Globalización

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Globalizaci贸n Por Sof铆a Aparicio

Maracaibo, Julio del 2013


Contenido Etimología ......................................................................................................................................................................... 3 La Globalización ................................................................................................................................................................ 3 Mundialización .................................................................................................................................................................. 4 Factores que impulsan su desarrollo ................................................................................................................................ 4 Beneficios potenciales ...................................................................................................................................................... 5 Riesgos .............................................................................................................................................................................. 5 Historia .............................................................................................................................................................................. 5 Historia de la Globalización en la Cultura ......................................................................................................................... 7 Argumentos en favor de la globalización.......................................................................................................................... 8 Antiglobalización ............................................................................................................................................................. 10 La globalización desde un punto de vista crítico ............................................................................................................ 10 Puntos a considerar según los críticos ............................................................................................................................ 11 Críticas............................................................................................................................................................................. 11


Etimología Ciertos autores consideran más adecuado en español el término mundialización, galicismo derivado de la palabra francesa mondialisation, en lugar de globalización, anglicismo procedente del inglés globalization, puesto que en español «global» no equivale a «mundial», como sí ocurre en inglés. Sin embargo, el Diccionario de la Real Academia Española registra la entrada «globalización», entendida como la «tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales» (DRAE 2006, 23ª edición), mientras que la entrada «mundialización» no está en el Diccionario.

La Globalización Es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales. Este proceso originado en la Civilización Occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a las redes sociales, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad internacional. La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones o características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo (antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.


Mundialización El mundialismo puede definirse como el conjunto de ideas, sentimientos y actos que propugnan y expresan la solidaridad entre los pueblos de la Tierra y que tienden a establecer una ley y unas instituciones de carácter supranacional que les sean comunes. Por su propia naturaleza, el mundialismo no es partidista ni política ni confesionalmente. Es también la corriente de pensamiento que adoptan las personas que se identifican como ciudadanos del mundo. Según es definido autorizadamente, "el mundialismo es un conjunto de ideas y actos encaminados a expresar la solidaridad de todos los pueblos de la Tierra, que tiene como objetivo crear instituciones y leyes supranacionales de estructura federativa, con el debido respeto hacia las diferentes culturas y pueblos. Trata de llevar a cabo una nueva organización política de la humanidad que suponga la transferencia de una parte de la soberanía nacional a una autoridad federal mundial capaz de resolver mediante decisiones mayoritarias los problemas que amenazan la continuidad de la especie humana: la guerra, el hambre, la contaminación, la superpoblación y la energía". Mundialización, globalización son nociones consideradas a menudo como sinónimas, pero hay en ellas ciertas distinciones. En 1983 Theodore Levitt ("Globalization of markets", Harvard Businness Review, Mayo Junio 1983) propuso designar por globalización el fenómeno de uniformización de los mercados a término, en los cuales las empresas venden la misma cosa de la misma manera en todas partes.En 1990 Kenichi Ohmae (The Bordeless Word "Power and strategy in the interlinked economy" 1990, Londres, Fontana) designa por globalización una forma de gestión totalmente integrada a escala mundial de la firma multinacional. Estas dos definiciones llaman la atención sobre el hecho de que la globalización es ante todo la mundialización de la economía de la empresa. No obstante no diferencian bien este proceso de los fenómenos conexos François Chesnais ( La mundialisation financière. Genèse, coÛt et enjeux, 1996, Paris, Cyrus) estima que el término inglés globalisation (globalization en inglés americano) traduce la “capacidad estratégica del gran grupo oligopolistico de adoptar un enfoque y una conducta globales que involucran simultáneamente los mercados con demanda solvente, las fuentes financiamiento, la localización industrial y las estrategias de los principales competidores”. La estima que el que el equivalente de globalización es: "Mundialización del Capital”. Por tanto es claro que la noción de de globalización es en realidad restrictiva pues concierne principalmente a las firmas y lo que hace es prolongar un viejo movimiento de internacionalización de las grandes empresas. En consecuencia cabe distinguir: La Mundialización: Es el proceso de integración que conduce al debilitamiento del papel geopolítico de las fronteras de los estados nacionales. La mundialización se acompaña de una fuerte desnacionalización de los espacios económicos de fondo el lugar a un espacio mundial integrado. Esta desnacionalización no es espontánea si no organizada. la mundialización suscita proyectos más o menos acabados de regulación de actividades a escala mundial. La Globalización: es la planetarización de la economía de empresa apoyada en la globalización financiera, es decir la constitución de un mercado de capitales proceso ampliamente no intencional, la globalización de la actividad de empresa conlleva el asunto de formas de regulación públicas y privadas adaptadas." La mundialización es, a la vez, una realidad y una ilusión. Una realidad cimentada en “una lógica económica planetaria que, a la libertad de circulación de las mercancías, del capital y de las personas asocia una baja de los ingresos del trabajo no calificado y calificado, un ascenso de las desigualdades, una caída de la tasa de crecimiento y, recientemente, una tendencia a la estagnación... Pero la mundialización es también una ilusión, porque el mecanismo económico no es para nada el motor de la historia, ni una causa primera de la que todo se derive. Ella misma no es más que la consecuencia de fuerzas y de movimientos cuyo despliegue interviene a un nivel mucho más profundo de las estructuras sociales y mentales.”

Factores que impulsan su desarrollo Apertura de mercados nacionales: Libre comercio. Fusiones entre empresas: Multinacionales. Eliminación de empresas públicas: Privatizaciones. Desregulación financiera internacional a favor del libre comercio: los Tratados de libre comercio.


Beneficios potenciales

Mayor eficiencia del mercado que aumenta su competencia disminuyendo el poder monopolista. Mejoras en la comunicación y cooperación internacional que puede llevar a un mejor aprovechamiento de los recursos. Impulso desarrollo científico-técnico al ser lucrativo. Mayor capacidad de maniobra frente a las fluctuaciones de las economías nacionales. Eliminación de las barreras de entrada del mercado laboral, financiero y de bienes y servicios.

Riesgos Irresponsabilidad de empresas y multinacionales. Aumento de desequilibrios económicos, sociales y territoriales. Descuido sobre los índices de desarrollo humano: aumento de la pobreza. Pérdida de factores que no se adapten a la competencia.

Historia El mundo anterior de guerra fría, era como una planicie ancha, marcada por líneas cruzadas y dividida por cercos, muros, zanjas y callejones sin salida. En este anterior mundo era imposible ir demasiado lejos, o muy rápido, sin chocar con un muro que te estancará como país. Anteriormente los países podrían encontrar muchos lugares donde ocultarse y preservar sus propias y únicas formas de vida, política, económica y cultural, o sea, podían estar, en el primer mundo, en el segundo mundo o en el tercer mundo; de hecho podían tener sistemas económicos totalmente distintos, como una economía comunista planificada centralmente, una economía de estado benefactor, una economía socialista o una economía del mercado libre. Podían también mantener sistemas políticos marcadamente diferentes, cualquier cosa desde democracia a dictadura o autoritarismo ilustrado a monarquía o totalitarismo. La existencia de este tipo de capitalismo acabó con el sistema que se consideraba alternativo: el socialismo. El muro de Berlín se convirtió en el símbolo del triunfo del capitalismo salvaje. Después se derrumbarían todos los muros (restricciones al libre comercio y la inversión) restantes en los países en vías de industrialización. Lo que derrumbo los muros fueron tres cambios fundamentales de la globalización: Cambios en la manera de comunicación (la democratización de la tecnología), cambios en la manera de invertir (democratización de las finanzas) y cambios en la manera de enterarnos de lo que pasa en el mundo (democratización de la información). Por todo lo anterior, concluimos que por eso en la actualidad no hay primer mundo, segundo mundo, ni tercer mundo; hoy solo existe el mundo veloz (el de la ancha planicie abierta) y el mundo lento (el de los que se han caído al costado del camino o prefieren vivir lejos de la llanura en algún valle propio, aislado, artificialmente amurallado, porque encuentran el mundo veloz demasiado atemorizante o demasiado exigente). La democratización tecnológica es el primero y el más importante de los cambios producidos durante la Guerra Fría, por el cambio de la manera en que nos comunicamos entre sí, este cambio (democratización tecnológica) es lo que permite que exista un mayor número de gente con un mayor número de computadoras en su casa, módems, teléfonos móviles, sistemas de antena parabólica y conexiones de Internet, se comunique más rápido, con un mayor número de países, y con menos costo que en ningún otro momento de la historia mundial. La democratización tecnológica es el resultado de diversas innovaciones relacionadas con la computación, las telecomunicaciones, la miniaturización, la tecnología de compresión y la digitalización, que fueron combinadas a


partir de la década de los ochenta en el siglo pasado. No solo se puede llamar hoy a cualquier parte del mundo, sino que se puede llamar a cualquier parte a bajo costo: desde una computadora portátil en la cima de una montaña, en el asiento del avión, etcétera. Esto es posible porque las innovaciones han reducido en forma constante el tamaño y peso de las computadoras, teléfonos y aparatos de radio llamada, de tal forma que las podemos traer consigo. Estas innovaciones han hecho posible que millones de personas en todo el mundo se conecten e intercambien información, noticias, conocimientos, dinero, actos comerciales, etcétera. Por eso ésta era de la globalización es diferente a todas las anteriores y es por ello que la democratización tecnológica globaliza la producción queriendo decir con lo anterior que hoy todos podemos ser productores. La globalización de hoy no solo se trata que los países en desarrollo (países satélites), envíen materia prima a los países desarrollados (países centrales) para que estos produzcan un bien terminado y luego lo envíen de vuelta a precio de oro. Hoy, gracias a la democratización tecnológica todos los países tienen la oportunidad de reunir la tecnología, la materia prima y el financiamiento para ser productores de bienes y servicios (satisfactores) y esto se convierte en otro factor sutil que vincula al mundo más estrechamente. La democratización de la tecnología ciertamente ayudó a promover el segundo cambio importante que impulso la globalización, o sea, el cambio en la manera en que invertimos. La democratización de las finanzas empezó a fines de la década de los sesenta, con la emergencia del mercado de “papeles comerciales”. Estos eran bonos emitidos directamente por las corporaciones al público con el fin de reunir capital. La creación de este mercado de bonos corporativos introdujo cierto pluralismo en el mundo financiero y quitó el monopolio a los bancos. En la década de los setenta por la segurización se abrió la puerta para toda calase de empresas e inversionistas que nunca antes habían tenido acceso a efectivo para poder juntar capital. En la década de los ochenta es cuando la democratización de las finanzas realmente explotó, y el hombre que en verdad derribó las últimas barreras fue el brillante, veleidoso pero en definitiva corrupto rey de los bonos de alto riesgo (bonos basura), Michael Milken. La democratización de las finanzas tuvo lugar a nivel internacional, pero refiriéndonos a México recordaremos que en mil novecientos ochenta y dos, como tenía dificultades financieras el país tomo prestado del extranjero para financiar el consumo populista interno, para lo cual el presidente Miguel de la Madrid les dijo a los norteamericanos "si alguien debe mil pesos, esa persona tiene un problema. Si alguien les debe diez mil millones, ahora el problema es de ustedes, porque no tenemos para pagar la deuda, de tal manera que no nos queda más que renegociar otro préstamo y a otro plazo mas largo". En el camino hacia la globalización sucedió algo curioso. El mercado de las deudas externas accedió a la segurización. Esto significó que cuando América Latina entró otra vez en problemas a fines de la década de los ochenta, el secretario del Tesoro, entonces Nicholas Brady, inventó una solución, las deudas latinoamericanas de los principales bancos comerciales fueron convertidas en bonos respaldados por el gobierno de los Estados Unidos, y estos bonos siguieron en poder de los bancos con valor en su haber, o fueron vendidos al público en general, a fondos mutuos y a fondos de pensión, con tasa de interés superiores a los normales. De repente, cualquier persona podía comprar una parte de la deuda mexicana, brasileña o argentina, fuera en forma directa o por medio de un fondo mutuo o de pensión. Y esos bonos se cotizaban a diario: subían o bajaban, según el desempeño económico del país en cuestión. Lo que hizo Brady fue, en realidad, una revolución. Posteriormente los bancos recibieron garantías del gobierno de los Estados Unidos para extender nuevos préstamos a América latina, con la condición de que los países deudores realizaran reformas económicas. Después de extender los préstamos, los bancos, en lugar de hacerlos figurar en sus libros, los dividían en bonos con respaldo del gobierno de los Estados Unidos, que eran vendidos al público. En vez de un país latinoamericano pactará con veinte bancos principales, de repente ese país debía tratar con miles de pequeños inversores y fondos mutuos. La gente compraba y vendía bonos todos los días, según su desempeño. Esto significaba que los cotizaba según el desempeño del país. Y las personas que compraban y vendían eran extranjeros sobre los cuales Brasil, México o la Argentina no tenían ningún control. Estos tenedores de bonos no eran como los bancos que, al estar ya expuestos, a merced de esos países deudores, sentían que debían seguir prestándoles dinero para proteger los préstamos anteriores. Si un país no tenía buen desempeño, los particulares tenedores de bonos simplemente los vendían, le decían adiós y ponían su dinero en los bonos de países con buen desempeño.


De manera que cuando México volvió a tener dificultades en mil novecientos noventa y cinco, por gastar en forma excesiva, la gente empezó a vender sus bonos mexicanos, haciendo bajar su valor, y Ángel Gurría ya no pudo empezar a llamar a los veinte banqueros para pedirles una renegociación de la deuda como lo hacía con los veinte bancos. Ahora los acreedores eran miles. La Democratización de la información es el tercer cambio que hizo posible la globalización, el cambio de la manera en que vemos el mundo, se llamo “la democratización de la información". Gracias a los discos satelitales, Internet y la televisión, ahora podemos ver y oír a través de toda clase concebible de muros que nos pongan. Este adelanto comenzó con la globalización de la televisión. Durante gran parte de la era de la Guerra Fría, la televisión y la radio estaban restringidas debido a que el espectro y la tecnología para la trasmisión eran limitados. Los gobiernos administraban la mayor parte de la televisión directamente, o la regulaban en gran medida. Esto empezó a resquebrajarse primero en los Estados Unidos, con el advenimiento de la televisión por cable. En la década de los ochentas la televisión multicanal empezó a propagarse por el mundo entero y el factor principal fue la caída del costo de los satélites. Al principio, solo grandes sistemas de cable podían afrontar el gasto de construir las antenas para captar las señales satelitales, pero gracias a la democratización de la tecnología, y sobre todo la miniaturización, con rapidez, millones de personas alrededor del mundo podían captar las señales en un receptor satelital del tamaño relativamente pequeño, y posteriormente cuando entro la televisión digital, las empresas trasmisores ofrecían no sólo cinco o cincuenta estaciones, sino 500 canales. Por último, como resultado de los adelantos en la tecnología de la compresión, pronto todos tuvimos videos digitalizados (DVD), que reemplazarán a la cinta magnética. Con una calidad óptima de sonido, en varios idiomas, que podemos ver en nuestras computadoras portátiles o en los reproductores de DVDs. Seguramente, el presidente de un país en desarrollo, puede dirigirse a su pueblo diciéndoles: “Amigos, vamos a detener el ingreso de este sistema de la globalización. Erigiremos nuevos muros y volveremos a imponer controles de capitales. Sufriremos menos con nuestra economía, tendremos menos volatilidad, aunque también un crecimiento más lento, porque no podremos atraer ahorro del resto del mundo. Así que si todavía no pertenecen a la clase media, tendrán que esperar un poco”. Pero si hace esto, tarde o temprano alguien va a protestar. Los gobiernos que quieren evitar la globalización no sólo deben probar que la alternativa puede producir para sus ciudadanos un nivel de vida ascendente, sino que deben darse en un medio en el que todos sepamos, cada vez más, cómo vive el resto del mundo.

Historia de la Globalización en la Cultura La globalización en la cultura se manifiesta en la integración y el contacto de prácticas culturales: marcas, consumo de medios, valores, iconos, personajes, imaginario colectivo, costumbres, relaciones, etc. En un sentido restrictivo del concepto de cultura, se entiende sobre todo lo relacionado con la difusión y consumo de los productos culturales a alcance mundial, fundamentalmente cine, televisión, literatura y música, en los que el factor tecnológico multiplica su capacidad de difusión a gran escala. A esto se suma la existencia de focos de atracción para un intenso turismo cultural, manifestados en los principales destinos turísticos y en los grandes eventos expositivos (grandes museos, ferias y convenciones) que aspiran a hacer accesible una cultura de alcance mundial, en estrecha relación con la ampliación de las redes de transporte internacionales, especialmente el aéreo. El mercado mundial para la industria del entretenimiento, de las que el cine estadounidense ha sido el mayor exponente a lo largo de todo el siglo XX, depende de dos factores técnicos: medios de comunicación e idioma. La barrera del idioma sigue dependiendo de la realización de doblajes y traducciones, en las industrias de contenidos narrativos, creándose mercados sectoriales para las grandes lenguas multinacionales como el español o el francés, además de la posición dominante del inglés.


Con la progresiva y rápida digitalización de todos los soportes de comunicación, se reducen las barreras a la difusión mundial, reservada durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX a las firmas de radiodifusión, los circuitos de exhibición y los acontecimientos de cobertura internacional (especialmente los deportivos). La cultura global es por lo tanto audiovisual, y de masas. Los argumentos universales narrativos y simbólicos tienden a fundirse en los nuevos iconos audiovisuales, renovados en su estética (estilo, actores, efectos especiales, ambientación, etc.)

Argumentos en favor de la globalización Es importante anotar que entre los partidarios de la globalización están corrientes con visiones encontradas y radicalmente diferentes en su percepción sobre los beneficios de la globalización, es el caso del liberalismo libertario y el neoconservadurismo en lo político, o la escuela austríaca y el monetarismo/escuela neoclásica en la doctrina económica. Los liberales libertarios y otros proponentes del laissez-faire capitalista dicen que altos niveles de libertades políticas y económicas, en la forma de democracia y capitalismo, han sido fines valuables en sí mismo en el mundo desarrollado y han también producido altos niveles de riqueza material. Ellos ven en la globalización un proceso benéfico de extensión de la libertad y el capitalismo. Aquellos que apoyan el libre comercio proclaman que el aumento tanto de la prosperidad económica como de oportunidades, especialmente en los países en desarrollo, incrementara las libertades civiles y llevara a una alocación de recursos más eficientes. Las teorías económicas de la ventaja comparativa sugieren que el mercado libre produce tal alocación efectiva de recursos, a mayor beneficio de todos los países que estén envueltos. En general, esto conduce a reducción de precios, más empleos, incremento en la producción y de niveles de vida especialmente para los que viven en países en desarrollo. Hay también los llamados "globalistas" o "mundialistas", que proponen una "globalización democrática". Ellos creen que la primera etapa de la globalización, orientada al mercado o a asuntos económicos, debe ser seguida por una etapa de creación de instituciones políticas globales que representen las visiones o aspiraciones del "ciudadano mundial". Su diferencia con otros "globalistas" es que ellos no definen por adelantado una ideología para orientar esta voluntad, dejándola a la voluntad de esos ciudadanos a través de un proceso democrático. Proponentes de la globalización argumentas que el movimiento anti-globalización es proteccionista y usa evidencia puntual y anecdotal para apoyar sus visiones, mientras que las fuentes estadísticas proveen apoyo fuerte a la globalización: 

A pesar que algunos lo disputan, la desigualdad del ingreso a nivel mundial parece estar decreciendo, como el economista Xavier Sala-i-Martin argumento en 2007 .11 Dejando de lado quien tiene la razón, se puede alegar que más importante es la medida de pobreza absoluta: si todos vivieran en la miseria, la desigualdad de ingresos seria muy baja.

Desde 1981 al 2001, de acuerdo a figuras del Banco Mundial, el número de personas que viven con un dólar o menos de ingreso al día ha declinado en términos absolutos de mil quinientos millones de personas a mil cien millones. Al mismo tiempo, la población del mundo aumentó. Así pues, en términos porcentuales el número de tales personas declinó en los países en desarrollo de 40% a 20%. de la población. Con las mayores disminuciones teniendo lugar en las economías que han reducido mas las barreras al comercio e inversión. Sin embargo, algunos críticos advierten que seria conveniente usar medidas más detalladas de la pobreza.

El porcentaje de personas que viven en menos de dos dólares de ingreso al día ha caído mucho en áreas afectadas por la globalización, mientras que las tasas de pobreza ha permanecido estable en otras áreas. En Asia del Este, incluyendo China, ese porcentaje ha decaído en un 50.1%, comparado con un incremento del 2.2% en África subsahariana.

La esperanza de vida se ha casi doblado en los países en desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial y está empezando a cortar la distancia entre ella y la de los países desarrollados, donde el mejoramiento ha


sido menor. Incluso en los países del África subsahariana , la región menos desarrollada, la esperanza de vida ha aumentado de menos de 30 años antes de esa guerra a alrededor de 50 años antes de la pandemia de sida y otras empezaran a reducirla nuevamente al presente nivel de alrededor de 47 años. La mortalidad infantil ha decrecido en todas las regiones del mundo en desarrollo. La presencia de la democracia ha incrementado dramáticamente: desde una posición en la cual habían muy pocas naciones con sufragio universal en 1900 a estar presente en un 62,5% de todos los países en el 2000. Los derechos de las mujeres (ver Feminismo) ha avanzado. Incluso en áreas tales como Bangladesh ellas están logrando acceso a trabajos que proveen estabilidad e independencia económica. La proporción de la población mundial que vive en países en los cuales las provisión de alimentos per capita es menor que 2.200 calorías o 9,200 kilo julios por persona por día disminuyo desde 56% en 1960 a menos de 10% en 1990. Entre 1950 y 1990. la tasa de alfabetización mundial aumento del 52% al 81%. Las mujeres han representado mucho de ese crecimiento: la tasa de alfabetización femenina, como porcentaje de la masculina, aumento de 59% en 1970 a 80% en el 2000. Hay tendencias similares en lo que respecta a acceso a electricidad, autos, radios, teléfonos, etc, al mismo tiempo que una proporción creciente de la población con acceso a agua potable. El porcentaje de menores en la fuerza de trabajo ha caído desde un 24% en 1960 al 10% en el 2000. Indur M. Goklany, en su libro 'The Improving State of the World también encuentra evidencia que esas, y otras, medidas del bienestar humano están mejorando y que la globalización es parte de la explicación. También busca responder al argumento que el Impacto ambiental limitaría ese progreso. Otros autores, tales como el senador canadiense Douglas Roche, simplemente ven la globalización como inevitable y argumentan a favor de crear instituciones tales como una Asemblea Parlamentaria de las Naciones Unidas elegida a fin de supervisar y controlar la acción de cuerpos e instituciones internacionales no electos. A pesar que los críticos de la globalización se quejan que esta implica un predominio de la cultura occidental (u occidentalización) un informe del año 2005 de la UNESCO20 muestra que el cambio cultural se está haciendo en ambas direcciones. En el 2002, China fue el tercer país en exportaciones de bienes culturales, detrás de Gran Bretaña y EE. UU. Entre 1994 y el 2002, la proporción de esas exportaciones de tanto Norteamérica como Europa decayó, mientras las exportaciones de Asia crecieron hasta sobrepasar a la estadounidense. Los proponentes de la globalización critican duramente algunas políticas corrientes en países desarrollados. En particular, los subsidios a la agricultura y las tarifas protectivas en esos países. Por ejemplo, casi la mitad del presupuesto de la Unión Europea se emplea en subsidios agrícolas, en su mayoría, a las grandes empresas y granjas industrializadas que constituyen un poderoso lobby.21 Japón, por su parte, concedió a su sector agrícola 47 mil millones de dólares en el 2005.22 casi cuatro veces la cantidad que dio en Ayuda oficial al desarrollo.23 Los EE. UU. dan 3.900 millones de dólares cada año a su sector agrícola algodonero, que incluye 25 mil granjeros, tres veces superior al presupuesto completo de USAID para los 500 millones de habitantes de África24 `Estas políticas agotan los recursos de los contribuyentes e incrementa el precio a los consumidores en los países desarrollados, disminuye la competencia y eficiencia, evita las exportaciones de agricultores más eficientes y otros sectores en los países en desarrollo y socaba las industrias en los cuales los países desarrollados tienen ventajas comparativas. Así, las barreras al comercio dificultan el crecimiento económico no solo de las naciones en desarrollo, lo que tiene un efecto negativo en los niveles de vida generales.


Antiglobalización Es un amplio conjunto de movimientos sociales formado por activistas provenientes de distintas corrientes políticas, que a finales del siglo XX convergieron en la crítica social al denominado pensamiento único. Seoane, José, Coordinador de Observatorio Social de América Latina (2004). «Rebelión, dignidad, autonomía y democracia». Revista Chiapas nro.16 (México: Ediciones ERA, 2004). «Su emergencia y difusión regional e internacional exorcizaban los intentos del "pensamiento único" de rendir inútil la resistencia, ineficaz la acción colectiva y arcaico todo deseo de cambio.... En un plano más amplio, el levantamiento zapatista se convertiría en referencia del naciente movimiento antimundialización neoliberal, que lentamente iba tomando cuerpo tanto en el norte como en el sur. En este camino, la realización del Primer Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996), en muchos sentidos, marcaría el primer paso en la construcción de este movimiento de movimientos, de carácter internacional, que tuviera su "bautismo de fuego" en la llamada batalla de Seattle (1999), y su espacio privilegiado de encuentro más amplio en la experiencia del "Foro Social Mundial"» Acusan a este proceso de beneficiar a las grandes multinacionales y a los países más ricos[cita requerida], acentuando la precarización del trabajo, y consolidando un modelo de desarrollo económico injusto e insostenible; también acusan a la expansión del capitalismo de socavar la capacidad democrática de los Estados , entre otros aspectos negativos. Existe cierta controversia sobre el término que define a este movimiento. Muchos de sus partidarios prefieren el término "altermundismo" o "alterglobalización", para evitar definirse por oposición, y porque el término "antiglobalización" daría una imagen imprecisa y negativa. El nombre altermundismo proviene precisamente del lema "Otro mundo es posible", nacido en el Foro Social Mundial, que cada año reúne a movimientos sociales de cientos de países del mundo.

La globalización desde un punto de vista crítico La globalización es un fenómeno complejo, no debería ser sorpresa por lo tanto que provoque diferentes reacciones entre diferentes individuos o grupos. Para algunos, como el senador canadiense, amenaza la estructura misma de la "Nación estado" y el concepto moderno de democracia, mientras que para otros, tales como los partidarios del Islamismo político, busca imponer estructuras políticas no islámicas (es decir, la democracia) sobre países que lo rechazan. Para otros, amenaza la identidad nacional, mientras que otros -por ejemplo para el escritor Mario Vargas Llosa ven esa identidad como una construcción impuesta que busca obliterar diferencias individuales y culturas locales en aras de una unidad artificial. Aún otros ven el proceso como simplemente una continuación o incluso agudización de procesos explotativos, resultado directo del neocolonialismo capitalista, mientras para otros amenaza el fin de esa predominancia. Para algunos, promete una nueva era de riquezas para todos, para otros, tales como el escritor Eduardo Galeano es la seducción de un consumismo que arruinará económica y moralmente a la mayoría (comparar también con la posición de la Iglesia católica). Antes de hacer una crítica es necesario considerar un aspecto fundamental: la diferencia entre lo que los partidarios del proceso proponen y la manera que esas propuestas han sido o están siendo implementada. El libre comercio de la globalización no sólo se refiere al libre movimiento de capitales sino que también al libre movimiento de bienes y personas. Por lo tanto los globalistas consideran inaceptable, como se ha visto, las barreras aduaneras y tratos preferenciales que los países desarrollados imponen o practican cuando así les conviene. Las mismas objeciones se aplican a las barreras de todo tipo a la migración y movimiento de los trabajadores: ¿cómo pueden los recursos ser distribuidos racionalmente o las sociedades derivar el máximo de beneficio del sistema cuando se imponen condiciones que son últimamente irracionales en términos económicos.


Puntos a considerar según los críticos La apertura generalizada de los mercados de bienes y capitales que sugiere el fin de los bloques comerciales, tratados regionales e independencia económica de los países pero al mismo tiempo facilita la capacidad de resolver necesidades económicas que actores locales han sido incapaces de satisfacer. La creciente Privatización de los sectores económicos, junto al auge de la empresa multinacional y el decaimiento de empresas y estado nacionales. El aumento de la competencia que por un lado incrementa la cantidad y calidad de los productos y por el otro amenaza las condiciones de trabajo (incluyendo salarios) y la sobrexplotación del medio ambiente. El acceso irregulado de los países a los mercados internacionales, lo que por un lado facilita la venta de sus productos y la adquisición de tecnologías y mercancías y promueve empleos y por el otro desprotege los de menor calibre económico y lleva al abandono de intentos organizados de promover progreso y justicia social. El intercambio cultural que amenaza una pérdida en la integridad de las culturas o identidades nacionales de los países participantes versus la oportunidad de diversificar y enriquecer las costumbres. Conflicto entre la concepciones de la cultura como "civilización" o 'Alta Cultura' versus la extensión de la "Cultura del Hombre Común" o cultura popular. La posibilidad del reflorecimiento de culturas regionales o folclóricas y valores individuales versus la homogeneización producto de la masificación e internacionalización de los medios. El reforzamiento de una conciencia de "comunidad humana" versus la adquisición acritica de elementos culturales de sociedades dominantes. Posible sobrevaloración de lo material por sobre lo social o moral versus la satisfacción de necesidades materiales mínimas de amplios sectores. El posible decaimiento del nacionalismo y surgimiento del internacionalismo. El poder político de empresas sobre los países. La generalización de la democracia y el estado de derecho como formas de gobierno predominantes a nivel mundial versus el resurgimiento de áreas y periodos de profunda inestabilidad política debido, por un lado, a la pérdida de poder por parte de los gobiernos (produciendo los llamados estados fallados) y, por el otro, al rechazo a lo que se ve como concepciones occidentales de hacer política. La disminución paulatina en los controles migratorios, que puede llevar a la perdidad de los sectores más innovadores (ver fuga de cerebros) y la 'invasión' de élites empresariales internacionales en países pobres. La búsqueda de un mucho mejor ordenamiento económico y social, por la vía del uso de monedas nacionales nominativas y con trazabilidad de cadenas de pago, y por la vía del uso en la economía mundial de una verdadera moneda internacional no vinculada en forma rígida con canastas de monedas nacionales (ver Consenso de Barcelona y Centro de Estudios Joan Bardina).

Críticas Las críticas radicales al proceso globalizador configuran lo que se denomina movimiento antiglobalización o altermundismo y sus cabezas mediáticas generalmente están ubicadas en un contexto nacionalista, de extrema izquierda, de alguno de los nuevos movimientos sociales progresistas, de la socialdemocracia ortodoxa (aquella que rechaza la Tercera Vía) o del populismo tercermundista (que puede incluir componentes antioccidentales o antiestadounidenses), así mismo varios movimientos religiosos conservadores y la extrema derecha se han


posicionado en contra de la globalización. El punto en común mayoritario que tienen estas críticas es que equiparan globalización a imperialismo y neocolonialismo (ver Teoría de la dependencia), todas se oponen a lo que han denominado fundamentalismo de mercado y acusan a la globalización de fomentar un estilo de vida consumista y postmaterialista. Como solución más generalizada todos estos credos ideológicos apuntan a la necesidad de un Estado fuerte y regulador para la sociedad y proponen el resurgimiento del desarrollismo, el dirigismo y el proteccionismo en las políticas económicas de las naciones, a la vez que reclaman reeducar a la sociedad en torno a valores que contrarresten los valores y costumbres individualistas. Una primera crítica utiliza los puntos de vista de los teóricos de la globalización misma. Como se ha visto, estos se oponen a las barreras y trabas al movimiento tanto de bienes como de personas que los gobiernos que dicen seguir las políticas globalización imponen sobre los productos y personas de otros países. Igualmente cuestionable son las subvenciones y otras medidas proteccionistas que esos países utilizan. En ese sentido, se ha afirmado que las instituciones del "Consenso" están al servicio de sus accionistas mayores (es decir, EE. UU.) y no al de quienes fue creado para beneficiar. Otra crítica que se puede aducir es que si aceptamos la sugerencia de los proponentes de la globalización que tanto la democracia como el capitalismo fueron las fuentes de la prosperidad económica de los países desarrollados, sigue que el rol que el estado ejerció a nivel nacional en la emergencia de esa prosperidad necesita ser replicado no sólo al nivel de los países que se integren al sistema sino también al internacional y Incluso algunos proponentes de la globalización reconocen esto (a pesar que se argumenta que la la democracia por sí misma no promueve el crecimiento económico cabe considerar que el origen de los presentes niveles de Desarrollo económico y Bienestar social en ciertos países se debe a consideraciones políticas que se hacen urgentes con la expansión y profundización de la democracia -ver "Origines y Evolución" en Estado de bienestar- Quizás se puede sugerir que si bien la mera democracia no produce prosperidad, una vez que se ambas se hacen presentes crean un sistema de retroalimentación positiva). Una tercera crítica, esta vez de oponentes al proceso, sugiere que sus proponentes se han y están, por un lado, apropiándose de los resultados de la acciones de terceros y por el otro, malinterpretando los hechos incluyendo el distorsionar los datos estadísticos básicos a fin de propagar sus ideas. En adición, se puede mencionar que la disminución en las tasas de pobreza relativa en países que aplican las políticas del FMI no parece estar lográndose gracias a la disminución de los extremos en la distribución del ingreso, sino gracias a la pérdida de ingresos de las clases asalariadas de países industrializados y la pauperización de las clases medias, especialmente en países desarrollados y de ingresos medios, tales como los de América latina. quienes se encuentran ahora desprovistos de los sistemas de seguridad y apoyo que gozaban, por ejemplo, en educación, medicina, seguros, pensiones de jubilación y otros servicios estatales, etc. La concentración de propiedad a nivel mundial continúa y se acentúa, lo que no debería ser sorpresa, ya que en la segunda mitad de la década del noventa del siglo pasado algunos estudiantes de las políticas del desarrollo -por ejemplo, Michael P Todaro "Economic Development"- advertían que la presencia de empresas multinacionales en países en desarrollo podría resultar en el empobrecimiento a largo plazo de esos países debido al desplazamiento de empresas locales, la desviación de recursos locales a fin de servir mercados más lucrativos en otras regiones y la exportación de ganancias, etc. Las políticas tanto del Consenso de Washington como del resto de los proponentes de la globalización sugieren que sería posible lograr niveles de prosperidad económica a nivel mundial similares a los que se ven en Europa o EE. UU. Esta presunción es cuestionable, especialmente desde un punto de vista ecológico45 (ver: Los límites del crecimiento).


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