Hola a todos y todas, gente aquí reunida, paseantes, periodistas y quien sea que nos escuche. Muchos ya sabéis lo que es la Fractura Hidráulica, o Fracking. Porque, desde que nos enteramos de ello hace dos años, hasta ahora, se ha explicado en la prensa, en el cine, en carteles, en mesas informativas y en muchísimas charlas: El fracking es esa nueva forma de extracción de gas que se utiliza desde hace una década en Estados Unidos y que ahora se quiere implantar en Europa y, entre otros sitios, concretamente aquí, en Cantabria. Donde se ha hecho fracking ya han tenido muchos problemas con la contaminación de los ríos y los acuíferos, del aire y de los pastos, con graves problemas para la salud de las personas y los animales, para el desarrollo social y económico, de los territorios fracturados. El territorio ha quedado brutalmente ocupado y arrasado. Aquí en Cantabria todos, absolutamente todos, estamos diciendo que No, que no queremos que se haga la fractura hidráulica. Y muchos pueden pensar que el tema ya está solucionado, porque hay una ley del Parlamento de Cantabria que prohíbe esta técnica. Es por esto que estamos aquí. Porque aunque hayamos dicho todos -muy alto y bien claro- que No queremos la fractura hidráulica, el tema no está solucionado, ya que el Gobierno Central y las empresas siguen con sus planes para imponernos este modelo, para cambiar para siempre lo que hasta ahora hemos conocido como Cantabria.. La empresa Repsol, que todos conocéis, pretende comenzar los estudios de sísmica en la zona del permiso Luena, que afecta a los valles del Pas, Pisueña, Miera, Besaya y parte del Asón. Estos estudios son el paso previo y necesario para poder luego extraer gas utilizando la fractura hidráulica. Su único fin es el de saber donde perforar, y por esto la sísmica también es fracking. A los señores de Repsol y al gobierno de Madrid parece darles igual que todos los vecinos, las administraciones y los sectores sociales, productivos y económicos de la zona se hayan expresado fuertemente en contra de esta técnica. También parece darles igual que el Gobierno de Cantabria haya "ratificado" esta oposición aprobando una ley que prohíbe el fracking en la comunidad autónoma. Nosotros ya hemos dicho que No: La gente de los valles no queremos que nos obliguen a vivir entre pozos. La gente de las ciudades no queremos perder nuestro entorno rural y natural. Nadie quiere poner en riesgo el agua que nos da vida, el agua de nuestro ríos, el agua que bebemos. Porque el agua que se bebe aquí en Santander, y en toda la bahía, viene justamente de los territorios que Repsol pretende perforar. Nosotros ya hemos dicho que NO: ahora tenemos que hacer que se nos escuche. Tenemos la legitimidad y exigimos al ministerio de industria que derogue los permisos. Porque son ellos quienes tienen el poder de hacerlo. Tenemos la legitimidad y exigimos a las empresas que renuncien a estos permisos. Porque la gente que vive en esta tierra hemos decidido cómo queremos vivir y no queremos la fractura hidráulica. Por todo esto estamos aquí, por todo esto os estamos hablando, por todo esto os invitamos a unir vuestras voces e impedir entre todos y todas que se hagan los estudios de sísmica o cualquier otro trabajo de fracking. Os invitamos a venir a los Valles Pasiegos si vienen los camiones, a que se nos oiga en las ciudades si empiezan con los estudios. Entre todos va a ser imposible que no nos oigan. Entre todos vamos a parar la fractura hidráulica. Porque no la queremos, ni aquí ni en ningún lado, ni ahora ni nunca. Fracking no.