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La diabetes puede ser mortal La desidia y falta de atención a la enfermedad han convertido a la diabetes en la principal causa de muerte en México.
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l menos un 14% de la población mexicana tiene diabetes y cerca de la mitad no lo sabe; además, entre quienes han sido diagnosticados, muchos pacientes no siguen su tratamiento. Sea por que no lo saben o porque les cuesta trabajo seguir las indicaciones médicas, lo cierto es que un gran porcentaje de las personas con diabetes no tienen controlada su enfermedad. Se habla mucho sobre la diversidad de complicaciones que conlleva padecer diabetes: problemas de hipertensión, cáncer, trastornos digestivos, disfunción sexual; sin mencionar las consecuencias de un mal cuidado, que pueden derivar en amputaciones o ceguera. Sin embargo, dado que se trata de una enfermedad a menudo asintomática, las personas pueden pasar años sin saber que están enfermas y cuando lo descubren, ya existen daños severos. La diabetes tipo II –la más común– se ha extendido ampliamente en los últimos años debido al estilo de vida sedentario y los malos hábitos de alimentación, pero además de estos aspectos, hay otros factores que aumentan el riesgo de padecerla, entre ellos: • Exceso de grasa, especialmente alrededor de la cintura. • Sobrepeso • Antecedentes familiares de diabetes • Edad mayor a 42 años (aunque cada vez se presenta con mayor frecuencia en niños).
• Niveles altos de triglicéridos y/o colesterol. • Hipertensión arterial. • Poliquistosis ovárica. • Haber padecido diabetes gestacional. • Poca o nula actividad física. • Tabaquismo. Son muchos los aspectos que entran en juego y que pueden provocar una menor o mayor predisposición a desarrollar diabetes; sin embargo, también son muchas las medidas que se pueden tomar para prevenir o al menos retrasar su aparición. La diabetes no tiene cura, pero se puede controlar, se trata de que adoptemos hábitos más saludables. No esperes a que sea demasiado tarde, la diabetes es prevenible. Asistir a revisiones médicas periódicas es una de las mejores decisiones que puedes tomar para cuidar de tu salud. Si tienes cualquier duda acude a un especialista.
Dr. Edgar Fuentes Pintado Centro de Especialidades de Medicina Interna Camino Sta. Teresa 1055 Consultorio 304 Col. Héroes de Padierna Torre III Hospital Ángeles del Pedregal Tels. 56 52 22 22 / 56 52 22 00
4 Enseñanzas de mamá Nuestra primera maestra es mamá y sus lecciones –a menudo en forma de frases– se quedan con nosotros a través del tiempo.
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adie nos enseña cómo ser madres, aunque en ocasiones parecería que hay una guía sobre lo que se debe decir a los hijos. Existen las frases típicas de mamá que al escuchar nos remiten a nuestra infancia o adolescencia y que, en ocasiones, nos encontramos repitiendo nosotras mismas. Quizá sea porque, si lo pensamos bien, muchas encierran enseñanzas que quedaron grabadas y deseamos transmitir o tal vez algo en el inconsciente nos obligue a repetir lo dicho por nuestras madres. Sea como sea, estas frases han trascendido generaciones y aquí te traemos algunas de las más comunes, con su respectiva enseñanza. “Si tus amigos se tiran de un puente ¿tú también?” Es muy fácil –sobre todo en la adolescencia– seguir al grupo para encajar, pero es importante mantener nuestra individualidad. No debemos hacer cosas porque nos sintamos presionados por el grupo o porque “todos los demás lo hacen”. Cuando el hijo apela a este tipo de argumento, no es rara una respuesta en el sentido de: “A mí no me importan los demás, me importas tú.” “Si no limpias, no sales” Por supuesto se trata de inculcar el orden y la limpieza, pero además es una buena forma de enseñar a los niños que así como hay derechos, hay obligaciones. Si desean obtener algo, será necesario trabajar para conseguirlo.
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“Mientras vivas en esta casa, obedecerás mis reglas” Por un lado, se trata de enseñar a obedecer y hacer notar que existen reglas en cualquier lugar al que vayamos. Pero quizá también sea una forma de motivar a nuestros hijos a ser independientes, hacerles saber que llegado el momento, podrán tener un lugar propio, en el que podrán regirse en sus propios términos. Las enseñanzas de otras frases son más directas. A veces lo que se busca es inculcar hábitos –“Ponte un suéter”–; enseñarnos a ser más observadores –“¿Y si lo encuentro yo qué te hago?” o a no ser quisquillosos con la comida “Aquí no es restaurante”. Aunque también están aquellas frases que manifiestan lo difícil que puede resultar ser mamá –“Me duele más a mí que a ti”–. E incluso esa forma diplomática de decir no sin decirlo (y evitar ser la mala del cuento): “Pídele permiso a tu papá”. Pero quizá la frase que más resuena para quienes son mamás, sea “Cuando tengas tus hijos lo entenderás”. Y es que hay cosas que por más que nos expliquen, no logramos entender de verdad hasta que lo vivimos. Así es ser mamá, de pronto escuchamos en nuestros labios esas frases y podemos comprender mejor por qué lo decían.
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ingredientes para cuidar tu cabello
No es necesario gastar una fortuna para tener un cabello hermoso. Nuestra alacena guarda algunos secretos de belleza capilar.
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xisten muchas cosas que pueden dañar el cabello: los tintes, la secadora, algunos de los productos que utilizamos diariamente e incluso el clima. Ya sea para reparar los daños, para que luzca mejor o para que crezca más sano, aquí te traemos algunas ideas que pueden ayudarte a tener un cabello sedoso y radiante. Aceite de almendras Las puntas abiertas son un problema muy común, pero para repararlas e hidratarlas, basta aplicar un poco de aceite de almendras en las puntas y medios; da un suave masaje y cubre con un gorro de ducha, deja que actúe toda la noche y enjuaga a la mañana siguiente con agua tibia. Esto además de sellar las puntas, hidratará tu cabello y le brindará suavidad. Aguacate Las mascarillas de aguacate también son buenas para combatir la orzuela y ayudan a hidratar el cabello, gracias a sus aceites esenciales; con unas cuantas aplicaciones el cabello lucirá mucho más sano. Una opción es combinarlo con aceite de oliva y una clara de huevo – lo colocas, lo envuelves en una toalla y dejas reposar media hora antes de lavarte el pelo–. Si el cabello está reseco, es buena idea combinar aguacate con yogurt; esto ayudará a nutrirlo y estimular su crecimiento. Aceite de oliva Para el cabello seco otra opción es una mascarilla de aceite de oliva –una cucharada pequeña–, con un huevo y dos cucharadas de mayonesa; deja entre
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quince minutos y media hora esta mascarilla para combatir la resequedad. Limón Si el problema es el cabello graso, el limón es una excelente opción para controlar la producción del sebo. Puedes aplicarlo después de tu champú habitual –combinando el jugo de dos limones con agua– para el último enjuague. Esto además ayuda a tu cabello a crecer más sano. Combínalo con otros ingredientes como el yogurt o un huevo, para obtener más beneficios. Plátano Es importante nutrir el cabello y una excelente opción para hidratar, fortalecer y hacer que luzca sedoso –mientras lo llenamos de vitaminas–, es una mezcla de plátano y miel. Además de darle brillo y mejorar la salud del pelo, te ayudará a eliminar la caspa. También, para quienes han notado que su cabello se maltrata y se debilita con el tinte –o de forma preventiva– una mascarilla de plátano, aguacate, huevo, leche de coco y cerveza puede ayudar. Recuerda que además de utilizar estos ingredientes en las mascarillas es importante tener una alimentación balanceada que permita nutrir cada parte de nuestro cuerpo desde adentro, incluido nuestro cabello.
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10 Ser madre es una transformación Todo cambia con la llegada de un bebé; empezando por nosotras mismas.
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a vida está llena de cambios; algunos pueden llegar de forma inesperada, para otros nos preparamos con meses de anticipación. Hay cambios pequeños a los que nos acostumbramos rápidamente y otros que dan un vuelco total a nuestra vida.Tener un bebé es, por supuesto, uno de esos que transforman por completo nuestro entorno, así como a nosotras mismas. Pero existen cambios más allá de los evidentes cuando un bebé llega a la familia, además de las alteraciones esperadas en nuestro cuerpo, nuestra casa y nuestros horarios. La anticipación y llegada del bebé pueden modificar nuestra forma de ver el mundo.
Antes de que el bebé nazca, los cambios se van gestando en nuestro cerebro. La actividad se incrementa en regiones vinculadas a la ansiedad, la empatía y la interacción social, nos hacemos más perceptivas y le damos más importancia a cosas que antes no notábamos. El mundo de pronto parece más peligroso, pero al mismo tiempo, resulta fácil maravillarse por las pequeñas cosas. También nos volvemos más vulnerables y protectoras, más altruistas y preocupadas. El bebé se convierte en el centro del mundo, pero también nos hacemos más sensibles a las necesidades de otros niños. No importa si ya no tienes tiempo para ti o si no te alcanza para cumplir tus caprichos. Tampoco importa que no puedas dormir lo suficiente o salir con frecuencia;
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todo lo que importa es que hay alguien que depende de ti y –sin importar qué haga– cada día es mejor porque está en tu vida. Se reducen las horas de sueño y el tiempo se escurre casi imperceptible; es necesario convertirse en administradora de cada minuto. Nuestras preocupaciones cambian, nuestros hábitos y la forma de relacionarnos con el mundo también. De pronto la vida que habíamos llevado hasta entonces, puede parecernos ajena. No sólo tienes un nuevo bebé en brazos, sino una nueva versión de ti misma. Ser madre también nos hace querer ser mejores personas. Quizá decidamos comer más sano, hacer ejercicio, cambiar nuestra vida para ser ejemplo que queremos darle a nuestros hijos. Te das cuenta de que todas esas frases cursis sobre cómo la maternidad cambia la vida, tienen su grado de veracidad.Y si bien, nunca te consideraste egoísta, te vuelves menos indiferente. La maternidad también ayuda a apreciar y comprender más a nuestras propias madres. Se ponen en perspectiva muchas de las cosas que nos dijeron. Ser mamá es un nuevo mundo de aprendizaje constante y sin importar la edad de tus hijos, sabes que nunca volverás a ser la de antes.
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12 Consejos de finanzas personales Una duda recurrente es cómo hacer rendir el dinero y es que a veces parece que se nos escapa de las manos.
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entro de las cuestiones que más nos estresan de la vida diaria, está el manejo del dinero. Y es que entre gastos, deudas y caprichos, apenas si nos rinde. En la escuela no nos enseñaron a tener una planeación financiera, pero vale la pena aprender a tener un mejor manejo de nuestra economía; más allá de las preocupaciones materiales, tener un buen manejo del dinero nos ayuda a estar menos estresados y tener mejores relaciones –o al menos no discutir por el dinero–. Estos consejos te pueden ayudar.
Dedica tiempo a tus finanzas. La clave de una buena gestión financiera es la planeación. Es fundamental hacer un presupuesto, estar al tanto de tus movimientos y revisar tu historial crediticio con cierta regularidad. De esta forma podrás asegurarte de que lo estás haciendo bien y, si no es así, realizar los cambios pertinentes. Lee e investiga sobre manejo de finanzas para tener una idea más clara de cómo organizarte; también puedes usar apps que te ayuden a tener un control de tus gastos e ingresos. Paga tus deudas cuanto antes. Dentro de la planificación cubrir tus deudas debe ser prioridad. Haz una lista de lo que debes y asegúrate de realizar un plan de pagos eficiente; ve qué porcentaje de tu presupuesto puedes dedicar al pago de éstas sin afectar tus gastos. Separa tu ahorro. A veces nos decimos que no nos alcanza para ahorrar, pero lo cierto es que a menudo esto se debe a una mala gestión financiera. Es importante destinar parte de nuestro presupuesto al ahorro; puedes considerarlo como uno de los pagos que debes hacer y apártalo tan pronto como recibas tu sueldo. Otra buena idea es guardar todo lo que no te gastes de la semana. Automatiza pagos. Aprovecha la tecnología, hoy en día es posible programar tus pagos para que ya no tengas que preocuparte por ellos. Si esto no es posible, puedes poner alarmas en tu celular para recordarte sobre las fechas de pago antes de que venzan. Lo importante es que hagas tus pagos siempre a tiempo y sin estresarte. Los No. No vayas a hacer las compras con hambre y sin una lista. No gastes más de lo que tienes. No excedas tu presupuesto. Evita las compras impulsivas, No gastes el dinero extra que pudiera llegar –un bono o el pago de una deuda por ejemplo, mejor ahórralo–. No ignores estos consejos. Si tienes dudas sobre la mejor forma de llevar tus finanzas, también es buena idea consultar a un especialista.
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15 Test: Tipos de mamá Existen tantas formas de ser mamá como mujeres, cada quien le da su propio toque a la forma de enseñar a los hijos, pero hay ciertas categorías generales en las que cae la mayoría. ¿Qué tipo de mamá eres? ¿Qué tipo de mamá tuviste? ¿Cómo serías? Averígualo con este test. Selecciona todas las frases con las que te identifiques y al final suma cuántas de cada color obtuviste para saber tu tipo de mamá. Lo que más deseo es ver a mis hijos felices. Creo que la disciplina es sumamente importante. Me gusta que mis niños sean imaginativos. La escuela es importante, pero más que las calificaciones, me importa que aprendan. Sé que mis hijos pueden lograr cualquier cosa que se propongan. A veces los castigos son necesarios para que los niños aprendan. Mis hijos saben que pueden confiar en mí y contarme todo lo que quieran. Me han dicho que soy muy consentidora con mis hijos. Cuando mis hijos me piden algo, debo considerar qué tan bien se han portado. Más que regañar a los hijos, creo que es importante hacer que ellos noten sus errores. Si a mi hijo no le gusta lo que hay de comer, suelo preparar algo más. Creo que es importante establecer horarios y hacerlos cumplir.
Estricta pero justa
Abierta y negociadora
Cariñosa y motivadora
Quieres que tus hijos tengan un buen futuro y estás dispuesta a hacer lo necesario para lograrlo. Te interesa inculcar disciplina y responsabilidad en tus hijos. Eres consciente de la importancia de los límites, pero eso no significa que seas rígida. Deseas que tus hijos aprendan que el trabajo duro tiene sus beneficios, pero también sabes cuándo darles más libertad. Sin embargo, es probable que parezcas un poco fría, intenta ser más afectuosa.
Quieres que tus hijos sepan que pueden lograr lo que se propongan, los alientas a expresarse y buscar su propio camino. Deseas que sean independientes y luchen por lograr sus sueños. Para ti es importante que aprendan a tomar sus propias decisiones –y lidiar con las consecuencias–, así como saber que pueden contar contigo. Quieres que te vean como una amiga, pero es importante que no se pierda el papel de autoridad.
Lo más importante para ti es tener niños felices. Su sonrisa hace tu día y tratas de disfrutarlos cada momento. A veces puedes ser un poco consentidora precisamente en ese deseo de hacerlos sonreír. Les haces saber que siempre estarán ahí para lo que necesiten y los apoyas en todo lo que desean. Buscas hacerles saber que pueden lograr lo que se propongan y tus muestras de afecto son infinitas.
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