Pรกjaros en mi...
cabeza
Inmoda moda y belleza
Sofia Paredes.
Pájaros en mi cabeza. Podría llamarme perfección pero eso es exclusión, me llamo la pájara Rogelia, creo que algo esta mal conmigo, si, si, dijo mi abuela, yo creo que tienes pájaros en A2 la cabeza.
Ella no podía volar, tenía las alas rotas, se dice que Rogelía era autista ya que sólo quería bailar y cantar, pues no se concentraba en nada mas. A3
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Su abuela le decía ya no me repitas más, cuuu-cuuu, cuuu-cuuu, como reloj suizo, era muy puntual.
No, no puedo estar quieta, nadie quiere estar en casa, nadie quiere estar sólo, daré mi máximo, no quiero estar sola, pero estoy sola, está soledad que me mata.
sola en mi nido de amor, que ni mi papá ama, solo tengo a mi abuela, en este nido de amor, yo quiero bailar, cuando salgo también quiero bailar pero no puedo volar
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asĂ que dejo escuchar mi cantar pero, tampoco tengo voz, lo hago con todo mi corazĂłn, no pararĂŠ, como una bella bailarina de ballet.
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que parece que vuela, cuando brinca, alto, se para en sus zapatillas, que no muestran dolor, solo belleza, le duelen los pies a la bailarina pero no se rompe.
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Quiero la compañía de tres alegres compadres yo veo desde mi nido, los tres canarios en la jaula.
así es el baile de la vida, me vuelve paranoica, si busco problemas los encuentro, por eso me porto bien y me encierro con los pájaros en mi cabeza pero me asusto, tengo miedo, estoy en reparación pero nadie me repara porqué estoy sola.
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son amarillos como los girasoles, mi flor favorita, buscan el sol, las plantas inteligentes, !qué positivo buscar el sol¡ si, si, el color de los tres canarios es amarillo girasol.
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Yo quiero que me quieran los canarios, pero ¿cómo? Si yo aún estoy aprendiendo a quererme, no me lo tomen a mal, pero, sólo trato de aprender a quererme. Quiero ser una princesa con un final feliz, pero que va si yo eh tratado de dar fin y sólo comienzo de nuevo, tengo que aprender a quererme para querer y no recomenzar, querer la misma vez, no una y otra vez, a otros una y otras veces diferentes, primero soy yo debo entenderlo si tan sólo un príncipe, no soy tan exigente me lo cantara yo entiendo con ritmo.
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No conocí ningún príncipe, sólo conocí a mi gato interior, Maullicio, y así logre volar.
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Fin.