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Indice
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Prólogo
Santiago Centro, apogeo del neoliberalismo chileno, acoge en si la mayor parte de las sedes administrativas del país. Con gran trafico peatonal, Santiago se caracteriza por ser un constante bullicio de voces, pasos, bocinas, música; mescolanzas de ritmos peatonales. El culto a la desconfianza, a la descortesía, sorprende ver en sus calles personas con algún grado de gentilidad. Pero dentro de Santiago Centro, de manera involuntaria o no, casi invisibilizados por la gente, es centro de comunión de muchos artistas callejeros, que motivados, por las ganancias de las propinas que obtienen con sus actos, envuelven a la ciudad, con un poco más de colorido, alejándonos, por breves minutos de la vorágine alienante del ritmo acelerado de la urbe.
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Introducci贸n.
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El arte visual en Santiago se expresa de diversa formas. Expresiones gráficas que varían desde mecanismos más convencionales, como pintores que se instalan en las calles con sus atriles, fotógrafos que junto a toda su parafernalia, pretende suplir un estudio fotográfico en medio de la multitud que deambula por la gran ciudad.
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Las paredes de santiago son, casi, la principal fuente, de piezas gráficas de la zona. El sector de Recoleta es un fiel exponente de ello. Murales, mosaicos, esténcil e incluso ingeniosas esculturas adornan este lugar característico por ser bohemio. Obras principalmente anónimas, pero que dentro de su estilo, van denotando características reconocibles de un mismo autor.
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Muchas de estas obras, son utilizadas como fachadas de negocios, salsotecas, pub, restoranes, centro artĂsticos e incluso para jardines infantiles. En otros casos, las expresiones grĂĄficas, no son mĂĄs
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que impulsos de alguna persona, que con animo de expresar escritos, dibujos o simplemente ideas del momento, tapizan el barrio, siendo parte de esta construcci贸n gr谩fica. 17
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La grĂĄfica de recoleta, no solo estĂĄ en sus muros, podemos encontrar, a lo largo del camino, objetos curiosos utilizados como bancas, mosaicos, entre otros. Los suelos de Recoleta alfombrados de color, alegran los pasos del transeĂşnte.
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Bancas hechas de objetos dados de bajas, de troncos, de diversas materialidades, dan un recorrido visual, que no solo aborda la grĂĄfica, tridimensionales formas, tambiĂŠn adornan las calles con sus volĂşmenes.
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Introducción. Las calles de santiago guardan entre si recodos de sonoridad, que no forman, necesariamente, parte de la contaminación acústica. En un paseo corto, se pueden optar, en su recorrido, por diversos estilos musicales, algunos, mejor interpretados que otros. Bandas completas con todos los instrumentos necesarios, improvisan un escenario en medio de la calle. Diversos métodos, ayudados, más de creatividad e ingenio, que de recursos, arman verdaderos conciertos, en los pasos peatonales u plazas.
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El recurso del canto, es muy utilizado, cuando se trata de ganar unos pesos en la calle. No hace falta tener talento, o gran dominio escĂŠnico. A diario, en el mismo punto, por largas horas, es posible ver a muchos personajes, que casi invisibles para la percepciĂłn del transeĂşnte, porque, habituados, a encontrarlos en el mismo sitio, estos personajes, llegar a formar parte del paisaje ornamental de las calles de Santiago. 43
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Cantos con seguridad ciega, que en medio de la ciudad, traen remembranzas del campo. Ritmos del pasado, afloran de esos arrugados labios y salen, pasean por Ahumada. Tu frĂĄgil cuerpo se pierde entre la gente, asĂ como tu canto.
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Otro invisible mĂĄs de la gran ciudad, acordes tangueros, que con un poco de suerte, ganara unos pesos para pasar el dĂa.
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Desde el viejo Oriente, Matías, en el Paseo Huérfanos, nos trae recuerdos sacadas del Animé. Junto a su música y a su vestuario, nos deleita con música asiática. Con originalidad, nos regala un minuto de paz, en el ir y venir violento de la ciudad.
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Matias Erhu, MĂşsico Oriental, Contacto: matias.erhu@gmail.com
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La presencia de carabinero entorpece el proceder musical de los artistas callejeros. La falta de poyo municipal, que no otorga licencias para trabajar.
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Esto limita a los artistas a ganarse la vida, y le imposibilita al transeĂşnte a disfrutar arte gratuito.
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Las autoridades confunden las expresiones artĂsticas callejeras con delincuencia, negando la mĂşsica y otras expresiones como medio de trabajo.
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Para este arte no hay edad ni situaci贸n social, dentro de 茅ste capitulo encontramos todo tipo de personas, profesionales, estudiantes, ancianos, etc.
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El parque forestal, ubicado en el centro de Santiago, se caracteriza por estar siempre acompaĂąado de artistas callejeros, en esencial artistas escĂŠnicos. Podemos encontrar payasos, mimos, bailarines y malabaristas entre otros.
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Si hacemos un recorrido semanal nos encontraremos a diario con este tipo de expresiones, sobre todo los dĂas domingos. Personas de diferentes edades buscan un espacio en este parque para poder expresarse y algunos se ganan la vida de esta forma, es por eso que los llamamos artistas callejeros
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Muchos de ellos practican telas aĂŠreas, cuelgan las telas en los ĂĄrboles y hacen piruetas en ellas.
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Los mimos y los humoristas se toman la plaza de arma y el paseo ahumada para mostrarle a la ciudad y al transeĂşnte su arte y asĂ ganarse la vida
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Muchos humoristas que encontramos, son reconocidos dentro del pa铆s, y es gracias al escenario de la calle que en ocasiones cambian de escenarios para ubicarse en la televisi贸n o en festivales, pero el arte de ellos vuelve siempre a su comienzo, la calle
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“Tenemos reglas, cada humorista respeta su horario, y cada uno tiene su rutina… Igual a veces se nos hace difícil trabajar porque no tenemos permisos municipales entonces hay días que no se trabajan acá, todo depende de la disposición de los carabineros si nos quieren echar, nos echan nomas.” Hans Vásquez (Humorista)
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“Humor chileno” Humoristas que con ayuda del público logran hacer su show, mofándose de los defectos y ridicularizando a sus espectadores.
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Chinchinero 88
Imagen tĂpica de postal chilensis. El chinchinero reparte su mĂşsica y baile, por los paseos peatonales del centro, regalando nostalgia y evocando en muchos recuerdos de infancia. Lo acompaĂąa su hija, que lo ayuda a acarrear la cajita de propinas y atenta, lo mira a la distancia, mientras el realiza su acto.
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Las estatuas humanas forman part
trabajadores chile
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te del dĂa a dĂa en plaza de armas, algunos haciendo honor a tĂpicos y grandes
enos como lo son los mineros y otros a etnias diferentes a las nuestras.
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