Derecho Informático: Una visión a las Tecnologías de la Información

"Derecho Informático: Una visión a las Tecnologías de la Información y su influencia en el ámbito jurídico" Autor: Abog. Ricardo Hugo Plaza R. Se aborda la influencia de las Tecnologías de la información en el ámbito jurídico, encaminando la investigación hacia estrategias legislativas que presentan la creación del Derecho Informático como ciencia autónoma reguladora de situaciones que se originan en el ciberespacio.

Esta investigación se fundamenta en el desarrollo vertiginoso de la Informática y la consecuente necesidad de regular las variadas y novísimas actividades que nacen con motivo de los grandes adelantos tecnológicos.

A modo de establecer ciertos aspectos que formalmente propicien en el foro jurídico tanto interno como foráneo, una discusión con respecto a la evolución de una ciencia jurídica profundamente dogmática, a una ciencia jurídica sin límites ni barreras filosóficas o territoriales, se analizan ciertos aspectos que determinan o tienden a la determinación, en los distintos foros jurídicos y en el ámbito jurídico mundial, del origen de la rama del Derecho Informático, la cual deviene del desarrollo de la Informática en general y especialmente del auge en las Tecnologías de la Información.

El boom causado por la masificación de los ordenadores personales con interfaz amigable y posibilidades relativamente sencillas de comunicación entre sí, es innegable. Este auge informático, se debe en gran parte a la invención del sistema operativo (OS) de la empresa estadounidense Microsoft, denominado Windows, absolutamente sencillo y basado en un sistema de mapas mentales, y que otorga al usuario la posibilidad de agilizar sus tareas y estimular la comunicación efectiva entre usuarios a través de redes de ordenadores interconectados entre sí mediante servidores, facilitando transmisiones de datos en forma de imágenes, videos, textos, gráficos en sus diversos formatos.

Esta facilidad de interconexión es precisamente lo que ha originado en los últimos tiempos la masificación del computador u ordenador personal, y le ha configurado como una puerta al mundo globalizado, herramienta para el presente y futuro inmediato, siendo precisamente la particularidad de dicha interconexión, lo que hace de ella una especie de herramienta delicada.

I

En este sentido, las Tecnologías de la Información plantean de manera amplia un mundo globalizado y sin aparentes fronteras. Una especie de mundo paralelo, espacio virtual o "ciberespacio" donde se abaten murallas ideológicas y religiosas, adjudicando más que nunca la buena pro a un comercio sin fronteras, sin soberanías, barreras aduanales y por ende, sin regulación. En el espacio virtual, establecido en cada uno de los ordenadores terminales o servidores interconectados se transfieren cientos, miles y hasta millones de datos por segundo.

Estos datos se presentan de cualquier modo o formato: bien puede darse una transferencia de un archivo de audio como el ya célebre MP3, un archivo visual tipo JPEG, una transferencia de datos en las que se llena una planilla o forma electrónica, o simplemente el envío de un archivo de texto mediante un correo electrónico.

Gráfica N°1 (search | ology) World Wide Web. Representación Gráfica de Internet desde un punto de vista técnico. Los ordenadores personales representados en la gráfica se interconectan a través de servidores, que a su vez se comunican generalmente vía telemática, mediante nodos a otros servidores que interconectan a otros ordenadores a su vez. Esta macrointerconexión de ordenadores en red permite el funcionamiento prácticamente incontrolable de una Red Magna denominada World Wide Web, o Internet.

(Dicha representación gráfica podría no aplicar a tecnologías inalámbricas de reciente uso en Venezuela como la Wireless (WLL), que facilita el acceso a Internet de banda ancha y mediante el cobro de las denominadas "tarifas planas"). El Autor, 2001.-

Así, al transferir los archivos de audio MP3 y JPEG podría tal vez configurarse una violación a las Leyes de Autor y de Propiedad Intelectual. La transferencia de datos en las que se llena una planilla o forma electrónica podría fácilmente constituir el perfeccionamiento de un Contrato Electrónico o Telemático; y, por último la misma acción II

podría acarrear la extinción de dicho Contrato Electrónico o Telemático.

1. Conceptualización

Según diversos enfoques del foro jurídico especializado en el tema, podría abordarse la conceptualización del Derecho Informático. Para ello, surge la siguiente interrogante: ¿es o no necesario el estudio de instituciones, sujetos, modos de perfeccionamiento, extinción de obligaciones y hasta delitos en el ámbito de la Informática y de las Tecnologías de la Información? El incipiente foro establece que, por supuesto, es necesario e inevitable el estudio de dichas situaciones, instituciones y controversias que pudieren surgir; a los fines de emitir dictámenes, establecer posiciones y proveer soluciones.

Empero, dicho estudio debe necesariamente realizarse sobre la base de una rama autónoma del Derecho que tenga por objeto el estudio minucioso y detallado de los aspectos jurídicos derivados de las situaciones planteadas, de manera que su definición esté dada en el sentido de considerar dicha rama en cuestión como "el conjunto de normas, principios y pareceres relativos a las situaciones y controversias que pudieren surgir en el ámbito de las Tecnologías de la Información y de la Informática en general". Tal apreciación (propia del Autor) puede ser, en efecto apreciada o rebatida por cualquier fundamentado parecer. Sin embargo, se afirma por diversos especialistas en el área, que dicha apreciación o definición del denominado en Hispanoamérica "Derecho Informático" o "Derecho de Tecnologías de la Información" se configura digna a ser considerada por el foro y, para ello, es analizada de la siguiente manera: "Es el conjunto de normas, principios y pareceres..." se dice que es un conjunto de normas en el sentido que, efectivamente y al igual que otras ramas del Derecho, se nutre de manera sublime por la Ley que plantee instituciones, reglamentaciones de conductas y factible solución de controversias.

Cabe destacar que ciertas controversias suscitadas en virtud de hechos derivados en el ámbito de las Tecnologías de la Información, implican la consideración de reglamentaciones internacionales, por supuesto, sobre la base de un Derecho Comparado coherente, y el análisis de la marcada relación que existe entre el Derecho Informático y los aspectos que estudia el Derecho Internacional Privado en sus diversas ramas, y en el cual (según González, M. Unidades Didácticas.

Derecho Internacional Privado. p. 5) deben considerarse tanto las situaciones de tráfico interno como externo.

Aplicando la apreciación del Autor, se dice pues que el Derecho III

Informático es un conjunto de principios donde se plantean postulados novísimos, relativos a las situaciones expuestas, como por ejemplo, el principio de la autorización previa, y el principio de reconocimiento de autoría a los fines de prevenir posibles controversias.

De igual modo, se establece que es un conjunto de pareceres, debido a que abarca afirmaciones, posiciones y opiniones de los más diversos tratadistas, doctrinarios y estudiosos del tema en particular, relativas a las situaciones y controversias que pudieren surgir en el ámbito de las Tecnologías de la Información y de la Informática en general. Es importante resaltar, que se manejan las frases "Tecnologías de la Información" e "Informática en General", ya que la controversia o problemática que pudiere surgir no únicamente emana de Tecnologías de la Información (transferencia de datos, por citar un ejemplo), sino que también pudiere derivarse en el ámbito de la Informática en General (copia, reproducción o re-programación, distribución y/o venta no autorizadas de hardware, software, etc.)

Así también podrían considerarse en el Derecho Informático, las sentencias definitivamente firmes y con autoridad de cosa juzgada emanadas de los distintos tribunales. Se establece el punto de distintos tribunales en el sentido que, actualmente la rama que se define no cuenta con órganos jurisdiccionales especiales (caso venezolano). Es decir, podrá tomarse por ahora en cuenta el criterio de Tribunales tanto civiles como penales, mercantiles, contenciosos, tributarios y demás hasta tanto no se establezca por Ley el órgano jurisdiccional especial competente.

En el caso de la costumbre, de manera muy distinta a las otras ramas de la ciencia jurídica, en el Derecho Informático o de Tecnologías de la Información no podría (según criterio del Autor) considerarse hasta un cierto punto la misma, debido que se plantea en este caso, un Derecho particular, de relaciones jurídicas que perfectamente podrían configurarse entre individuos de distintas latitudes, nacionalidades y costumbres. Mas, podría establecerse un único punto en donde se evidenciaría hasta cierto punto el desarrollo de la costumbre como fuente indirecta del Derecho Informático. Dicho punto en cuestión estaría dado en la relación con el Derecho Comercial y, en este sentido es prescindible su aplicación, ya que, el mismo se desarrolla en el Derecho Informático sobre la base del contrato electrónico o telemático en el cual, en su generalidad, la controversia se dilucida en el ámbito del arbitraje comercial, previamente establecido por las partes contratantes en una cláusula compromisoria adherida como obligación accesoria a la obligación principal que, an sich, es la derivada del contrato electrónico o telemático suscrito válidamente mediante firma IV

electrónica o ingreso de datos del conocimiento único y particular del usuario contratante (ejemplo: suscripción a una página web determinada, en lo que se denomina un contrato electrónico o telemático de prestación de servicios en línea, mediante el ingreso de datos personales, número de tarjeta de crédito y fecha de vencimiento).

2. Desde el punto de vista de la Naturaleza Jurídica Con respecto a la Naturaleza Jurídica del Derecho Informático o de Tecnologías de la Información, se ha afirmado por los distintos especialistas en el área de Derecho de Alta Tecnología Mundial, en primer lugar, que la misma tiene esencia de naturaleza pública, debido que es el Estado, quien, en virtud del Ius Imperium que le caracteriza, crea los establecimientos y mecanismos reguladores de las situaciones sometidas a su estudio.

Así también, se establece que es interés del Estado su efectiva evolución sobre la base de una política de sistematización del Gobierno y su Administración, denominada política del "Estado Electrónico", a través de la cual la Administración Pública se maneja de manera electrónica o telemática, siendo de esta forma más accesible al ciudadano, para quien ya no es, en parte, necesario el calvario de horas de espera en oficinas públicas por un simple documento, certificación o boleta.

Ante esto es importante mencionar que la actual administración del Estado venezolano ha adoptado esta política del "Estado Electrónico" y muestra de ello es el Decreto N° 825 emanado del Ejecutivo Nacional de fecha 10 de Mayo del 2000, y a través del cual se decreta la propensión al uso de Internet a los fines de dar celeridad a los procesos de la Administración en todos los niveles, entre otras cosas.

Igualmente, destaca la labor del Ilustre Colegio de Abogados de Caracas, Venezuela, mediante la cual se ha promovido el lanzamiento de la Red Mundial de Justicia (Disponible: http://www.justicia.net), previo consentimiento de la Unión Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados (UIBA) y respaldo de la Federación Interamericana de Abogados (FIA). Dicha Red Mundial de Justicia se ha establecido con el objeto de fortalecer el proceso de globalización que mueve al mundo y que incorpora al profesional del Derecho en una sola red, uniendo a más de tres millones quinientos mil (3.500.000) abogados y operadores de justicia en toda Hispanoamérica.

En segundo lugar, se establece una tendencia privatista, en la que una segunda tendencia afirma que el Derecho Informático presenta, de V

por sí, naturaleza privada, contractual. Sus instituciones, hechos generadores de relaciones jurídicas, de obligaciones, y controversias, emanan única y exclusivamente de los particulares. Son los individuos (personas naturales o físicas, jurídicas o morales) quienes dan origen al contrato telemático, base fundamental y originaria del Derecho Informático.

Sin embargo, en los últimos meses se ha tomado una especie de posición mixta o ecléctica, a través de la cual se establece que existe una tendencia que conlleva a la ambivalencia de la misma, en el sentido de que, su naturaleza jurídica es tanto Pública como Privada.

Cierto es que en gran parte el origen del Derecho Informático está dado por el contrato electrónico o telemático. Mas, se dice igualmente (por quienes rebaten la tendencia privatista) en el sentido de que existen igualmente conductas que interesan al Estado, y que deben necesariamente ser reguladas por él, como los son entre algunas: el delito de explotación de niños y tráfico de imágenes capturadas, así como de archivos tanto de audio como de video y animación con contenidos evidentemente ofensivos y/o pornográficos, fraudes en contra del Internet banking, saboteo de transacciones electrónicas de cualquier tipo, clonación de equipos de telecomunicación, espionaje de cualquier tipo, piratería electrónica en línea en cualquiera de sus formas (hacking, craking, etc.), piratería que implique violación a los derechos de autor y de propiedad intelectual (intercambio de archivos de audio no autorizado -Ej. Caso Napster-, copia, re-programación, venta y distribución y uso de programas informáticos no autorizada, etc).

3. Clasificación Es importante profundizar acerca de algunas afirmaciones que se vienen manejando en el campo de la doctrina internacional especializada. En primer lugar se analiza el planteamiento emitido por Gómez, J., presidente de la Academia Mexicana de Derecho Informático (AMDI), según el cual establece que existen dos teorías a los efectos de clasificar el Derecho: una primera, dada por la teoría romana, según la cual el Derecho se clasifica en Público y Privado; y, una segunda, dada por la teoría de la naturaleza de la relación, la cual de igual modo clasifica el Derecho en público y privado, sólo que en la misma únicamente atiende a si los sujetos se configuran dispuestos por la norma en un estado de equidad y absolutamente ninguno de ellos interviene como entidad soberana (Derecho Privado), o bien, si la relación se establece entre un particular y el Estado (cuando hay subordinación del primero al segundo) o si los sujetos de la misma son dos órganos del poder público o dos Estados soberanos (Derecho VI

Público).

Según esta clasificación in genere del Derecho, indudablemente el Derecho Informático -o de Tecnologías de Información- caería en buena medida dentro de la rama del Derecho Privado, aunque no puede excluirse su incidencia en ramas como el Derecho Administrativo y el Penal, los cuales caen bajo el Derecho Público. Mas, si se desea plantear mayor particularidad; es decir, de a cuál rama del Derecho Privado pertenece el Derecho Informático, se concuerda con la postura según la cual a muy corto plazo tendrá que reconocerse como una rama independiente del Derecho con implicaciones administrativas, mercantiles, civiles, procesales, penales, fiscales, de propiedad industrial e intelectual, laborales, internacionales y hasta constitucionales (garantías individuales).

Así también según igualmente de la AMDI:

particular

opinión

de

Reyes,

J.

miembro

Tomando como punto de inicio la existencia de un Derecho Privado (que regula intereses particulares) y uno Público (que atiende a la estructura piramidal cuyo adhesivo viene a ser el interés colectivo), me aventuraría a decir que mientras el Derecho Informático tome forma lo más saludable para efecto de sistematización es comenzar por "quebrarlo" en Derecho Informático Privado (en sus aspectos civil y mercantil), y Derecho Informático Público (en lo que atañe al ámbito constitucional, penal, etc.) Considero, desde mi perspectiva, que esto ayudaría a conformar una plataforma de arranque para efectos de una sistematización efectiva y gradual.

Es importante señalar que, en Venezuela se comienza a discutir de manera formal, así como a legislar con relación a algunos aspectos que analiza el Derecho Informático, como por ejemplo, el ya nombrado Decreto N° 825 emanado del Ejecutivo Nacional, donde se establece el derecho de todos los ciudadanos de la República de acceder a Internet y se produce el reconocimiento de la misma como instrumento de comunicación efectiva entre ciudadanos, el Estado y entre ambos a su vez.

Así también, se destaca la discusión con respecto de la aprobación, por parte del Ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, del Decreto con Fuerza de Ley sobre Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas de Venezuela, proyecto presentado originalmente por VENAMCHAM y la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico (CAVECOM-E), en el cual sólo se protege lo relativo a transmisión de datos y Firmas Electrónicas propendiendo a un Comercio electrónico legalmente estable y prometedor.

VII

Sin embargo, en ningún momento, tanto el legislador como el ejecutivo venezolanos han considerado la estipulación o establecimiento de reglamentaciones a otros supuestos del Derecho Informático. Ello sucede debido que, lamentablemente al parecer, el pensamiento del jurista y legislador venezolanos se orienta en el sentido de discutir o aprobar, según sea el caso, un paquete de reformas o nuevas leyes, reglamentos y demás a los fines de regular cada uno de las situaciones que se encuentran sometidas al Derecho Informático. Ante esto se piensa: es más factible, práctico y económico para el legislador, y sencillo para el jurista, propender a la redacción de un instrumento único en donde se estipule en forma de Secciones o Capítulos con perfecto estilo y técnica legislativa, de manera sublime, los postulados legales con respecto de los aspectos relativos a la Informática y las Tecnologías de la Información que precisamente constituyen, en conjunto, el objeto del Derecho Informático a ser determinado a continuación.

4. Objeto Tratados los puntos anteriores, y a los efectos de establecer el ámbito de aplicación de un Derecho Informático factible y coherente como rama autónoma de la ciencia jurídica, puede afirmarse que el objeto del mismo viene dado por el estudio de aspectos como lo son: nombres de dominio (sistema DNS), propiedad intelectual, firma digital y certificado digital, contratos electrónicos y telemáticos tanto en la órbita del sector público como privado, aduanas, tributación y facturación, protección del consumidor y publicidad, privacidad, resolución de conflictos, medios de pago, delitos informáticos, prácticas restrictivas de la competencia, seguridad tecnológica y seguridad legal cyber-banking, etc.

Asimismo, la investigación y análisis de aquéllos hechos, situaciones de controversias que se susciten in genere en el ámbito de la Informática y de las Tecnologías de la Información, abarcando de igual manera el estudio de todo planteamiento, bien sea constitucional, legal, doctrinal y jurisprudencial que establezca posición o parecer con respecto de su contenido, tanto de manera amplia como particular.

5. Desarrollo y evolución El estudio del Derecho Informático o de Tecnologías de la Información constituye en el mundo jurídico de principios de siglo XXI, VIII

toda una realidad, así como su estudio y desarrollo, en la actualidad, en países del mundo entero y muy especialmente, de América Hispana. En una simple búsqueda por Internet, a través de portales como Vlex Internacional, disponible: http://vlex.com y utilizando su sistema de búsqueda a través de la palabra clave "derecho informatico" (sic) puede evidenciarse como, en muchos países, existen leyes, decretos reales (España), variada doctrina y jurisprudencia sobre el tema. En Perú, funciona un órgano denominado Cibertribunal peruano, que conoce de los asuntos y controversias relativas al Derecho Informático.

En la Universidad Carlos III de España se aborda el tema con profundidad, y tanto en la Universidad Autónoma de México (UNAM) de San Luis Potosí de México, como la Universidad Católica Argentina con sede en Buenos Aires, se estudia el Derecho Informático, de Tecnologías de la Información o de Altas Tecnologías como especialización y hasta posgrado de la carrera de Abogacía o Licenciatura de Leyes.

El Derecho Informático, a pesar de la marcada ignorancia, o tal vez aparente y particular indiferencia que ante su estudio como rama autónoma del Derecho parece mostrar el foro jurídico venezolano, se configura sin duda alguna como una nueva rama de la ciencia heterónoma por excelencia, y constituye una realidad para Hispanoamérica la influencia que ejerce sobre los actos de todos y cada uno de los sujetos que integran la compleja cadena de la ciencia jurídica globalizada, en la que el poder de comunicación y de información, que representan para el mundo moderno algunas de sus más grandes invenciones, representan también para el mundo jurídico un conjunto de hechos y situaciones, que pudieren entre los individuos que integran el Estado, generar situaciones de controversia, de disputas por tales o cuales acciones cometidas.

En lo que para alguien puede ser un hecho perfectamente valedero y legal, y para otro pudiere configurarse una acción total y perfectamente punible, de la cual exista un responsable que pueda efectivamente ser sancionado por el hecho cometido, bien en su dolo o en su culpa. Sin embargo, con respecto del Derecho Informático, los planteamientos no se presentan tan fáciles de dilucidar como en las demás ramas del Derecho. Por ejemplo, el sistema según el cual se rige Internet, plantea un mundo, como en efecto existe, sin fronteras ni límites. En la Red de redes se experimenta la tan ansiada aldea global, en la que jurisdicciones, leyes, reglamentos, sanciones, ideologías, parecieran ser total y completamente inútiles.

En el espacio de la Red, o ciberespacio, lo único que parece regir la IX

conducta tanto de webmasters como de navegantes, o usuarios es simplemente la razón o el pensamiento de cada cual, su moral interna, sus principios e ideología. En Internet no existe censura. Y no debe existir, por supuesto en atención a los derechos subjetivos ciudadanos, como el de libertad de expresión. Pero tampoco, se piensa en el incipiente foro, puede la Red configurarse como una especie de pandemónium, en donde cada cual hace lo que en gana le venga, afectando el interés, el derecho ajeno. Toda conducta, debe ser canalizada de tal forma que, en su libre andar por los caminos de las ideas y el pensamiento, nunca vulnere el pensar ajeno; del prójimo, que de igual forma debe canalizar su conducta y lograr de esta manera, establecer un ciclo perfecto de ideas y pensamientos, que establezcan conductas que de una manera armónica nos acerquen a lograr el ideal de una sociedad sin violaciones, ni abusos entre los individuos que la integran. Internet y todo lo que ella implica, no puede escapar del pensamiento jurídico, de sus discusiones, ni de sus fallos.

Ante esto, se plantea la urgente necesidad de lograr en el foro jurídico venezolano, la concientización con respecto de estas situaciones, de manera que en el consenso, se logre una abierta y dinámica discusión del tema, sin censuras, tabúes o caducas ideologías.

6. Consideraciones finales El Derecho, como se conoce, existe desde hace ya muchos siglos, y ha sido objeto de muchos cambios, de nacimientos de nuevas ramas, planteamientos doctrinales y hasta acaloradas discusiones terminadas en guerras entre pueblos, o entre un pueblo mismo. Es particular del Derecho, el precepto según el cual el mismo no se estanca. No puede concebirse como una especie de ciencia exacta, en la cual principios son irrevocablemente perfectos o imperecederos, sino más bien como una ciencia en constante evolución, en donde una verdad para el hoy día, constituye perfectamente una farsa o exabrupto del mañana, y preceptos básicos fundamentales o antiguos, den paso a otros de igual manera fundamentales, más lógicos y adecuados a nuestros tiempos.

Para nadie es un secreto, el hecho según el cual vivimos en la era en que los recursos tecnológicos, nos envuelven de tal forma, que afectan nuestras vidas, conducen nuestro destino, y hasta nos acercan a la muerte. La informática, en su dinamismo irrefrenable, no parece en momento alguno descansar para, con ojos de moral, tan pronto cosechar lo que igualmente tan pronto ha sembrado. Y la invención de la Red Magna o Internet, con más énfasis y rapidez, para el asombro de algunos o la ignorancia de otros muchos, ha acortado distancias, borrado fronteras entre países y establecido un nivel de comunicación X

alcanzado jamás en tan corto tiempo.

El Derecho Informático constituye el aporte de la Informática y de las Tecnologías de la Información de un mundo globalizado a la ciencia jurídica, y como tal, representa sin duda su posibilidad de estudio, como rama del Derecho absolutamente factible, el nuevo camino del Derecho del nuevo siglo: Un Derecho evolucionado, moderno, atento y regulador de las relaciones entre individuos del Estado y de los Estados del mundo en general, interconectados entre sí mediante el desarrollo de la ciencia, la Informática y las Tecnologías de la Información.

Cabe resaltar un pensamiento, según el cual se despeja, hasta cierto punto el camino de la discusión doctrinaria sobre la factibilidad de su existencia: una rama o disciplina especializada del Derecho emerge no necesariamente con el transcurrir de los siglos, ni por la particular opinión de un jurista, o bien por la general de un foro.

Emerge per se, al igual que del tronco de un árbol emerge una rama que pretende ser frondosa y continuadora de una raíz, un tallo o un tronco, por simple y sencilla necesidad de desarrollarse, y evolucionar.

Palabras Claves Derecho

Informática

Tecnología

Información

Hispanoamérica

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El Autor

Ricardo H. Plaza R. (1979), ABOGADO Escuela de Derecho (EDERE), Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA). Desde el año 1996 el Autor se encuentra en constante recopilación de material e investigación en torno a las situaciones derivadas en el ámbito del Derecho, con respecto de la Informática y las Tecnologías de la Información, especialmente en el campo de la Problemática Jurídica de los Nombres de Dominio (Sistema DNS o Domain Name System). Destaca el hecho según el cual es Senior Member desde el año 1998 de la “comunidad” o foro jurídico virtual del Website español http://derecho.org/ y el cual ahora presta servicios a toda Hispanoamérica a través del portal www.vlex.com. Así también, ha recibido información periódica como participante de los múltiples Congresos Internacionales por Internet sobre Aspectos Jurídicos del Comercio Electrónico y Tecnología de la Información. Localmente, tuvo participación en las 1as. Jornadas de Gerencia sobre Tecnologías de Información, bajo la dirección de la Escuela de Sistemas de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA). En la misma se destaca la participación del Autor, por ser el único representante de la Escuela de Derecho (EDERE) de la UBA en dicho evento; el cual permitió al mismo nutrirse en conocimientos técnicos de avanzada, a los fines de continuar con su investigación de manera armónica y eficaz.

Conferencista en el ámbito de las Tecnologías de la Información y Comunicación, Invitado Especial en diversos programas en radio y TV, en el ámbito tecnológico, ávido usuario de las redes sociales y especialista en materia de Registro de Nombres de Dominio (Sistema DNS), e-commerce, ebanking, ilícitos informáticos, e-government, regulación de Internet, etc. Obra prima: “Análisis de los aspectos que conllevan al definitivo y formal establecimiento del Derecho Informático como nueva rama de la ciencia jurídica en Venezuela” I Tomo Actualmente en proyecto del II Tomo, sobre la base del vertiginoso ascenso de la redes sociales, aplicaciones móviles, tecnologías 3D, surface, Mojave Project, Tecnología Kinect: Microsoft, ¿a las puertas de un posible litigio vs. ciudadanos especiales yo discapacitados del mundo?.

En constante aprendizaje y evolución, profesional y personal.

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