Artículo publicado el 09/04/2020 Derechos reservados - Toda reproducción está prohibida - ©Sportiva-Latina
¿Qué hay detrás de la polémica sobre las Leonas?
El 7 de abril se dio una fuerte polémica, protagonizada a través de las redes sociales y en los medios de comunicación. ¿El motivo? El trato que Santa Fe le dio al plantel femenino profesional y sus contratos… ¿Qué ocurrió en realidad? ¿Qué hay detrás de la polémica sobre las Leonas y el fútbol femenino en Colombia? Jacques Cortie / 09 de abril 2020 / Discriminación. Arbitrariedad. Irrespeto. Abuso. Ilegalidad. Cinco palabras que caracterizan la reacción, fuerte y definitiva, frente a la ruptura de contratos propiciada por el Club Independiente Santa Fe en cuanto a su plantel femenino. Aunque la polémica giró alrededor de este club, no sólo es Santa Fe el que está en causa. Todo el tema gira en primer lugar sobre la organización y la legalidad laboral de la
cuarta edición de la Liga Profesional Femenina, la cual estaba prevista iniciar en el segundo fin de semana de abril y terminar el 23 de agosto. Frente a las condiciones de salud pública, y la anulación de todos los eventos deportivos, los 18 clubes que participaban en la Liga Profesional Femenina, también tuvieron que tomar decisiones radicales. De todos los clubes implicados, el que estuvo en el ojo del huracán fue Independiente Santa Fe, porque anunció mantener los contratos de su plantel profesional masculino pero procedió « de mutuo acuerdo » a la suspensión de los contratos de su plantel femenino. Las reacciones Ese anuncio provocó reacciones de toda índole: oficiales y del público en general que se exprimió a través de las redes. Encabezando esas críticas que se dieron el 7 de abril, en primera fila estuvo, la vicepresidenta Martha Lucia Ramírez, quien publicó un comunicado con copia al Ministerio del Trabajo para pedir al club capitalino de respetar a las mujeres y no discriminarlas. Extracto: « Me dirijo a usted (al presidente del club Santa Fe, Ndlr), con el fin de expresarle mi absoluto rechazo por las decisiones tomadas en el marco de la actual emergencia sanitaria y conforme a las cuales, de manera discriminatoria y arbitraria, se han tomado determinaciones desiguales en relación con la vinculación laboral para jugadores hombres y jugadoras mujeres, al mantenerlos y suspenderlos, respectivamente, generando un tratamiento arbitrario y discriminatorio con las jugadoras, sin justificación aparente. » A través de las redes, los directivos de Santa Fe también fueron acusados. Incluso la Alcaldía Mayor de Bogotá también se pronunció y mostró su preocupación por la situación al conocer el comunicado del Santa Fe. La alcaldesa, Claudia López, fue una de las primeras en criticar la decisión, al escribir en Twitter: « Es absolutamente injustificable que hagan un acuerdo para mantener las condiciones salariales de los jugadores y en cambio suspendan los contratos de las jugadoras de los equipos femeninos! »
En esta situación no todo es blanco o negro. Y otras voces ampliaron el análisis como lo hizo la periodista de RCN Pilar Velásquez, en un audio publicado en su cuenta twitter (@pilarvelasquezv): « ¿Dónde está la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor como veedores? Porque si bien ellos no contratan directamente las jugadoras, la situación no es cuestión de género. Y esto les preocupa. De hecho están tan preocupados que ni siquiera saben qué va a pasar con la Copa Libertadores que tiene que entregar un campeón antes del mes de septiembre (…) Solamente dos equipos están cumpliendo a cabalidad con su proyecto femenino que son Atlético Nacional y América de Cali. ¿Qué está pasando con el resto? Son 18 clubes, cada una tiene 25 jugadoras. Sólo dos están cumpliendo. ¿Qué pasa con el resto? Están aguantando hambre, no tienen cómo transportarse, no tienen cómo vivir. Y sólo nos estamos escandalizando por lo que hace Santa Fe. Aquí hay que tomar acciones (…) Es hora que se vaya consolidando un proyecto...» Análisis más allá de un club Para entender bien esta nueva manifestación de un trato diferencial entre mujeres y hombres, hay que tomar varios elementos en cuenta. Primero: la disparidad entre los 18 clubes inscritos para jugar la Liga Profesional Femenina. De éstos, sólo 3 han hecho las cosas con cierta coherencia legal: Atlético Nacional, América de Cali (actual campeón) e Independiente Santa Fe, como lo revela una encuesta de Acolfutpro (Asociación colombiana de futbolistas profesionales), publicada el 26 de marzo. Este informe explica claramente la situación que se vivía, incluso antes de la crisis sanitaria: « Todos los clubes comenzaron sus entrenamientos sin formalizar contratos de trabajo con las futbolistas, a excepción del América (8 de enero), del Atlético Nacional (2 de marzo) y del Independiente Santa Fe (8 de marzo), que acordó pagar el 50 por ciento del salario durante la pretemporada. »
América de Cali, campeón 2019
En este informe el Sindicato de los y las Futbolistas Profesionales indica también que « Los 14 clubes restantes (quitando Millonarios - ver nota) se comprometieron con las futbolistas a formalizar sus vinculaciones contractuales cuando comenzara la competencia (segundo fin de semana de abril). » Segundo: siguiendo el hilo lógico de lo que debería ser la actitud de cualquiera de los 18 clubes, frente a las fechas previstas para el inicio de la pretemporada, Santa Fe publicó el 7 de abril un comunicado al tiempo que su presidente, Eduardo Méndez, explicó en rueda de prensa, que sus criterios y preocupaciones siempre han sido en torno a lo mejor con su equipo femenino, precisando que « Las Leonas recibieron su pago de febrero y marzo. El acuerdo con ellas es que se suspenden los contratos pero recién se salga de esta emergencia se reanudará su contrato y extenderá el tiempo que corresponde » y que « la negociación con las Leonas, SI fue de mutuo acuerdo. » La situación de contrataciones Este puede ser el punto clave en la polémica Santa Fe: hasta dónde es posible hablar de ‘mutuo acuerdo’ en este tipo de situación, cuando en ningún momento en Colombia se han hecho negociaciones colectivas con supervisión de un referente sindical. El informe de Acolfutpro subraya, precisamente, que detrás de las palabras pueden existir cosas menos claras: « Los tres clubes que formalizaron contratos de trabajo lo hicieron con la mayoría del grupo de futbolistas. Sin embargo, según vari-
as de las fuentes consultadas, sus clubes tendrían la intención de inscribir a la mayoría de sus futbolistas como amateur; es decir, sin formalizar contratos de trabajo. Vale anotar que en la Liga Femenina del 2019, de las 476 futbolistas inscritas, 307 tenían contrato laboral (64%) y 169 (34%) participaron como futbolistas aficionadas. » Tal vez, a las cinco palabras que fueron pronunciadas estos días (Discriminación. Arbitrariedad. Irrespeto. Abuso. Ilegalidad), tocaría añadir y empezar por la de Precariedad. La cual no sólo se vive ahora por culpa de un virus. Precariedad es una constante en el mundo del trabajo. Un mundo, en el cual las jóvenes futbolistas que se entusiasman para jugar la Liga Profesional, no han entrado realmente. Como todo el fútbol femenino colombiano. J.C. Nota: Otro ejemplo de la situación es Millonarios. El club formalizó el vínculo contractual el 9 de marzo pasado y el 16 del mismo mes, el club llamó a las futbolistas para terminar “por mutuo acuerdo” dicho vínculo. Fotos: Independiente Santa Fe / Archivos - derechos reservados