MEDIO DEL DEPORTE ARTÍCULO PUBLICADO EL 16/10/2019 Derechos reservados – Ninguna publicación autorizada - © Sportiva-infos / Sportiva-latina FÚTBOL
Liga Femenina Águila 2019: una historia muy colombiana (2/2)
Una vez terminada (con gran dificultad) la tercera edición de la Liga Femenina Águila, no existe certidumbre sobre la realización de la cuarta versión. La pregunta de si se hará o no el campeonato femenino de fútbol en Colombia, en 2020, es una constante desde que nació el evento en el 2017, que raya con la falta de respeto para todas las personas implicadas en este proceso, según las declaraciones de los protagonistas que hablaron con Sportiva-latina, para esta última entrega de nuestro reportaje sobre la situación de la Liga Femenina Águila. Por Sara García Zapata (@sagaza91) A pesar de las directivas de la FIFA de dar apoyo al desarrollo del fútbol femenino, en Colombia no se puede predecir la realización de una cuarta liga profesional. A pesar de la participación de 20 clubes en el torneo del 2019, las dudas persisten, así como las condiciones
para hacerla y la situación económica de sus participantes: ¿Cuáles son los recursos? ¿Cómo se hará la organización? ¿Cuáles son los criterios para obtener patrocinadores? ¿Cómo darle más visibilidad con horarios en donde el público pueda acudir a los horarios? O simplemente… ¿Se hará la cuarta edición? Tal vez la decisión de las autoridades del fútbol en Colombia dependerá de la representación del América de Cali, el Atlético Huila y el Deportivo Independiente Medellín en la Copa Libertadores que se juega en Ecuador ( el 28 de octubre). Sin embargo, este hecho tampoco es una garantía, ya que Huila fue el campeón en el 2018 y la Liga Profesional se canceló igualmente, y reprogramada en último momento, sólo gracias a la presión popular. Una liga contrarreloj y sin garantía profesional Tal como lo describimos en la primera parte de nuestro especial sobre la Liga Femenina de Fútbol, luego de sólo un mes o menos de preparación, los clubes jugaron un torneo que duró dos meses y medio. Para Paola Sánchez*, jugadora de Santa Fe, esto no es lógico: “Por ser una liga profesional y, además, que se piense en buscar la equidad de género en el deporte, la Liga Femenina debió tener la misma duración que la Liga Masculina. En cuanto a la logística presentada en los diferentes espacios deportivos, existieron fallas en la iluminación de algunos estadios y estos son episodios que no se pueden repetir porque es como si no se le diera la importancia suficiente a la Liga y es una falta de respeto con las deportistas”. Otro de los temas que preocupa a las jugadoras es el tema de las contrataciones. En la edición 2019, se hicieron contratos por muy pocos meses, para quienes tuvieron la suerte de firmar uno. La situación es precaria para las futbolistas y dirigentes. Según aseguró Carlos González Puche de ACOLFUTPRO (Asociación Colombiana de futbolistas profesionales): “En el torneo, como máximo, debió haber 12 jugadoras aficionadas, es decir sin contrato, y 13 con contrato. Hubo de todo. Vamos a presentar un informe de cómo se desarrolló esta Liga, qué equipos contrataron y cómo lo hicieron, hay clubes formales como Fortaleza, Millonarios, Santa Fe , Junior, Nacional; pero hay otros clubes como La Equidad o el Once Caldas, donde se hicieron convocatorias 8 días antes y en su mayoría fueron jugadoras aficionadas, solamente a 4 les hicieron contrato”. Derechos laborales no resueltos Las futbolistas profesionales se están ganando entre 230 y 500 dólares mensuales. Para Carlos Gomez*, asistente técnico del Santa Fe, “los bajos salarios no afectan a las jugadoras en la parte deportiva pero sí en la profesional. Desde que arrancó el primer torneo éstos han sido cortos, nadie puede ser profesional con un contrato de máximo 6 meses, se supone que se debe poder vivir de su profesión, pero hasta ahora el fútbol no le da eso a las jugadoras ni a los entrenadores. Lo que falta es consolidar una liga que sea fuerte, constante, para que tanto entrenadores, cuerpo técnico y jugadoras se puedan sostener durante todo el año”.
El problema de las condiciones laborales no sólo se presenta en la Liga Femenina. El tema se vive también en la Liga Masculina. Por ejemplo, el pasado 5 de octubre, jugadores del club Jaguares y del Once Caldas, realizaron una protesta, que fue censurada por Win Sports, donde exigían mejoras en sus salarios; también hubo otra serie de peticiones como la concertación del estatuto y el reglamento de la Federación Colombiana de Fútbol; el establecimiento de los horarios de trabajo y de descanso, y hasta la participación en los derechos de televisión. Estas exigencias fueron plasmadas en un documento firmado por futbolistas profesionales de las ligas femenina y masculina, con el acompañamiento de ACOLFUTPRO. Un espectáculo en crecimiento Para varias de las personas entrevistadas por Sportiva, es normal que la Liga Femenina de Fútbol avance a pasos lentos, si se tiene en cuenta que la Liga Masculina demoró casi 70 años para estar donde está, y hay que tener muy claro que el fútbol también es un negocio. Si bien, los números no dan para que la Liga Femenina demuestre sus ganancias, los resultados se ven con la presencia del público que aumentó en los estadios. En la final de vuelta jugada en el estadio Atanasio Girardot en Medellín, asistieron 28.263 personas. Igualmente, hubo gran afluencia de público en los estadios de Cali, Barranquilla y Bogotá. Al respecto, Orianica Velásquez* jugadora del DIM, opina que “la asistencia ha aumentado seguramente por los resultados que se ha tenido en los últimos 10 años. Se ha dado una vuelta al pensar que la mujer si puede jugar al fútbol y lo puede hacer muy bien; apoyar los recientes resultados a nivel de selección en diferentes categorías y a la liga poco ha influenciado al público, esto para nosotras es muy importante, que empiecen a reconocerte y a reconocer tu trabajo significa demasiado. Uno trabaja en el fútbol porque es el deporte que uno ama, pero también para que se reconozca el trabajo y el esfuerzo del trabajo de tantos años”. Si bien la asistencia es un lado positivo, ésta se logró, a pesar de los horarios impuestos para que se desarrollaran los encuentros. Para Paola Sanchez : “los horarios no permitieron una gran afluencia de público, algunos fueron entre las diez de la mañana y las doce del medio día. La visibilidad televisiva de la liga aún es mínima, ya que solo se transmite un partido por jornada, esto es poco, comparando la transmisión de la liga masculina”. Sandra Salamanca*, entrenadora del club La Equidad, espera que también aumente la participación de las mujeres en el cuerpo técnico. “Dentro de los clubes no hay mucha cabida para las mujeres, tal vez a nivel administrativo encontramos algunas mujeres que luchan por fortalecer el proceso del fútbol femenino, pero dentro de los cuerpos técnicos o como directores o asistentes fui la única mujer que trabajó dentro de los equipos de preparación técnica. Entonces la invitación a los clubes para que nos den una mayor oportunidad, creer en el proceso de las entrenadoras mujeres, es simplemente darnos una oportunidad de mostrar nuestro trabajo y afianzarnos”.
La rentabilidad de la liga Según el portal Rating Colombia, la final del fútbol femenino sólo obtuvo 2 puntos del rating del total de la televisión cerrada, en comparación con los 4 a 5 puntos que marcan los partidos masculinos y que han llegado hasta los 10 puntos cuando han sido finales históricas. Generalmente las ganancias por la transmisiones de fútbol no son tan estables y las ganancias aún no dejan contentos a los clubes que consideran como desigual la repartición de las ganancias de la televisión cerrada, con el canal Win Sports que fue creado en 2012 en alianza con la DIMAYOR y que obtiene unos ingresos desde su nacimiento de $526.000 millones; de los cuales, 77% son de participación de los clubes profesionales, un 90% repartidos por igual entre los equipos de categoría B, y un 10% para la categoría C. Con la llegada del Canal Premium de suscripción, las cosas tampoco mejoran directamente para el fútbol femenino, pues sólo se acordó la transmisión de dos partidos por fecha. Si bien, los partidos por televisión no tienen mucho rating y opciones. En el terreno se han hecho campañas. La marca patrocinadora del campeonato, Cerveza Águila, y la Federación Colombiana lanzaron la campaña #HinchasCompletos, donde se mostraron escudos partidos a la mitad o con una mitad vacía con frases como “nos falta la otra mitad del equipo”. Los clubes apoyaron esta iniciativa con videos y pronunciamientos donde invitaron a las personas a ir a los estadios y apoyar los equipos femeninos. Incluso, el presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, dijo en rueda de prensa en el mes de agosto que “esto no puede ser una decisión de un año sino una decisión permanente y esperamos que los 36 equipos profesionales tengan su equipo femenino”. Quizas es una pista para pensar que la cuarta versión tendrá lugar… Todos los protagonistas de esta historia quieren que la liga se estabilice, como Orianica Velásquez, quien asegura verle “continuidad a la liga femenina. Soy una defensora incansable del talento que tenemos, de las futbolistas que tenemos y de las que podemos tener; a esto hay que trabajarle, hay que darle, talento, continuidad, equilibrio, somos una liga en potencia”. Durante la investigación de esta entrega especial, Sportiva contactó a la Dimayor, al Ministerio del deporte pero ninguno quiso aportar sus respuestas a nuestras preguntas. S.G.Z. * En entrevista exclusiva para Sportiva Foto: América de Cali: festejo del título 2019 www.sportiva-latina.com