Gran fiesta en Guápiles
Romano Orlich, 87 años
Pococí celebró aniversario El mejor productor bananero PAGINAS 16 y 17
PAGINAS 2 y 4
AÑO XVII N Número 185 N 2012
El Periódico de la provincia de Limón
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DON YOYO QUIRÓS, DE 95 AÑOS
Conozca historia profunda de Pococí Don Yoyo Quirós, ex ministro de Agricultura, ex diputado, ex embajador en el antiguo bloque socialista europeo y ex gerente del ITCO, a sus 95 años cuenta detalles importantes de la historia de Pococí y de Limón, en un libro del periodista Camilo Rodríguez Chaverri. Informe especial en paginas. 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13.
PADRE DAVID SOLANO, DIRECTOR
Crece Escuela Social Juan XXIII PAGINA 18
MÉDICO E INVESTIGADOR GUAPILEÑO
El libro del Dr. Edwin Solano PAGINA 18
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Los niños fueron los que más disfrutaron de esta hermosa fiesta.
EN 101 ANIVERSARIO DEL CANTÓN DE POCOCÍ
Guápiles se inundó de fiesta
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Fotos Eduardo r Solano Romero
El pasado 19 de setiembre, en la conmemoración de los 101 años del cantón de Pococí, se vivió una verdadera fiesta en cada una de las actividades planeadas para dicha celebración. Primero el show de Los Pirulos deleitaron a los más pequeños, quienes juntos a sus familias desbordaron su alegría por doquier… Luego los diferentes grupos musicales pusieron a bailar a más de uno. El grupo Percance realizó una gran presentación que encantó a jóvenes y grandes. Más tarde, los presentes observaron un grandioso juego de pólvora. Cerró esta hermosa noche, la presentación del Grupo Marfil, como ellos tienen acostumbrado hacerlo. El alcalde municipal Emilio Espinoza Vargas se dirigió a los presentes, en la conmemoración del
La actividad estuvo muy concurrida. Espero que todos disfruten las 101 Aniversario del cantón de Pococí, donde comentó que es diferentes presentaciones de maneimportante que la Municipalidad ra sana y en familia, preparadas ponga su granito de arena en una para esta fiesta y agradecer a Dios actividad tan noble como esta, aquí por el hermoso día que nos ha regase encuentran familias, compartie a n- lado y continuemos juntos mejorando con sus hijos e hijas, jóvenes e do y haciendo grande día con día incluso muchos de los fundadores este cantón de Pococí, terminó diciendo el alcalde municipal. de este cantón.
El alcalde municipal Emilio Espinoza Vargas se dirigió a los presentes, en la conmemoración del 101 Aniversario del cantón de Pococí y motivó a seguir trabajando por el desarrollo de este hermoso cantón.
El Show de Los Pirulos fue muy aplaudido por la multitud presente.
El grupo musical Percance, puso a bailar al pueblo asistente.
DIRECTOR: Sergio Fernández Solano Coordinador: Camilo Rodríguez Chaverri Asesor Legal: Lic. José Cabezas D. Colaboradores: Jorge Durán, Róger Durán.
Teléfonos: 2710-7570 / 2710-0210 / 2224-5586 y 8818-9128 Publicidad y Ventas: Telefax 2224-5586 y teléfono 2710- 7570, 710-0210 y 8828-8484
El fuego de pólvora estuvo espectacular. p Fotógrafos: Wilberth Méndez (2710 -7520) y Obet Férnadez. Diseño: Gisselle Gonzáles R. Impreso en Grupo Nación
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Variedad de público se hizo presente.
Guapileños vivieron a lo grande 101 aniversario del cantón de Pococí EL GUAPILEÑO Fotos Eduardo r Solano Romero
Este tipo de actividades permite unir a las familias del cantón. El alcalde municipal Emilio Espinoza Vargas se mostró muy complacido por la gran cantidad de familias que presenciaron las actividades. Aquí junto a Los Pirulos.
El parque de Guápiles se hizo pequeño para el público presente.
Los padres compartieron con sus pequeños.
Los niños inundaron los alrededores del parque para disfrutar en grande.
Disfruta las fiestas Patronales San Rafael – La Colonia 2012 Del 20 al 28 de octubre Gran celebración del nuevo distrito de Pococí Ven con tu familia y disfruta en grande…
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LA MUNICIPALIDAD DE POCOCÍ INFORMA, TRASLADO DE OFICINAS:
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as oficinas Municipales, serán ubicadas en forma temporal en el Hotel Talamanca, T ubicado específicamente 50 metros al este de la entrada principal a la ciudad de Guápiles, márgen izquierdo de la Ruta 32. Dicho traslado está contemplado para finales de octubre de este año. En acatamiento a la Orden Sanitaria, emitida por el Área de Salud de Pococí, en la persona de la Dra. Nora Barrero Escobar, para el desalojo definitivo y donde se solicita también la demolición del edificio actual, por sus condiciones de alta peligrosidad para los funcionarios y funcionarias municipales, así como a nuestros contribuyentes y público en general: Para el Municipio es un momento especial e histórico y desde ahora nos ponemos a las órdenes para brindar una mejor atención que la ciudadanía í merece. Dios les bendiga y el agradecimiento sincero a los señores del Concejo Municipal, personal, Comisión de Traslado y al Ministerio de Salud.
Emiili Em ilio io Espi pino inoza za Va Varg rgas as Alcalde Municipalidad de Pococí
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El túnel Zurquí, símbolo y emblema de la carretera Braulio Carrillo.
El camino de Carrillo, en ruta para Guápiles YOYO Q QUIRÓS Y CAMILO RODRÍGUEZ
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Primero que todo, hablemos del camino de Carrillo. Al costado norte del Mercado Central, ahí empezó el empedrado. Pasaba por Barrio Aranjuez, por Santa Teresita. Atravesaba el río Torres. Por el Asilo de Ancianos, cruzaba hacia Guadalupe. Antes de llegar a Guadalupe, hacía una diagonal evitando pasar por la Villa de San Vicente. Pasaba en el intermedio, por
San Blas, Santa Rosa, San Jerónimo. Pasaba por el Paso de la Palma. Había un campamento de la carretera que se llamaba El Alto de Morice. Bajaba a un intermedio entre El Alto de Morice y el Río La Hondura, a un llano que se llamaba El Llano de Don Félix Delgado. Era dueño de la mitad de Guadalupe, de la mitad de Aranjuez, y muchas propiedades en lo que fue esta ruta, la ruta de la carretera a Carrillo, de Corinto para allá. Sigo explicando. Vamos llegando al Bajo de la Hondura, en el Río
Hondura, de agua pura, cristalina. En ese tiempo, no se conocía el pasto quicuyo. Había turbara y ajenjibrillo. a Ese llano era una sabaneta. Llegamos al sitio de la iglesia de Don Félix Delgado. ¿Estamos ubicados? Bueno, de ahí me desfondé al río. Ese río va cantando. Para que el agua cante tiene que tener más de un dos por ciento de declive. Si no, el agua va triste. Ahí estamos a 700 metros sobre el nivel del mar. De la iglesia para abajo a uno iba en compresión y luego de nalgas. Ese río ya
está a la altura de la iglesia de San Isidro de El General. Ese río sigue cristalino, pasa por un lugar precioso que se llama La Laguna. De ahí siguen Las Chorreras. La carretera de Carrillo pasa debajo de Las Chorreras. Saliendo de las Chorreras se llega al 27, el punto de encuentro de la construcción de la carretera de Carrillo, que empezó a canto rodado en Carrillo, y también se empez m ó a canto rodado en el costado norte del Mercado Central de San José. Los dos constructores se
unieron el 27 de abril, tal vez de 1870. Ya estaba Tomás Guardia.
La finca Numancia Hay una historia interesante. Iba Tomás Guardia a caballo. Se encuentra ahí con una cuadra de caballos muy bien entrenados, de una gente que trajo Guardia de un lugar de Castilla que se llama Numancia. Era la familia Feo. Venían de Numancia. Don Pepe fforma La Pepilla, la primera finca que tuvo ganado cebuino
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puentes son puentes inspirados en la misma filosofía f de la Torre Eiffel, f con una economía extrema de material y una largueza, r una generosidad larga de inteligencia. Soportaba cualquier tren.
Los Chamberlain y los Xirinach en Guápiles
Finca La Numancia, ahora es solo historia, pues la casona fue quemada el 7 de marzo del 2011. en Costa Rica, que estaba entre La Marina y La Unión, ahí en Guápiles, donde forman una finca muy grande los Feo y traen los primeros maisoles. La palabra “maisol” surge de Maisor, de La India. Volviendo al 27, se juntan las caballerizas. Los Feo eran gitanos. Ojalá que no se resientan por lo que confieso aquí. Luego se combinan con los canarios, con los Sáenz. Yo conocí a don Ricardo Feo, el hijo de don Pepe. Lo conocí en el corral de piedra de su finca, Numancia, en Guápiles. Lo conocí enseñando cómo se sogueaba, cómo se manejaba e una res, cómo se volcaba un animal. Vamos por la carretera, de vuelta al relato. Ya estamos en 27, a 12 kilómetros del “chupulún” del Río Blanco, que viene de una finca que tenía Mario Echandi, de El Silencio y de Cascajal de Coronado, las estribaciones del Irazú. Ya el río va blanco, a tres kilómetros. Por la margen derecha le cae el río color esmeralda, el Río Recreo, a unos tres kilómetros, y a otros tres kilómetros hay un campamento que se llama Playas, muy acogedor, con muy buena fuente de agua. A varios kilómetros hay otra etapa de jornada. Hay que acordarse de que es una jornada de carretera, y que no había platina, como en un puente de Costa Rica que ahora no funciona por culpa de una bendita
Don Yoyo con Camilo. platina. En ese tiempo, todo estaba bueno. Nunca se descomponía. A los kilómetros, el campamento se llamaba El Coronel y de aahí se llegaba a la gran Aduana de Carrillo, sobre el margen izquierdo del Río Sucio, copia de la Aduana de San José. Antes de llegar a Carrillo, a unos cinco kilómetros, le cae al Río Blanco un río que lo enchocolata, el Río Sucio, que viene del Volcán Turrialba. Se llama Quebrada Gata. El río juguetón, que va jugando en una franja de playón como de un kilómetro, el Río Sucio, empuerca al Río Blanco, que viene de La
Hondura. Ya le había caído antes el 27, que viene de donde Mario Echandi. Primero le cae la leche y después el chocolate. Estando en la margen r izquierda, porque la carretera de carreta y de herradura obligaba a que estuviera ahí la aduana, está la terminal de lo que en el ferrocarril iría a ser la Línea Vieja, la línea original. Se viene a llamar vieja cuando se abandona y se habilita la línea de Siquirres. r
De Carrillo hacia Guápiles Ya estamos en Carrillo.
Seguimos hasta Guápiles, con un puente que en ese momento se construyó aquí y seis meses después tuvo que abandonarse porque se lo llevó Quebrada Gata. Por el nuevo cauce, se hace otro nuevo puente. Después de cuatro o cinco puentes, se ve la imposibilidad de mantener un tren, porque a cada rato hay que darle gusto al caprichoso río. Con chocolate y con leche, se forma el Río Quebrada Gata, que se juega para lado y lado… El Río Hondura canta, pero este otro truena cuando llueve, cuando tiene mucho cauce. Estamos en la margen derecha. Ahí se llama Corinto. El próximo puente está en el Río General Quirós, que ahora se llama Corinto. A ese río Corinto, arriba de la finca de José Manuel Salazar Navarrete, le cae un río que se llama El Molinete. Arnulfo Quesada Córdoba asegura que ahí había encontrado unos molinos para triturar cuarzo, que ahí hay algo, que tuvo que haber una mina. Esos molinos se instalan cuando hay oro. Arnulfo f era cazador.Tenía T varios cueros de tigre negro, pantera, pecho amarrillo, negro por encima y amarillo por la panza. Es el mismo jaguar pero aquí lo llamamos pantera. Del Corinto sigue entonces, por la trocha del ferrocarril, la finca La Manuda, en La Unión, el Río Costa Rica y el Río Blanco. Los viejos
Después del Río Blanco, hay que pelear con otro río. Otro animal furioso, el Toro Amarillo. Primero había que lidiar en la Quebrada Gata con el Malacrianza, y llegando a Guápiles, nos toca el toro Chirriche. Así se llaman los dos toros más famosos de las corridas a la tica, en los tiempos en que nos sentamos a recordar estas historias. El Río Danta es chiquitillo pero bravo, como una danta, pero el Toro Amarillo desemboca exactamente en las pertenencias de dos familias de entonces, las familias Chamber m lain y Xirinach. El señor decía Jirinac. Era catalán. Trabajador, el famoso Jacinto Xirinach. El otro era el señor Chamberlain, de los ingleses de San Juan del Norte, de Great Town, donde está la punta del pleito que hemos a . Vinier V on atratenido con Nicaragua ídos por la industria del banano. Don Santiago Chamberlain, el hijo mayor de esa familia, se casó con una señora Zeledón. Los de la familia Chamberlain fueron gente prominente. Son los que, por conexión, por influencia con el General Guardia, hacen el estudio para asentar en ese llano tan fértil y tan lindo lo que ahora se llama Guápiles. Para eso delegan al General Quirós. Don Santiago Chamberlain es quien le sirve de vínculo al General Guardia con lo que es la construcción y la relación con los habitantes. Así las cosas, el General Quirós contrat t a en Santiago de León de los Caballeros, en Nicaragua, a un científico universitario que se llama Agustín Gutiérrez Lizaurzábal, vasco, y lo primero que hace es el estudio topográfico, y en ese llano asienta el cuadrante único en Costa Rica hecho con toda la ciencia y toda la previsión urban r ística, que adolecen todos los demás cuadrantes, el cuadrante que va desde Toro Amarillo, cruza todo Guápiles, La Emilia, Los Diamantes, Calle Uno, El Molino, Calle Seis, Calle Diez, y llega a Jiménez. Por ejemplo, se llama Calle Diez porque ya iban diez calles. Son calles de cien varas castellanas, transversadas por avenidas de cien varas castellanas, es decir, de ochenta y ttres metros. El suegro de Tino Zúñiga, que fue todo un personaje de La Rita, ahí por Guápiles, el señor Vázquez, se dedicó a abrir calles. El camino de La Emilia a La Rita, por dentro, tiene muchas propiedades a un lado, que son seccionadas. Son los 60 metros que no cogía el derecho de calle. La gente las cogió. También iban de Calle Uno a Roxana.
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La verdadera historia de cuatro pueblos de Pococí
O Conozca cómo nacieron Los Diamantes, La Rita, La Colonia y La Emilia. O Cómo empezaron p a producir banano y hule aquí.
El pueblo de La Emilia de Guápiles.
YOYO Q QUIRÓS Y CAMILO RODRÍGUEZ
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Los Diamantes era, en ese tiempo, por allá de 1920, la finca de don José Quirós, quien empeñó Los Diamantes para pagar una deuda brutal, de tres mil pesos, con el peor garrotero de Costa Rica, el hombre más injusto, que se llamaba Justo Quirós, hermano de él. La finca la hizo don José Quirós, y la vendió a don Manuel Francisco Quesada Quirós, quien le hizo un ferrocarrilito. Ese trencito bajaba al norte, por donde Tino Zúñiga. Va a La Rita. Y ahí hacen mil hectáreas de banano, para sacar la producción por el trencito hasta La Emilia. Don Manuel Francisco les compra a los hijos de Don José, que son Napoleón y Emilia. La comunidad de La Emilia, a la par de Guápiles, se llama así porque don José Quirós tiene una hija que se llama Emilia, y le hereda donde está La Emilia, donde tenía una casa muy linda, de maderas de laurel barcino. Cuando estaba Emilia, tenía unas partes barnizadas. Me acuerdo de ella. Yo estaba muy chiquillo. Estoy hablando tal vez del año 1930. La Rita de Pococí, de Guápiles al norte, se llama La Rita porque la esposa de don Manuel Francisco Quesada Quirós se llamaba doña Rita Bonilla. Ellos son los papás de don Melis Quesada Bonilla y de don Álvaro Quesada Bonilla. Don Melis ya tenía Los
La Colonia, por su crecimiento poblacional, es desde hace unos meses el sétimo distrito del cantón de Pococí. Diamantes con ganado, cacao y una de las primeras crías de pollos. La manejaba un jamaicano educado, Walker. No era filibustero. Era un hombre que sabía de agricultura. Esos huevos los empacaban bien, en tusa, y los repartían en el tren hasta Limón.
Del banano al hule Don Melis cuidó mucho el bosque en Los Diamantes y sembró, en contrato con la United Fruit Company, mil hectáreas de banano en La Rita. Esas mil hectáreas de banano, con una gran deuda en un
banco, se mantuvieron, y estuvieron exportando el banano mientras no llegó la sigatoka. Cuando la sigatoka llegó a Costa Rica, en el año 38, antes de que la finca quebrara, don Melis consiguió que el gobierno le pagara una gran suma por las mil hectáreas de Los Diamantes. Las escrituras de La Rita no habían dado pie para ser hipotecadas porque esa finca tenía sus problemas, pero las deudas estaban respaldadas por la hipoteca de Los Diamantes. Don Melis era un hombre muy digno, orgulloso r de él, muy señor. Habiendo ya hecho estragos la crisis mundial del año 29, había des-
ocupación en los campos y en la ciudad. Don Melis obtiene que el gobierno de don León Cortés le pague cincuenta mil colones por las mil hectáreas de Los Diamantes, con casas, con caminos, con tranvías, con cultivos de cacao, para formar una colonia agrícola. El ministro de Agricultura era el mismo Ministro de Fomento, y no creyó que fuera conveniente dedicar esa finca a una parcelación de colonia. Prefirió coger los terrenos que tenían carácter de baldíos, y que ya tenían algunos campesinos ubicados. Prefirió hacer una colonia aparte, y así nace la colonia de San Rafael, y deja la colo-
Don Yoyo Quirós nia de Los Diamantes como un campo experimental, que queda en manos del gobierno. La colonia de San Rafael tenía los mismos problemas que las mil hectáreas de don Melis. Se llama así por San Rafael de Heredia. Eran puros heredianos. Los heredianos no tenían que atravesar San José para llegar a Puriscal. De San Rafael pasaban a San Isidro, de ahí a San Josecito, que era la universidad de los baqueanos. Caían por ese camino. Se chorreaban para unos terrenos
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donde las milpas eran el doble que allá arriba. Bueno, soy de esa época, y no quedan testigos. Tino Zúñiga, de La Rita de Pococí, decía que sacaba una semana para sólo mentir y rajar porque como nadie nos puede contradecir, estamos con la cancha abierta. Pero ya Tino murió. Así que ni siquiera él puede contradecirme.
Segunda g Guerra Mundial Para la Segunda Guerra Mundial, no había hule. Así que había que jugársela. El ejército americano siempre fue muy sabio. El concepto de la institución de la concesión la sabía manejar e con eficiencia, con perfecta claridad. No había nada debajo de la mesa. Cerradas las fuentes de hule, que eran las Filipinas, en el Pacífico, siendo los japoneses los dueños del Pacífico, y ya que estaba el Caribe abundado de submarinos alemanes, una fuente buena habría sido Brasil, que es la cuna del hule. La gran cantidad de hule no venía de Filipinas ni de las Islas de la Polinesia, donde se producía más barato. Deciden que el hule natural, de producción limitada, se puede sacar una vez al año, y el hule de Brasil siempre fue un problema, por delicado. El hule hebea brasilensis es diferente al hebea castelloa. El brasilensis es de mejor calidad. La gran fuente de hule eran Las Segovias de Nicaragua. Las montañas del norte de Costa Rica no eran suficientes. El ejército americano no contrató aAutopistas del Sol (empresa que construyó la carretera Ciudad Colón-Caldera, y que ha sido muy cuestionada por la prensa para la época en que escribimos juntos estas notas). El ejército americano contrató a la Good Year, que sí sabía de hule, conocía de cerca todo el proceso, hasta producir la llanta. La Good Year estudia la parte agronómica y patológica. La otra variedad, el brasilensis, no hubiera durado aquí un año. Se lo hubieran comido los hongos. La Good Year hace viveros de hebea castelloa, que es el nativo, que se la juega hasta con Riteve (empresa que tiene el monopolio de la revisión vehicular en Costa Rica para la época en que escribimos estas memorias), se la juega con los hongos, corta los arbolitos, y le mete el injerto de hebea brasilensis, un tallo muy productivo, para no tener problema de follaje. Luego, le mete otro follaje arriba de castelloa. Fue una salida excelente para el problema de la producción de hule. Los semilleros los hace en la finca Los Diamantes, justo al lado de Guápiles. Ya traían la técnica. El ejército y la Good Year se la ingeniaron muy bien. Lo sabían por su experiencia en Filipinas y en Indonesia. Se forma un hular regular en Los Diamantes y un hular enorme en El Cairo, La Alegría, hasta Florida, al norte, a llegar a Ontario, a que es donde va el ferrocarril, donde el ramal llega y pega con el Río Reventazón. Todo eso pertenece al cantón de Siquirres. Es muy rápida la producción. Se fajan con la producción de látex. Enseñan a la gente a cosecharlo. Lo cosechan en tacitas. Es como ordeñar a los árboles. Le hacen un canalito al árbol. El látex iba muy bien tratado a un laboratorio en Los Diamantes, que funcionaba con unas plantas eléctricas lindísimas.
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Huleros y bananeros de los ríos de Pococí CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
-De las memorias de don Yoyo Quirós Roger Stone montó una empresa, Caribbean Packing Corpor r ation, para a exporta r ar hule. Era la empresa que se encargaba de tomar el riesgo de darle provisión para tres, cuatro, cinco meses al hulero, que en su mayoría eran nicaragüenses, en el Río San Juan y en todos los afluentes, el San Carlos, el Medio Queso, el Pocosol, el Las Marías, el Sarapiquí, el Caño Negro, el Sardinal y el Zapote, todos esos ríos en las cuencas del lado de Costa Rica, y todas Las Segovias en Nicaragua, así como el Departamento del Río San Juan. Esa era la cancha por donde el que se llevaba seis meses de provisión podía fugarse sin que nadie lo atajara. Un agente principal estaba en Villa Quesada, un agente estaba en Los Chiles y uno, en San Carlos de Nicaragua, donde nace el Río San Juan. De los huleros que se financió durante cuatro años, no hubo ni un diez por ciento de fraude. Se le daba la provisión de seis meses y jale, cada hulero se metía en la montaña. Se podían escapar a , pero no lo hacían. Lo primero que hacían era manta buena, “ahulaban” una manta, que quedaba como un cobertor, y ahí guardaban la comida. Entregaban el hule de dos maneras. Una era en queso, que era el tratamiento quitando acidez y sacando suero, o sea, sacaban la marqueta de hule, por lo que tenían que tener la leche del palo muy limpia. En cambio, si rayaban el palo de hule, y dejaban que se fuera cuajando, jalaban esa trenza, como una baqueta elástica, con palillos y cascaritas, lo limpiaban a cómo podían y lo iban arrollando. Eso se llama burucha. El pelo de la madera en cepillo es viruta, no burucha, que es el nombre en portugués. El bulto que se hace se llama mandinga. Empezó muy bien La Caribbean, mandaba las mandingas y los quesos a Los Diamantes, en Guápiles. En la boca de Las Marías había tres entregadores de hule, Juan Medina, Lalo Arrieta y Juan Lara, quienes tenían un danto amaestrado, que jalaba las mandingas, y las ponía a la orilla, donde Míster Stone había hecho una marina, muy bien hecha, que se comunicaba con la lancha Caribbean. De proa a popa se llama eslora. De lado a lado se llama manga, y para el calado se llama puntal. La Caribbean fue primero una plana, pero se convirtió en lancha, que tenía de eslora 72 pies, de manga 14 pies y de puntal 8 pies, para que tuviera un máximo de calado de cinco pies, que cargada quedara con tres pies a la borda, y dos mil quintales. La Caribbean tenía el fondo casi plano, para que ninguna barra la atajara. Se metía a Barra del Colorado, a Parismina, a T Tortuguero. El hulero que se arrimaba a la orilla del Río San Juan, o de cualquiera de los ríos que le caen, como el San Carlos o el Sarapiquí, dejaba el hule y recogía comida, para meterse otra vez a hulear. Había mucho papalomoyo, mucha terciopelo, pero era una forma de vida. La lancha se encargaba r de ir de Limón a Barra del Colorado, o al río San Juan. Después, ya el hule listo, iba a Los Diamantes en tren. LaCaribbeanibaaBarradelColorado.Enplanas ponía la comida. Cada plana con un remolcador. o Se llevaban la comida y ttraían el hule.
La Casona de Los Diamantes es testigo fiel de la historia de este pueblo.
El matriarcado de los ríos Me fui con don Juan Schoeder y conocimos el matriarcado que viene a ser la mejor administración que yo he visto en el mundo. En Barra del Colorado nos recibió doña Estebana. Ropa de cama limpia, comida de primera, un concierto gratis. Tenía cinco chorchas. A una le decía el mambo número ocho. Estebana era la que mandaba ahí. Le daba de comer a los marineros de La Caribbean. La mitad eran marinos de profesión graduados en el Instituto Politécnico de Granada, manejado por curas moravos, bohemios, hablaban eslovenio, y los otros eran marineros hechos en el río. No eran de rumbear en mar. Casi todos tocaban algún instrumentos. Entonces, la mujer que manejaba el concierto de los maria nos era la María. Era una mujer que nos ayudaba mucho a conseguir quien se hiciera cargo r de la carga r y descarga r a tiempo. La marinería de Barr a a del Colorado era gente que trabajaba en el campo y la pesca. Era una matriarcado. Eran mujeres la marinera, la planillera y la encarga r da de la cuadrilla. En el delta al lado de Nicaragua, la aduana del delta la maneja Ferninando Forbes, de Bluefields. Era educado pero era lerdo en escribir. Le regalé una máquina de escribir. Le enseñé a una chiquilla de él a escribir. Había que hacer zarpes. El zarpe consistía en volver a levantar la lista de los remolcadores. El zarpe que teníamos de la autoridad de Colorado no valía para la autoridad nicaragüense. La chiquita se hizo la representante de nosotros. Además, la Celia González montó un establecimiento en La Trinidad de Sarapiquí. Cuando el hulero ya tenía su hulito lo dejaba donde la Celia y la Celia le fiaba la mercadería.
Vea usted,, puras mujeres j De ahí seguíamos para la Boca de San Carlos. La Olga Pastora Cuaresma era todavía más viva que la Celia. Esa nos servía de parachoques. El San Carlos era un río muy chúcaro, porque todas las arenas del arenal venían a parar ahí. Juan Medina decía que el Sarapiquí era un río honesto, porque no daba problema, que el gran sinvergüenza del San Carlos hoy tenía el
banco de arena por aquí, y mañana por allá. Ya siguiendo de la Boca de San Carlos para arriba, estaba la señora doña Betsabé Pérez de Unfried. Ya era viuda del señor Unfried, tenía tamaño poco de banano y se encargaba de coordinar unos botes. Donde ella, estando yo con don Mariano Zúñiga Odio, comiéndonos un almuercito, comí pebre, que es pozol para nosotros. Estábamos comiendo y ella nos decía, “para este invierno tenemos que entregarles menos banano, es que este riyo tiene mucha chancha, el San Juan, ojalá que alguien se le ocurriera drenarlo, porque el yolillal viene metiéndose, conforme se ha levantado la cama del río, se va levantando el yolillal”. El yolillal es el humedal. Fíjese usted, si hubiera raciocinio, todo al extrem t o es malo, no es pecado dred nar el río. Iban las planitas y los remolcadores con muchos problemas por culpa de ese yolillal. Mister Stone me dijo, hágase cargo r de un contrato t con la Texaco. Del Pacifico no había quién les llevara gasolina y diesel a San Jorge, Rivas. Él me dijo, hay que llevar a San Jorge mil estañones de diesel y gasolina por quincena, y pagan tanto. La Caribbean cogía quinientos estañones. Se dejaban en Barra del Colorado. Así que tuve que construir más planas y con los mismos remolcadores. En invierno era fácil pero en verano era difícil. Llevábamos el cargamento donde don Carlos Arceyut, en San Carlos de Nicaragua. El señor ya tenía allí contrato con una barca grande que navegaba comercialmente en el lago. Ya no era el barco Cocibolca. Era un yate de lujo. Le pusieron boyas. Se lo trajeron río abajo. Para que el río San Juan no cogiera por el Colorado, lo pusieron en la Boca del Colorado. Hay una sequía del lado nica y un temporal en Guápiles, y el agua corrió el barco y lo puso a taponear el San Juan. Por eso el San Juan está tan seco. Las planas venían vacías. Aprovechábamos el viaje. Había una sacadita de banano, que la había inventado don José Pablo Rodríguez Quesada. Tuvo un socio y tuvo que dejar botada la tarea. Don José Pablo era muy amigo de don Juan Schoeder. Usamos barcos que habían sido de la invasión de Normandía, de la Landing Craft Infantery, LCI, que eran angostos y tenían una rampa. Entonces los cargábamos en la Barra del Colorado. Eran barcos de dos mil caballos de fuerza. Cuando la fruta llegaba a Jacksonville, o Tampa, ya los compradores sabían que venía directamente de la Barra r del Colorado. Era banano limpio, sin maltrato. Había bananeritos de veinte racimos. En las Marías nos entregaban 800 racimos entre varios, pero especialmente Pablo Orozco. Había un chino en La Trinidad, Manuel Lao, que tenía una lancha, María del Socorro, pero él decía Mariaechoculo, y le decía Motetón a Míster Stone. Míster Stone lo qquería mucho porque le encargó r varios botes. Él sabía hacerlos. Los hacía con tablitas. Eso es un trabajo y un arte. Míster Stone le preguntaba si él sabía navegar. Decía, “no, yo no sabel, Mariaechoculo es mujel, cuando llegal a la Bala (barra), yo decil, Mariaechoculo, vamos Limón, y amanecíamos en Bluefields, y cuando quería ir a Bluefields, llevaba a Limón”.
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RELATOS DE DON YOYO QUIRÓS, DE 95 AÑOS
Historias de Tortugue CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
El Guapileño
O Extractos del libro “Las historias de Don Yoyo Quirós”, de Camilo Rodríguez El marido de Doris Stone, Roger Stone Stewart, a era muy amigo nuestro. Esa familia tiene mucha influencia en Tiffanys, f en esa empresa famosa, de joyas. Roger fue un hombre muy importante en la política exterior americana. Fue confidente de mucho movimiento de los instigadores de guerra. Vino a Costa Rica a proveer de raicilla, de ipecacuana, para combatir la ameba. Es que cuando los soldados llegaron a Asia, se murió la mitad. Había que agilizar mucho el suministro de ipecacuana. Eso lo manejaba una casa en Londres, que tenía la agencia en Nicaragua, en Granada, en la casa de una familia francesa de apellido Choisel, que vivían ahí, en Granada, en una casa cuya puerta es una mocheta, es decir, es una esquina que estaba mocha. Roger Stone montó una empresa, Caribbean Packing Corporation, para exportar hule. Era la empresa que se encargaba de tomar el riesgo de darle provisión para tres, cuatro, cinco meses al hulero, que en su mayoría eran nicaragüenses, en el Río San Juan y en todos los afluentes, el San Carlos, el Medio Queso, el Pocosol, el Las Marías, el Sarapiquí, el Caño Negro, el Sardinal y el Zapote, todos esos ríos en las cuencas del lado de Costa Rica, y todas Las Segovias en Nicaragua, así como el Departamento del Río San Juan. Esa era la cancha por donde el que se llevaba seis meses de provisión podía fugarse sin que nadie lo atajara. Un agente principal estaba en Villa Quesada, un agente estaba en Los Chiles y uno, muy bueno, en San Carlos de Nicaragua, donde nace el Río San Juan. De los huleros que se financió durante cuatro años, no hubo ni un diez por ciento de fraude. Se le daba la provisión de seis meses y jale, cada hulero se metía en la montaña. Se podían escapar, a pero no lo hacían. Lo primero que hacían era manta
Don Yoyo Quirós, de 95 años, fue entrevistado durante muchos fines de semana por el periodista Camilo Rodríguez. De estas entrevistas, donde hay mucho de la historia de Guápiles, surge el libro “Las historias de Don Yoyo Quirós”. buena, “ahulaban” una manta, que quedaba como un cobertor, y ahí guardaban la comida. Entregaban el hule de dos maneras. Una era en queso, que era el tratamiento quitando acidez y sacando suero, o sea, sacaban la marqueta de hule, por lo que tenían que tener la leche del palo muy limpia. En cambio, si rayaban el palo de hule, y dejaban que se fuera cuajando, jalaban esa trenza, como una baqueta elástica, con palillos y cascaritas, lo limpiaban a cómo podían y lo iban arrollando. Eso se llama burucha. El pelo de la madera en cepillo es viruta, no burucha, que es el nombre en portugués. El bulto que se hace se llama mandinga. Empezó muy bien La Caribbean, mandaba las mandingas y los quesos a Los Diamantes, en Guápiles. En la boca de Las Marías había tres entregadores de hule, Juan Medina, Lalo Arrieta y Juan Lara, quienes tenían un danto amaestrado, que jalaba las mandingas, y las ponía a la orilla, donde Míster Stone había hecho una marina, muy bien hecha, que se
comunicaba con la lancha Caribbean. De proa a popa se llama eslora. De lado a lado se llama manga, y para el calado se llama puntal. La Caribbean fue primero una plana, pero se convirtió en lancha, que tenía de eslora 72 pies, de manga 14 pies y de puntal 8 pies, para a que ttuviera un máximo de calado de cinco pies, que cargada quedara con tres pies a la borda, y dos mil quintales. La Caribbean tenía el fondo casi plano, para que ninguna barra la atajara. Se metía a Barra del Colorado, a Parismina, a T Tortuguero. El hulero que se arrimaba a la orilla del Río San Juan, o de cualquiera de los ríos que le caen, como el San Carlos o el Sarapiquí, dejaba el hule y recogía comida, para meterse otra vez a hulear. Había mucho papalomoyo, mucha terciopelo, pero era una forma de vida. La lancha se encargaba r de ir de Limón a Barra del Colorado, o al río San Juan. Después, ya el hule listo, iba a Los Diamantes en tren. La Caribbean iba a Barra del Colorado. En planas ponía la comi-
da. Cada plana con un remolcador. Se llevaban la comida y traían el hule. Entre los huleros, había mosquitos. Eran los más confiables. Venían de los ríos Rama y Mico. El hule fue lo que dio pie a que La Caribbean se estableciera en Barra del Colorado. Termina la guerra, termina La Caribbean Packing, y quedó el enredo de liquidar cuentas, liquidar activos. Roger Stone vino a San Isidro y me dijo que me hiciera cargo de La Caribbean Packing. Yo dije, déjeme estudiarlo. Le dije a don Juan Schoeder, le dije que si no le gustaría conocer el Río San Juan. ¿Cuándo es? Ya, nos vamos ya.
El matriarcado de los ríos Me fui con don Juan Schoeder y conocimos el matriarcado que viene a ser la mejor administración que yo he visto en el mundo. En Barra del Colorado nos recibió doña Estebana. Ropa de cama limpia, comida de pri-
mera, un concierto gratis. Tenía cinco chorchas. A una le decía el mambo número ocho. Estebana era la que mandaba ahí. Le daba de comer a los marineros de La Caribbean. La mitad eran marinos de profesión graduados en el Instituto Politécnico de Granada, manejado e por curas moravos, bohemios, hablaban eslovenio, y los otros eran marineros hechos en el río. No eran de rumbear en mar. Casi todos tocaban algún instrumentos. Entonces, la mujer que manejaba el concierto de los marinos era la María. Era una mujer que nos ayudaba mucho a conseguir quien se hiciera cargo de la carga y descarga a tiempo. La marinería de Barra r del Colorado era gente que trabajaba en el campo y la pesca. Era una matriarcado. Eran mujeres la marinera, la planillera y la encargada r de la cuadrilla. En el delta al lado de Nicaragua, la aduana del delta la maneja Ferninando Forbes, de Bluefield f s. Era educado pero era lerdo en escribir. Le regalé una máquina de escribir. Le enseñé a una chiquilla de él a escribir. Había que hacer zarpes. El zarpe consistía en volver a levantar la lista de los remolcadores. El zarpe que teníamos de la autoridad de Colorado no valía para la autoridad nicaragüense. La chiquita se hizo la representante de nosotros. Además, la Celia González montó un establecimiento en La Trinidad de Sarapiquí. Cuando el hulero ya tenía su hulito lo dejaba donde la Celia y la Celia le fiaba la mercadería.
“Vea usted, puras mujeres” j De ahí seguíamos para la Boca de San Carlos. La Olga Pastora Cuaresma era todavía más viva que la Celia. Esa nos servía de parachoques. El San Carlos era un río muy chúcaro, porque todas las arenas del arenal venían a parar ahí. Juan Medina decía que el Sarapiquí era un río honesto, porque no daba problema, que el gran sinvergüenza r del San Carlos hoy tenía el banco de arena por aquí, y mañana por allá. Ya siguiendo de la Boca de San Carlos para arriba, estaba la señora doña Betsabé Pérez de Unfried. Ya era viuda del señor Unfried, tenía tamaño poco de banano y se encargaba a de coordinar a unos botes. Donde ella, estando yo con don Mariano Zúñiga Odio, comiéndonos un
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ero en los años 40 almuercito, comí pebre, que es pozol para nosotros. Estábamos comiendo y ella nos decía, “para este invierno tenemos que entregarles menos banano, es que este riyo tiene mucha chancha, el San Juan, ojalá que alguien se le ocurriera drenarlo, a porque el yolillal viene metiéndose, conforme se ha levantado la cama del río, se va levantando el yolillal”. El yolillal es el humedal. Fíjese usted, si hubiera raciocinio, todo al extrem t o es malo, no es pecado drenar el río. Iban las planitas y los remolcadores con muchos problemas por culpa de ese yolillal. Mister Stone me dijo i , hágase cargo de un contrato con la Texaco. Del Pacifico f no había quién les llevara gasolina y diesel a San Jorge, Rivas. Él me dijo, hay que llevar a San Jorge mil estañones de diesel y gasolina por quincena, y pagan tanto. La Caribbean cogía quinientos estañones. Se dejaban en Barra del Colorado. Así que tuve que construir Tortuguero fue un lugar con una gran actividad bananera y maderera en los años 40 del siglo pasado. más planas y con los mismos remolcadores. En invierno era fácil pero en verano era difícil. representante a un muchacho había en Casas Verdes V la hizo un Llevábamos el cargamento Oropeza, cubano, gente de primera. carpintero de Jorco que nos ayudó a donde don Carlos Arceyut, en San Traíamos madera desde San hacer esta casa, Antonio Rojas Carlos de Nicaragua. El señor ya Miguelito de Chontales. Los bajábaá Moscoa. tenía allí contrato con una barca mos en lingas. A las tucas les metíagrande que navegaba comercialmen- mos un cáncamo, un clavo. Se hace La bananera que servía de te en el lago. Ya no era el barco un rosario con cable, los lleva grucolchón Cocibolca. Era un yate de lujo. Le pereadas, es decir, que las corriente pusieron boyas. Se lo trajeron río se las lleve, y las atajábamos con un En esa confluencia empezamos abajo. Para que el río San Juan no bum, que los detenía un wataman, un a hacer la bananera que fue la regucogiera por el Colorado, lo pusieron chiquillo. Les pone la zompopa, y en la Boca del Colorado. Hay una con una hacha sin filo, les vuelve el ladora, el colchón. Voy a explicarlo sequía del lado nica y un temporal en cáncamo. Así se movilizaban las bien: hacíamos la estimación, esta semana va a haber tanto, y en una Guápiles, y el agua corrió el barco y tucas. plantación de primera, ahí, en Casas lo puso a taponear el San Juan. Por Los dueños de los barcos eran Verdes, decíamos corten tanto, íbaeso el San Juan está tan seco. los Bordas, dominicanos, pero qué Las planas venían vacías. gente para trabajar. Es cuando la his- mos a recoger banano a la orilla de Aprovechábamos el viaje. Había una toria pasó ahí. Un trabajo de Limón los afluentes, y, por ejemplo, tamsacadita de banano, que la había nos costaba el doble que en Barra del bién cortábamos seis mil racimos, inventado don José Pablo Rodríguez Colorado, porque la mayoría venían cuatro mil para esa semana y dos mil Quesada. T Tuvo un socio y tuvo que de Nicaragua, y eran muy trabajado- para la siguiente. Para contrarrestar la sigatoka, le dejar botada la tarea. Don José Pablo res. dejábamos veinte árboles de selva era muy amigo de don Juan Schoeder. Ahora es muy fácil llenar el Andábamos en Colorado, vivía- contenedor y que se vaya. Son mil por hectárea. Preferíamos surá, entre mos en Limón, en el puro nido de las cajas. En ese tiempo era el barco. el bananal. Míster Stone decía que el víboras, al frente del hotel Park. En Usted arrendaba un barco, con capa- hongo posiblemente era de signo las tardes bonitas se juntaban las cidad de veinte mil racimos. Pero en negativo y los arboles altos de signo positivo, y que los neutralizaba. a Algo malas lenguas, la producción hay variantes. Había curioso, que con sombra se aminoraMis hijos estaban en la escuela, cortas en que nos faltaba, y había en el 45, 46, 47. No había flete para cortas en que sobraba banano. Nos ba la sigatoka. Cuando Míster Heimer, gerente Limón, así que hicimos el convenio metimos por caños buscando tierras de la United en Golfito, iba a pescar con los bananeritos, para llevarlo y bananeras, donde encontramos más sábalo en T Tortuguero, le prestábavenderlo en Tampa, Florida. cerca fue en la confluencia del Río mos La Caribbean. Iba con don Frank También empezamos a sacar Suerte y el Río Desenredo, en Casas madera con unos cubanos, muy m bue- Verdes. Ya en Tortuguero teníamos Scott, superintendente de agricultunos, de apellido Mederos. Tenían T de aserradero. La casa grande que ra, en los años cincuenta, a quien lo
suplantó Jorge Asch. Los llevábamos al bananal, y nos decía, “este bananal sigue siendo el mejor de Centroamérica, pero cuando los coja el mal de Panamá, los va a dejar sin nada”. No fue así. Ahora va a ver por qué no fue así. No fue así por la historia de esos bananales. Toda la semilla era de las huertas de los huleros. Los huleros se metían a la montaña, sembraban limón, castaña y banano. A los nueve meses, el banano les estaba dando bastimento. Nos dedicamos a recoger de todas los campamentos de huleros. Fuimos haciendo el semillero. De una jupa de semilla sacábamos cuarenta. El cola de burro de una vez lo sembrábamos. Donde había algún tiquizque, lo partíamos en muchas. Cuando tuvimos semillas para distribuir, la siembra nunca era a más de cincuenta metros de la orilla del río, que es lo más fértil que hay. Cuando don Pepe Figueres fue a conocer, vino diciendo que no sabía cómo era ese milagro, que a la par de un bosque virgen, producían y rapidito todo estaba en el barco. Usamos barcos que habían sido de la invasión de Normandía, de la Landing Craft Infantery, LCI, que eran angostos y tenían una rampa. Entonces los cargábamos r en la Barra del Colorado. Eran barcos de dos mil caballos de fuerza. Cuando la fruta llegaba a Jacksonville, o Tampa, T ya los compradores sabían que venía directamente de la Barra del Colorado. Era banano limpio, sin maltrato. Había bananeritos de veinte racimos. En las Marías nos entregaban 800 racimos entre varios, pero especialmente Pablo Orozco. Había un chino en La Trinidad, Manuel Lao, que tenía una lancha, María del Socorro, pero él decía Mariaechoculo, y le decía Motetón a Míster Stone. Míster Stone lo quería mucho p porque le encargó varios botes. Él sabía hacerlos. Los hacía con tablitas. Eso es un trabajo y un arte. Míster Stone le preguntaba si él sabía navegar. Decía, “no, yo no sabel, Mariaechoculo es mujel, cuando llegal a la Bala (barra), yo decil, Mariaechoculo, vamos Limón, y amanecíamos en Bluefields, y cuando quería ir a Bluefields, llevaba a Limón”. Sarapiquí tiene historia. En La Trinidad es donde cargan la leña en el primer barco de La Campaña del
Tránsito. Los marinos de los barcos eran eso: marinos, pero los que jalaban la leña eran los trabajadores de ahí. Máximo Blanco Rodríguez lo que hace es que a su gente la pone a jalar la leña, y debajo de cada cargui r ta de leña va un rifle y va una mochilita de tiros. Cuando tienen el barco lleno de leña, también están las armas. Cuando cogen a los enemigos, los fusilan de una vez. Cogen el primer barco, lo coge un joven colombiano de alta navegación naviera, que eso es Máximo Blanco Rodríguez. Se van a San Juan del Norte, Great Town. Llega el barco, estos armados desarman al segundo barco, y Máximo Blanco le da el dominio de todo el río a su gente.
Retrato de Tortuguero, 1945 Yo seguí en lo nuestro. En Tortuguero sacamos madera y banano. Todo eso empezó en 1945. Tortuguero era un cocal dominado por una familia de San Andrés, de apellidos Martínez Benneth. Había mucha gente de Bluefields. Casi todos los que trabajaban para los Martínez Benneth eran de Bluefields. El policía del pueblo que tenía Calderón quedó en el tiempo de nosotros. Era un hombre muy cuidadoso. Tenía un panteón propio. Ese policía se llamaba Albert Downs en Bluefields, pero aquí se cambió el apellido a Martínez. A los negros que se llaman Albert, para decirles Albertico les decían Berti, pero los de Bluefields, le ponen tilde. Entonces le decían Bertí. Al papá de Pedro Mohs, que se llamaba William, los de Bluefields, en lugar de decirle Willi, le decían Willí, con tilde en la segunda i. Don William siempre andaba muy bien vestido, a pesar del calor de Barra del Colorado. Tortuguero era una selva. Tenía jardines muy bonitos, con tiquizque, malanga, fruta de pan, una letrina y un atracadero. Vivían muy pocas familias. La visitaban mucho las familias de Parismina. La postura de la tortuga no era tan buena en Parism a ina como en la pura playa de Tortuguero. Mucha gente de Siquirres iba a la pesca de tortuga y a coger los huevos en Tortuguero.
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Lo que ocurrió en Limónn
Camilo roDríGuez Chaverri a
bien entrenados y armados. Que venían con sus comandantes. Le dijo que al tomar Limón, tenían que tomar el puerto, para que pudieran llegar provisiones. Necesitan en Limón comida, zapatos y ropa. Le pide que organice una intendencia.
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v Memorias de Don Yoyo Quirós, en un libro de Camilo Rodríguez. En el 48, tuve mi participación. Ya había terminado con la liquidación de la Caribbean Packing Corporation, en Limón. En eso es que yo trabajaba. El 12 de marzo, cae Domingo García en San Isidro de El General. Piloteado por el Guillermo Núñez Umaña, “El Macho” Núñez, inicia la revolución. Domingo ya había tomado la jefatura política y el radio. Lo manejaba don Gilberto Blanco, y era anti calderocomunista. Por radio, “Macho” Núñez reporta que de camino un motor se le quedó sin acción, que para no arriesgarse a un accidente tuvo que botar más de la mitad de la gasolina. En consecuencia, estaba sin gasolina y con un motor quemado en San Isidro, que mandaran otro avión con suficiente gasolina, porque tenía mucha tarea, que había mucha carga. r Llega el otro avión, lo toman, y se van los dos aviones, con buena tripulación. Entonces, “El Macho” Núñez, Johnny Víctory, “Pillique” Guerra y Otto Escalante ya se van para La Aurora, Guatemala. La Aurora es el campo militar del ejército guatemalteco. Ahí los esperaba el Coronel Arana, íntimo amigo de don Alberto Ordóñez, consejero del presidente Arévalo. Ordóñez conocía a Don Pepe y sabía de la urgencia de derrocar a Trujillo, r Batista, y todos los dictadores del Caribe. Ordóñez convence a Arévalo para que permita que el general Juanito Rodríguez, dueño de un arsenal que estaba asilado en el campo de La Aurora, en espera de una oportunidad para empezar a matar criminales y dictadores, entregara las armas para la revolución. Ese 12 de marzo regresan a San Isidro con el primer viaje de armas. Esos aviones se quedan en la revolución. Se filtra la información de que San Isidro ha sido tomado por Figueres. Siguen en intentos de arreglo con Ulate y asesinan al doctor Valverde Vega, aunque lo que querían era matar a Otilio Ulate y a Mario Echandi. Al doctor Valverde Vega lo matan los sicarios de Calderón, Tabío a y su manada de criminales. Descuartizan a Nicolás Marín Conejo. Estaba en La Lucha, se enfermó, se fue a curar a San José, y lo cogen preso los hombres de Tabío. a Lo parten en cuatro y lo tiran en sacos en la calle de La Uruca.
Legión g Caribe Por consejo de Alberto Martén, recurren a la asesoría militar a de parte
“Don Pepe confió en mí”
Don Yoyo cuenta lo que ocurrió en Limón en 1948, así como detalles de las familias que iniciaron con el desarrollo de Guápiles. de los dominicanos, deseosos de botar a Trujillo. Llegaba Miguel Ángel Ramírez, secundado por Horacio Órnez, hermano de un periodista Órnez a quien Trujillo quería matar. Interviene Miguel Ángel Ramírez. í Lo traen a La Lucha. Dijo i que La Lucha era una ratonera. Henrietta, la esposa, se va con sus dos hijos, José Martí y Muni, así como el tío Cornelio Orlich, hermano de Chico, casado con Carmencita Figueres Ferrer, y sus dos hijos. Don Pepe se viene para Santa María de Dota. Podía tener defensa, un valle amplio. Había comida, leche, agua potable. Ya con muchas arremetidas del gobierno, y con refuerzos de Somoza,
con aviones de carga r y con la Guardia Nacional en Villa Quesada, ya con todo eso, el Consejo Militar, Don Pepe, Marcial Aguiluz,, el General Ramírez, el Coronel Órne z, y los generales, Rodolfo Quirós, graduado en la Escuela Militar de San Carlos, en Guatemala, y Juan Arrea, deciden que no pueden quedarse esperando. Piensan que necesitan una salida al mar. No podía ser al Pacífico, porque el Pacífico los enchiquera. No tenían dónde contar con apoyos en el Pacífico. En cambio, en el Caribe, Calderón podía aliarse con muchos criminales. Pero era en el Caribe donde podían llegar los opositores a esos dictadores. Escogen Limón. La última semana de marzo llegó
a Limón don Raúl Blanco Cervantes. Por recomendación de Jorge Rossi, llegó a buscar a Enrique Alvarado, quien había sido socio de don José Rossi, el papá de Jorge. r Enrique Alvarado era el hombre del telégrafo. La comunicación internacional iba por el mar, por el cable. El cable iba metido en un tubo de plomo, en el fondo del mar. Por tierra, venía alámbrico. Don Enrique era el director de la empresa gringa de las comunicaciones. Don Enrique era una persona muy solvente. Don Raúl le cuenta a don Enrique, que necesitan una salida al mar, y para eso desean darle ejecución a la Operación Clavel. Le dijo que venían sesenta muchachos muy
Don Pepe Figueres le había dicho a Raúl Blanco Cervantes que buscara a un caraji a llo que se llama Yoyo Quirós. Don Enrique le dijo a don Raúl que lo descartara a él, que él podía ayudar con las comunicaciones. Le aconsejó que no lo metiera a él en la contienda, para que pudiera servir como encargado r de las comunicaciones, y que los calderocomunistas no pudieran coger el telégrafo. Ese sería su trabajo. Yo no estaba. Andaba en Tortuguero. Buscaron a mi esposa. Don Raúl le dijo a don Enrique que me informara de la situación. El jueves 8 de abril, don Raúl Blanco Cervantes, quien era médico, le dijo a don Enrique Alvarado que el sábado 10 iba a ser el ataque. Venían en avión de San Isidro de El General, dos DC 3, con sesenta muchachos. Venían Jorge Arrea, como ametralladorista; Rodolfo Quirós, como asistente segundo del coronel Horacio Órnez, y como capitanes, Vico Starke, Manuel Enrique “Pillique” Guerra, y Hernán Rossi Chavarría, hermano de Jorge Rossi Chavarría. Todos ellos vienen con puestos de mando. En puestos medios vienen Carlos José Gutiérrez Gutiérrez, canciller de Luis Alberto Monge, y un Umaña Volio. El 10 de abril estuvimos hasta las doce de la noche esperando la consigna. Era un bombazo encima del cuartel. Ese sábado, a las ocho de la noche, don Enrique se comunica con don Raúl Blanco Cervantes. Don Raúl le dice que se abortó la operación porque los aviones de Somoza atacaron a los aviones de la revolución. Los aviones fueron a dar a la pista de Altamira, finca de Gastón Peralta en San Carlos. El ejército de Teodoro Picado armó un avión comandado por un americano, de apell ap ido Wilson y por Arquímides Álvarez, para ir a bombardear los aviones de la revolución, que estaban en Altamira. Jorge Arrea, conocido como “El Flaco” Arrea, pega el avión mercenario, del gobierno de Picado. El balazo pegó al piloto. Ya sin piloto, el avión pegó contra un cerro. A las cinco y media de la mañana, salimos para la misa de seis, que era la misa más bonita de Limón, porque las negritas iban de blanco. Cuando íbamos para misa, frente a la Escuela Rafael Iglesias, estaba don Abel Cruz, barriendo y haciendo la acera de su negocio, calle de por medio. Entrando a la misa, oímos el bombazo en el cuartel. Era el domingo 11 de abril de 1948. Yo me devolví y Flory, mi esposa, me agarró de la pretina y me dijo, “no, vamos a pedir-
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n en 1948 le a Dios para que todo esto salga bien”. Cuando veníamos frente a la escuela, estaba de nuevo don Abel Cruz, tirado en la acera, en un charco de sangre. Al coger la otra calle, nos encontramos que venía muy ligero, con un arma, un muchacho, Octavio Sáenz, que era secretario general de Vanguardia Popular. Nos contó que ellos tomaron el aeropuerto, y el cuartel se les rindió, y que tenían a Hernán Garrón y a Juan Bonilla como rehenes. Pero a la siguiente calle, nos topamos a Vico Starke, quien nos dijo que tomamos la estación del ferrocarril, y que no pudieron tomar la aduana, porque estaban ahí los comunistas. Y que iban a tomar el Seguro Social. Nosotros les dijimos que en el Seguro Social estaban Hernán Rossi, Juan Bonilla y otros dos rehenes. Vico los liberó. Los comunistas se fueron para el muelle y dejaron libre Limón. Ningún calderonista, ni los berrinchosos, peleó en Limón. Lo que sí hubo fue francotiradores. No supimos de parte de quién venían. Mataron a Orlando Aguirre, quien había tenido gran liderazgo en Quepos, por lo que ese cantón se llama Aguirre. Murió en el tercer piso de la Pensión Costa Rica. Lo tiraron de muy alto. También mataron a Toño Mora, quien andaba armado. Ya la gente de Limón andaba armada, con armas de cacería. Toño era ulatista, junto a Ramiro Brenes, quien era el mandamás del ulatismo en Limón. Toño murió de un balazo de una Remington. La bala le entró por el pecho, y le hizo un hueco en la espalda. Se llama una bala dundún. Toño viajaba por la misma calle en que había muerto don Abel Cruz. Ahí murió, en la acera, a cuatro t cuadras de donde murió Abel Cruz. Esa calle fue un corredor de balas. La revolución tomó Limón. La resistencia quedó encasquillada en la aduana de Limón. Pasaron los días y Limón se va quedando sin mercadería .
“Le dimos comida a los dos bandos”
Uno de los Goicoechea Quirós, que venía muy enfermo, llegó con una carta de don Pepe para mí. En la carta, don Pepe me pedía que me hiciera cargo de las provisiones de boca para los legionarios. Pero yo ya había puesto de condición, que me hacía cargo r de la intendencia de provisión de boca, pero para todos, incluyendo la población civil, de todo género, negros, blancos, chinos, comunistas, calderonistas. Los de la aduana, los comunistas, tenían de todo. Pero sí le dimos comida a las familias de los comunistas. Tuvimos una cocina para los presos y para la gendarmería, la soldadesca. En eso, a quienes se pusieron al frente fue a la maestra Berenice Quirós de Greenwood y a la hija mayor de Toño Sarquís, Alia Sarquís. Ella estaba estudiando Farmacia y
Química. Entre ellas dos, organizaron un cuerpo de cocineras, fogoneros y leñadores. Pelamos el mercado. No hubo un solo tramero que arrugara la cara. No hubo uno solo que nos dijera que no. Les dimos un papelito para pagarles. Algunos dijeron que no pagaran. Los peones que cargaban los camiones fueron Carlos José Gutiérrez, un Umaña Volio y un Cordero de Cartago. Una familia de colombianas muy viejas llegó con diez mil colones, que eran dos mil dólares. Las colombianas de la Pensión Costa Rica dijeron que podían hospedarse ahí, con comida incluida, los que quisieran. Un italiano, napolitano, llegó con mil dólares. El papá de Luchi Cantillo, colombiano, vino con Luchi y con una hermana de Luchi, nos trajo quinientos colones y una boleta del ferrocarril para que retiráramos cuatro sacos de cacao que estaban en la bodega del ferrocarril. Teníamos en carros del ferrocarril, doce mil racimos de banano. José María Castro tenía ocho mil racimos, y Raúl Velázquez tenía cinco mil racimos. Al final, había casi cuarenta mil racimos en carros del ferrocarril, que habían llegado entre sábado y domingo. Les propusimos a los comunistas del muelle que les dábamos cincuenta centavos oro. El noventa por ciento de las cuadrillas de cargadores estaban ahí. Eran los del sindicato comunista. Con un muchacho Guerrero, diputado comunista, y con Octavio Sáenz, hicimos el pacto de que cargaron esos cuarenta mil racimos, más cincuenta mil racimos que teníamos en lancha, porque había tres barcos en espera. Para que, en cuestión de catorce horas, salieran en barco. Éramos cuatro dueños de la carga de banano. Tres de nosotros pagamos cincuenta centavos oro por racimo al fondo de mantenimiento civil. Los tres que dimos la plata fuimos José María Castro, Raúl Velázquez y yo. Pedro Mohs dijo que no. Pedro le daba plata a todos los partidos, pero en especial al Partido Calderonista. Fuimos a la United Fruit Company. Había plata. Se iban pelando los cajones de abarrotes. El director de la United Fruit Company era Johnny Moore. Le pedimos que mandara la Stella Maris, una lancha para mil toneladas, que trajera arroz y azúcar. Le dijimos que no nos diera la mercadería directamente, si no que la pusiera a disposición en el comisariato, para que pudiera hacerse uso por medio de la intendencia de guerra, cuya contabilidad estaba a cargo r de don Stanley Lettman, negro jamaicano. Tenía ahí su equipo de oficina. Su secretaria fue Yolanda Rivas Arroyo. Honramos una letra t de doscientos mil dólares, con cincuenta centavos oro por cada racimo que exportábamos José María Castro, Raúl Velázquez y yo. Abastecidas las necesidades de las provisiones, viene el desastre para el gobierno.
Durante muchos fines de semana, el periodista y escritor Camilo Rodríguez se reunió con el ex diputado y ex ministro Don Yoyo Quirós, de 95 años de edad.
Los Chamberlain y los Xirinach de Guápiles Camilo roDríGuez Chaverri a
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t Extracto del libro “Las historias de Don Yoyo o Quirós”, r de Camilo Rodríguez r . El intento de antes, del ferrocarril en el Pacífico, está lleno de historias. El cuento de Tomás Guardia, es que había quejas contra el régimen de Jesús Jiménez. El cuartel general estaba donde está el Banco Central, al frente de la Plaza de la Artillería, y en un rincón, estaba el Congreso. El cuartel se movilizaba con treinta, cuarenta caballos. Había que meter mucho pasto y caña, en carretas con parales muy altos. En una de esas, se metieron en cada carreta unos doce o quince hombres bien armados, tapados con el pasto y la caña. Cuando los soldados llegaron a quitar la caña, los pusieron manos arriba. Se armaron mejor, quitaron a don Jesús Jiménez y pusieron a don Tomás. Don Tomás hace elecciones y sale presidente constitucional. Había habido intención de expandir el Valle Central, Escazú, Alajuelita. Atravesaron el Tiribí yendo a Pacaca, Villa Colón. Buscan Puriscal, pero donde ven que la población sigue demandando tierras, don Tomás Guardia piensa en un ferrocarri r l. Ya había habido intentos por el Pacífico. Don Tomás tenía buenos asesores. Piensa que debe ser un ferrocarril interoceánico, y que el mar de los negocios es el Caribe. Empiezan por Limón, bajo el mando de don Guillermo Nanne, alemán, que venía del sur, y ya tenía experiencia en el trópico. Mueren por malaria y fiebre amarilla una gran cantidad de hombres. Entonces, deciden empezar por Alajuela, en 1872, 1873. Con la
experiencia de Costa Rica como buen pagador en 1856, don Tomás manda a don Manuel Alvarado a hacer un empréstito a Inglaterra. Obtiene un préstamo de dos millones de libras esterlinas. Empiezan en Limón, pero fracasan. Entonces, vuelven a arrancar por donde no hay malaria, a en tierra. Importan la primera locomotora. John Gillen es un ingeniero minero, irlandés, traído por Minor Keith a las minas de Abangares. a Él se encarg a ó de reclutar los boyeros para jalar la primera locomotora en carretas hasta Alajuela. Ese primer tramo lo hace el gobierno con Guillermo Nanne. Hay malversación de fondos. Empieza malestar contra Guardia. La toma de la artillería la hacen dos generales de alto mando, Pedro Quirós y Pablo Quirós. Somos descendientes directos de Pedro.TambiénVíctor Guardia Quirós, el abuelo de Jorge Guardia. Y Rodolfo Quirós Guardia, que fue Ministro de Agricultura, y Pedro Pablo Quirós, que fue presidente del ICE, son descendientes de don Pablo. Tata a Pedro y Tata a Pablo, junto al Presidente Tomás Guardia, forman la Trinidad del Diablo. Así decían en la calle central. Cuando llegaban las platas, antes de ir a pagar planillas, se repartían entre los tres. Dejemos este cuento hasta ahí para que no me vuelen cincha. Hay un cuadrante perfecto en Costa Rica, el de Guápiles. Sólo el de David, Panamá, es igual. Ese cuadrante lo hizo Agustín Gutiérrez Lizaurzábal, vigilado por el General Quirós, un hijo de Pedro, que se llamó don José, dueño de la finca Los Diamantes. Lo primero que hubo fue la finca El Salvador, del comisariato de don León Weinstock, siguiendo por la fila de palmeras, de palma cubana, barrigona, que la florcilla no sirve para nada. Al final esta-
ba la casa de don José Quirós, hijo del general Pedro Quirós. Don Pedro era contemporáneo con el General Guardia. Don Víctor era hermano de Tomás Guardia, casado con una hermana de Pedro y de Pablo. El General Quirós se hizo de esas fincas en Guápiles poquito antes de que se empezara a hablar del ferrocarril al Atlántico. Vea cómo son las cosas. Por muchos años, las fiestas de los altos jerarcas de la compañía era un safari a los playones del Río Toro Amarillo. Iban a cazar el tigre. Mamá contaba que mi tía Cristina Castro Bolandi de Zeledón, hermana de mi abuelo, mientras remendaba ropa, lloraba. Es que una vez le estaba alistando la ropa para el safari a un hijo, para despacharlo para que fuera a la f fiesta, un muchacho bien educado y apuesto, que tenía que irse porque se peleó con el papá. Ese hijo, Juan Bautista Zeledón Castro, estaba administrando la hacienda Pozo Azul, en la confluencia del Río Parritón y el Río Candelaria, en el playón de Pirrís. No se llamaba Parrita en ese tiempo. m Se peleó con el papá y se fue para donde unos parientes, en Guápiles, a trabajar en fincas ganaderas y de banano. Se hace la convocatoria, vienen los trenes de lujo de Limón, vienen los escoceses de la United, van al safari, matan varios jaguares, se bañan, se acicalan para ir al baile, se pone uno de ellos a limpiar el rifle, se le zafa un tiro, pega a Juan Bautista y aunque corren a Limón, no llega vivo. Al que se le zafó el tiro fue a Santiago Chamberlain, hermano de la mamá de Virginia Xirinach Chamberlain, esposa de José Manuel Salazar Navarrete r . Los Chamberlain tenían ganadería en la margen r izquierda del Toro Amarillo y banano en la margen derecha, hacia Guápiles.
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don Yoyo Quirós on Y on Yo oyo yo Qui Quiró Qu rós ttiien ien ene 9 95 5 añ ños os de e edad ed e dad ad. Na Naci ció en n Sa San Jo os sé é. Fu Fue a la a es escu ue ella Bue Bu Buen en na av ven entur ura Cor Co C orral rral rr ales es, en es es, en e ell cen ce c ent ntro o de de la la c ca api pita tal. Em tal Emp pe ezó a ttrrab ba ajjar ar al al ca amp mpo s mpo siien end nd do o mu muy uy jjo ov ve en. en. n. C Ca asi si to todo os su us h he errm man anos anos s mi migr ig grrar ra arron on a C Ca alliifo ornia rnia rn ia, donde do nde ffu nd ue erro on n pr prof ofes fes esiona onal on ale es s o em mp prres res esa arrio rio os d de est s aca ac cad ados. ado s. Él Él p prrefir efirrió ha ef hace cer s su uv viida a en su en su p pa atr tria. iia a. La ab bo oró ró po por m mu uch cho os s añ años os e en n lla aH Ha ac ciie en n nda da El da El Jo Jor orc rco, co, o, en en A As s ser errríí. D e De es s-pu p ués s, tu uvo vo una un na em empr mpr pres sa d de es su umi mini ini nist stros rro os en en la aZ Zo ona na Su Sur, en en llo os ti tiem empo pos de e la a ex xtrac tr tra acción de de or oro e oro en n Co Corcov rc cov va ad do, Osa, Osa, Os a, y Puer erto to Ji Jimé Jimé ménez ne ez, z, G Go olf lfito ito. it o. Post Po P os stte errio iorrm men men ente e vivi vi vivi vió en n Pé Pére rez Ze elle edón dó ón. n. Trab Tr abaj ajó pa ajó ara ra el el tiem tiie em mpo od de e la la Se egu gunda da G Gu uer uer errra a Mu Mund nd diia ial, l, faci faci fa c li lita ita tand nd do o la la ma made d ra ra pa p ara ra la ac co ons nstr trrucc tru ció ón de de los lo os pu uent entes en es de de la la Ca Carr Carr rret eter era In ntera tera te rame me m eri rica ana na Su Sur. Ye en n lo los añ a o os s 40 40 se se tr tras aslla adó dó a Li Limó mó m ón, do on nd de tr tra ab ba baj ajó en en u un na em empr empr p es sa qu que ex extrraí aía h hu ule le de de la a zzo on na a Ca Cari ribe be de eC Co os ost stta Ri Ric ca ayN Niicar ca c ara ragu gua a.. Vi Viv viió desd de esd sde ad den entro entr tro lo tr os He H Hech ech chos s de del 48 4 co com omo mo en enc ca arrg gad gad ado do de e la la al alim men entació ac a ción ió ón y el el c cu uid idad da ad do d de e la ap po ob blllac ació ac ciió ó ón n du d ura rant nte el el en enfr fren entta ami me en nto to en entrre e ell ej ejjér érrci é cito to d de e Li Lib be erra ac ciión ón N Na aci cion ona all, l, lo os p po olicí licí li cías as cald ca alder ld deron ero er on nista istta is as y lo los co c m mu un niist stas as de e la la p prrov ovin in nci cia, a,, en en el el c ce e en ntro ntro nt ro de de Liimó m n. Por s Po su u trab tra tr ab ba ajjo e en n lla a ex ext xtr tra ac cci ción ón de de hu hule e, co cono noci ció muy ció muy b mu biie en n la la aluc alluc a ucinan in na an nte y be bebellllís siim ma a zo zona a de de las la as b ba arr rra as s To orttu ug g gu ue erro y Co C lo ora rado rado d ,h ha as stta la la frro on ntera tte era ra, en en e ell rí río Sa San Juan Juan Ju an, y empe empe em pezó zzó óu un na la labo or e ex xtr trao ordi rd dina nari ria ia de de ap poy yo a lo os pe peq qu ueñ eño ños os pr pro od duc ucto torre tore es de b de ba a ana nan na ano d de e la la zzo on na a. Él Él m miis sm mo s se em mb bró un una ffiinc nca de de ba bana ana nano, o, pe ero el el gr ga an n re reecu uer erdo do qu que ue se se ttiien ene de eé éll e en n lla a zo zona zona a se se de deb be eaq qu ue le e siirv rvió rvió ód de e co come om me erc rcializ iza ad dor a to odo dos lo os p pe equ queñ eños os p prro od duc uctto ore res de de lla a zzo ona na. 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A Añ ño os s de desp pués és, fu fue ge fue gere ren ntte de del In I st s itu tuto utto o de de Ti Tie errra as y Co Colo loniz lon izazaaciión c ión ón ((IITC TCO), d diipu ipu puta ado, do o, mi m ni nist stro ro de de A Ag gri gri ricu cultu tura ra y em embaja ba ajja ado or iittin neran erante er ante an e de e Co Cos stta ta Riic R ca ae en n el el anti anttiigu an uo o Bl Bloq oque So Soci cial alis alis ista ta So Sovi v ét étic co o, d do onde nde en nd enco on nttró óe es spa spa paci cio pa para ra el el ca café affé é de de C Co ost sta R sta Riic ca ayd do on nd de estu esttu es uv vo o a ca carg go de ec ciien entto os d de em mu uch uch chac achos hos y mu ho muc much ch haachas ch as co cos cost sttar ta arrri rice cense s sq qu ue e es sttu ud diiar aro on ne en n Ru uma man níía, ía a,, Hu Hung ngrí ría a,, P Po oloni lon lo niia y la an antig tigu ti ua a C ecos Ch ec cos oslova lo ova aqu quia a co con be beca cas de d lo os go gobie errno nos de de e es st sto tos p pa aís íses es. 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Don Yo Do Yoyo yo Qu Quiirrrós ós, 95 ós 95 años aaño añ ños os ddee ed eddad aadd. P Prrrod oodduc ucttooorr ba b nnaane bana nner eero ro ro ddee lo los añ añoss 4 40 0 a los os añ años os 80. 80. 80
El primer Banco de Alimentos de Costa Rica CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
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Para muchos de nosotros levantarse y tener alimentos a la mano es una costumbre, pero para 53 millones de personas en América Latina y el Caribe es toda una hazaña encontrar el sustento diario, pues sufren de hambre y desnutrición, a pesar de vivir en una región altamente productiva, que genera tanta cantidad de alimentos que podría alimentar a a una población cuatro veces mayor a la actual. Así de grande es la inequidad, así es la brecha social en América. Sólo en Costa Rica más de 77 mil hogares costarricenses, el 6% de los hogares del país, viven en pobreza extrema por lo que no tienen los ingresos suficientes para consumir
una canasta básica alimentaria. Es decir, no hacen las tres comidas diarias. De ahí la importancia de proyectos que atacan este problema nacional. La pobreza es el problema más grande de Costa Rica. Por eso celebro el nacimiento del Banco de Alimentos, que nació en marzo de este año y ya ha atendido a 42 organizaciones del país, ubicadas en la Gran Área Metropolitana y en Guanacaste , San Carlos, Puntarenas, Limón y la Zona Sur. Entre los grupos que se benefician con las donaciones del Banco de Alimentos están niños, adultos mayores, indigentes, hombres y mujeres
en proceso de rehabilitación por adicción, así como indígenas y adolescentes madres. Este es el primer Banco de Alimentos de Costa Rica, que está constituido por 10 empresas fundadoras y sus acciones están articuladas por la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED). De esta forma, también trabajadores de las compañías fundadoras del Banco de Alimentos, como Florida Bebidas, Grupo Maseca, Grupo Mutual, Unilever y W Walmart, hacen su voluntariado en el Banco de Alimentos, en los comedores infantiles y en los demás proyectos beneficiados. Ayudar es alimento para el alma.
Celebramos el nacimiento del primer Banco de Alimentos, que le ayuda a casi medio centenar de instituciones de bienestar social. Ojalá que muchos se apunten a colaborar en este proyecto fuera de serie, que mucha falta le estaba haciendo a Costa Rica. Y ojalá que nazcan otros bancos de alimentos fuera de San José. Por ejemplo, Walmart tiene dos en Guatemala, uno en Honduras y uno en Nicaragua, mientras que Unilever tiene mucha experiencia en Colombia. Aquí falta más de uno. Dios quiera que nazcan pronto muchos bancos de alimentos, tan buenos y exitosos como el que ya existe. Este proyecto me genera fe en Costa Rica…
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ROMANO ORLICH, PRESIDENTE DE CORBANA
“Mi secreto es el abono orgánico” O El ingeniero r Romano Orlich es el Presidente r de la Corporación Bananera Nacional (CORBANA). Fue el primer presidente r de la junta directi r va del ITCO, tiene 87 años, y sus fincas tienen los mejores r niveles de producción r de este país y ddel mundo. CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A El Guapileño
-¿Ustedes son ucranianos o croatas? -Somos croatas. Croacia se independizó a sangre y fuego. f Croacia fue la provincia que tuvo más tragedia para lograr su independencia. Mi abuelo Francisco. Vino V en 1870, directamente a Cartago, en donde ya había venido un pariente lejano de él y lo ilusiono en venir a Costa Rica. Luego conoció a la que fue mi abuela en la casa de la mamá de don Ramón Ramírez Arias. La señora tenía una pensión en San José. Ahí se relacionó con los señores Steinvorth y con algunos comerciantes alemanes en Costa Rica. Y luego se movió a San Ramón siguiendo a la señora. De ahí nacieron todos los Orlich. ¿Y su primo, el expresidente don Chico, era croata por los dos lados? -Si su mamá era croata. Mi tío José nació en Costa Rica, pero mi abuelo emigró a Yugoslavia. Y Conoció a mi tía Georgina r allá. Luego todos r y volvieron, tío José con Georgina, todos los muchachos nacieron aquí. Don Chico pasó a la historia como un presidente intachable. Y la gente dice que don Pepe se “escocheró” cuando murió don Chico. Era como la autoridad moral para él. -Es cierto. La única persona que le podía llamar la atención a Pepe era Chico. Era el apoyo moral de Pepe.
Eran compa m añeros de estud t io, desde la infancia. Don Pepe era de San Ramón, vivía a la par de la casa de mi tío José. Chico y Pepe fueron a estudiar a Estados Unidos. Don Chico fue socio de don Pepe en La Lucha -Correcto. Con su hermano Cornelio. Él se casó con una hermana de don Pepe. Eran tan amigos que ellos querían que siempre uno de la familia se casará con uno de la otra para amarrar más la familia. -Don Chico se casó con una señora de Naranjo, doña Marita Camacho, quien aun vive. Muy buena señora. Acompaño a Chico en las cosas buenas y malas -Hay historias muy lindas de don Chico. Una de ellas es que cuando perdió las elecciones en el 58 contra don Mario Echandi, fue con doña Marita a felicitar f a don Mario. -Es cierto. Chico era una persona muy noble, al estilo de Yoyo Quirós. -Y cuentan que don Chico se arruinó en la primera campaña. Que incluso tuvo que vender su finca. -Él financió toda su campaña. Algunos de nosotros le ayudamos un poquito. Sin embargo r tuvo que venderle a sus hermanos las acciones de la finca para pagar hasta el último centavo. -¿Dónde crece usted, don Romano? -Yo Y crecí en San José. Hice la escuela en la Buenaventura Corrales.
Sin embarg a o, hice el cuarto grado en San Ramó a n. Mi mamá a era oriunda de Cartago, de apellido Carranza Volio, y pasaba todas las vacaciones en San Ramón. Nosotros llegábamos a San Miguel y ahí íbamos a caballo. Las mujeres, mi mamá, mi abuela, iban en carreta. Nos íbamos por Esquipulas a Palmares y de Palmares a San Ramón. -Dicen que San Ramón es un pueblo culto porque era el pueblo de destierro y allá llegaban figuras como Julián Volio -Todos T los políticos cultos que adversaban a T Tomás Guardia llegaban allá. -¿Dónde cursó el colegio? ¿Cómo se formó en aquellos años en que era muy difícil aquí? -Hice la secundaria en el Liceo de Costa Rica, casi que ahí fue donde me formé, con gente como Isaac Felipe Azofeifa, profesor de Literatura; Carlos Monge, de Historia; Alejandro Aguilar Machado, quien era el director, y Joaquín Varg a as Coto, gente de gran peso. Entre mis compañeros, estaban Armando Arauz, que fue vicepresidente; Carlos Alfaro McAdam, fundador de Radio Columbia, y su primo, Adolfo Céspedes.
Universidad de Cornell -Usted estudió en Estados Unidos. -Estudié en la Universidad de Cornell. Me gradué con un grado
mayor en zootecnia. Hice una maestría en fisiología en recursos de producción. Y me vine a ttrabajar en la finca de la familia. Estuve afuera del año 40 al año 46, durante el gobierno del Doctor Calderón Guardia y el de don Teodoro Picado. -¿Le tocó participar en los hechos del 48? Al principio, me enrole con Chico en la Revolución del 48. A la vuelta del 48, me encontré con una familia muy dividida. Chico fue diputado de Calderón y se peleó con él. Mi papá fue diputado del 42 al 46. Para la elección de Picado, ya eran contrarios al gobierno. Mi familia siempre ha estado en los grandes mo-
vimientos. Apoyaron a González Flores, se opusieron a la dictadura de Tinoco, e igual apoyaron a Figueres contra Calderón. -¿Cómo se enroló en el 48? -De soldado. Primero nos metimos a la Finca La Paz. Ahí estaban los sancarleños, los Rodríguez, Gilberto, Chevico y Lelo, tíos abuelos suyos, Camilo. A mí me tocó ir a robarme unos kilos de dinamita para ir a volarnos el Puente Colorado. Nací en el 25, tenía 23 años. El puente lo volaron a los naranjeños. Pero no supieron hacerlo. Pusieron la dinamita encima en lugar de ponerla debajo. Lo que hicieron fue chamuscarlo. Siempre la tropa de Aurelio Morales
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papá. Era el socio minoritario. Entonces, vendió. Nos vinimos a San José y estuvo jalando leche del Volcán Irazú. Estuve ahí en los años 50. Entonces, conseguí un trabajo en el Ministerio de Agricultura. El Ministro era Claudio Odio. El presidente era don Otilio. Ya después vino el gobierno de Mario Echandi, el de Figueres y el de Chico. Ya luego me m fui. Cuando lo de la erupción del Irazú estaba en el ministerio y me tocó toda la parranda de la movilización del ganado. Lo llevaron al Campo Ayala cuando el Reventado no se lo había llevado. Después fue cuando se lo llevaron a Paraíso porque el Reventado barrió con todo lo que era Taras. a -¿Cuándo sale del Ministerio? ¿Por qué salió? -Me fui para ir a buscar tierra propia. Localicé unos terrenos en Sarapiquí. Allá había baldíos y me quería ir a hacer vida. Me fui a pedirle 30 mil pesos prestados a mi papá. Y me dijo que para qué los quería. Entonces le dije que para comprarme una finca que había visto en Chilamate t de Sarapiquí. Él ya tenía una idea porque tenía una finca con Carlos Vara gas en San Miguel. Me dijo, “anda a ver que te encontrás”. La primera finca que tuve se llamó Llano Grande pero era muy dura, una tierra muy mala. -¿Era muy difícil ir a Chilamate en aquel tiempo? -Imagínese que llegaba uno a Vara a Blanca en carro y de ahí a pie hasta Chilamate. La primera vez tardé como diez o doce horas. -¿Y no era una locura? -Sí, pero las locuras son las que lo hacen a uno.
Chilamate,, Sarapiquí,, 1949
pudo pasar el 13 de marzo. Yo quede aislado en San Ramón y me vine a San José. Chico se devolvió a La Paz y lo sacaron a Ochomogo en avioneta. La tropa fue a San Carlos, recogieron a Chico, lo llevaron a San Isidro y se llevaron la gente a Limón. -¿Usted participa en el 48 y que pasa después? -Me voy a la ffinca y encuentro a una familia dividida. Mi tío Aquileo era calderon r ista, y m mi papá estaba con la revolución. Hubo un disgusto grande de familia, pero, por supuesto, ya todo eso se aarregló. Mi papá decide vender las acciones de la finca, y salir de San Ramón. Eran cuatro hermanos, José, Nicolás, Aquileo y mi
-¿Cuándo empieza en la finca? -En el año 49. Me iba los sábados y regr r resaba los domingos. Luego me fui del todo y me quedé fijo. Para salir, me iba arreando vacas. Salía con doce vacas hasta Alajuela. En San Miguel, me m juntaba con Basurita, con Chepe Lucas, con los arrieros. La primera parada era arribita de Cariblanco. Mi abuelita me pedía que me bañara todos los días. Ella era Carranza Volio, de Cartago. Cuando no lo hacía, la lluvia me hacía bañarme. -¿Y de Chilamate a La Virgen V de Sarapiquí era pura montaña? -Era montaña. a Nosotros t volábamos hacha. Yo trabajaba con dos hombres. No tenía mucho dinero. Uno iba a carrilar. Pasaba un carril y si no es suyo es mío. Cuando uno hacía el trabajo en un 30 por ciento de la tierra, ya era de uno. Me acuerdo del juez Fernando Benavides, quien tenía que testificar que yo tenía el 30 por ciento. Después de un viaje muy duro llegamos a Chilate. Me dijo, “¿cuál es la finca?”. Yo le dije, “tenga cuidado porque hay mucha culebra”. Entonces se asustó y me dijo “no, no, está bien, yo le creo”. Justificó que tenía el 30 por ciento. Dios me m ha protegido mucho a m mí. Había algunas culebras, tal vez no muchas, pero nunca me mordió una. -Que lo mordiera a uno una terciopelo en aquellos años signi-
fica la muerte. -Ah sí, uno se moría. Que lo sacaran a uno en camilla era casi imposible. -¿Y qué decía su esposa? -Había que hacer algo. Yo tenía nada. Sólo tenía un título que decía agricultor bien educado. -En los años sesenta, cuando usted deja el Ministerio de Agricultura, ¿qué empieza a producir? -Ganado. Yo soy zootecni t sta. Fui el primer zootecnista graduado como tal en Costa Rica. -¿Cuántos años tuvo solo ganado? -Por lo menos por los años 70 y 80. Fui el primero que sembró arroz, y sembré achiote pero casi me arruino. Sembré cien manzanas de achiote. Eran para la exportación, pero aquello fue una locura. Sembré en una época en que los precios estaban muy buenos, pero no medí el negocio. -¿Cómo surge su participación en el ITCO? -Cuando se funda el ITCO, me llamó Chico a la casa de él. Era enemigo de nombrar parientes. Me dijo, “mirá, vamos a hacer la junta directiva del ITCO y quiero que seas el presidente. Van a estar don Elías Soley, (quien era el ministro), Eugenio Vargas, Francisco Jiménez López, Eduardo Lizano Fait”. El gerente era José Manuel Salazar Navarrete t Nos reunimos la primera vez en el Banco de Costa Rica, en el Paseo de los Estudiantes. Ahí fue la primera reunión. El subgerente se llamaba Álvaro Rojas. -¿Qué significaba el Instituto de Tierras y Colonización en ese momento? ¿Por qué era importante? -Era importante porque había desocupación. Muchos agricultores se habían venido a meter a La Uruca y todas estas barriadas de San José. Había muchas tierras libre y había que colonizar. Chico prometió en campaña, casi que dio una orden de llegar al Río San Juan. Nos metimos por el lado de Guápiles. Casi nos metemos a Chachagua. Unos señores Rojas habían invadido San Ramón. -¿Siempre ffue agricultor don Chico? -Tenía T finca en Chachagua y en La Fortuna. Fue agricultor y comerciante. Tenía beneficios de café. En San Ramón, eran los Orlich y los Vala verde. Los hijos de don Macario ValV verde y los hijos de mi abuelo.
Presidente del ITCO -¿Qué recuerda usted de aquellos años como presidente del ITCO? -Muy duro por la falta de vías de comunicación. Costó el tema de la aceptación de la gente. Unas colonias se unieron. Otras no. Recuerdo la gente del Irazú, que las movimos a Guayabo. Ellos aceptaron porque era pare a cido a Cartago. Hubo que proteger pueblos indígenas. -¿Cuándo pasa usted ya a producir banano? -En el año 90. Había vendido la finca de Chilamate en el año 72. Y
había comprado más abajo, en las bajuras, cerca de Puerto Viejo. Compré una finca, “La Rebusca”. Le puse así porque la conseguí a m muy buen precio. Luego compré “Pénjamo”. La compré en el año 99. Está hacia el lado de Ticabán. Es la mejor finca que he tenido. El año pasado se le sacaron r casi cuatro mil cajas de banano. a -¿Y cómo hace con 87 años para estar tan macizo? -Caminando y conservando la ilusión. Cuando uno pierde la ilusión y se sienta en una silla, se lo lleva el carajo. Yo atiendo CORBANA los martes en la tarde. Y ya después me voy para la finca. Son tres fincas en realidad. La Rebusca, Pénjamo y Pochote. Son dos de banano y una de ganado. Y ahora tengo palma. En cuanto al ganado, tengo en establo doscientas cabezas, totalmente t en estabulación. Comen pasto, cerdaza y banano. Ahí se producen pastos de corta. En una finca de ciento cincuenta hectáreas, antes producía 220 cabezas. Ahora la misma finca mantiene 200 cabezas y estoy sembrando palma en cien hectáreas. Es muy interesante porque una finca de doscientas cabezas. Antes tenía tres trabajadores, ahora a hay quince. Este país necesita empleo, que la gente trabaje. -Usted me dijo que los bancos tienen plata, los solidaristas tienen plata, el magisterio tiene plata, pero hay que usar la plata para generar empleo. -Hay que sacar la plata de los bancos e invertirla. El país necesita inversión. El gobierno actual está deseoso de que se invierta. Tiene que salir a vender bonos al exterior en lugar de venderlos aquí. Es inconcebible que la gente no invierta en su propio país. La única manera de que este país progrese es invirtiendo. Hay que ser empresario. Yo les aconsejo a mis hijos que no guarden plata, que la inviertan. -Usted tiene 87 años. ¿La gente no le dice, “mire, don Romano, mejor baje el ritmo”? -Me muero en el momento en que yo deje la ilusión por hacer algo nuevo. -Usted pasó por una enfermedad muy fuerte. -Vino V el doctor y me dijo que tenía un cáncer muy avanzado de estomago, que no había remedio más que operarme. Me sacaron el estómago. Me lo redujeron en un ochenta por ciento. Empecé a comer menos. Ahora peso ciento ochenta libras, y antes pesaba doscientas treinta. Sigo caminando igual. -¿Y no dejó de trabajar un tiempito? -Si dejo de trabajar, me muero. Por supuesto que un día me tengo que morir. Pero Yoyo Quirós me está ganando, tiene diez años más que yo. Tengo que ajustarlo
Presidente de CORBANA -¿Qué le ha parecido su experiencia en CORBANA? ¿Cómo entró ahí? Yo sé que hay una persona que lo quiere mucho a usted, que yo quiero mucho, que es don
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Abel Pacheco. -Abel es un amigo de familia. Hombre bueno por excelencia, ciudadano de primera, honesto, honrado. Tiene todos los meritos que yo quisiera tener. El ministro era Fito Coto, otro magnifico amigo, abogado brillante. Había que nombrar un sustituto de Víctor Herrera, r que iba para el Banco de Costa Rica. Entonces Fito le dio el nombre mío. Y don Abel dijo, “me gusta Romano, es honrado, no roba”. Eso fue en el 2002. He hecho bastante. He cambiado la filosofía de la organización r hacia donde lo que yo sé hacer. Era una organiza r ción muy dada a crédito, a ffinanciación, lo que en su tiempo fue muy necesario, pero se había dejado un poquito la investigación. Hemos hecho laboratorios. Le hemos dado vuelta con una junta directiva buena. -¿Quiénes están ahí con ustedes? En este momento están Joaquín í González, quien representa la banca; Eduardo Gómez Bodden, productor de banano, y Agustín Herrera, productor. Jorge r Sauma es el gerente. Tiene varios años de estar ahí. Tiene experiencia. Y hay una Subgerente muy buena, doña Marjorie. Es plantada. Yo le digo la dama de hierro de CORBANA. -¿Qué piensa de la producción bananera de este país? Bueno, yo quisiera verla un poquito mejor. Creo que lo que está mal no es culpa de alguien en especial. Siento que nos hemos comido el suelo. El éxito que yo he tenido en la finca mía se debe a la materia orgá r nica y a los microorganismos que hemos estado fomentando. El país r Los necesita más materia orgánica. suelos hay que renovarlos, a que es lo que hace el campesino. -¿Cómo está Costa Rica con respecto a Guatemala, Honduras y Ecuador? Producimos bien. Guatemala está produciendo muy bien en este momento. Ellos tienen condiciones muy buenas de suelo, y tiene un buen clima. Tienen diez horas de sol al día. Eso les ayuda muchísimo. Ecuador ha tenido inundaciones serias este año. Está flojo, pero se compensa m con extensión. Produce mucho, pero con baja productividad. Colombia está avanzando bastante. Tiene buenas tierras. En fin, hay cincuenta millones de cajas que andan dando vuelta. Están sobrando. -¿Qué le preocupa de la Costa Rica de hoy? -Me preocupa la poca gana de trabajar, la pereza, que todo sea fácil. Todo mundo quiere una casa lujosa, un carro nuevo, pero, eso sí, todo fácil. Ahora les encanta ostentar. Los viejos hemos tenido que ganarnos la plata a puro sudor todo. Antes no había plata. Ahora hay plata, y la gente lo que le preocupa es gastarla. La gastan en cosas importadas. Piensan muy poco en el país, en hacer empresas, en dar trabajo. Yo lo veo incluso en mi propia familia. No los u Hay que ver si veo con ese empuje. revivimos a don Pepe Figueres, a ver si acaso socolloneamos a este país. La cosa yo no la veo tan bonita.
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El Guapileño
ENTREVISTA CON DIRECTOR DE LA ESCUELA SOCIAL JUAN XXIII
“Incursionamos en responsabilidad social” O Los nuevos servicios de la Escuela Social Juan XXIII CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A El Guapileño
-¿Cuáles son los nuevos servicios de la Escuela Social Juan XXIII? -Los nuevos servicios están vinculados con las normas o códigos de responsabilidad social. La Escuela Social Juan XXIII, a lo largo r de varias décadas, se ha dedicado a la asesoría en el campo laboral, lo que ha favorecido el mejoramiento del ambiente de trabajo en las empresas y ha permitido que nuestros asesores prof n la armonía muevan y fortalezca obrero patronal. -¿Qué pretenden incluir en el campo de la responsabilidad social? -Pretendemos contribuir, de una manera profesional y de acuerdo a los estándares internacionales, en el desarrollo de una cultura humanista, eficaz y productiva que favorezca la credibilidad y la sostenibilidad de la actividad empresarial. -¿Hay un entorno que favorece esto en Europa, Asia y Estados
Unidos? -Sí. La nueva sensibilidad de compradores, cadena de supermercados y clientes nos ha llevado a crear en nuestra institución “La Unidad de Responsabilidad Social”. -¿Qué ofrecen en el campo de la salud ocupacional? -Colaboramos con la empresa en el cumplimiento de las normas y códigos de Responsabilidad Social en el ámbito de la salud y seguridad de los trabajadores. Asimismo, brindamos asesoría en la conformación y capacitación de la comisiones de salud ocupacional. -¿Cuán importante es la formación de planes de trabajo en equipo, y cuán importante el ámbito ambiental? -Ofrecemos la elaboración de los planes a de emergenci r a y de manejo e de desechos, la evaluación de riesgos, y la asesoría en la elaboración de Plan de Salud Ocupacional. -Ahora, la empresa tiene que pensar en la trazabilidad. Tiene que pensar en sus clientes y en su cadena de producción. -Trabajamos T en la evaluación de proveedores. Evaluaremos a los proveedores y sub–proveedores de su empresa, valorando el nivel de cumplimiento de los criterios definidos en las normas y códigos de Responsabilidad Social, haciendo las reco-
Presbítero David Solano, director de la Escuela Social Juan XXIII. mendaciones pertinentes. -Algo que me imagino que consideran fundamental es una implementación oportuna. -Cada vez más mercados internacionales se preocupan por adquirir productos y servicios que incorporen la práctica de la responsabilidad social dentro de su modelo de producción. Les asesoramos en la implementación de normas y códigos
en esta materia. Consideramos que es importante iniciar antes que el mercado se lo exija a una empresa. -¿Cómo le darán acompañamiento a las empresas? ¿Van V a auditarlas? -Para apoyar el esfuerzo de la empresa por mantener una norma o código de responsabilidad social, le brindaremos el servicio de auditorías internas. Eon este servicio podemos
identificar sus oportunidades de mejora antes de aplicar la auditoría externa. Las auditorías internas se convierten r en un apoyo para encaua zar y alinear la efectividad de estos sistemas de Gestión. -Lo más fuerte de la Escuela Social Juan XXIII ha sido la formación y capacitación. ¿Van V a acompañar sus esfuerzos en responsabilidad social con formación en sí? -Para a fortalecer la implementación y seguimiento de las normas o códigos, hemos diseñado programas de capacitación sobre los temas vinculados a la responsabilidad social, entre los cuales abordamos los requisitos de las normas o códigos, temas laborales a , temas ambientales, salud y seguridad ocupacional, manejo e de emergen r cia, prevención de accidentes, plan de salud ocupacional, manejo de desechos, entre otros. -¿Una empresa puede solicitar en la Escuela Social Juan XXIII un diagnóstico en estos temas? -Con nuestro servicio de diagnóstico, determinamos la situación actual de la empresa de acuerdo a los criterios de evaluación sociolaborales; recomendamos los ajustes que se deben realizar y los planes que se podrían a aplicar, a todo con el objetivo que la empresa cumpla con la norma o código respectivo.
El libro del Dr. Solano
MARIO VALVERDE M.
El Dr. Edwin Solano Alfaro, más conocido por cariño como Chele, escribió un libro que podríamos ubicar como un historial, es decir, una reseña circunstanciada de los antecedentes de un vecino, de su carrera, de sus colaboraciones, o acerca de un negocio. Pero también tiene un poco de anecdotario y hasta de ficción, como el caso de la noche en que se quedó encerrado en el cine Líbano y de la forma ingeniosa en que fue rescatado y del pago con las cartas de amor como mensajero. El Dr. Solano nos dice desde las primeras páginas las intenciones del libro, “…intentan sólo ser una contribución para aquellos que quieran recordar una época…estas evocaciones serán un recuerdo que vivirá por siempre en nuestros corazones”. Luego se une a su hermano Rodolfo “Burguitos” r y a su amigo Fernando “Urraca” para armar, hasta donde se pueda, el mapa físico y e imaginario del barrio México, con sus calles, casas, negocios, escuelas, colegio, iglesias, plaza, juegos, etc. También es un reconocimiento a las “familias de inmigrantes de múltiples procedencias en su mayoría españoles, italianos, judíos, libaneses y
centroamericanos así como descendientes de húngaros, cubanos, mexicanos y otras”. Yo dividiría el sentimiento del barrio México entre los que se quedaron y los que nos fuimos. El Dr. Solano dice: “Muchos de los hijos de este lugar tuvimos que emigrar por múltiples causas”. Y nos fuimos con una historia inconclusa, con un espacio que se nos metió en el corazón y que tuvimos que jalar por muchos años intentando armar desde nuestros sueños y nuestros recuerdos solitarios. Y existe un tercer grupo, los que se fueron pero quedaron con familia en el barrio. Los que se quedaron siguieron con el ritmo natural del barrio. Pero para los tres el libro es muy m valioso, porque es un esfuerzo de armar casa por casa, calle por calle, avenida por avenida, barriada por barriada, negocio a negocio, (¡cuánto ayudó a sobrevivir la pequeña empresa familiar!), un espacio que el tiempo se lo iba llevando. Un barrio yo diría es la suma de sub-barrios, dependiendo desde el territorio que a usted le tocó vivir; desde donde usted interactuó según su edad, sus contactos familiares, étnicos, económicos. Y eso es lo valioso del libro. De pronto te hace recordar familias, nombres, apellidos que habías olvi-
dado, como en el caso mío las panaderas Mabel y Sandra que me enseñaron a bailar bolero. Y las cacerías (que no se repitan) de mariposas para exhibirlas en un cuaderno. Además el libro presenta un cuadro con fotos que me hizo recordar a una mariposa muy exótica, el Payasito, y los juegos de puro con billetes de cigarrillos y las bolinchas y los albúmenes de postales (creo que no los anotó) con el bendito luchador el Santo o el jugador Di Estèfano que nunca aparecían; y las mejengas interminables en la plaza, que vio nacer a una cantera inagotable de buenos jugadores, quienes dieron paso al Nicolás Marín y luego al Deportivo Barrio México; y el incansable Fermín con sus equipos de fútbol y los juegos de pólvora y las “chililladas” de nuestros padres d ; y las maldiciones -en broma- del escultor y dibujante Juan Manuel Sánchez, por gritarle “indio”; y es que éramos niños de juegos físicos las veinticuatro t horas. Todo lo explorábamos y jugábamos entre todas las clases sociales. La primera foto del libro (el libro presenta más de 190 fotos) es evidente la situación social: el doctor Solano aparece descalzo con dos amigos calzados, detrás el “play”, mejor lugar de juegos con su hamacas que nos llevan hasta el cielo
Dr. Edwin Solano, con el corazón partido entre Guápiles y Barrio México. y los dos ladrillos para jugar puro, con los rollos de dinero de las cajetillas de cigarros buscadas en los caños y aceras de todas las calles, (algún día tendrán d que inventar un museo de los juegos de infancia). Leyendo este libro, uno podría decir que sobrevivimos de diferentes maneras. A los que nos fuimos nos arrastró la enfermedad del barrio, los que se quedaron vieron partir a m muchos, llegar a otros y a todos y todas amar desde nuestras t propias experiencias nuestro querido barrio México. El Dr. Edwin Solano termina diciendo: “Espero que este
escrito pueda servir de consulta para aquellos que quieran profundizar en el tema y yo aquí me despido porque Voy p’al Barrio”. Este libro debe servir para que otros tomen y aumenten a la información. De mi parte, creo es un buen libro de consulta para los recuerdos, un mapa de la nostalgia y del espacio que nos tocó vivir, a pesar de todo, y sobre todo, el esfuer f zo de nuestros t padres, madres, familiares y vecinos por seguir adelante. Sirve de mucho este libro para celebrar el 80 aniversario del barrio México.
El Guapileño
El sol acuesta su paleta de colores sobre los potreros de Santa Cruz de Turrialba.
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La zona que está entre los volcanes Turrialba e Irazú es de una belleza especial.
AL OTRO LADO DEL VOLCÁN TURRIALBA
Guayabo Lodge, paraíso entre montañas CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
El Guapileño
Fue hace diez años que empecé a ayudarle a la Asociación de Productores Agropecuarios de Santa Cruz de Turrialba (ASOPROA), en su lucha por la denominación de origen de su proyecto estrella y su producto emblema, el famoso Queso Turrialba. Hemos andado en varios medios, y desde donde he estado, he querido ayudarles. Han estado en entrevistas conmigo en Radio Columbia, canal 13, Repretel y Radio Monumental. Creo en los lecheros porque soy hijo de un lechero, que tiene que madrugar de lunes a domingo, sin feriados, sin Jueves Santo o V Viernes Santo, sin primero de enero ni 25 de diciembre, porque las vacas no entienden de feriados. Ahora, he estado de fiesta con ellos, porque, por fin, ganaron su ansiada y merecida denominación de origen. Fui a Santa Cruz de Turrialba para realizar dos programas con ellos, uno para Radio Columbia
(98.7 FM) y otro para Radio Centro (96.3 FM). La primera persona que le habló de la denominación de origen a Carlos Gómez, presidente de ASOPROA, mejor conocido en el pueblo como “Secretario”, fue don Pedro Ferreira, en aquel entonces alto funcionario del CATIE, A y hoy gerente del Hotel Guayabo Lodge. Así que las transmisiones las realizamos desde este hotel, justo en la entrada a la ffinca Aquiares, donde está el templo más bello, la iglesia que más me ha impresionado en la vida. Cerca hay otros templos muy hermosos, como el de La Pastora, el de Santa Teresa de Capellades, y si uno baja a Turrialba, puede ir al de Hacienda Tayutic, que fue el templo de Pavones y luego de Sitio Mata. Más allá, en Grano de Oro, está el templo de Moravia de Chirripó. Turrialba es el cantón con los templos más hermosos de Costa Rica. Muchos de estos templos son obra de dos curas que también vivieron y trabajaron en Guápiles, el Padre Antonio Drexler y el Padre Jorge
Grumke. No sé por qué no dejaron en Guápiles ni un solo templo de los que construyeron en Turrialba. Santa Cruz, al pie del volcán Turrialba, es uno de los lugares más bonitos que tiene el país. La atención en Guayabo Lodge es excelente. Y amanecer ahí, un día de sol, es uno de los más lindos regalos que me ha dado la vida este año. Aquí les dejo las fotos de este lugar tan bonito, y tan cerca de Guápiles. De hecho, si uno camina de Santa Cruz hacia lo que ellos llaman Los Bajos, y se adentra en las montañas y lo que se conoce como “Los Arenales”, llega a Suerre de Jiménez. De la misma manera, si uno sube a la cima del volcán Turrialba, cosa que hice en diciembre, el pueblo que se ve en el bajo es ni más ni menos que Guápiles. Guayabo Lodge ofrece una linda oportunidad para pasear, muy cerca de nosotros, en ese pueblo donde acaban de ganar este reconocimiento, la denominación de origen, los quinientos lecheros que hacen patria como Dios manda desde Santa Cruz de Turrialba.
Un amanecer desde Guayabo Lodge, en Santa Cruz de Turrialba.
Grupo de lecheros que fueron entrevistados por Camilo Rodríguez para Radio Columbia (98.7 FM) y Radio Centro (96.3 FM). Pronto estarán en canal 13.
En la foto aparecen Rodrigo García Pérez, Marta Segura y Yadira Pereira. Falta en la foto, Norma Vargas. La atención de ellos y de don Pedro Ferreira en Guayabo Lodge es de primera. El teléfono es 2538-8400.
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El Guapileño
RONALD SÁNCHEZ VÍQUEZ
CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
El Guapileño
Me llamo Ronald Sánchez Víquez. Nací en Heredia, el 19 de enero de 1957. Crecimos en El Monte de la Cruz, por Las Chorreras. Mi papá se llamó José Sánchez Paniagua y mi mamá se llama Esmeralda Víquez Gómez. Papá compró una finca para tener ganado de leche. Pero papá le compraba la leche a otro señor, don Juvenal Hernández. El negocio era vender la leche casa por casa. Papá empezó con un caballo y cuatro lecheras. Vendía leche en Heredia, casa por casa. Nosotros somos nueve hermanos, siete hombres y dos mujeres. Yo soy el número cuatro, empezando del menor al mayor. Soy un año menor que Sergio, mi socio en la empresa, y siete años menor que William, mi otro socio en la empresa. Papá repartía leche desde muy jovencito. Iba a Heredia centro, a San Antonio de Belén y a Barrio Mercedes. Ahí conoció a mi mamá. Ahí no podía llegar nadie a marcar, que no fuera de Barrio Mercedes. Mi tío, cuñado de mi papá, cuidaba de él para que no le hicieran daño. Después de andar a caballo, se compró un pick up Chevrolet. Era gasolina. Papá le cambió el motor por uno Diseal marca Perkin. Papá, cuando estaba en el hospital, ya muy enfermo, recordaba lo duro de sus inicios. Dicen que la persona cuando está muriendo, se acuerda del pasado. A mi aabuelo lo culparon de que se había robado una vaca. Se lo llevaron para San Lucas. Al año se dieron cuenta de que no era culpable, pero mi papá ya estaba al frente de la casa. Cuando estaba en el hospital, se acordaba de eso. Sufría mucho. Tenía un tío que le decía que para que fuera hombrecito tenía que tomar guaro. Papá se acordaba de eso en el hospital. Tomó toda la vida. Fue muy bueno con nosotros, y nos enseño a ser honestos y trabajadores t a pesar de eso de que sufríamos mucho porque el tomaba. Papá se hizo cargo de la casa desde muy pequeño. Así como inicio trabajando desde muy temprana edad, también se inicio tomando licor. Papa era muy exitoso en los negocios que siempre hacia. Mamá también ha tenido una vida muy dura. Mamá quedó huérfana a los cinco años de edad. Eran cinco hermanos, dos hombres y ttres mujeres. Mamá quedó huérfana de padre y madre. Se crió con los padrinos, en Barrio Mercedes. Ahí fue que la conoció papá. Eran de lo más bonitos mi mamá y mi papá. Parecían unos muñecos. Parecían unos artistas. La gente nos molesta, que cómo salimos nosotros tan feos con papas tan lindos.
En el Monte de la Cruz Cuando mis papás se casaron, se fueron a vivir a la ffinca “El Gavilán”, como a setecientos metros del “El Bosque de la Hoja”, en El monte de la cruz. Mamá cuenta que ella se iba a ordeñar y se llevaba a mi hermano Noe Francisco, que le decimos
“Mi empresa es u
Nenqui. Mamá llenaba treinta botellas de leche. En un tarro, se traía la leche. Le decía a mi hermano, “soque Nenquito, que ya se está haciendo tarde y se está oyendo el león”. Ahí salía el león. Ahí crecieron mis hermanos mayores, William, José Luis, Noé Francisco (Nenqui), Ligia y Sergio r y yo. Mi papá se iba a vender leche y se quedaba a tomando en Los Ángeles de San Rafael de Heredia, en la Cantina de Lilo Hernández o en la de Tulio. Agarraba el caballo de él, le daba un cinchazo y le decía, “váyase para la casa para que laven los tarros”. El animal se iba solo para la casa. Cuando mamá, veía que venía el caballo sin papá, ya se ponía a llorar y a sufrir. Porque ella tenía que quedarse sola con nosotros pequeños y en la noche, El león llegaba a la casa. En una ocasión cayó en la cocina. El perro Danubio, que era muy bravo, le ladraba y lo corría. Lo subía a un palo. Mamá también sufría mucho porque en esas casas la pila para lavar ropa, quedaba hacia afuera. No estaban a la par de la casa. Mamá decía que de ahí, de la pila, salía una luz que venía y se le metía dentro de la casa, e iluminaba toda la casa. Eso fue en “El Gavilán”. De ahí nos fuimos para una finca que estaba más abajo. Mi papá llegaba a la casa tarde por la noche, se pegaba al pito del carro, y entonces nosotros estábamos durmiendo. Cuando se pegaba al pito, metía el carro al garaje, entraba a la casa, levantaba las camas de nosotros y las dejaba caer, para que nosotros fuéraf mos a lavar los tarr a os, las tapa a s y las lecheras. Eran las doce de la noche, en aquel Monte de la Cruz en que hacía tanto frío. Él lo hacía porque estaba tomado. Cuando estaba bueno era muy amoroso, al punto de que si en este momento volviera yo a nacer, me gustaría que él fuera mi papa de nuevo, porque realmente él cuando estaba bueno era muy cariñoso y especial con nosotros.
“Mi mamá nos protegía” g Mi mamá siempre se ha caracterizado como una madre que defiende a los cachorros. Como una leona que defiende a sus cachorros. Ella se metía y le decía a mi papá, que ella no dejaba que nos levantáramos a lavar lecheras, que le tocaba a él, como padre. Papá le pegaba a mamá. Mamá caía al suelo, y nosotros, como éramos tantos, la rodeábamos. En la casa acostumbrábamos tener cuadros de El Corazón de Jesús, San Martín de Porras, la Virgen de El Socorro r …etc. Nosotros t tomábamos las imágenes y rodeábamos a mamá, como cuando a una zorra la mata un carro, y los zorritos quedan alrededor. Le pedíamos a Dios que mamá no se muriera. Mi papá, cuando veía
eso, se asustaba y se aarrepentía. Papá tomaba guaro de contrabando, y lo ponía como loco. Otras veces, lo que hacíamos era levantarnos cuando oíamos que él venía, y nos metíamos con mi mamá debajo de una mata de mora. Papá pasaba para allá y para acá, y no nos encontraba. En otra ocasión llegó con los hermanos de él. Todos venían borrachos. No podía ver a mamá porque era para pegarle. Entonces mamá se escondía detrás de un ropero, que estaba en una esquina de la casa. Uno de los hermanos, de mi papá, tío Danilo; dijo que había que demandar a mamá porque nos dejaba solos, pero no decía nada de su hermano, mi papá, que llegaba con él, tan tomados los dos. Cuando mi mamá oyó que mi tío Danilo decía eso, ella salió detrás del ropero para reclamarle, para decirle que era una buena madre, que quien nos abandonaba por tomar guaro era mi papá. Me acuerdo cuando metía el carro en la garaje, y empezaba a tirar el menudo que andaba en las bolsas. Lo tiraba para arriba. Ahora pienso que a papá el guaro de contraba t ndo lo enloquecía. Sin guaro, papá era una persona muy buena, con buenos sentimientos.
Pero con guaro le cambiaba la personalidad. Mi mamá era una mujer muy luchadora. A pesar de todo eso que sucedía, siempre cuidaba todo, el negocio, la finca, y por supuesto nos cuidaba a nosotros. También cuidaba mucho a mi papá. Cuando él estaba de goma, ella nos mandaba a una pulpería, que estaba lejos, había que cruzar potreros. Nosotros le traíamos un trago, una cerveza y una sardina con chile. Con eso se curaba. Mamá le hacía una sopa de pollo, de esos pollos que andan sueltos en el potrero. Con eso se componía. Así lo hizo muchas veces, pero llegó el día que se cansó. Mamá era muy cariñosa con él. Pero papá era muy grosero cuando estaba borracho o de goma. Una vez, papá se fue para Guanacaste con los amigos, a tomar guaro, y dejaba el negocio botado. Mamá se levantaba, se venía con mi hermano mayor, William, que es socio mío. Se venían para San Rafael de Heredia a conseguir carro y chofer. Pero ella no dejaba el negocio botado, de ninguna manera. Un hermano de mi papá, Danilo, le decía a mi mamá que dejara botado el negocio a ver si ese hombre (mi
papá) se componía. Pero mamá sabía que lo que él quería era coger el negocio. Papá era la única persona que tenía carro en El Monte de la Cruz (En las Chorreras) en aquel entonces. Después, también tuvo Carlos Ramírez, pero vivía en otro sector. Entonces, papá siempre ayudaba porque, cuando había un enfermo o una mujer embarazada que iba a tener bebé, él era el único que tenía carro para llevarlos al hospital. Mi papá nunca dijo que no. Cuando murió papá, llegaron muchas señoras a decir que ese señor (mi papá) les regalaba leche cuando tenían a los hijos i pequeños y no tenían cómo pagarla. Papa también en la Finca de Río Frio, siempre que la iglesia hacia fiestas, el regalaba un novillo gordo. Mamá, en el Monte de la Cruz, sembraba calas, hacía picadillo, hacía tortillas, tamal asado, y todo se lo vendíamos a la gente que venía de San José y Heredia a pasear. Los molederos eran de ciprés y mamá los lavaba tanto que se veían muy aseados. La gente le compraba de todo porque le tenían confianza, y veían lo aseada que era. Todo esto lo hacía para comprarnos ropita y zapatitos
El Guapileño
una familia” vender leche con mi hermano William. Nos levantábamos a las tres de la mañana, a pesar de que todos los días me acostaba a las once y media, porque venía del colegio. Llegaba a las primeras casas, por la Cooperativa Victoria, bien agarrado del cajón atrás, pero dormido. Las señoras me despertaban, me decían, “muchacho, usted viene dormido”. Ese año fue muy duro. Papá vendió una finca en El Monte de la Cruz en cincuenta mil dólares. En ese tiempo, era un montón de plata. Vino a Grecia, compró una finca de café por Calle Carmona, en Grecia, otra en San Pedro de La Unión, Valverde Vega, y una tercera finca en Naranjo. También compró una finca para engordar ganado en La Rambla de Horquetas de Sarapiquí. Después del colegio, fui a la Escuela Técnica Agrícola de Santa Clara, en San Carlos. Ahí duré una semana. Ahí empiezan a reclutar a los estudiantes nuevos, y yo no aguanté. A la semana, me vine. Me vine pidiendo ride. Llegué y le dije a papá que no quería estudiar, que quería vender leche o hacer algún negocio. Pero papá me dijo que hiciera el esfuerzo de estudiar algo. Me fui para el ITAN, T en Zapote, estuve un año, y al año le dije a mi papá que no gastara dinero en mí, que yo lo que quería era hacerme un negocio de leche.
Un negocio g con un hermano
lindos para los domingos. Ahora que ella está mayor, nosotros le decimos, “mamita, usted lo que sembró ahora a usted le toca recoger”. Fui a la Escuela de Montecitos, sólo primer y segundo grado. Cuando mi papá se vio con todo ese problema del licor, toma la decisión de venirse para Grecia. Aquí seguí la escuela.
De Heredia a Grecia Nos vinimos para Grecia, y vivimos contiguo al Balneario Tropical. Papá compró esa casa. Ahí vivían la hermana y los papás de mi papá. Papá le compró esa casa a un hermano de él. Dijo que se venía para acá para dejar de tomar guaro. Pero vino, hizo amistades aquí y siguió tomando. Vendió el negocio de leche que tenía en Heredia y le compró un negocio de leche a Danilo, su hermano, en Grecia. Crecimos en Grecia. Estuve en la Escuela Simón Bolívar, de Grecia, y en el Liceo León Cortés Castro. Para el último año, estuve en el Colegio Nocturno de Grecia. Me pasé al Colegio Nocturno para ir a
Me metí a medias con mi hermano Sergio. r Conseguí cinco millones de colones, prestados, y mi hermano Sergio consiguió otros cinco millones. Papá nos prestó nueve millones al tres por ciento de interés mensual. Yo lo veía muy duro. Yo decía, “pucha, ¿por qué papá tan duro con nosotros?”. Pero ahora lo valoro. Pienso que nos enseñó a ser honestos y cumplidores. Estamos hablando de hace 36 años. Fue en 1976. Así empezamos. Pusimos el negocio en Palmares. a Yo fui casa por casa, a hacer un estudio de mercado. Pasé lista casa por casa, para ver cuánta leche necesitaban las señoras. Eran catorce tarros de leche. Esos catorce tarros de leche los fui a conseguir en Zarcero. Primero que todo, compramos un carro. Después compramos los tarros. Contratamos la leche en Zarcero. Así fue como nos iniciamos en el negocio de la leche. En ese tiempo, nos quedaban ciento cincuenta mil pesos por semana.para este tiempo el negocio de vender leche casa por casa realmente era muy bueno, cuanto al tiempo salieron las bolsas de leche, el negocio empezó a bajar las utilidades. Nos dimos cuenta que vendían la gasolinera de Herbert Hidalgo, en la Y Griega, camino a Sarchí. Pero no
teníamos la plata para dar el enganche. Le dijimos a Efraín Hidalgo que nos prestara medio millón de pesos. Nosotros decíamos que comprábamos la bomba y que, con el negocio de la leche, la íbamos pagando. Le preguntábamos al dueño de la gasolinera que cada cuanto daban aumentos en la utilidad del negocio. El nos conto, que hacía ya mucho tiempo que no aumentaban las ganancias. Pero en el momento en que compramos, nos dieron 0,60 céntimos de aumento por cada litro. Entonces, la gasolinera se pagó sola. Luego, compramos una finca en San Pedro de La Unión de Valverde Vega. Le compramos a mi papá. Quitamos el café. La pusimos a producir leche. Compramos cuatro ordeñadoras. La hicimos parecida a la que tenía la Cooperativa Victoria. No sirvió la finca porque ahí era muy seco. Le decían “Pueblo Seco”. Llegamos a la conclusión de que el negocio era vender leche, no producirla. Así que vendimos la finca. Cuando llegué a Palmares, conocí a mi señora. Ella vivía al frente del Cuerpo de Bomberos. Sin que ella fuera novia mía, ya yo tenía mucha confianza con mi suegra Noemí Vásquez. En un ratito le contaba a la que iba a ser mi suegra, cómo me había ido con la novia que tenía en Poás. Me acuerdo de dos hermanas de mi esposa, que eran muy simpáticas, Xinia y Eduviges. Mi esposa, Ana Cristina, era más seria. Pero fue la que me gustó. Le dije a mi suegra que la hija de ella me gustaba mucho, que iba a dejar la de Poás, para ser novio de la hija de ella. A ella, le daba risa. Pero era en serio. Cuando fui novio de mi esposa, le decía, “mi amor, yo tengo novia en Poás, pero yo la quiero más a usted, pero tengo que decirle a la novia de Poás que ya no voy a volver más”. Yo le decía, “esta semana le digo”. Y pasaba a la semana, y yo iba a Poás, y le decía que no iba a volver, y ella se ponía a llorar. Me decía que seguramente la iba a dejar porque tenía una novia con mucha plata. Le decía que no, que era que no tenía tiempo. Así pasó como un mes, y ya la señora, la suegra me decía, usted no puede seguir así. Iba los sábados a Palmares y los domingos donde mi novia de Poás. Pero mi señora me puso en jaque mate. Que tenía que terminar de una vez por todas con la mu8chacha de Poas o mejor que no volviera. Tuve que tomar la decisión de dejar a la muchacha de Poas y quedarme con la que realmente amaba. Me casé de 24 años con “Anita” la de Palmares. Jalamos un año. Y Yo le decía a mi novia que íbamos a jalar cinco años, ella me contesto, que si quería que me fuera, y que volviera a los años, pero que no me garantizaba que iba a estar sola. Le dije que no, que verdaderamente no quería perderla a ella. Al año nos
casamos. Tenemos cuatro hijos, Mónica, Ronald Gerardo, María Gabriela y Noé Francisco. Siempre le digo a mis hijos, el día que ustedes se casen, tienen que casarse enamorados, así como yo me casé con su mamá. Tengo 31 años de casado, nunca he dejado de abrazarla y de decirle que la quiero mucho, la aprieto, le doy nalgaditas y le digo que todo eso es mío, y de paso, como mis hijos ven que yo hago eso, pasan mis hijos y le dan nalgaditas igual que yo. Volvamos ahora a la historia de mis papás. Cuando estuvimos grandes todos los hijos, mamá dejó a papá. Él sufrió mucho por ella. La quería mucho. Pero no podía dejar de tomar. Sabíamos que si dejaba de tomar, mamá lo iba a recibir, pero dejó de tomar hasta que se enfermó. Mamá dice, “fui de él y sólo de él y así me moriré”. Cuando papá estaba muy enfermo, tuvimos que internarlo en el hospital México, después de unas semanas de estas en el hospital, el nos pidió que lo lleváramos a morir donde mamá. Ahí murió. Mi mamá le dio el fin. Papa me pregunto dos veces, “Machito (porque así me dicen a mí, Machito), ¿de verdad estoy en la casa de Lala (que es como le dicen a mamá)?” Le dije i que sí. Entonces estuvo tranquilo. Esa misma noche murió. Esa noche en que murió, papa le dijo a un amigo, que le decían “Chamaco, no hay que echarle agua a la leche. Es mejor un chorrito que no un chorrote”. Es decir, mejor un negocito bueno pero limpio, que un gran negocio, pero sucio, porque todo negocio sucio se termina. Luego de un rato de estar con papa, CHAMACO se fue para su casa, al rato el nos llama por teléfono y nos pregunta que si don Jose ya había muerto, yo le dije que sí, que hacía unos minutos había muerto, El me dijo que mi papa se había ido a despedir de él.
De la leche al aceite Hicimos varios negocios de venta de leche. A mi me tocaba hacer la ruta. Tuvimos en San Ramón, en Alajuela, en Heredia, en Palmares. Yo hacía la ruta. Siempre me comunicaba con las doñitas, tenía una buena relación con ellas. La gente me quería mucho. Todavía me ven y me dicen “lechero”. Nosotros somos una familia muy unida, siempre nos ayudamos entre los hermanos, porque somos muchos, empezando de mayor a menor, somos: Willian, Jose Luis, Noé Francisco (Nenqui), Ligia, Sergio, Ronald (Que soy Yo) Freddy, Yadira Y y Roy. Eso es lo que mama Lala siempre nos inculco, que fuéramos a unidos y nos ayudáramos unos a otros. Mi mamá nos dice a nosotros, “ustedes (mis dos hermanos son socios míos y a mi) siempre le ayudan a los demás, y eso los bendice”. Yo sé que si hago algo mal, Dios me está viendo. Siempre oro por mis trabajadores y toda la gente que trabaja conmigo. Primero éramos socios sólo dos hermanos, Sergio y yo. Después de tener la gasolinera, compramos un
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camión cisterna, y luego otro, y un tercero, hasta llegar a cinco camiones. Cuando vimos que el transporte fue bajando, fue mermando, fuimos vendiendo los camiones a las gasolineras a las que nosotros les transporr tábamos. Ese dinero se agarró para hacer un lubricentro junto a otro hermano, William. Él trabaja ahí. Un día, llegó un señor, don Elías, que era el dueño de esta empresa que tenemos ahora, y le dijo a mi hermano Sergio que estaban vendiendo la mitad de esta empresa, Mi hermano Sergio viajo a Petro Canadá en Canadá para ver cómo era esta empresa de lubricantes, cuando mi hermano vino, me conto lo grande que era y que el vía que era una buena oportunidad. El que estaba vendiendo era don Jaime, el socio de don Elías. Nosotros llegamos aAlajuela, en Río Segundo, en un carrillo Mazda viejo, Todo desteñido. Una de las empleadas, que se llama Jackeline, dijo, “¿qué le pasa a don Elías trayendo estos socios, que apenas llegan con un carro viejo?”. Hablamos con el señor. No teníamos que darle toda la plata de una vez. Sacamos la plata del Banco de Costa Rica, y el resto lo fuimos haciendo a pagos. Luego con el tiempo le compramos a don Elías un 25 por ciento más. Ya teníamos el 75 por ciento de las acciones de la empresa Industrias del Petróleo Canadiense. S.A. Lo que hicimos fue ordenar la empresa y establecer mejores controles. Hace nueve meses, le compramos a don Elías el otro 25 por ciento. Esta empresa, Industrias del Petróleo Canadiense, ha sido una bendición de Dios. Cambió completamente la forma de trabajar de nosotros. Un tiempo, la gasolinera estuvo muy mal. Yo le digo a mis hermanos, “gracias a Dios que tenemos Industrias del Petróleo Canadiense”. Esta empresa es una familia más que un negocio. Yo abrazo a mis colaboradores, los quiero, los aprieto. Les doy un abrazo de hombros, a medio lado, como diciéndoles, “los quiero mucho”. Algo muy importante en esta empresa es la calidad de los productos. Nosotros nos diferenciamos de los demás por las bases de los lubricantes. Las bases se sacan del petróleo. Nuestras bases son 99.9 por ciento puras. Estas bases se obtienen de un doble proceso de hidrogenación. De ahí, se le agrega una buena gama de aditivos, y se fforma el lubricante. Las otras empresas no le hacen doble proceso dehidrogenación a las bases. Petro Canadá tiene patentizado ese doble proceso. Nosotros vendemos por calidad, no por mercadeo. Lo que más hace Petro Canadá en la empresa es invertir en estudios e investigación. Nosotros nos diferenciamos de los demás por la calidad del producto y el ttrato personalizado con nuestros clientes. Realmente mi empresa es una familia, todos los que ahí trabajamos, así lo vemos y nos gusta ser parte de las soluciones de nuestros clientes, más que un negocio es algo muy lindo que Dios nos regaló.
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El Guapileño
LA SANTA DE COSTA RICA Y NICARAGUA
Mi libro sobre Sor María Romero
Humberto Madrigal y Yajaira Zamora.
CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
El Guapileño
Sor María Romero debe ser un gran referente social y cultural de Costa Rica y Nicaragua. Es un ejemplo de integración entre los dos países. Nació en Granada, Nicaragua, en una ffamilia con recursos económicos. Se formó como Hija de María Auxiliadora en El Salvador, y realizó una gran obra social y educativa en Costa Rica. Su labor social ffue fundamental para el desarrollo de una conciencia urbana sobre el problema suscitado por el crecimiento de los anillos de pobreza en San José. Sor María Romero hizo un trabajo intenso con niños, niñas y adolescentes. También construyó casas para familias pobres, y tuvo t una destacada labor como consejera de cientos de personas. Sor María Romero generó un antes y un después en la obra salesiana en Costa Rica. Su obra fue fundamental en el ámbito social y en el ámbito espiritual. Son muchos los testimonios de su gran aporte en la vida de muchas personas, por su consejo y por su ejemplo de vida. Creo en Sor María Romero. No siento en ningún otro lugar, la ffuerza espiritual y la paz del alma que llegan a mí en la Casa de María Auxiliadora, epicentro de las obras sociales impulsadas por esta gran mujer nicaragüense y costarricense. No me cabe duda que Sor María Romero debe ser la santa de Costa Rica y la santa de Nicaragua. Por eso,
REVIVIR LA HISTORIA
Honrar nuestras raíces HUMBERTO R MADRIGALY YAJAIRA Y ZAMORA
Promotores Culturales, Remembranzas Para El Guapileño
Sor María Romero, la santa de Costa Rica y de Nicaragua. escribí un libro sobre ella, con testimonios tomados por expertos, aautoridades de El Vaticano, entre la gente que la conoció y ttrabajó con ella. Gracias a la lectura, la edición y la revisión de mi libro, no me cabe duda que Sor María Romero hizo y hace milagros. No dudo que su fe en el Sagrado Corazón de Jesús y en María Auxiliadora, a quienes llamaba “Mi Rey y mi Reina”, así como su gran obra por las personas pobres, le fueron granjeando una serie de dones sobrenaturales, que quedan patentes en los testimonios de este libro, que usted puede bajar, sin
costo alguno, de la página donde tengo muchos libros, www.solidarismoenaccion.com. El objetivo es llamar la atención de nuestros dos países, Costa Rica y Nicaragua, para que se estudie mejor la obra social de esta gran mujer y se propague la fe en ella. Dios quiera que muchas personas más se acerquen a la Casa de María Auxiliadora, ayuden a las obras sociales legadas por Sor María Romero y encuentren paz en Jesús y María, presentes en este lugar que ha marcado mi vida, espero que para siempre.
Este 15 de setiembre en la celebración del 191 aniversario de nuestra independencia, en el distrito de Guápiles al igual que en todo nuestro país se realizaron desfiles por parte de las instituciones educativas públicas y privadas. En esta ocasión, queremos externar una felicitación a todas estas instituciones que ttrabaajaron fuerte y con dedicación para participar en esta celebración, llenándola de alegría, valores e historia; despertando ese espíritu de civismo que llevamos dentro. Pococí es un cantón con variedad de culturas y de historia; desde sus inicios con sus regiones indígenas hasta la colonización impulsada por nuestros abuelos provenientes de diferentes lugares de nuestro país. Aunque muchos crean que Pococí tiene poca identidad cultu-
ral, más bien lo contrario tenemos diversidad cultural, la cual debemos de darnos a la tarea de conocerla y rescatarla. Por esta razón en especial felicitamos a la escuela y colegio Valle del Sol por su aporte en el rescate de la historia de nuestro cantón, realizando una recopilación con el tema “Descubramos Pococí”. La forma en que representaron este tema, utilizando desde pancartas que contenían información de los inicios de las regiones indígenas durante la colonia, haciendo un recorrido por la fundación del cantón hasta mencionar cada uno de sus 7 distritos y además las diferentes etapas en el desarrollo económico y social de esta región. Esperamos que esto motive a nuestros ciudadanos a preocuparnos cada día más por conocer nuestros orígenes y darnos cuenta que tenemos una riqueza cultural por descubrir cada vez más. ¡Felicidades Valle del Sol!
IMPORTANTE ACTIVIDAD DEL INA
La grandeza de las Olimpiadas Técnicas CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
El Guapileño
Estuve los dos días enteros en que se desarrollaron las Olimpiadas Técnicas del INA. Pasé ambos días grabando entrevistas de emprendedores empresariales para canal 13, para Radio Columbia (98.7 FM) y para Radio Centro (96.3), que son los tres medios electrónicos en que laboro. Me impresionó todo lo que vi. Primero que todo, el apoyo del INA a los emprendedores. Son muchas las historias hermosas. Hernán y Rebeca son esposos. No terminaron ni el colegio. Trabajaban en tiendas. Decidieron hacer empresa. El INA leshaayudado.Suempresahaceadorr nos para casas. Hernán elabora todo en madera y Rebeca lo pinta. Son esposos y socios, esposos y compañeros en la aventura empresarial.
Sonia Arias trabajaba a en una maquiladora de pantalones en Puriscal. Decidió hacer su propia empresa. El INA le ha dado las herramientas. De igual manera 24 mujeres de la Asociación de Mujeres Empresarias de Poás, que producen artículos para el cuidado personal. Y Ana Cristina Rodríguez, con su empresa Orquídeas Linda, con la que ha sacado adelante a sus hijos, ella sola. Y Analive Loaiza, con su Vivero Anita, que tiene 37 años de ayudarle a sacar adelante a sus seis hijos en Orosi de Paraíso. Los estudiantes del INA reciben apoyo para convertirse en empresarios. Es el caso de Guiselle Loría, que produce salsas en Naranjo, y de Marcelo Leiva, quien vino de Nicaragua siendo un niño y ya es diseñador de modas. Es el caso de Natalia Carazo Aguilar, de Cervantes de Alvarado,
quien a sus 19 años ya diseña carteras bellísimas y únicas. Unos quince empresarios surgi r dos del INA expusieron en estas olimpiadas técnicas, donde unos doscientos estudiantes del INA compitieron en todos los campos en los que esta institución forma para el desarrollo de Costa Rica. Me llené de alegría, entusiasmo e ilusión viendo a estos muchachos y muchachas, así como a madres solas y gente que no pudo terminar el colegio, pero que están haciendo una diferencia gracias al INA. Las Olimpiadas Técnicas fueron una actividad de primer mundo. Si Costa Rica quiere desarrollarse, tiene el camino señalado en la formación de técnicos del INA. Qué estimulante ver a tantas personas compitiendo con base en sus talentos y sus capacidades. Una vez, el gran intelectual t Don
Feria Tecnológica y de Empleo Pococí 2012
Alberto Cañas, conciencia viva de Costa Rica, me dijo que Intel llegó a Costa Rica por dos instituciones, el INA y el Instituto Tecnológico de Costa Rica. Coinciden estas Olimpiada m s Técnicas con la celebración de los 15 años de Intel en Costa Rica. Como dijo el presidente del INA, don Olman Segura, durante la inauguración, el desarrollo de países como Corea del Sur, Singapur y Dinamarca, se ha basado en la educación y en la formación técnica. Hace cincuenta años, Corea del Sur era más pobre que Costa Rica. Hoy es un país desarrollado. Si queremos seguir su ejemplo, debemos creer en el INA. De verdad que es una llave para Costa Rica. Este es el país en el que creo. Este es el país en el que tengo fe y esperanza. Esta es la Costa Rica que algún día, gracias al INA, puede ser un país desarrollado.
Camilo Rodríguez Chaverri.
Los días 24, 25 y 26 de octubre Campo Ferial de la Expo-Pococí
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El Guapileño
El amor vive en el Hogar CAMILO RODRÍGUEZ CHAVERRI A
El Guapileño
Doña Mayita es una abuelita que me regaló la vida. Doña Mayita es un tesoro que camina. La conocí hace unos trece o catorce años. Se fue convirtiendo en mi amiga más cercana. Yo digo que es mi abuelita pero muchas veces ha sido mi única amiga, y otras veces, como otra mamá. Ni mi mamá se enoja porque lo diga. Doña Mayita ha sido una persona incondicional conmigo. Me ha puesto el hombro para llorar. Me ha dado sus manos para que yo tenga cuatro manos. Recorrió a mi lado todo Costa Rica tomando fotos de iglesias en más de dos mil comunidades que hay en nuestro país. De la misma manera, recorrió toda Nicaragua conmigo. Es una mujer sumamente valiente. Soportaba a mi lado jornadas extensas por calles en mal estado, en sitios muy calientes o muy fríos, comiendo lo que se pudiera, en comunidades donde apenas hay una pulpería, y a veces ni eso. También ha sido un gran estímulo para mi tarea editora. Ella y mi papá han sido los grandes promotores de mis libros. He comido en su casa miles de veces. He ido al cine, al teatro, a actividades comunales y culturales con ella. Ha sido mi gran compañera en estos trece o catorce años.
Esta es la foto de nuestro último paseo, hace unos meses, a Isla San Lucas.
El Hogar Santa Lucía está ubicado en Guadalupe, Goicochea, cien metros al este y setenta y cinco metros al norte de la esquina suroeste del Hospital Hotel La Católica. Sus teléfonos son 2524-0542 y 8969-3728.
Una dura prueba Ahora, un cáncer la ha tenido menos fuerte que siempre, aunque sigue siendo la misma mujer valiente, fuertísima; la misma mujer que tuvo que sacar adelante a sus cuatro hijos; i la misma mujer que hizo profesionales a sus hijos; la misma mujer que iba a comprar ropa en Panamá o en México, y que comerciaba con ropa para darle una gran educación a sus hijos; la misma mujer que fue gerente de dos tiendas de muebles, a pesar de que el machismo de su época no le permitió ingresar a la universidad; la misma mujer que ve ahora cómo su hija mayor se gradúa como abogada en Estados Unidos, lo que ella, doña Mayita, hubiera querido estudiar; la misma mujer que trabajó en una gasolinera para que sus hijos pudieran estar en un centro educativo privado; la misma mujer que se quedó al frente del hogar, a los 49 años, cuando su marido se fue. Ha pasado muchas semanas en el hospital, y en el momento en que era necesario llevarla a la casa, tomamos la decisión de buscar un sitio especializado en la atención de personas como ella, que, a sus 80 años, lucha por su vida. Tres T de sus cuatro hijos viven en Estados Unidos y es injusto que una sola mujer, su hija Felicia, tenga que atenderla en momentos en que necesita cuidados especiales y especializados. Con la ayuda del médico José Enrique Pacheco, quien es muy cercano a doña Mayita, llegué al Hogar Santa Lucía, un lugar especial. Doña Mayita venía de estar dos
El Hogar Santa Lucía tiene unas instalaciones impecables. Mi abuelita, Doña Mayita, recibe una excelente atención en el Hogar Santa Lucía. largas semanas en el Departamento de Ortopedia del Hospital Calderón Guardia, donde no la atendieron tan bien como sí lo hicieron en Oncología, en Cirugía, en Emergencias y en los cuidados post operación de ese mismo hospital. Ni con la atención esmerada que sí recibió en el Hospital México. En la Caja Costarricense del Seguro Social se notan el carisma, la pasión por el servicio y la calidez con los pacientes. La atención es buena, es esmerada, es cálida. Lo notamos tanto en Oncología y Cirugía del Hospital Calderón Guardia, como en el Hospital México. Así que había que tomar una decisión rápida y oportuna. Doña Mayita ha sido una mujer intensa, entregada a la causa de formar a sus hijos, y en mi caso, ha sido una infatigable e incondicional compañera de viaje. Los libros de iglesias, los libros de entrevistas y los libros de cuentos y poemas, que he publicado en estos trece o catorce años, tienen su huella indeleble. Llegué al Hogar Santa Lucía, y luego de observar la excelente atención que reciben los adultos mayores, conversé con los hijos de doña Mayita. Fue una decisión muy difícil, sobre todo para su hija Felicia, la única que vive en Costa Rica, pero
ella ha dado todo de sí para su mamá. Simplemente es que la recuperación de doña Mayita requiere de una atención profesional y que esté dispuesta las veinticuatro horas. Una sola persona no puede atender de esta manera, aunque sea su mamá. Es humanamente imposible.
Amor, respeto, consideración Cuando llegué a ver a doña Mayita, en el Hogar Santa Lucía, me dijo, “amor, ustedes me trajeron al paraíso, porque aquí me tratan con amor”. En este hogar vive el amor. En este sitio, el Hogar Santa Lucía, mi abuelita Mayita ha recobrado la humanidad. He visto a las muchachas que le atienden, hechas una miel de cariño para Doña Mayita. Las he visto trabajando con suma consideración y con especial cuidado. En las mujeres y los hombres que atienden en este hogar, se nota una suma impresionante de conocimiento, serenidad, respeto y calor humano. Mi abuelita fue tratada como una señora durante cinco semanas en Oncología y en Cirugía del Hospital Calderón Guardia, e igualmente en
el Hospital México. Pero ya era necesario encontrar una salida fuera de la atención hospitalaria. Además, en Ortopedia, la situación de ella, ya fracturada, no fue igual. Tanto que un día, esta mujer tan valiente, tan fuerte, tan dura para enfrentar la adversidad, me dijo, “si me dejan un día más en este hospital, me muero”. Estoy muy contento de ver el trato profesional y enteramente humano que recibe ahora mi abuelita, Doña Mayita, en el Hogar Santa Lucía. A cargo r de la médico gerontóloga Dixia Espinoza, y de su esposo, Douglas Mora Arias, licenciado en Enfermería, este hogar me ha mostrado una dimensión de la atención humana con personas enfermas que no me había tocado ver hasta ahora. Un día de estos, Diego Calderón Monge, el terapista, pasó varias horas con Daisy, una señora de 89 años, enferma de Parkinson. Doña Mayita estaba dormida, así que pasé cerca de una hora viendo a este muchachito, tan jovencito, atendiendo con un amor y una consideración que me sumió en el silencio, atendiendo a una mujer que no puede hablar y que apenas si lo mira. Hubiera querido grabar a en video esa escena tan hermosa y tan poética. Así como quisiera alzar por los aires, abrazar y decirles gracias de muchas maneras a las tres o cuatro muchachas que se fajan con mi abue-
lita y la bañan con gran cuidado y profesionalismo. No tengo ni palabras ni formas adecuadas para expresar toda mi alegría y toda mi gratitud para estas mujeres que me están atendiendo tan bien a quien ha sido como otra mamá para mí.
Excelente atención Cuando uno tiene a una persona tan cercana, que requiere atención especializada, cómo se agradece esa mano amiga, esa dulzura, esa tranquilidad y esa paciencia con que he visto que atienden a las personas en el Hogar Santa Lucía. Uno quiere derretirse viendo a estas muchachas mientras les lavan los dientes a los señores mayores, o mientras les dan de comer, o mientras los acuestan o los llevan al baño. Van a al paso de cada persona, y cada persona es única e irrepetible para ellas. La bondad tiene nombres propios en el Hogar Santa Lucía: Lorena Ruiz, Candy Murillo, Marta Moncada y Milady Morales. Ellas cuatro bañan y cuidan de Doña Mayita, la chinean, están pendientes de ella. Son nicaragüenses, como miles de personas que han venido a hacer más grande a esta patria. Son de ese país que recorrimos Doña Mayita y yo, enamorados de su colorido, sus templos, sus parques, su hospitalidad, su folclor y sus paisa-
Santa Lucía
El esmero, la atención y el cariño son notorios en el Hogar Santa Lucía.
Da gusto ver cómo atienden a cada persona como única e irrepetible. Diego Calderón Monge asiste al Hogar Santa Lucía para colaborar como fisioterapista.
jes. Ellas, esas cuatro grandes muchachas, y Dixia Espinoza, la médico gerontóloga, son mis nuevas heroínas, los rostros que tiene Dios para llegar a mí, todos los días, en la luz, en el servicio, en la atención que ellas brindan a los adultos mayores. En nombre de esta Doña Mayita que ha sido una gran bendición en mi vida, una gran compañera, una gran consejera,les doylas gracias.También a en nombre de su familia, de sus amigas, de su gente más cercana. Gracias, muchas gracias, desde el fondo de mi corazón, muchísimas gracias.
En el Hogar Santa Lucía vive el amor. El correo electrónico del Hogar Santa Lucía es hslhogarsantalucia@geriatric-caring.com, y también hogarsantalucia.cr@gmail.com.
El Guapile単o 27