Como arquitecto he descubierto que el mismo proceso de entender a un cliente y traducirlo en espacio se repite a la hora de crear una marca. Al haberme especializado en instalaciones efímeras, aprendí que en la actualidad la mejor forma de vender un producto e a través de la experiencia, es por eso que en la actualidad estoy fascinada con el poder que tiene una marca o producto al relacionar todas las escalas que lo componen desde el nombre hasta el espacio donde se venderá.