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El Monte de Boadilla
PL ANO
¿Nos vamos de ruta?
Boadilla está situada en un entorno privilegiado. Sus 828,95 hectáreas de monte hacen del municipio el lugar idóneo para los amantes de la naturaleza.
Te x t o : Natalia Diz Fotografía: A.N.
El agua, presente en toda su extensión, bien en forma de riachuelo o de aguas subterráneas, hace posible su gran variedad de vegetación y de vida animal. Uno de los principales cursos de agua es el arroyo de la Fresneda, que discurre paralelo a la M-513 y divide el monte en dos zonas, la norte y la sur. A este arroyo vierten sus aguas el arroyo de Vallelargo, que viene de Majadahonda, y una red de regueros entre los que destacan el arroyo de Romeral, el arroyo de Prado del Espino y el arroyo del Nacedero. El recorrido de la Fresneda avanza hasta los parques de El Caño y de Juan Pablo II para dejar Boadilla bajo el nombre de arroyo de la Vega y desembocar en el río Guadarrama.
V e g e t a c ió n
El bosque de Boadilla es de tipo mediterráneo y crece sobre suelos arenosos. La especie arbórea predominante es la encina, acompañada por los quejigos y el fresno común.
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La vegetación que aparece junto a los arroyos o de ribera, es el sauce, que puede crecer como árbol o como arbusto. Un poco más arriba del cauce aparecen los chopos o álamos. Solo existe un pequeño ejemplar en el arroyo de la Fresneda, pero se pueden encontrar varios de gran tamaño en el parque Juan Pablo II. Ya en la dehesa, podemos disfrutar de los fresnos y sus variadas formas como consecuencia del desmoche, un tipo de poda que despoja al árbol de las ramas superiores o copa. La última especie vegetal de ribera serían los olmos, pero el monte de Boadilla alberga muy pocos debido a la grafiosis, una enfermedad causada por un tipo de hongo. Hacia el interior, ya comenzamos a ver el abundante encinar junto a ejemplares aislados de quejigo y jara pringosa. Las encinas y quejigos son del mismo género Quercus, pero se diferencian por sus hojas: las de encina son
pequeñas y con pinchos; y las de quejigo, grandes y lobuladas. Y la jara no necesita presentación: un arbusto de flores blancas exuberantes que sorprenden por su belleza y su aroma, además de sus hojas pringosas. Y no nos podemos olvidar del pino piñonero, presente sobre todo en la zona norte, cerca ya de Majadahonda.
V id a a n im a l
Todo ello forma un conjunto de dehesas, bosques de ribera, monte bajo, etc., que dan cobijo a numerosas especies de animales. Con mucho cuidado y paciencia, se puede observar parte de la fauna que vive junto a nosotros: aves, conejos, reptiles, zorros, ginetas, jabalíes… Los conejos son los más fáciles de ver. Gracias a los majanos, madrigueras artificiales de hormigón construidas para favorecer su cría, proliferan en nuestro entorno. CONTINÚA EN LA PÁGINA 6
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