La llave de Oro Emmet Fox
INTRODUCCIÓN Una noche en la que me encontraba con Conny en su saloncito privado de la Quinta “El Jabillo” le pregunté: “Bueno Conny, ¿y cómo fue que tu comenzaste en la Metafísica?” Conny sentada en su butacón, con ese aire señorial que siempre la acompañaba, comenzó a decirme: “Estábamos en Nueva York cuando estalló la Segunda Guerra Mundial y mi esposo y yo queríamos venir para Venezuela y no encontrábamos forma. A través de algunos contactos encontramos la manera de viajar en un barco carguero que le tocaba pararse en Puerto Cabello. “Nos embarcamos y a bordo nos encontramos, en circunstancias similares a las nuestras, al sabio Henri Pittier y a su señora, quienes tenían que trasladarse también a Venezuela”. “Estuvimos una semana dentro del barco y sin poder salir de la bahía de Manhattan, porque un submarino alemán nos estaba acechando en el océano para hundirnos. Junto a nuestro barco había ocho más que iban a diferentes partes del mundo y no podían salir”. “Al fin salimos y nos vinimos costeando, navegábamos solamente de día, y de noche nos parábamos y se apagaban todas las luces para que no nos descubrieran”. Digitalizado por Rolod
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