MEDIO Y AGENCIA DE PRENSA DEL DEPORTE FEMENINO ARTÍCULO PUBLICADO EL 16/07/2014 Derechos reservados – Ninguna publicación autorizada - © Sportiva-infos / Sportiva-latina ATLETISMO Lien :
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INDIRA ESPAÑOL: UNA VIDA A LAS CARRERAS ATLETISMO. Ha dedicado su vida a las carreras, a sus 34 años sigue compitiendo, y, además, está dedicada a la enseñanza del atletismo. Indira Español, tiene una trayectoria de pasión y de voluntad fuera de lo común. La también creadora de la Carrera de las Diosas, en Chía, Cundinamarca (Colombia), le contó a Sportiva-latina cómo vive esta vida deportiva intensa y cómo las competencias son su adrenalina. Encuentro con una mujer que ya le transmitió a su hijo la misma pasión. Un testimonio excepcional…
Texto: Éder Aleixo Campos Villamarín / Sportiva-latina Tarde de jueves en Chía, Cundinamarca. El escenario es la Villa Olímpica, lugar de entrenamiento de los atletas en la Ciudad de la Luna. Un tímido arco iris se deja entrever sobre las montañas que enmarcan el terreno de juego y la pista. De fondo, la banda marcial del colegio José Joaquín Casas ensaya las notas del himno nacional, impregnando el ambiente de un particular sentido patrio. Allá, detrás de uno de los arcos, con el cronómetro colgado al cuello y atenta a cada detalle del entrenamiento, se ve una mujer que con alegría y paciencia enseña a sus alumnos, un grupo de niños que siguen atentos las indicaciones de su “profe”, una de las atletas más reconocidas de Cundinamarca y del país. Indira Español, bogotana de 34 años, empezó su carrera en el atletismo a los 15, aunque cuenta emocionada que antes de correr en las pistas, patinaba en ellas. De aquella época en la que triunfaba sobre ruedas recuerda orgullosa que alcanzó a ser campeona nacional en la categoría infantil. ¿Pero entonces, cómo es que llegó al atletismo?
“Cuando tenía 14 años me di cuenta de que el patinaje era un deporte muy bello al que le sobraba emoción y le faltaba patrocinio. Claro que se competía, pero lo que uno ganaba entonces eran solo medallas y, una que otra vez, trusas deportivas; además los padres tenían que correr con todos los gastos para que una pudiera ir a un campeonato”, sostiene. Entonces, y a pesar de su corta edad, Indira entendió que el patinaje no solo constituía su pasión, sino también una carga económica para su familia. “Me dio pesar ver que se esforzaban tanto por comprarme los patines (en esa época salieron al mercado los patines en línea que costaban entre 1 y 2 millones de pesos, Ndlr), fue ahí que empecé a ver el atletismo como una opción, pues era un deporte económico en el que solo se necesitaban una pantaloneta, una camiseta y un par de tenis”. La disciplina que adquirió en el patinaje le aportó recursos para convertirse en atleta y, ya sin las ruedas puestas, se fue especializando en las pruebas de fondo. Empezó en la categoría de los 1 500 m, luego vinieron los 3 000, 5 000 y 10 000 hasta llegar a la prueba más larga en que ha competido que fue de 42 km en Santiago de Chile. Unidos por el atletismo Su esposo, Juan Carlos Hernández, también es atleta de alto rendimiento y ha representado a Colombia desde que tenía 18 años. “Prácticamente, igual a mí -dice- él lleva toda una vida consagrada al deporte, al atletismo”. Su hijo no es la excepción. Sacó los genes de sus padres, tanto así que a sus 15 años participará en el Campeonato Suramericano de Atletismo Menores en Cali. Además, Carlos Santiago participó en febrero de este año en el Sudamericano de Cross Country en Paraguay en donde ocupó el 7° lugar a pesar de que tenía una lesión. El día empieza muy temprano para Indira. Lo primero que hace es alistar su hijo para el colegio, luego sale a entrenar, a correr por las veredas de Chía o por la montaña La Valvanera, de 6 am hasta –máximo- las 8, vuelve a casa a preparar todo y sale a cumplir con su trabajo: entrenar a los diferentes grupos de atletismo. Como entrenadora del IMRD, la vida de Indira sigue transcurriendo en las pistas, ahora, enseñando a jóvenes y niños todo lo que sabe sobre el deporte. “Es gratificante ver a los muchachos (jóvenes de entre 14 y 17 años)inmersos en un proceso de especialización y participando ya en campeonatos nacionales y suramericanos”, expresa. Y es que ella entiende que lograr un nivel de disciplina así no es fácil y menos a esa edad, por eso se siente muy orgullosa de sus pupilos, porque entienden cómo es el atletismo y los sacrificios que implica. A medida que van llegando a la meta, Indira escribe con esfero en su brazo y en el de sus alumnos los tiempos que estos hacen. Un gesto que -de forma tácita- deja en evidencia que el atletismo corre por sus venas. Para Indira lo más difícil de este deporte es la consagración y la disciplina que exige. Ella sabe de sobra que el alto rendimiento solo se logra con mucho sacrificio. “Hay que dejar muchas cosas de lado. Prácticamente hay que dejar hasta la familia, se pierde uno de muchos momentos, las fiestas, los amigos… Pero hay una linda recompensa y es el reconocimiento. Ahora que ya tengo mi título de especialización en entrenamiento deportivo, me doy cuenta de que me reconocen más como deportista, como atleta, que como profesional”, afirma. Opina que la situación del atletismo femenino ha mejorado notablemente, entre otras cosas, gracias a que aumentaron los patrocinios, las ayudas y, por ende, las premiaciones. “Antes, los estímulos para los hombres eran mucho mejores que para nosotras. Desde hace dos o tres años han venido igualándolos; eso hace posible que se vean más competencias para las mujeres, lo cual es muy positivo para el atletismo, pues cada vez son más las niñas que se motivan a practicar este deporte”. Lo que fue y lo que viene
En septiembre de 2013, luego de correr la Media Maratón de Argentina, sufrió una tendinitis en la cadera que la dejó fuera de competencia. Indira asegura que esta lesión es producto de una condición desfavorable para un atleta: el pie plano. “Aunque ya había tenido lesiones debido a ello, supe que esa en particular partiría en dos mi carrera, ya que pareció acumular las molestias de las anteriores”, afirma. Recientemente, Indira aseguró en una emisora local que extrañaba su deporte, estar en competencia. Ella dice que las cosas que más le hacen falta son la emoción y la adrenalina de las carreras. “También extraño viajar, pues me encanta, y compartir con las demás deportistas, con los directivos y organizadores de los eventos”, añade. Cuando le preguntan para cuándo tiene programado el regreso a las pistas, sus ojos parecen iluminarse. Sin embargo, con algo de pesar señala que aunque para este año tenía proyectadas dos competencias, no podrá tomar parte en ellas. Una era una especie de revancha en la maratón de Argentina y la otra, la media maratón de Bogotá a finales de este mes, pero definitivamente cree que no la alcanzará a hacer, por tiempo, pues se le cruzó lo de la carrera de Diosas (Nota 1) y la preparación de los muchachos para diferentes eventos. Indira espera poder competir en el Campeonato Nacional de Montaña a disputarse el 10 de agosto en Bogotá, y en la San Silvestre (Nota 2), el 31 de diciembre en Chía. Por falta de tiempo para entrenar no pudo correr en la carrera de la cual es fundadora, la de Diosas, pues el tema de la organización no le dejó tiempo para estar en su mejor forma. En la de la Mujer (Nota 3) no cree poder estar, pues considera que no cuenta con la preparación necesaria para dar lo mejor de sí, algo que la identifica en el circuito local y en el exterior. Le mide el tiempo al día con su reloj. Son las 5h45pm, la tarde se pone gris y ella, su chaqueta. Aún hay algo de sol y mucho viento… un viento que precede la lluvia, así como la llegada del mes de las cometas. É.C. Notas: (1) Segunda versión de la Carrera Atlética Diosas de Chía, evento atlético exclusivo para mujeres que se llevó a cabo el 1ro de junio. (2) Carrera internacional de muy buen nivel que cierra el calendario nacional de atletismo y que este año llega a su versión N°28. (3) Carrera de la Mujer Bogotá, evento deportivo que tendrá lugar el 28 de septiembre.
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