Yucatán Mosaico de Riquezas

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YUCATÁN, MOSAICO DE RIQUEZAS Primera Edición 2012

CONSEJO EDITORIAL PROACTIVA MEDIO AMBIENTE MÉXICO: Roberto Gómez-Morodo Suárez Hernán Mateus Valdés Roberto Ruiz Ginés Jerome Cardineau Mercedes Fonseca Martínez

COORDINACIÓN EDITORIAL: Paulina Rodríguez Salinas

PRODUCCIÓN EDITORIAL: Investigación, Redacción, Fotografía y Diseño STRATO MARKETING www.stratomarketing.com

PRÓLOGO: Alfonso Chávez Vasavilbaso

Fotografías de monumentos arqueológicos e históricos bajo la custodia de CONACULTA.-INAH.-YUC: Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Obra editorial sin fines de lucro. Distribución gratuita. Derechos de autor en trámite.

Queda prohibida la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio, sin previa autorización por escrito de PROACTIVA MEDIO AMBIENTE MÉXICO. IMPRESO EN MÉXICO




Índice 1

PRÓLOGO Capítulo 1

4

HISTORIA Capítulo 2

12

SU GENTE Jacinto Canek

14

José Peón Contreras

16

Felipe Carrillo Puerto

18

Ermilio Abreu Gómez

20

Augusto Alejandro Cárdenas, “Guty”

22

Capítulo 3 24

ARQUEOLOGÍA Chichén Itzá, Tinum

26

Dzibilchaltún, Mérida

32

Ek Balam, Valladolid

34

Mayapán, Mérida

36

Uxmal, Santa Elena

38

X´cambó, Dzemul

42

Capítulo 4 ARQUITECTURA Arquitectura Religiosa

44 46

Catedral de San Ildefonso, Mérida

48

Ex Convento de San Antonio de Padua, Izamal

50

Convento de San Bernardino de Siena, Valladolid

54

Iglesia de Santo Domingo, Uayma

56

Iglesia de la Tercera Orden, Mérida

58


Arquitectura Civil

60

Palacio de Gobierno, Mérida

62

Palacio Municipal, Mérida

64

Pasaje Revolución, Mérida

66

Monumento a la Patria, Mérida

68

Paseo de Montejo, Mérida

70

Arcos de San Juan, de Dragones y del Puente, Mérida

74

Parque de las Américas, Mérida

76

Haciendas

78

Yaxcopoil, Umán

80

Sotuta de Peón, Tecoh

82

Baspul, Chicxulub Pueblo

88

Capítulo 5 ARTE Y CULTURA Artesanías

92 94

Hamacas

96

Henequén

98

Filigrana

102

Madera

104

Piedra

108

Cerámica Maya

110

Barro

114

Textiles y bordados

116

Traje Típico y Jarana

118

Gastronomía

122

Museos y Centros Culturales

128

Centro Cultural de Mérida Olimpo, Mérida

130

Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, Mérida

132

Museo de Arte Popular de Yucatán, Mérida

136

Museo de la Ciudad, Mérida

140

Museo de la Canción Yucateca, Mérida

142

Museo Regional de Yucatán, Mérida

144

Museo del Pueblo Maya de Dzibilchaltún, Mérida

150

Gran Museo del Mundo Maya, Mérida

154


Capítulo 6 NATURALEZA Y AVENTURA Cenotes

160 162

Cenotes de Cuzamá, Cuzamá

164

Cenote Xkekén, Valladolid

170

Cenote Samulá, Valladolid

172

Cenote Zaci , Valladolid

174

Grutas

176

Grutas de Lol-Tún, Oxkutzcab

178

Grutas de Balankanché, Tinum

180

Grutas de Calcehtok, Mérida

182

Ría Lagartos, San Felipe

184

Ría Celestún, Celestún

190

Capítulo 7 INFRAESTRUCTURA

196

Proyecto de Rescate del Centro Histórico, Mérida

198

Relleno Sanitario, Mérida

202

Puerto Progreso

204

Autopista Kantunil-Cancún

206



Prólogo Alfonso Chávez Vasavilbaso

Mezclados el tiempo, su historia, y su medio natural con su gente y sus costumbres, Yucatán es un auténtico mosaico de muchas formas.

Donde el pasado se vuelve presente, frente a testigos de una gran cultura de una sociedad religiosa y guerrera, en el mosaico de texturas y colores se mezclan sin distinguirse las aristas de sus piezas, sitios arqueológicos, centros religiosos y haciendas henequeneras, donde los visitantes perciben el calor de su gente, en su blanca capital, en ciudades y pueblos; asiento de grandes civilizaciones con avanzados conocimientos de matemáticas y astronomía, mudos testigos de la presencia evangelizadora que lo mismo destruyó códices que preservó su alfabeto y la relación de sus cosas, o de testimonios de viajeros y exploradores que descubrieron para el mundo juegos de pelota donde se escenificaba un acontecimiento sagrado, estelas, palacios, edificios y templos obra de grandes constructores que inmortalizaron a sus gobernantes, hombres verdaderos emparentados con dioses, personajes sagrados cuyas historias se están apenas conociendo gracias a que las inscripciones han sido descifradas por investigadores nacionales y extranjeros, tierra de comerciantes que emplearon para su actividad innumerables rutas de caminos blancos que permanecen hoy en día, escenario de constantes rebeliones, de afanes independentistas, de guerras de castas, de explotaciones henequeneras; muestrario de una relación del hombre con la naturaleza que en algún momento perdió el equilibrio y provocó, lo que hoy aún se envuelve en un halo de misterio, el final de una época; lugar donde el agua de lluvia en sus planicies de roca caliza escurre hacia mantos subterráneos y provoca grandes pozos naturales, lo cual no ha impedido que hoy en día se construyan importantes obras de ingeniería sanitaria sin contaminar los acuíferos como una muestra de sustentabilidad; pero sobre todo ello Yucatán es tierra de gente con sus tradiciones, su música, su típica cocina, de un pueblo que aunque cada vez menos, cuando no habla en yucateco “habla en español y piensa en maya”, un pueblo que nos legó un calendario que entre historia y mito ha registrado su pasado y presente en una cuenta “larga” que abarca desde el 13 de agosto de 3,114 a. C. (0.0.0.0.0) hasta el 21 de diciembre de 2012 (13.0.0.0.0) que producto de sus acertados cálculos de los eventos celestes hoy en día el mundo, a través de los medios, conoce, año con año, las manifestaciones de sus dioses y la proyección de los astros en sus edificios en fechas exactas de nuestro calendario y reconoce diversas expresiones de esta cultura como patrimonio de la humanidad.

Precisamente en éste 2012 y fiel a su tradición, Proactiva presenta su sexta edición del Mosaico de Riquezas que, nunca mejor aplicado el término, está dedicado a un estado y a una cultura que en su cuenta del tiempo ya sin su sistema vigesimal y sin su cuenta de barras y puntos, mantiene hoy por hoy la conciencia de su pasado para proyectarla hacia un promisorio futuro.


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Arqueología Arquitectura Civil Arquitectura Religiosa Museo y Centro Cultural Artesanía Aventura Y Naturaleza Infraestructura


Majestuosas tierras repletas de raĂ­ces, frutos y especies que el sabio pueblo maya supo aprovechar, son hoy por hoy valiosos recursos del mundo, orgullo y compromiso para sus herederos a los que ha tocado ser el nuevo rumbo generoso, justo e incluyente por el que tantos hombres y mujeres entregaron su vida.


Historia CAP Ă?TU LO

I


La cronología de Yucatán traza una línea de tiempo que ha cruzado por pasajes prehistóricos, prehispánicos, virreinales, independentistas, republicanos, revolucionarios y modernos, maravillando a los habitantes del mundo, rendidos ante el valor de su naturaleza, de sus moradores, vida y obra que son ya Patrimonio de la Humanidad. Yucatán es anfitrión de los primeros hombres que arribaron a Mesoamérica, según se infiere en los utensilios cerámicos y vestigios pictóricos aún vivos en la cueva de Lol-tún que datan 10 mil años antes de la era cristiana.


Tierra para selectos, el antiguo “Mayab” o lugar para los elegidos, fue ocupada más tarde y cuando menos durante mil años por el pueblo maya que precedió a las épocas que luego habrían de inscribir nuevas páginas, igual de vastas y brillantes. Zona clave de su imperio, la ciudad de Chichén Itzá fue fundada hacia el año 525 después de Cristo, una reunión de etnias buscando la paz y el desarrollo, sentido social que contrasta con el final de su era, según las evidencias, con signos mayúsculos de violencia.



Yucatán vivió el arribo de la misión europea en los albores del siglo XVI, con exploradores de España, quienes involuntariamente le otorgaron su nombre al no lograr interpretar la dicción de sus primeros interlocutores mayas, que expresaron “uh yu ka t’ann: mira cómo hablan”. La conquista de Yucatán fue consumada por la terna homónima de Francisco de Montejo, el “Adelantado”; su hijo “el Mozo” y el primo de éste, “el Sobrino”, el segundo de los cuales habría de fundar el 6 de enero en 1542 la ciudad de Mérida, en homenaje a la Mérida Española. Ya durante la época colonial se le consideró una Capitanía General, y hacia finales del siglo XVII el territorio cambia su nombre a Intendencia de Yucatán. El capitán general Juan María Echeverri se convertía en el último gobernador nombrado por España y el primero de la entidad independiente, incorporada al Imperio Mexicano, en noviembre de 1821. En dos momentos sobresale Yucatán como inspirador de movimientos nacionales. Primero, a mediados del siglo XIX, declarándose República separada de México como respuesta a la negativa del gobierno centralista a la formación de una federación; y en 1910, con la que se considera la primera chispa de la Revolución Mexicana, al atestiguar la toma de la ciudad de Valladolid por opositores a una nueva postulación del gobernador del estado Enrique Muñoz. Otro momento que hubo de ser sorteado fue la “Guerra de Castas”, prevaleciente por medio siglo, debido a las miserables condiciones de vida de los indios mayas en la península y a la opresión que les propinaban criollos y mestizos.



El henequén, agave endémico que se cultiva para el aprovechamiento de la fibra contenida en las hojas de la planta, también tejió la época de bonanza de Yucatán gracias a su industrialización a lo largo del siglo XX, llegando a considerársele el “oro verde”, que lo mismo favoreció familias de potentados como la generación de injusticia social. La conectividad por mar, aire y ferrocarril se consolidó en Yucatán hasta mediados del siglo XX, logrando fuerzas de comercio con Estados Unidos y Cuba que favorecieron su economía y desarrollo distintivos durante muchos años por su posición geográfica. Como en un principio, ahora y siempre, en un sincretismo especial, este baluarte de México se sigue caracterizando como una cultura diferente al resto del país, ya que una buena porción de sus habitantes conserva la vivencia de tradiciones locales, usando la lengua maya en medio de la modernidad y nuevas formas de convivencia social. Personajes de todo el mundo han rendido homenaje a esta tierra, cuyas riquezas como Chichén Itzá, Uxmal y Kabah han sido declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO; Mérida, designada “La Capital Americana de la Cultura” e Izamal como “Pueblo Mágico de México”. Hogar de una de las culturas fundamentales de México, Yucatán es orgullo de la nación y el mundo.



El vigor de la palabra, la evidencia de los hechos, la belleza del talento, la gloria de la Historia son valores que caracterizan a su gente; esa que con su tarea artística, social y política ha configurado una parte importante del legado que esta rica tierra da a México y al mundo contemporáneo.

Sus cualidades merecen especial consideración de propios y extraños que admiran las manifestaciones de estos orgullosos hijos, forjadores palmo a palmo, de la identidad, idiosincrasia y patrimonio que ha favorecido el aprovechamiento de su vasto territorio y hecho simbiosis con el pueblo, junto al que ha alcanzado tantos éxitos y hazañas.

Parte del Mosaico de Riquezas de Yucatán, se destacan aquí vida, obra y pasión del libertador Jacinto Canek, del dramaturgo José Peón Contreras, el mandatario Felipe Carrillo Puerto, el prolífico Ermilio Abreu Gómez y el compositor “Guty” Cárdenas, quienes han marcado con especial relieve sus tesoros y herencias.

Su Gente

CAP ÍTULO

I I


También conocido como Jacinto Uc de los Santos, o llamado por algunos relatores como José Cecilio de los Santos Uc, vivió de 1730 a 1761, habiendo nacido en la barriada de San Román, en San Francisco de Campeche, cuando éste era parte de la Capitanía General de Yucatán. La sangre pura y la casta prehispánica le imbuyeron el valor necesario para ser la cabeza de la rebelión contra los españoles en 1761, convocando a sus hermanos indígenas para sacudirse el pesado dominio que les imponían serviles y agobiantes jornadas de trato indigno. Dedicó todas sus fuerzas y afanes en homenaje a Canek, “serpiente de la estrella”, inspirado en el nombre de antiguos gobernantes de los itzáes, pueblo que emigró a Yucatán cerca del siglo IV. Formado por religiosos franciscanos en el convento mayor de la ciudad de Mérida, hubo de ser expulsado por su temperamento rebelde. Siempre capitalizó su inteligencia y audacia para asumir liderazgos como el que demostró en la rebelión del poblado de Cisteil, elevando su voz para exclamar: “Hijos míos muy amados; no sé qué esperáis para sacudir el pesado yugo y servidumbre trabajosa en que os ha puesto la sujeción a los españoles; yo he caminado por toda la provincia y registrado todos sus pueblos, y considerando con atención qué utilidad o beneficio nos trae la sujeción de España [..] no hallo otra cosa que una penosa [..] servidumbre.” Tras una cruenta jornada de muerte, este bravo maya fue preso y conducido a Mérida con sus colegas junto a los cuales fue ejecutado sin mayores honores más los que le otorgaron sus atavíos, evocando la indumentaria de la virgen de la iglesia de Cisteil, para luego ser arrojado al aire en cenizas.


Jacinto Canek


José Peón Contreras


Nacido en 1843, José Peón Contreras desarrolló a muy temprana edad sus capacidades, graduándose como bachiller a los escasos doce años de la Universidad Literaria e iniciando paralelamente la impartición de cursos en el Seminario Conciliar de San Idelfonso en Ciudad de México, en el cual se tituló licenciado en medicina, profesión que ejerció especializándose en enfermedades mentales. La fuerza de su destino le siguió llamando a las letras a grado tal que las empleó para concebir a los diecisiete años “La cruz del perdón” que junto a su vasta obra de dramas como “El castigo de Dios”, “María la loca” y “El Conde de San Esteban” le valen ser considerado el primer dramaturgo romántico de México. Hombre de ciencia, arte y política, este prócer de Yucatán agotó sus energías y talentos explorando disciplinas tan diversas como contrastantes entre sí, llevándolo a experimentar con el pensamiento, la medicina, el drama, el romanticismo o hasta la narrativa, habilidades que lo inscribieron en la Academia Mexicana de la Lengua. Amplió sus intereses creativos hacia la política en la que también cosechó éxitos al ser nominado y elegido diputado por su estado y también por el de Nuevo León así como Senador de la República; este ámbito le abrió nuevas fronteras y mundos gracias a los cuales conoció y sostuvo una relación de amistad con el Presidente Porfirio Díaz a quien, asistido por sus aptitudes, escribió y dedicó su poema “Flérida y Garcilosa”. Su último drama fue la propia muerte; luego que en 1906 visitó el viejo continente acompañado por su hijo, estando en la ciudad luz, París, sufrió un ataque de parálisis que dejó maltrecha su salud para un año más tarde perder la vida en ciudad de México, el 18 febrero.


Inscrito en alto relieve para la Historia Yucateca, Felipe Santiago Carrillo Puerto trascendió por la misión social que materializó en oportunidades populares tanto para su amado pueblo maya como para quienes gobernó en su efímero periodo en los años veinte del siglo pasado, cuando hubo de sortear el equilibrio de fuerzas e intereses tanto de los hacendados como de los obreros. Este “Apóstol rojo de los mayas” recogió el fruto de su empeño dedicado hacia su raza milenaria, que forjó aprendiendo la lengua que usó durante la toma de protesta como gobernador, concepto y relación indígena que le valió el título de benemérito de Yucatán por el Congreso del Estado en 1927. Parte de una familia numerosa, dio visos desde pequeño de su interés libertario y apasionado por la justicia que le costaron pasajes de encierro, no sin antes hacer valer con firmes acciones las razones de sus derechos y libertades. Su recuerdo permanece en cada camino que construyó, cada población que prosperó y cada acceso a centros arqueológicos que hoy es posible visitar con altas expectativas y admiración. Protegió siempre a las mujeres, de quienes veló sus derechos políticos para ser electas, y declaró de interés público la industria del henequén. Hombre visionario, fundó la Universidad Nacional del Sureste, precursora de la actual Autónoma de Yucatán que es parte de un legado educativo formado por centenares de planteles públicos. Diferencias políticas le desfavorecieron y derrocaron para luego de un año de claustro ser fusilado junto a once personas entre las que sobresalieron tres de sus hermanos, testigos de su última aclamación: “No abandonéis a mis indios”, a los que sigue acompañando en cada obra de su legado.


Felipe Carrillo Puerto


Meridano de nacimiento en 1894, envuelto en su fervor por la “Décima musa mexicana”, provocó el redescubrimiento de su obra mediante una edición crítica muy conocida y aceptada que más tarde lo habría de colocar como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 1963.

Su prolífico quehacer le

permitió probar el cuento, la novela, teatro, ensayo, crónica y crítica literaria. Articulista, investigador, colaborador en diarios y revistas, que fueron reductos para brillar con el resplandor de su infatigable labor. La figura de Ermilio sobresale por la noble y amplia trayectoria como maestro dentro y fuera del país sirviendo de luz a varias generaciones con las que forjó su legado o prestigio, el cual asimiló con sencillez y modestia no obstante las puertas de la fama que nunca le distrajeron de su labor tan firme como trascendente. “Canek” es sin duda su obra culmen y a la que se refirió: “bueno o malo, es el libro que mejor refleja mi dolor por el dolor de los humildes, de los indios de mi tierra. Si su lectura aviva la conciencia del hombre frente a la injusticia, me tendré por satisfecho”. Basada en hechos verídicos, esta pieza magistral recrea acontecimientos que volcaron su sensibilidad por el pueblo maya, auxiliado por su esposa quien corrió con la tarea de mecanografiar las líneas del maestro. Por todo su ejercicio, se hizo merecedor de recibir premios, menciones, preseas y denominaciones especiales que hubo de combinar con una vida pública intensa al ser designado jefe de sección de la Secretaría de Relaciones Exteriores; jefe de la División de Filosofía, Letras y Ciencias de la Unión Panamericana, con sede en Washington.


Ermilio Abreu Gรณmez


Augusto Alejandro Cárdenas, Guty” “


Máximo exponente de la trova yucateca, Augusto Alejandro “Guty” Cárdenas Pinelo, hombre de canto, de inspirada pluma y prodigiosa guitarra, tuvo una vida fugaz y prolífica que aún resuena en rincones de tabernas, en oídos antiguos, haciendo eco en los huecos de almas añoradas. Nació en 1905 en el seno de una familia próspera que le permitió en su tiempo libre dedicarse a la música y al deporte. Formado en las virtudes de la disciplina, le hicieron sobresalir sus dotes de inteligencia, haciendo honor a su padre pianista y madre guitarrista cuyos talentos habría de emular ganándose en cada nota un lugar de privilegio en la música mexicana. Compositores contemporáneos dieron alientos a su vida de inspiración que conquistó los corazones populares a los que embrujó con variados ritmos que los hicieron palpitar en el maridaje de un perfecto dueto peninsular. Embajador de la identidad nacional expresada en acordes y voces que hoy en día le siguen homenajeando, como en aquel mismo instante en que se desgranaron aplausos in memoriam de quien perdiera la vida trágicamente a sus 27 años, en el desaguisado ocurrido en el “Salón Beach” en Ciudad de México, donde una bala perdida encontró puerto en la humanidad del ahora inmortal “Guty” marcando para siempre su destino.


Arquelogía

CAP Í T ULO

I I I


Parte del mosaico mexicano que maravilla al mundo moderno, la arqueología de Yucatán refulge en el tiempo y el espacio con lo que hoy y siempre han sido cimientos de valor milenario; testigo a cada instante de cambios sociales que dan identidad a sus pobladores, garantes de la continuidad de su herencia.

Este territorio imperial aloja con orgullo riquezas dignas de su estirpe maya, prehispánica, colonial y progresista. Cuna de artistas y próceres de la patria ofrece invaluables escenarios en los que se combinan vidas pretéritas, vidas recién inauguradas y está siempre presta para las vidas por venir.


Patrimonio de la Humanidad que abre la exuberancia del llamado “castillo”, edificación ancestral considerada ya una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, que se asoma a la explanada principal, a cuyo alrededor le asisten en belleza el juego de pelota, el templo de las mil columnas y el cenote sagrado. Al deslumbrante complejo llamado por los mayas “boca del pozo”, concurren puntuales el equinoccio del astro rey, el solsticio, el equinoccio lunar en homenaje al canto del quetzal y las almas eternas que cuentan sus leyendas en cada palmo de su imponente extensión. Su armonía y construcción perfectas permiten hacer un viaje de 91 pasos por cualquiera de sus cuatro lados y dar un último salto al templo superior, en homenaje involuntario a cada día del año occidental, si se sumaran los de cada uno de sus flancos. Por esa mágica escalinata ocurre un asombroso fenómeno óptico que hace desmayar en claroscuros el paso de la “Serpiente Emplumada” hasta el suelo fértil, como preludio del buen temporal que Kukulkán germinaría en tierras aledañas a este monumento, que refleja toda la capacidad de conocimiento sobre su universo, su tiempo, su riqueza y legado.


Chichén Itzá

Su armonía y construcción perfectas permiten hacer un viaje por cualquiera de sus cuatro lados y dar un último salto al templo superior, en homenaje involuntario a cada día del año occidental si se sumaran los escalones de cada uno de sus flancos. Por esa mágica escalinata ocurre un asombroso fenómeno óptico que hace desmayar en claro oscuros el paso de la “Serpiente Emplumada” hasta el suelo fértil, como preludio del buen temporal que Kukulkán germinaría en tierras aledañas a este monumento que refleja toda la capacidad de conocimiento sobre su universo, su tiempo, su riqueza y legado.


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DzibilchaltĂşn


Resistiendo la fuerza de vientos remotos y recientes, el otrora “lugar de escrituras sobre piedras planas” sigue dictando su valor imborrable rodeado de hojas de variada vegetación que por siglos le ha curado el hambre a cientos de especies que beben también del cenote Xlacah, caudal subterráneo de su selva baja circundante. Elevándose al cielo, su templo, morada de siete adorables efigies, abre puertas y ventanas al paso impecable del sol, aguardando con inexorable resplandor el inicio de la estación más fértil; cita periódica que un día atestiguaron frailes hispánicos que caminaron por el Sacbé, a cuyo albo paso promovieron la nueva fe colonial.


Fortaleza del mundo maya, alberga el elaborado conjunto de edificaciones propias de altos jerarcas y cultos especiales; muestrario de estilos constructivos a la vera de un pasaje sagrado flanqueado por murallas, estructuras centrales, finos tallados y piezas monumentales de alto valor simbólico, que alzan al cielo su escalinata y azoteas de paja. Homenaje ancestral al jaguar negro, se distingue del culto al Kukulkán, importante dios de la mitología maya, a través de vestigios que dan cuenta de sus gobernantes. Sus representaciones en piedra, objetos y demás accesorios de vestimenta imperial, son resguardados por ángeles de roca que vigilan el implacable paso de las horas.


Ek Balam


En este sitio conocido como “bandera de los mayas”, surgen orgullosas piedras, alguna vez sumidas en las entrañas de la tierra, para lucir en un magnífico orden digno de esta capital en la que se crearon miles de estructuras que hicieron posible la vida teológica, administrativa, civil y hasta la observación de los astros. Como estandarte maya, ondean en su atmósfera indicios bélicos que presumiblemente provocaron un súbito abandono que fue superado por cíclicos actos de luz y sombra durante el solsticio de invierno, idéntico al de Chichén Itzá, con lo que se confirma la capacidad de pensamiento, diseño y cálculo de este pueblo milenario restaurado por la admiración de la humanidad.


Mayapรกn


Uxmal Una mano divina debió posarse en este alegórico sitio que expande el corazón, acelera el pulso y enmudece la vista con lo soberbio de cada una de sus reiteradas edificaciones llenas de mitos, agolpadas de bellas incrustaciones ausentes de simpleza que logran esquivar con cada detalle las tinieblas del olvido o la desilusión. La perfecta geometría de su construcción luce imponente, demostrando su capacidad de síntesis con la naturaleza circundante, compensando la escasez de agua subterránea y abriendo con ello el espíritu para venerar al sol, a los pájaros, a los muertos, a los gobernantes; dando cobijo a monjas, sacerdotes y al gran adivino que nunca sospechó la dimensión de este Patrimonio de la Humanidad.





X ’Cambó Rodeado por un generoso ecosistema, en este lugar se siguen realizando trueques históricos entre quienes hoy se rinden ante su poder y la riqueza de sus cuerpos constructivos de variadas épocas, fachadas con elaborados terminados que rematan un brillante periodo cultural y económico de la zona. También conocido como “cocodrilo celestial”, con sus peculiares escalinatas, bordes redondeados, mascarones esculpidos y pintados, acompaña al santuario de su venerada Virgen, afincado en suelos mayas del que también surge una amplia variedad de árboles frutales y palmas que le adornan con aires de trópico.




Arquitectura CAP ÍTULO

I V

Dominando con esplendor los espacios más significativos para la vida colectiva en cada una de sus épocas, Yucatán ha forjado a lo largo y ancho de su territorio edificaciones donde se sigue celebrando la fe activa o de apreciación, efectuando la administración pública que da orden y certeza a sus ciudadanos, el esparcimiento social para sosiego de todos los niveles, la conservación de memorias y tesoros culturales orgullo de sus habitantes así como la reverencia a las otrora fuentes de riqueza proveniente de la agricultura.

Religiosa, civil y señorial, su arquitectura persiste capturando cada día mayor valor y significancia de mérito global.


Paradójicamente por su condición material, especialmente en Yucatán donde la arquitectura religiosa destaca tanto por la variedad como el lucimiento, se marca un profundo contraste con la idea de la vida en sencillez, la humildad y la fragilidad del hombre cristiano.

Un rosario de ejemplos aún erigidos figura en variados estados de conservación, entre los que destacan piezas clave que ahora mismo desfilarán entre las manos y los ojos de quienes reconocerán sin duda su valor patrimonial para el estado, el país, el mundo.


Arquitectura

Religiosa


Catedral de

San Ildefonso


Entre 1562 y 1599 se alzó la primera Catedral de América continental, dedicada al llamado “Padre de la Iglesia Latina”, San Ildefonso, que tiene en Mérida la sede de la arquidiócesis de Yucatán. Manos sacrílegas saquearon tesoros durante el siglo XIX por consigna del general Salvador Alvarado, con lo que se perdieron piezas de arte de culto, antiguas tallas de estilo churrigueresco y barroco así como el órgano alemán “Walcker”. Tras una sobria y enorme fachada renacentista, figuran una nave central y dos a los flancos, entre las que se alojan tres capillas. La magnífica cúpula diseñada con base en medias arcadas llamadas botareles completa la iglesia, en cuyo atrio se encuentra su cruz, referencia distal a las distintas regiones y poblados que le rodean.


Exconvento de San

Antonio de Padua


El rocío que desciende del cielo cae sobre Izamal, también llamada “Ciudad de las Tres Culturas”, donde este regio ex convento se luce y destaca por tener el segundo atrio más grande del mundo, luego de la Basílica de San Pedro, describiendo en cada muro y espacio la convergencia en un mismo sitio de la nueva fe y lo que fuera un enorme centro ceremonial maya. En honor al proclamado Doctor de la Iglesia, San Antonio de Padua, aquí refulge un conjunto de obras arquitectónicas, como su portal de estilo plateresco, la ventana del coro con sus profundos rasgos musulmanes, una estructura mural de tres claros que se prolonga verticalmente sobresaliendo del resto de la edificación, llamada espadaña, así como en el interior una nave con bóvedas de cañón bajo las que se asoma, acogiendo la escultura de la Virgen de Izamal, su retablo de estilo neogótico de finales del siglo XIX. Agudizando la vista maravillada por su composición constructiva, se realizan también demostraciones de sonidos y luces con los que se acentúan cada uno de sus elementos y maravillas religiosas.


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Emergiendo cual fantástico horizonte, la vista goza del Convento de San Bernardino de Siena, longevo y prominente complejo colonial que aglutina su propio templo, la capilla de Guadalupe, la capilla del Santo Sepulcro, la capilla de San Antonio de Padua, la capilla abierta, el ex convento y la huerta. Ha sorteado diversas circunstancias a través del tiempo desde su fundación en 1552, como un par de incendios y abandonos pasajeros superándolos con el virtuosismo arquitectónico de sus colosales dimensiones, el conjunto de ventanas que aclaran cada espacio interior, las alturas de sus bóvedas o cubiertas, los pavimentos de hormigón, sus fachadas y el portal de arcos, piezas todas que le decoran y protegen. Aquí se ha aclamado a las vidas recién estrenadas en el bautisterio y se han despedido las que han llegado a su fin en el cementerio; danza de almas que flotan en el aire y las nubes.

Convento de San Bernardino

de Siena



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Iglesia de

Santo Domingo Discretas e insospechadas piedras de vestigios mayas fungen de lienzo a un concierto de lo que parecieran encajes dentro y fuera de los muros sublimes del templo y ex convento, edificado por franciscanos que diseñaron estratégicamente su generoso atrio para las labores evangélicas colectivas tan demandadas durante la “Guerra de las Castas”. El recelo y la rebeldía estuvieron a punto de exterminar la finca religiosa en su versión original, con lo que podrían haber arrebatado el monumento arquitectónico principal de Uayma, cuya preservación convocó profundas acciones de reconstrucción por varios años hasta devolverla prácticamente a su estado inicial, quedando pendiente espacios adyacentes que prevalecen en ruinas como diversos edificios y la estación de ferrocarril.



Iglesia de la

Tercera Orden


El sigiloso paso del tiempo ha sido testigo del valor arquitectónico de la Iglesia de la Tercera Orden, que hoy adopta categoría de Patrimonio Nacional formado por el Templo de la Compañía de Jesús, levantado en estilo barroco entre el que se asoman esculturas de piedra que evocan su influencia indígena. Imágenes evangélicas plasmadas en murales le dan un aspecto distintivo rematado por la semiesférica cúpula con ornamentación de bóvedas ilustradas con flores, perfiladas por cenefas de motivos vegetales. Espacio de histórica versatilidad, fue parte del conglomerado educativo y religioso del Colegio de San Francisco Javier, en el que prominentes integrantes de la Compañía dictaron cátedra. Luego de la expulsión de jesuitas, por el año de 1823 vio iniciada una gradual demolición que abrió paso al actual Callejón del Congreso y el escenario teatral más antiguo de Mérida, el recinto José Peón Contreras.


Arquitectura

Civil

No sólo su valor estético, también de utilidad como espacios comunes para la generación de bienestar, hacen de la arquitectura civil yucateca un muestrario de sitios y edificaciones dignos de reconocimiento, admiración e identidad para quienes pueden apreciarlos vívidamente.

Siendo una forma de expresión humana, a través de ella se conquistan la superficie, el espacio, el tiempo y el lenguaje para transmitir ideas de momentos que han marcado la historia de una riqueza grandiosa que llena de orgullo como la de Yucatán.

Palacios monumentales, paseos señoriales, corredores y otrora latifundios para la generación de bonanza, no serían posibles sin el empeño de quienes entregaron sus manos para edificar palmo a palmo cada uno de estos sitios, en los que perdura la vida de quienes nacieron, vivieron y serán recordados por la Historia.



62

Palacio de Gobierno


Estructurado en forma cuadrangular, tras su colorida fachada, dentro de cada salón, a lo largo de sus corredores y en medio de su patio central están alojados capítulos decisivos de los regímenes con que se ha guiado a Yucatán desde su capital Mérida, como las memoriales Casas Reales de Gobierno hasta la actual sede del Poder Ejecutivo. Inaugurado por el gobernador Daniel Traconis en 1892, le precedió su proyecto de diseño presentado en 1879 por Olegario G. Cantón, aunque fue hasta 1887 cuando se colocó la primera piedra sobre la que se construyeron dos niveles de galerías, salones y paredes en los que ahora se aprecian veintisiete murales del artista yucateco Fernando Castro Pacheco, realizados entre 1971 y 1978, quien agrega valor museográfico al Palacio de Gobierno. Alguna vez anfitrión del general Porfirio Díaz, de la estación meteorológica y escenario de heroicas reyertas para salvaguardar el mandato, hoy es el despacho del Poder Ejecutivo estatal.


Palacio Municipal

de MĂŠrida


La caída del sol de Mérida se posa cada tarde sobre el magnífico Palacio Municipal, edificio que ha sido objeto de numerosas intervenciones de reconstrucción, restauración y remodelación desde su origen en los años 1734 a 1736, en el que sin embargo sigue funcionando el salón de sesiones. Obras de complemento le han dado su carácter arquitectónico como el escudo más antiguo de la ciudad empotrado en la pared del descanso de su escalinata y la pequeña torre donde han sido colocados el antiguo reloj que sería sustituido por el nuevo en 1919. Baluarte de la historia yucateca, al decidirse aquí su independencia de España, es ahora sede del H. Ayuntamiento y la Presidencia Municipal que administra la vida pública capitalina.


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Pasaje Revolución La luz del día y las sombras de la noche se difuminan por la techumbre de cristales del Pasaje Revolución en una danza de claroscuros que se confunden entre los rincones, donde alguna vez también formaron parte de la cuadra las capillas sureñas de la Catedral, una sección del Palacio Episcopal y el Seminario de San Idelfonso, vestigios invisibles que dieron paso a este andador peatonal. Los miles de transeúntes que lo circulan cotidianamente nunca imaginarían que encima de ellos está materializado el rescate de un sitio histórico al que hubo de ser reconstruido su tinglado, que da soporte a la bóveda cristalina y los arcos triunfales. Más vivo que nunca aquí suceden actos públicos, eventos culturales de toda índole que subliman los sentidos y exaltan el orgullo por el arte yucateco y universal.



En todo lo alto, los vientos del honor, la sangre, el valor y la esperanza flamean el lábaro tricolor sobre el Monumento a la Patria, motivo de admiración cotidiana por el que miles de ciudadanos le rodean circulando la glorieta que lo hospeda en el Paseo de Montejo de la capital. Como pétreo narrador, esta obra del escultor Rómulo Rozo describe parte de la Historia de México, partiendo de la gran Tenochtitlán y su águila devorando la serpiente, hasta referencias de mediados del siglo pasado, pasajes entre los que se asoman otros detalles como el escudo de la ciudad de Mérida así como representaciones de las fuerzas armadas prehispánicas, la conquista extranjera y el sentimiento de identidad nacional.


Monumento

a la Patria


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Paseo de Montejo A cada paso de su andar, cualquiera sucumbe ante el señorío y belleza de soberbias mansiones, algunas convertidas en museos, oficinas y otras tantas aún habitadas por sus orgullosos propietarios. Avenida primaria, ha sido divida en dos secciones: el Paseo de Montejo y la Prolongación Montejo, a lo largo de la cual se respira la evocación parisina que inspiró a sus creadores a finales del siglo XIX en pleno auge del henequén, para dignificar la era moderna de Mérida. Escenas de vida cotidiana, actividad comercial, eventos culturales, buen comer y divertimento nocturno son ahora el mejor homenaje para el fundador de la ciudad, Don Francisco de Montejo y León, “El Mozo”.





Elevados al cielo de Mérida a finales del siglo XVII por su autor Manuel Jorge Zezera y en una singular conexión con la tierra, la terna de arcos compuesta por el de San Juan, el de Dragones y el del Puente ven desfilar por su interior las diversas razones que les obsequian sus nombres. El primero, construido en tiempos del gobernador Juan José de la Bárcena; el segundo, ubicado en lo que alguna vez fungió como cuartel militar y el último, situado en las inmediaciones del desagüe de las aguas pluviales. Nacidos como parte del fuerte que habría de proteger a la capital de las rebeliones indígenas, y de cuyas pretendidas murallas sólo quedan los que abrían de ser los portales de acceso a la ciudad, ahora son el umbral a un fragmento de vida histórica meridana.


Arcos de San Juan,

de Dragones y del Puente


Cada una de sus secciones está compuesta por una imponente serie de elementos arquitectónicos que van desde su hemiciclo, portales, efigies, pasillos y jardineras de goce extraordinario para los atónitos visitantes. Da cabida sin distingo a todos los miembros de las familias que en su variedad de espacios pueden descargar sus necesidades lúdicas, cultivo del conocimiento, de regocijo por la música y el teatro rodeados todos por incontables adornos con motivos mayas. Simbolizando el ideal panamericano, se construyó entre 1942 y 1945 para heredar a Mérida este gran complejo en el que cotidianamente se viven y narran vidas interminables.


Parque de las AmĂŠricas


Latifundios yucatecos del siglo XIX, fueron fuentes de riquezas provenientes del campo y la agricultura, órbita de producción de bienes y núcleo de viviendas de gran valor como modelo arquitectónico.

Son de origen andaluz que fue trasladado a las Américas en la época colonial, durante la cual las grandes familias poseyeron amplios territorios que tuvieron su mayor auge con la explotación del henequén.


Haciendas


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Hacienda Yaxcopoil Llamado por los mayas “lugar de álamos verdes”, cual viaje a un anticuario repleto de variados objetos, en Yaxcopoil asisten vestigios de los periodos prehispánico, colonial y la bonanza henequenera de la transición de los siglos XIX y XX.



Hacienda

Sotuta de Peón Más viva que nunca desde su fundación a finales del siglo XIX en Tecoh, fue objeto de un extraordinario esfuerzo de rehabilitación que concede a sus visitantes tener la experiencia de recorrerla observando su espléndido funcionamiento original como hacienda henequenera, con maquinaria y procesos que evocan las formas de cultivo y explotación del también llamado “oro verde”.





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Hacienda Baspul Tejas, madera, herrajes y cantera se combinan con gran armonĂ­a, ordenando lo mismo grandes corredores y pasillos que arcadas, patios, salones y alcobas de extraordinaria elegancia, que acogen con sobriedad a sus invitados. Su exquisitez es digna de ser conocida y disfrutada en cada paso por su enorme extensiĂłn o mediante las emociones que ofrecen sus excursiones y actividades deportivas que sincronizan la historia con las ventajas de la modernidad.


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Arte y Cultura CAP Ă?T ULO

V


El rostro más trascendental de un pueblo está compuesto por los rasgos de su cultura y su arte; en cada línea de expresión están contenidas todas las manifestaciones humanas que dan voz, cuerpo, sonido, color, textura y sabor a los valores de su tierra, de su gente, de su historia contada milenariamente en un hábito que la fomenta, la transmite, la conserva y protege para la posteridad.

Yucatán ostenta un acervo extraordinario que ha compartido a través de la visión maya que hubo de fusionarse con la del viejo mundo y ha hecho volcarse a México en todas las latitudes con el orgullo de ser Patrimonio para la Humanidad.

Este magnífico legado se materializa en cada pieza de artesanía, en los rincones y objetos de variados museos y centros culturales así como en los deliciosos platillos que se sirven en el marco de tradicionales festines que conmemoran su profundo valor de identidad.


ArtesanĂ­as


Sabias manos embebidas de todos los elementos de su tierra, producen con gran habilidad y belleza piezas artesanales que son la síntesis de un pasado esplendoroso franqueando las barreras del tiempo en cada obra labrada en madera, roca o piedras preciosas; en los telares bordados, en el balanceo de las hamacas y los tejidos que se fusionan con la vida moderna haciendo vigente su presencia.

Las artesanías de Yucatán otorgan confort, garbo o lujo a sus compradores, convirtiéndolas en un tesoro vivo por su autenticidad y elaboración original, que hace posible la subsistencia de familias orgullosas por ser actores clave en la preservación de los bien llamados oficios tradicionales.


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Hamacas Cual sinfonía inmemorable, los movimientos de agujas, bastidores e hilaturas se sincronizan con la perfección transmitida de generación en generación entre los artesanos de Tixcocob, Chumayel y Teabo, en un compás que arrulla a quien reposa entre estas hermosas hamacas. Convertidas en un miembro más de los hogares en Yucatán, como en la época clásica de la era maya, han visto cómo evolucionan los materiales para su fabricación, pasando por las primeras fibras cactáceas que le dan su valor artístico y cultural. Sujetas a los muros del corazón, estos accesorios del hogar conservan un importante lugar en la vida de los yucatecos, sin distingo de posición social alguna más que el de formar parte de un pueblo orgulloso por una muestra más de placentera identidad.



Nunca había sido más cierto el simbolismo de una raíz que el henequén, el “oro verde” de Yucatán que tanta riqueza le ha otorgado a su pueblo, a su historia, a sus haciendas, hacendados y obreros que han vivido de él y con él. El cultivo y explotación de esta especie de cactus transforma su inerte estancia bajo la tierra en una fibra portentosa capaz de adoptar formas tan variadas como útiles que fueron usadas por los mayas y hoy en día siguen haciendo posible la vida cotidiana. La copiosa presencia del henequén convirtió el terreno yucateco en uno de los más envidiados, especialmente en la época que le valió su sobrenombre de “oro verde”, llevándolo al mundo a través de la exportación de las grandes fábricas del siglo XIX, haciendo del estado uno de los de mayor capacidad económica del país.


Henequén





Filigrana Yucatán, como invaluable cofre, atesora una de sus tantas fortunas: la orfebrería, que data desde la época maya y que fuera exaltada por su encuentro con la de la Conquista, haciendo de la joyería una extraordinaria tradición. La fabricación de incontables prendas de ornamento llevadas en manos, cuello, orejas o prendidas a las ropas, incursiona lo mismo entre diversas técnicas de ensamble como de materiales, ya sean piedras o metales preciosos que incrustan y tallan con gran perfección. En su mestizaje, la joyería yucateca ha volcado su creatividad dándole belleza a objetos que elevan su valor gracias a minuciosos procesos de labrado, pulido, repuje o grabación que han hecho posible la producción de símbolos litúrgicos o las actuales piezas de selecta colección.


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Madera Raíces, troncos o ramas muertas renacen con la sabiduría de manos expertas que hacen de la madera un vehículo para contar las historias pasadas, presentes o las que presagian el futuro de un Yucatán vivo en el follaje de su arte y cultura. Animales, rostros de hombres, mujeres o niños; frutos, cajas, adornos o personajes son tallados para la posteridad perfilando rasgos de una identidad antiquísima y memorable. El sigiloso trabajo de cuchillos, cinceles, martillos y lijas configuran uno a uno trozos de leyendas y tradiciones en una fabulosa obra que complace a la vista, dando sustento a gloriosos artesanos como los de Tohokú y Dzitya.



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Piedra Épocas como la prehispánica, la colonial y la contemporánea han caracterizado la producción y uso de artesanías en piedra que lo mismo han transitado en el cotidiano colectivo, en la simple ornamentación o en actos ceremoniales. Raspadores, selladores y perforadores son puntales para su labranza con la que se embellece la pura roca, que en tiempo de los mayas les permitía llevar collares, narigueras u orejeras en su gala personal. Presentes también en actos espirituales de todos los tiempos, estas obras acompañaron la vida colonial y lo siguen haciendo con nuevas generaciones, dando gracia a jardines, casas o estancias cual embajadas de su orgullosa tierra Yucatán.



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Cerámica Maya Objetos que siglos atrás fueron concebidos como utensilios sagrados, como distintivo de clases o como anuncios de lo que habría de venir, son en la actualidad obras que demuestran la habilidad de los artesanos yucatecos. Empleando técnicas que respetan la antigua tradición y materia prima que la región les otorga, las manos hacen renacer aquellas figuras que los mayas tuvieron como objetos cotidianos, tanto para lo divino como para lo terrenal, volviéndolas motivo de admiración dentro y fuera de las fronteras mexicanas.





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Barro El polvo y agua generan una nueva forma de vida en las manos del artesano, que igual realiza su ideal de un animal, de una planta o de una persona. Alfareros de Ticul generan una extensa variedad de figuras de barro con sorprendente detalle, sin demeritar la calidad del trabajo por el mayor o menor tamaĂąo del mismo. Oficio de siglos que se fortalece al fuego creativo de hombres y mujeres que preservan la tradiciĂłn artesanal de los pueblos peninsulares a partir de tornos rudimentarios y hornos circulares de leĂąa.



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Textiles y

Bordados Delicados hilos de peculiares colores y de finísima confección resplandecieron ante los ojos de los primeros españoles venidos a Yucatán, quienes quedaron sorprendidos frente a las mantas de los indígenas mayas que las tejían y vestían orgullosamente. El encuentro de estos mundos surtió sus efectos en nuevas prendas que han dado identidad tradicional a su pueblo, como el “hipil” para las mujeres, así como la “guayabera” para los varones, adaptaciones que toman fragmentos de diversos orígenes y materiales. Su paciente y minuciosa elaboración manual hacen del “terno” un traje típico de gran paciencia, dando magia a su colorida creación en lo que definitivamente se considera una obra de arte única, original, valiosa e irrepetible. El primer alternante es el “jubón”, especie de solapa cuadrada que adorna el cuello, por encima de la segunda pieza del vestido rematado por el “fustán”, sujeto a la cintura como medio fondo rizado; este glamoroso conjunto se complementa con el rebozo en un armonioso concierto de limpieza y color. Las prendas masculinas son una evolución de las primitivas camisas de manta de una sola pieza que de igual forma han ido adoptando nuevos accesorios que le dan su toque elegante con grecas y botonadura especiales. El “chuy cab” o punto de satín, es el bordado yucateco más antiguo que data de tiempos prehispánicos, al encontrarse vestigios de éste en el cenote de Chichén Itzá, mismo que habría de combinarse después con otros bordados introducidos por los españoles o el deshilado.



Traje Típico y Jarana Cada festejo es una ocasión perfecta para las galas tradicionales que hacen de Yucatán un espectro multicolor de historia, sabiduría y fervor popular con el que se veneran vírgenes o santos patronos; se reviven danzas, se come y se bebe a salud de todo un pueblo. Esta ancestral vestimenta envuelve a las mujeres cual brillante espiral en sus hipiles así como la deslumbrante alba de las guayaberas enaltece a los varones, haciendo de estas piezas una fiesta plasmada en lienzos irrepetibles, originales, inolvidables. Al compás de la jarana, baile que evoca el bullicio, el jolgorio, los yucatecos celebran el pasado y presente de un mestizaje vivo y radiante.






Gastronomía A ojos cerrados, pensar en sabores separados que nadie ha probado y mezclados en combinaciones infinitas, dirigen a cualquier paladar a un festín por descubrir desde una fuente singular que llega a tocar lo más profundo. Eso es la gastronomía de Yucatán, que deja a cualquiera con deseos de volver, hambriento. Síntesis de estos mundos que se encuentran es la sopa de lima, concierto de ingredientes hispánicos y mayas, condimentos vigorosos cómplices del maíz que juntos se imponen a la sazón. Otra simbiosis del gusto es la “cochinita”, a base de cerdo guisado con achiote, especia de color rojizo-amarillento de la semilla del homónimo arbusto, envuelto en hoja de plátano y cocida dentro de un horno de tierra, método de cocción que le da el nombre “pibil”.


La ciudad de Motul gestó uno de los desayunos más típicos, los huevos motuleños preparados sobre una tostada con frijoles negros, salsa con tomates, jamón y chícharos que se puede acompañar con plátano o queso. El “alimento del amo” en voz maya, los papadzules son el platillo con más claras fuentes indígenas que se hacen presentes en el maíz, las “pepitas” o semillas de calabaza y el ají o “chile” habanero. Esta muestra de la enorme variedad culinaria yucateca se puede digerir mejor con el xtabentún, licor origen maya elaborado con el fermento de miel de abejas alimentadas de la flor que le impone su nombre, como dulce postre de un delicioso pasaje.




Sumergido en una especiada y condimentada emulsión llamada “adobo”, la crudeza del popular corte de carne llamado “chamorro” se convierte en un banquete al gusto en el que resplandece un mestizaje culinario característico de Yucatán, donde la comida es otro escaparate para todas las riquezas que sabe compartir. Tan variados en sus nombres como presentaciones los “tamales”, también

llamados

“vaporcitos”,

“nacatamales”,

“chuchitos”,

“chanchamitos”, “padzitos”, colocan a México como el mayor exponente de este platillo de trascendencia primordial en la gastronomía nacional, protagonista de rituales populares de ancestros y nuevas generaciones, en prodigiosa ofrenda de sabores que se alojan para siempre en el gusto de quienes consiguen degustarlos.


Museos yCentros

Culturales


Recintos de conocimiento, estudio y conservación, los museos de Yucatán atesoran un prolífico acervo al servicio de la sociedad, exhibiendo colecciones de gran valor cultural que son objeto de estudio por parte de propios y extraños.

Arte popular, contemporáneo, regional o prehispánico son sólo algunos de los espacios temáticos que se pueden encontrar aquí, como signos inequívocos de la diversidad y riqueza que dan su carácter a esta vasta herencia.


Centro Cutural de Mérida

Olimpo

Resurgido desde sus ruinas tras ser demolido en 1974, el Centro Cultural de Mérida Olimpo hace honor a su nombre de reminiscencia griega convirtiéndose en el hogar de artísticas expresiones como el teatro, la danza, las artes visuales, abarcando además la divulgación de la ciencia y diversas actividades académicas, conferencias o talleres. La extraordinaria arquitectura de este recinto se ha ido forjando desde la época colonial, cuando se erigieron sus característicos arcos a finales del siglo XVIII, hasta la era moderna que le rescató, para convertirse en un refugio cultural digno de exponer el trabajo de artistas y pensadores de Yucatán al mundo.



Museo de Arte

Contemporรกneo


Decenas de miles de visitantes del Museo de Arte Contemporáneo Ateneo aprecian como si fuera un banquete de conocimiento los variados programas educativos, cursos, talleres y visitas guiadas orientadas principalmente a las nuevas generaciones, que estrenan sus vidas culturales en este espacio dedicado a promover y difundir el arte moderno así como contemporáneo de Yucatán. El también llamado “Macay” cambia de huéspedes trimestralmente en cada una de sus quince salas de exhibición temporal de disciplinas artísticas nacionales e internacionales, haciendo un recorrido de obras generadas desde principios del siglo XX hasta las tendencias más vanguardistas o de nuevas búsquedas, llegando a movilizar en hasta cuarenta y cinco muestras poco más de dos mil piezas selectas.

Inquilinos perennes de sus dos galerías y cuatro salas permanentes son las obras de tres baluartes de la plástica yucateca: Fernando Castro Pacheco, Fernando García Ponce y Gabriel Ramírez Aznar. Su vasta superficie alberga además al Jardín de las Tinajas y el Expoforo así como las transmisiones de radio y televisión, vehículos de difusión masiva que se suman al boletín cultural que circula por cada uno de los continentes del mundo.




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Museo de

Arte Popular También conocido como la “Casa Molina”, el Museo de Arte Popular de Yucatán es un tributo material para las diestras manos de artesanos que en su labor hacen revivir técnicas ancestrales que centellean en las joyas, los adornos, los textiles o piezas de metal así como demás materiales que invitan a un aprendizaje lúdico y universal. Nunca más cierto, el arte popular se plasma en cada objeto, vehículo de la fuerza y dinámica económica de muchos núcleos familiares yucatecos que cruzan fronteras regionales y hasta nacionales llevando trozos de cultura a todas latitudes. Este espacio fomenta no sólo la conservación de la producción artesanal de la localidad y los alrededores, también impulsa y difunde la mano de obra de artesanos que son uno de los mayores patrimonios vivientes en este mosaico de riquezas.



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Museo de la Ciudad Lejanos remitentes conectan con los nuevos destinatarios del arte y la diversidad yucateca en las diferentes salas del Museo de la Ciudad, en el Antiguo Edificio de Correos de la capital. Esta especie de paseo por las diversas etapas de Mérida, continua en bibliotecas y hemerotecas, conviviendo con espacios dignos para otras expresiones como las artes plásticas. Convertido en museo desde 2007, en su arquitectura convergen los estilos neoclásico y francés, con técnicas de construcción modernas bajo las cuales perviven los objetos y manifestaciones del pueblo peninsular.



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Museo de la

Canción Yucateca El canto típico de esta región del mundo expresa los sentires de su pueblo, de sus rincones, de sus sonidos en el ensamble perfecto de ideas, lugares, palabras y enunciados que se escuchan por doquier. El pesado bronce y el cromático óleo plasmados en sus bustos y retratos, guardan para la posteridad los rostros y perfiles de los supremos representantes del género en Yucatán, a quienes acompaña la exhibición de cancioneros antiguos y partituras originales. Fundado en 1978, el museo es uno de los de mayor relevancia en el país, por su vasto acervo forjado con donaciones u objetos musicales en custodia, celosa propiedad de los herederos de estos compositores e intérpretes.




Museo Regional

de Yucatán

Visita obligada es la finca reconocida como Palacio Cantón, que alberga un museo orientado a la antropología y la historia de la región. Recorrerlo representa para el visitante caminar por los parajes más trascendentes de la cultura prehispánica local, conociendo una rica variedad de objetos cotidianos civiles, religiosos y bélicos de la cultura maya. Edificado a principios del siglo XX, el majestuoso inmueble presume la mezcla de estilos clásicos, neoclásicos y del barroco francés.


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Museo del Pueblo Maya de

Dzibilchaltún

Enclavado en la zona arqueológica del mismo nombre, el museo es un importante depositario de los rasgos más antiguos y reveladores de esta imperial cultura, que muestra su evolución con piezas arquitectónicas y artesanales, así como con evidencias del extraordinario conocimiento matemático y astronómico. Su conjunto arquitectónico diseminado en la jungla respeta el ecosistema, aprovechando en su construcción materiales propios de la región, con un diseño consciente de las condiciones climáticas del sitio.





Uno de los proyectos más vanguardistas de la era moderna en Yucatán es el Gran Museo del Mundo Maya, que guarda celosamente el legendario acervo de la historia y cultura de los que precedieron esta fastuosa tierra. Bajo un impresionante entramado de acero se encuentran variadas salas permanentes y temporales así como pantallas de máxima imagen, espacios por medio de los cuales es posible apreciar un vasto tipo de exhibiciones de piezas cerámicas, utensilios, pinturas, manuscritos y demás obras de origen maya.


Gran Museo del

Mundo Maya

Su logística de temas museográficos está dividido en diez apartados principales: el Mayab, identidad y diversidad colectivas; Mayas de Hoy, ciclos de la tierra y la vida; Mayas de ayer, la transformación del paisaje; Mayas ancestrales, el viejo Nuevo Mundo; Mayas ancestrales, el tiempo de los dioses; Mayas ancestrales, relojes antiguos; Mayas ancestrales, vida y sustento; Mayas ancestrales, mensajes velados; Mayas ancestrales, el saber y la forma, y Globalización e identidad. Obra emblemática irradia su luz simbolizando los cuerpos celestes que conserva en su interior y que es posible tocar por los visitantes en una mágica conexión de la tierra con el universo.




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Naturaleza y Aventura CA PĂ? T ULO

V I


De

condiciones

históricamente

propicias

para

la

gestación de ecosistemas, especímenes, sitios y parajes de extraordinaria belleza, Yucatán figura como uno de los lugares de mayor abundancia natural que alberga hoy en día a más de cuatrocientas especies de aves, que son cuando menos, la mitad de las que posee el país.

Fenómenos meteorológicos ocurridos hace millones de años han formado maravillas naturales que deben vivirse, como el sistema de cavernas acuáticas donde se pueden practicar variadas disciplinas tanto deportivas como de aventura, ya sea bajo o sobre la superficie, así como fascinantes avistamientos.

Aquí el ecoturismo se efectúa bajo preceptos de contribución al cuidado de cada uno de los elementos de la vida para preservar su milenario equilibrio y que sea posible seguir atesorando este capítulo del mundo que llena de orgullo a la humanidad.


Cenotes


Para vivir, nuestros antecesores mayas echaron mano de las riquezas y bondades que su entorno les ofreció, constituyendo gloriosos asentamientos alrededor de estos depósitos naturales de agua, siendo además objeto de culto y misterios ancestrales.

Los cenotes o “cavernas con agua” fueron motivo de variados rituales de valor sagrado en su cosmogonía que les considera el tránsito obligado entre la vida carnal y la espiritual, mismas que se filtran y se fugan en hilos de sol de incontables reflejos.

Únicos en el mundo, se cuentan por millares en Yucatán, como mosaicos de variados colores y matices que alumbran este fascinante inframundo acuático al que vale la pena zambullirse como una forma sui géneris de visitar estas fuentes de vida, que deben conquistarse con el espíritu de aventura propio de quien quiere volver a un momento mágico.


Cenotes deCuzamá Una travesía de cuando menos siete mil pasos en descenso a bordo de rústicos carruajes llamados “truks” tirados por caballos, es el preludio de una aventura que obliga a cruzar una copiosa maleza; valla natural que protege a esta afamada región de terreno calizo, bajo cuyas oquedades aguardan las serenas aguas de sus cenotes. Bajo Cuzamá subyace una terna de cavernas acuosas integrada por Chelentún o “piedra recostada”, Chaczinikché o “árbol con hormigas pequeñas” y Bolonchoojol o “nueve goteras”. El primero es el sinodal de incontables instructores de espeleobuceo mientras que el segundo cuenta con una piscina adornada por una impresionante serie de estalactitas; por último, el de más difícil acceso, además de calurosas aguas, se distingue por su cueva de dos niveles.


Cenote ChelentĂşn



Cenote ChacsinikchĂŠ



Cenote Bolonchojol


El espectro de sus aguas bajas fulgura en preciosos destellos de turquesa gracias al hueco central de su bóveda, que vigila la danza de múltiples peces que retozan al fondo y junto a los que se puede nadar mirando las hileras de estalactitas de la parte superior. Una picaresca leyenda le impone a Xkekén su nombre en maya, que significa “cerdo”; dicen los lugareños que unas personas tenían un cerdito que se perdía en el monte para luego volver siempre lleno de lodo, incluso en épocas de sequía, hasta que decidieron seguirlo hasta lo que pensaban era una cueva, a la que hoy se puede arribar por tres accesos y posarse en sus gradas de piedra desde las que se puede halagar esta maravilla.


Cenote XkekĂŠn


Cenote Samulรก


Una vez ubicados en el poblado de Dzitnup, en el municipio de Valladolid, todos los caminos llevan al cenote de Samulá, que sorprende por su amplitud y hermosura, a cuya cavidad se ingresa por una escalinata rocosa por la que se arriba a un primer nivel desde el que se aprecia un espectacular y bello panorama. Avanzando en su exploración, rodeado de rocas que parecen escurrirse con el paso de los siglos, los visitantes tienen la opción de zambullirse en sus aguas cristalinas y formar parte por instantes de este fenomenal inframundo que se conecta con la superficie por medio de las sorprendentes raíces de un árbol que, si bien fue mutilado, sigue vivo gracias a estas mágicas aguas.


Frente a las caprichosas ramas de árboles que le circundad y vigilan, se ubica el umbral del cenote abierto de Zaci; llamado en maya “gavilán blanco”, sitio muy concurrido y que forma parte de la zona prehispánica cercana a Valladolid. Desde su considerable bóveda penden antiguas y enormes formaciones de gotas de agua mineralizada que conocemos como estalactitas, mismas que se combinan con los rayos solares para traslucirse sobre la exuberante vegetación que rodea este embalse turquesa, que da alojamiento a una mística variedad de peces negros sin ojos llamados “lub”; invidentes testigos de este espectacular sitio.


Cenote Zaci


La fuerza e ímpetu del hombre han sido capaces no sólo de escudriñar la tierra a lo ancho y largo de su extensión, sino también bajo su superficie, donde ha encontrado y superado nuevas fronteras en su permanente afán de aventurarse a conquistar la naturaleza.

Las grutas de Yucatán son signo inequívoco de esta esencia humana donde se han descrito cavidades por las que se ha filtrado milenariamente aguas pluviales que a su incansable paso han descrito, a partir de pequeñas fisuras, profundos y misteriosos agujeros.

En

estas

grutas

habitan

incontables

formaciones

minerales de alto y bajo relieve en una impresionante danza que embruja la vista, dándole fisonomías tan diversas y caprichosas de animales, formas o personas como las que antiguamente veneraron los mayas de esta región.


Grutas


Un fascinante jardín subterráneo se abre a la vista de quienes acuden a este recinto que fue alcanzado por vez primera cuando menos hace 400 años, cuando los mayas le llamaron Lol-Tún, “flor de piedra”, al descubrirlo como una veta de arcilla, material con el que confeccionaron sin fin de utensilios para conquistar tanto su entorno como el espíritu, convirtiendo este lugar en centro religioso o de refugio. Como galería celeste figura una serie de pinturas rupestres plasmando rostros, animales y grecas escalonadas que se pueden apreciar a lo largo del recorrido y cuyas formas han valido el nombre a diversas cámaras como “La catedral”, “La cabeza”, “El gran cañón”, “La mazorca de maíz”, “Infante”, “Pinturas”, “Manos negras”, “El cuarto de las estalactitas” y “Trincheras”.

Gruta de Lol-Tún



Muy próxima a las inmediaciones de Chichén Itzá, para los antiguos mayas la gruta de Balankanché fungió como un importante centro ceremonial dedicado al dios de la lluvia “Chaak”, otorgándole el nombre de “asiento del balam o sacerdote”. Hoy día en este lugar se realizan espectáculos luminosos y sonoros mediante los cuales se relata la historia de la gruta, a cuyo seno se pueden apreciar variadas formaciones rocosas, así como el gran pilar formado por la fusión de una estalactita con una estalagmita llamada “La Ceiba Sagrada” que parece crecer en el interior de la tierra. El mundo moderno puede visitar su museo, que exhibe un amplio acervo fotográfico describiendo con imágenes la serie de rituales sagrados que se efectuaban aquí.


Gruta de

BalankanchĂŠ


Gruta de Calcehtok


Por derivación maya, estas grutas podrían llamarse “pedernal cuello de venado” en cuyo vasto interior lleno de un complejo sistema de túneles se halla copioso material prehispánico, como lo hacen constar diversos vestigios de huesos de animales, piezas cerámicas, herramientas de cuarcita así como puntas de flecha, cuchillos de obsidiana y esculturas en piedras. Su cavernosa superficie de cinco kilómetros presumiblemente está conectada o cuando menos forma parte de un sistema de treinta grutas en cuyas cuevas principales puede observarse errantes formaciones naturales con insospechada similitud a objetos, animales y rostros humanos que se pueden visitar descendiendo a sus venturosas entrañas.


Reserva de la Biósfera

Ría Lagartos


Esta maravilla natural protegida como Reserva de la Biosfera desde 1979, se caracteriza por su ría, desembocadura de río, que envuelve así mismo a los puertos de “El Cuyo” y “Las Coloradas” en una caprichosa forma geológica con entradas de mar que confluyen con aguas dulces, como un puente virtual que conecta al Golfo de México. Próxima al llamado “litoral encantado”, se creó este singular hábitat para flora y fauna endémicas de la región, como los manglares, el venado cola blanca, el lagarto, el faisán, variados peces y centenares de especies de aves entre las que sobresale el imponente flamenco mexicano, que juntos protagonizan espectaculares avistamientos, como los que maravillaron hace más de 500 años a los primeros expedicionarios europeos.






Reserva de la Biósfera

Ría Celestún


Celestún, “espanto de piedra” para nuestros mayas, es el orgulloso albergue de una de las variedades más exótica del territorio yucateco y bella del mundo entero: el aclamado flamenco rosa, que se pasea en grupos con el garbo de su espigada talla que le deja contemplar a sus pies un suculento festín de moluscos y algas que le obsequian su color. Sumados a la reserva de la biósfera que les une y acoge, cohabitan el gran pelícano blanco canadiense y el pequeño gris mexicano. Rodeando la ría, los cenotes, el paraje del bosque petrificado y diversos pantanos, se unen a tierra por un puente del que parten ávidas expediciones, hechizadas por la belleza natural que respetan y admiran los visitantes.






Infraestructura CAP Ă?TU L O

V I I


El mayor patrimonio de un Estado es todo aquello que hace posible la actividad social en todos los escenarios, la de sus pobladores, su cultura, sus calles y cada servicio público que facilita la difícil tarea de continuar el teatro de la vida.

Yucatán ostenta en toda su infraestructura, histórica y moderna, los acondicionamientos necesarios para promover el conocimiento de su legado prehispánico, para visitar sus atractivos arqueológicos o arquitectónicos, para atender las necesidades de sus pobladores y para explotar sus capacidades económicas.

En alianza perfecta con los valores de antepasados, el carácter, esfuerzo y preparación de sus nuevos habitantes, cada mañana renace el sol de la esperanza y el progreso de un magnífico pueblo que enorgullece a todo México.


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Rescate Centro

Histórico de Mérida Meritorias gestiones de financiamiento, a través

del Banco

Interamericano de Desarrollo, permitieron rescatar el Centro Histórico de Mérida, con lo que fue posible reanimar la vida residencial de este cuadro citadino, que remozó cuando menos trescientas fincas y dotó del mobiliario urbano que ilumina su nueva estética. Este proyecto de rescate ha propiciado la dignificación del segundo centro histórico más grande del mundo para beneplácito y confort tanto de sus asombrados visitantes como para los ciudadanos de Mérida que lo viven cotidianamente. El plan de recuperación integró la plaza principal, treinta y dos calles de nueve cuadras que le circundan y tres corredores que articulan el acceso a este corazón citadino en el que se unen los barrios de La Mejorada, San Juan y el Pasaje Emilio Seijo que hoy se alzan más bellos con el valor de su centenaria historia.





Relleno Sanitario La tecnología ambiental y la capacidad de gestión están al servicio de la población que tiene en el Relleno Sanitario de Mérida la seguridad del manejo y disposición final adecuada de sus residuos sólidos urbanos, donde se aprovecha el biogás generado con instrumentación de vanguardia y en armonía con la naturaleza. Con la responsabilidad ecológica que demandan los nuevos tiempos y con una visión proactiva se atiende la demanda de servicios de una población estimada en cuando menos ochocientos cincuenta mil habitantes capitalinos.


El ritmo de crecimiento demográfico ha demandado la evolución de este espacio de confinamiento controlado, donde además se lleva a cabo la separación de basura para dar un segundo uso a materiales susceptibles de ser reciclados, en sintonía con la política de conservación del entorno que un día lo verá reintegrado como una zona forestal fuera de peligro por su vanguardista diseño y operación para el que se tiene prevista su clausura bajo las normas sanitarias mundiales.


Puerto Progreso


Su privilegiada ubicación para el comercio continental permite a la zona portuaria en Progreso de Castro propiciar el desarrollo de una economía pujante y vital para México, favoreciendo además la capacidad productiva nacional e internacional que transita por sus muelles y galeras. Su muelle fiscal de 6.5 kilómetros de longitud es uno de los más largos en todo el orbe, siendo desde el inicio de sus operaciones en1941 un distintivo de la región. Vital para el desarrollo de Yucatán y de toda la región sureste de México, el puerto brinda un digno servicio a los sueños de éxito y los esfuerzos de quienes producen los bienes o productos que por aquí circulan, día con día, cruzando los mares del progreso.


206

Autopista Kantunil-Cancún Es una autopista interurbana de 241.5 kilómetros. Concesión Federal por 30 años hasta el 2020. Diariamente transitan más de seis mil vehículos. Mejor conocida como la “Autopista del Mayab” es una vía de cuatro carriles y dos casetas de cobro con 241 kilómetros de longitud. Une de manera rápida y segura una gran parte de la Ruta Mérida-Cancún. Conforma gran parte de un importante corredor turístico ya que a su paso acerca los sitios arqueológicos de Chichén Itzá y diversos cenotes considerados sagrados en la antigüedad. Desde hace más de 23 años la Unidad de Negocios ICA Infraestructura, constituye,

opera

y

mantiene

proyectos

de

infraestructura,

convirtiéndose en el operador privado de carreteras más grande de México, con más de mil kilómetros.



se terminรณ de imprimir en noviembre de 2012 en los talleres de Grupo Grรกfico Multicolor S.A. de C.V.

Ediciรณn de 500 ejemplares.




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