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Mis antepasados me duelen Psicogenealogía y constelaciones familiares Patrice Van Eersel y Catherine Maillard
PRÓLOGO La imparable expansión de la psicogenealogía La idea de que nuestros destinos puedan estar determinados por la historia psicológica de las generaciones anteriores es muy antigua. Las primeras terapias inventadas por el hombre lo atestiguan. La medicina china o la africana, por ejemplo, a diferencia de la medicina occidental, contemplan la enfermedad dentro de un contexto familiar genealógico. ¿Por qué tengo hepatitis? La respuesta de la medicina occidental es: por un virus y una mala alimentación. Los curanderos chinos o yorubas ofrecen unas explicaciones que restablecen el orden en el mundo, ya sea por un demonio que nos quiere mortificar (y a quien hay que ofrecer un animal en sacrificio) o porque hemos perturbado el orden cósmico ocupando un lugar que no nos correspondía y habiéndonos olvidado de honrar a nuestros antepasados. El curandero sabe una cosa que el médico ignora: la ley genealógica y la relación con los antepasados definen en gran parte los lazos, los derechos, los deberes y las identidades que estructuran al ser humano en su cultura y su biografía. El curandero también conoce las palabras y los rituales que le permitirán conjurar la presencia, al fantasma (un antepasado desgraciado o que deshonró a su familia), sinónimo del desorden inconsciente que se puede transmitir de generación en generación. Sin embargo, de repente, en Occidente surge una novedad: el psicogenealogista. Un terapeuta que, sin olvidarse de los nuevos descubrimientos de la era moderna, sobre todo aquellos relacionados con la singularidad del individuo, recupera los lazos contextuales y transgeneracionales a los que su cultura había vuelto la espalda. ¿Y qué hace? También se centra en esa parte de la historia que no nos pertenece: "Si sufres una bronquitis crónica, puede ser que tu bisabuelo se asfixiara en una trinchera durante la guerra y nadie te lo haya dicho porque, a su regreso a casa, tu abuela se avergonzara de él". Otro ejemplo más espectacular: a un señor le duele constantemente la garganta y eso le provoca un deterioro en la circulación sanguínea en las extremidades. No consigue curarse con ningún remedio. Hasta que un día descubre, en una sesión de terapia transgenealógica, que un antepasado lejano, que nació el mismo día que él, murió guillotinado durante la revolución. A partir de este descubrimiento, los dolores de garganta y los molestos efectos circulatorios desaparecen como por arte de magia. ¿Cómo puede, por ignorancia o por el peso de un secreto de familia, un acontecimiento del pasado, ya sea bueno o malo, tener esas consecuencias varias generaciones más tarde? Algunas personas buscan escapar de su familia huyendo, porque les parece que ésta representa un peligro mortal. Como si la historia de su línea sucesoria fuera una amenaza real. El peligro no