La situación generada por el COVID-19 en la educación nos ha llevado a reorganizar el día a día de todas las personas. Esta reorganización ha hecho saltar las costuras de nuestro sistema educativo: se ha perdido mucho alumnado en el camino, nuestra carga de trabajo ha aumentado enormemente, tenemos mucha incertidumbre con lo que estamos haciendo y el personal educativo se enfrenta a un futuro lleno de dudas.