MICRORRELATOS CORREGIMIENTO 80 MEMORIA VITAL DE SAN ANTONIO DE PRADO
D GRUPO DINÁMICO
MICRORRELATOS CORREGIMIENTO 80 MEMORIA VITAL DE SAN ANTONIO DE PRADO
Marcela María Londoño Rodríguez Omar A. Mejía Zapata Robinsón de J. Cárdenas
D GRUPO DINÁMICO
Federico Gutíerrez Zuluaga Alcalde de Medellín Amalia Londoño Duque Secretaria de Cultura Ciudadana Lina María Botero Villa Subsecretaria de Arte y Cultura Irina Rodríguez Yepes Coordinadora Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo Secretaría de Cultura Ciudadana Equipo Convocatoria Estímulos PP Cultura 2016 Alejandra Múnera Benthan Beatriz Elena Suaza Vásquez Diana Patricia Osorio González Fernando Arcángel Aristizá bal Posso Jorge Alberto Mendoza Castaño Autores Marcela Maria Londoño Rodríguez Omar Alejandro Mejia Zapata Róbinson de J. Cárdenas Investigación y redacción Marcela Maria Londoño Rodríguez Diseño,diagramación, ilustración, fotografía y video Omar Alejandro Mejia Zapata - Róbinson de J. Cárdenas Este proyecto se realiza con recursos públicos, priorizados por los ciudadanos del corregimiento 80 en el marco del Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Secretaría de Cultura Ciudadana del Municipio de Medellín, 2016.
Centro Administrativo Municipal (CAM) Calle 44 No. 52 - 165. Código Postal 50015 Línea Única de Atención Ciudadanía 44 44 144 Conmutador 385 5555. www.medellin.gov.co
MICRORRELATOS CORREGIMIENTO 80
Memoria vital de San Antonio de Prado
Marcela Maria Londoño Rodríguez Omar Alejandro Mejía Zapata Robinsón de J. Cárdenas
Convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2016 Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo Secretaría de Cultura Ciudadana Alcaldía de Medellín Interventor Jorge Alberto Mendoza C.
CORREGIMIENTO 80
Investigación y Redacción Marcela M. Londoño Rodríguez Foto-ilustración Robinsón de J. Cárdenas Diagramación y diseño Omar A. Mejía Zapata
Medellín, Colombia Noviembre 15 de 2016
INTRODUCCIÓN La importancia de recuperar la identidad territorial del corregimiento 80 San Antonio de Prado, surge como respuesta al crecimiento urbano desmedido que ha sufrido el corregimiento desde los años noventa, cuando se evidencio su realidad como destino de expansión urbana y de soporte de vivienda especialmente de interés social, para la reubicación de familias desplazadas por la violencia y que habitaban en zonas de alto riesgo y por lo cual debían ser desalojadas, procedentes del barrio Villatina. Con el paso del tiempo en San Antonio de Prado se generó un impacto negativo ante esta gran urbanización, el clima en el corregimiento ya era de alerta para el 2011: barreras invisibles, homicidios, reclutamiento de menores en el conflicto, desplazamiento forzado intraurbano y extorsiones. Y aunque actualmente, la situación de orden público en el corregimiento ha mejorado, el impacto negativo generado por el conflicto urbano aún prevalece y se expresa en hostilidad y estigmatización hacia algunos sectores del corregimiento, de ahí que es importante conocer la historia de los habitantes de este corregimiento, de sostener, preservar y rescatar el testimonio de antiguos vecinos que narran diferentes sucesos, anécdotas y viejas costumbres de su barrio y vereda. Por lo anterior, con este libro fotoilustrado pretendemos revivir aquellos relatos atesorados por algunos de los habitantes del corregimiento, con el fin de tejer memoria a partir de imaginarios para la reconstrucción de la identidad territorial.
INDICE La esquina del dominó
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Nacho y Chela
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Familia Lopera Cocio
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Quiceno
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Lucia
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El apa
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Ligia Rico
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Ricardo Luis Pérez
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Magolita
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Hermanos Ortiz Hurtado
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Maestría
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Hermanos Pérez Holguín 16 Nolasco
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Hernán Espinoza
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En un pueblo lleno de memoria, adornado por montañas, donde las nubes pintan alucinados paisajes, un grupo de vecinos entre risas y nostalgia resucitaban historias del pasado sepultadas por el adelanto citadino, pero que a pesar del emp , permanecían custodiadas por el gran án de la torre que se mantenía firme a un costado de la parroquia de San Antonio de Prado.
LA ESQUINA DEL DOMINÓ En aquella esquina de la capilla de los dolores, donde sagradamente convergen un grupo de experimentados guerreros de la mesa, cuyas únicas armas son unas fichas resguardadas en sus manos, se encontraban Jaime Castaño alias “Belleza” y Luis Alfonso Sánchez “Maravilla”, que entre carcajadas mezcladas con el sonido de la música popular y el qui – aca de las fichas de dominó, recordaban el día en que “Belleza” salió de su pueblo en Risaralda a pasear por An oquia y llegó a San A tonio de Prado detrás de un globo, deslumbrado por la amabilidad de sus pobladores, no pudo su voluntad dar vuelta atrás. Luis Alfonso Sánchez, 77 años Guillermo Toro, 70 años Leonardo Torres, 62 años Fray León Pérez, 63 añosJaime Castaño, 76 años
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NACHO Y CHELA Una lágrima es a tristeza como el lamento es a la dolorosa y la alegría es a felicidad como Ignacio Betancur es a Graciela Cano, por eso cuando el 16 de agosto de 1947 “Chela” le dio el sí a “Nacho” en la parroquia de San Antonio de prado, entre cruces de sonrisas y miradas sinceras, él sin tubear le prome ó que serían elices por el resto de sus vidas. 69 años después con 17 hijos, 36 nietos y 23 bisnietos, la puerta de su hogar permanece abierta, para que la felicidad que reside allí se desborde como manan al hata el exterior, cau vando de alegría hasta a su vecina, la vieja capilla de la virgen de los dolores. Ignacio Betancur, 92 años Graciela Cano, 85 años
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FAMILIA LOPERA COSSIO Era una tarde lluviosa, sin embargo, el sol de los recuerdos enfocaba aquella vieja casa, allí sentado en su mecedora se encontraba Epifanio Lopera, un respetado poblador de la zona proveniente de Liborina An oquia, quien dura te 40 años había contribuido a la construcción de lo que ahora es el barrio la Taboga. A su lado estaba Ana Esther Cossio su esposa, que con mirada discreta le observaba fijamente las manos arrugadas y cur das por el aire de la montaña y pensaba que esas arrugas eran los caminos que conducían al pasado de esa an gua erra de paisaje agreste que un día les brindo cobijo y que hoy asentada por varias genealogías de San Antonio de Prado solo era un bello recuerdo que regresaba a su mente cada vez que miraba aquellas manos. Epifanio Lopera Jaramillo, 87 años Ana Esther Cossio, 83 años
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QUICENO Jubiloso de ser líder comunal a Honoris causa, gestor de innumerables obras comunales, Guillermo Quiceno relataba entre risas la más osada hazaña de su juventud; enamorado de una damisela desposada, “Quicenito” observaba pacientemente por el ojo de la cerradura de su finca el instante en que la mujer quedaba sola, cual felino al acecho se ves a rápidamente con la sotana que le había obsequiado el hermano Isidoro misionero de la Salle y con pañuelo en boca salía en cuclillas al encuentro con su amada; 3 años de idilio terminaron cuando el cornudo esposo los sorprendió y el joven Quiceno voló con sotana en mano por encima de los alambres de púa que cercaban las plataneras de la vereda la florida hasta llegar a la piscina de su vecino don Iván Hernández. Guillermo Quiceno, 71 años
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LUCIA Con 34 años al servicio de la Fundación Compartamos donde aprendió labores que la fortalecieron como mujer, Lucia Betancur Cano recordaba con nostalgia el muñequito negro de sololoy que venía acompañado con una moneda de 5 centavos y que un día en su inocente infancia lanzó por el solar de su humilde hogar, como protesta porque el niño Jesús se había equivocado de domicilio y la muñeca grande que le había solicitado en su carta fue a parar a la habitación de su casta vecina; ante tanta impotencia sus padres decidieron contarle la verdad sobre el origen de los traídos, Lucía no pudo evitar el llanto y como reparación a tal agravio se llenó de valor y fue a visitar a su engañada vecina para contarle sobre la infan l e ilusoria tradición del niño Dios. Nora Lucía Betancur Cano, 63 años
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EL APÁ Degustando una taza de café y en aparente sosiego, Luis Fernando Bustamante “el Apá” de la Fundación Compartamos, revivía la tarde en que ansioso por una nueva travesura pueril se fue hasta el secador de café que había en su finca, estando allí con ayuda de su hermano se enterró entre los granos de café y con un costal encima quedo cubierto por completo; al caer la noche su inocente primo que se encontraba de visita, sin saber se acostó encima del costal que cubría el cuerpo del “Apá”, en tanto sus hermanos le contaban historias de brujas y fantasmas el temeroso primo decidió abandonar aquel lugar, pero de repente unas manos salieron de entre los granos de café y lo abrazaron tan fuertemente que el aterrorizado niño no paraba de gritar. Luis Fernando Betancur Pérez, 76 años
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LIGIA RICO Absorta, con la mirada perdida en el laberinto de sus recuerdos y con su belleza atrapada entre arrugas, Ligia Rico sonreía su lme te al recordar que fue la primera reina de belleza del Corregimiento de San Antonio de Prado, su rostro y su porte encajaban perfectamente en los cánones esté os de aquella época; por eso aquel gran día de coronación fue un día solemne, su presencia enigmá a opacó a las demás candidatas y hechizó al jurado que sin dudarlo la eligieron como la reina de Prado, ese fue el día que marcó el inicio de un reinado histórico y prolongado, Porque Ligia Rico sigue siendo la reina. Ligia Rico Bermúdez, 87 años
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RICARDO LUIS PÉREZ Sentado y aferrado a los brazos de una silla del asilo de ancianos para no caerse, Ricardo Luis Pérez entre sombras le canta a los recuerdos; proveniente de Briceño An oquia no recuerda ya cómo llegó a San Antonio de Prado, pero si recuerda que de niño se fue con su madre a una cañada a lavar la ropa y en un descuido el pequeño Richi se desvió del camino topándose con una extraña mujer muy generosa que al verlo tan frágil le ofreció como alimento sus grandes pechos conges onados de leche para que quedara “petaco”, el niño obediente asin ó a an apeetoso manjar, pero la dicha duró poco cuando al ser descubiertos por la confundida madre, la dadivosa mujer hos l a los es andalosos ave marías de esta, se arrojó como espanto por las elevadas peñas. Ricardo Luis Pérez Sepúlveda, 94 años
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MAGOLITA En una casa mís a, legendaria, repleta del aroma de las flores que perfuma a la vereda potrerito y la engalana con sus diversos colores, vive Magola Pérez un ser dotado de pureza e inocencia y que entre risas moraas relataba sobre las romerías públicas del pasado donde su valeroso enamorado le dedicaba complacencias de amor por tan solo diez pesos; a través de un parlante cuyo eco resonaba por toda la vereda, Alcides Arango se ganó el corazón palpitante de la joven Magolita, quien con anhelo esperaba los días en que el osado adolescente visitara su casa, para que su Madre doña Auren na Morales le olocara inyecciones y así el adolorido pero valiente Alcides podía contemplar aquella dulce sonrisa que le quitaba hasta el dolor por el pinchazo de la aguja. Magola Pérez, 54 años
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HERMANOS ORTIZ HURTADO Aferrado con fervor a su viejo Crucifijo como se aferran las raíces a la erra, Miguel Ángel Or z un arriero r e rado que en el pasado jornaleaba por 50 centavos el día para el sustento de sus hermanos, pasa sus días en la vieja finca de tapia ubicada en la vereda Potrerito en compañía de su hermana María Olga Or z, re onocida catequista de profesión desde los 12 años; los hermanos Or z Hurtado cumplen la misión del llamado al ministerio de la sanación, así es como con aceite exorcizado, un Cristo, oración y mucha fe rompen con exorcismos, ataduras, envidias, enfermedades y maleficios sin remuneración alguna más que la sa sacción de haber cumplido como laicos con la curación y conversión espiritual de sus liberados. Miguel Ángel Or z Hurado, 84 años María Olga Or z Hurado, 76 años
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MAESTRÍA Definiéndose como un ser social, con formación administra va, polít a, técnica y jurídica, Mario Rico o maestría como honrosamente le llaman sus amigos del grupo de tertulia A.B.C, con quienes conoció la vida nocturna y cuyos gustos por la oralidad, la guitarra, el alcohol y el trasnocho son bien conocidos en el corregimiento de San Antonio de Prado, recordaba muy seguro el momento de su infancia, cuando en la misma recta en la que viajaba el auto de su padre, vio repen name te a una familia de gnomos que intentaban cruzar el camino; curioso el mido niño a te la presencia de estos pequeños seres elementales con cuerpos de ser humano, intento asomar la cabeza por la ventanilla del auto, pero una rama del camino rebotó fuertemente abofeteando su erno rotro. Mario Rico, 61 años
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HERMANOS PÉREZ HOLGUÍN Fieles a la tradición heredada de sus padres don Antonio y doña Clemen na, los hermanos Pérez Holguín se reúnen sagradamente al caer la noche para rezar unidos el santo rosario. Argemiro Pérez el más locuaz de los hermanos, recuerda con orgullo como la devota Madre marchaba a pie por el pantanal de la vereda Potrerito hasta la iglesia de San Antonio de Prado con su tropa de 10 hijos filados por tamaño a la misa de las cinco de la mañana, cada integrante de aquella pequeña tropa llevaba una vela encendida que alumbraba el oscuro camino y al unísono respondían el santo rosario entablado por su Progenitora; al llegar al abasto de don Roberto se lavaban el pantano de sus pies desnudos, para con nuar ervorosamente su camino. Argemiro Pérez Holguín, 68 años Ovidio Pérez Holguín, 61 años Martha Inés Pérez Holguín, 71 años
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NOLASCO Nolasco Mesa regente de Farmacia de profesión, auxiliar veterinario por labor y gestor cultural de corazón, heredó el gusto por el arte y la cultura de su padre don Erasmo Mesa, quien fue el primer bo ario de San Antonio de prado, fundador del Centro Cultural y socio fundador del primer ancianato. El polifacé o Nolasco recuerda como cansado de descifrar los pedidos olvidados de los despistados clientes de la bo a de su padre, quienes por ejemplo al comprar una crema divina pedían una crema pispa, decidió seguir los pasos de su progenitor y sin quedarse atrás fue el gestor del busto del Maestro Hernando Montoya ubicado en el parque principal y en sus empos libres realia exposiciones de arte religioso en la capilla la virgen de los dolores. Nolasco Mesa Tobón, 64 años
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HERNÁN ESPINOZA En la vereda montañita de San Antonio de Prado, viviendo en otra dimensión las 24 horas del día y haciendo visible lo invisible para los demás, se encuentra el Maestro Hernán Espinoza, un ar ta cuya obra vanguardista permite que las personas interactúen con ella y tengan la sensación de que forman parte de una pintura. Integrante del grupo de tertulia más notorio de Prado A.B.C, Hernán y sus intelectuales amigos al reunirse en sus bohemias noches representan fielmente la popular obra pictórica “los borrachos” de Velásquez; los dis tos personajes que allí se concentran poetas, pintores, filósofos, músicos, literatos hacen que aquella exclusiva dimensión confirme la teoría de que la relación histórica entre la locura y el arte es estrecha. Hernán Darío Espinoza Londoño, 62 años
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Este proyecto se realiza con recursos públicos, priorizados por los ciudadanos de la comuna 80, en el marco del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo de la Secretaría de Cultura Ciudadana del Municipio de Medellín, 2016
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