Cuando se trata de atacar en las clásicas más duras y el pavimento más irregular, la Roubaix reacciona como una extensión de tu cuerpo y si no que se lo pregunten a Tom Boonen tras ganar su cuarta Paris Roubaix. El cuadro SL4 ofrece el mejor equilibrio entre flexibilidad vertical, ligereza y rigidez torsional, algo con lo que cuenta cada talla de esta indispensable arma devora clásicas.