Metáfora animal

Page 1

Cuarto Simposio Internacional Centro de Estudios de Narratología “Dra. Mignon D. de Rodriguez Pasqués” La metáfora animal: la construcción del inmigrante en la novela argentina de 1880 Patricia Dante María Soledad Silvestre Universidad de Buenos Aires patriciadanieladante@yahoo.com.ar sol_silvestre@yahoo.com.ar Abstract La reflexión sobre un tropos discursivo en particular como la metáfora ha permitido repensar varios aspectos de la teoría narratológica. La ficción tiene el poder de “rehacer la realidad” y el mundo del texto interviene en el mundo de la acción para comprenderlo o transfigurarlo y la metáfora en sí misma da cuenta de este proceso. Hacia fines del siglo XIX la literatura argentina daba cuenta de la inmigración en las grandes urbes y del inmigrante. El empleo de la metáfora para construir discursivamente este proceso no (sólo) tuvo una finalidad poética: detrás de las metáforas que animalizaban la conducta del inmigrante se evidencia un fin persuasivo coherente con las corrientes de pensamiento dominantes de la época. En la sangre, de Eugenio Cambaceres da cuenta de ello. El análisis de las metáforas en esta obra se estructura sobre la base de dos perspectivas: desde la mirada cognitivista, la metáfora construye en el pensamiento una visión del hombre que lo asimila al animal. Desde una perspectiva retórica, el empleo de metáforas que animalizan al inmigrante refleja los supuestos ideológicos dominantes de la época y argumenta a su favor.

Introducción Las distintas definiciones que se han dado sobre el concepto de metáfora dan cuenta de la dificultad existente para arribar a una mirada integradora y completa del término. Aristóteles, uno de los primeros en definirla, afirmaba que “la metáfora consiste en trasladar a una cosa un nombre que designa otra” (Aristóteles, citado en Di Stéfano 2006: 10). Otros enfoques piensan la metáfora no a partir de la traslación de un término que sustituye a otro sino atendiendo a la tensión existente entre ambos; de acuerdo con esta perspectiva desarrollada por el filósofo francés Paul Ricoer (2001), el término sustituido no desaparece por

1


completo y su presencia, subyacente, hace que emerja la tensión entre los términos involucrados. También es cierta la dificultad en torno a establecer cuál o cuáles son las funciones de la metáfora dado que su empleo en el discurso no (sólo) cumple una finalidad poética. Esta lectura obstaculiza una interpretación de los discursos que, insertos en una coyuntura social reflejan representaciones sobre los sujetos. En esta comunicación se analiza la función que cumple la metáfora en el tratamiento del inmigrante (sobre todo del sudeste europeo, más específicamente los inmigrantes italianos y españoles) en una novela muy representativa de la literatura argentina de 1880: En la sangre, de Eugenio Cambaceres (1996). La novela, que sigue los cánones del Naturalismo francés y cuyo modelo se encuentra en la obra del Èmile Zola, narra la degradación de una familia corrompida a partir de la irrupción de un hijo de inmigrantes en su seno; todo el sistema narrativo de En la sangre busca poner de relieve la condición miserable de ese sujeto que determinado por sus orígenes –y aquí es donde se evidencia el canon naturalista- no puede escapar de su propia condición brutal, avara y codiciosa. La construcción discursiva de este inmigrante como un animal resulta de particular interés dado que estas metaforizaciones de su conducta fueron las primeras y coinciden con una década de grandes oleajes inmigratorios.

El

propósito de este trabajo es analizar el empleo de las metáforas animales desde dos grandes perspectivas o tradiciones: la perspectiva retórica y la cognitivista.. De acuerdo con éstas, interesa el análisis de las metáforas animales presentes en la novela de Cambaceres como fenómeno cognitivo, elaborado culturalmente para conceptualizar una mirada del hombre y al mismo tiempo interesa explicar el empleo argumentativo que se hace de la metáfora en En la sangre, dado que la formación de una imagen estereotipada, totalmente negativa del inmigrante mediante el empleo de metáforas se condice con los valores y creencias de los grupos dominantes de la época y desde este punto de vista devela los lugares comunes, los ideologemas1 o máximas ideológicas (Angenot, 1982) de un sistema de pensamiento. La metáfora, en este trabajo, se entiende a partir de la integración de estos dos aspectos.

1

2


Marco teórico Este trabajo integra los postulados teóricos de las perspectivas cognitivista y retórica respecto de la metáfora dado que un abordaje que contemple las dos tradiciones más representativas del concepto se torna necesario para arribar a un análisis más profundo de los usos de esta figura. En este sentido y de acuerdo con la primera perspectiva en la que se destaca Lakoff, se entiende que la metáfora permite conceptualizar, conocer el mundo, tornarlo inteligible sobre todo ante fenómenos que resultan difíciles de ser percibidos. La metáfora no es un adorno del lenguaje, y esto lleva a pensarla más allá del texto poético. Por eso, Lakoff y Johnson (1995) analizan el uso de metáforas en el lenguaje cotidiano dado que desde esta mirada las expresiones habituales recurren a expresiones metafóricas que son culturales, es decir que están establecidas como modo de pensamiento entre los miembros de una comunidad. La metáfora, de acuerdo con esta perspectiva cumple una función cognitiva. Dos campos semánticos o dominios entran en una relación de superposición: uno es el dominio o campo meta (aquel que se intenta metaforizar) y otro es el dominio o campo fuente, a la que pertenece la imagen de donde se extrajo la metáfora (Di Stéfano 2006:43,44). Por el contrario, la perspectiva retórica analiza la metáfora como fenómeno discursivo y, desde esta posición y con diferentes matices, se atiende a sus usos en el discurso y en relación con su valor argumentativo. Perelman (1997) y Le Guern ((1973) representan esta tradición. Angenot (1982) en esta línea, piensa además en la metáfora como portadora de marcas de un sistema ideológico y, en este sentido, develan lo que el autor denomina ideologemas, máximas ideológicas o lugares comunes (término aristotélico que Angenot resemantiza, dado que para Aristóteles los lugares comunes eran universales mientras que para él están condicionados histórica y socialmente). A través del discurso se va construyendo un campo metafórico que está en función de una opinión y desde este punto de vista tiene un valor argumentativo y polémico debido a que, según Angenot, la metáfora une dos elementos con connotaciones ideológicas opuestas y produce lo que él denomina una “discordancia ideológica” (Di Stéfano, 2006: 38). Análisis del corpus En la sangre, de Eugenio Cambaceres, es una novela estructurada en torno a la vida de una familia de inmigrantes italianos en Buenos Aires, y se centra en 3


Genaro, el hijo del matrimonio, nacido en Buenos Aires y criado en un conventillo. Tras la muerte de su padre, Genaro inicia un recorrido urbano que lo lleva a conocer y casarse con una joven de buena familia y pasar económico, Máxima, a quien estafa y termina golpeando. Ese recorrido lo lleva también a la universidad, que sortea burlando el examen final. El inmigrante y su condición miserable aparecen permanentemente en la narración. Pero esta construcción del inmigrante tiene sus raíces en la coyuntura histórica y social en la que la novela se publica (1887). Entre los años 80 y los 90, la cantidad de inmigrantes llegados a la Argentina creció considerablemente. Los italianos conformaron el grupo más numeroso y en general se radicaron en las grandes ciudades; Buenos Aires, que no estaba preparada ediliciamente para acoger el flujo inmigratorio comenzó a poblarse de conventillos que provocaron reacciones adversas entre los criollos, sobre todo porque el hacinamiento generaba el temor a enfermedades. Esta coyuntura, sin embargo, no termina de explicar la construcción discursiva y la conceptualización del inmigrante en En la sangre. Durante estos años, la literatura y la novela en especial se impregnan de las ideas del Naturalismo surgido en Francia, que pregona el poder de la razón y de la ciencia. La novela, en este sentido es una continuadora directa de la ciencia y bajo el halo del Naturalismo comienzan a aparecer personajes marginales (prostitutas, dementes), espacios sórdidos que, en los términos de este movimiento literario (cuyos orígenes se ubican en el positivismo) explican el determinismo que el medio ejerce sobre los individuos. La construcción metafórica “el inmigrante es un animal” se evidencia en En la sangre desde las primeras líneas. De esta manera se inicia el relato: De cabeza grande, de facciones chatas, ganchuda la nariz, saliente el labio inferior, en la expresión aviesa de sus ojos chicos y sumidos, una capacidad de buitre se acusaba. (...) Un momento, alargando el cuello, hundía la vista en el zaguán. Continuaba luego su camino entre ruidos de latón y fierro viejo. Había en su paso una resignación de buey. (pp. 51)

Culturalmente, ciertas competencias, aptitudes o defectos de un individuo en la vida cotidiana se conceptualizan a través de metáforas animales: se dice de una persona que tiene “vista de lince”, o que es “un pavo”. Las metáforas 4


animales están convencionalizadas en la cultura, es decir que su comprensión no implica un esfuerzo dado que están automatizadas y establecidas como modo de pensamiento

entre los miembros de una comunidad determinada (Lakoff y

Turner, 1989). Ahora bien, la elección de este campo metafórico para el tratamiento discursivo del inmigrante no puede pensarse independientemente de aquello que se busca demostrar –la brutalidad y peligrosidad del inmigrante- ni ajena a las connotaciones que culturalmente conllevan ciertos animales como el buitre y el buey. La metáfora “el inmigrante es un animal” se apoya en la proyección semántica de ciertos semas (no todos) de esos animales (campo fuente) sobre el inmigrante (campo meta) tal como se evidencia en el siguiente cuadro: Cuadro 1 Elementos de la proyección metafórica Buey, buitre Propiedades del campo-fuente que se proyectan Buey. Animal vacuno castrado. sobre el campo-meta (inmigrantes)

Animal que atado de orejas y cuernos sirve a las tareas del hombre. Buitre. Ave rapaz. Se alimenta de carne muerta

Relaciones

y vive en bandadas. Los inmigrantes trabajan sin descanso, sin reflexión y en actividades que implican un excesivo desgaste físico que va en detrimento de su salud. Son bueyes. Los inmigrantes viven hacinados y buscan el ascenso social a cualquier precio, sin códigos ni valores que los condicionen. Son buitres.

La construcción del inmigrante en la novela se realiza entonces a través de la proyección semántica de ciertos semas del buitre y el buey sobre los sujetos a partir de los cuales se formula la argumentación que, dada la fuerza de la metáfora y según Le Guern (1973), resulta mucho más efectiva porque el juicio de valor no está afirmado explícitamente por el locutor y es “el destinatario quien debe interpretar la metáfora y deducir el juicio de valor que ésta encierra” (Di Stéfano 2006:33). Más adelante, la novela abunda en descripciones que reiteran la metaforización animal del inmigrante, tal como ocurre en el siguiente ejemplo:

5


Algo insólito, anormal, parecía alterar la calma, la tranquila animalidad de aquel humano hacinamiento.

Y cuando el padre de Genaro muere, prorrumpen bestialmente, tal como lo deja pensar la expresión en tropel, los vecinos a la casa de la familia: Varios que en ese instante acertaban a pasar, otras personas del barrio se agruparon: el almacenero de enfrente, el colchonero de la acera, el negro vigilante, el changador de la esquina y todos...en tropel penetraron en la casa.

El empleo de la metáfora “el inmigrante es un animal” se reitera a lo largo de toda la novela. En su juventud, Genaro ingresa a la universidad y en soledad sufre porque no puede concentrarse ni estudiar y se pregunta porqué no es como los otros. A la inteligencia de esos otros se le opone, en el siguiente caso, “la astucia felina de su raza”: Y, sólo porque dotado de la astucia felina de su raza, su único bagaje intelectual, poseía el don de sustraerse a las miradas ajenas, de disfrazar, envuelto en el oropel de una verbosidad insustancial y hueca, todo el árido vacío de su cabeza, no faltaba quien dijera de él que también tenía talento...talento él...(...)

Desde el punto de vista cognitivo, el empleo de estas metáforas responde a una conceptualización que culturalmente ya se encuentra automatizada y hasta cierto punto es inconsciente. Esa convencionalización no explica, sin embargo, porqué la metáfora da lugar a la polémica. Se trata de un caso en el que esta figura devela el sistema ideológico de los sectores dominantes y al mismo tiempo se transforma en un ideologema (Angenot 1982) que refleja una formación discursiva (Pêcheux), es decir, el conjunto de discursos generados por una misma matriz ideológica (Di Stéfano 2006:136) que en este caso se encuentra legitimada por los sectores dominantes. En otras palabras, las metáforas animales funcionan argumentativamente en tanto sostienen un punto de vista respecto del inmigrante y la inmigración como fenómeno. La metáfora “el inmigrante es un animal” resulta polémica sobre todo porque la proyección del campo fuente (lo animal) sobre el campo meta (el inmigrante) recién comienza a observarse en esas décadas en las que el inmigrante se torna el centro de interés de la novela naturalista

6


argentina, marcada por el afán europeizante de los escritores que, como en el caso de Cambaceres, producen de acuerdo a los moldes del naturalismo francés. Por otra parte, el grado de convencionalización de las metáforas que se emplean en En la sangre explica también su funcionalidad argumentativa más que poética siguiendo con la distinción que Aristóteles estableció entre funciones retóricas y poéticas de la metáfora y la caracterización que Le Guern (1973) profundizó de las metáforas poéticas y argumentativas. En otras palabras, cuanto más convencionalizadas y automatizadas están las metáforas, menos eficacia poética (o éxito) tienen dado que la función poética se aparta del uso corriente del lenguaje y busca otras formas, menos convencionalizadas de transmisión. De modo opuesto, las metáforas que operan argumentativamente resultan tanto más exitosas cuanto más convencionalizadas y automatizadas en una cultura estén. La metáfora “X es un animal” que se desarrolla en En la sangre funciona argumentativamente para condenar radicalmente al inmigrante a partir de la proyección de ciertos semas de los animales (+brutos, -reflexivos, +astutos, -inteligentes) sobre ellos. En los siguientes ejemplos la experiencia escolar de Genaro aparece expandida con acotaciones y descripciones que nuevamente lo asimilan a un animal a partir de esa proyección semántica: -No- llegó a exclamar un día en un desesperado arranque de bestia acorralada. Él los había de poner a raya, los había de obligar a que se dejaran de tenerlo para la risa...les había de enseñar a que lo trataran como a gente...(...) (pp. 73) (...) Acaso había acudido en su auxilio, había llegado a prestarle una ayuda salvadora esa sagacidad hereditaria, innata en él y que era como el refugio supremo de su espíritu, como un agente extraño y misterioso que gobernara sus actos, como un segundo instinto de conservación que poseyese sólo en defensa de su ser moral. Si esa última esperanza le quedaba, una palabra, una interrupción lanzada a tiempo, un oportuno momento de silencio, un gesto afectado de impaciencia, una sonrisa de fingido menosprecio, una repentina inspiración, un rasgo, en fin, de su esencial astucia, ajeno al juego de la inteligencia, involuntario, , impensado, hasta inconsciente en él, había operado tal vez el milagro de salvarlo (...) (pp. 77, 78)

Genaro es una “bestia acorralada”, y es dueño de una “sagacidad hereditaria, innata en él” asociada a su “esencial astucia”. La sagacidad y la astucia son rasgos semánticos que no implican reflexión y que por ende suelen

7


atribuirse a la conducta animal. No están vinculadas a la inteligencia, tal como la cita anterior lo aclara (“...un rasgo, en fin, de su esencial astucia, ajeno al juego de la inteligencia...”). Aparecen aquí asimiladas a la conducta de Genaro que atraviesa distintas experiencias de vida dotado únicamente de atributos iguales a los de un animal; no hay reflexión, rasgo que lo humanizaría en la novela, ni tampoco posesión de la palabra. En un contexto histórico y social dominado por el positivismo, la ciencia y el poder de la razón y en las circunstancias nacionales que enmarcan y ubican el relato (aumento del número de inmigrantes de la zona europea menos “prestigiosa”, proliferación de conventillos en las grandes urbes, alto grado de movilidad social que alcanzó la nueva clase, rechazo de los grupos de élite), las metáforas cobran un sentido argumentativo e incluso didáctico en tanto vinculadas a las descripciones exhaustivas –recurso característico de los cánones realistas o naturalistas que se respetan en En la sangre- garantizan la fidelidad de la información y operan con un sentido documental dado que reflejan el respecto y copia de lo real al que el relato debía responder. Piénsese además que las metáforas animales se desenvuelven en esta novela (y en otras de la llamada Generación del 80’) junto con las biológico-médicas que justifican la brutalidad, la codicia y otros rasgos negativos por la herencia y el determinismo que el medio ejerce sobre el individuo. De acuerdo con esto, si la coyuntura histórico-social es pensada en relación a las formas metafóricas automatizadas en una cultura para estructurar conceptos o ideas, el valor de la metáfora “el inmigrante es un animal” cobra valor argumentativo ya que se apoya en expresiones convencionalizadas, casi inconscientes en una cultura y al mismo tiempo remiten a un sistema ideológico que las autoriza y transforma en aceptables. Conclusión Como hemos visto en este análisis, el campo metafórico animal se desenvuelve en toda la novela para construir a un sujeto, el inmigrante, en términos peyorativos. El empleo de metáforas que proyectan rasgos animales sobre el inmigrante no es un recurso exclusivo de En la sangre, novela de Eugenio Cambaceres. Otros autores, como es el caso de Antonio Argerich, muestran ejemplos de estas metaforizaciones que, referidas al hombre en sentido genérico (no al inmigrante en particular) ya se encontraban arraigadas en la cultura argentina y por eso 8


mismo automatizadas en la mente de los individuos. Pero el empleo que en esta novela se hace de las metáforas proyectadas sobre el inmigrante conlleva un valor argumentativo que le da voz al sistema ideológico que por aquel entonces era dominante y expresaba un fuerte rechazo hacia aquel. Por eso es que la metáfora se transforma en un ideologema. Este trabajo ha tenido como principal objetivo analizar los empleos metafóricos en un discurso concreto, atravesado por condiciones históricas y sociales particulares, desde una perspectiva que integra la tradición retórica con la reflexión cognitivista. La necesidad de emprender un análisis de los usos metafóricos debe partir, en primer lugar, de reconocer la complejidad del fenómeno y contemplar estas dos perspectivas teóricas que de manera integrada, permiten superar los escollos que se presentan siempre que se piensa la metáfora como un fenómeno puramente cognitivo o puramente discursivo. Bibliografía ANGENOT, M. (1982), La palabra panfletaria, París, Payot (traducción especial para Cátedra Unesco de Lectura y Escritura, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires). ARGERICH, A. (1984), ¿Inocentes o culpables?, Buenos Aires, Hyspamérica. CAMBACERES, E.(1996), En la sangre, Buenos Aires, Colihue. DI STEFANO, M. (coord.) (2006), Metáforas en uso. Buenos Aires, Biblos. LAKOFF, G. Y JOHNSON, M. (1995), Metáforas de la vida cotidiana. Madrid, Cátedra. LAKOFF, G. Y TURNER, M. (1989), Algo más que la fría razón. Una guía de uso de la metáfora poética. Londres, The University of Chicago Press (traducción de Laura Eisner, especial para Cátedra Unesco de Lectura y escritura, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires). LE GUERN, M. (1973), Sémantique de la métaphore et de la métonymie, París, Larousse. PERELMAN, CH. (1997), El imperio retórico. Retórica y argumentación, Santafé de Bogotá, Norma.

9


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.