Artículo publicado el 26/06/2020 Derechos reservados - Toda reproducción está prohibida - ©Sportiva-Latina
Especial Mundial FIFA 2023 (3/3) LAS DIEZ LECCIONES DE UNA DERROTA
Colombia no organizará el Mundial Femenino de la FIFA en 2023. Este fracaso, que duele mucho en el orgullo nacional, era previsible. Sportiva analiza en 10 puntos los elementos a tomar en cuenta, y los errores que dieron el voto internacional en su contra. Redacción / Sportiva 26 de junio de 2020 / La votación del consejo de la FIFA, el jueves 25 de junio, no dejó ninguna duda: la candidatura de Colombia, con sólo 13 votos a su favor, demostró lo lejos que estaba el país de organizar el Mundial Femenino. La dupla Australia+Nueva Zelanda ganó con 22 votos, de los 35 posibles, y su propuesta borró a Colombia sin el más mínimo suspenso, poniendo en evidencia las contradicciones de su candidatura. Más allá de las querellas políticas por saber si la Concacaf votó por la Asociación del Pacífico por rencor hacia la Conmebol, o si hay una imagen negativa contra el país, la derrota demuestra que Colombia aún no estaba preparada. Sportiva-latina
resumió en 10 puntos lo que pueden ser 10 lecciones de este episodio que, sin duda, marcará un antes y un después en la vida deportiva nacional… 1.COLOMBIA, FINALISTA La esperanza que Colombia realizara el Mundial Femenino 2023 nació al quedar finalista. Pero esta posición se dio porque Japón anunció el 22 de junio que retiraba su candidatura. Así, a tan sólo tres días de la votación del Consejo de la FIFA, Colombia era finalista frente a la asociación Australia + Nueva Zelanda. Parecía que sería posible. ¿Realmente? En realidad, estar de finalista fue más un concurso de circunstancias que de reales virtudes del país para acoger a 32 equipos. Al retirarse Japón y Brasil no hubo argumentos tales que resaltaran la fortaleza colombiana, sino motivos internos del país que se retiraba. El país nipón explicó que deseaba dedicarse al desarrollo de su liga profesional. Y Brasil, se basó en la situación caótica que vive ahora mismo. 2.ORIGENES DE LA CANDIDATURA Colombia presentó una candidatura en donde anunciaba tener una liga profesional fuerte, con más de 26.000 afiliadas, y una asistencia masiva a los estadios. Nada más lejos de la realidad. Ante cualquier jurado la falta de precisión (por no decir mentir), es falta grave. Colombia no tiene liga profesional consolidada; incluso en el 2019, la selección no logró clasificar para el Mundial en Francia, lo cual demuestra la falta de preparación y apoyo de las instancias; además hay denuncias frecuentes de acoso, presión, irregularidades laborales, por parte de la élite del fútbol femenino colombiano… El país debió haber guardado discreción en el escenario mundial. El punto positivo es que más bien quedó en evidencia la contradicción entre lo que se dice y lo que existe. ¿Por qué Colombia presentó su candidatura, entonces? Para este país, y los demás que decidieron participar, el origen fue el éxito de la edición #Francia2019 del Mundial Femenino de la FIFA. En muchos países se destaparon las ganas de vivir la gloria (y las ganancias) que podía traer este acontecimiento. Por eso se presentaron 10 candidatos: Argentina, Bélgica, Bolivia, Corea del Sur, Corea del Norte, Sudáfrica (descartados por no reunir la documentación requerida por la FIFA); Japón, Brasil (que se retiraron); Colombia y Australia+Nueva Zelanda.
Indudablemente, cualquier poder político vería con buenos ojos, para marcar historia, el hecho de organizar un evento internacional. Colombia no fue la excepción. Históricamente hay antecedentes. Recordemos, por ejemplo, el anuncio de Ernesto Samper, siendo presidente de la Republica, al declarar, después de la famosa goleada 0-5, frente a Argentina, que Colombia podía acoger un mundial. Entusiasmo, y populismo también pueden ser males consejeros. 3.ARGUMENTOS MORALES Que la asociación Australia+Nueva Zelanda hubiera obtenido más votación frente a Colombia, ha sido explicada por algun@s por la diferencia de calidad de estadios. También se dijo que los miembros de la FIFA seguían temiendo el país sudamericano por sus riesgos de terrorismo o narcotráfico, lo cual fue tomado como algo deliberado contra el país “victimizado” a nivel internacional. Otros sectores proclamaban que el país tendría los votos porque así se podría ayudar al continente sudamericano en el desarrollo del fútbol femenino, gracias también al apoyo de la Conmebol. Si bien la diferencia de los estadios es un argumento verdadero, los aspectos relacionados con el terrorismo o con la ayuda internacional, son justificaciones sin fuerza. En toda lógica, ningún Gobierno sensato puede esperar a que el resto del mundo le dé su voto, que se implique todo el planeta para «ayudar» a que se organice una liga local, incluso profesional. Las iniciativas internas hacen parte de las políticas de cada país. Es ahí donde las verdaderas intenciones de desarrollo entran en juego. Existe un argumento válido en los argumentos que podrían dar el voto: el de permitir el desarrollo del fútbol femenino en el continente sudamericano. Pero esto se habría aplicado si Brasil hubiese mantenido su propuesta, por todo lo que representa este país en el imaginario, la realidad y la influencia social del fútbol. 4.ARGUMENTOS LÓGICOS La votación del jurado se basó principalmente en argumentos reales. Las consideraciones técnicas que inclinaron los puntos, empiezan realmente por las infraestructuras de los dos países del Pacífico frente a las de Colombia. Además, de los estadios para la realización de los encuentros deportivos, es necesaria una infraestructura de transporte, hoteles, y capacidad de organización y condiciones para recibir miles de personas y, sobre todo, es determinante la motivación que se le pueda dar
a miles de personas de desplazarse a un país. Si bien, en Colombia se había empezado a desarrollar el turismo, la infraestructura de acogida aún está en sus inicios. Aún es difícil afrontar flujos internacionales significativos, como si es el caso de Brasil. El otro hecho que fue desfavorable para Colombia es que el Mundial 2023, tendrá 32 equipos. Es mucha diferencia con los 24 de las anteriores ediciones. En lugar de pensar que el jurado no tuvo en cuenta a Colombia, se podría pensar que el Gobierno no consideró realmente la responsabilidad y el compromiso logístico para organizar un gran evento internacional. 5.SIN LOBBY, SIN APOYO Es claro que Colombia careció de apoyo nacional e internacional. En este tipo de votaciones, los candidatos también organizan un lobby. Se utilizan diferentes figuras que demuestran su apoyo, para influir en las decisiones del jurado, porque a su vez conllevan una imagen social que permitirá garantizar el éxito de la decisión. En el caso de Colombia, no se dio ninguna campaña con ninguna figura ni del arte ni la política ni economía ni a nivel nacional e internacional. Ninguna voz se alzó para proclamar cuál podría ser el beneficio que Colombia realizara el Mundial 2023. Tocó, por ejemplo, esperar, unas horas antes de la votación para que Radamel Falcao, hiciera un tweet a favor de Colombia2023. En términos generales, Colombia no tenía figuras con proyección internacional que pudieran contrarrestar la solidez de los dos países enfrentados. Siguiendo con las comparaciones, Brasil, por ejemplo, tiene a Marta, quien sólo con su imagen y algunas frases, grabadas en un video, hubiera podido ayudar a mover los hilos. Y así existen múltiples ejemplos de deportistas que gracias a su imagen lograron que su país se llevara los votos decisivos. Uno de ellos fue Sebastián Coe, quien logró para Londres los Juegos Olímpicos 2012. Si la Conmebol apoyaba a Colombia, también se hubiera podido organizar una red de figuras de la región que hablaran en favor del país.
6.ACTITUD POLÍTICA Cuando saltó la noticia (diez días antes de la votación final de este jueves 25 de junio), de que Colombia tenía el más bajo puntaje (2,8 sobre 5) de los candidatos, algunos importantes responsables colombianos se sintieron ofendidos y gritaron a
la desinformación y al desconocimiento del país… Políticamente este tema fue mal manejado. La carta enviada por la FCF (con la Conmebol) a la FIFA el 18 de junio, argumentaba 20 000 jugadoras carnetizadas y un promedio de 26 000 espectadores durante la pasada edición del campeonato, el cual sólo duró dos meses y tuvo grandes incógnitas para que se diera. Afirmó la carta, que “el informe técnico hizo mucho daño, se dijeron muchas cosas que no son ciertas. Hablaron de inseguridad, hablaron de problemas de salud y de distancias muy largas de una sede a otra, cosa que no es cierta". Esta iniciativa fue un error diplomático grave, al pensar que una carta de reclamo podría ocultar la realidad del país e influenciar en el jurado. 7.CONTEXTO DEPORTIVO La FIFA y la gente que sigue el fútbol femenino a lo largo del mundo sabe perfectamente cuáles son las realidades de cada país. Las dificultades, y las polémicas, en torno a la organización de la cuarta edición de la Liga Profesional Femenina en Colombia no han pasado desapercibidas. Como se escribió al comienzo de este artículo, que el Gobierno, en cabeza de la misma Federación Colombiana de Fútbol, pudiera decir que el fútbol femenino estaba desarrollado era escribir hechos falsos en documento oficial. Por lo tanto, pensar que los dirigentes internacionales no conocían la realidad del fútbol femenino colombiano era tomarlos por ignorantes. 8.LA IMAGEN DEL PAIS Uno de los puntos que cualquier ente deportivo, o no, a nivel mundial, toma en cuenta a la hora de meter los pies en un país es la situación de seguridad y los derechos humanos. Se trata de una actitud humanista y, ante todo, la obligación de tomar ciertas garantías con los patrocinadores y la opinión mundial. Es difícil pensar que bajo condiciones que no son claras, los 32 países podrían enviar sus equipos en un país que proclamaba que ellos si cumplen con las leyes, firmándolas. Así se lee en la candidatura de Colombia, página 110, sobre el tema sobre los DDHH. No se puede gritar desinformación, cuando a diario los medios de comunicación dan cuenta de los abusos y asesinatos que ocurren a diario en el país.
9.REALIDAD DE LOS EVENTOS INTERNACIONALES Cada vez el camino para ser sede de un evento deportivo internacional es más incierto. Los criterios que exigen la FIFA, el CIO o demás entes mundiales son más altos y exigentes. En el caso de los Juegos Olímpicos, por ejemplo, la atribución para #Paris2024 y #LosAngeles2028, se hizo ya no entre múltiples participantes, sino en un desierto de candidaturas. Hoy en día son muy pocos los países que pueden responder a todas las exigencias: infraestructuras deportivas, turísticas, seguridad, derechos humanos… En el caso colombiano, las personas que han ido al Estadio El Campín, podrían dar su testimonio sobre la comodidad de sus instalaciones. ¿Qué podría sentir un hincha extranjero o un turista que sigue sus equipos en el mundo entero? 10.EL FUTURO Una de las críticas más fuertes a la candidatura colombiana, viene del propio país. El gobierno colombiano no ha sido capaz de desarrollar un Campeonato Nacional ni la Liga Profesional, ¿cómo podría hacer un Mundial? Lo positivo de esta puesta en evidencia de las contradicciones escritas, es que puede ser la base para trabajar en el verdadero desarrollo del fútbol femenino y de los otros deportes que han sido discriminados. Si no se anuncian compromisos y decisiones tajantes en las próximas semanas, se tendría la prueba que la candidatura fue básicamente una jugada política y de imagen, más que un real interés. Un elemento contundente que puede ayudar a desarrollar este deporte en el país: la FIFA, ha aprobado, en la misma sesión en la cual definió el país organizador para 2023, « un plan de ayuda COVID. Las 211 asociaciones miembro recibirán subvenciones de US$ 1 millón + US$ 500.000 para apoyar el fútbol femenino. » Una oportunidad caída del cielo para arrancar con buen pie la Liga Profesional Femenina tan esperada... Redacción Nota: Precedentes entregas de nuestro dossier: 1/ La experiencia francesa: los datos que ilustran el balance muy positivo del precedente mundial y muestran el alto nivel exigido.
2/¿Qué proponen? Análisis de los puntos importantes de cada una de las propuestas de los tres candidatos. (Foto: archivos Sportiva-latina)
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