permites.
Debemos perdonar Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense de la misma manera que Cristo los perdonó. Y sobre todo, revístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Colosenses 3:13-14 (RVC) Desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad. Efesios 4:31 (RVC) Cuando oren, perdonen todo lo malo que otra persona les haya hecho. Así Dios, su Padre que está en el cielo, les perdonará a ustedes todos sus pecados. Marcos 11:25-26
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Consejo Es momento de tomar una decisión y solo tenemos dos opciones: 1) Perdonar y con la ayuda de Dios seguir adelante. 2) No perdonar y tener una vida llena de amargura y soledad.
Oración Señor, reconozco que has caminado conmigo y te lo agradezco tanto. ¿Qué sería de mi vida si Ti? Gracias porque poco a poco me has ido enseñando que no tengo que “olvidar” a quien he amado tanto. Eso me trae paz. Dios, lo que te pido es que me ayudes a ubicarlo en mi corazón en el lugar que es el correcto, y que yo pueda seguir adelante. Es momento de agradecerte por los años que me permitiste disfrutar a su lado. Te pido perdón por dudar de Ti y perdono a cualquier persona que me halla causado dolor. Amén.
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A pesar de todo... la vida continua
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Decido seguir adelante A pesar de lo fuerte que esto puede sonar, la vida no se termina por la muerte de un ser querido. Hay más personas a tu alrededor que te aman y que amas. Ellos te quieren “vivo” y te necesitan a su lado. Cuídate de manera integral (alma, cuerpo y espíritu). Consiéntete, llora, habla de lo que sucedió. Descansa. Sé paciente contigo mismo. En lo posible, trata de comer saludable y dormir para recuperar energía. Un poco de ejercicio (salir a caminar al aire libre) es aconsejable. Tienes que “decidir” seguir adelante. No te puedes permitir morir con el que se fue. En Deuteronomio 30:15 dice: “Hoy deben elegir qué prefieren. ¿Quieren que les vaya bien, o quieren que les vaya mal? ¿Quieren tener vida, o prefieren la muerte?”. De corazón deseamos que elijas la vida. Es imposible olvidar a quien has amado, ya que el amor permanece para siempre. Solamente le ubicarás el lugar correcto en tu corazón. Poco a poco aprenderás a amarle de forma diferente. Antes en su presencia física y ahora en el recuerdo, en lo más íntimo de tu corazón. 40
Recuerda que el volver a sonreír y disfrutar de la vida, no significa olvidar ni dejar de extrañar. Esto traerá paz a tu corazón. La vida es demasiado frágil y bella, ¡Aprovéchala! Dios te ayudará a seguir viviendo.
Decide... ¡seguir viviendo con la ayuda de Dios! Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo. Isaías 41:10
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Consejo Tienes una misión en esta vida. Decide cumplir tu propósito y honrar a Dios.
Oración Padre nuestro, ¡he aprendido que la vida es tan frágil! Aunque no lo comprenda, Tu eres Dios, y en este momento tu decisión ha sido que mi ser amado viva allá y yo aquí en la tierra. Por lo mismo te pido con todo mi corazón que me ayudes a aprovechar cada minuto de vida que me regalas con los que tengo a mi alrededor para amarlos, disfrutarlos y crear buenos momentos y recuerdos en sus corazones. También es momento de darte gracias por las personas que Tú pusiste en mi camino y que han asumido el reto de sufrir el proceso a mi lado. Puede que sean pocos pero son ángeles enviados por Ti, unas columnas fuertes que me han sostenido en este tiempo y te agradezco por sus vidas. ¡Gracias, porque de tu mano he decido seguir adelante! Amén.
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Mรกs allรก de la muerte
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La esperanza de una vida eterna Al morir, el consuelo que tenemos los que hemos creído en Jesús como el Hijo de Dios, es que la salida de este mundo, será la entrada al cielo por una eternidad. Allí viviremos en un lugar donde no habrá llanto ni lamento. Esto es consuelo y esperanza para nuestra vida. Ellos realmente solo se adelantaron en el viaje, y los volveremos a ver.
A esto Jesús respondió: —Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá. Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto? Juan 11:25-26 Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos: —No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Juan 14:1-3 44
Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en él. 1 Tesalonicenses 4:13-14 Cuando alguien muere, se entierra su cuerpo, y ese cuerpo se vuelve feo y débil. Pero cuando esa persona vuelva a la vida, su cuerpo será hermoso y fuerte, y no volverá a morir. Se entierra el cuerpo físico, pero resucita un cuerpo espiritual. Así como hay cuerpos físicos, hay también cuerpos espirituales. 1 Corintios 15:43-44
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Consejo Te invitamos a creer en la vida eterna que Dios nos ofrece por medio de Jesucristo. Esto te dará la certeza de que hay vida más allá de la muerte.
Oración Señor, te doy gracias porque en tu gran amor enviaste a tu hijo Jesús a este mundo para darme vida eterna. Me consuela y me llena de paz tener la seguridad de que mi ser amado solo se me ha adelantado en el viaje. Amén.
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ApĂŠndice
Algunos consejos para apoyar a los que sufren.
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Tú puedes ser un instrumento de bendición, con tu presencia y apoyo La mayoría de las personas no sabemos caminar y acompañar a los que sufren. Nos sentimos incómodos cuando alguien llora por mucho tiempo y esto es precisamente lo que pasa en el duelo. La verdad, es que muy a menudo no tenemos ni idea de que decir cuando alguien se enfrenta a esta situación. Hay tragedias tan grandes en donde las palabras sobran. Algunas veces, por querer consolar, terminamos haciendo completamente lo contrario, (por supuesto, sin quererlo). Es por eso que a continuación te compartimos algunos consejos para ayudar a los que sufren por la muerte de un ser amado.
Al momento de la noticia, el funeral y el entierro - Simplemente exprésate de la siguiente manera: Te acompaño en tu dolor o Pido a Dios que te de fortaleza. - No digas que lo sientes, si no lo has vivido: No puedo ni imaginar por lo que estás pasando… pero aquí estoy para lo que sea. 48
- Pregunta qué es lo que se necesita y como puedes ayudar. - Dile: Date el permiso de estar enojado(a), triste, frustrado(a). Si necesitas expresarlo aquí estoy para ti. - No digamos nada, si no sabemos que decir; se expresa mejor con un abrazo, una mirada o simplemente el silencio.
Al pasar unos días o semanas Generalmente se recibe ayuda durante los primeros días. Después las personas desaparecen y el que sufre se siente solo y abandonado. Acompañar en este tiempo es importante. A continuación encontrarás algunas sugerencias: - Decir presente cuando todos se van. - Escuchar: Ten unos oídos grandes y una boca pequeña para poder escuchar y amar al que sufre. - No te asombres, ni te asustes por lo que puedes escuchar. Simplemente escucha. La persona necesita sacar todos esos sentimientos y preguntas sin respuesta que agobian y perturban su corazón.
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- No interrumpir; más bien, puedes hacer alguna afirmación o pregunta para dar lugar a que continúe hablando, ya que esto es sanador. - No tengas temor de sufrir con los que sufren. - Si la persona no te atiende, envía un mensaje de texto, un email, una llamada, unas flores, unas galletas, un plato de frutas o un pastel con una notita especial. En fin, cualquier detallito que demuestre que piensas en ellos. Esto puede ser muy grande en el corazón dolido. - El hacer unas compras en el mercado o supermercado o aun enviar una comida saludable puede ser altamente valorado. - Estar disponible y hacerlo saber es importante para que la persona tenga la confianza de llamarte en cualquier momento o necesidad. Respeta si quiere estar solo y sugiere opciones cuando no quiere estarlo. - Habla de la persona que partió (menciona su nombre y recuerda momentos que vivieron juntos). No te incomodes ante el silencio, tu compañía es de valor. - Recuerda que cada persona es única, su tiempo y manera de recuperación también lo es, no podemos acelerarlo. 50
- Sé sensible y acompaña especialmente en fechas especiales. Comparte del amor de Dios cuando sea el momento adecuado. - Que tus hechos hablen más que tus palabras, al momento de demostrar el amor por los que sufren. - En algún momento de la vida todos necesitaremos de alguien que se atreva a estar con nosotros en este proceso. - Simplemente recuerda que Dios muestra su amor a las personas a través de otras personas.
anima a otros a caminar con los que sufren este proceso Sean humildes, amables y pacientes, y bríndense apoyo, por amor, los unos a los otros. Efesios 4:2 Ustedes deben ser compasivos con todas las personas, así como Dios, su Padre, es compasivo con todos. Lucas 6:36
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Notas
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