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Del Editor
Preguntas y respuestas
¿Qué tiene de mágico San Carlos?
Me han cuestionado quienes saben que tengo intereses de negocio y clientess de comunicación en ese lugar y saben que editamos, desde 1996 la revista guía turística GUAYMAS-San Carlos.
Asesor Legal: Lic. Adalberto Monarque Curiel
Colaboradores: P Claudio Murrieta, Guillermo Frescas, Elsa Olivares Duarte, José Terán Cruz, Juan Luis Fernández, Ing. Enrique Yescas C., Lic. Lluvia Sánchez; Lic. Lillián Yescas C., Ing. Ray Yescas C., Ing. Raymundo Yescas E., Lic. Eduardo Murrieta Puchi. Tomás Abarca.
Colaboradores invitados: Muchos nombres se irán sumando a este directorio de interesados en las buenas ideas y en la promoción de los buenos proyectos. Ninguno tiene compromiso de alguna especie con esta empresa promotora. El único interés que tendrán los anunciantes será el de encontrar eco y respuesta de sus promociones derivado de la buena circulación y de la calidad de contenido. Los artículos firmados por nuestros colaboradores SÍ coinciden con la visión de esta publicación de promoción y publicidad.
Participan en el Consejo Consultivo Editorial de esta revista: los empresarios representantes de los organismos, los rectores de las universidades, los gobernantes y sus miembros del Ejecutivo, los legisladores y todos los líderes de organizaciones de ciudadanos de todo el estado de Sonora.
® © Se agradece su reproducción si menciona el enlace sonoraes.com, y explorasonora.com. La Editorial se reserva todos los derechos de edición y publicación de los artículos y material gráfico recibido.
En la Portada:
Yo empecé a visitar San Carlos en 1973 cuando Luis Gama, Armando Cantú y El Guero Murray establecieron Promotora Brisa, una oficina en el Blvd. Rodríguez de Hermosillo para vender los condominios Los Arcos. Los que están casi a la entrada de San Carlos, ahora cerca de la torre Costessa. Los primeros anuncios para San Carlos que me tocó hacer decían "SE REGALAN ATARDECERES"; No era común ni ordinario, como sucede ahora, capturar el mísmo día, desde todos los ángulos, un atardecer de San Carlos. Mucho menos los extraordinarios que se repiten con mucha frecuencia. Solamente los fotógrafos tomaban fotos y pocos de ellos lograban hacer que las fotos se vieran reales. No había nada digital. Y seguía diciendo el texto del anuncio: "En San Carlos los atardeceres son cortesía de la Madre Naturaleza..." Desde entonces he escuchado a quienes emocionados describen sus aventuras de ascender al Tetakawi, de visitar el cañón del Nacapule, de llegar a Las Barajitas, Se subir al Pico Alto de la Sierra el Aguaje, de bucear en la Isla San Pedro Nolasco, de esnorkelear en las caletas entre as piedras del fondo viendo peces multicolores. He conocido a quienes decidieron dejarlo todo para mudarse a San Carlos y a quienes quemaron todas sus naves para no devolverse. Hay muchas personas que llegaron y se quedaron para siempre aquí porque después de viajar por el mundo encontraron en San Carlos el espacio ideal para sentirse felices. Viendo el mar, disfrutando las vistas, caminando en la playa o ascendiendo la montaña; otros pasando todo un día de invierno viendo aves migratorias en los prístinos espacios naturales del estero El Soldado. También he visto y conozco a muchos que quisieran San Carlos para ellos sólos, para encontrarse con Dios, o con ellos mismos. Y si, aún en el presente, puedes vibrar de emoción enmedio de la nube que corona el Tetakawi y respirar el aire puro mañanero de la caminata playera. Puedes pasear en un kayak remando hasta la isla o pasar navegando por los arcos de los acantilados de Punta Doble. Sentir la maravillosa experiencia de bucear ente millones de peces y criaturas marinas por los camerinos y pasillos del viejo barco hundido, convertido en arrecife y también puedes nadar en mar abierto escoltado por delfines y, si tienes suerte acompañado por gigantes mantarrayas. Barcos de vela, yates de placer, embarcaciones de pesca y de buceo equipadas y certificadas también flotan en los muelles de las marinas para quien madruga y goza. Desde antes de que empiece el día, el mar, el desierto, la montaña dan todo su esplendor. Y es bueno que todos quieran y es hermoso que lo disfruten y lo más bonito de todo es que nunca, nada es igual, siempre diferente, siempre mejor. Y si eso no es magia, ¿cómo le podrías llamar?
Atentamente