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Conejos Su alimentación
A un conejo nunca puede faltarle heno. Hay que renovarlo diariamente para aumentar su palatabilidad.
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Texto: Nuria Forés - Adolfo Benavente (CV Prado de Boadilla)
El heno se ha de colocar en una henera porque en el suelo lo pisotean y lo ensucian y ya no querrán comerlo.
Es importante que tenga ramas anchas, esté empaquetado suelto y que no tenga muchas partículas pequeñas que generen patologías respiratorias.
El heno más adecuado es el de gramíneas, pero también existen otros como el de alfalfa, que sólo debe utilizarse en periodos fisiológicos especiales o de convalecencia por alguna patología. La alfalfa es muy rica en calcio, mineral que el conejo elimina por la orina. Si toma demasiado calcio en la dieta, se producen cálculos y exceso de calcio en orina.
También se puede dar una alimentación a base de hierba fresca si se encuentra en un recinto grande con hierba a su disposición.
Los pellets a base de harina
de alfalfa molidos comercialmente son el tipo de pienso predominante para los conejos mascota. Tienen el inconveniente de que pueden favorecer este tipo de comida y menos cantidad de heno, causando aumento de peso, obesidad y diarrea. Se deben conservar en lugar fresco y seco.
Lo recomendable
La mayoría de los conejos domésticos, especialmente sedentarios y geriátricos, obtienen mejores resultados con una dieta limitada de pellets suplementada con heno y algunas verduras. Y los de angora, con una dieta libre de pienso para comer.
Las verduras frescas deben introducirse gradualmente, agregando un nuevo alimento cada semana y descartando cualquiera que cause diarrea.
Se deben alimentar con, al menos, tres verduras diferentes para ayudar a prevenir desequilibrios nutricionales. La cantidad: similar al tamaño de una pelota de tenis cada 12 horas por conejo.
Col rizada, hojas de zanahoria, hojas de mostaza y hojas de diente de león, también brócoli y coliflor, brotes de alfalfa, trébol, canónigos, rúcula, lechuga tierna hoja
de roble, lollo rosso, escaro-
la, etc. No se las debemos dar recién sacadas del frigorífico sino a temperatura ambiente para evitar alteraciones digestivas.
Pueden suministrarse plantas silvestres si se dispone de ellas y se sabe claramente que no han recibido pesticidas ni otros químicos. Es el caso de la zarzamora (Rubus fructicosus), hierba cana (Senecio vulgaris), pamplina (Stellaria media), o diente de león (Taraxacum officinale). Es posible, además, aportarle todo tipo de hierbas aromáticas, frescas o secas, como hierbabuena, menta, cilantro, romero, albahaca, manzanilla y pétalos de flores como el hibisco. n
Hospital Veterinario Siglo XXI Diabetes canina
La diabetes mellitus es una enfermedad que afecta a la función endocrina del páncreas, provocando niveles elevados de azúcar en sangre de manera persistente. Es una enfermedad crónica que necesita un tratamiento de por vida.
Suele afectar a perros de mediana edad (en torno a los ocho años), siendo más frecuente en hembras no castradas. Existen algunas razas que están más predispuestas como Caniche, Schnauzer miniatura, Beagle, Teckel, Terriers o Golden Retriever.
Síntomas
Normalmente están presentes las llamadas “Cuatro P”: polidipsia (beber mucho), poliuria (orinar mucho), polifagia (comer mucho) y pérdida de peso. Además, pueden aparecer complicaciones como la pancreatitis, la lipidosis hepática y, la más grave, la cetoacidosis diabética.
Ante cualquiera de estos síntomas, se debe acudir al veterinario para que mida el nivel de glucosa y cuerpos cetónicos en sangre por medio de una analítica sanguínea y otro de orina. Se considera que un perro padece hiperglucemia (en ayunas)
cuando el valor de glucosa en sangre es superior a los 180-200 mg/dl. Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son controlar los síntomas, evitar las complicaciones a largo plazo y evitar la hipoglucemia. Para conseguirlo se deben abordar diferentes frentes: • Dieta y ejercicio: el ejercicio debe ser constante y moderado. La dieta será con alto contenido en fibra y bajo contenido en grasa.
Además hay que ajustar el horario de las comidas y la cantidad a la toma de insulina. • Castración: en el caso de las hembras se recomienda someterlas a una ovariohisterectomía, ya que las no castradas presentan oscilaciones en sus necesi-
dades de insulina, siendo más difícil controlar la enfermedad. • Administración de insulina: al tratarse de una diabetes tipo I, el perro pierde la capacidad completa de producir insulina, por lo que los hipoglucemiantes orales no son eficaces. Por eso, el tratamiento consiste en la administración de insulina porcina (idéntica a la canina).. n
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