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Casa limpia, barrio limpio
Casa limpia, barrio limpio
¿Sabías (sabía Ud.) que los refugios para espera de colectivos sobre la ruta 205 fueron construidos y, durante cierto tiempo, mantenidos por la SocFom? Probablemente, sí. Muchos de nosotros lo sabemos. Pero ¿sabemos qué quiere decir eso? Quiere decir que fueron realizados para todo el vecindario con tiempo, esfuerzo y dinero de los vecinos asociados. Nada más, nada menos. Hoy, en épocas económicamente más difíciles, los lazos sociales se deterioran y lo colectivo parece perderse de vista. Pero pensemos que preservar y conservar el barrio no demanda únicamente inversiones como aquélla, actualmente, fuera de nuestro alcance: siempre es posible hacer algo. Por ejemplo, MANTENER LIMPIO EL FRENTE DE NUESTRAS VIVIENDAS. Bastaría con que cada casa tuviera un cesto de residuos adecuado, lo que colaboraría con el servicio de recolección al mismo tiempo que aflojaría el gesto ceñudo del vecino o vecina en cuyo cesto caen las bolsas de casi toda la cuadra. También se podría embolsar el pasto que se corta y disponer las bolsas sin invadir la vía pública o cortar sin bolsa y dejar que el pasto cortado abone el suelo.Lo que en todo caso NO VA es la montaña de pasto sobre la calzada, que pone de relieve la creatividad del vecindario en materia de insultos al dificultar el paso de peatones y vehículos, además de afear el paisaje barrial.
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Ahora bien, ¿sabías (sabía Ud.) que “el depósito en la vía pública de residuos domiciliarios en recipientes o envoltorios inadecuados (…) o su extracción a los fines de su recolección fuera del horario establecido por autoridad competente” configura una contravención a lo dispuesto por el Artículo 62º de la Ordenanza 2539/10 (Ordenanza de Faltas) y que tal proceder es pasible de multa? Probablemente, no. Es decir: imaginamos que la norma no es lo suficientemente conocida, habida cuenta del estado habitual de las calles del barrio que las imágenes que ilustran esta nota ponen de manifiesto. Hagamos esta prueba: miremos nuestra casa desde la vereda de enfrente y comprobemos cuán limpia y arreglada está. Sepamos que tan limpios y arreglados como luzcannuestro frente, nuestra entrada y el lateral, en el caso de una esquina, se verían las calles todas del barrio si cada uno de nosotros hiciera su parte, esa mínima inversión de esfuerzo, tiempo y dinero. No parece tanto y sería muy efectivo:al mejorar el aspecto de nuestra casa, mejoraría el barrio y nuestra relación con vecinosy vecinas y, de paso, cumpliríamos con las normas vigentes –que, como todas, son también normas para con-vivir, vivir con otros, vivir en sociedad - evitándonos alguna multa. ¡CUIDEMOS NUESTRO BARRIO, CUIDANDO MEJOR NUESTRA CASA!