Revista SuiGeneris #23

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Publicación Gratuita

ISSN: 2007-3119

Febrero - Marzo 2013, Año 5 Número 23 www.SuigenerisFapsi.com

Editoriales Dil intro de la FaPsi Tema Central La Entrevista Dossier PsiqueCinema Maktub PsicoanalizARTE Quid Locos & Pastillas

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Revista oficial de la uanl a través de la Facultad de Psicología


Una publicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León Dr. Jesús Ancer Rodríguez Rector Ing. Rogelio G. Garza Rivera Secretario General Dr. Ubaldo Ortiz Méndez Secretario Académico Lic. Rogelio Villarreal Elizondo Secretario de Extensión y Cultura Dr. Celso José Garza Acuña Director de Publicaciones

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Editoriales La Interpretación «Junguiana» de Los Sueños Por Pedro Daniel González

«No podemos permitirnos ser ingenuos al tratar los sueños. Se originan en un espíritu que no es totalmente humano sino más bien una bocanada de naturaleza»

C. G. Jung

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l escuchar la frase «la interpretación de los sueños» resulta muy complicado no pensar en la afamada obra centenaria de Sigmund Freud, sin embargo, no es de ese libro ni de ese método sobre lo que este escrito trata, sino del procedimiento junguiano, lo cual de entrada resulta complicado; comprendiendo que a diferencia del médico austriaco, Carl Jung jamás escribió un texto que tratase propiamente de la dinámica con la que él trabajo los sueños, no obstante, a lo largo de su obra da esbozos de un método definido. Para empezar a trazar las diferencias entre ambas técnicas de interpretación onírica, primero deben asentarse las divergencias teóricas, mientras para Freud la importancia del sueño radica en el contenido latente, Jung prepondera el contenido manifiesto, argumentado que no existe un mensaje oculto, el sueño no es un disfraz, la dificultad para descifrar el código no es prueba de un contenido velado, por lo tanto el sueño es textual, la imagen onírica debe tomarse tal y como es, utilizando el método de la «amplificación» que se diferencia de la asociación libre en su dinámica; la libre asociación parte de la imagen onírica, zigzagueando entre posibles nexos, dejando atrás la imagen misma y avanzando hasta llegar al contenido latente, por otro lado, la amplificación se mueve en espiral, ampliando los posibles significados del símbolo, teniendo como eje central la imagen en sí, las amplifica-

ciones deben ser primeramente sobre las experiencias personales, referencias del medio y otros sueños del soñante, las cuales una vez agotadas, pueden dar paso a amplificaciones arquetípicas, propias del contenido del inconsciente colectivo. Otra diferencia teórica se manifiesta en la utilidad que la psique encuentra en los sueños: Freud habla de cumplimiento de deseos, Jung encuentra una función compensatoria desde el inconsciente sobre la actitud consciente, tratando de llegar a un equilibro ante ambas posturas. Para deducir la compensación, se debe entender en que consiste la unilateralidad, dentro de la consciencia existe un sustrato denominado Yo o Ego, el cual engloba la autopercepción del individuo, le da un sentimiento de poseer una identidad y es el organizador de la mente consciente, pero sus intereses no siempre van en la misma dirección que el resto del aparato psíquico, ya que es altamente selectivo con respecto al material que lo conforma, evitando toda idea y recuerdo que pueda provocar ansiedad o desestabilizar el contenido de la consciencia. Además del Ego, existen otros elementos que conforman la totalidad de la psique, como el Anima/Animus que representan la dualidad de lo femenino/masculino y la Sombra, uno de los que mayor carga energética posee, ya que su contenido se constituye por el inconsciente personal, pero su naturaleza es arquetípica, es decir, vinculada al inconscien1


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te colectivo, explicado de manera más simple, colectivamente todos tenemos (y tememos) la Sombra (se constituye de los aspectos individuales que rechazamos y por lo tanto hemos reprimido y aun no llegamos a aceptarlos como propios). Los contenidos de la Sombra son contrarios a los que constituyen el Ego, siendo este último el que determina las acciones conscientes. El Ego optará siempre por la misma dirección, volviendo el accionar predecible y aprisionado, pero toda acción consciente tiene su contraparte inconsciente, así la Sombra al manifestarse como imagen onírica, intentará compensatoriamente halar en dirección contraria al Ego, dando más opciones en el accionar de la persona, y al asimilar estas posibilidades e integrar las múltiples facetas de la psique, el individuo sintetizara una nueva concepción de sí mismo, más cercana a su totalidad, y al tomar alguna decisión, podrá hacer, o no hacer, lo mismo que prefería con anterioridad, pero ya no será de forma mecanizada por la imposibilidad de tomar otra acción, si no por elección, y es esta función la utilidad primordial que Jung encuentra en el análisis de sueños, los cuales son compensatorios a la actitud consciente del soñante. Jung reconoce una serie de mecanismos del sueño, los cuales elaboran las imágenes y desarrollan el lenguaje onírico, incluye seis de estos procesos, la Contaminación, en la cual objetos y/o ideas que en apariencia no tienen relación entre si son vinculados, Condensación, proceso por el cual se combinan dos símbolos para otorgarles un mayor significado, Multiplicación, donde una misma imagen es repetida ya que posee mayor énfasis en el sueño, Concretización, en la cual los complejos o arquetipos abstractos son personificados en un elemento de las imágenes oníricas, contario a la Dramatización, donde los contenidos inconscientes son representados en forma de relato, y por último, están los Mecanismos Arcaicos, los cuales son contenidos inconscientes con raíces arquetípicas. De esta forma los sueños se elaboran y estructuran en cuatro partes, siendo la primera fase la exposición, donde se 2

especifica el ambiente en el cual se desarrolla el sueño, surgen los protagonistas y la situación inicial, después en el segundo momento se da el desarrollo del argumento del sueño, para dar pasó a la tercera fase denominada culminación en la cual aparece el momento decisivo para llegar a una resolución, la cual constituye la cuarta fase de la estructura de un sueño.

Una vez manifestado el sueño, es necesario dar paso a la técnica de interpretación propia de la teoría junguiana, conformada por una serie de pasos, en los cuales debe iniciarse por exponer el sueño en sí, durante este momento puedo ocurrir que el soñante agregue imágenes que no formaban parte del sueño en realidad, si no que aparecieron en la consciencia cuando intentaba recordarlo, dificultando el saber que es sueño y que se agregó a posteriori, sin embargo, para Jung esto no representa una dificultad, ya que este contenido agregado es tan importante como el sueño mismo, lo siguiente que debe hacerse es iniciar el análisis utilizando la técnica de amplificación, manejando contenidos del inconsciente personal, así como, una vez agotados los primeros, contenidos del inconsciente colectivo, es importante mencionar que al interpretar un sueño no debe obviarse nada respecto a los significados de los símbolo, recordando que el


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contenidos significativos podemos iniciar la interpretación propiamente dicha, tomando en cuenta la actitud consciente del sujeto y la función compensatoria del sueño. En la interpretación de sueños, es importante generar una empatía entre el soñante y su interprete, para que este último tenga la capacidad de palpar las emociones que despierta el sueño en el sujeto, sin olvidar mantener una postura objetiva, para no depositar en los símbolos del sueño amplificaciones propias más allá de las que pertenecen al sujeto. Así, queda asentado que la interpretación de sueños en la psicología analítica se da en un diálogo entre paciente y analista llevando una reflexión entre ambos, por lo cual Jung no llamaba pacientes a sus analizados, si no que se refería a ellos como «la gente que trabaja conmigo». Referencias de imágeners: Carl Jung [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://media-files. gather.com/images/d926/d286/d747/d224/d96/f3/full.jpg Dreams Explored [imagen]. (s.f.) Recuperado de http://dreamsexplored.com/wp-content/uploads/2012/07/dreams.jpg Carl Jung, Dreams [imagen]. (s.f.). Recuperado de http://contentcafe2.btol.com/ContentCafe/Jacket.aspx?UserID=ts3app&Password =ts276356&Return=T&Value=9780691150482&Type=L

El sueño: una ontología inconclusa Por José Vieyra Rodríguez

sueño es su propia interpretación, al negar la existencia de contenidos latentes, y tener presente que sin importar la función compensatoria, el sueño no dice al sujeto lo que debe de hacer, si no que amplía las posibilidades en el accionar consciente, de la decisión debe hacerse cargo el soñante; es importante identificar si las imágenes que se presentan son objetivas o subjetivas, siendo las primeras aquellas que representan un elemento de la realidad tal cual es, mientras las segundas toman elementos de la realidad para representar parte de la personalidad del sujeto, aunque algunas imágenes pueden ser de ambos tipos simultáneamente, una vez analizados cada uno de los

«…muchas veces ilusiones tan semejantes me han burlado mientras dormía […] veo tan claramente que no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia» -Descartes

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a naturaleza de los sueños es algo que ha despertado el interés del hombre desde diferentes lugares del conocimiento. La consideración popular contemporánea los reduce a meros procesos cerebrales o, en otros casos, a material psíquico potencialmente interpretable, ya sea por medio de una pitonisa o un psicoanalista. 3


Editoriales: El sueño: Una ontología inconclusa

La pretensión científica, por otra parte, también borra el resto de subjetividad incómoda para el investigador, a la vez que bordea una problemática que poco les importa a quienes operan en ese campo del saber, me refiero a la problemática ontológica que arroja considerar el sueño como una realidad tan cierta (no solamente en el sentido psíquico) como el estado de vigilia. Fue en 1641 cuando el filósofo francés Descartes publica por vez primera sus «Meditaciones Metafísicas», en ella hace objeto de consideración una cuestión cognoscitiva, aquella que se refiere habitualmente bajo el vulgar nombre de «duda cartesiana», en ella llega al punto de preguntase qué de todo lo que conoce está seguro de ser realmente verdadero, con esta pregunta arriba también a una consideración ontológica, pues dicho cuestionamiento lo lleva hasta los umbrales de certeza de la realidad misma. Es en la célebre primera meditación que lleva por nombre «De las cosas que pueden ponerse en duda» en donde cae en cuenta que en ese preciso momento de estar escribiéndola nada le garantiza no estar soñando, pues «muchas veces ilusiones tan semejantes me han burlado mientras dormía […] –continúa el filósofo más adelante– veo tan claramente que no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia». Todo ello lo conducirá por una serie de vericuetos racionales hasta llegar a la certeza de su existencia validada por su propio pensamiento, «pienso, 4

por tanto, soy». La afirmación anterior ha sido malentendida y malgastada hasta llegar a significar poco de su contenido primordial, pues con esta solución no resolvía únicamente la interrogante sobre la primera certeza indubitable, sino que además, encontraba la forma de saberse partícipe de una realidad objetiva, es decir, el pensamiento sustenta al sujeto como elemento perteneciente a una realidad independiente del absurdo solipsismo. La pregunta sobre qué valida a la realidad subjetiva como verdadera, ha sido objeto de múltiples tratamientos en el arte, en tiempos recientes la película «Inception» (Nolan,


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2010) ha conseguido actualizar este viejo interés filosófico, pues volvió a poner en entredicho la objetividad aparente de la diferencia entre la realidad y el sueño. En esta película cada personaje posee un objeto llamado «tótem» el cual es el elemento que otorga confiabilidad a la realidad, aquél que da certeza a la existencia en un lugar que bien podría ser un sueño. La respuesta cinematográfica encuentra la misma salida que Descartes, pues la forma de distinción entre el sueño y la vigilia es el propio sujeto cognoscente, en otras palabras, el «tótem» cartesiano es el pensamiento subjetivo. Es en la meditación sexta y última llamada «De la existencia de las cosas materiales y de la distinción real entre el alma y el cuerpo del hombre» en donde Descartes, después de haber estado seguro de que existe como sujeto en tanto se sabe ser «una cosa que piensa», encuentra también una respuesta definitiva para lograr la distinción entre el sueño y la vigilia; «nuestra memoria no puede nunca enlazar los ensueños unos con otros y con el curso de la vida, como suele juntar las cosas estando despiertos[…] pudiendo enlazar sin interrupción el sentimiento que de ellas tengo con la restante marcha de mi vida, poseo la completa seguridad de que las percibo despierto y no dormido», es

decir, encuentra la certeza de la vigilia en la memoria, en tanto ésta puede retraer a sí las experiencias pasadas. Si bien el filósofo encuentra de esa manera su tranquilidad racional, no todos están conformes y seguros de que sea la memoria una fuente confiable de certidumbre, otro artista, esta vez escritor, también trató la misma cuestión durante el siglo XVII. Calderón de la Barca escribió una obra de teatro llamada «La vida es sueño». En ella intenta dilucidar la verdad ontológica de su vida, aunque la respuesta encontrada fue menos alentadora, haciéndola hablar por medio de Segismundo « ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son». Referencias bibliográficas: Calderón, P. (2008). La vida es sueño. España: Castalia. Descartes, R. (2004). Meditaciones metafísicas. Argentina: Terramar Nolan, C. (Director) (2010). Inception [DVD]. Referencias de imágeners: Rene Descartes [imagen]. (2009). Recuperado de http://t0.gstatic. com/images?q=tbn:ANd9GcR20pclKGzCXxBCX8KyKNhf8jIvKn leAbfAw-iR0z11gznGbaE&t=1 Inception poster outdoor [imagen]. (2010). Recuperado de http:// static.screenweek.it/2010/6/8/Inceptio-Banner-USA-01.jpg

Sueños Por Diana Jaramillo

« ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son» -Pedro Calderón de la Barca

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reud citaba que los sueños son manifestaciones de deseos inconscientes reprimidos, también mencionaba que son restos diurnos, situaciones que vivimos durante el día. En los sueños manifestamos temores, fobias e angustias, puede decirse que los sueños 5


Editoriales: Sueños

son un mecanismo de defensa, para liberar cierta carga de índole mental. La Melatonina es la hormona que induce al sueño, es fabricada por nuestro organismo a través de la glándula pineal, básicamente es la encargada de regular los ciclos de día y noche y el estar despiertos o dormidos (sueño – vigilia). Fases del sueño: 1. Es una fase de transición de la vigilia del sueño. Aparecen las ondas alfa cuando cierras los ojos para dormir. Es un estado de sueño ligero, se perciben ruidos no muy fuertes. Duración desde 15 minutos a partir de que cerramos los ojos para dormir, pero 5 minutos de sueño reales. 2. El sueño y el descanso son más profundos, pero se puede despertar sin gran dificultad. Aparecen movimientos rítmicos que manifiestan estallidos de ondas cerebrales, el sueño es tan profundo que el cerebro ya no registra contacto con el cuerpo y manda un impulso para corroborar vida, este impulso produce una reacción y la mente lo disfraza, es cuando sentimos que caemos. 3. Se registran ondas lentas y amplias llamadas ondas delta. Es el comienzo del sueño profundo. 4. (Sueño Delta): fase de sueño lento, las ondas cerebrales en esta fase son amplias y lentas así como el ritmo respiratorio. Cuesta mucho despertarnos estando en esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente. 5. Sueño MOR–REM: cuando se despierta una persona durante el sueño MOR más del 80 % recuerdan claramente el sueño que estaban teniendo. Los sueños son un proceso mental para descargar ciertas angustias o preocupaciones, sin embargo, si nos centramos en el contexto metafórico, los sueños son parte del inconsciente colectivo, son parte de la utopía y porque no, también son parte de una realidad, 6

en la cual las personas hacen introspección y se perciben metas que en si catalogan como casi imposibles e inauditas; a lo que comúnmente llamamos «sueños» ciertamente no se puede vivir sin utopías, mucho menos sin soñar, el proceso de ensoñación mental crea una atmosfera de distractibilidad ante los hechos cotidianos, ante esa realidad angustiante y cruel, los sueños son una forma de juego psicológico en la que podemos evadirnos por un breve lapso del caos de la vida cotidiana, siempre y cuando conozcamos, deduzcamos y comprendamos la diferencia entre la realidad y la ficción fugitiva de los sueños, ambas se relacionan entre sí, coexisten entre sí, a veces algunas circunstancias de la vida se asemejan a un cuento de ficción y de la ficción se pueden extraer ciertos matices, emociones o sen-


Editoriales: Sueños

saciones muy lucidas de la vida real. ¿Surge una paradoja que es real en sí? ¿Solamente lo material y visible? ¿O también es real, aquello que no percibimos en materia, o en los diversos sentidos perceptivos humanos? Es válido soñar, fijarse metas, luchar hasta obtenerlas, el resultado varía y a veces el resultado no depende de nuestros agentes internos, se puede tener un sueño, las herramientas, el talento y la técnica, pero agentes externos pueden ser patógenos para llevarlos a cabo, es ahí cuando el sueño se convierte en una pesadilla. La pesadilla que reprime, que castra, que atosiga. Los dos polos están ahí presentes, sueños y pesadillas, recordándonos nuestra fragilidad.

Así en todo sueño podemos encontrar: Contenido Manifiesto. Es lo que se sueña independientemente de la causa que lo provocó. Contenido Latente. Es ese deseo que ha provocado el sueño, transformado para poder superar la censura hasta llegar al Contenido Manifiesto. Freud citaba que: «La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente» y es ahí en el inconsciente donde se resguardan aquellos contenidos «angustiantes» que se mantienen ahí, como si estuviesen ocultos a la espera de ser abreaccio-

nados, liberados, hasta manifestarse en este caso al soñar, entonces podríamos afirmar que tal actividad es por demás catártica, es un estado de depuración mental. Los sueños esas representaciones mentales, esos fragmentos, que se desbordan desde la instancia del inconsciente. Existen los sueños lucidos, son aquellos en los que la persona está consciente de estar soñando, inclusive algunas personas pueden controlar cuando salir del «sueño» por ejemplo, si están teniendo un sueño en el cual el estado de angustia es maximizado o de forma anticipada perciben que la situación o resultado va a ser desfavorable, logran zafarse mentalmente, provocando el cese de dicho estado mental. En algunas ocasiones experimentamos sensaciones, emociones que parecen reales, inclusive podemos percibir sensaciones físicas, ya que al soñar también los sentidos se hacen presentes, en las imágenes o representaciones mentales va de por medio el sentido de la vista, por eso percibimos rostros ajenos, conocidos, de personas, animales o seres inanimados, incluso si soñamos que alguien nos está estrechando la mano lo podemos llegar a sentir como si fuese real y no se tratase de un sueño, el sentido del oído también se hace presente, se puede soñar que alguien está gritando con furia, o quizá exista una conversación que se complemente con el sentido del olfato ( no es muy común que se presenten sueños en los que el olfato, la escucha(el oído) se hagan presentes, no obstante, un recuerdo puede inducir un cierto aroma, que puede presentarse en determinado sueño, o alguna canción, palabra, voz e intensidad oral, ambos pueden evidenciarse de manera onírica). Hay sueños que se recuerdan, otros se evaporan como si nunca hubiesen ocurrido, todos ellos son manifestaciones del inconsciente, productos derivados de materiales que necesitan depurarse. Los sueños también son parte del descanso, la actividad cerebral se da mediante ondas, incluso hay más actividad cuando estamos dormidos, se trata de un proceso de gran ac7


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tividad mental. Es importante mantener un ciclo de sueño regularizado, dormir 8 horas diarias durante la noche, ya que no es lo mismo dormir en el día, en el caso de las personas que laboran en turnos nocturnos, estas pueden presentar un trastorno alterado del ciclo del sueño, que puede manifestarse en un cansancio mental y síntomas recurrentes de disminución de vigilia o estado de alerta y concentración, por ende no dormir bien puede ser sinónimo de que la mente no descanse como debe, por eso es una necesidad fisiológica el dormir, ¿cuántos accidentes, ocurren por dormitadas frente al volante? El insomnio se puede presentar en las personas debido al estrés emocional o a diversas preocupaciones que acontecen en la vida, también debido a ciertas sintomatologías físicas o por la inducción de ciertos medicamentos. El centro de la lógica se apaga y es cuando soñamos, creamos un mundo virtual e imaginativo. Se observan movimientos oculares rápidos (también se habla de sueño MOR, de movimientos oculares rápidos o sueño REM). Frases significativas sobre los sueños: «Un sueño es una manifestación de imágenes y a veces sonidos que muestran interrelaciones comunes y no comunes.Es un espejo que refleja algún aspecto de la vida o el inconsciente, un escenario para ensayar posibilidades de expresión externas, una ventana de oportunidad para el autoconocimiento» Stephorn Kaplan Williams. «Hay sueños cuya estructura dramática lleva al paroxismo afectivo, paroxismo tan perfectamente realizado en el sueño que el durmiente se ve forzado a despertar por las emociones desencadenadas. Los sueños no sólo sirven para proteger el dormir. Sirven también, a veces, para interrumpirlo, cuando su función lo requiere. Por ejemplo, cuando tiene una importancia vital para la orientación de la conciencia». Carl Gustav Jung (El hombre hacia el descubrimiento de su alma). 8

La interpretación de los sueños es una de las obras más importantes de Freud, tanto Jung como él fueron arqueólogos que indagaron en las profundidades de la psique, cada uno con sus diversas ideologías y puntos de vista. Entonces puedo decir que los sueños son parte del inconsciente individual y colectivo, son parte de los procesos mentales del ser humano, sirven como mecanismo de defensa, además sería muy aburrido vivir sin sueños, sin esos sueños con los cuales deseamos con intensidad ese algo utópico que está latente, a la espera de convertirse en realidad. Referencias de imágeners: Sisters, Joyride To Nettles Summit [imagen]. (2012). Recuperado de http://411posters.com/wp-content/uploads/2012/10/andrews-Joyride-to-Nettles-Summit.jpg

Representabilidad y Condensación Por Pedro López | Kefas21@hotmail.com

« ¿Puede un niño a través de una u otra expresión, manifestar algo que sus sentidos no le hayan permitido construir? En este caso realizar una imagen a partir de una palabra desconocida…»

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lgunas veces la cotidianidad ofrece posibilidades para explorar ideas, o para cambiar concepciones teóricas que son más validas por su repetición en el mismo circulo que por sus alcances. Hace unos días un par de niños de 7 y 3 años y un servidor dibujábamos. ¿Kann man einen pájaro Machen? Pregunté, con un poco de confusión por la palabra en español y después de unos cuantos segundos: «gemacht», dijeron, uno dibujó algo sin forma, el otro, nada. Después de que la pregunta fue enteramente en su idioma ambos hicieron una imagen similar. Más allá de las implicaciones culturales de la escena, se nos plantea una pregunta sencilla: ¿puede un niño a través de una u otra expre-


Editoriales: Representabilidad y Condensación

sión, manifestar algo que sus sentidos no le hayan permitido construir? En este caso realizar una imagen a partir de una palabra desconocida. Si se admite una cierta relación entre el desarrollo cortical cerebral y la formación del icc, la respuesta sería negativa. Se puede objetar que sin embargo plasmaron algo a partir de la consigna, mas este algo está totalmente fuera de su conocimiento, no por ser inconsciente, sino porque no hay un registro, correspondiente a la palabra desconocida, que se haya articulado por sus sentidos y enlazado a otros registros por acción semántica. Así sea que exista la imagen bajo otro registro sonoro, la palabra pájaro no existe para ellos, entonces no puede articularse en imagen. La palabra se puede suplantar por otra en el mismo idioma, basta con que el significado de dicha palabra la ubique fuera de su red de asociación semántica para que los resultados no sean diferentes, más tarde lo corroboré. Esto haría diferencias entre los sueños infantiles y los de los adultos si llevamos este dilema a la vida onírica. Nos encontraríamos con diferencias, no en los componentes representabilidad - condensación, desplazamiento - que organizan el tra-

bajo del sueño, sino en el contenido con que dichos componentes lo articulan. Si observamos, entendida como el proceso por el cual los pensamientos deben ser susceptibles de transformarse en imágenes (representación cosa), la representabilidad es, de cierta forma un proceso incesante no solo de la vida onírica sino de la vida despierta, es inherente a la actividad cortical de los lóbulos posteriores a través de la percepción en estado vigilia, Freud lo señala en «Lo Inconsciente» (das Unbewusste, 1915), las representaciones cosa se encuentran en ambos polos del psiquismo. Este proceso psíquico-cortical le daría a los sueños infantiles un determinado volumen en su composición icónica. Se dice de la condensación que, una representación por si sola es capaz de representar varias cadenas asociativas, tal noción implica observar las dimensiones de una cadena de representaciones, a mi juicio estas dimensiones se adquieren por dos extremos, si de sueños infantiles se trata: el grado de mielinización de la sustancia blanca en ambos hemisferios cerebrales, y el grado de efectividad que la corteza cerebral le permite a la representabilidad. El ejemplo de los niños da

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apenas una pista para entender porque el psiquismo ha sido procesado previamente por los sentidos; incluso, un constructo interno más complejo que sonidos o imágenes, este en su base, ha sido constituido por los sentidos. Por varios motivos es justificable pensar en que ambos procesos -representabilidad y condensación- no pertenecen exclusivamente a un polo o proceso del psiquismo –al inconsciente- y su complejidad está en función del desarrollo cortico-subcortical. ¿Qué los caracteriza como procesos conscientes o inconscientes entonces? Posiblemente la intensidad afectiva concomitante a un sueño o a una serie de representaciones en la asociación libre sea una diferencia, entre tantas, importante, porque, ¿no es el afecto el principal motor de la represión? ¿No es el afecto angustiante lo que irrumpe el dormir? Esta serie de hipótesis, si se quieren leer como tal, al menos me permite una observación de cómo es que la interpretación psicoanalítica compromete ambos mecanismos, si se acepta que la interpretación ocupa el lugar vacío en discurso del analizante que no conoce de sí, esta sería una condensación de representaciones libres de su revestimiento afectivo acerca de un determinado tema que ha quedado fuera de la consciencia en la tentativa de mantener la tranquilidad emocional. Desde luego dichos fenómenos psíquicos sustentados por la actividad encefálica se pueden ensamblar en las fases del dormir fisiológico, si se tratara de entender al psiquismo con fronteras que 10

se cierran y se abren bajo los cíclicos ritmos ultradianos claro, pero como no considero ni a los ritmos ultradianos ni la representabilidad y condensación son propios de un determinado nivel psíquico, prefiero dejar ese tipo de síntesis a los colegas que acostumbran un compromiso menor con su ejercicio teórico y solo podría agregar que de valer la pena una síntesis tal, esta sería en todo caso solo un inicio que rápidamente perdería importancia y mucho significado ya que exige observar, bajo una serie de ideas básicas sobre el psiquismo en general, la dinámica de vías de neurotransmisores (noradrenérgica, colinérgica y serotoninérgica por ejemplo) en las diferentes fases del dormir fisiológico, trabajo que he realizado, y una explicación simplificada de ello no es posible. La quizá poca claridad de mis ideas también se deba al espacio, lo cual limita para una descripción más agradable, sin embargo podrían ganar formalidad si se leen bajo un criterio axiomático para futuras propuestas. Y no se debe suponer por terminada dicha exposición mientras a la mano se tenga el tiempo, la dedicación y el espacio. Referencias bibliográficas: Freud, S. 1915, Lo inconsciente. Biblioteca nueva. México DF. Referencias de imágeners: Cebrebro [imagen]. (s.f.). Recuperado de http://arbolcharyou.files. wordpress.com/2010/06/cerebro21.jpg Dream Doodle [imagen]. (2011). Recuperado de http://napalmtheelf. files.wordpress.com/2011/04/dream-doodle.png


Dil intro de la FaPsi La FaPsi se actualiza Por Redacción

«Durante la capacitación se manejaron ejemplos de abordaje a pacientes con riesgo suicida, víctimas de abuso sexual y víctimas de secuestro entre otros.»

laborado en hospitales psiquiátricos y clínica de atención a las adicciones, actualmente coordina un área de atención a víctimas de delitos especializada en secuestro, robo y extorsión.

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nfocados y dedicados a la formación y crecimiento profesional del personal de la Facultad de Psicología de la U.A.N.L. y como periódicamente se hace en la coordinación de la Unidad de Servicios Psicológicos, dirigida por la Dra. María Elena Urdiales, se ofreció una capacitación orientada a supervisores y maestros con el tema a tratar de «Detección e intervención en crisis». Se llevó a cabo en la sala 1 del CENADO y fue realizada durante dos días, en los cuales se habló de los tipos de eventos críticos y las fases de impacto naturales que se presentan; se trabajó la clasificación de los diferentes tipos de víctimas y se revisaron los criterios de crisis psicológicas, estrés agudo y trastorno de estrés postraumático. Además se revisaron las distintas fases de las crisis y las reacciones esperadas a cada una de ellas. Se abordó el concepto de intervención en crisis y lo que el profesional de la salud debe hacer como respuesta buscando la estabilidad emocional posible para dar paso a un tratamiento específico y prolongado. Para completar el curso se presentaron dos diferentes modelos de intervención en crisis y un protocolo de atención inmediata. Durante la capacitación se manejaron ejemplos de abordaje a pacientes con riesgo suicida, víctimas de abuso sexual y víctimas de secuestro entre otros. La exposición estuvo a cargo del Mtro. Guillermo Rocha González, supervisor del programa de atención a urgencias de la USP, quien tiene la certificación en manejo de estrés en incidentes críticos y la experiencia de haber

Concurso de Foto Love Por Aida Quintero, Victoria Martínez y Sofía Guerra

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l Departamento de Asuntos Estudiantiles, coordinado por la Dra. Lupita Villarreal, organizó un certamen de fotografía tematizado por el 14 de febrero «San Valentín» títulado «Foto Love». Los jueces fueron los fotografos Sergio Macías, Miguel Osorio y Chito Ríos. Se contó con 18 participantes, de los cuales la fotografía ganadora fue de Diego Israel Gutiérrez Arquieta, del grupo 1°B y Tania Elizabeth Campos Mata, de 4°B.

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A continuación presentamos la descripción: «La Esencia De Un Amor Fiel» La foto consta de dos partes a explicar; nuestra pose de pareja y el ambiente en el que estamos. A continuación explicaremos el porqué. 1. Nuestra pose de pareja: Decidimos tomarnos la foto en esta pose llamada «el avioncito» por diversos motivos, ya que cada parte de nosotros expresa nuestro ser, como pareja. ¿Por qué el avioncito? Si ya hemos tenido alguna experiencia de viajar en un avión podemos darnos cuenta que un avión nos sirve para trasladarnos de un punto a otro, de igual manera, nosotros el día 21 de diciembre decidimos subirnos a un avión el cual podría llevarnos muy lejos, siempre y cuando sepamos pilotearlo, pues no sólo es uno quien lo pilotea sino los dos, es por eso que nos tomamos de las manos, como demostrando que tenemos el volante de nuestra relación y que cualquier movimiento en falso podría hacernos tambalear el avión y nos mantenemos firmes al volante. Diego como hombre y cabeza de la pareja es quien se encuentra debajo de la pose, como se puede apreciar: Diego da la espalda a esas piedras que en nuestro camino pudieran también aparecer que en dado caso de que nuestro avión esté a punto de caer al suelo sería El como hombre quien caballerosamente cargue el dolor de esas piedras y busque las soluciones necesarias o alternativas para elevarnos de nuevo. Sosteniendo a Tania, firmemente con sus piernas colocadas en el abdomen, por ser la parte central de ella, esto quiere decir que Diego tiene lo necesario para mantener de una manera equilibrada a Tania en el aire cuidadosamente y sin tambalear lo cual demuestra esa seguridad de hombre otorgada a Tania y como parte de la infraestructura del avión hecho especialmente para resistir el aire y sus turbulencias. Ella permanece arriba, de una manera recta horizontalmente, demostrando también su seguridad y firmeza, no tiene miedo de caerse porque tiene la confianza necesaria en Diego para mantenerse segura de que no caerá, sus 12

piernas expresan esa sencillez, esa felicidad, que lleva por dentro, como fruto de nuestro amor verdadero, son como las alas del avión, que demuestran esa libertad que se dan entre ellos, sus espacios como individuos, sin llegar a un libertinaje innecesario, algo que también puede demostrar su cabello suelto como libertad sin ataduras, sin miedos, sin celos enfermizos, y todo aquellos que pudiera destruir nuestro avión. Sus miradas están conectadas, demostrando esa sincronía, en donde se encuentran en un mismo canal, así como también que su comunicación es transparente, honesta y directa, de frente. 2. El ambiente: Decidimos tomarnos esta foto en un ambiente natural, ya que nuestro enamoramiento va más allá que una simple superficialidad, va más a dentro desde nuestra propia naturaleza de ser, nos enamoramos de nuestra misma esencia como personas, y no solo de nuestros cuerpos, esto nos hace únicos y auténticos. La luz que se puede apreciar entre las montañas, es ese entendimiento esa sabiduría que tenemos para poder ver la manera en la que llevamos y cuidamos nuestra relación. La cuidad se encuentra debajo, como demostrando que estamos sobre ella, y que todo aquello que se encuentra adentro de una ciudad que nos pueden ofrecer y que puede llegar a destruirnos, pues tenemos el valor necesario para pasar sobre todo eso, siendo así las montañas lo que se encuentra más arriba como queriendo permanecer en lo que somos, más que en lo que tenemos como pareja y como individuos. 3. Conclusión: La base de nuestra relación y la fuerza de ella, es el amor verdadero, de donde manan todos esos valores, sin amor una relación de noviazgo no podría permanecer estable y el avión muy fácilmente decaería, siendo un caso catastrófico, en donde no solo existe muerte de los pilotos sino también de muchas otras personas que desgraciadamente nos podríamos llevar de encuentro con nuestros errores.


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La clave para que una relación permanezca, es aprender a ser primero verdaderos amigos, y al llegar a ser novios seguir siendo amigos, «nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos». Aplicando los valores que tenemos, sin valores no se puede llegar lejos, pues son los valores los que más nos unen como seres humanos, es en lo primero que una pareja en sus inicios debe o mejor dicho necesita poner atención para darse cuenta si la pareja puede funcionar o no. Referencias de imágeners:

tros, tales como la Lic. Milady Vargas quien fungió como moderadora, el Dr. Guillermo Venegas (coordinador de la maestría en clínica Psicoanalítica de la FaPsi), la Ing. María Aurora Mota (Género, Ética y Salud Sexual A.C - GESS), el Mtro. Marco Tulio Garza (coordinador del Departamento de Neuropsicología de la FaPsi) y el Pbro. Julio Cesar Chapa de la iglesia “Nuestra Sra. Del Refugio”; además de diferentes conferencias, talleres y eventos culturales, finalizando con la obra “Mujeres de arena” por “Satre teatro”.

Foto Love 1. Gutiérrez, E. y Campos, T. (2013) “La esencia de un amor fiel”. Poster de foto love. Departamento de asuntos estudiantiles (2013).

5ª Semana de la Equidad. Seducir. Entre el amor y el poder Por Ximena Almazan L. | ximealmazan@gmail.com

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a semana de la equidad en su quinta edición se realizó bajo el tema: Seducir, entre el amor y el poder, el papel de la seducción en la violencia de género. La semana de la equidad es un evento anual organizado por alumnos y coordinación de la Extensión de Equidad y Genero de la Facultad de Psicología, dicho evento inició el 19 de febrero, inaugurada por el director de la facultad el Dr. Armando Peña así como directivos, cortando el listón del túnel montado en el frontispicio de la misma. Posteriormente se inició la polémica mesa de análisis conformada por reconocidos maes-

El miércoles 20 de febrero inició el Lic. Hugo Chavez de noticieros televisa Monterrey. impartiendo la conferencia ‘‘La influencia de la seducción de los medios de comunicación en la violencia de genero”, continuó con la Lic. Verónica Villanueva, de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) N.L. con el tema: ‘‘Violencia familiar : La intervención psicología en el contexto jurídico”, el taller “Dolor emocional: sanación por medio del cuerpo” impartido por las estudiantes, Laura Melissa de la Garza y Gabriela Martínez pertenecientes a la extensión de equidad y genero, entre otros. El jueves 21 de febrero la Mtra. Rosa Elva Gonzales, Secretaria de Salud de Nuevo león impartió el taller “Trauma vicario”, además del Lic. Gerardo Bolio, del Instituto para la Equidad de Género en Yucatán con el taller “La seducción en los celos”, la Lic. Celeste Pimentel del Centro de Recursos e Información para la Integración Educativa de la Secretaria 13


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de Educación del estado de N.L. con la conferencia “Seducir o ser seducida” el encanto del poder vivido desde la realidad de una condición de discapacidad” entre otras conferencias. El viernes 22 de febrero se expusieron diversas ponencias, el maestro Miguel Ángel Caamal, del Instituto para la Equidad de Género en Yucatán inicio con la conferencia ”Intervención psicoterapéutica con los hombres que ejercen violencia hacia su pareja”, el tenor Rodolfo Guzmán, y la soprano Maribel Ferrales de la Universidad de Sonora con el teatro y canto “Amor y seducción”, clausurando el Dr. Armando Peña Moreno y directivos la quinta Semana de la Equidad, finalizando con el performance de “las RUKAS” de COMAC en donde se realiza la prevención del VIH. Este evento pretendió cooperar en la formación de los asistentes, así como promover el análisis de las diferentes manifestaciones de la violencia de género en las que se utiliza la seducción como ejercicio inadecuado de poder, clarificando el concepto “seducir” como un elemento propio y sano de las relaciones humanas.

Referencias de imágeners: Entrevista a Miguel Villegas [fotografía]. (2013). Recuperada de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10151335911501242&set=t .1310694519&type=3&theater Mesa de discusión [fotografía]. (2013). Recuperada de http://www. facebook.com/photo.php?f bid=10151335911501242&set=t.1310694519 &type=3&theater Poster oficial [fotografía]. (2013)

Concierto: “Folklore, música y sazón” a cargo del grupo Pico de Gallo Por Marco Antonio Pérez A. | perexarias@hotmail.com

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l pasado domingo 24 de febrero se presentó en el Aula Magna del Colegio Civil de la U.A.N.L. el concierto Folklore, Música y Sazón, a cargo del grupo Pico de Gallo que cuenta con alumnos de la FaPsi y dirigido por Oscar Páez, director de las rondallas de la misma dependencia. La cita estaba pactada a las 7:00 pm, pero cabe destacar que la audiencia comenzó a llegar desde muy temprana hora para alcanzar la mejor ubicación posible, lo cual parecía ser un vaticinio de lo grata que sería la noche. Y así fue, toda esa mezcla entre alegría, ritmo, fiesta y hasta sabrosura que ofrece la música folclórica se hizo presente de la mano de la excelente interpretación del grupo y sazonado con un toque grato de picardía y el gusto que muestran por tocar.

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El primero de tantos detalles nos lo obsequia Anuar Hinojosa, cuando, recién avisada la primera llamada, se presenta en el proscenio para interpretarnos con su saxofón “Can’t live” de Mriah Carey, mientras Aaron Martínez lo acompaña tras bambalinas en el piano. Si bien es cierto no es una canción que podamos catalogar dentro de la categoría de folklore, como resto del concierto, la sorpresa fue muy agradable y nos dejó en una zona de confort preparándonos para lo que venía. Tercera llamada, y Fernando Moreno, trompetista y trombonista, hace la presentación oficial del concierto para que se eleven las cortinas a la vez que el resto del grupo se arranca con el “Son de la Negra”. Los típicos gritos “a la mexicana” no se hacen esperar. La dinámica del concierto es equiparable

a la dinámica del grupo, movida. La mayoría de los integrantes son multi instrumentistas, por ejemplo, Abel Delgado toca acordeón y tuba, Juan Ángel Gutierrez es voz, cuerdas y percusiones. Esta habilidad los hace moverse de lado a lado del escenario hacia donde se encuentre el instrumento que les corresponde según la canción a interpretar. Es de esta misma manera que a lo largo del concierto y al paso de cada interpretación nos llevan a diferentes partes de la región Mexicana, “Luz y Sombra” de Chihuahua, “Los Negritos” de Veracruz, y más allá de nuestras fronteras, pero dentro aun de nuestra región latina, “Sin ti” de Bolivia, “Cachita” de Cuba, “Cumbia sobre el mar” de Colombia, son algunos ejemplos de las canciones que nos transportaron con sus particulares ritmos a sus tierras de origen. Varias de estas canciones estuvieron acompañadas por la acertada participación de la Compañía Titular de Danza Folclórica de la UANL, lo cual complemento el evento y le dio, aún más, un toque de fiesta. Luciéndose en su actuación tanto en grupo, como las parejas que bailaron al son del danzón o rumba. Otra peculiaridad de la noche fue la interpretación de los boleros, “Perdón” de los Tres Reyes y “Madrigal” de Felipe R. Goyco, lo cual rompe un poco con el esquema del folklore propiamente dicho, sin embargo entra dentro de la memoria colectiva de nuestra música mexicana y nos provoca la melancolía, ya sea del romanticismo en sí, o del recuerdo de algún familiar ya de avanzada edad aficionado a la música de tríos. Se acerca el final y nos presentan “La Culebra” explicándonos que por su ritmo nos remontaremos a los años del cine de oro mexicano y las grandes bandas que acompañaban 15


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a las entonces tradicionales Rumberas en sus bailables. El grupo anuncia el cierre después de casi dos horas, pero la audiencia pide más. Nos regalan entonces “El Circo” para cerrar el concierto cerca de las nueve de la noche. Es entonces como finaliza un evento con tal variedad de ritmos que de igual manera nos motivaron a mover los pies al mero estilo del “zapateado”, balancear las caderas o sacar a la pareja para bailar románticamente. La gran ovación que brinda el público es más que merecida, gritos de ánimo y aplausos son muestra de que no solo disfrutaron de las interpretaciones, sino que además se contagiaron del sazón tan particular que le imprime el grupo. Felicidades a Pico de Gallo por este excelente primera y exitosa presentación, ¡Que vengan más conciertos! Referencias de imágeners: Pérez, M. (2013) Concierto pico de gallo. [fotografía] Pérez, M. (2013) Entrada [fotografía] Pérez, M. (2013) Concierto [fotografía]

Conferencia: “Arte, Vida y Desarrollo Personal” Por Benito Martínez

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l pasado martes 26 de febrero, en el auditorio Agustín Basave de la Facultad de Psicología (UANL), se llevó a cabo la conferencia: “Arte, Vida y Desarrollo Personal”, impartida por el Dr. Ramón Cabrera (historiador de arte y profesor de origen cu-

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bano) y organizada por el grupo estudiantil “Psicología Consciente” — del cual soy integrante —, en dicho evento se ofreció una mirada amplia sobre los factores que determinan los modos de creación y apreciación (modos de “lectura”, en palabras del conferencista) del arte en general, así como la determinación que tiene la vida de la persona en los modos de “ver” el arte en experiencia propia. La conferencia inició con la presentación de imágenes a cargo del expositor, imágenes que para él representaban el título de la ponencia, de las cuales se eligió una para promocionar este evento. Dos tesis principales se distinguieron en la conferencia del Dr. Ramón, la primera se refiere a la apreciación de la imagen de arte, concepción sobre la imagen no como algo que estimula únicamente los receptores visuales, sino como entidad que actúa sobre “todos los sentidos” y que genera una actividad mental (endoimagen). Por lo tanto, el expositor conceptualiza el arte no como algo que posee propiedades artísticas intrínsecas y que es determinado por sí solo como obra de arte, sino como algo que toma su forma particular en su interacción con el creador o receptor (“lector”), y para lo que se requiere algo más allá que simple percepción para ser asimilado: procesos cognitivos, educación y códigos de desciframiento (entre ellos el lenguaje) formados en la vida en sociedad; es decir, que para comprender y hacer arte se requiere de “cultura”. Sobre este punto el conferencista interpretó con maestría un posible sentido de imágenes artísticas contemporáneas de apa-


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riencia inverosímil que dudosamente podrían ser percibidas como obras de arte para el espectador casual. La segunda tesis expuesta estuvo orgánicamente ligada a la primera, y se refiere a que, así como la cultura y la organización de la sociedad se transforma a través de las épocas, junto con ésta también cambian los modos de creación y los modos de “ver” el arte (apreciación), y esto significa que las obras de arte — y en extensión por el expositor, los fenómenos de la vida y la naturaleza — admiten multiplicidad de interpretaciones dependiendo del grado de conciencia (“competencia perceptiva”), así como del repertorio de “instrumentos culturales” de desciframiento con que disponga el individuo. Un mensaje derivado de ésta noción transmitió conscientemente el conferencista: se requiere de una actitud “abierta” y tolerante ante los fenómenos que nos rodean, así como ante la multiplicidad de opiniones y percepciones de los diferentes individuos. Durante la sesión de preguntas/respuestas, una integrante de la audiencia le increpó al conferencista tras una ligera discusión por una crítica que ella le hizo en relación a lo expuesto, al señalarle que él no tenía la verdad absoluta, a lo que el Dr. Ramón Cabrera le respondió: "nunca dije tenerla". El evento finalizó con la exposición del proyecto artístico “Rehilete”, por la licenciada en artes visuales Marilú Ríos, y cuyo objetivo es “proporcionar espacios de contacto humano que inviten a una transformación personal y

comunitaria a través del arte, en base a “microacciones” (pequeños actos efímeros que modifican la realidad) y proyectos (intervenciones profundas a largo plazo en comunidades específicas).”

El Dr. Ramón Cabrera, sosteniendo un reconocimiento por parte del grupo “Psicología Consciente”, fotografía por Rafael Velarde (fotógrafo del periódico universitario “La mujer de Sócrates”). Referencias de imágeners: Velarde, R. (2013). Psicología Consciente - "Arte, vida y desarrollo personal". [fotografía] Recuperada de: https://www.facebook.com/media/ set/?set=a.487244134668323.111946.352258024833602&type=1 Velarde, R. (2013). Psicología Consciente - "Arte, vida y desarrollo personal". [fotografía] Recuperada de: https://www.facebook.com/media/ set/?set=a.487244134668323.111946.352258024833602&type=1

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Temática central:

El sueño, la vía regia al psicoanálisis Por Guillermo Vanegas Arrambide

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Introducción

a presente comunicación tiene como finalidad exponer algunas consideraciones generales sobre la importancia del estudio de los sueños en la construcción de la teoría psicoanalítica y su divulgación en el ámbito de la psicología. El estudio del sueño como acto fenoménico ha sido abordado desde múltiples lugares y referencias. Referencias que van desde el pensamiento mitológico en la antigüedad en donde era considerado por su valor predictivo y premonitorio, pasando por los arrobos de los místicos en el Medievo y el renacimiento hasta llegar a los estudios del laboratorio de la medicina antomoclinica y el final del siglo diecinueve con la propuesta elaborada por Sigmund Freud en su obra monumental de la interpretación de los sueños. De las referencias antes mencionadas las tres se mantienen y tienen eficacia explicativa en diferentes ámbitos del saber, la referencia mitológica se materializa en el pensamiento mágico de nigromantes, videntes y adivinadoras que desde sus contextos explicativos dan al sueño el estatuto de anticipar el porvenir. Por su parte, el saber se da a la tarea de objetivar el sueño como un acto físico e implementa una suerte de estrategias y artilugios a través de los cuales se ofrece una explicación material de la fisiología del sueño. Desde la perspectiva psicoanalítica el sueño se estudia como un fenómeno psíquico a través del cual el sujeto expresa sus deseos y con ello estructura su subjetividad. El estudio del sueño al igual que el de los síntomas fue-

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ros elementos precipitantes en la constitución de la teoría psicoanalítica y de la elaboración de una teoría de la subjetividad humana. Nos abocaremos en este texto a ofrecer algunas elucidaciones sobre la importancia del estudio de los sueños en la construcción de la cosmovisión psicoanalítica. -De inicio sentaremos el supuesto que el estudio del sueño en el marco de la concepción Freudiana apunta a dos lugares específicos; el primero a pensar el sueño como una formación del inconsciente, que al analizarla nos permite pensar la subjetividad singular del sujeto que participa en un proceso terapéutico, es decir, el fenómeno onírico nos permite andar el camino de la subjetividad del paciente y con ello desvelar el inconsciente, y de esta manera ofrecer alternativas de salud y de bienestar al analizante. Evidentemente el sueño como manifestación clínica y como manifestación del inconsciente ocupa un lugar importante en la conceptualización freudiana, sin embargo su máxima trascendencia la adquiere cuando el sueño se torna un pretexto y un punto de partida que permite a Freud elaborar una teoría metapsicológica, que da cuenta del sueño pero también de toda la subjetividad humana. Así, el estudio del sueño lleva a Freud a pensar una teoría general del psiquismo, en donde la interpretación clínica de los sueños es una estrategia más en el desvelamiento de lo inconsciente. En esta línea argumental podemos decir que fueron dos los elementos surgidos de la


Tema central: El sueño, la vía regia al psicoanálisis

clínica los que fincaron los cimentos de la concepción psicoanalítica de sujeto psíquico. La clínica de la histeria permitió pensar la dinámica del síntoma y del fenómeno onírico la construcción de un aparato mental constituido por sistemas topológicos separados lo que daría como consecuencia la concepción del sujeto escindido, o del sujeto del inconsciente. En este sentido basta echar una ojeada a «Los estudios sobre la histeria» en parte IV La psicoterapia de la histeria (Freud, 1895) y a «La interpretación de los sueños» en su capítulo séptimo La psicología de los procesos oníricos (Freud, 1900) para encontrar una concepción del sujeto psíquico y una concepción del sujeto del inconsciente. Supuestos que sentaron las bases para la construcción de una teoría general de la subjetividad humana. -El lugar princeps donde se aborda el estudio de los sueños en la teoría psicoanalítica es en la obra monumental de La interpretación de los sueños, texto trabajado en sus primeros capítulos en el año de 1896 y culminado en finales de 1899 con el capítulo de «La psicología de los procesos oníricos» aunque pos-datado en 1900 a fin que apareciera con el nuevo siglo. El texto desde su titulo evoca una primera reflexión. Es un texto o manual para interpretar los sueños, o entendemos el vocablo alemán Detung (interpretación) en su aceptación de significación de los sueños. En ambas aceptación lo que buscaba Freud era explicar al sueño como un acto psíquico, con un significado particular que el soñante no tiene consciente y que puede ser interpretado a fin se develar sus significado. Interpretación o significación ambos verbos nos conducen al discernimiento del sentido inconsciente del fenómeno onírico. Otro elemento que evoca nuestra reflexión es una frase criptica escrita en las ultimas paginas del ya mencionado capitulo siete de La interpretación de los sueños donde Freud escribe:«Flectere si nequeosuperos, acherontamo-

vebo» (Freud 1900 b. p. 597) que se traduciría: «Si no puedo inclinar a los poderes superiores, moveré las regiones infernales» con esta sentencia anticipa al lector el terreno inhóspito en el que se adentrara el incursionaren el región demoniaca y ominosa de la significación de los sueños y del análisis del inconsciente. -El estudio de los sueños nos exige pensar en el sujeto implicado, el soñante solo sabe que sueña pero no sabe lo que sueña, el significado de su sueño le es desconocido, sin embargo eso lo exime, de ser constructor se su significación. El contenido manifiesto de su sueño es solo el texto que enmascara sus deseos libidinales que deformados por la censura onírica se expresan de forma desfigurada a fin de no incomodar al yo del sujeto y a los valores éticos y estéticos que orientan su actividad consiente y racional. En este sentido, Freud es categórico al sentenciar que el sueño «Es una realización de deseos insatisfechos»deseos que emergen de lo inconsciente y que buscan su satisfacción de manera alucinatoria. Búsqueda de la satisfacción es regida por el principio del placer y que se vale de los mecanismos de condensación y

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Tema central: El sueño, la vía regia al psicoanálisis

desplazamiento para desfigurar y neutralizar los elementos que producen displacer provenientes del inconsciente. El sueño nos aparece como una realización de deseos del inconsciente, deseos libidinales que atentan contra los valores éticos, estéticos y morales del yo. Así, a pesar de su deformación el sueño sigue siendo una realización de deseos análisis mediante, es decir, después del proceso de develación. Para terminar una última reflexión a fin de desmitificar el sentido del sueño en la vida cotidiana, este no es como sentencian los agoreros y los videntes una anticipación de eventos próximos y de predicción del futuro. El sueño en la práctica psicoanalítica se concibe como una manifestación clínica que posibilita el análisis del pasado infantil que estructura la forma de ser y estar del sujeto en el presente, para con esta plataforma subjetiva construir el futuro del sujeto. Así, con el estudio del sueño analizamos el pasada para entender el presente y proyectar el futuro.

Conclusiones

A manera de cierre solo nos resta decir, que el sueño fue para Freud la vía regia para el estudio del inconsciente, sin embargo, retomando la frase del creador del psicoanálisis, estamos en condiciones de decir, que el estudio del sueño es la vía regia para la apropiación de la teoría psicoanalítica. En este sentido sostenemos que el mejor acercamiento al estudio del psicoanálisis como teoría y práctica debe considerar La interpretación de los sueños como punto de partida. Referencias bibliográficas: Freud S. (1895) Estudios sobre la histeria. O.C. Vol. II Ed. Amorrortu Buenos Aires 1979 Freud S. (1900) La interpretación de los sueños Vol. III Ed. Amorrortu Buenos Aires 1979 Freud S. (1900 b) La interpretación de los sueños Vol. IV Ed. Amorrortu Buenos Aires 1979 Referencias de imágeners: Die «Traumdeutung» von Prof. Dr. Sigmund Freud [fotografía]. (s.f.). Recuperado de http://www.dfabricius.de/freud_pic.php?nr=2 Nerilicon, CagleCartoons.com [imagen]. (2008). Recuperado de http://www.classbrain.com/artteensb/publish/freud.shtml

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¿Funciones del sueño?

Por Alejandro Moreno Martinez | Director del Departamento Académico de Psicología y del Centro de Tratamiento e Investigación de la Ansiedad, Universidad de Monterrey | alejandro.moreno@udem.edu.mx

«Hay que dormir. Cuando soñamos, hacemos que el sol salga de nuevo, y que las cosas vuelvan a su lugar»

-M., 5 años

«Un niño pequeño me preguntó un día que si, cuando uno cuenta su “sueño de la noche”, eso «hace algo sobre el rostro»

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-Pierre Fédida (2002)

l presente texto constituye la satisfacción substitutiva de un sueño, aquél de volver a las apasionantes pláticas de estudiante, con compañeros y profesores. Saludo la cortesía de Sui Generis con un escrito un tanto platicado, que pretende dejar la estructura un tanto aburrida de la exposición académica, y se va con la prisa de la redacción. Su expectativa: que sea pretexto de otras lecturas. Debo a la lectura de un texto de François Villa1 la relectura del de Ferenczi intitulado Reflexiones sobre el traumatismo. La función traumatolítica del sueño puesta en primer plano por Ferenczi posibilita un movimiento de la clínica de la neurosis hacia nuevos derroteros2. En su conjunto, la clínica psicoanalítica pasó históricamente de la consideración del fantasear como agente patógeno en la neurosis a la constatación, cada vez más grave, de que la fantasía funge como agente protector. Dicha consideración ha sido hecha a la luz del registro que podríamos llamar limítrofe, en el sentido que le diera André Green, aquello en los límites de lo analizable3: El registro psicosomático, las organizaciones perversas, las soluciones adictivas, sin olvidar las personalidades “como sí”, falso self, etcétera, que formarán el inmenso catálogo de lo que se da en llamar, en pasillo, el paciente difícil.


Tema central: ¿Funciones del sueño?

Cierto, es común referir el fantasear como productor de sintomatología en la neurosis. Sorprendentemente, el sueño rara vez es invocado, y no por falta de ejemplos, si se considera el despliegue de algunas sintomatologías freudianas. Por mencionar los más evidentes, evoquemos el episodio de la serpiente en el lecho del padre enfermo de Anna O4., verdadera pesadilla o parálisis del sueño; El sueño de los lobos, replicando la escena de la vigilia, en la recámara del durmiente5; El pensamiento intruso de Schreber, entre la vigilia y el sueño6; El sueño de angustia (Angsttraum) de Hansel 7, “mamá no está para hacer cariños”. En la remarcable y polémica conferencia de Confusión de lengua entre el adulto y el niño8, Ferenczi recordará haber declarado la operación, en plena celebración del septuagésimo quinto aniversario de Freud, de una regresión en la técnica y en la teoría del psicoanálisis. Regresar a los comienzos, “entre trauma y catarsis, como si hubiera que pasar por ahí, para ver donde se encuentra el error” sintetizará Jacques André9. La rehabilitación del traumatismo operada por Ferenzci tendrá el valor de nuevo fundamento para el psicoanálisis, tal es el valor de resignificación que le reconocerá Jean Laplanche, en su teoría de la seducción generalizada.10 Dicha regresión en la técnica llevará a Ferenczi a apreciar en el sueño una función de tratamiento de micro-traumatismos cotidianos, revalorando el lugar de los Tagesreste, o restos del día, en la función y la formación del sueño. Consignemos al pasar el interés que porta el considerar, a la luz de dicha consideración clínica, la teoría psicofisiológica de la función del sueño emitida por el célebre Michel Jouvet,

a quien se debe la conceptualización de la llamada fase paradójica del sueño. Para Jouvet, el sueño tendrá la función de reafirmar la programación filogenética en el ser vivo, a través del olvido de la experiencia cotidiana.11 En la consideración del isomorfismo del dispositivo analítico con el modelo del sueño, consignado en la Interpretación del sueño,12 es posible asignar un lugar concreto al psicoanalista en sesión. No podría su lugar ser otro que la de un resto del día para el analizante. Este posicionamiento es clave, Shibbolet incluso, para el ejercicio del psicoanálisis. Su relevancia es aún tanto mayor en los casos en los que la potencialidad del fantasear es puesta en corto-circuito en el dispositivo. Si consideramos la figura clínica de la Neurosis Traumática, PTSD para los contemporáneos, valoraremos la posición de resto diurno que es el analista, cuya permanencia psíquica permitirá la aparición de la realización onírica de deseo, del juego, de la fantasía, de la simbolización. Principio del placer que libera de lo real que no cesa de repetirse de la misma forma, para que pueda repetirse de manera diferente. Frente a la simpleza aparente que los recién llegados encuentran en Winnicott, y a lo cuestionable de ciertos procederes técnicos, rescataremos aquí la loca metapsicología de nombrar medio ambiente al analista, llegado el momento de la regresión a la dependencia. En la clínica de lo limítrofe, ¿se volverá el analista un resto diurno que percibe, por trasposición en imágenes, el sueño que el otro no logra construir? Desde construcciones en el análisis13, Freud llamará la atención del carácter cuasi-alucinatorio, de inscripción perceptiva, de los

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Tema central: ¿Funciones del sueño?

elementos ausentes en la memoria del analizante, comunicados por el analista en sesión. Todo ocurre ahí como si el psiquismo se debiera de inscribir por vez primera. Otra manera de apreciar, por comparación simple, hasta qué punto la psicosis es un tratamiento autocrático cuyo objetivo apunta a un segundo intento de inscripción perceptiva de la memoria que nunca tuvo lugar. La metáfora freudiana de una arqueología de lo que potencialmente será un pasado es no sólo bella sino válida, a condición de no presuponer una facilidad en el hallazgo de lo faltante: Si el templo que estudiamos es un períptero dodecástilo, su columna faltante no nos hará siempre ver once en pie, sino a menudo un perfecto decástilo. Es preciso recordar, una y otra vez, las enigmáticas fuerzas de la síntesis yoica. La insistencia de la sexualidad en el sueño, razonable por su pertinencia, necesaria debido a la resistencia cultural, opaca entonces el referente a la figura del trauma psíquico. Lejos de ser el único aspecto del sueño oculto por la realización del deseo en el sueño que funciona, las fallas del funcionamiento onírico ponen a nuestra disposición vías de trabajo importantes de la clínica. Evocaremos a continuación la muerte. El sueño, a la par de la función de realización de deseo, y la función traumatolítica, obedece a la función del duelo: es como si el sujeto debiera investir, punto por punto, las huellas mnémicas del objeto perdido, como para separarse de él: “Se ejecuta pieza por pieza con un gran gasto de tiempo y de energía de investidura, y entretanto la existencia del objeto perdido continúa en lo psíquico”.14 La clínica del duelo exige del analista su supervivencia pese al uso en extremo ambivalente y las fantasías de aniquilación de las que será objeto. El vencimiento del insomnio melancólico permitirá la cadaverización del objeto encriptado y la metabolización de un objeto psíquico capaz de dar vida en el sueño al ausente, cuya presencia tomará 22

la distancia necesaria para poder ser tratado por la sexualidad. El sueño es escritura, y la escritura sueño. En aras de evocar al ausente, referiremos al recientemente desaparecido J.-B. Pontalis, antídoto contra las conclusiones, ferviente defensor del inacabamiento. Pontalis lleva el triunfo de no haber vuelto analista a Georges Perec, de quien fuera su segundo analista –el primero Michel De M’Uzan - sino haberse vuelto él mismo escritor, productor de una literatura que deja la precisión del Vocabulario escrito junto a Laplanche, para adentrarse, cada vez más, en el trabajo de la lengua común y de la reflexión libre, sostenida por la clínica, su erudición analítica, y su cultura. En el magnífico ejercicio autobiográfico – y analítico - traducido como El que duerme despierto,15 Pontalis describirá su visión del sueño de Constantino y, a partir de ese cuadro, todo el fresco de la Leyenda de la Verdadera Cruz realizado por Piero della Francesca en San Francesco d’Arezzo. Refiriendo al excelente texto de Pierre Fédida –otro ausente presente - El sitio del extranjero16, la mirada de Pontalis prefiere, al emperador que duerme, la presencia frontal y franca del que vela: ”Me ha ocurrido encontrar en el conjunto de la escena representada por Piero una lejana analogía con lo que Pierre Fédida ha llamado el Sitio del análisis: el hombre recostado, ocupado todo en su visión; el hombre sentado cerca de él, que vela y cuyos pensamientos, imágenes que le vienen son tal vez en resonancia con lo que aparece ante el durmiente; los dos guardias, en fin,


Tema central: ¿Funciones del sueño?

que impiden toda intrusión del mundo exterior en lo que es, a la vez, un espacio tan íntimo como extraño. Todas las escenas del fresco de Arezzo se sitúan en ese espacio. Tengo, más que la impresión, la certeza de que se organizan alrededor del sueño de Constantino. Las miradas fijas, los árboles, la reina de Saba y su séquito, las columnas, la arquitectura misma son emanaciones de ese sueño”. A Pontalis, esos pequeños textos le gustaban como los sueños. No acaban, tan sólo marcan un punto, y se dejan recordar. Referencias de imágenes: Roller, O. (2008) Jean-Bertrand Pontalis, en février 2008 à Paris [fotografía]. Recuperado de http://md0.libe.com/photo/485687/?modified_ at=1358332604&width=476 Francesca, P. (1466) La búsqueda y el reconocimiento de la Vera Cruz [pintura]. Recuperado de http://es.wahooart.com/A55A04/w.nsf/ Opra/BRUE-8LT4KH Referencias de pies: Villa, F., 19XX, Les étrangers du jour dans l’intimité de la nuit, en L’Intime et l’étranger. Nouvelle Revue de Psychanalyse, No 40. Paris, Gallimard, 1989

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2 Ferenczi, S., 19XX, reflexiones sobre el traumatismo, en Obras Completas, Psicoanálisis Tomo IV. Ed. Espasa-Calpe, Madrid: 1984 3 Green, A. La Folie Privée. Psychanalyse des cas-limites. Paris: Gallimard, 1990. 4 Breuer, J., Freud, S. (1895) Estudios sobre la Histeria, en Obras Completas, Vol. I. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. 5 Freud, S. (1918). De la historia de una neurosis infantil, en Obras Completas, Vol. VIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. 6 Freud, S. (1911). Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (Dementia paranoides) descrito autobiográficamente, en Obras Completas, Vol. VIII. Buenos Aires: Amorrortu, 2003. 7 Freud, S. (1909) Análisis de la fobia de un niño de cinco años, en Obras Completas, Vol. X. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003. 8 Ferenczi, S. (1933). Confusión de lenguas entre el adulto y el niño, en Obras Completas, Psicoanálisis Tomo IV, Madrid: Ed. EspasaCalpe, 1984 9 André, J. L’unique objet, en Les états limites. Paris: Presses Universitaires de France, 1999. 10 Laplanche, J. Nouveaux fondements pour la psychanalyse. La séduction originaire. Paris: Presses Universitaires de France, 1994 11

Jouvet, M. Le sommeil et le rêve. Paris: Odile Jacob, 1992

Freud, S. (1900) La interpretación del sueño, en Obras Completas, Vols. IV y V. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003 12

13 Freud, S. (1937) Construcciones en el análisis, en Obras Completas, Vols. IV y V. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003 14 Freud, S. (1914). Duelo y Melancolía, en Obras Completas, Vol. XIV. Buenos Aires: Editorial Amorrortu, 2003 15

Pontalis, J.-B., Le dormeur éveillé, Paris, Mercure de France, 2004

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Fédida, Pierre, Le site de l’étranger, Paris, PUF, 1995

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La entrevista Entrevista al Mtro. Arnoldo Téllez López Por Iris Reyes E. Transcrita por E. González K

¿C

Mtro. Arnoldo Téllez Egresado de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Cursó la Maestría en Metodología de las Ciencias en la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL. Candidato a Doctor en Filosofía con Especialidad en Psicología, en la UANL. Fue coeditor y miembro fundador de la revista “Archivos de Psicofisiología”. De 1990 a 1998 fue Terapeuta del Centro Audiofoniátrico, A.C. Subdirector Académico de la Facultad de Psicología de la UANL. Período: Noviembre 1997-2003. Director de la Facultad de Psicología de la U.A.N.L. a partir de Noviembre del 2003 a 2009. Maestro de las especialidades en “Terapia Familiar Sistémica” y “Hipnosis Clínica Ericksoniana” del Centro de Crecimiento Personal y Familiar, S.C. Período: 1998 a la fecha. Presidente del Consejo Nacional de Enseñanza e Investigación en Psicología (CNEIP) 2008-2011 y actualmente es Subsecretario de Educación Media Superior y Superior en el estado de Nuevo León

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ómo se empezó Usted a involucrar con el tema de los

sueños? Fue cuando era estudiante de la Facultad de Psicología, en 4to o 5to semestre, viendo la materia de Psicofisiología; leí el capítulo de sueños y me gustó y desde entonces creo que no lo he soltado. Lo he cambiado un poco por el de hipnosis, que de alguna forma está relacionado, pero esa fue la forma en la que me interesó esa parte dado que yo leía que el ser humano se pasa un tercio de su vida durmiendo, 8 horas de 24, y si a la edad de 60 años, una persona habrá pasado 20 años durmiendo, realmente es un área que ha pasado como obscura, es decir podemos dar cuenta si es que nos acordamos de esos cuarenta años de vigilia, conscientes entre comillas, pero de esos 20 ¿Qué pasa?, me refiero al dormir, pero el dormir, ese periodo de relativa inconsciente con respecto al medio ambiente, de inmovilidad que se asocia con el descanso físico, con la recuperación, ahí aparece un fenómeno que se llama soñar y ahí el soñar tiene que ocurrir durante el dormir porque si ocurre cuando estamos despiertos, entonces hablaríamos de un evento psicótico, uno puedo soñar despierto, se le llama ensoñación, pero el soñar es otra cosa, cuando ocurre bajo la protección del dormir se vale, en vigilia es un fenómeno totalmente psicótico.

Entonces empecé a estudiar ese periodo de 20 años que incluye el soñar, el 20% del dormir se la pasa uno soñando y me interesé tanto en el dormir como en el soñar. La gente en español se confunde mucho en soñar y dormir, por ejemplo: la palabra sueño se refiere a las dos cosas, tengo sueño se refiere a ganas de dormir, tuve un sueño se refiere a un periodo onírico, esas historias que nuestro cerebro y mente fabrican cada noche, así fue como me gustó mucho, desde un enfoque global, que pasa con el cerebro, las etapas del sueño, la Psicofisiología del sueño, los trastornos del sueño, y básicamente eso, fuimos de los primeros en Monterrey que hicimos estudios electroencefalográficos del sueño o polisomográficos como se le llama, se registraban las ondas cerebrales, la respiración. ¿Esto fue en el laboratorio de Psicofisiología de la FaPsi? Sí, en verdad, los primeros estudios de sueño los hicimos en la UDEM porque tenía un encefalografo que no se disponía en la Facultad de Medicina; nos permitieron usarlo para la investigación del efecto de dormir una hora diaria y ver qué pasaba en esa hora. Nos lo prestaban a cambio de dar unos cursos de encefalografía a los estudiantes de medicina, siendo nosotros estudiantes de Psicología. Así fue como empezamos. También estudiamos el dormir, el soñar y los trastornos. Los trastornos del sueño son muy interesantes, el insomnio es el trastorno más común, en un estudio que hicimos y fue publicado en la salud mental en el 95 y citado en muchos países como referencia de trastornos de sueño en México, ese estudio nos demostró que el insomnio afectaba a un 30% de la población pero solo la mitad lo considera suficientemente serio para consultar un médico, podemos de-


La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López

cir que un 17% de la población urbana tiene insomnio, en el campo seguramente es menor. Realmente los trastornos afectan mucho, una pregunta muy común es ¿Cuál es la función del sueño o del dormir? ¿Cuál es la función? ¿Para qué caer en una inconsciencia por 7 u 8 horas? La ciencia poco a poco ha ido revelando una de las funcionas es la recuperación física, descansar, restaurar energía y eso es importante, ¿Cuánto tiempo? La gente piensa que 8 horas, en las ciudades urbanas la mayoría de la gente duerme 7 horas en una curva normal, va bajando a 6, 5, 4, 3 y las que duermen 8, 9, 10, 11 y 12 horas, también existe esa gente, pero es un porcentaje menor. En cuanto a la recuperación física, ahora se sabe que la hormona del crecimiento se secreta solamente durante el sueño y en el primer tercio de la noche, primeras dos horas. La gente que ya no crecemos, tiene la función de restauración celular, la mitosis, es muy importante para mantenerse joven, evidentemente los niños es importante dormir porque les va a permitir crecer, cuando los ni-

ños no duermen lo suficiente o están estresados hay algo que se llama enanismo Psicosocial que los chavos no crecen lo suficiente o lo que venían programados para crecer, la hormona del crecimiento se ven afectados por el estrés crónico o por las emociones positivas. También está el sueño MOR (REM) este tipo de sueño de movimientos oculares rápidos hace parecer que estás despierto, hay movimientos oculares que nos recuerdan al rastreo ocular, el corazón y la respiración son irregulares, suben y bajan, hay contracciones de los dedos de los pies, de la cara, hay erecciones, 4 sueños MOR en promedio, todo esta actividad del sueño MOR hace parecer una persona despierto bajo una característica, una inhibición de motricidad, la persona no puede convertir sus sueños en acciones. Si no existiera esta inhibición cada noche 4 millones de habitantes, muchos sonámbulos convirtiéndose en acción, la naturaleza es sabia, pero entonces ¿Para qué sirve el sueño MOR? El sueño de no MOR es de pura tranquilidad, pasar la memoria de corto a largo plazo, si no duermes no puedes consolidar información, si se sabe que el dormir es importante, los estudiantes en general universitarios parece que no lo saben, se desvelan recuerdan a corto plazo, generalmente durante el semestre no estudian lo suficiente y el día del examen se desvelan, y retienen a corto plazo, van al examen lo pueden pasar con 70 80 y después no acordarse, cuando lo que queremos es que los estudiantes se lleven la información a sus vidas profesionales, entonces lo correcto es mantenerse en estudiando todo el semestre y dar algunos repasos durante los exámenes, son algunas de las cuestiones. Hay un estudio interesante, por allá de los 80’s, se entrevistaron a un millón de personas aproximadamente y se les dio seguimiento a 10 años 15 años y vieron que la gente (la que no murió) que dormía menos de 7 horas y más de 9 tenía el doble más posibilidades de morir, es una estadística nada más, no implica que haya una relación causal, pero es interesante que el dormir en exceso o dormir menos de cierta manera es peligroso para la salud, claro 25


La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López

no sabemos si la gente está durmiendo menos o más porque ya está enferma o es una causa la falta o el exceso de, esto es parte de lo interesante que los estudiosos de la conducta de los fenómenos psicológicos consideran importante estudiar. ¿Por qué nos interesa saber sobre el sueño? ¿Cómo sociedad hay diferentes matices o interpretaciones? ¿Cuál es ese interés? Yo me centré en la psicobiológica pero la manera correcta es la biopsicosocial, una persona porque tiene insomnio, porque esta estresada, porque está deprimido, que son las dos causas principales ¿Por qué? Por problemas financieros, o porque su hijo va a nacer y hay que pagar los gastos de maternidad, o porque tienen a algún familiar enfermo en peligro de morir, o problemas de pareja, el insomnio causa depresión es de origen psico social, es decir el estrés es por razones psicosociales y evidentemente es lo que hay que estudiar, cuales son las razones que afectan lo sociológico y finalmente lo biológico, por lo tanto el psicólogo es el profesionista más adecuado para incluso en la Psicología de la salud, ver los pacientes para los diversos problemas, porque un médico te puede dar una pastilla, un calmante y te puede forzar a dormir y descansas, por una noche o dos pero eso no solucionará los problemas financieros ni los problemas con una pareja, se tiene que resolver a un nivel psicosocial y esa es la ventaja que los Psicólogos podemos ayudar a sanar la mente y el cuerpo a través de nuestras metodologías, yo personalmente uso mucho la psicología de la salud y el estudio de los sueños y sus trastornos es parte de la psicología de la salud. Nuestro cerebro es un cerebro social o psicosocial, nace, crece en redes sociales con cultura, por ejemplo hay culturas que han suprimido la siesta, las muy trabajadoras, pero la siesta es algo normal, es parte de la función, la palabra siesta viene del latín sexta, que es la sexta hora después de empezar a trabajar, coincide con la hora de la comida pero no se debe a la comida, ahora se sabe que la siesta de unos 15 o 20 minutos, 26

es muy reparadora y te ayuda a prevenir ataques cardiacos, hipertensión, etc. cuando se toma en forma regular, ahora en las empresas en USA y en otros países fomentan el powerNAP, es decir, la siesta que empodera, porque saben que esos 15 o 20 minutos te pueden dar energía y creatividad para seguir trabajando, entonces hay muchas áreas del sueño que son de mucha relevancia para la Psicología, y ese tercio afecta la vigilia, si duermes bien estás bien durante el día y al revés.

¿El contenido del sueño tendría una relación con el insomnio por ejemplo? No necesariamente, el insomnio generalmente es por estrés crónico o depresión; el que está estresado tiene dificultades para empezar a dormir y el deprimido tiene insomnio determinal, es aquel que se duerme y para las tres de la mañana se despierta, no tiene nada que hacer, está cansado pero no puede dormir, esa es la diferencia entre uno y otro, pero si nos metemos a los sueños, el soñar es otro tema, todos sabemos que los sueños y su contenido onírico, esas historias que ocurren en la noche sin aparente control voluntario de uno ha maravillado a la historia de la humanidad, si tu checas la biblia tiene gran cantidad de sueños, sueños proféticos, con mensajes de dios, etc. En 1900, Freud publica la interpretación de los sueños, una obra muy importante no nada más para el psicoanálisis sino en general para la Psicología, dando la importancia a esa parte que ocurre en la noche cuando estamos inconscientes donde la vida Psicológica continúa funcionando y que


La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López

puede ayudar a la terapia usando los simbolismos. En mi área, la hipnoterapia, a veces se usa favoreciendo los sueños, de salud o de sexualidad sana dependiendo el problema, a veces una persona que tiene un deseo sexual inhibido, que es un síndrome muy común, el más común de consulta, aparte de ver las causas que pueden ser maritales, o de abuso sexual, etcétera. Una de las técnicas que se usan es producir sueños con contenido sexual con técnicas específicas, pero esta parte del soñar, de los sueños fue Freud quien lo estudió a profundidad (los mecanismos psicológicos que intervienen en la simbolización del contenido onírico).

También en su trabajo con la hipnosis y con las enfermedades crónicas como el cáncer, ¿qué relaciones o influencia tienen los sueños a propósito de lo que recién comenta acerca de los sueños de salud? Fíjate que es algo muy interesante: primero, los pacientes con cáncer, nosotros trabajamos específicamente con cáncer de mama, el puro diagnóstico, decirle que se la hará un estudio específico para el diagnóstico es un latigazo emocional que en palabras de las pacientes «El doctor siguió hablando y ya no le escuché»; la gente se deprime, se enoja, busca culpables, afecta también a la familia y el sueño se ve afectado, no puede dormir, se despierta durante las noches con pesadillas, a veces recordando el momento en el que el doctor le decía que tenía cáncer y ahí la intervención del Psicólogo es muy importante, porque la paciente con cáncer de mama pasa por 3

fases difíciles, el diagnóstico, que los diagnósticos deben darse con mucho cuidado y señalar que no es una sentencia de muerte; la mastectomía, la mama en la mujer tiene 3 representaciones, simbolismos, representa la maternidad, la feminidad y sexualidad. Entonces con esa mutilación se trastorna la autoimagen y aunque ahora hay cirujanos plásticos y pueden reparar la zona a veces su sexualidad también se altera, pero el 3ero. es la quimioterapia, algo pesado, los psicólogos podemos hacer mucho para disminuir la nausea, el vomito y fatiga extrema, que e solo más común, una de las consecuencias de la quimio es la pérdida de cabello que también ahí la mujer tiene que enfrentar eso, una peluca o un turbante, todo esto, en estas 3 fases el psicólogo puede actuar muy bien y es necesario que la persona duerma bien porque otra característica del dormir, es la elevación o disminución de defensas o sistema inmunológico, entonces las personas tienen pesadillas o estrés por el diagnóstico más la cuestión inmune y no le hacemos ningún favor para la recuperación o sanación. Entonces necesitamos corregir, ya que uno de los principales efectos del tratamiento con hipnoterapia es que mejora mucho su sueño y otro es su autoestima, su optimismo mejora, ya que con el diagnóstico vienen los pensamientos catastróficos, miedo a la muerte, preocupación por los hijos. Regresando al tema de los sueños, es algo que se altera en los pacientes con cáncer y algo que mejora mucho con la intervención psicológica. Cada vez estoy más contento de las herramientas que tenemos los Psicólogos, usamos el lenguaje, todas las técnicas son a través de un lenguaje especializado, el poder de la palabra, la hipnoterapia es lenguaje, pero el lenguaje cura, el lenguaje enferma, sana las emociones y sana el cuerpo. ¿Qué es lo que sigue? ¿Cómo Psicólogos que áreas de oportunidad tenemos para abundar este tema? Hay mucho que hacer, ya es pesada la carga de los pacientes con cáncer o con otras enfer27


La Entrevista: Mtro. Arnoldo Téllez López

medades crónicas como la diabetes, hipertensión, muchas enfermedades que el Psicólogo puede hacer cosas para mejorar su salud, evidentemente se ve reflejado en un buen dormir o en los sueños. ¿Hacía donde va la investigación y la intervención en cuanto a la clínica se refiere? La ciencia siempre tiene que estar descubriendo cosas, trastorno de sueños diferentes, el sonambulismo tal como se conoce, ocurre en la etapa no MOR, cuando no sueñas, ocurre en niños y va disminuyendo con la edad y hay un componente genético, los hijos o son sonámbulos y hablan dormidos, pero hay un trastorno llamado trastorno conductual del dormir MOR que se da en la gente grande, después de los 50, empieza primero dando patadas, pegándole a la pareja, convierten el sueño en acción, incluso han reportado en revistas científicas casos de gente que asesinó a alguien por este tipo de conductas, o se dañan ellos mucho, saltan de un segundo piso, pasar por una puerta de cristal dentro de otros ejemplos. La apnea del sueño, que no respiras durante la noche, pasas desde 20 segundos hasta un minuto sin respirar y puede haber hasta 300 periodos de apena, tuvimos un paciente que prácticamente si estaba dormido no respiraba, si estaba despierto respiraba, si estaba dormido no, casi siempre son pacientes gorditos, no se oxigena suficientemente el cerebro e incluso pueden desarrollar una enfermedad cardiaca mientras duermen, ese trastorno es visto como el ronquido insoportable, este tipo de trastorno no afecta sólo al sujeto sino a la familia, uno ronca y los demás tienen insomnio y así. Este tipo de investigación estaba oculta pues es un fenómeno que sucede sólo en el sueño, hasta que a un investigador se le ocurrió registrar la respiración durante el sueño, en un paciente que se aquejaba de insomnio y resultó que no podía respirar mientras dormía; cada vez se descubren nuevos trastornos y más esta sociedad moderna que tenemos ofrece más alternativas de salud de información para que la gente pueda mejo28

rar su calidad de vida. ¿Qué se espera? No sabemos cómo vaya a afectar todo esto de lo virtual, los chats, las redes sociales, las cosas van cambiando y la sociedad se va acomodando, por ejemplo el delito cibernético antes no existía y las leyes se están adecuando, o el bulling cibernético o el acoso sexual, todo eso tiene que irse adecuando, ¿Cómo afectará? Desde Thomás Alba Edison que inventó el foco, antes de eso la gente dormía en la noche, se levantaba al amanecer, tomaba su siesta, se acostaba cuando se apagaba el sol y esa vida natural y normal le daba muchos años de vida, apareció el foco, la industrialización y la necesidad de producir 24 horas continúas y se crearon los turnos de tarde y noche para trabajar y también para divertirse, la gente no duerme, los hábitos adictivos son muy fuertes, no sabemos cómo vaya a afectar esto; la alimentación, el ejercicio en el sueño, todo eso es algo que será muy importante, incluso el sueño de los que hacen viajes espaciales, estudiarlo para hacer viajes artificiales. Referencias de imágenes: [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=111617652259479&set =a.102898423131402.7851.100002337335193&type=1&theater [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=108526002553548&set =t.100002337335193&type=3&theater [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10152129445740338& set=t.100002337335193&type=3&theater [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://www.pnlnet.com/img/erickson1.jpg [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10150765069235075& set=t.100002337335193&type=3&theaterv


Dossier Pensar en el nombre de Freud (1856-1839) Por Martha Patricia Liévano Franco Maestra de la Facultad de Psicología y de la Maestría en Ciencias con opción en Violencia Familiar de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. Dra. por el Departamento de Psicología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona, España

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Margarita Shears Lozano

Marina Duque Mora

Maestra de la Facultad de Psicología y de la Maestría en Ciencias con opción en Violencia Familiar de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México. Estudios de doctorado en Psicología Clínica y de la Salud en la Universidad de Salamanca, España.

Psicoanalista. Maestra de la Facultad de Psicología y Coordinadora de la Maestría en Ciencias con opción en Violencia Familiar de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México

ensar en el nombre de Freud. Pensamos que Freud es alguien a quien ahora se conoce sólo de nombre; pertenece a una generación agitada, que fue testigo de una y otra guerra, que vio nacer el siglo XX, nuestro siglo y no podrá verlo morir. Freud, su nombre, se halla lejos ya y hoy todavía se discuten sus actividades sobresalientes a nivel teórico, técnico, ideológico, filosófico, político, etcétera, e incluso, se debaten e indagan detalles de su vida privada con curiosidad voraz: ¿A dónde iba de paseo? ¿Cómo hacía para escribir tantas y tantas cuartillas? ¿Coleccionaba pinturas, imágenes, figuras? ¿Era Ana su hija favorita? En fin… Freud, a pesar de los años, sigue siendo un flamante generador de preguntas brillantes y triviales; no ha dejado de estar presente en las ociosas mesas de los cafés para intelectuales, en los textos de psicoanalistas, sociólogos, médicos filósofos, psicólogos, educadores y lingüistas; en la boca de tantos tercos profesores y enardecidos congresistas; en el coraje afilado de sus opositores. Freud no cesa y no se cansa de ser objeto de múltiples ensayos, e investigaciones críticas, alegatos y vituperios, mitos, apologías, continuaciones, rumores… Ha nacido y muerto el Freud

de carne y sangre; el primer psicoanalista, el que revolucionó su tiempo afianzado en su propia intimidad, el fumador incansable que descubrió el inconsciente y su maquinaria que apesta y perfuma; el que se atrevió a enfrentarse con toda la psicología y la medicina que precedieron al nacimiento del psicoanálisis. Muerto está, y de él, dentro de poco no se encontrarán ni rastros, habrá de diluirse su polvo entre el polvo anónimo. Sin embargo, Freud persiste en toda su estatura, su arrojo y su prudencia. Freud persiste como creador de un aparato de conocimiento cuya consistencia ha logrado extenderse a través de distintas interpretaciones, para alimentar la emergencia de distintas tendencias o escuelas o grupos cuya mirada pretende apuntar hacia Freud en ocasiones sólo supuestamente. Como esforzado intelectual, no se desgasta sino que, al contrario, se fortalece y se expande con las inquietudes que inspira y engendra en los distintos medios clínicos y culturales donde es escuchado ávidamente. Uno de los afanes que se asoman mayormente entre los interesados en el nombre de Freud es el de recuperarlo. Esta recuperación puede efectuarse desde distintos enfoques. Así pues, tenemos las siguientes tentativas: 1. Recuperación biográfica en el sentido tradicional (anécdotas, fechas, obras, relaciones familiares, relato de hallazgos y búsquedas. Por ejemplo: Irving Stone (1971), Martin Freud. (1966). 1 2. Recuperación biográfica en el sentido 29


Dossier: Pensar en el nombre de Freud

psicoanalítico (análisis de sus sueños, sus lapsus linguae y sus lapsus calami, sus ligazones y sus rompimientos, sus puntos ciegos y sus obsesiones. Por ejemplo: Didier Anzieu, (1979); Alexander Grinstein, (1981).2 3. Recuperación de índole teórico-técnica (lectura y seguimiento paciente de sus textos. Selección, organización y clasificación de los mismos. Búsqueda de problemas apenas atisbados. Empeño en la continuación de su obra. Por ejemplo: J Laplanche y J. Pontalis (1981).3 4. Recuperación de índole exclusivamente teórica, o bien teórico-técnica, a partir de una problemática no psicoanalítica (ejercicio de una lectura filosófica, histórica, política, literaria o sociológica de la obra de Freud. Por ejemplo Paul Ricoeur, (1999), Judith Butler (2001), Slavo Zizek (1992).4 Dado el entrecruzamiento y la eventual cooperación entre las distintas tentativas de recuperación del nombre de Freud, sus pertenencias no llegan jamás al descanso. Nunca falta un psicoanalista que escarba entre su correspondencia privada, que revisa sus libros y sus adornos; un filósofo que examina sus manuscritos en busca de agazapadas referencias; un sociólogo que caza a sus descendientes, armado con una eficaz grabadora… la consigna es entonces: indagar, escarbar y revolotear para recuperar! Por todo esto, sostener el enunciado: Pensar en el nombre de Freud encierra un designio de largo alcance, que exige un verdadero esfuerzo al que no se debe uno indisponer. Los tiempos de Freud, de los inicios de Freud como psicoanalista son tiempos modernos (en la acepción chaplinesca del término). Tiempos donde se verifica un implacable endurecimiento de los horarios de trabajo y descanso. Todo sea por y para la disciplina, la ordenada armonía. Donde las razones para las revueltas y las batidas callejeras no esca30

sean. Tiempos en que ser judío en Europa no es precisamente una ventaja. Eso con la vida laboral y política, pero, preguntemos: ¿Qué hay con la intimidad durante los años del Freud inicial? ¿Cuál es el estado de los códigos cotidianos reguladores de las relaciones sexuales?, por ejemplo. ¿Qué decir de las instancias de la producción discursiva dedicada a la sexualidad? ¿Existen privilegios en este nivel vital o se sufre una «igualdad sexual» de alcances generales? ¿Hasta dónde el sexo es hablado? ¿Hasta dónde y por qué se calla? ¿Qué condiciones hay que soportar para acceder a los usos de la sexualidad? ¿Se organiza ritualmente rondando un templo o lugar especial y una hora sagrada? ¿Quién es el hereje que reniega de este orden tan apreciado?

En la Historia de la sexualidad (1977), Michael Foucault concibe el intercambio sexual inmerso en un proceso estratégico, atenido a un conjunto de dispositivos que le otorgan una definición social, que diferencian en el cuerpo lo aceptado de lo prohibido, la lógica del poder de la subversión y la contra natura. ¿De qué modo el saber organizado asume o se desentiende de esta búsqueda de la clasificación y la codificación? La palabrería, la verborrea alrededor del sexo, el verlo y reconocerlo en todas sus manifestaciones, trae consigo, desde hace cuatro siglos una fórmula del rechazo, un extraño modo


Dossier: Pensar en el nombre de Freud

de negar afirmando que no se niega. Mudo palabrerío que disfraza un discurso encubridor. Nuestra sociedad occidental moderna, a diferencia de las sociedades orientales, carece del intrincado erotismo descrito en sus libros tradicionales, que para nuestras tierras resultan inaplicables; para compensar esta desventaja, se ha inventado una ciencia sexual, una tentativa de saber a través de la confesión. La confesión puede ser de corte: religioso, médico, legal, psicoanalítico. Este último modelo de la escucha es una novedad que nos dio el siglo XX, que vuelve peculiar a este siglo y nos hacer parecer, en general, bastante renuentes al discurso sexual. Freud ha llevado a cabo entonces una doble inauguración. Establece un diálogo con la locura, cuyo instrumento no es la mirada médica sino el oído, listo y atento al lenguaje. Además abre las puertas de una racionalización sin antecedentes; una revolución del pensamiento relacionado con la sexualidad. Corte que no tendrá marcha atrás. El diálogo analítico promueve el brote de materiales de otro modo inaccesibles, cuya fuente debe remitirse al cuerpo y a la infancia. Sectores que han tenido que sucumbir a una existencia negociada, disimulada. El psicoanálisis despojó a la infancia de su máscara de inocencia para mostrarla en su desnuda piel de sexo y perversión. Freud abrió su criterio, su entusiasmo y su atención a la sexualidad. Fue precisamente esta apertura lo que lo apartó de Breuer, la que signó esta primera escisión; la colaboración clínica de ambos se vio obstruida, para Breuer

por una denodada insistencia en lo sexual que, a fin de cuentas, le resultó intolerable. Durante la ejecución de los Estudios sobre la histeria, (1895-1973) Freud miró de frente a la sexualidad, cuando la descubrió en el fondo de la sintomatología histérica; decidió desvelarla llamándola por su propio nombre; y lo mismo hizo en el caso de las llamadas neurosis actuales, donde la causalidad patológica era más directa, más inmediatamente localizable en su componente sexual. Rumbo a 1895, Freud une el proceso de gestación del método psicoanalítico, tantea, ensaya la posibilidad de no interrumpir el habla de las psiconeurosis, especialmente de la histeria; todo esto le posibilita el descubrimiento de la sexualidad como basamento energético de estas formaciones a las cuales pretendía aproximarse desde un punto de vista dinámico, en tanto que rejuegos de fuerzas, que intercambios económicos. Sacudir la memoria, indagar entre los recuerdos desordenados, dejar a las palabras brotar atropelladamente o lentamente, todo este dispositivo le permitía la formación de hipótesis atrevidas en torno a qué fuerzas se ocultaban detrás del velo sintomático que, como cortina de humo, le era puesto enfrente. Sus trabajos acerca de la histeria encierran tanto información de tipo teórico como indicaciones psicoterapéuticas y la presentación de informes clínicos. Breuer había dado con la «catarsis» y, armado con ella, había abordado la histeria mucho antes que Freud. Y este último se hará cargo de llevar este método al extremo, a sugerencia de una de sus pacientes. Este camino hacia la asociación libre, hacia la atención flotante, la neutralidad y la conceptualización de la neurosis de transferencia, en una palabra, hacia el mé31


Dossier: Pensar en el nombre de Freud

todo psicoanalítico, es también el camino hacia una conceptualización analítica de lo sexual. Terquedad freudiana. Es el empeño en la visualización de los fenómenos de la técnica sugestiva, hipnótica y catártica, así con la formulación del aparato técnico psicoanalítico, metodología cuya superioridad respecto de sus antecesores es sumamente notable. Mirar adentro, atrás, sin terror. Recordar por fin lo desconocido. Hablar sin tapujos para ser sin tapujos escuchado. Recuperar la memoria, recuperar el pasado. Recuperación por cierto bastante peligrosa, que conlleva un encuentro con el desarrollo del conjunto de la sexualidad infantil, cuyo curso fue trazado teóricamente hasta 1905; encuentro con aquello que, aunque perenne e irrenunciable, ha cedido en una transacción que la ha dejado cubierta por el olvido, por la famosa «amnesia infantil», aparentemente absoluta e inviolable, encuentro con lo reprimido. El psicoanálisis freudiano pone en escena, o sea, vuelve representable, en el plano clínico y conceptual, un objeto sin precedentes. El psicoanálisis pregunta cuáles son las actitudes del analizado frente al deseo infantil y frente a la imposibilidad de que éste sea satisfecho sin el esfuerzo y la mediación de determinadas negociaciones íntimas; pregunta por los modos constitutivos a través de los cuales el sujeto en cuestión devino portador de su particular resolución correspondiente a la conflictiva edípica; se cuestiona cómo fue que el sujeto fue instado a «elegir» la asunción de tal o cual entidad psicoanalíticamente reconocible, de esta o aquella formación sintomática; rastrea todas y cada una de las manifestaciones de este nuevo objeto que es lo reprimido; escucha aquello que solía permanecer arrumbado, desatendido por la medicina y la psicología anteriores. ¿El aporte analítico fundamental? El descubrimiento del inconsciente: materia cuya captación, cuyo medio de emergencia más importante es su representación en los juegos del lenguaje, cuya percepción es medida y facilitada por la materialidad de la palabra, del diálogo y la sordera, de la alusión indirecta y los 32

múltiples sentidos encerrados en cada enunciación. A partir de Freud son registrables estos fenómenos, a la luz de una situación donde es la búsqueda de la descomposición del discurso en sus distintos componentes pulsionales la invariable; investigación que representa una tendencia a la formulación de una economía capaz de explicar la formación constitutiva y el funcionamiento psíquico del sujeto a raíz de su historicidad infantil como sustentados de una cierta erogeneidad que lo moldea y le ofrece un «destino» particular, un «destino» que es en realidad el destino de un conjunto de transacciones psíquicas en las cuales el personaje principal no es la voluntad ni la conciencia del sujeto, sino la maquinaria energética conocida bajo el concepto de pulsión. Ver las cosas con una óptica dinámica, en términos de energía, de intercambios pulsionales, expresamente sexuales, costó a Freud una lucha con el puritanismo y la hipocresía de su tiempo, le costó la desconfianza y el rechazo inicial de sus colegas médicos, del propio Breuer, de toda la sociedad vienesa mientras el movimiento psicoanalítico no adquirió la fuerza necesaria para hacer sucumbir a la oposición, no desaparecer sino sucumbir. Queremos antes de continuar, manifestar nuestro desagrado ante la idea de que una época pueda ser preferible respecto de cualquier otra. Así pues, caracterizar las actitudes sociales dominantes respecto al ejercicio y el habla de lo sexual en la Europa de fines del siglo XIX y principios del XX, hay que comenzar por ver cómo en la familia, la procreación define a la sexualidad lícita y la diferencia de la otra sexuali-


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dad: la de los burdeles, la pre o extramarital, la degenerada o perversa. La consigna es: casarse y hacer lo que hay que hacer siempre y cuando la procreación esté de por medio. Consecuentemente, el hecho de que Freud enarbolara que mucho más allá de la sexualidad convencionalmente reconocida existe una sexualidad infantil que modela y condiciona la sexualidad adulta y que interviene, prácticamente, en toda la vida humana, hubo de despertar resistencias, repudio. De modo que la sexualidad psicoanalítica plantea además de la lidia con las manifestaciones del inconsciente, tal como se presenta en la clínica, el trato con una oposición social que no era fácil de contener ni de ser vencida, esta lucha costó y cuesta todavía mucho al psicoanálisis; pues las manifestaciones sociales de la resistencia contra la sexualidad infantil continúan emergiendo por distintos medios. Si lo inconsciente, lo reprimido sigue siendo interés del psicoanálisis tiene, a pesar de sus opositores y de los prejuicios y mitos que le salgan al paso su labor asegurada. El psicoanálisis, en tanto institución, que cuerpo social, asoma en un contexto en donde seguramente no es bienvenido: su aparición genera desconcierto, desconfianza, reticencia. El nacimiento del psicoanálisis está signado por su decidido acercamiento al acceso histérico, enfermedad objeto del aparato médico y, concretamente, de una de sus especialidades más os-

curas: la psiquiatría. Ante esta disciplina, Freud viene a forjar una subversión del problema, una renovación de los modos de trabajo clínico. Es evidente, hay en esta puesta en escena un lugar central del deseo; es él quien ocupa ese sitio primordial, carente de competidores, goza de un espacio que trasciende el ordenamiento y la clasificación de los síntomas, que supera con mucho a la visión clínica psiquiátrica y que posibilita al psicoanalista para localizar aquello que la sintomatología trasmite y esconde en un solo movimiento, su fondo, las vinculaciones infantiles del paciente, así como su organización actual e incluso la escenificación de estos vínculos con respecto al analista; es decir, a partir de que se pregunta por el deseo es ya posible poner en acción una lectura de nueva factura, una versión, una reconstrucción de la historia, de las vicisitudes y la represión soportada por el paciente, de su memoria y su olvido; lo mismo es posible un análisis de sus enlaces transferenciales, y también una visión del material contra-transferencial comprometido en el curso del tratamiento. Todo esto viene a reforzar al psicoanálisis como una concepción distinta y ajena a la psiquiatría; a pesar de que Freud hubo de surcar los vericuetos de la formación médica. Así pues, las diferencias entre ambas no tardaron en brotar. Sin embargo las diferencias no estallaron escandalosamente. Se guardó la calma. ¿Qué fue lo que impidió que las discusiones afloraran de manera encarnizada? ¿Un sencillo anhelo de armonía compartido por psiquiatras? ¿Qué escondía esta fachada de cordialidad? El periodo histórico europeo que contextualiza el nacimiento del psicoanálisis es de una relativa calma social. A pesar de la cual, la violencia y las tensiones amenazaban con atreverse a invadir las calles. Las barricadas de los socialistas habían sido prácticamente barridas en 1848, en 1871, ya no se estaba en época de revueltas y tiroteos. Que nadie alzara una barricada, sería un grandísimo error. Los ideales dominantes son el bienestar compartido, la paz, el fortalecimiento industrial. Los arranques del siglo XX muestran, por 33


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una parte, un claro debilitamiento de las luchas obreras, una baja de su intensidad y de su frecuencia; y por otro lado, la formación de las condiciones propicias para la transformación económica de Inglaterra, Alemania y Francia: el encaminamiento hacia la prosperidad burguesa, hacia el estrechamiento de los lazos del capitalismo internacional, de las distintas burguesías europeas, fascinadas por el erguimiento de una renovación industrial, por la construcción de una sociedad dominada por el capitalismo monopolista, por esta nueva fase del capitalismo, a la cual Lenin llamaría imperialista. En el plano ideológico, el marxismo era, a principios del siglo XX, una concepción del mundo prácticamente omnipresente. Su empuje, su coraje habían hecho muchos estragos desde los tiempos de la Primera Internacional. De manera que donde quiera que un conflicto se escenificara, el punto de vista marxista se ponía en juego, inevitablemente. La burguesía, sedienta de consolidación económica y dominio político sobre todos los estratos económicos inferiores, intentaba sofocar el pensamiento marxista, buscaba silenciarlo sobre la base de las reformas políticas, o bien de la violencia desatada, pero también se veía obligada a la repartición de antídotos intelectuales contra el virus rojo, contra el materialismo dialéctico. He aquí que la concepción positivista del mundo, junto a las tradiciones religiosas, era difundida a toda voz por todos los medios posibles. Desde 1948, un fantasma no se cansaba de recorrer Europa, no se cansaba de inquietar a sus habitantes; y contra ese fantasma, la irrupción del positivismo europeo jugó un papel medular. A efecto de esa contraofensiva ideológica burguesa fue que se alentó el cundimiento de valores como «progreso científico y técnico», en tanto que sinónimos de ausencia de crítica social y del uso del ritual de los materiales y procedimientos experimentales. La psiquiatría era, puede decirse, una buena hija de las ciencias experimentales y, por ello, contaba con un considerable prestigio social, siempre y cuando se basara en criterios 34

exclusivamente biológicos, o bien, neurológicos. Freud, neurólogo inquieto, atento y ávido de dar con métodos efectivos en el tratamiento de las enfermedades nerviosas, se introdujo en la práctica de diversas técnicas terapéuticas, que luego de algunos ensayos abandonaría decepcionado. Para hablar del contexto psiquiátrico en el que Freud se desenvuelve, hay que ir un poco atrás. En el siglo XVIII, Mesmer, quien estudió medicina en Viena y partió de ahí (donde no era bien visto) a Paris, comenzó a divulgar un conjunto de teorías relativas a un supuesto fluido universal, cuyo desequilibrio es el origen de las enfermedades mentales. El magnetizador, esta nueva especie de médico, curaba a través de la regulación de este fluido (magnetismo) en el paciente, utilizando para ello pases magnéticos. Esta teoría y esta terapéutica conservan vigencia hasta el siglo XIX, donde se abre una nueva fase en la historia del tratamiento de las enfermedades mentales: la época del hipnotismo. Los nombres más importantes de este periodo son Liebeault, Bernheim y Charcot. Freud se acerca a este último, esperanzado, después de haber fracasado en sus acercamientos a la hidroterapia y a la electroterapia. Imbuido en el método hipnótico, Freud trabaja arduamente hasta convencerse, mientras colabora con Breuer, de que la hipnosis es un obstáculo para el tratamiento, ya no una ventaja sino un estorbo. Posteriormente, después de la Interpretación de los sueños, Freud, analizando las relaciones entre paciente y terapeuta, descubre la transferencia, descubre la contratransferencia y comprende que la labor de médico tiene que ser, antes que la de clasificar y diagnosticar, escuchar, escuchar sin guiar y sin interrumpir. De esta manera, Freud dio un nuevo sentido al problema diagnóstico y lo


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despojó de su sentido descriptivo para otorgarle un sentido dinámico. El psicoanálisis no se preocupa exclusivamente de la localización y desaparición de los síntomas, se preocupa por el intercambio, por el rejuego de fuerzas que está detrás de cada sintomatología. Pero ¿y la psiquiatría? ¿Iba a quedarse cruzada de brazos ante hábil competidor? Freud optó por la cordialidad, por buscar el apoyo institucional antes que la discordia, para eso fue que recibió de pláceme a Jung, un psiquiatra húngaro cercano a las teorías de Kreapelin. Armó el movimiento psicoanalítico con elementos tales como Jung y Abraham, cuya trayectoria ponía en buenas condiciones al psicoanálisis ante la escena psiquiátrica de la época. Y en 1909, acompañado precisamente por Jung, viaja a los Estados Unidos con el fin de promover sus teorías ante los psiquiatras estadounidenses, quienes hubieron de introducir al psicoanálisis en su enseñanza y también como un auxiliar psiquiátrico. Gracias a esa cautela, el psicoanálisis, sí fue resistido por la psiquiatría que le fue contemporánea, mas no definitivamente, es decir, tuvo la oportunidad de transigir: prueba de ello son las teorizaciones de Bleuler dedicadas a la demencia precoz, y la «adaptación» de los conceptos freudianos que los psiquiatras estadounidenses comenzaron a poner en marcha a raíz de la visita que el padre del psicoanálisis les ofreciera. Es notorio que incluso en 1917 (cuando la Asociación Psicoanalítica ha sufrido ya, por ejemplo, las disensiones de Adler y Jung) Freud insista de una alianza con la psiquiatría, más que nada, condicionado por razones de orden político-institucional, de este modo, Freud hubo de orientar su interés hacia el poder médico, pues ahí le era posible obtener un confortable respaldo social, mientras que fuera de ahí lo acechaba la marginación y el desprestigio. Sin embargo, hay que subrayar que la actitud de Freud ante la medicina es ambivalente, ya que, en el plano institucional, no renuncia a establecer con la psiquiatría un diálogo cordial y paciente; mientras que en lo concerniente a sus investigaciones, reniega del instrumental

neurológico o psiquiátrico, y procede guiado por sus propios descubrimientos. Referencias bibliográficas: Anzieu. D, (1979). Autoanálisis de Freud y el descubrimiento del inconsciente. México: Siglo XXI. Butler. J, (2001) Mecanismos psíquicos del poder. España: Cátedra. Foucault, M. (1977). Historia de la sexualidad I. La voluntad de saber. México: Siglo XXI. Foucault, M. (1976). Historia de la locura en la época clásica. México: F.C.E. Freud, M. (1966). Sigmund Freud: mi padre. Argentina: Hormé. Freud, S. (1973). Obras Completas. Tomo I. España: Biblioteca Nueva. Grinstein. A, (1981). Los sueños de Sigmund Freud. México: Siglo XXI. Laplanche, J. (1980). La sexualidad. España: Biblioteca Nueva. Laplanche. J, & Pontalis. J, (1981). Diccionario de psicoanálisis. España: Labor. Ricoeur, P. (1999). Freud: una interpretación de la cultura. México: Siglo XXI. Stone, I. (1971). Pasiones del espíritu. Argentina: Emece. Slavoj, Z. (1992). El sublime objeto de la ideología. México: Siglo XXI. Szpilka, J. (1979). La teoría psicoanalítica y los esquemas referenciales. Buenos Aires: Trieb. Referencias de imágenes: Pollak, M. (1914). Sigmund Freud at his desk [fotografía]. Recuperado de http://www.monash.edu.au/muma/exhibitions/past/2007/ sigmund-freud.html Sigmund Freud with his chow [fotografía]. (s.f.). Recuperado de http://dailywag.marthastewart.com/wp-content/uploads/2009/10/ freud-with-dog.jpg Freud's Library [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://www.guildofpsychotherapists.org.uk/Images/BooksLarge.jpg Sexy Focault [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://thephilosophicalboy.files.wordpress.com/2012/11/dsc_0030-2.jpg?w=460 Studies on Hysteria [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://4. bp.blogspot.com/_wzra4Av-B58/RwP0Rq4skoI/AAAAAAAAABw/ JM-giBIzAwk/s1600/2.JPG Psy [imagen]. (2005). Recuperado de http://anonymousspirit.canalblog.com/images/psy.jpg Freud & Jung [fotografía]. (s.f.) Recuperado de http://www.centrojung. com.ar/__JungFreud2.jpg Referencias de pies: Stone. Irvin, (1971) Pasiones del espíritu. Emece. Argentina. Freud. Martin, (1966) Sigmund Freud: mi padre. Hormé. Argentina

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2 Anzieu. Didier, (1979) Autoanálisis de Freud y el descubrimiento del inconsciente. Siglo XXI. México. Grinstein. Alexander, (1981) Los sueños de Sigmund Freud. Siglo XXI. México. 3 Laplanche. Jean, Pontalis. J, (1981) Diccionario de psicoanálisis. Labor. España. 4 Ricoeur. Paul, (1999) Freud: una interpretación de la cultura. Siglo XXI. México. Butler. Judith, (2001) Mecanismos psíquicos del poder. Cátedra. España. Slavoj. Zizek (1992). El sublime objeto de la ideología. Siglo XXI. México

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La celda

/ The cell

Director: Tarsem Singh Estados Unidos/2000

Por Karla Ivalisse Perales Herrera | lic.ivalisseperales@yahoo.com.mx

«En esta cinta de ciencia ficción, el director hindú nos muestra otra realidad, la interna; representada por el mundo interno de la mente, donde el tiempo se detiene y la acción transcurre a través de los sueños»

C

Argumento

atherine Deane (Jennifer López) es una psicóloga que trabaja para un laboratorio científico que subvenciona un tratamiento vanguardista que consiste en penetrar en la psique de pacientes con profundos conflictos psicológicos para intentar resolverlos a través de la utilización de tecnología experimental y de impulsos eléctricos en condiciones especiales. Este método, potencialmente enloquecedor permite obtener información de la mente inconsciente de una persona, el cual Deane utiliza en el tratamiento de Edward, un niño que se encuentra en estado de coma. Gracias a este procedimiento, Catherine es capaz de experimentar los sueños, pensamientos, deseos, temores y meditaciones particu-

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lares que ocurren dentro de la psique de otra persona para ayudarla a superar un trauma. La historia da un giro inesperado, cuando el agente del FBI, Peter Novak (Vince Vaughn) recurre a la psicóloga Deane, como último recurso para rescatar a Julia Hickson (Tara Subkoff) de su secuestrador, el asesino de mujeres Carl Stargher (Vincent D´Onofrio); quien ha caído en estado de coma como consecuencia del agravamiento de un tipo de esquizofrenia descrita en la cinta como «Síndrome de Wallen» La intención de los agentes es que Catherine logre introducirse en la mente de Stargher para intentar descubrir el lugar dónde se encuentra oculta su última víctima aún con vida.

El mundo onírico de los sueños

La cinta comienza con una secuencia de escenas llenas de inusitada belleza, Catherine se encuentra en un hermoso desierto, lugar dónde logra establecer contacto con su paciente y donde al mismo tiempo, se encuentra aislada la personalidad del niño. Esta escena representa una realidad alterna a la propia realidad; la del mundo de los sueños. La acción de soñar consiste en la representación mental de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones durante el sueño y de manera involuntaria y donde la lógica y el tiempo no existen. Gran parte de la acción de la cinta transcurre en esta realidad.


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Según la concepción tradicional Freudiana respecto a los sueños, éstos son impulsos perturbadores que la mente disfraza y son útiles para tratamiento terapéutico, ya que albergan claves de los conflictos del pasado de los individuos. De acuerdo con esta perspectiva, el director de esta cinta nos muestra que el mundo onírico de Stargher adquiere un aspecto pesadillesco, semejante al infierno de Dante.

Encuentro con el inconsciente

Catherine logra introducirse en la psique de Carl estableciendo contacto con su inconsciente a través de sus sueños. Desde el punto de vista psicoanalítico, éstos son realizaciones deformadas de deseos inconscientes, portadores de contenido psicológico significativo y de carácter latente. Para recrear este universo de pesadilla, el director de esta cinta se vale de diversos elementos visuales, tales como las obras artísticas de Damien Hirst y arte surreal, como el utilizado por Floria Sigismundi (Beautiful People y Tourniquete de Marilin Manson)

para la recreación del mundo retorcido de Stargher. Asimismo se vale también de simbolismos arquetípicos que hacen referencia a la divinidad, la santidad, la purificación, la redención del alma, el dolor, el placer, la violencia y la sumisión. La manifestación del trastorno de Carl, podía verse claramente reflejada en el contenido de sus sueños, puesto que en este mundo onírico alternaban constantemente sus dos contrapartes. Un aspecto de su personalidad dominada completamente por un «Súper yo» distorsionado, es decir, su alter ego personificado en la figura de un demonio, representaba la parte de su personalidad perturbada y sádica, producto de una serie de maltratos sumamente violentos sufridos a mano de su padre durante su infancia. Por otra parte, se ve a sí mismo como el rey de un mundo sumamente retorcido en que podía dar rienda suelta a todas sus fantasías y en que las mujeres que asesinó estaban dispuestas a complacerle y servirle. En este mundo, los actos terribles que cometió en la realidad cobran vida en la fantasía de su mente. Como por ejemplo cuando se ve a las mujeres que asesinaba con vida, con aspecto de tétricas muñecas o cuando se observan sus encuentros con su padre durante la niñez. El otro aspecto de su personalidad, personificado como Carl niño, representa la parte de bondad e inocencia que aún habita en él, la cual permitirá a Catherine dar con el paradero de la última víctima, pero también, comprender sus acciones en la realidad.

Modus operandi de Carl Stargher. Análisis de la personalidad

La personalidad más desarrollada en toda la cinta es la del asesino, puesto de toda la película gira en torno a él. Su análisis nos permite conceptualizar los pensamientos de un asesino psicótico; entender la concepción de la lucha del bien y mal y su simbolismo, así como también la del trabajo psicoanalítico como terapia de curación. Durante su infancia, Stargher fue sometido a un ritual de bautizo dentro del agua, el 37


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cual le ocasionó el mal de Wallen. Desarrolla un Súper yo alterado, vengativo, castigador, punitivo y rígido, debido a los constantes abusos a los que fue sometido por parte de la figura paterna (la figura materna era inexistente) desatando en él la crueldad y violencia experimentándola como un hecho cotidiano. Siente culpa por no satisfacer el deseo del padre y a la vez, se identifica con éste, que constituye su ideal. Renuncia a sí mismo y niega sus propios deseos masculinos para someterse a algo ajeno. Desarrolla un alter ego sádico que lo lleva a matar mujeres con intención de «purificarlas», ritual que consistía en colocar a las chicas dentro de una gran celda, que se iba llenando de agua de manera automática en un lapso de cuarenta horas. Una vez ahogadas, las bañaba con lejía hasta que adquirían el aspecto de muñecas. La idea persistente en la mente de Carl era la salvar sus almas a través del agua y la lejía, una similitud con el simbolismo del bautismo. Carl también mostraba rasgos narcisistas, puesto que cuando Catherine descubre su mundo, que se ve a sí mismo como un rey. Esto se pone en evidencia en los asesinatos que realizó, donde, al transformar a sus víctimas en muñecas, se autosatisfacía por medio de la masturbación, colgándose a una plataforma sujetado por catorce anillos de acero, ritual en donde predominaba el dolor y el placer. Al explorar la mente de Carl, nos remitimos a los traumas de la infancia que provocaron la desviación de su conducta y lo convirtieron en un ser completamente sádico y amoral. Su reivindicación hace referencia a concepciones clásicas de la salvación del alma desde el punto de vista religioso. Por ejemplo, cuando durante el oscurantismo se creía que el auto flagelo y el dolor liberaban de la culpa al pecador. De esta forma, Catherine también logra liberar al niño Carl, al ahogarlo en una piscina, fuera de su mundo e introduciéndolo en su mente, tal y como él mismo narra que salvó a un parajillo de una muerte horrorosa a manos de su padre, ahogándolo en el fregadero de la cocina. 38

El mito del héroe

La representación del viaje que realiza la terapeuta dentro de la mente del asesino, hace referencia al mito arquetípico del héroe, presente en las más diversas culturas y también en nuestros sueños. A través de este mito, Jung intentó explicar el significado psicológico que tiene para un individuo en proceso de afirmar su personalidad así como también para una sociedad que anhela encontrar una identidad colectiva. Según Jung, el objetivo del mito del héroe es tomar conciencia del ego individual y de las propias fuerzas y debilidades. El héroe debe emprender este viaje para superar las múltiples cadenas del mundo del karma para realizar su dharma o destino, bajando a los infiernos para exorcizar sus demonios, tal como Dante, Teseo, Buda, entre otros. The cell, es precisamente una nueva versión de este potente mito. La psique del asesino podría compararse con el reino del Hades, de la mitología griega o como referencia al mito de Teseo, la mente es el inmenso laberinto interno donde habita el monstruoso Stargher y también, donde se encuentra perdida su consciencia, su alma herida, que sobrevive en la personificación de Carl niño; desamparado y atrapado por la representación de su padre autoritario y sus constantes abusos de poder.

La Autorrealización del inconsciente. El proceso terapéutico

Los procesos terapéuticos mediante la interpretación de los sueños tienen su origen en la antigua Grecia, en los templos de la salud del dios Asclepio, a los que los enfermos acudían


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en peregrinación; a su llegada debían realizar ritos de purificación, para posteriormente introducirse en el Abaton, que era un lecho en los recintos interiores, dónde se producía la cura del fiel durante el sueño y sin embargo, en diversas épocas históricas se ha intentado comprender el significado de los sueños para orientarlo a la auto realización del inconsciente. Según Freud, la finalidad de la terapia es hacer consciente lo inconsciente y Jung describía que para llegar a ello, debe darse una respuesta y solución desde lo interno a las relaciones de la vida. Solo cuando una persona es capaz de comprender sus propios símbolos, es cuando ha sanado a sí mismo y esto le permitirá indagar o aventurarse en otros «inconscientes» para sanarlos. Esta cinta crea un paralelismo con el psicoanálisis freudiano en que mediante la hipnosis o través del discurso del paciente, se llega al inconsciente de la persona con la finalidad de averiguar el trauma original que genera su comportamiento actual y poderle otorgar una solución. En este proceso, el terapeuta también se enfrenta a diversos obstáculos como en la cinta, para poder acceder al inconsciente del paciente; éstas son las emociones; vergüenza, ira, miedo, es decir, sus mecanismos de defensa; que en este caso, son representados en la

cinta como seres estrambóticos, que impiden al niño acercarse a su terapeuta. Cuando estas emociones surgen, la mente se vuelve inestable y peligrosa, de modo que se produce un bloqueo en la terapia y «hay que salir de ahí», del inconsciente, metafóricamente hablando; en la cinta es cuando aparecen esos seres o «monstruos» contra los cuales hay que luchar tanto el paciente, con ayuda de su terapeuta, para que pueda proporcionarle una terapia más efectiva que le permita comprender sus propios símbolos. Esta cinta abre de nuevo el debate entre aquellos que consideran que la interpretación de los sueños es importante para acceder al inconsciente de una persona y los que no restan credibilidad a este análisis. Referencia: Recuerdos, sueños, pensamiento. (s.f.). Recuperado de http:// es.scribd.com/doc/53960251/1/PROLOGO Referencias de las imágenes (s.f.). Crítica: the cell. Recuperada de: http://gritosmundosbhf.blogs. mx/2012/08/critica-cell.html. (s.f.). Film: the cell. [Imagen]. Recuperada de http://tvtropes.org/ pmwiki/pmwiki.php/Film/TheCell?from=Main.TheCell (s.f.). La celda. Recuperada de http://www.sosmoviers.com/2011/10/ reportaje-la-noche-de-halloween-hoy-en-television/ (s.f.). The cell. [Póster]. Recuperada de http://www.listal.cm/viewimage/5237 (s.f.).The doll. The cell. Recuperada de http://lwww.listal.com/viewimage/5237

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Cambio de planes

Por Luis Ernesto Fuentes Hernández

N

o podía creer lo que veía. Humo corría sobre lo que quedaba de la loza de concreto. Sólo un espacio pequeño del piso, parte del cual en su mayor parte sostenía mi cama, había frente a mí, pues la pared oriental de mi recamara ya no existía. Mi cama llena de tierra y algunas piedras, mi pijama llena de polvo también. Mi silueta estaba marcada al centro de la cama, rodeada de aquella tizna. Debajo podía ver un fragmento de la pared y el suelo de la cocina. Hacia el oriente y hasta donde alcanzaba la vista, casas destruidas. No había nadie en lo que quedaba de la casa. Solo yo. Las escaleras estaban intactas aunque todo lo demás eran ruinas. Bajé a ver, tal vez había señales de alguien, algún mensaje que me hubieran dejado. No encontré nada. Rocas y tierra sobre muebles y el suelo por doquier. Pensé que tal vez alguien se habría ocultado en el baño, que también estaba intacto, pero estaba vacío. Me observé en el espejo que estaba completo ahí dentro. Mi cara y mi pelo cubiertos de arena. Abrí la llave para lavarme pero solo tembló, haciendo ruido, salieron unas cuantas gotas disparadas y después nada. Salí a la calle para ver un paisaje desolador, entre casas hechas añicos, vehículos civiles que habían explotado, tanques y vehículos militares con las ruedas hacia arriba. Caminé hacia el horizonte, hacia un sol cubierto por nubes, humo y polvo, sobre arena en lugar de asfalto, pero corría la misma cinta de película de solo unos cuantos cuadros. Pasaba por las mismas casas destruidas y vehículos volcados. No había diferencia para mí. No causaba un sentimiento en mí tampoco. Aceptaba lo que veía.

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Me detuve en el centro de un crucero y observé a todos los horizontes. Quería encontrar a alguien que me explicara, pero no se escuchaba el más mínimo suspiro, más que el del viento corriendo sobre las ruinas. Cambié entonces de dirección. Hacia el sur. Misma percepción.

Luego de caminar unas cuadras, y porque las piedras empezaban a lastimarme de verdad las plantas de mis pies descalzos, me detuve. Grité preguntando si había alguien ahí. Alguien que escuchara. Una voz a mi espalda me respondió y voltee. Un hombre mayor de pelo, barba y cejas canas estaba parado a veinte metros de mí al centro de la calle. Lloraba inconteniblemente, como un niño. —Levanté mi casa con mis propias manos… Amaba a mi esposa y a mis hijos… Llevé una buena vida… Fui a la iglesia cada domingo… Fui un buen vecino… Respeté a los demás siempre ¡Y de un día para otro Dios te lo quita todo! ¿Qué sentido tiene eso? ¡No es justo! ¡No tiene sentido!— Calló arrodillado mientras soltaba todo su llanto. A la distancia me parecía que el hombre tenía sus ojos enrojecidos de tanto llorar — ¿Por qué nos hace sufrir de esta manera? Trabajas toda la vida para tener un buen futuro y un día ya no tienes nada ¡No lo entiendo! ¡No lo entiendo! ¡Yo creía tanto en él! ¡Mi esposa, mis hijos, Dios mío…! — Volvió a soltarse en llanto y con dificultad se puso en pié, se dio media vuelta y caminó a la esquina donde dobló y


Maktub: Cambio de planes

desapareció. Yo me quedé inmóvil al no poder ayudar a quien tenía su cabeza en otra parte y no quería escuchar. Regresé por donde venía y al primer cruce doblé hacia el Oriente. Caminé unas cuantas cuadras y volvía a doblar al Sur. Apenas después de una cuadra encontré a una mujer treintañera sentada en una silla a un lado de lo que quedaba de la puerta de entrada de su casa. Era lo único que estaba en pié, solo la puerta y el marco de la misma. Estaba visiblemente afectada. —Yo sólo quería un bebé. Estaba tan ilusionada. Ahora no tendré nada. Mi esposo y yo apenas teníamos un año de casados cuando se fue a pelear. Jamás regresó. Entiendo porqué lo hizo. Quería justicia y bienestar para mí y para nuestro bebé. Ahora lo entiendo. No me gusta pero acepto lo que ha sucedido. Supongo que hay un aprendizaje en todo esto. Se siente como si te arrancaran el corazón. Duele. Quisiera morir pero debo ser fuerte, debo luchar y seguir adelante. Sería cobarde si no lo hiciera. Me supongo que así debe ser. No parecía haber novedad. Mismo paisaje, mismas personas, mismo yo. Emprendí mi regreso instintivo a mi casa, aun cuando solo quedaban ruinas remanentes. Pero no estaba seguro del camino de regreso, no recordaba el recorrido. Entonces encontré a un niño rebotando una pelota en lo que quedaba de una pared. Era una pelota pequeña y rebotona. Parecía divertirse mucho con ella. Tendría nueve años, tal vez. — ¡Hola! ¿Cuál es tu nombre? —preguntó él cuando me acerqué. —Ernesto ¿Cuál es el tuyo? —Héctor ¿Ya te encontraste con ellos? — su pregunta me sorprendió y me desconcertó. — ¿Te refieres al viejo y la mujer? —Entonces ya los encontraste. Creo que no tengo que decirte que no hagas mucho caso. Tú

sabes que la gente tarda mucho en aprender. Pasan siglos antes de que lo hagan. Ya sabías eso. Algunos se ciegan por su fe y su fanatismo. Otros pasan su vida culpando a Dios. Creen que todo es injusto, que son castigados. Otros se pierden en ilusiones y ven solo lo que quieren ver. Buscan sus respuestas en la mente y en lo objetivo. Pero hay algo que no sé ¿Debería preocuparme por ellos? —No. Aprenderán lo que tienen que aprender.—le dije — Es parte de su historia. Dios los escribió de esa manera. Estarán bien. Superarán sus pruebas si pueden ver las señales. Me pareció extraño que este niño no diera signos de tristeza, así que le pregunté: ¿No perdiste a nadie como el viejo y la mujer? —A mis padres. Lloré, lo admito. Los amaba, pero pasó lo que pasó y ya nada puede cambiarlo. A veces los recuerdo y doy gracias porque me fueron dados como padres, pero debo continuar. De alguna manera es el ciclo natural de la vida. Además, sobrevivimos bien, pienso yo. ¿Por qué hablas en plural? ¿Estás con más personas? —Sí, con gente como tú y como yo. Están en aquella casa — señaló a una casa que estaba entera casi llegando a la siguiente esquina — ellos entienden todo y lo saben todo. Dicen que se encontraron porque algo los llevó. —Algo así me trajo aquí. Tal vez deba hablar con ellos ¿Me puedes llevar? —Seguro, te agradarán. Cuando llegamos a la casa, una mujer madura salió a recibirnos. Su rostro y su cuerpo mostraban paz y su mirada iluminaba mi corazón. Sentía su calidez sólo con su presencia. ¿Cómo has llegado hasta aquí, hijo? —Creo que Dios nos ha traído a todos ¿No lo cree? — ella sonrió. —Bienvenido a tu casa. Puedes quedarte si tú quieres. Así encontré mi hogar. Referencias de imágenes: Post-apocalipsis ambiente [imagen]. (2009). Recuperado de http:// wallpapers-diq.com/wp/11__Post-Apocalypse_Environment.html Ciudad destruida [imagen]. (2012). Recuperado de http://creationtuts.com/wp-content/uploads/2012/10/ciudad-destruida.jpg

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En construcción Reificación, reconocimiento y grupalidad* (Primera parte)

Por Baruch Martínez | (integrante de Demos Praxis) baruch.mtz@hotmail.com *Ponencia del alumno Carlos Gerardo Arquieta y Baruch Martínez Treviño "Reificacion, reconocimiento y grupalidad: un análisis crítico del discurso objetivante" presentada el día 18 de Noviembre 2011 dentro del V Coloquio de Estudiantes de Filosofía "El Papel de la Filosofía Hoy" en las instalaciones del CEPADIH Facultad de Filosofía y Letras, UANL

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Discurso objetivante

ara pensar el reconocimiento y la reificación se hace necesario hablar de las condiciones de su formación; no hablamos de un recuento histórico ni de una etimología o genealogía, quizá si de un acercamiento epistemológico, pero este acercamiento no se queda sólo en una linealidad de su aparición, sino que toma lo epistémico de la reificación en todo lo que sostiene su acontecimiento haciendo del reconocimiento y la reificación sólo un emergente cargado de contextualidad. El sujeto es una invención reciente, él ha emergido entrelazado de distintas prácticas sociales. Una de ellas es la invención en la pintura de la perspectiva (Najmánovich, 1999, Sousa Santos 2007). La perspectiva abría el espacio y el tiempo, y en el espacio el sujeto se diferenciaba del todo, se le concedía un lugar diferenciado y diferenciante con respecto al todo, él se volvía en espectador privilegiado. Doble consecuencia, una: ser objeto de conocimiento, dos: abrir discursos que lo sujeten a determinado saber. Él era quien abría el universo a sus más profundos secretos, leía las cosas (Foucault), nombraba y significaba la realidad y a la vez iba constituyendo las palabras y el discurso, ese que ya no dependía de las cosas, sino que

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por sí mismo se convertía en un objeto cuya voluntad le era ajena al sujeto. Pero por esta misma «autonomía» del discurso el sujeto se convertía en objeto de conocimiento, pasaba a ser el centro observado. Y era observado y explicado mediante la cuadrícula de la ciencia: mathesis y taxinomía. Es hablado con relación a una identidad y diferencia (qué tan idéntico o diferente soy al todo) esto es, con una taxinomía; así como con una mathesis: con una igualdad (en qué nivel estoy con respecto al todo). Un orden que la ciencia construye, más no descubre. «Las ciencias llevan siempre consigo el proyecto, aun cuando sea lejano, de una puesta en orden exhaustiva; tienden siempre también hacia el descubrimiento de los elementos simples y de su composición progresiva; y en su medio, son un cuadro, presentación de los conocimientos en un sistema contemporáneo de sí mismo» (Foucault). Para representar algo se construía el orden como rector, un orden que eliminaba el azar y el caos. A este orden ya le precedía la lógica formal. En el primero, el caos complejiza el orden, caos que había sido relegado lejos de los discursos del saber. La lógica formal eliminó las paradojas, se constituía en sus tres leyes: ley de la identidad («A» = «A»); ley de la contradicción («A» no es igual a «no A»);


En construcción

ley del medio excluido («A» no es igual a «B»). Veámoslo más despacio. Un hombre es un hombre, un hombre no es igual a un no-hombre, un hombre no es igual a una mujer. Aquí, la identidad aparecía y cerrada, pero a esta identidad se le sumaba una concepción del todo: el hombre en el centro de la observación, un objeto para conocer, un reconocimiento objetivante. Ahora él es, idéntico a sí mismo, pero esta identidad está cargada de valor por el mero hecho de ser, por sus preceptos de verdad y validez, ser parte del todo, la idea de totalidad como rígida y finita. Ese todo es fijado a priori, elimina la contradicción. El todo está diluido en valoraciones y ésta petrifica la identidad volviéndola estática. La petrificación de la identidad es posible primero porque ahora se puede hablar del sujeto diferenciado pero (como segundo) el modo en que se diferenció lo igualó a todos los sujetos y se estatizó en su soledad compartida según escalas de identidad con el todo. El individuo como valor, él es igual a él, pero él exige las promesas a la modernidad: su libertad del Amo: ahora él desea ser Amo

de sus deseos, y aquí el proceso al supresión dialéctica se le agregó un paso intermedio; el amo ya no fue una entidad física; el decir del amo ya no necesitaba su presencia, aquello irreconocible hacía eco y seguía pregonando la palabra del amo: discurso diría Foucault. Este discurso limó las diferencias y si persistían las instituciones se ocupaban de darles su nolugar. Aún permanecía la exigencia sobre un ideal objetivizado: que se cumpliera la ficción de que ahora nosotros somos (en solitario) los amos de nosotros y de la naturaleza. Hechos objeto de conocimiento, con identidad, empezando a ser individualizados, en solitario y con la objetividad como medio de conocimiento, demandábamos. No obstante la pretendida objetividad nos dio los lentes necesarios para creer en nuestra superioridad sobre el tercero excluido. Escribe Najmánovich «en el mundo moderno las excepciones no tienen cabida, deben ser eliminados ya que no podemos atribuirles ningún rol. Las leyes de la lógica han dado su dictamen: tercero excluido», y además complementa la idea de una supuesta 43


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objetividad que es a la vez una paradoja ¿cómo ha surgido este sujeto en un mundo objeto de pura materia en movimiento? y, además cómo puede ser que este sujeto «objetivo» no pueda dar cuenta de su subjetividad: paradoja de paradojas. El hombre (dice más adelante Najmánovich) necesita salirse, incluso de sí mismo, para verse con objetividad.

¿Cómo es esto posible?

Estático, iguales, idénticos, inmutables se nos sujetó. Pero algo se movía y se sabía que «los fantasmas» del caos, la incertidumbre, lo irracional, lo antisocial, lo diferente, el reconocimiento aparecían. Movimiento que alteraba debía ser direccionado al redil del círculo, las demandas fueron atendidas sólo en los límites, las mismas lógicas se extendían; estímulo-respuesta: el producto y saciedad, el plus al producto de consumo, saciedad y más demanda, el plus del plus del plus / híperconsumo. Todo se mueve en el mismo círculo, más extenso y con mayor velocidad. Discurso objetivante: somos reconocidos como objetos de deseo y deseantes, no hemos devenido sujetos, y además de sujetos, debemos de reconocernos como seres humanos, él tiene la complejidad de sus relaciones con lo otro, lo mismo y lo aún por aparecer: el tiempo. Esta complejidad busca superar la dicotomía sujeto-objeto. Bajo este precepto somos reificados en el discurso. El discurso es objeto de deseo, es el deseo y el poder, somos esclavos del discurso. ¿Cuál y quién es nuestro amo? El discurso objetivante contiene esta paradoja: reconocimiento y reificación. Se puede nombrar a determinada relación social como reificante y a la vez como reconocedora, es una relación compleja, que como relación de inicio se deberá considerar a ambas partes como sujetos. Porque es fácil considerar que el reconocimiento es «otorgado» en una dirección, y ahí una primera contrariedad, ya que ésta dirección es un uso de poder, es por sí mismo una sujetación a lo que se considera desde el discurso como reconocimiento, bajo mis condiciones y valores (hombre pensado como uni44

versal/occidental). Para salir de esta paradoja se necesita pensar la realidad más allá de los razonamientos heredados por occidente y el discurso objetivante. Se puede considerar que la relación compleja la constituyen partes a la vez antagónicas sin un valor predeterminado de superioridad, esta determinación es también móvil, a cada parte lo que corresponde en la constitución del caos, porque cada parte es una totalidad que no es subsumida en la totalidad conceptual, sino que es contextual, histórica, diversa en su cosmovisión y con cada una de ellas el proceso se convierte en un desaprender lo aprendido para reaprender a reordenar de forma inclusiva, replantear, reconocer los distintos razonamientos y relaciones, los distintos vínculos.

Hablar ahora del concepto de reconocimiento y de reificación nos lleva a un planteamiento de lo «ideal». El Ideal por sí mismo no aprehende la acción social para su formación, el ideal no involucra a los actores sociales, por más bien planteado que esté el concepto. En cambio, un concepto formativo, un concepto dialógico conlleva el involucramiento del papel cognitivo, emocional, social, complejo del ser humano y su relación ecológica, aquella que habla de una autonomía dependiente con el entorno. Esta propuesta de conceptualizar no deja de lado ese ideal, lo refunde en el mismo proceso para su mutua constitución. No


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es un rígido deber, es una relación dinámica que permite posicionarnos con nuestro propio dinamismo y es en este entrecruzamiento de dinámicas que emerge un contenido y forma en la comprensión de eso que ya no es un concepto estático, sino que es una praxis (histórica, crítica, comprometida) abierta al proceso de transformación relacional. Y ahora podremos hablar de reificación como ese proceso en donde se manifiesta el discurso objetivizante en las relaciones con los otros, en donde rigidizo, totalizo y contribuyo a una parcialidad, simpleza y linealidad de la

complejidad del ser humano, esta reificación es limitante para generar bucles ascendentes en las relaciones, abrir los complejos de amoesclavo, objeto-sujeto. Y por lo tanto, una de sus manifestaciones es tomar al otro como una cosa, un medio para satisfacer mis deseos e intereses. Referencias de imágenes: [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://parteideas.blogspot.com.es/ [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://4.bp.blogspot.com/_RaBXXY-oDYM/SKIlOujViMI/ AAAAAAAAACQ/y9635rFwB68/s400/bernal.jpg

AMAR, UN EXTRA—O DESEO DE DURAR Presentación a tres tiempos. Actividad a cargo de Ana Baños. INICIO: Domingo 10 Marzo 2013 HORARIO: 9.30am a 12.30 pm LUGAR: COTSA. Av. Lázaro Cárdenas 1010. Piso Mezzanine Residencial San Agustín, San Pedro Garza, García CUOTA: 300 pesos por reunión. Las siguientes fechas son domingos: 7 y 14 de abril CUPO: 30 personas ARGUMENTO El amor no tiene nada de natural, tuvimos que inventarlo y cultivarlo. AsÌ que no hay una forma universal de amor ni de amar. Hay de amores a amores. Los griegos tenían al menos tres palabras para decir amor, y designar tres formas de amar, mientras que nosotros solo tenemos una palabra para decir esas diversas formas de amor. En un mundo donde todo tiene fecha de caducidad, querer durar es tan raro como desear, doblemente raro si se trata de QUERER HACER DURAR EL DESEO DE AMAR. Cómo darle lugar a una singular experiencia en la que, el querer es mas , que la exigencia de ser querido. Spinoza junto con Aristóteles nos ofrecen otra forma de amar, una amor acción en la que el amado ya no es lo que falta, sino que se ama justamente lo que no falta. Un amor acción que es fuerza, potencia de acrecentar. Un amor que se despliega en la alegría del amar, del dar, compartir, construir y ganas de durar. PROPUESTA En tres tiempos (tres reuniones) estudiaremos los matices de estas dos formas de amor: 1) el amor pasión ligado a la carencia, sufrimiento, aburrimiento y 2) el amor acción, ligado a la potencia, a la alegría de la existencia y la fuerza transformadora. Organiza Ana Baños, anajbanos@gmail.com, móvil 8182873174 http://anabanos.jimdo.com se incluye también mapa e instrucciones para ubicar el lugar de reunión.

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PsicoanalizARTE Sueño y, ¿telepatía? Por Osvel Becerra

«Las personas con que trabajé constituían por cierto una buena colección de seres gravemente neuropáticos e “hipersensitivos” en grado sumo; además, muchos de ellos me narraron los más extraños acaecimientos de su vida pasada, basando en ellos su creencia en los influjos ocultos y misteriosos»

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n un texto aparecido en 1922 intitulado sueño y telepatía Freud expuso dos sueños. En primera estos sueños le habían sido escritos y hechos llegar por correspondencia. A continuación, expone el caso de un hombre que le llevo a esclarecer un vínculo con la telepatía. Habían pasado ya más de diez años después de que el Dr. Jung le propusiera a Freud la indagación psicoanalítica de fenómenos paranormales y paralelos. El sueño del hombre le fue confiado a la interpretación analítica, resaltando que lo siguiente nada tiene que ver con el ocultismo, parecía que una parte del sueño que le fuera narrado, sin considerarlo telepático, contribuía con la telepatía que nada tendrá que ver con el sueño. Para evitar la impresión de que pretendo esconder una incertidumbre tras resaltar que nada tiene que ver el sueño con el ocultismo, aun y aceptando un mensaje telepático este no modifica la formación onírica porque la telepatía no tiene que ver con la esencia del sueño. Esa que consiste en el arcano proceso de la elaboración onírica, que, al servicio de un deseo inconsciente, convierte restos diurnos en un contenido onírico manifiesto es un asunto del soñar en cambio la telepatía Freud la consideró un asunto del dormir y no del soñar1 que representa una percepción exterior frente a la cual la actividad psíquica adopta una posición receptiva y pasiva2. El segundo sueño expuesto no llegó a Freud por casualidad pues la soñante decía saber que el sueño podría ser reducido a una vivencia de índole sexual puesta en escena du-

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-Sigmund Freud, 1922

rante los primeros años de la infancia; a causa de un consejo que la soñante recibió de un médico ésta le escribió a Freud sobre las visiones telepáticas y el sueño que decía la soñante, la perseguía desde hace aproximadamente treinta y dos años. Freud analiza este sueño y las visiones telepáticas que concluye correspondían a deseos de muerte que albergaba la mujer inconscientemente íntimos a su complejo familiar. Después de esto Freud queda mudo al asunto de la telepatía pues hubo agotado las fuentes que podían probar algo al respecto, se concluye que si el fenómeno telepático es una producción del inconsciente no sería ilógico aplicarle las leyes de la actividad psíquica inconsciente y así se entenderían muchos elementos incomprensibles que presentan los fenómenos telepáticos, o demostrando que otros fenómenos, aun dudosos, son, en efecto, de índole telepática3. Referencias de pies: 1

En 1900 Freud distinguió entre sueño y reposo.

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Freud, 1922.

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Freud, 1922.

Referencias de imágenes: Professor Xavier [fotografía]. (2009). Recuperado de http://el-vividor. com/wp-content/uploads/2009/08/telepatia.jpg


Quid

Las huellas de un sueño

Por Iván Guerrero Vidales | guerrero_ivan4@hotmail.com

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xplicar un sueño jamás ha sido una tarea sencilla. El desfile de aclaraciones, interpretaciones, resultados o soluciones, se ha extendido por un largo periodo de tiempo, al punto de reemplazarse o someterse a una clase de moda. A pesar del incremento de teorías y técnicas de análisis, pareciera menos sensato equiparse con todas pues el sueño, como objeto de deseo, ha resultado más elegante y refinado que cualquier intento de seducción y cortejo. Sin asegurar cual teoría resulta ser más convincente, si es derivada u oportuna, habrá de partir del supuesto de que, gradualmente, se ha ido profundizando y comprendiendo el asunto. En adición y para ser fiel a la tendencia, se abre camino la propuesta de medir elementos a nivel cognitivo y neurofisiológico del sueño con el objetivo de determinar la medida en que pueden ser causantes de la extravagancia experimentada durante la psicosis. Es decir, si el contenido de la psicosis es similar al del sueño y, de ser así, cómo lograría infiltrarse al estado racional de la mente. No debe extrañarnos si al entrar al mundo de los sueños encontramos contenido similar al de la psicosis. Su analogía ha sido descrita en un estudio (Scarone et al., 2008) por medio de una hipótesis interesante. Efectuado mediante el análisis de reportes de sueños y la aplicación de una versión reducida del Test de Apercepción Temática a 30 sujetos diagnosticados con esquizofrenia y 30 de un grupo control, los investigadores miden y comparan el contenido onírico y proyectivo a través de dos índices, el BI (Bizarreness Intensity) y el BD (Bizarreness Density). El primero es útil para determinar la frecuencia de eventos raros en

la trama, el pensamiento y el afecto (revisar tabla 2 en 2008, pg. 518); el segundo se obtiene dividiendo el número de eventos raros (referidos en palabras) entre el total de palabras del reporte.

Siendo así y con la intención de calcular una media, se propone el BDI (Bizarreness Density Index), que es el índice utilizado para la comparación de ambos grupos de participantes. Es llamativa la Figura 1 (Scarone et al., 2008 pg. 519) que muestra prácticamente el mismo nivel de componentes cognitivos raros a nivel de sueño para ambos grupos, mientras sucede lo contrario a nivel proyectivo, en donde la argumentación rara se mantiene similar en el caso de los pacientes pero no para el grupo control, cuyo nivel disminuye considerablemente. Sobre esta disparidad, Scarone et al., (2008) expone que la rareza formal, peculiar del patrón cognitivo del estado mental del sueño, se encuentra presente como propiedad distintiva de la organización cognitiva de la esquizofrenia durante la vigilia; no obstante, es independiente de los rasgos psicopatológicos del trastorno (pg. 519), lo que explicaría el motivo por el cual sigue apareciendo, con menor intensidad, en personas exentas del trastorno. 47


Quid

Al respecto, Glazer (2011) refiere que ha sido demostrado que individuos con un diagnóstico de psicosis tienen más experiencias intrusivas que sujetos control (Morrison & Baker, 2000; en 2011, pg. 66) y en particular, más imágenes intrusivas (Morrison et al., 2002); en 2011, pg. 66). Por su parte, la intrusión ha sido definida como la instancia directa o involuntaria, en oposición a voluntaria, de recuperación (recuerdo) en tanto a que su aparición en la consciencia es espontánea y no debida a un esfuerzo deliberado de búsqueda (Bernsten, 2009; Mace, 2007; en Brewin, Gregory, Lipton & Burgess, 2010 pg. 210). Las imágenes pueden ser definidas como contenidos de consciencia que poseen cualidades sensoriales, que no solo son puramente verbales o abstractas (Hackmann, 1998; en 2010, pg. 211) y que pueden ocurrir en diferentes formas, como en sueños, pesadillas, o fantasías placenteras (Horowitz, 1967, en 2010 pg. 211). Otro aspecto relevante acerca de las imágenes es que pueden ser experimentadas en un continuum desde la construcción mental más verídica de un evento real a la construcción de una situación completamente hipotética (Martin & Williams, 1990, pg. 268, en 2010, pg. 211).

Hasta este punto, podríamos suponer que una mayor intrusión de imágenes sería más frecuente para las personas diagnosticadas con esquizofrenia, mientras que para los individuos libres de un diagnóstico psicopatológico sucedería en menor medida, tal y como 48

parece demostrarse en el reporte de sueños y proyecciones anteriormente repasado. Ahora bien, se ha asociado el sueño REM con el momento en que se lleva a cabo la actividad onírica, que por más extraña que parezca, sigue siendo natural. Lo interesante es que el REM y la conciencia, o estado de alerta, pueden ser considerados como estados del cerebro fundamentalmente equivalentes, probablemente subordinados a un circuito intrínseco de la región tálamocortical (Llinàs, 1991). La equivalencia de ambos estados sería observable en la similitud de la actividad eléctrica cerebral, la cual oscila a 40-Hz (Llinás, 1993). Esta semejanza ofrecería una puerta de entrada por la cual las imágenes originadas en el sueño podrían infiltrarse al estado consciente, pues el hábito de dormir también opera sobre la memoria, específicamente de forma contextual (Johnson, 2005). A saber, algunos autores han propuesto que una débil habilidad para codificar la información espacial y temporal provocaría la intrusión del material guardado en la memoria a largo plazo (Hemsley, 2005; Steel, Hemsley & Pickering, 2002; en 2011 pg. 68). Más aún, la teoría de la representación dual revisada (Brewin et al., 2010) propone dos sistemas interrelacionados de codificación, almacenamiento y recuperación de información. El primer sistema codifica la información sensorial (Memoria Basada en Sensaciones) y la almacena tal como sucedió la situación, incluyendo sensaciones y emociones (representaciones S, asociadas con la ínsula y amígdala, Burgess et al., 2001; Byrne, Becker & Burgess, 2007, en 2011 pg. 67). El segundo codifica elementos específicos de la situación (Memoria Contextual) y es responsable de contextualizar la información conforme el tiempo y el espacio (representaciones C, asociadas con el lóbulo temporal medial y el hipocampo, Burgess et al., 2001; Byrne, Bec-


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ker & Burgess, 2007, en 2011 pg. 67). Mejor dicho, la dinámica entre ambos sistemas decreta la intrusión de imágenes. En individuos saludables, la asociación correcta de las representaciones S con las representaciones C (de «abajo-arriba») permite que el evento se integre correctamente con su contexto semántico y autobiográfico, lo que otorga mayor control (de «arriba-abajo») a través de estrategias como la supresión deliberada del recuerdo (Anderson et al., 2004, en 2010 pg. 221). En contraparte, durante momentos de estrés extremo, la amígdala es facilitada y el hipocampo, inhibido (Metcalfe & Jacobs, 1998, en 2011 pg. 70). Esto provocaría que las representaciones S fueran más fuertes que las representaciones C y por consiguiente, resultaría en la experiencia sensorial vívida de las imágenes, carentes de información contextual (Glazer 2011 pg. 70). De otro modo, la imagen se experimentaría como si sucediera en el presente (Brewin et al., 2010, pg. 218) y por tanto, pasaría a denominarse como alucinación. Así, las imágenes nocturnas - ahora intrusiones – son experimentadas como reales – ahora psicóticas – debido a una falla en la función para contextualizar la imagen – recuerdo en la vigilia o creación en el sueño – a una situación determinada. Por lo tanto, se pudiera sugerir que el contenido cognitivo, creado en el sueño, trasciende a la consciencia a través de un proceso fisiológico de ordenamiento cíclico, promovido por la capacidad del cerebro para reestructurar las operaciones memorísticas. Cuando este proceso se desorganiza surge la intromisión de las

efigies, las cuales se adueñan del racionalismo. La psicosis resulta de un mundo incongruente que se torna más inexplicable en la medida que trata de identificarse con un lugar al que no pertenece. Mediar las imágenes intrusivas es contextualizarlas en su tiempo y espacio para promover una mayor organización cognitiva, se trata de mantenerlas en su lugar de origen. Para concluir, todo individuo experimenta la intrusión de imágenes, aunque cada uno lo hace de manera distinta, con mayor o menor propensión psicótica y angustia. El fenómeno es más común de lo que creemos, la única diferencia puede recaer tan sólo en el nombre que le asignamos y al momento en que lo hacemos. ¿Será lo que veo un sueño? O ¿una fantasía? Referencias bibliográficas: Brewin, C. R., Gregory, J. D., Lipton, M., & Burgess, N. (2010). Intrusive images in psychological disorders: Characteristics, neural mechanisms, and treatment implications. Psychological Review, 117(1), 210. Recuperado de http://www.icn.ucl.ac.uk/nburgess/papers/ BrewinBurgess10%20traumatic%20memories.pdf Glazer, D. A. (2011). The relationship between contextual processing, intrusive imagery and hallucination proneness (Doctoral dissertation, UCL (University College London)). Recuperado de http://discovery. ucl.ac.uk/1332528/1/Thesis%20part%201%20FINAL%20with%20 changes.pdf Johnson, J. D. (2005). REM sleep and the development of context memory.Medical hypotheses, 64(3), 499-504. Abstract recuperado de http://www.medical-hypotheses.com/article/S03069877(04)00514-6/abstract Llinás, R.R., & Paré, D. (1991). Of dreaming and wakefulness. Neuroscience, 44(3), 521-535. Abstract recuperado de http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/030645229190075Y Llinás, R., & Ribary, U. (1993). Coherent 40-Hz oscillation characterizes dream state in humans. Proceedings of the National Academy of Sciences, 90(5), 2078-2081. Recuperado de http://www.pnas.org/ content/90/5/2078.full.pdf+html Scarone, S., Manzone, M. L., Gambini, O., Kantzas, I., Limosani, I., D'Agostino, A., & Hobson, J. A. (2008). The dream as a model for psychosis: an experimental approach using bizarreness as a cognitive marker. Schizophrenia bulletin, 34(3), 515-522. Recuperado de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2632423/pdf/ sbm116.pdf Referencias de imágenes: Fig. 1. BDI Values in the Dream Reports and TAT Stories of Normal Controls and Schizophrenic Subjects. Bjorgvin Gudmundsson (2007, Dic.15) Stuck in a place [fotografía] Recuperado de http://www.stockvault.net/photo/103985/stuck-ina-place SimpleLine (2007, Jun.14) The feelings room [fotografía] Recuperado de http://www.stockvault.net/photo/103424/the-feelings-room Victor Habbick (2012, Feb.17) Female Dreaming [fotografía] Recuperado de http://www.freedigitalphotos.net/images/Other_g374Female_Dreaming_p73442.html

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Locos & Pastillas

¿Locos vs Pastillas? : ¿Sueños vs pesadillas? Por Oscar Barrera | oscarbarreraru@hotmail.com

«Las pesadillas se han hecho lugar en el DSM-IV con su sintomatología y criterios de diagnóstico, de tal forma que hoy en día, uno puede hacerse con la credencial de soñador de pesadillas profesional: ¿Qué haríamos sin esas cucarachas mentales, primas hermanas del coco?» Fue solo un mal sueño cariño, ahora vuelve a la cama

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os sueños no son como los ponen en las películas; son siempre mejores o peores y por lo general, más absurdos y caóticos. Sabemos que sabemos algo de los sueños. Estamos conscientes de ello. Ya lo decía Mr. Freud en su famosa Interpretación de los Sueños —uno de los 100 libros más influyentes de la historia humana y también de los más aburridos— que el tema siempre ha sido objeto de innúmeras investigaciones. Los sueños tienen significaciones diversas y han dado paso —históricamente— a que se presuman de ellos infinidad de cosas. Hay quienes se atreven a afirman, alevosamente, que el ser humano no es nada sin los sueños; sin un sueño, dicen. Habrá que hacer la distinción chocante entre los sueños que soñamos dormidos y los sueños que soñamos despiertos de un ser humano — aunque precisamente, por la imposibilidad de su realización, los unos lleven el nom-

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bre de los otros— ¿realmente queremos que, nuestros sueños se hagan realidad? Sabemos entonces, por experiencia personal que no todos los sueños son agradables. ¿Qué es lo que sucede en el cajón insondable de la mente humana cuando los sueños, los buenos sueños, los bonitos sueños, los agradables sueños, se convierten imperceptiblemente en horrendas pesadillas? ¿Y qué decir de aquellos “malos sueños” que, con una dominancia tiránica y faraónica se nos repiten a lo largo de la vida como presumiendo que siempre tendrán su lugar en nuestra cabeza?


Locos & Pastillas

Yo por ejemplo, una noche soñé que vivía en una choza a mitad del campo y que había una fosa común donde balaceaban mujeres, entonces despertaba y mis ojos eran de otro color: tenía un cuerpo distinto: era como un dragón o un demonio y hasta podía volar y toda la cosa. Recuerdo la sensación de vivir en otro cuerpo y de volar libremente. Otra vez soñé con pasillos de Starbucks hechos de chicle que se extendían a través de los edificios. Nunca me quedaron ganas de volver a soñar, pero tampoco he vuelto a sentir la misma sensación de libertad. ¿Quién no se ha abrazado al consuelo tentador de atiborrarse de rivotril y soñar sin soñar pernoctando durante catorce horas seguidas sin interrupción? Pero imagínese el lector todos los sueños soñados —en sus variedades diurnas y nocturnas, húmedos y secos, lentos o furiosos, satisfactorios o rememorizantes— desde los albores prehistóricos del hombre hasta la actualidad ¿No podría construirse una historia universal de los sueños? ¿Una sueño-enciclo-

pedia? ¿Miles y miles de películas sin principio ni fin que ocurrieran siempre sin llegar a ninguna parte? ¿Cuántos años hemos soñado? Con el solo hecho de pensar que siempre hay alguien durmiendo y soñando en el planeta, me da por pensar, como monaguillo recién masturbado, que el asunto es ya de por sí irresoluble: incognoscible, como dicen los filósofos. Una palabra más sobre los sueños (y la última): pareciera como si este mundo onírico, ya de por si deformado por metonimias y metáforas que se forman y deforman —hecho de lenguaje, letras y palabras— fuera ya, lejos del nivel de angustia que la acompañe, una pesadilla en sí misma. No es un deseo reprimido Mr. Freud: es el Coco debajo de la cama ¿Porque hablar de los sueños, —los aburridos sueños— cuando tenemos en escena a las villanas de la historia? No hablemos de sueños e ilusiones: hablemos de las pesadillas: ese territorio virgen y amazónico tamaño de51


Locos & Pastillas

mentor, en donde, pareciera ser que el mismo satanás cristiano escribiera sus mejores versos convocando a todos y cada uno de los demonios que nos habitan, para que hicieron fila en nuestra cama. ¿Qué seríamos, sin ésas cucarachas mentales, primas hermanas del coco? No deben confundirse pesadillas con insomnios, no señor: éstas son, en su calidad de mala entraña, las elites de las malas noches. Generalmente vienen acompañadas —esas pendencieras, montoneras— de sus guaruras predilectas: insomnios, terrores nocturnos, sonambulismo y otras linduras de no menor calibre, como el bruxismo o la enuresis. Según Wikipedia, la pesadilla es una parasomnia relacionada con el sueño MOR en donde uno puede llegar a ver monstros, cosas raras y demonios espeluznantes. O en donde uno sueña que pasa algo muy muy malo. Alguien muere o la integridad de uno o de su familia es amenazada o puesta en peligro. Uno nunca empieza soñando directamente la pesadilla. Debamos entender y aceptar que las pesadillas no son siempre pesadillas. Es como si fueran sueños que acabaron por torcerse en algún punto y entonces es cuando ya no hay vuelta atrás. ¿Cómo resistir la irremediable tentación de armarse de pies a cabeza —con esa saña detectivesca de psicoanalista de diván y ese celo irresistible de antropólogo— investigar una por una, desde la más antigua a la más reciente, desde la más corta a la más larga, desde la más sublime hasta la más horrenda, todas y cada una de los propias pesadillas que nos habitan, para , ordenarlas por orden alfabético y obtener azarosamente el jeroglífico maestro del que están hechas esos sueños que se pudrieron? ¿O verse atraído por el vértigo — luego de andar buscando y rebuscándole tres pies al gato— de asomarse por debajo de la cama en la a guarida secreta del tan afamado coco? Las pesadillas, se han hecho lugar en el DSM-IV, con sus sintomatología y criterios de diagnóstico. De manera que hoy en día, uno puede hacerse con la credencial de soñador de pesadillas profesional. Se acabaron los 52

brujos y oráculos que soñaban con el futuro a través de los sueños. La psiquiatría, entre otras cosas útiles, se he encargado de cambiarles el nombre a esos estafadores y charlatanes. El síntoma y la pesadilla, este dueto vivaz y ambivalente, uno dormido y el otro despierto, se presentan tomados de la mano como viejos camaradas, augurando la aparición del coco y burlándose debajo de la cama, esperando a que uno les levante las faldas, a ver si traen o no calzones. Y que nuestros sueñan nunca, nunca nunca se hagan realidad. Referencias de imágenes: [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://3.bp.blogspot.com/_MhTId3NhzHk/S4V-_WD6s9I/ AAAAAAAAA2A/Huz1GelJeD8/s400/fuseli-la-pesadilla.jpg [Imagen o fotografía sin título de descripción del trabajo]. Recuperado de http://www.mundoesotericoparanormal.com/wp-content/ uploads/2012/09/Demonios-reales-en-nuestras-pesadillas.jpg

Señotrita psicología Espera la reseña del evento en nuestro próximo número.


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Seminario

Informes: maestriaclinicauanl@hotmail.com

16, 17 y 18 de mayo Facultad de Psicología, UANL

El goce, el deseo y el amor en la clínica psicoanalítica Dr. Rolando Karothy (Argentina)

*Psicoanalista *Doctor en Psicología por la por la Universidad Nacional de La Plata *Diploma de honor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires *Ex presidente y miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. *Ex Presidente y miembro de Lazos Institución Psicoanalítica de La Plata. *Miembro del Conseil Scientifique de la Asociation Lacaniennne International


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