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Es alto pero es profundo, dice Alfonso Durazo…

Por Enrique Yescas E.

Y es que no está errado si se refiere a las raíces de todo el estado, a los orígenes de Sonora, a la colonización por gambusinos y labriegos que encontraron tierras fértiles a la orilla de los ríos y a los misioneros que predicaron la palabra y redimieron nativos y organizaron a los recién llegados.

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Son apenas 400 años los que tenemos de evolución después del descubrimiento de América y la llegada de los europeos.

Pocos han advertido el gran capital geoturístico que tiene esta región de Sonora, de México, de América y del mundo.

Lo expongo: Los pueblos se fundaron a la orilla de un río.

Ríos Bavispe, Aros y sus proveedores Mulatos, Yepachic, Sirupa, Cuquiárachi, Fronteras, San Bernardino, Bavidanchi, Sahuaripa, Bacanora, Moctezuma, en la cuenca del Yaqu; Sonora, San Miguel, Zanjón Dolores, Saracachi, en el del Sonora; Cocóspera, Magdalena, Altar, en el Asunción, Sonoyta, Bacuachito y otros en el desierto y en el sur el río Mayo y sus afluentes Cedros, y en el valle del Yaqui. También Cuchujaqui, afluente del río Fuerte.

Exceptuando los fuertes para proteger a los colonos de los indígenas nómadas del norte, y a los mineros en sus campamentos, todos los pueblos de Sonora fundados en los siglos XVII y XVIII son misiones a la orilla de un río y todos con la mismas referencias culturales y religiosas.

Ante el mundo y en la globalidad presente eso se llama autenticidad y es el valor más importante de lo que se llama Geoturismo.

Y en Sonora tenemos la fortuna de aún conservar un gran legado de valores culturales que constituyen el patrimonio turístico que POCOS APRECIAMOS estando inmersos en la cotidianidad.

Tenemos que viajar a una urbe, vivir en el extranjero, gozar de la vida moderna, conocer las comodidades y quedar entre el concreto, pavimento, vidrio y fierro para comprender y apreciar el valor de todas esas formas de vida que aun se conservan y que en Sonora son parte del bagaje cultural, del patrimonio heredado y en sí, así como son, constituyen UN PATRIMONIO que podríamos equiparar a una mina de metales preciosos por explotar.

La forma de explotarlo y aprovecharlo llama TURISMO… y Turismo para los de aquí es COBRAR POR COMPARTIRLO TODO, dándole valor al servicio, a la atención y a la hospitalidad.

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